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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGÍA

PSICOLOGÍA COMUNITARIA

Profesora: Denis Martínez. Autor: Eulin Camero.

Sección: 1 C.I: 15.181.714


San Joaquín de Turmero, Junio 2.023.

INTRODUCCIÓN
La psicología comunitaria es una disciplina que se plantea como
objetivos la promoción de la calidad de vida, la reducción de los problemas
sociales desde una perspectiva positiva y actuar siempre en consonancia con
las necesidades sociales de la comunidad. Es precisamente la búsqueda del
bienestar comunitario la esencia de esta disciplina y ha hecho de ello una de
sus principales señas de identidad. Se desarrollará la relación al rol de los
psicólogos comunitarios, estos son agentes de cambio unido a la localización
de potencialidades, al fortalecimiento y la puesta en práctica de las mismas y a
la inversión en los procederes de interpretar, construir e influir en la realidad de
una comunidad. En tal sentido, se distingue los roles atribuidos y las prácticas
específicas propias a cada uno de ellos, destacándose: la ecología, consulta,
desarrollo político, intervención y apoyo psicosocial, concientización, defensa
social, democratización, investigación y producción de conocimiento,
promoción de valores, bienestar y liberación, evaluación y terapia. En esta
perspectiva, el psicólogo entre otras tácticas utiliza las psicoterapias social-
grupal y comunitaria, sin distinción del modelo teórico en el que se apoyen,
inician de la evaluación y formulación o conceptualización clínica del problema
o problemas que muestra la familia o grupo, tal pauta de la estrategia
psicoterapéutica. En este sentido, destacan los consecuentes procedimientos,
técnicas e instrumentos, tales son: intervención individual, grupal y terapia
familiar, técnicas de mediación; técnicas de evaluación e intervención
ambiental, y técnicas de investigación social.
Orígenes de la psicología comunitaria
El origen de la psicología comunitaria hay que situarlo bajo un contexto
histórico y social amplio. En él intervienen eventos políticos, movimientos
sociales y el propio desarrollo de la psicología.
Antecedentes
La psicología comunitaria emerge a mediados de los años sesenta tras
un período de gran efervescencia en toda la sociedad. Ésta nace en un
momento en el que se producen cambios importantes dentro de muchas
instituciones de la sociedad, y el concepto de Estado de bienestar está en
pleno apogeo. El movimiento de reforma social de los años sesenta incrementó
la conciencia de la sociedad acerca de los problemas sociales y la
discriminación. Se trata de una sociedad que aspira a una mejora de la calidad
de vida y en la que la salud ocupa un lugar central. Se produce un aumento del
interés social y legislativo por los problemas de salud mental, crece la idea de
que el tratamiento temprano debe prestarse lo antes posible. La forma en que
están organizados y administrados los servicios de salud fueron también
objeto de críticas, se vio la necesidad de prestar ayuda a las personas en su
propia comunidad y de distribuir los servicios de forma más equitativa. Algunos
estudios de la época (mostraron que los servicios de salud estaban
desigualmente distribuidos y que existía una importante relación entre clase
social y enfermedad mental: las clases sociales bajas cuentan con menos
recursos y manifiestan más problemas de salud. Hay una clara evidencia de
que el modelo de prestación de servicios es inadecuado, un modelo basado en
la espera y en el tratamiento individualizado resulta insuficiente para cubrir
todas las necesidades relacionadas con la salud. Sin embargo, uno de los
aspectos esenciales que contribuyen al desarrollo de la psicología comunitaria
es que durante la década de los 60 se comienza a gestar dentro de la
psicología social una gran preocupación por la relevancia social de los
estudios. Esta preocupación de la psicología social por lo aplicado favorece el
desarrollo de áreas de conocimiento que parten de un interés por los
problemas y las necesidades sociales. La psicología comunitaria nace con una
vocación aplicada e intenta garantizar la relevancia del conocimiento a través
de la unión entre el conocimiento práctico-teórico y el conocimiento básico
aplicado.

