La tragedia griega "Edipo Rey", escrita por Sófocles, aborda temas profundos y universales que aún perduran

en la sociedad actual; entre ellos la fragilidad de la vida humana, el conocerse a uno mismo y apariencia y
realidad.

Para comenzar, el tema de la apariencia y realidad explorado en la tragedia, sigue presente en la actualidad.
En la obra, Sófocles nos muestra como las apariencias engañan y como muchas veces la verdad está oculta
detrás de algo que parece perfecto. Vemos cómo Edipo vive su vida creyendo que es un rey exitoso, famoso y
respetado, sin embargo, esta imagen se desmorona a medida que se revela su verdadera identidad, su
origen, y sus acciones pasadas. Esto nos lleva a pensar como nuestras primeras percepciones pueden ser
erróneas. Por ejemplo, en la sociedad actual, en el ámbito de las redes sociales, las personas suelen proyectar
una imagen irreal de sus vidas, mostrando únicamente aspectos positivos, algo perfecto, sin ningún defecto.
A pesar de esto, detrás de estas imágenes o videos seleccionados cuidadosamente, se encuentran luchas
internas y dificultades que no se muestran. Esto crea una brecha entre la apariencia y la realidad, generando
expectativas pocos realistas, llevando a una comparación constante, así como a una sensación de
insatisfacción. También, en el ámbito mediático y político, muchas veces la información es manipulada, como
algo común. Las personas que nos gobiernan o las grandes instituciones presentan información o noticas que
parecen verdaderas, pero la realidad de estas puede ser muy diferente. La manipulación de imágenes y
videos, y la divulgación de noticias falsas, plantean interrogantes sobre lo que es verdad y lo que no, como las
apariencias pueden distorsionar la realidad.

Por otro lado, a través de los personajes y la trama de la obra, se muestra como la vida humana es frágil y
como nuestras acciones pueden tener consecuencias trágicas e irreversibles. En "Edipo Rey” vemos cómo el
protagonista, se enfrenta a una serie de desafíos y tragedias debido a su propio destino. A pesar de sus
esfuerzos por escapar de su destino previamente predeterminado, Edipo termina cumpliendo la profecía,
causando así su caída. Este enfoque en el que los personajes están destinados a sufrir debido a oráculos,
maldiciones, etc, refleja la idea de que nuestra vida es vulnerable y que incluso teniendo las mejores
intenciones podemos terminar en la desgracia. Además, la fragilidad de la vida se refleja en las relaciones
humanas y en su vulnerabilidad. En la tragedia, la revelación de la verdadera identidad de Edipo, hace que se
rompan sus lazos y desencadena sufrimiento. Esto nos recuerda que nuestras relaciones por más cercanas y
queridas que sean también son frágiles, por lo que pueden romperse por situaciones inesperadas. Hoy en día,
en la sociedad la fragilidad de la vida se manifiesta de varias maneras, un ejemplo es el covid-19; la
propagación masiva del virus por acciones tanto individuales como colectivas pueden tener un impacto
directo en la vida de los demás. También, la violencia, guerra y desastres naturales resaltan la fragilidad de
nuestras vidas y cómo podemos ser testigos de desgracia en cualquier momento.

Por último, el tema del autoconocimiento y la búsqueda de la identidad es central en Edipo Rey, a lo largo de
la obra vemos como el personaje principal descubre su verdadera identidad. A pesar de tratar de escapar de
su destino, termina por encontrarse con la dolorosa realidad de su pasado. Esto nos hace ver que es
fundamental tomarnos tiempo para reflexionar y comprender realmente quienes somos. Hoy en día, esto se
hace cada vez más difícil, dado que estamos siendo constantemente bombardeados por influencias externas.
Si no nos conocemos a nosotros mismos, podemos llegar a perseguir metas que en verdad no nos llenan,
cayendo en lo que todos los demás desean, en lo que se ve como correcto pensar. El conocimiento de uno
mismo nos permite tomar decisiones más informadas y coherentes con los objetivos que tenemos. Además,
también es vital para nuestras relaciones interpersonales, ya que, al comprender nuestras propias emociones
y reacciones, podemos relacionarnos de una mejor manera con los demás.