Está en la página 1de 8

JURISPRUDENCIA

Roj: STS 466/2023 - ECLI:ES:TS:2023:466


Id Cendoj: 28079140012023100084
Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Social
Sede: Madrid
Sección: 1
Fecha: 09/02/2023
Nº de Recurso: 2827/2019
Nº de Resolución: 127/2023
Procedimiento: Recurso de casación para la unificación de doctrina
Ponente: MARIA LUZ GARCIA PAREDES
Tipo de Resolución: Sentencia

Resoluciones del caso: STSJ, Sala de lo Social, Comunidad Valenciana, 03-04-2019 (rec.
1383/2018),
STS 466/2023

UNIFICACIÓN DOCTRINA núm.: 2827/2019


Ponente: Excma. Sra. D.ª María Luz García Paredes
Letrada de la Administración de Justicia: Ilma. Sra. Dña. Sagrario Plaza Golvano
TRIBUNAL SUPREMO
Sala de lo Social
Sentencia núm. 127/2023
Excmos. Sres. y Excmas. Sras.
D. Ángel Blasco Pellicer
D. Sebastián Moralo Gallego
D.ª María Luz García Paredes
D.ª Concepción Rosario Ureste García
En Madrid, a 9 de febrero de 2023.
Esta Sala ha visto el recurso de casación para la unificación de doctrina interpuesto por el letrado D. Juan
Carlos Fuentes Domenech en nombre y representación de Dª Marisa , contra la sentencia dictada el 3 de abril
de 2019 por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la comunidad Valenciana, en el recurso de
suplicación núm. 1383/2018, que resolvió el formulado contra la sentencia del Juzgado de lo Social núm. 2
de Elche, de fecha 16 de enero de 2018, recaída en autos núm. 388/2016, seguidos a instancia de Dª Marisa
frente a Aena, S.A., sobre reconocimiento de derechos y reclamación de cantidad.
Ha comparecido ante esta Sala en concepto de parte recurrida, Aena SME, S.A. representada por la letrada
Dª Alicia Gómez Martín.
Ha sido ponente la Excma. Sra. D.ª María Luz García Paredes.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Con fecha 16 de enero de 2018, el Juzgado de lo Social nº 2 de Elche, dictó sentencia, en la que
se declararon probados los siguientes hechos:
"1°) Circunstancias laborales.

1
JURISPRUDENCIA

La demandante acredita en la empresa demandada las siguientes circunstancias profesionales:


- antigüedad desde el 1/6/1990
- categoría de administrativa y
- salario bruto de 40,16€ día, con inclusión de pagas extras.
(Resultan hechos no controvertidos.).
2°)Reducción jornada conciliación familiar.
La actora se encuentra en reducción de jornada del 50% por cuidado de hijo desde el 1 octubre de 2.008.
(Resultan hechos no controvertidos).
3°) Proceso selectivo.
Por resolución de la Dirección de Organización y Recursos Humanos de la demandada AENA AEROPUERTOS
S.A., de fecha 16-10-09,se convocó proceso selectivo para cubrir, mediante provisión interna, puestos de
trabajo de los niveles A y B, convocándose, entre otras, una plaza de Técnico Jurídico nivel A del Aeropuerto
de Alicante.
La actora participó en dicho proceso selectivo.
4°) Demanda y Sentencia.
Declarada desierta la plaza convocada de Técnico Jurídico nivel A, la actora formuló demanda que recayó a
este Juzgado, dictándose Sentencia en fecha 24-3-14por la que "...estimando parcialmente la demanda inicial
formulada por la actora Dña. Marisa frente a ENTIDAD PUBLICA EMPRESARIAL AEROPUERTOS ESPAÑOLES
Y NAVEGACIÓN AÉREA y AENA AEROPUERTOS S.A., siendo parte interesada DÑA. Zulima , declaro el derecho
de la actora a que considerando no vacante la plaza a la que concurrió, Técnico Jurídico nivel A del Aeropuerto
de Alicante, se proceda, en cumplimiento de la base 7 de la convocatoria, a la formalización de la promoción, y
condeno a las demandadas a estar y pasar por la presente declaración."
Recurrida en Suplicación se dictó Sentencia por el TSJ de la Comunidad Valenciana en fecha 30-3-15 por la
que se desestimaron los recursos formulados por la actora y por Aena.
En el recurso de la actora se interesaba la adjudicación de la plaza, así como "...los derechos económicos que
derivan de tal declaración. Añadiendo que los efectos económicos o las diferencias salariales que se reclaman
no constituyen una acción procesal independiente, ni deben ser consideradas como una pretensión distinta a
la de la adjudicación de la plaza". En relación a ello la. Sala desestimó la pretensión refiriendo que "...si bien
la adjudicación de la plaza puede conllevar efectos económicos y administrativos a partir de 15-7-2010, ello
no significa que la parte no deba interesarlos expresamente y anticiparlos al formular la reclamación previa,
por cuanto se trata de dos acciones que aunque la segunda depende del éxito de la primera se trata de dos
pretensiones distintas, cuyo ejercicio debe realizarse expresamente para cada una en la medida que se trata de
un derecho que la parte puede interesar o no según le convenga".
5°) Ejecución de Sentencia.
Por resolución de la demandada de fecha 9-7-15 se adjudicó la plaza a Dña. Zulima , como consecuencia del
resultado de la fase IV del proceso selectivo y por considerar que habría obtenido mayor calificación.
Por Auto de este Juzgado de 15-7-15 se despachó ejecución de sentencia, presentándose escrito de 'oposición
por la demandada en fecha 2-9-15, que fue resuelto por Auto de 14-1-16, por el que se declaraba no ejecutada
la sentencia dictada en 24-3-14, requiriendo a "...la demandada AENA a que proceda a dar cumplimiento de la
misma, requiriendo al efecto a la actora a fin de que presente la documentación establecida en las bases de la
convocatoria y si acredita las mismas se le adjudique la plaza".
Frente a dicho Auto se formularon sendos recursos de reposición y posterior de suplicación, dictándose
Sentencia por el TSJ de la Comunidad Valenciana en fecha 16 de noviembre de 2.016 por la que se desestimaba
el mismo.
6°) Adjudicación definitiva.
En fecha 31-1-17 se dictó resolución por la demandada por la que en cumplimiento de las resoluciones
judiciales, se acordó adjudicar a la actora "... la plaza de Técnico Jurídico (nivel A) del Aeropuerto de Alicante,
correspondiente a la Convocatoria de provisión interna de fecha 16 de octubre de 2009, con fecha de efectos
desde él 16 de noviembre de 2016".
7°) Papeletas de conciliación de cantidad..

