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El 

proceso de colonización por parte de Europa se llevó a cabo al amparo de ésta


teoría. Así, 14 millones de africanos fueron trasladados a América en calidad de
esclavos en el transcurso de los siglos XVII y XVIII.

Incluso después de ser abolida la esclavitud, antecedente del racismo actual, el


negro siguió siendo tratado discriminadamente en Estados Unidos, llegando esa
situación hasta el momento actual; a pesar, incluso, del texto de la Enmienda 13
de la Constitución norteamericana, por virtud de la cual ni en los Estados Unidos ni
en cualquier lugar sujeto a su jurisdicción habrá esclavitud ni trabajo forzado,
excepto como castigo de un delito del que el responsable haya quedado
debidamente convicto.

Por otra parte la llegada de colonos blancos a Africa y Asia produjo el


establecimiento de sociedades segregacionistas de dominio europeo.

El caso de la conquista de América es un claro exponente de la discriminación de


la población nativa, que pasó a ocupar la escala social más baja, en unas
condiciones serviles, consecuencia lógica de la negación de todos sus derechos.
El dominico F. Bartolomé de Las Casas, en el siglo XVI alzó su voz contra los
abusos españoles, reclamando un trato humanitario para los pobladores
indígenas. Las Leyes de Indias de 1542 trataron en vano de regular diversos
aspectos de la colonización, lo cual no evitó que en tierras americanas se obviaran
las disposiciones legales por parte de los conquistadores.

Dentro del humanismo del siglo XVIII, sus representantes franceses más
destacados, Montesquieu y Rousseau, se pronunciaron en este aspecto,
esgrimiendo argumentos que luego nutrirían en su esencia los enunciados más
universales de los derechos del hombre. Hay que recordar que Montesquieu,
hablando del rechazo de una civilización hacia otra, sostenía que "Cada cual llama
barbarie lo que no forma parte de su costumbre."

Durante el siglo XIX, los Estados se enfrentan a violaciones de los derechos


fundamentales que trascienden fronteras por lo se abre la necesidad de una
colaboración intergubernamental para garantizar la protección de éstos.

La lucha contra la esclavitud logró alcanzar mas de 50 tratados entre 1815 y 1880.
Después la conferencia de Berlín sobre Africa Central (1855) afirmará "que el
comercio de esclavos está prohibido de acuerdo con los principios de Derecho
Internacional reconocidos por los poderes firmantes".

En Bruselas, se firmará en 1890 un acuerdo antiesclavista firmado por 18 Estados,


y después de la I Guerra Mundial, se destaca el Convenio Internacional sobre la
Abolición de la esclavitud y el Comercio de Esclavos auspiciado por la Sociedad
de las Naciones de 25 de Septiembre de 1926.

En EEUU, también se ha visto el caso de la discriminación étnica respecto a la


población negra que en pleno siglo XX continuaba -y continúa- viviendo
situaciones de marginación en función de su color, provocando en muchos casos
estallidos de violencia. La lucha por los derechos civiles de la población de raza
negra se canalizó en Estados Unidos a través de dos líneas fundamentales: a
través de la acción directa, que suponía la realización de acciones violentas, con
la figura emblemática de Malcom X y organizaciones como "El Poder Negro", y
una línea pacifista, capitaneada por Martin Luther King.

Mucho más dramático, sin embargo, ha sido en el siglo actual, el sostenimiento del
régimen del apartheid, que tiene sus orígenes en un racismo colonial que
constituyó desde un principio un instrumento de explotación de una mayoría de
pobladores negros en beneficio de una minoría blanca, detentadora de todos los
privilegios.

Las razones que han llevado al reconocimiento solemne de la igualdad racial, han


sido en buena parte históricas. Dos importantes acontecimientos, el holocausto
nazi y el proceso descolonizador han puesto de relieve la importancia de ésta
cuestión. Como reconocimiento de estas convicciones, la Asamblea General
proclamó, en el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, de
1948, que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos
y en el artículo 2 proclamó que "toda persona tiene todos los derechos
y libertades proclamados en esta Declaración sin distinción alguna de raza, color,
sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra condición".