Objeto de estudio de la Psicología Comunitaria


Siendo una disciplina es una tarea compleja, y en el caso particular de la
Psicología comunitaria esta labor resulta especialmente difícil. Por este motivo,
es frecuente que su definición se acompañe de alguna alusión a sus orígenes
y, sobre todo, que ésta sea sustituida por su descripción. De esta forma, resulta
habitual la enumeración de sus principales características: su acercamiento
ecológico al análisis de la realidad, los procesos sociales y los individuos; el
hecho de ser una disciplina más centrada en desarrollar recursos o
potencialidades que en subsanar déficits; su orientación eminentemente
aplicada; y su clara vocación preventiva. Ahora bien, ¿por qué resulta tan difícil
su definición? Sin duda, intentar dar respuesta a esta pregunta obliga a
considerar varias causas. Probablemente, las más significativas sean su
juventud, la amplitud de campos de aplicación que incluye y la carencia de
modelos teóricos propios. A estas razones podríamos añadir una cuarta: el
hecho que esta disciplina se encuentra fuertemente enraizada en la realidad
sociopolítica del país en el que se desarrolla, lo que explica, en parte, su
diversidad de enfoques y supuestos. La psicología comunitaria surge a partir de
las demandas y déficits específicos de una realidad social, política y cultural
concreta que impregna todos sus espacios teóricos, metodológicos, de
intervención y, obviamente, ideológicos. Esto implica que lo que los psicólogos
comunitarios entienden por Psicología comunitaria, sus referentes teóricos y,
especialmente, el tipo de intervenciones que llevan a cabo no sean
coincidentes e, incluso, que discrepen radicalmente en contextos como el
anglosajón o el latinoamericano. La capacidad que tiene la Psicología
comunitaria de adaptarse a cada realidad concreta, o quizás la capacidad de la
realidad de cada país para desarrollar un determinado tipo de Psicología
comunitaria, es probablemente una de las mayores riquezas de esta disciplina.
Por tanto, aunque es importante que ésta busque modelos teóricos propios y
capaces de dar coherencia y unidad a la gran diversidad de intervenciones y
aplicaciones prácticas que incluye, también debe considerar las
particularidades de cada realidad social, e incorporarlas a su desarrollo teórico
y metodológico. La Psicología comunitaria es una disciplina que se adapta y se
transforma en función de la realidad sociopolítica. Por otra parte, esta
necesaria adaptación a la realidad más cercana tampoco debe hacer caer a la
disciplina en la autarquía. Nada resulta tan enriquecedor como conocer y
relacionar los desarrollos teóricos, las aplicaciones prácticas y las realidades
sociales de diferentes ámbitos culturales. Precisamente, en el gran espacio de
la globalización es importante conjugar hábilmente los elementos generales y la
continua transferencia de información entre ámbitos culturales muy diversos
con la capacidad de concretar y operar la realidad más próxima. Con la
finalidad de articular estos componentes, describiremos a continuación el
desarrollo de la Psicología comunitaria en los contextos anglosajón,
latinoamericano y español.