2
JURISPRUDENCIA

En fecha 13-2-15 la actora formuló papeleta de conciliación que consta en la documental de la misma y que se
da aquí por reproducida, por la que reclamaba la cantidad de 134.469,01€ en concepto de diferencia salarial o,
subsidiariamente indemnización por daños y perjuicios entre lo que hubiera devengado desde la adjudicación
de la plaza el 15-7-10 y diciembre de 2.014. Sobre dicha papeleta de conciliación se celebró el oportuno acto
en fecha 4-3-15 con el resultado de sin efecto.
En fecha 8-3-16 se presentó nueva papeleta de conciliación, celebrándose acto el 13-4-16 con el resultado de
sin efecto.
6°) Diferencias.
De estimarse la pretensión de la actora del periodo 8-3-15 al 15-11-16, la cuantía resultante sería de
12.456,51€.- En caso de estimación de todo el periodo reclamado, desde la adjudicación de la plazas en la
convocatoria de provisión interna, 15-7-10, a la adjudicación a la actora, 15-11-16, la diferencia a abonar sería
de 47.435,53€. (Resulta de la posición coincidente de las partes)".
En dicha sentencia consta el siguiente fallo: "Que estimando parcialmente la demanda formulada por Dña.
Marisa contra AENA, S.A., debo condenar y condeno a ésta a que pague a la demandante la cantidad de
12.456,51€, más el interés del 10% anual en concepto de mora desde la fecha de devengo de los distintos
conceptos a la de la presente sentencia".
SEGUNDO.- La citada sentencia fue recurrida en suplicación por la representación de Dª Marisa ante la Sala
de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, la cual dictó sentencia en fecha 3
de abril de 2019, en la que consta el siguiente fallo: "Que debemos desestimar y desestimamos el Recurso de
Suplicación interpuesto en nombre de Dña. Marisa contra la Sentencia dictada por el Juzgado de lo Social
n° 2 de Elx en fecha dieciséis de enero de dos mil dieciocho en virtud de demanda formulada a su instancia
contra AENA S.A., y en su consecuencia debemos confirmar y confirmamos la Sentencia recurrida. Igualmente
se desestima el Recurso de Suplicación interpuesto por AENA S.A., contra la sentencia relacionada y en la que
es parte recurrida la demandante".
TERCERO.- Por la representación de Dª Marisa , se formalizó el presente recurso de casación para la
unificación de doctrina. Se invoca como sentencia contradictoria con la recurrida la dictada por la Sala de lo
Social del Tribunal Superior de Justicia de de Madrid, de 9 de diciembre de 2016 (R. 572/2016)
CUARTO.- Por providencia de esta Sala de 9 de junio de 2020, se admitió a trámite el presente recurso de
casación para la unificación de doctrina, y por diligencia de ordenación se dio traslado del mismo a la parte
recurrida para que formalizara su impugnación en el plazo de quince días.
La parte recurrida ha impugnado el recurso alegando causas de inadmisión y oponiéndose al motivo de
infracción normativa por las razones que expone y damos por reproducidas.
QUINTO.- Evacuado el traslado de impugnación, el Ministerio Fiscal emitió informe en el sentido de considerar
que el recurso debe ser estimado al no concurrir la prescripción, tal y como acertadamente resuelve la
sentencia de contraste.
SEXTO.- Instruida la Excma. Sra. Magistrada Ponente, se declararon conclusos los autos, señalándose para
votación y fallo el día 8 de febrero de 2023, fecha en que tuvo lugar.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- La cuestión suscitada en el recurso de casación para la unificación de doctrina se centra en
determinar si cabe apreciar la prescripción de la indemnización de daños y perjuicios que, como salarios
dejados de percibir, reclama la trabajadora en atención al reconocimiento en vía judicial de la adjudicación de
una plaza, debiendo determinarse el día inicial del plazo.
La parte actora ha formulado dicho recurso contra la sentencia dictada por la Sala de lo Social del Tribunal
Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana, de 3 de abril de 2019, rec. 1383/2018, que, en lo que
aquí interesa, desestimó el interpuesto por dicha parte, confirmando la sentencia dictada por el Juzgado de lo
Social núm. 2 de Elche, de 16 de enero de 2018, que había estimado parcialmente la demanda, en su petición
subsidiaria, condenando a la parte demandada, Aena, al pago de la indemnización de daños y perjuicios
cuantificados tomando como tal el periodo de salarios no percibidos comprendido entre 8 de marzo de 2015
y 15 de noviembre de 2016, rechazando la petición principal que fijaba como periodo desde el 15 de julio de
2010, fecha en que se adjudicaron las plazas de la convocatoria.
Dada la cuestión suscitada, prescripción de lo reclamado en un determinado periodo, y las vicisitudes ocurridas
en el caso que nos ocupa, es necesario hacer una referencia a todos los hechos que pueden intervenir a

