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En la Bolsa Mexicana de Valores, al igual que el resto de las bolsas del mundo, no sólo
cotizan empresas nacionales: también hay acciones de compañías internacionales.
Debido a lo anterior, lo que suceda en lugares como China o Europa sin duda
impactará a la economía mexicana.
Las crisis financieras que han afectado a México desde la década de los ochentas del siglo
pasado hasta la actualidad han impactado de diferentes formas los indicadores
macroeconómicos fundamentales de la economía mexicana. Varios factores se han conjuntado
en los últimos años para la irrupción de las diferentes crisis que ha experimentado el país,
entre ellos se encuentran el debilitamiento de la economía, las expectativas irracionales de los
agentes económicos y el contagio que ha experimentado México por estar inmerso en un
mundo globalizado. Las crisis financieras han tenido como consecuencia, entre otros: la falta
de liquidez, el incremento de las tasas de desempleo, el aumento de la inflación y la reducción
en las tasas de crecimiento. En la presente investigación se realiza un análisis del
comportamiento de los indicadores macroeconómicos coyunturales durante las crisis
económicas y financieras que han impactado a México en periodo 1980-2014.
El PIB disminuyó más del 8 % en 2020 antes de crecer casi un 5 % el año pasado. Eso dejó el
tamaño total de la economía aún por debajo de los niveles de 2019 en 2021. Sin embargo,
Borja dijo el lunes que los últimos datos muestran que la actividad económica está solo un
0,05% por debajo de los niveles previos a la pandemia.
La recuperación casi total tomó 30 meses, dijo la funcionaria del banco central al Foro de
Mercados de Capital de México, mientras que la economía tardó 32 meses en recuperar el
terreno perdido durante la crisis del peso mexicano de mediados de la década de 1990.
La vicegobernadora del Banco de México, Galia Borja, dijo que el crecimiento del empleo en el
sector formal, un aumento en las remesas y los ingresos por turismo son algunas de las
razones de la recuperación casi total de México.
Borja dijo que la economía también tardó más en recuperarse de otras crisis económicas. La
recuperación de la crisis de la deuda de principios de la década de 1980 y la deflación de la
burbuja de las dot-com a principios de la década de 2000 tomó 34 meses y 67 meses,
respectivamente, dijo.
El Ministerio de Finanzas federal pronostica un crecimiento del PIB del 2,4% este año y dijo en
un comunicado a fines del mes pasado que la actividad económica se mantuvo «sólida» en el
tercer trimestre. El crecimiento en la cantidad de empleos en el sector formal, un aumento en
las remesas, los ingresos por turismo, la fuerte demanda de exportaciones mexicanas y
cultivadas y la inversión extranjera impulsada por el fenómeno de la deslocalización cercana se
encuentran entre los factores que han beneficiado a la economía este año.
Sin embargo, Borja señaló que la alta inflación —8,41% en octubre— es un lastre para la
actividad económica. La semana pasada, Banxico elevó su tasa de referencia en 75 puntos
básicos por cuarta vez consecutiva en un intento por domar el flagelo, y Borja indicó que la
tasa de referencia aumentará más allá de su nivel récord actual del 10%.
Cada una de las enormes subidas de tipos de interés del banco central se produjo después de
que la Reserva Federal de Estados Unidos subiera los tipos en 75 puntos básicos, pero Borja
subrayó que la «sincronización» con la política monetaria estadounidense no es automática,
sino «condicional al tipo de shocks que enfrentamos.»
“No es mecánico ni es [igualar los aumentos de tasas de la Fed] un objetivo en sí mismo”, dijo.
La tasa clave de Banxico es actualmente seis puntos más alta que el extremo superior del
rango de 3.75-4% de la Fed. Borja dijo que cada decisión de política monetaria se toma
después de considerar todos los datos económicos relevantes y “con mucha prudencia”.
México se encuentra entre las 15 mayores economías del mundo y es la segunda de América
Latina. El país es altamente dependiente de Estados Unidos, su mayor socio comercial y
destino de casi el 80% de sus exportaciones. Según el FMI, se estima que el PIB creció un 2,1%
en 2022, debido principalmente a una mejora gradual del mercado laboral que repercutió
positivamente en el consumo de los hogares. Se espera que el país siga creciendo en los
próximos años, aunque a un ritmo más lento, ya que el FMI prevé un crecimiento del 1,2%
para 2023 y del 1,8% para 2024.
El país registró un déficit presupuestario estimado del 3,7% en 2022, tasa que debería fluctuar
ligeramente en 2023 y 2024, alcanzando el 4% y el 2,6%, respectivamente. Las prioridades de
gasto incluyen programas sociales, la creación de la Guardia Nacional para luchar contra el
aumento de la delincuencia y nuevos fondos para apoyar a PEMEX, cuya calificación fue
rebajada por Fitch debido a la incertidumbre en torno a su estrategia futura y a las tensiones
financieras. El sector es fundamental para la economía mexicana, ya que la producción de
petróleo representa un tercio de los ingresos públicos. El ratio deuda/PIB del país disminuyó
hasta el 56,8% en 2022 y se espera que se mantenga estable en los próximos años, en el 58,7%
en 2023 y en el 59% en 2024. La inflación ha estado por encima del objetivo desde 2017, y
aumentó aún más en 2022, alcanzando una tasa estimada del 8%, la más alta desde 2018.
Factores internos, como la recuperación de la demanda de diversos servicios, así como las
presiones al alza sobre los precios de los alimentos y la energía alimentaron la inflación en
2022. Sin embargo, se espera que la inflación disminuya al 6,3% en 2023 y al 3,9% en 2024,
impulsando el poder adquisitivo y el consumo privado. En general, el plan de recuperación
económica de México en respuesta a la crisis de COVID-19 ha sido eficiente, y la economía del
país ha ido repuntando gradualmente. Sin embargo, es necesario un mayor apoyo fiscal para
aliviar las tensiones de la pandemia a corto plazo.