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Intro

El caso del brillante científico, (y de alguna u otra manera, divulgador científico) Galileo Galilei
es, uno de los argumentos posibles que podemos encontrar en una conversación cuando sale a la
luz si la Iglesia está en contra del avance científico, todos hemos escuchado de él, y debemos
mencionar que, en la cotidianeidad de una discusión que deriva en creencias personales, a veces
quedamos enmudecidos cuando un individuo se nos presenta con informaciones tan creíbles.
Pensamos en este trabajo como una mera oportunidad para tratar con una visión generalizada que
hoy impera en la mayoría de las personas, respecto a Galileo y la Iglesia Católica, pero ¿Qué
tanta verosimilitud hay en este argumento? ¿Realmente fue así?, quizá estemos ante una
combinación entre la falacia del historiador y el presentismo. Mediante este escrito vamos a
hacernos preguntas, explorar las circunstancias en las que se produjeron los descubrimientos de
Galileo con el Telescopio, la posición de la Iglesia Católica y cómo se sucedieron los hechos
desde una perspectiva meramente histórica, esta exploración de hechos, esperamos, pondrá sobre
la mesa hechos sorprendentes para muchos, y, lo que realmente nos importa, permitirnos
reflexionar y desmentir falsas acusaciones a la iglesia, y a determinar el qué y el por qué del
caso de Galileo.

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¿Quién fue Galileo Galilei?
Galileo Galilei se instauró como un prominente astrónomo, ingeniero, matemático y físico en la
Italia entre los siglos XVI y XVII, fue una de las caras más comerciales del Renacimiento,
incluso tomando parte de la vanguardia artística de la vorágine de corrientes pictóricas propias de
su era, de las cuales, la absoluta mayoría son religiosas.
Es de nuestro conocimiento que Galileo nació en una familia profundamente católica, por lo que
Galilei nació, vivió y murió como católico, sus estudios primeros fueron en el convento de Santa
María de Allombrosa en Florencia al cuidado de un vecino religioso llamado Jacobo Borhini.
También sabemos que mantenía una relación de estrecha
confianza con Maffeo Barberini, el papa Urbano VIII,
quien era un profundo admirador suyo, hasta el punto de
recibirlo en Roma Seis veces, con los brazos abiertos, si
bien es cierto lo anterior, la teoría del Heliocentrismo aun
estaba en ciernes, y el papa la consideró demasiado
temeraria, lo que, aunado a las tensiones políticas de la época, impidió su aprobación.
A nuestro astrónomo favorito se le atribuye una mejora significativa del ya inventado telescopio,
una exuberante variedad de observaciones astronómicas, la primera ley del movimiento, la de la
inercia (si, Newton se inspiró en Galileo), y un apoyo de peso en la Teoría de Copérnico, así
como fundamentar las bases de la mecánica moderna, la cinemática y la dinámica, Su trabajo es
una ruptura fundamental de las teorías aristotélicas, fundamentando un antes y un después en el
conocimiento de la realidad que rodea al ser humano. Por ello se le han atribuido títulos tan
importantes como “padre de las ciencias modernas” y ”padre de la física moderna”.
En cuanto a la teoría de Copérnico se trata, al haber conducido un instrumento magnificador al
espacio exterior, comenzó a observar fenómenos, que describiría en Sidererus Nuncius, lo que
revolucionó totalmente su actitud científica, descubrió rugosidades de la Luna y las manchas
solares, que señalaban la analogía existente entre la Tierra y los astros. Dejaba pues, de tener
sentido la esencial distinción, defendida por las corrientes aristotélicas de la época, entre el muro
celeste y el sublunar.
Es bien sabido que Galileo tuvo roces con la Iglesia Católica, concretamente fue procesado en
dos ocasiones, una en 1616 y otra en 1633. En muchas ocasiones sólo escuchamos hablar del
proceso de 1633, omitiendo el primero, y es porque, es un hecho histórico que el proceso de
1616 existió, pero nunca se llevó a citar a Galileo delante del tribunal. Ahora vamos a hablar
específicamente de cada uno de los procesos judiciales en los cuales estuvo implicado de manera
directa Galileo Galilei y cuál fu su desenlace.

Proceso de 1616

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En 1616 las autoridades romanas incluyeron en el Índice de libros prohibidos el “De
revolutionibus orbium caelestium” de Nicolás Copérnico y otras dos obras que defendían su
compatibilidad con la Sagrada Escritura. Galileo fue denunciado por Niccolò Arrighetti, y fue
presentada como evidencia una carta, dirigida a Benedetto Castelli, de fecha del 21 de diciembre
de 1613. En aquella carta se apelaba de manera sobria con respecto a las sagradas escrituras y el
movimiento de los cuerpos celestes:
Citas:
“Me parece que prudentísimamente fue propuesto que la Sagrada Escritura no puede jamás
mentir o equivocarse, sino que sus decretos son de una verdad absoluta e inviolable. “
“Tan sólo habría añadido que, si bien la Escritura no puede errar, sí podría no obstante
equivocarse alguno de sus intérpretes y comentaristas, y eso de varios modos; entre los cuales
uno gravísimo y muy frecuente, consistiría en querer atenerse siempre al significado literal de
las palabras. De esa forma aparecerían en ellas no sólo diversas contradicciones, sino también
graves herejías e incluso blasfemias, pues sería necesario atribuir a Dios pies, manos y ojos, así
como afectos corporales y humanos, como de ira, de arrepentimiento, de odio, y también alguna
vez el olvido de las cosas pasadas y la ignorancia de las futuras.”
“En muchos lugares las Escrituras no solamente pueden, sino que necesariamente requieren
explicaciones distintas del significado aparente de las palabras”