3
JURISPRUDENCIA

la hora de dar una respuesta no solo a la identidad de supuestos sino, incluso y en caso de que concurra
la contradicción, poder solventar el motivo de infracción normativa. Circunstancias tomadas de los hechos
probados de la sentencia recurrida, en la que se hace cita expresa de determinadas decisiones judiciales que
han de tomarse como reproducidas en su contenido.
Pues bien, según recoge la sentencia recurrida, la demandante participó en un proceso selectivo interno,
convocado el 16 de octubre de 2009, sin que le fuera adjudicada plaza al declararse desierta aquella a la que
aspiraba. Dicha decisión fue impugnada mediante demanda en la que reclama la adjudicación de la plaza
y, mediante escrito de ampliación de 3 de octubre de 2013, las diferencias retributivas desde el 15 de julio
de 2010. El Juzgado dictó sentencia el 24 de marzo de 2014 estimatoria parcialmente de la demanda en la
que declaró el derecho de la parte actora a que, considerando que no debía quedar desierta la plaza a la que
concurrió, se proceda, en cumplimiento de la base 7 de la convocatoria, a la formalización de la promoción,
denegando, por tanto, la adjudicación definitiva y, respecto de los efectos económicos reclamados los calificó
de modificación sustancial de la demanda e, insiste en que lo que estaba declarando no era la adjudicación
definitiva de la plaza sino que se diera cumplimiento a las bases de la convocatoria respecto de la actora. Dicha
sentencia fue recurrida por la parte actora cuyo recurso fue desestimado al confirmar la Sala de lo Social del
TSJ, en sentencia de 30 de marzo de 2015, lo resuelto en la instancia. Expresamente, rechazó que los derechos
económicos que derivaban de tal declaración pudieran ventilarse en ese proceso. Antes de esta última fecha, la
actora había presentado papeleta de conciliación reclamando las diferencias salariales, celebrándose el acto
el 4 de marzo de 2015. Se presentó nueva papeleta el 8 de marzo de 2016 de la que traen causa las presentes
actuaciones.
En ejecución de sentencia, se produjo la adjudicación definitiva de la plaza por la demandada, lo que adoptó
el 31 de enero de 2017, con fecha de efectos desde el 16 de noviembre de 2016.
La trabajadora reclama ahora, en concepto de indemnización de daños y perjuicios, las diferencias salariales
que le hubieran correspondido de atender a la retribución derivada de la plaza adjudicada, con efectos desde
el 15 de julio de 2010.
La Sala de suplicación confirma el criterio de la sentencia de instancia que rechazó que la reclamación pudiera
tomar como perjuicios los causados a partir del 15 de julio de 2010, porque se encontraban prescritos al poder
ejercitarse la acción desde el momento en que se iba actualizando, esto es, cada mes vencido, ex art. 59.2 del
ET, al no interrumpir la demanda declarativa el plazo de prescripción.
En el recurso de unificación de doctrina se formula el punto de contradicción expuesto anteriormente para el
que se identifica como sentencia de contraste la dictada por la Sala de lo Social del TSJ de Madrid, de 9 de
diciembre de 2016, rec. 572/2016.
En ella se está ante una reclamación de indemnización de daños y perjuicios ocasionados a raíz de que, a
la parte demandante, en vía judicial, por sentencia firme de 4 de junio de 2013, le fue adjudicada la plaza
que la parte demandada le negó. Dicha sentencia fue objeto de ejecución definitiva en el que se homologó
por el órgano judicial un acuerdo, dictándose auto el 26 de noviembre de 2013, si bien la trabajadora, el 9 de
diciembre de 2013, volvió a presentar ante el Juzgado un nuevo escrito interesando el cumplimiento íntegro de
la sentencia, especificando la cantidad que por diferencias salariales resultaban desde el 1 de noviembre de
2010 -fecha de efectos que se había otorgado en vía administrativa al concurso afectado- al 31 de diciembre
de 2013, de producirse la incorporación a la plaza el 1 de enero de 2014. En el BOCM de 24 de enero de 2014,
se publicó resolución de la Dirección General de la Función Pública por la que se daba cumplimiento a la
sentencia, incluyendo a la actora como adjudicataria de la plaza a la que aspiraba, con efectos de 1 de febrero
de 2014. El Juzgado convocó a las partes al incidente mediante diligencia de 4 de febrero de 2014. En el día de
la convocatoria, 28 de abril de 2014, la parte actora ejecutante desistió de su petición con reserva de acciones
civiles. El 5 de mayo de 2014 la actora presentó reclamación previa en reclamación de diferencias salariales
por el periodo de 1 de noviembre de 2010 al 31 de enero de 2014.
La sentencia confirma la estimación de la demanda que había adoptado el Juzgado de lo Social, razonando
que la administración demandada no adjudicó a la actora la plaza que le correspondía como consecuencia
del proceso selectivo de promoción profesional en que participó, teniendo por ello derecho a las diferencias
salariales durante el período comprendido entre reclamado, todo ello en concepto de indemnización por los
daños causados.
Entre las sentencias existe la identidad necesaria para apreciar que sus pronunciamientos son contradictorios
tal y como se va a exponer en el siguiente análisis, por medio del cual daremos respuesta a las objeciones
vertidas por la parte recurrida.