Con el fin de desarrollar este principio, la Asamblea General aprobó en 1963, la


Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación Racial que afirma en su Preámbulo "toda doctrina de diferenciación
o superioridad racial es científicamente falsa, moralmente condenable,
socialmente injusta y peligrosa, y que nada permite justificar la discriminación
racial, ni en la teoría ni en la práctica". Dos años después de ser aprobada
ésta declaración, La Asamblea General aprobó y abrió a la firma y a la ratificación
la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial,
el instrumento específico mas importante en el Derecho Internacional sobre este
tema.

IMPORTANTE

https://colombia.iom.int/es/news/racismo-y-discriminacion-su-origen-y-como-se-
reproduce-en-la-sociedad

El 21 de marzo de 1960 es un día histórico para la humanidad pues


sentó el precedente del impacto que tiene la discrimanación racial en la
sociedad. Fue precisamente ese día, cuando la policía abrió fuego y
mató a 69 personas en una manifestación pacífica contra las leyes de
pases del apartheid que se realizaba en Sharpeville, Sudáfrica. El
recuerdo de ese acontecimiento llevó a la Asamblea General de las
Naciones Unidas a proclamar “El Día Internacional de la Eliminación de
la Discriminación Racial” el cual se conmemora el 21 de marzo de cada
año, desde 1966. 

Lo ocurrido en Sharpeville fue una oportunidad para evidenciar un


fenómeno de exclusión y afectación social que se presenta en el mundo
y que se materializa, cada vez, de diferentes maneras, ahora no sólo
contra la población afrodescendiente, sino además, contra indígenas y
población migrante. Pastor Murillo, experto del Comité para la
eliminación de la discriminación racial de las Naciones Unidas explica
cómo surge esta conmemoración y en un país como Colombia por qué
es importante conmemorar esta fecha. 

Para 1979, la Asamblea General aprobó un programa de actividades que


se realizarían durante la segunda mitad del Decenio de la Lucha contra
el Racismo y la Discriminación Racial. En esa ocasión, decidió que
debería organizarse todos los años y en todos los Estados, a partir del
21 de marzo, una semana de solidaridad con los pueblos que luchan
contra el racismo y la discriminación racial.

Pero, cuándo se habla de discriminación racial, qué significa este


término y a quiénes afecta exactamente este fenómeno. Murillo cuenta
qué personas o poblaciones se ven expuestas por esta situación y qué le
hace falta a Colombia y el mundo para superarlo.

Sobre el apartheid y su incidencia en el reconocimiento de la


discriminación racial

El apartheid fue el sistema de segregación racial ocurrido en Sudáfrica y


Namibia el cual existió hasta 1992. Este sistema consistió separar a las
personas según su grupo racial, en ese momento, raza blanca y
afrodescendientes. De esta manera, las personas denominadas blancas
tenían acceso a derechos y se se prohibía el relacionamiento entre
blancos y negros. 

El objetivo del apartheid era era conservar el poder, que en el caso de


Sudáfrica y Namibia era minoría blanca (21 % de la población), que en
otras condiciones habría perdido su posición de privilegio. Cabe resaltar
que antes de la victoria del Partido Nacional en 1948 los negros podían
votar, pero con restricciones.
IMPORTANTE
https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2001/09/04/antecedentes-
historicos-de-la-lucha-contra-el-racismo/

En 1945 las Naciones Unidas aprobaron una Carta fundacional en donde se aceptó la tarea de
lograr la plena realización de los DD.HH. sin distinción por motivos de raza. En 1948 se aprobó la
Declaración Universal de DDHH y se estableció en su Artículo primero que todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. A comienzos de 1960 las Naciones Unidas
inicia un plan especial para superar la discriminación racial en territorios no autónomos, tales
como Sudáfrica, Namibia y Rodhesia.

En 1963 la Asamblea General aprobó la histórica declaración para la eliminación de todas las
formas de discriminación racial calificándolas como un atentado contra la dignidad humana.
En 1965 dicha declaración se elevó a la condición de una Convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las formas de Discriminación, la que a la fecha ha sido suscrita formalmente
por 160 Estados que acordaron condenar el racismo y adoptar medidas para eliminarlo.