Como podemos ver, en ningún momento Galileo pretende dar una verdad universal opuesta a las
sagradas escrituras, sino que más bien comprende (muy adelantado a su tiempo) que la sagrada
escritura trasciende de las palabras literales, y en cierto modo, del lenguaje. De por sí, este es una
forma de comunicación intrínsecamente humana, y por tanto, no podemos esperar que un ente
superior, un primer motor, Dios, pueda expresar la densidad y complejidad de la obra divina,
mediante un lenguaje tan básico que sólo posee 22 caracteres (arameo y hebreo) o 23 (griego
antiguo). El mensaje del Creador trasciende las escrituras y nos muestra una realidad
sorprendentemente científica mediante metáforas y parábolas, hechas para que un pueblo,
mayoritariamente iletrado, entienda los orígenes del mundo.

La respuesta del Santo Oficio a esta carta no fue apresurada. El examen de la carta a Castelli no
hizo prosperar las acusaciones. Un censor del Santo Oficio notó en ella tres expresiones poco
correctas en su forma, aun reconociendo que podrían entenderse de modo correcto. Aparte de
esto, concluía, la carta no se desvía de la doctrina católica. Galileo no se vio directamente
afectado por la prohibición, pues ninguna de sus obras se incluía en la prohibición. Sin embargo
se trató de un golpe importante para él, ya que se había comprometido públicamente en la
defensa del copernicanismo.Esa fue la razón por la que no se citó ni condenó a Galileo.

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El proceso de 1633
En 1633, diecisiete años más tarde, muchas cosas habían cambiado, nuevo papa, en este caso,
cercano a Galileo, Urbano VIII, había creído ver una cierta apertura. A través del cardenal
Zollern intentó sondar ulteriormente las disposiciones del Papa respecto al copernicanismo.
Urbano VIII llegó a afirmar, según Zollern, que la Iglesia no había condenado ni tenía intención
de condenar el copernicanismo como doctrina herética, sino sólo como temeraria y de hecho,
comenzó a trabajar en lo que sería el Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo.
Al inicio parecía no haber problemas con el documento hasta que Federico Cesi, quizá su más
valioso aliado había muerto por una breve enfermedad, Poco después la epidemia de peste que se
había declarado meses antes en el norte de Italia llegó a Florencia. Las comunicaciones con
Roma quedaron interrumpidas. Galileo decidió entonces publicar el Diálogo en Florencia, pero
esto hizo que los acuerdos establecidos para la revisión y corrección del texto se complicaran
notablemente.
En el verano de 1631 se recibieron las últimas correcciones y fue posible iniciar la impresión del
Diálogo, que se completó solo el 21 de febrero de 1632. Los ejemplares destinados a Roma
hubieron de esperar a causa de la cuarentena, todavía en vigor, y llegaron solo en el mes de
mayo.
Galileo recibió noticia de que se había convocado una comisión especial para examinar el caso.
Nuevamente la diplomacia toscana se puso en marcha, y el embajador Niccolini intentó
interceder ante Urbano VIII, que sin embargo se mostró inflexible. A finales del verano la
cuestión pasó al Santo Oficio. El 1 de octubre Galileo recibió, a través del Inquisidor de
Florencia, la orden de presentarse en Roma ante el Santo Oficio.
Ante esta situación, el comisario del Santo Oficio, Vincenzo Maculano, intentó dar una salida
“elegante” a la posición de Galileo. Autorizado por el Cardenal Francesco Barberini, tuvo un
encuentro extrajudicial con Galileo, en el que le sugirió una salida a la cuestión. Galileo pidió un
ejemplar del Diálogo, y pocos días después presentó un memorial en el que reconocía haberse
excedido en la defensa del sistema copernicano, presentando con demasiada fuerza sus
argumentos. Reconocía su error, insistiendo en que no había sido esa su intención.

El 16 de junio, en la reunión del Santo Oficio, determinó la sentencia: Galileo sería


condenado a prisión al arbitrio de la Congregación, y el Diálogo prohibido. Como
prisión se le asignó la villa que la embajada de Toscana poseía en Roma, Villa
Medici. Urbano VIII había ya concedido al embajador de Toscana que tras la
sentencia sería posible acordar en qué modo la condena debería ser cumplida.
Algunos días más tarde se permitió a Galileo trasladarse a la residencia del
Arzobispo de Siena, Ascanio Piccolomini, gran amigo suyo, y a finales del año
pudo regresar a su villa de Arcetri, en las afueras de Florencia. La “prisión” no le
fue levantada nunca: porque murió el 8 de enero 1642.

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Conclusión

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Infografía
 http://dia.austral.edu.ar/El_caso_Galileo#La_condena_del_sistema_copernicano_.281616.29
 https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/
Recurso:Galileo_Galilei:_carta_a_Benedetto_Castelli
 https://es.wikipedia.org/wiki/Galileo_Galilei
 https://www.unav.edu/web/ciencia-razon-y-fe/lo-que-deberiamos-saber-sobre-galileo#indicec
 https://www.aciprensa.com/controversias/galileo.htm

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