4
JURISPRUDENCIA

Lo primero que debemos indicar es que en ambos casos se formulan las mismas pretensiones en orden a la
reparación de los daños y perjuicios que le ha provocado a la trabajadora la denegación de la plaza a la que
aspiraban y que, posteriormente, por vía judicial, les ha sido adjudicada. En los dos supuestos los demandantes
reclaman los perjuicios ocasionados, como diferencias salariales, desde los efectos que la convocatoria fijaba.
Es evidente que los pronunciamientos en uno y otro caso son opuestos en tanto que la sentencia recurrida
deniega los perjuicios reclamados desde la fecha de efectos de la resolución del concurso mientras que en la
de contraste se reconocen, denegando la concurrencia de la excepción de prescripción.
En el caso de la sentencia recurrida, mediante escrito de ampliación de la demanda de fecha 3 de octubre
de 2013 y en el procedimiento de impugnación del resultado de la convocatoria, la parte actora reclamó las
diferencias salariales desde el año 2010, no siendo resuelta dicha petición hasta la STSJ de 30 de marzo
de 2015, que confirmó la sentencia de instancia, la cual calificó de dicha reclamación de cantidad como
modificación sustancial de la demanda tal petición. En la sentencia de contraste, la primera petición que se
recoge en ella de las cantidades por diferencias salariales desde la convocatoria (2010), se hizo en la ejecución
de la sentencia declarativa, mediante escrito solicitando incidente de ejecución, de 9 de diciembre de 2013,
que concluyó con auto de desistimiento, con reserva de acciones, de 28 de abril de 2014. La reclamación previa
se presento el 5 de mayo de 2014.
No obstante esta similitud, la sentencia de contraste resuelve en sentido contrario a la recurrida porque
parte de que la trabajadora no pudo ejercitar la reclamación de cantidad hasta que fue firme la sentencia
que le adjudicaba la plaza, mientras que en la sentencia recurrida, pretendiendo la parte actora que la
fecha a partir de la cual pudo ejercitar la reclamación de cantidad era aquella en la que, definitivamente,
le fue adjudicada la plaza (31 de enero de 2017), se lo rechazan porque el proceso declarativo no impedía
interesarlos expresamente y formular reclamación previa que los abarcara, lo que solo se efectúo en papeleta
de conciliación de 8 de marzo de 2016.
Realizamos ese detenido análisis de la contradicción porque la parte recurrida, en su impugnación del recurso
ha expuesto las razones por las que, a su juicio, debió inadmitirse el recurso. Pues bien, no pueden prosperar
las objeciones que la parte recurrida expone en su escrito de impugnación del recurso.
Es cierto que en la sentencia recurrida la parte actora tuvo conductas en las que ya reclamaba la reparación del
daño -diferencias salariales desde 2010- mientras que en la sentencia de contraste solo a partir de la sentencia
declarativa la trabajadora demandó por los perjuicios. Pero ello no interfiere a los efectos de la contradicción
porque sobre las mismas, en concreto la ocurrida en 2013, la sentencia recurrida nada ha razonado y menos
para obtener de ellas lo que la parte recurrida propone cuando, a los efectos de la prescripción, deberían ser
calificadas como muestra de no abandono del derecho que reclamaba.
Y lo mismo cabe decir respecto a la falta de contenido casacional por existir doctrina unificada al efecto, con
cita del ATS de 18 de mayo de 2017 , rcud 2789/2016, que aprecia esa causa de inadmisión, en relación con la
interrupción del plazo de prescripción de las acción de condena por las acciones declarativas. En dicho auto
lo que se estaba cuestionando es si la acción de reconocimiento de relación laboral era interruptiva del plazo
de prescripción de los salarios reclamados, lo que nada tiene que ver con lo que aquí se debate, tal y como
más adelante se comprenderá.
SEGUNDO. - La parte recurrente ha formulado un motivo de infracción normativa en el que identifica como
preceptos legales objeto del mismo el art. 59.2 del Estatuto de los Trabajadores (ET).
Según la parte recurrente, tomando los criterios que destaca de la sentencia de contraste, ésta es la doctrina
que se ajusta al mandato y finalidad del art. 59.2 del ET, indicando que el perjuicio ha quedado configurado o
actualizado a partir de que se le adjudicó definitivamente la plaza por lo que procede la condena a la cantidad
que, como perjuicios, ha reclamado como petición principal, al no poder declarar prescrita la acción.
Con carácter general debemos reiterar que la prescripción es una institución no fundada en principios de
estricta justicia, sino en la presunción de abandono o dejadez en el ejercicio del propio derecho y seguridad
jurídica, por lo que la aplicación que de la misma se haga por los Tribunales no debe ser rigurosa sino cautelar
y restrictiva, tal y como viene reconociendo reitera doctrina de esta Sala [STS de 28 de febrero de 2018, R.
16/2017, entre otras]. Es por ello que "cualquier duda que al efecto pudiera suscitarse ... habría de resolverse
precisamente en el sentido más favorable para el titular del derecho y más restrictivo de la prescripción", y,
en consecuencia, "cuando la cesación o abandono en el ejercicio de los derechos no aparece debidamente
acreditado y sí por el contrario lo está el afán o deseo de su mantenimiento o conservación, la estimación de
la prescripción extintiva se hace imposible a menos de subvertir sus esencias" [ STS de 26 de junio de 2013,
rcud 1161/2012 ], lo que no impide, en ningún caso, que el ejercicio de las acciones se encuentren sometidas
a los plazos legalmente establecidos de forma que no podrá aceptarse el ejercicio de acciones que, a tenor

