Está en la página 1de 54

I- INTRODUCCION

1.1 Antecedentes.
Antes de existir códigos han existido regímenes de derecho. Y en la actualidad
subsiste todavía un inmenso sector de éstos —costumbres, usos legales,
jurisprudencia, contratos— que escapa por completo al ámbito de la ley. No
obstante, aun dentro de las organizaciones legislativas se dan fisuras imposibles de
tapar con una simple interpretación exhaustiva de la ley. Para lograrlo es necesario
recurrir a fuentes jurídicas distintas de la ley para satisfacer las más imperiosas
exigencias del orden sociopolítico. Es imposible, además, desconocer hechos
consumados, situaciones adquiridas, posesiones de estados extralegales. Los
contratos, las sentencias judiciales y las leyes son instrumentos al servicio del
derecho.El derecho es una regla de vida social, una ordenación positiva y justa
establecida por autoridad competente en vista del bien público temporal.
En la antigüedad, los contratos se han ido formalizando, dando un gran avance en
la práctica contractual del derecho romano, desarrollando las ideas dirigidas a
aceptar una mejor prueba de las convenciones y una mayor agilidad en los
diferentes tipos de contratos utilizados.
Podemos categorizar, que el Contrato es la convención del acuerdo de dos o más
personas sobre un objeto de interés jurídico y el cual constituye una especie
particular de convención, cuyo carácter propio consiste en ser productor de
obligaciones existente entre las partes contratantes consientes a obligarse respecto
a dar una cosa o prestar algún servicio. La naturaleza humana a través de los
tiempos nos empujó a confiar de sobremanera en la escritura, siendo el documento
el mejor guardián de la voluntad, ya que esta por la misma calidad de ser humano,
es cambiante; y al ser indispensable que quedara prueba fehaciente, no
encontramos mejor manera de hacer inmutables los hechos y actos realizados. La
Constitución Política de la República de Nicaragua, trata de proteger y promover,
entre otros valores, la seguridad jurídica, por lo que hay que interpretar y dar forma
legal a la voluntad de las partes, redactando los instrumentos adecuados a este fin,
confiriéndoles autenticación de hechos lo que otorga la seguridad jurídica.

1
La falta de regulación expresa de los efectos de los contratos se ha visto suplida
por los doctrinarios, no obstante, hay que destacar que en los recientes estudios
doctrinales la cuestión de los efectos de la resolución va ocupando cada vez un
lugar más destacado. Ahora bien, tradicionalmente aquellos autores que han
estudiado más profundamente el tema de la resolución han detenido sus
indagaciones al llegar al punto de los efectos que ésta produce, limitándose poco
más que a señalar que consecuencia de la resolución será la restitución de las
prestaciones.

Pero la solución no es tan simple. Una vez resuelto el contrato, a la hora de hacer
efectiva la obligación pueden surgir numerosos conflictos en relación con el
alcance de esta obligación, puesto que puede haberse alterado el estado de las
cosas que deben ser restituidas.

Se ha detectado, que la no observancia de las solemnidades y de los requisitos de


forma y de fondo, ha conllevado a una práctica despreocupada para la seguridad
jurídica. Esta circunstancia fue comprobada a lo largo de la investigación, sin tomar
en cuenta, que ya sea por una u otra razón, el simple hecho de iniciar procesos de
seguimiento ante la justicia implica tiempo, dinero, paciencia, que muchas veces no
tenemos y no es posible ocultar el deseo general de la población de no verse
involucrados en “problemas de tribunales,” procedimientos jurídicos excesivamente
tardíos, procesos que en definitiva no alteran las declaraciones de voluntad
inmersas, las cuales si llegaran a presentar deficiencias y / o errores, estos no
tendrían mucho que ver con la integridad y validez del instrumento público como tal,
a no ser claro, que sea la ley, la que así lo establezca que se podrían evitar,
simplemente al darle un margen más amplio al notario para que corrija las
deficiencias que puede llegar a tener un instrumento público.

En la presente investigación surgen las siguientes preguntas de investigación:

¿De qué manera la legislación civil regula los contratos que resuelven
controversias?

2
¿Cuáles son los procedimientos para asegurar el cumplimiento de los contratos que
resuelven controversias en Nicaragua?

¿Cuáles son las formalidades esenciales que generan los contratos que resuelven
controversias?

Los contratos son los actos jurídicos de mayor realización en la vida diaria, las
personas se encuentran constantemente celebrando acuerdos de voluntades sin
tener plena certeza y conocimiento del conjunto de normas jurídicas que regulan su
actuación, de tal suerte que, ocasionalmente, se generan problemas en su
celebración o el cumplimiento de las obligaciones pactadas.