En 1968 la Conferencia de DDHH de Teherán exhortó a los países a tipificar como delito los actos
racistas. En 1969 la ONU designó el año 1971 como Año Internacional de la lucha contra el
racismo.
En 1972 la Asamblea General acordó que durante 10 años, a partir del 10 de diciembre de 1973 se
estableciese el Decenio de Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial. En 1978 se celebró
en Ginebra la Primera Conferencia Mundial contra la Discriminación Racial. Se afirmó ahí la
falsedad inherente
del racismo y se estableció como igualmente falsa la pretendida doctrina de superioridad racial, a
la que se declaró como científicamente espúrea, moralmente condenable y socialmente injusta.

Se agregó que toda forma de discriminación constituye una violación a los DDHH y se condenó de
manera específica el Apartheid como "como forma extrema de racismo institucionalizado".
En 1983 se realizó la Segunda Conferencia Mundial contra la Discriminación racial en Ginebra. Se
examinaron los resultados de la campaña del Decenio 73-83.

Se reafirmó la condena al racismo; se declaró el apartheid como "un crimen de lesa humanidad" y
una amenaza para la paz y se formularon referencias específicas a los casos de discriminación
respecto de mujeres, refugiados, inmigrantes y poblaciones indígenas del mundo.
No obstante, a pesar de los esfuerzos del Decenio 73-83 la ONU observó con preocupación que a
pesar de las campañas realizadas, millones de seres humanos continuaban siendo víctimas del
racismo y resuelven convocar entonces a un Segundo Decenio de lucha desde 1983 a 1993.

Particularmente, se formularon recomendaciones para eliminar el Apartheid en Sudáfrica y se


presentaron sugerencias para brindar un mayor resguardo a los derechos de personas
pertenecientes a grupos indígenas, trabajadores migratorios y minorías sociales.
En 1993 se realizó en Viena la Segunda Conferencia Mundial de DDHH, en donde se subrayó la
integridad de todos los DDHH, especialmente al observarse el aumento de actos de xenofobia,
intolerencia y racismo.

A esa fecha el Apartheid en Sudáfrica se batía en retirada. La Asamblea General en 1993 proclama
entonces la necesidad de un Tercer Decenio de la lucha contra el racismo, entre 1993 y 2003 y se
designa -por primera vez- un Relator Especial para el tema, lo que constituye un paso
trascendental.

En 1997 la ONU convoca oficialmente a un nueva conferencia mundial contra la discriminación