5
JURISPRUDENCIA

de dichas normas, hayan sido planteadas fuera de esos tiempos, ya que el titular de las mismas no podría
plantearlas en una época ulterior.
Junto a lo anterior, y tomando en consideración que el dies a quo para el transcurso de la prescripción se
inicia el día en el que la acción pudo ejercitarse, tal y como dispone el art. 1969 del CC y así ha reconocido
nuestra doctrina, también se ha analizado lo dispuesto en el art. 1973 del CC, en orden a la interrupción
de la prescripción, no solo por su ejercicio ante los Tribunales o por reclamación extrajudicial del acreedor
sino, también, por cualquier acto de reconocimiento de la deuda por el deudor. Este efecto de interrupción
está vinculado al efecto extintivo que supone la prescripción de forma que, como dice la jurisprudencia "en
cuanto aparezca fehacientemente evidenciado el "animus conservandi" por parte del titular de la acción,
incompatible con toda idea de abandono de ésta, ha de entenderse queda correlativamente interrumpido el
"tempus praescriptionis". [ STS de 26 de junio de 2013, rcud 1161/2012].
Principios generales que se recogen en la STS de 12 de febrero de 2019, rcud 175/2018 y 5 de marzo de 2020,
rcud 4329/2017 y las que en ellas se citan).
Con esos criterios interpretativos a considerar a la hora de solventar si el ejercicio de una acción se encuentra
prescrita, no podemos perder de vista que en el caso que nos ocupa, esa acción lo es de reclamación de
daños y perjuicios. Y sobre este tipo de acciones la Sala también ha venido fijando un claro cuerpo de doctrina
vinculado a la incidencia en ellas de la prescripción que es necesario exponer.
En efecto, la doctrina, que ya la encontramos en sentencias de 1998, parte de que las acciones de
resarcimientos de los daños y perjuicios no son acciones en las que se reclame un salario, los cuales se
devengan mes a mes y en ellos una acción declarativa no podía interrumpir la prescripción. Por el contrario, en
la reclamación de indemnización de daños y perjuicios se está demandando la reparación de un daño que viene
determinado por el lucro cesante que, en términos de nuestra jurisprudencia, está en función de la situación de
empleo del trabajador y de sus percepciones en esta situación que se vayan produciendo a lo largo de todo el
tiempo en que la misma ha pervivido. En definitiva, se ha dicho que "la acción resarcitoria no puede entenderse
nacida hasta que queda sin efecto la situación a la que se vincula la existencia de los daños". Así lo recoge la
STS de 1 de octubre de 2019, rcud 1209/2017, en materia de Indemnización de daños y perjuicios derivados
de la no inclusión en la Bolsa de empleo, habiéndole sido reconocido el derecho a estar en la misma mediante
sentencia, que, tomando la doctrina de la STS de 10 de junio de 2009, rcud 1333/2008, reitera que los plazos
de prescripción no pueden comenzar a computarse si la acción no ha nacido todavía y que, en materia de
reparación del daño producido por una negativa empresarial -ya lo sea a reincorporar al trabajador tras una
excedencia u otro de índole- el día inicial del plazo se debe situar en el momento en el que se conoce el daño
que, en el caso de identificarse con el lucro cesante,al estar ante los denominados daños continuados, permite
que el plazo de prescripción no comience hasta el definitivo resultado del mismo. También esta sentencia
recoge las razones que se han dado para rechazar que aquellos perjuicios puedan ser acumulados a la acción
declarativa que los sustentan, recordando que esa posibilidad, que no se impone por norma procesal alguna,
no impide que la reclamación se formule cuando se conoce el definitivo daño lo que sigue justificando el día
inicial del plazo de prescripción.
En esa misma línea, y respecto de un caso similar al presente, se pronunció la STS de 17 de abril de 2018, rcud
919/2016, resolviendo una reclamación de daños y perjuicios por diferencias salariales derivadas del retraso
en la adscripción a una plaza vacante, indebidamente denegada. En ella se analizó el instituto de la prescripción
y, más concretamente, se cuestionaba si el día inicial del plazo de la reclamación de indemnización de daños
y perjuicios es el momento en que la trabajadora conoce que no le ha sido adjudicada la vacante o a partir de
la sentencia dictada en el proceso declarativo. La Sala reitera la doctrina que hemos referido anteriormente,
recordando la doctrina de la STS de 20 de noviembre de 1998, rcud 3034/1997, haciéndola extensible al
supuesto que resuelve.
Doctrina que esta Sala también ha sido atendida en otras materias, como las reclamaciones de daños y
perjuicios en accidente de trabajo ( STS de 15 de septiembre de 2018, rcud 3698/2014 y la mas reciente de
5 de marzo de 2020, rcud 4329/2017)
TERCERO. - La aplicación de aquella doctrina al caso revela que es la sentencia recurrida no contiene la
doctrina correcta. La acción solo puede ejercitarse a partir de que se conocen los datos que permiten reclamar
los perjuicios ocasionados ya que no se están reclamando salarios.
Así es, en la sentencia recurrida se ha hecho abstracción de que se estaba reclamando una indemnización de
daños y perjuicios para aplicar al caso un régimen de prescripción propio de otras situaciones, pero no de la
que nos ocupa, siendo por ello por lo que el que la sentencia debe ser casada y, a tenor del mandato del art.
228.2 de la LRJS, debemos pasar a resolver el debate planteado en suplicación conforme a aquella doctrina.