En la sociedad actual, se observa de forma clara que cada ordenamiento jurídico


busca la creación de una ley que tenga como fin resolver conflictos, controversias,
pero para que la ley consiga su objetivo es importante que la institución del
notariado persista en la fe pública, garantía, seguridad jurídica, y perpetua
constancia en sus actos y que la legislación civil sea observada correctamente.

Valorar el grado de eficiencia del que hacer notarial y aplicación de la legislación


civil a la figura de los contratos civiles, que, al cometerse errores en las
solemnidades, de forma y de fondo, provocan las nulidades de los contratos e
instrumentos públicos, por lo que es evidente que, el notario como fedatario público
debe actuar con rectitud, honestidad y basarse en principios éticos que den
credibilidad, para que la sociedad pueda tener certeza y seguridad. He aquí el reto
de esta investigación.

Los contratos en la actualidad es el principal motor económico en el mundo.


Donde apreciaremos su trascendencia jurídica económica y social en la realidad,
aplicando las nociones generales de los caracteres del contrato que resuelven
controversias. Nosotros al hablar de los contratos que resuelven controversias
como luna fuente de las Obligaciones nos referimos indudablemente a los efectos
más generales que dicho contrato puede producir, generando Obligaciones
reciprocas con sus respectivas consecuencias jurídicas, tanto para los
contratantes.

3
II- OBJETIVOS

Objetivo General:

Analizar los principios jurídicos aplicables a los contratos que resuelven


controversias, su regulación en el ordenamiento legal, así como su objeto,
contenido y aplicación y comprender su alcance e impacto en la sociedad.

Objetivos específicos.

1. Identificar los aspectos doctrinarios de los contratos que resuelven


controversias en Nicaragua.
2. Analizar el cumplimiento de las solemnidades de los contratos que
resuelven controversias
3. Establecer los contratos que previenen controversias permitidas por la
legislación nicaraguense.

4
III- MARCO TEORICO SOBRE LOS CONTRATOS QUE RESUELVEN
CONTROVERSIAS.

3.1 La importancia de la contratación en la historia.

Dentro de las primeras costumbres arcaicas humanas está el intercambio, que en


principio era de excedentes agrícolas. Nuevas explicaciones del inicio de la cultura
dan cuenta de tan importante afirmación. La contratación es la práctica de ese
intercambio mediante la cual las personas se obligan a entregar un bien, o a hacer
o no hacer algo particularmente.

Las costumbres mercantiles de la Ruta de la Seda y de los fenicios, por ejemplo,


tuvieron las formas más importantes de la antigüedad. Tal es la importancia de la
contratación.

Por influencia indudable del Derecho Romano, y apuntalado por otra actitud


imperial que era la actividad codificadora napoleónica, tenemos ahora definida,
aunque en incesante cambio, una doctrina para conceptualizar el contrato.

Entendiese contrato en Roma, todo acuerdo de voluntades dirigido a crear


obligaciones civilmente exigibles y estaba siempre protegido por una acción que le
atribuía plena eficacia jurídica. Los contratos se dividían en verdaderos y en
cuasicontratos. Eran verdaderos los que se basaban en el consentimiento expreso
de las partes y eran cuasicontratos los basados en el consentimiento presunto. A
su vez los contratos verdaderos se dividían en nominados e innominados. Eran
nominados los que tenían nombre especifico y particular, confirmado por el
derecho (ej. compraventa) e innominados los que aun teniendo causa no tenían
nombre. Los contratos innominados eran cuatro: do ut des (doy para que des), do
ut facias (doy para que hagas), facias ut des (hago para que des), ficio ut facias

5
(hago para que hagas). Lo característico de los contratos innominados es que en
ellos no intervenía el dinero contado.

“La formación histórica del concepto moderno de contrato 1 se produce, por


consiguiente, tras esta época, y gracias a la influencia de diversas corrientes de
pensamiento posteriores. Entre dichas corrientes, debemos comenzar por destacar
la gran relevancia del Derecho Canónico, cuya fuerza integradora y creadora en
temas civiles es destacable. Ello será posible debido a que el Derecho Canónico
medieval no es un Derecho estrictamente confesional, sino que aporta soluciones
concretas a cuestiones civiles como por ejemplo contratos, herencias, matrimonio y
causas matrimoniales (en el ámbito de las obligaciones y contratos los "Manuales
de Confesores" tuvieron especial relevancia”.