Características de la Psicología Comunitaria


-La psicología comunitaria amplía su ámbito de intervención más allá de
la salud mental e intenta situar la intervención en el desarrollo de modelos de
cambio social; está interesada en el cambio de sistemas sociales y quiere re
que la intervención se dirija a múltiples niveles para asegurar el impacto social,
por lo que la intervención se sitúa preferentemente en los niveles
organizacionales, institucionales y comunitarios.
-Las ciencias sociales han de perseguir el desafío social y proporcionar
una guía en la búsqueda de nuevas soluciones personales y sociales. La
psicología comunitaria se hace eco de ello, tiene una clara vocación aplicada,
de compromiso social y de búsqueda del bienestar. En definitiva, se plantea tea
la ciencia social como instrumento de cambio. La relevancia social de los
estudios y la contribución que los psicólogos comunitarios pueden hacer para
promover el bienestar social se convierten en aspectos de sumo interés. Sin
embargo, este interés por la relevancia va acompañado de un desarrollo teórico
y metodológico acorde con los objetivos t de la investigación. La preocupación
por la relevancia social y el desarrollo conceptual se intentan garantizar a
través de la unión de lo práctico y lo teórico. La investigación evalúa y redirige
la teoría y la práctica. tica. La práctica nos pone en contacto con la realidad
social y conecta claramente la disciplina con la mejora del bienestar humano.
Por tanto la estrategia metodológica seguida por la psicología comunitaria es
esencialmente la investigación-acción, por ello utiliza una gran variedad de
procedimientos de investigación, desde metodología cuasi experimental a
metodología cualitativa. El interés principal se centra en buscar el mejor
procedimiento para el caso concreto que se esté estudiando. Esta amplitud de
miras viene condicionada nuevamente por el carácter aplicado de la disciplina,
que no duda en elegir aquellos procedimientos que aseguren la pertinencia de
los resultados. El sentido práctico y de utilidad guía la acción comunitaria
volcada sobre las necesidades de las personas; al tiempo que la investigación
y el desarrollo de teorías da solidez y sustentan tan su quehacer práctico. En
definitiva, la investigación-acción con su interrelación de la teoría, la
investigación y la práctica vendrían a representar la conexión entre teoría y
práctica que caracterizan a la psicología comunitaria. La psicología comunitaria
se plantea el problema de los valores en la ciencia social. El concepto de
ideología o la responsabilidad del psicólogo en la acción social son buena
muestra de ello. Ya lo señalaron autores como Iscoe (1974) cuando decía que
la psicología comunitaria es la conciencia ciencia social de la psicología.

La Psicología comunitaria en el contexto latinoamericano


El origen de la Psicología comunitaria latinoamericana suele situarse a
principios de los años setenta, aunque durante los años cincuenta y sesenta se
llevaron a cabo numerosas intervenciones en diferentes comunidades. Estas
primeras intervenciones tuvieron como principales referentes teóricos la
pedagogía del oprimido de Paulo Freire y los escritos del sociólogo colombiano
Orlando Fals Borda sobre la investigación-acción. La Psicología comunitaria en
Latinoamérica, al igual que comentábamos respecto del contexto anglosajón, o
quizás todavía más en este caso, surge estrechamente vinculada a la realidad
social y política de los diversos países que la integran. En este sentido, si bien
es cierto que existen importantes similitudes entre estos países, también lo es
que nos estamos refiriendo a más de veinte países distintos, que, sin duda,
comparten características significativas tales como la existencia de profundas
desigualdades sociales, grandes bolsas de pobreza, o el sinsentido de intentar
realizar intervenciones dirigidas a facilitar el acceso a recursos sanitarios,
sociales o educativos a la población más desfavorecida cuando en estos
países, con demasiada frecuencia, estos recursos son sumamente precarios, o
incluso inexistentes. No obstante, cada uno de estos países plantea, a su vez,
ciertas necesidades sociales que le son propias, una trayectoria política
particular, y un desarrollo de la Psicología, en general, y de la Psicología
comunitaria, en particular, que en ocasiones es bastante divergente.

Escuela de Frankfurt: Teoria Crítica

Influencia en la psicología comunitaria fue la teoría crítica que se gesta


en la escuela de Frankfurt y que tiene en la actualidad, su continuidad en
JürgenHabermas. Esta escuela, creada en 1923 por FelixWeil y liderada desde
1930 hasta su muerte en 1973 por Max Horkheimer, es la primera institución en
declararse abiertamente marxista. Formarán parte de este movimiento filosófico
y social intelectuales tan reconocidos como Teodor Adorno, Erich Fromm,
Herbert Marcuse, Leo Loewenthal o Wilhem Reich. La Escuela de Frankfurt se
centra en dos intereses principales. Por un lado, pretende realizar una crítica a
las sociedades industriales desarrolladas. Este análisis va a ser
interdisciplinario pues, abarca no solo en el aspecto político, sino también
económico y el de las industrias culturales.

En una primera etapa, se realiza una reformulación del marxismo bajo


un nuevo paradigma y con una reflexión de la sociedad y los procesos que la
conforman. Más tarde, tras la Segunda Guerra Mundial, entre los temas de
interés de la escuela aparece el de la influencia de los medios de comunicación
en la sociedad. Al mismo tiempo, que se pone en evidencia la “libertad
individual” en las sociedades democráticas.

