Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En nuestro sistema jurídico, si bien existe una relación de igualdad respecto a todas
las partes que participan de un contrato, es muy común que, sobre esa base, busquemos una
manera de como hacer que todas las partes acreedoras en un contrato puedan ver sus
créditos satisfechos de manera eficiente y completa.
En las relaciones humanas, debemos buscar una forma que todos los acreedores se
vean satisfechos, puedan perseguir sus créditos y que, sobre todo, los patrimonios del
deudor alcancen para que todos ellos se hagan pago de sus créditos. Si todos pudiesen
pagarse unos con otros, entonces habría inconvenientes, enredos y confusiones sobre como
y cuanto recibirían cada uno de esos acreedores. El derecho llama a esta materia como
“Prelación de créditos.”
Definición de la prelación de créditos.
La prelación de créditos encuentra su definición en el Art. 2465 del Código Civil, en
cuanto dice que “toda obligación otorga al acreedor la posibilidad de perseguir su
cumplimiento forzado sobre todos los bienes del deudor, sean estos presentes o futuros,
muebles o raíces, exceptuándose de estos los inembargables, designados en el Artículo
1612.”
Esta definición es importante, puesto que, en ese sentido, todos los acreedores
tienen un derecho de persecución sobre todos los bienes del deudor en caso de un
incumplimiento que sea evidente por parte de éste, sea producto de la mora o la culpa del
deudor. Lo importante es que los créditos que se tengan entre ellos sean satisfechos de una
forma o de la otra.
Ahora, la pregunta que nos entra es la siguiente: Si bien esta posibilidad se da en la
relación de haber un acreedor y un solo deudor ¿Qué ocurre cuando se trata de varios
acreedores y todos ellos quieran hacer valer su crédito sobre el patrimonio del deudor? Es
aquí donde resalta esta figura de las prelaciones.
El legislador, distingue dos figuras respecto de las prelaciones: una es el privilegio y
la otra es la hipoteca. Ambas figuras se encuentras encapsuladas en un acápite que nosotros
nombraremos como “Preferencias.”
Principios que concurren en esta materia.
- Principio de prioridad: Cuando se habla de este principio lo que se busca es que
los créditos se vayan pagando, dependiendo de quién es el que tiene el privilegio
más importante. Por ello quienes posean un crédito más preferente, se verán
satisfechos primero.
- Principio de igualdad: Lo que se busca es que prime totalmente la
proporcionalidad de los créditos, lo que trae aparejado que ninguno de los
acreedores se vea privado de recibir su parte.
En nuestra legislación, opera el principio de la igualdad, la que se consagra en el
Art. 2469 del Código Civil.
Preferencias.
Definiremos a la preferencia como “la posibilidad que tienen los acreedores de
hacer valer su crédito sobre el patrimonio de un deudor, concurriendo en la manera que
establezca la ley hasta la satisfacción de todos y cada uno de los créditos que se tengan con
un deudor en especial.”
Como hemos dicho, la ley distingue en su Art. 2470 dos tipos de preferencias: el
privilegio y la hipoteca.
¿Qué es un privilegio?
Una forma de definir un privilegio es como la “el favor que la ley le concede la ley
al acreedor para que sea satisfecho preferentemente en su crédito.”
Mientras que una hipoteca, la hemos estudiado en base al Art. 2496 del Código
Civil, como un derecho real que se constituye sobre bienes inmuebles y que no por eso deja
de permanecer en poder del deudor, otorgándole al acreedor potestades suficientes para
perseguir el bien en poder de quien lo tenga y pagarse preferentemente por sobre el resto de
acreedores.
Fundamento de las preferencias.
En ese sentido, podemos decir que los fundamentos de las preferencias varían
dependiendo del tipo de preferencias a la cual nos estemos refiriendo, pero en ese contexto,
podemos seguir el mensaje del Código Civil, el cual dice que sus razones se basan en
cuestiones humanitarias y de una mínima subsistencia del deudor; o tener razones de
derechos que pueda tener el Estado sobre una adecuada manera de retener impuestos, o el
pago de remuneraciones sociales.
Clasificación de las preferencias.
Las preferencias pueden clasificarse de la siguiente manera:
1. Privilegio e hipoteca.
2. Preferencias generales y preferencias especiales.
3. Preferencias respecto a sus efectos.
Las primeras ya han sido vistas, por lo cual nos concentraremos en las últimas.
1. Preferencias generales y preferencias especiales.
- Preferencias generales: Las preferencias generales son todas aquellas que afectan a
todos los bienes del deudor, sea cual sea la naturaleza de estos. Estos pertenecen a
los créditos de primera y cuarta clase.
- Preferencias especiales: Son especiales las que solo afectan a específicos y
determinados bienes del deudor, no pudiéndose afectar otros más que estos.
Comprenden en esta clase de créditos, los de segunda y tercera clase.
4. créditos privilegiados del hijo sujeto a patria potestad por los bienes del
padre o su madre: Este privilegio se encuentra establecido en el Art. 2481 N°4
y establece que el hijo tiene privilegio respecto de los bienes de su padre o su
madre.
5. Privilegio de los pupilos en contra de sus tutores o curadores: Este derecho
del Art. 2481 N°5 dice que los pupilos pueden invocar el privilegio contra los
bienes de sus tutores o curadores.
6. La del pupilo contra el que se casa con la madre, abuela, tutora o curadora:
Esta figura se encuentra tácitamente derogado y es el privilegio que tiene el
pupilo para pagarse con los bienes de quien se casa con la madre, abuela, tutora
o curadora. Con la entrada en vigor de la ley N°5521 elimino la responsabilidad
solidaria de los que se casasen contra la madre, abuela, tutora o curadora.
7. Privilegios a expensas comunes de quienes adquieren una unidad que forma
parte de un condominio o departamento: Es un privilegio que es introducido
por la ley N°1953 sobre copropiedad inmobiliaria y dice que quien tiene
derechos sobre expensas comunes de un edificio o copropiedad pueden invocar
el privilegio contra quien adquiere una unidad o departamento