El Derecho Canónico introdujo en el concepto de contrato como fueron el


cumplimiento de la palabra empeñada, la presunción de la buena fe y el justo
equilibrio de las prestaciones que constituye a contrario sensus de la buena fe, un
principio eminentemente contractual, que engloba un concepto más concreto que
aquella, lo cual hace referencia a uno bastante abstracto; con él se pretende lograr
que ambas partes tengan una afectación patrimonial proporcional a los beneficios
que en la ejecución del contrato puedan obtener cada una de ellas, lográndose así
la justicia contractual. Otro antecedente histórico jurídico del contrato lo
encontramos en el Código de las Siete Partidas 2 del REY ALFONSO X3, de Castilla,
el cual ha ejercido, durante varios siglos, una enorme influencia jurídica en el
derecho contractual de España y también de la mayoría de los países
hispanohablantes de América. La Partida Quinta, se refería a los actos y contratos
que podía el ser humano realizar o celebrar en el curso de su vida.

1
UNIVERSIDAD CATOLICA BOLIVIANA. Derecho de contratos: teoría general del contrato.
Ediciones Jurídicas, Bolivia. 2005. Pág. 93.
2
Las Siete Partidas, o simplemente Partidas, son un cuerpo normativo redactado en Castilla
durante el reinado de Alfonso X (1221-1284) con el objetivo de conseguir una cierta uniformidad
jurídica del reino.
3
ORTIZ PALANQUES, Marco. Las Siete partidas de Alfonso X “El Sabio” como instrumento
legitimador. Revista de la Facultad de Filosofía, Universidad de Los Andes, Venezuela. N° 20 (20).
Consultado el 21/05/2022. Disponible en:
http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/filosofia/article/view/3828.

6
En este análisis evolutivo también es notable la influencia del voluntarismo jurídico y
de la Escuela del Derecho Natural racionalista dado que refuerzan el paradigma de
la voluntad como fuerza generadora per se de las obligaciones. Resultado del
voluntarismo jurídico es el principio según el cual, por cualquier forma que el
hombre quiera obligarse quedará obligado. “Nuevo paso en este camino que
estamos siguiendo se producirá tanto con el voluntarismo jurídico de la escolástica
tardía como con las necesidades prácticas que comienza a exigir el desarrollo del
tráfico mercantil”4.

En resumidas cuentas, los sistemas jurídicos tienden a tener zonas de


intersección en la definición de los contratos. Digamos que podemos asumir la
definición genérica de contrato que da el código napoleónico como la que da
origen a la que tenemos en el sistema de derecho civil clásico.

El contrato es la forma, solemne en algunos casos, a través de la cual las


personas desarrollan sus capacidades de intercambio de bienes o servicios. Otras
codificaciones hacen énfasis en la manifestación de voluntad, que en algún caso
puede ser tácita.

En dicha contratación, la pretensión, con la intención de acelerar dicho tráfico, está


en liberar de trabas formales la contratación, la cual, por otra parte, comienza a
extenderse en este sector de modo importante: no estamos ya ante el contrato
entendido en el sentido romano, entre particulares, donde se pretende proteger la
seguridad jurídica preferentemente, sino ante contratos entre profesionales, por
norma general poseedores de la formación adecuada para contratar en igualdad de
circunstancias, sin que se aprecie desequilibrio entre las partes, y cuya pretensión
es poder realizar el mayor número de contratos con las menores trabas de todo tipo
posibles, con el objeto de que resulte lo más rentable económicamente. “Pese a
ello, las Partidas seguían ancladas al formalismo romano de modo absoluto. La
Partida V, dedicada íntegramente a los contratos (pleytos, según los denomina)
sigue la doctrina romana en lo que toca a solemnidades, donde se regula la forma
4
Ídem.

7
de las promisiones, y se exige la pronunciación de palabras muy concretas con
objeto de que sean válidas”.5

3.2 La formación histórica del concepto moderno del contrato.

Se produce como consecuencia de las tres corrientes diversas de pensamiento:

 La doctrina de los Canonistas que probablemente por una serie de dos


motivos de orden ético y religioso, la condena como pecado la mentira
establecen el deber de fidelidad a la palabra dada y por consiguiente el
deber de observar los pactos aun cuando estos sean nuda pacta.
 El voluntarismo jurídico de la escolástica tardía de una parte y las
necesidades practicas del tráfico mercantil de librar de trabas formales la
contratación.
 La escuela del Derecho natural racionalista y al pensamiento de la
lustración, que tomando como punto de partida el individualismo jurídico
pone de relieve las ideas de libertad individual y de voluntad humana, y
buscando una justificación a las normas en la razón natural llegara a la
conclusión de que el fundamento racional de la creación de obligaciones se
encuentra en la libre voluntad de los contratantes.