Teoría crítica

La teoría crítica es la doctrina que se desarrolla en la Escuela de


Frankfurt por un grupo de pensadores y que, en cierto modo, viene a oponerse
a la teoría tradicional.
Uno de los escritos que hablan sobre las diferencias entre ambas teorías
es el ensayo que publicó Horkheimer, Teoría tradicional y teoría crítica (1937),
donde cuestionaba, entre otras cosas, la pretensión de “neutralidad” de la
teoría tradicional.

Mientras que la teoría tradicional intenta aportar una descripción


abstracta del mundo, ajeno a la realidad. La teoría crítica busca un análisis, el
desenmascaramiento de ideologías y la transformación del mundo. Así, estas
son algunos rasgos generales de la teoría crítica:

 Los filósofos de la teoría crítica defienden que no existe la


imparcialidad. Es decir, a pesar de la posible fachada de objetividad que
defiende la teoría tradicional, esto no es más que una apariencia que en
realidad esconde intereses ideológicos.

 No acata el principio de “no valoración” y objetividad, defendido


anteriormente en la teoría tradicional. Al contrario, busca la emancipación del
ser humano que lo conduzca a la “praxis liberadora”.

 Todo conocimiento está determinado por intercesiones históricas,


sociales y económicas. Es decir, una teoría no puede ser ajena al contexto
social, histórico o económico del que ha surgido.

LINEA DEL TIEMPO DE LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA


CONCLUSIONES
En América, la Psicología Social Comunitaria en el siglo XXI demanda
procesos de reflexión y crítica sobre las teorías, conceptos, metodologías,
investigaciones y los modelos de intervención en escenarios sociopolíticos con
actores claramente determinados. La perspectiva con la cual la Psicología
Social Comunitaria se aproxima al estudio de las problemáticas, necesidades y
fortalezas de la región, así como la manera de acompañar o intervenir en
contextos específicos, hacen evidente que no existe una, sino múltiples formas
de ser, hacer y pensar la disciplina en el continente. En este sentido, se
requiere transitar por la multiplicidad de producciones académicas y dar cuenta
del desarrollo vertiginoso de la Psicología Social Comunitaria en los países
latinoamericanos, colocando el acento en las investigaciones que se
desarrollan, como también, en las diversas formas de intervenir. Por lo tanto, la
psicología comunitaria no está exenta de valores, muy al contrario la
investigación social está cargada de valores que parten de las necesidades de
la comunidad. Esto influye en una nueva filosofía de prestación de los servicios.
Se perfila un nuevo papel profesional, la intervención en la comunidad requiere
un acercamiento del psicólogo que abandona dona el rol de "experto" para
analizar las características y demandas de la comunidad. El psicólogo debe
encontrar la mejor forma de dar su conocimiento, convirtiéndose en un
transmisor de habilidades y estrategias para solucionar los problemas que
afectan a la comunidad. Se potencia la utilización de para profesionales para
desarrollar la transmisión de competencias y se utilizan equipos
interdisciplinares para contemplar diferentes análisis y puntos de vista ante los
problemas existentes. El individuo y la comunidad no tienen vidas separadas,
ambos sistemas se interrelacionan y dependen el uno del otro para su
existencia.
REFERENCIAS BIBLOGRÁFICAS

Cachón, F. y Garcia, J (1998) Modelos teóricos de la Psicología


Comunitaria.        Madrid.

López, E.K y Juárez, F. (2004). Apuntes de Métodos y Técnicas de


Investigación en Psicología Social. México, D.F.

Maisto, A. y Morris, C. (2005). Introducción a la psicología. México: Pearson


Educación.

Montero, M. (2004). Introducción a la psicología comunitaria. Buenos Aires:


Paidós.

Musitu Ochoa, G. (2004). Introducción a la psicología


comunitaria. Barcelona: Ed. UOC.

Rojas Soriano, R. (1988). Investigación social: teoría y praxis. México.

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