6
JURISPRUDENCIA

Para dar respuesta al debate de suplicación, conforme la doctrina de esta Sala, debemos partir de que la
parte actora impugnó una convocatoria en la que se resolvió que la plaza que se convocaba y por la que
la parte actora concursaba quedaba desierta (año 2010). La sentencia que estimó la pretensión, y es muy
relevante indicarlo, lo que declaró es que, de cumplir la parte actora las exigencias formales de la base 7ª de la
convocatoria, debería serle adjudicada la plaza. Esta decisión judicial se confirmó por el TSJ, en sentencia de 30
de marzo de 2015, desestimando que se pudiera hacer una declaración de adjudicación definitiva sin cumplir
esos requerimientos previos. Esto es, la adjudicación definitiva no se produjo hasta que, en ejecución definitiva
de la sentencia y previo cumplimiento de las bases de la convocatoria, la demandada emitió la resolución de
adjudicación, el 31 de enero de 2017, con los efectos que en ella se fijaron. Esta fecha es la que pretendía hacer
valer la parte actora en su demanda como día inicial del plazo en el que pudo ejercitar la acción y, atendiendo
a la doctrina que hemos expuesto, es la que aquí debemos fijar por las circunstancias que en este caso han
concurrido.
Y ello porque solo a partir de entonces pudo conocer los reales perjuicios que la conducta de la demandada
le había ocasionado. Es más, en el proceso declarativo, ya se le insinuó a la parte actora, por parte del juez de
lo social, que en ese momento no podía ejercitar ninguna reclamación judicial sobre los perjuicios. Pues bien,
si resulta que la papeleta de conciliación de la que arrancan estas actuaciones es de fecha anterior a la que,
por fin, le fue otorgada la plaza, es evidente que la prescripción no podía operar.
Y a igual conclusión llegaríamos, en el hipotético caso de que tomásemos la sentencia firme que resolvió el
proceso declarativo, de 30 de marzo de 2015, cuando la papeleta de conciliación de referencia es de 8 de
marzo de 2016. Pero insistimos, en este concreto caso, esa sentencia, como ya le apuntaron a la actora, no
existía un pronunciamiento judicial concreto de adjudicación de la plaza por cuanto que, previamente, debían
formalizarse unas exigencias de la convocatoria y no consta que la mayor o menor dilación en su cumplimiento
se debiera a la conducta de la trabajadora.
Y todo ello dejando al margen las reclamaciones que, imprejuzgadas, pudiera haber realizado la trabajador,
como la que formuló al ampliar la demanda declarativa, ya que, como hemos dicho antes, ni fueron objeto de
las decisiones judiciales aquí recurridas, ni su formulación podrían enervar los perjuicios que reclama, como
se ha entendido por esta Sala y, en todo caso, no deja de ser una clara voluntad de la trabajadora de que se
le repare el daño causado por la decisión de la demandada de declarar una plaza desierta que, finalmente, le