racial, esta vez en Sudáfrica, precisamente la que se realiza en estos días en la ciudad de Durban
con la asistencia de 160 gobiernos del mundo.
Estos antecedentes históricos permiten apreciar una larga lucha
internacional de 56 años contra el racismo y se espera que la Conferencia de Sudáfrica permita
acelerar los compromisos de los Estados en orden a garantizar los derechos de todos los seres
humanos sin distinción alguna.
INTRODUCCION
A lo largo de la historia y hasta la actualidad han existido grupos dominantes que se definen así
mismos como superiores o con más legítimos derechos que aquellos a los que desvalorizan y
excluyen. Sus criterios se fundamentan en base a distinciones de rasgos físicos y biológicos como
el color de piel, el grupo de sangre la cultura a la cual se pertenecen, promoviendo la desigualdad
y discriminación (Oommen 1994 en Hopenhayn & Bello 2001). Esto ha generado mecanismos y
sistemas institucionales de dominación, que dentro del marco de género y clase, raza y etnicidad
impiden la equidad en el acceso de grandes grupos poblacionales a los factores de desarrollo
económico y social existentes en América Latina. En el pensamiento discriminatorio, la raza, que
está asociada a diferenciaciones biológicas atribuidas a genotipos y fenotipos, especialmente con
relación al color de la piel, y la etnicidad se vincula a factores de orden cultural, son categorías que
se contemplan inseparablemente (Hopenhayn & Bello 2001).
Antecedentes de la Discriminación
El mayor desarrollo de la formulación de terminologías y estructuras ideológicas del concepto de
raza toma lugar entre los siglos XVI y XVIII, que comprenden fases de descubrimiento, conquista y
colonización de América por parte de las naciones europeas. En esa época, el colonialismo se
convierte en la fuente principal de la formulación de ideas sobre las discriminaciones raciales. Esta
es la misma percepción de la superioridad racial europea en contra de una supuesta inferioridad y
salvajismo de los nativos de América. Así se inician los procesos históricos y sociales de
construcción de imágenes culturales discriminatorias entre conquistados y conquistadores (Said
1993 en Hopenhayn & Bello 2001). Es necesario comprender que raza y etnicidad son conceptos
básicos que a través de la historia han correspondido a diversos significados y contextos que no es
posible entender a la simple la luz de la utilización actual, debido a que como antecedente existe
un aspecto histórico, un proceso por el cual se convierten construcciones de comportamiento y
niveles sociales que se desdoblan en distintos conceptos y atributos según las distintas épocas
históricas, culturas y sociedades (Wade 1997 en Bello & Rangel 2000). Wade (1997 en Bello &
Rangel 2000) establece que los detalles que explican los significados socio/culturales de raza y
etnia se ubican en el complejo desarrollo histórico de las ideas y pueden ser entendidas utilizando
como referencia a los diversos contextos sociales, culturales y políticos en el que toman lugar.
Sobre esto, Wade señala la existencia de tres períodos históricos y contextos sociales de
formulación del concepto de “raza”. Un primer período, el autor lo denomina la etapa de
naturalización de las diferencias; un segundo período lo denomina la era del racismo científico, y el
tercer período la etapa de construcción social de la raza. Daena: International Journal of Good
Conscience. 8(1)249-.255. Marzo 2013. ISSN 1870-557X 251 La colocación en “clave científica” y la
naturalización de la raza tienen su origen en el nacimiento y evolución de las ciencias naturales. El
naturalista Karl Linneus (1707-1778), desarrolló un sistema clasificatorio basado en especies y
géneros, una clasificación taxonómica del mundo natural, que identifica a las diversas razas
humanas como especies y subespecies. La clasificación está basada en la diferencia en aspectos
físicos y biológicos de las especies clasificadas, a las que se vinculaban con determinadas
características sociales y culturales (Bello & Rangel 2000). A partir de esa clave científica los rasgos
y atributos físicos pasaron a crear un todo, en el cual cultura y sociedad pasan a estar dominadas
por un factor natural. El sistema para clasificar a los diversos grupos y culturas humanas se
comienzan a realizar bajo la lógica clasificatoria utilizada en plantas o animales (insectos,
mamíferos, etc.), pero sin que conscientemente se tomara en cuenta a los fundamentos
fisiológicos que respaldaban la operación, de esta manera las diferencias fueron naturalizadas sin
llegar a ser biologizadas (Wade, 1997 en Bello & Rangel 2000). Las dimensiones anatómicas, el
tamaño de la cabeza y el color de piel comenzaron a ser utilizados en clasificaciones tales como
rasgos de tipologías raciales específicas, correlato de los supuestos niveles de inteligencia o niveles
de civilización (Bello & Rangel 2000). El establecimiento del racismo en Europa, según explican
Bello & Rangel (2000) recorre varios puntos de inflexión durante el siglo XIX, sobre estos se edifica
el futuro postulado político de la “raza predominante” hasta finales de la Segunda Guerra Mundial.
En esta época del siglo XIX, el “racismo científico” alcanza un nivel máximo con la predica de las
teorías evolutivas de Darwin sobre las especies. En forma contradictoria, paralelamente a este
marco teórico e intelectual que defiende las ideas de razas inferiores y superiores o con distintos
grados de evolución, comienza la desaparición de de la esclavitud. Pero este abolicionismo Daena:
International Journal of Good Conscience. 8(1)249-.255. Marzo 2013. ISSN 1870-557X 252 toma
fuerza por efectos del capitalismo industrial, por necesidades de mano de obra asalariada, y no
por una argumentación en las ideas sobre igualdad social y racial. En forma opuesta, la
desaparición de la esclavitud (mediados del siglo XIX) y el desarrollo a la par del “darwinismo
social” permitieron que la idea de inferioridad racial siguiera prevaleciente. De esta manera, el fin
de la esclavitud no garantizó la igualdad racial. De acuerdo a Anderson (1983 en Bello & Rangel
2000), en el marco de la creación de los Estados modernos, la construcción del racismo europeo
tiene su origen y expresión en la ideología de clase antes que en la conformación de naciones y
nacionalismos. La prueba de esto está en que la las manifestaciones mas importantes de racismo
en los Estados modernos se han dado en forma interna, es decir, dentro de las fronteras
nacionales. El racismo como acción política ha justificado más los procesos de dominación internos
que las intenciones de dominación extranjera de tipo colonial. Al pensar desde esta perspectiva la
situación de los pueblos indígenas y minorías étnicas y nacionales en América Latina y el Caribe, se
entiende la idea de la presencia de colonialismos internos a los que hacen alusión diversos
académicos contemporáneos. En el siglo XX, la construcción de la raza sufre una contradicción. En
la primera parte del siglo convergen el racismo científico y la política social del Estado. En otra
etapa, se desarrollan las llamadas ciencias de la cultura como la antropología y la etnología que
cuestionan las teorías vigentes en la época (Bello & Rangel 2000). Puede observarse en la
actualidad que la creación de los estados modernos prueba que en la integración de naciones y
nacionalismos ha actuado un discurso sobre la raza con elementos excluyentes sobre las
poblaciones nacionales. Una evidencia de esto es que las manifestaciones de racismo en su
mayoría se han dado dentro de las fronteras nacionales. Anderson (1983 en Bello & Rangel 2000)
señala que el Daena: International Journal of Good Conscience. 8(1)249-.255. Marzo 2013. ISSN
1870-557X 253 racismo como acción política ha sido más usado en los procesos de dominación
internos que en los procesos de dominación extranjera de tipo colonial. La situación de los pueblos
indígenas y minorías étnicas y nacionales en América Latina y el Caribe prueba la idea de la
existencia de colonialismos a nivel interno. La sociedad latinoamericana actual construye
significados en el contexto de sus experiencias históricas que han pasado de un discurso científico
a un discurso imaginario social, basado en variaciones fenotípicas y de percepciones prejuiciadas.
Wade (1997 en Hopenhayn & Bello 2001) asegura que la raza no existe como pura idea sino como
un segmento social de gran fuerza y poder. La discriminación basada en la raza o etnia implica
actividades conjuntas de separación y jerarquización: la contraparte racial o étnica es juzgada
como diferente e inferior en nivel jerárquico, cualidades, posibilidades y derechos. La negación del
otro se expresa de diferentes formas entre individuos y grupos sociales. Esto ocurre por
mecanismos simbólicos y acciones cotidianas, políticas sistemáticas y oficiales de Estados o
gobiernos (por ejemplo el caso de gobiernos que han aplicado métodos de apartheid). La exclusión
y opresión se institucionalizo políticamente y se expresó en los regímenes y sociedades
segregacionistas de los Estados Unidos hasta los años sesenta, que después del abolicionismo
transitaron de una esclavitud formal a un sistema de dominación o “esclavitud informal” aún más
complicado de comprender. Como ejemplos tenemos a Brasil y algunos Estados Afro-Caribeños
(Bello & Rangel 2000). Un caso relevante en la historia de la discriminación racial fue el régimen
nazi en Alemania que llevo a cabo el exterminio de judíos, gitanos y otros pueblos. Este
lamentable episodio en la historia de la humanidad, trajo como consecuencia Daena: International
Journal of Good Conscience. 8(1)249-.255. Marzo 2013. ISSN 1870-557X 254 medidas de
protección de los derechos humanos dentro del marco de “origen racial”. Ante esta situación, La
Organización de las Naciones Unidas respondió con acciones especificas relativas a de difusión de
la Carta de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, orientando la discusión sobre la
idea de no discriminación racial y rechazando las desigualdades sociales o negación de derechos
civiles, políticos y culturales para determinados grupos de personas, sociedades o culturas basado
en criterios raciales (Bello & Rangel 2000). Reflexión Final Es injustificable que el poco contenid
 
BIBLIOGRAFIAS

https://colombia.iom.int/es/news/racismo-y-discriminacion-su-origen-y-como-se-reproduce-en-la-
sociedad

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