correspondía. No estamos ante una reclamación de salarios que difícilmente le podía ser exigida a la parte
actora que, hasta que no le fuera adjudicada la plaza, no le fue reconocida la titularidad del derecho denegado
por la parte demandada, del que derivan los perjuicios que demanda.
Aquí, al contrario de lo que sostiene la parte recurrida, no se está ante un proceso declarativo que deba
someterse a las reglas de prescripción que ella cita, sino a la doctrina que en materia de indemnización de
daños y perjuicios ha venido manteniendo de forma reiterada esta Sala.
En definitiva, debe estimar la pretensión de la parte actora, y dado que en los hechos probados de la sentencia
de instancia se recoge como cantidad correspondiente a los perjuicios ocasionados la de 47.435,53 euros,
de prosperar la demanda en su petición principal, que es la que aquí estamos estimando, no cuestionada en
ningún momento procesal posterior a ella por la parte demandada, procede hacer el pronunciamiento en ese
sentido.
CUARTO. - Lo anteriormente razonado, de conformidad con lo informado por el Ministerio Fiscal, permite
concluir en el sentido de entender que el recurso debe ser estimado, casar parcialmente la sentencia recurrida
y, resolviendo el debate planteado en suplicación respecto del recurso de la parte actora, estimar el por ella
interpuesto y, revocando la sentencia de instancia, condenar a la parte demandada al pago de la cantidad de
47.435,53 euros, con el 10% anual en concepto de mora. La sentencia de suplicación debe mantenerse en el
resto de sus pronunciamientos que no han sido objeto del presente recurso.
Todo ello sin imposición de imposición de costas, a tenor del art. 235 de la LRJS.

FALLO
Por todo lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad que le confiere la Constitución, esta Sala ha decidido
:
1.- Estimar el recurso de casación para la unificación de doctrina interpuesto por el letrado D. Juan Carlos
Fuentes Domenech, en nombre y representación de Dª Marisa , contra la sentencia dictada el 3 de abril de
2019 por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la comunidad Valenciana, en el recurso de
suplicación núm. 1383/2018.

7
JURISPRUDENCIA

2.- Casar y anular parcialmente la sentencia recurrida y, resolviendo el debate planteado en suplicación por la
parte actora, debemos estimar el de tal clase por ella interpuesto y, con revocación de la sentencia dictada
por el Juzgado de lo Social núm. 2 de Elche, de fecha 16 de enero de 2018, recaída en autos núm. 388/2016,
estimar la demanda, condenando a la parte demandada al pago de CUARENTA Y SIETE MIL CUATROCIENTOS
TREINTA Y CINCO EUROS Y CINCUENTA Y TRES CÉNTIMOS (47.435,53 euros), con el 10% anual en concepto
de mora.
3.- Sin imposición de costas
Notifíquese esta resolución a las partes e insértese en la colección legislativa.
Así se acuerda y firma.

También podría gustarte