3.3 Definiciones de contratos.

El contrato es un "pacto o convenio, oral o escrito, entre partes que se obligan


sobre materia o cosa determinada, y a cuyo cumplimiento pueden ser
compelidas",6

Los contratos en la actualidad son considerados como los instrumentos principales


de acción del tráfico jurídico, trascienden las definiciones clásicas, pues no se
limitan a la formulación usual o típica de los negocios jurídicos, sino que se
5
QUESADA SÁNCHEZ, A. J. Las obligaciones de traslado, carga y descarga en el contrato de
mudanza. Revista de derecho del transporte: Terrestre, marítimo, aéreo y multimodal, ISSN 1889-
1810, Nº. 13, 2014, págs. 73-91
6
SCOLARICI. Gabriela M. Contratos (Parte General). 1ª edición, Buenos Aires, Argentina. 2018,
Pág. 19

8
expanden hacia la calidad de las partes y al entorno social, económico y cultural
en los que son generados con la finalidad de reducir la incertidumbre sobre su
cumplimiento y la asunción de los riesgos derivados. 7

Acuerdo de voluntades anteriormente divergentes por virtud de cual dos o más


personas hacen nacer, modificar o extinguir una relación jurídica de carácter
patrimonial. Contrato viene del latín contractus, contrahere, que significa reunir,
lograr, concertar. Dentro de la pirámide de Kelsen, el contrato se incluiría en el
último de los peldaños, el de las normas individuales, conocido también como ley
individualizada.8 Contrato pues es la convención del acuerdo de dos o más
personas sobre un objeto de interés jurídico y el cual constituye una especie
particular de convención, cuyo carácter propio consiste en ser productor de
obligaciones existente entre las partes contratantes consientes a obligarse
respecto a dar una cosa o prestar algún servicio. 9

Nuestro código civil ha seguido un sistema en el modo de ordenar la materia de


los contratos haciendo énfasis y distinciones de esta ciencia y satisfaciendo la
exigencia de la claridad en cuanto a las disposiciones generales de los contratos,
al análisis de cada uno de los elementos que integran la esencia de estos mismos
contratos trasmitiendo el estudio de la eficacia y la interpretación de los mismos
cumpliendo siempre con los requisitos esenciales para la validez de los contratos,
que pueden ser, por consentimiento de los contratantes y por el objeto cierto que
sea materia de dicho contrato.

7
BAUDRIT CARRILLO, Diego Derecho civil-Volumen 1- Teoría general del contrato-. Cuarta
edición. San José. Costa Rica. Editorial Juricentro, 2016. Pag 23.
8
CASTELLANOS MAZA, Gardenia Enedina Análisis jurídico de la implicación en el negocio jurídico
de la nulidad formal y la necesidad de diferirla con la nulidad negocial para la interposición de la
demanda de nulidad. Tesis de licenciatura en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la
Universidad de San Carlos de Guatemala. 2017. Pág. 1
9
ZARATE TORUÑO, Gioconda Teresa y MARTÍNEZ SÁNCHEZ, Elia María. Formas de la
Escritura Pública como requisito de validez de los contratos. Monogafa para optar al título de
licenciado en derecho. UNAN-León. 2005. Pág. 1

9
En nuestro código civil en su Título VII, Capítulo I, Articulo 2435 Cc 10 expresa:
Define el contrato como el acuerdo de dos o más personas para constituir, regular
entre las mismas su vínculo jurídico. Articulo 1831Cc expresa: Enumera el
contrato entre las fuentes de las obligaciones. De estas dos normas legales
podemos deducir que el contrato aparece por la conjunción de estas dos normas:

a) Un consentimiento común de dos o más personas (duorum vel plurium


consensus).

b) Dirigido a crear obligaciones entre ellas (ad constituendam obligationiem ).

El Contrato es fuente de obligaciones civiles, que las partes programan en


atención atención de sus intereses particulares. No se entiende obligación civil
aquí en un sentido restringido, sino como el concepto lato de efectos de derecho.
En ese sentido, contrato es fuente de transformaciones jurídicas: creación
modificación y extinción de derechos reales, conforme a la ley. Esas
transformaciones jurídicas son elementos externos a la estructura del contrato. La
definición propiamente dicha de esa institución se a comprender enteramente al
precisar su noción y al determinar su formación. 11

La tesis amplia afirma que son contratos todos los actos jurídicos bilaterales
patrimoniales, cualquiera sea el efecto que persigan (crear, modificar, transferir,
extinguir) y cualquiera sea la clase de derechos patrimoniales sobre los que
incidan (personales, reales, intelectuales). La tesis restrictiva circunscribe el uso
del término a los negocios bilaterales creadores de obligaciones, denominando a
los demás "convenciones".12

10
Código Civil de Nicaragua. Publicado en La Gaceta, Diario Oficial No. 236 de 11 de diciembre de
2019. cuarta edición oficial 2019. Articulo 2435
11
LÓPEZ DE ZAVALÍA Fernando J. TEORÍA DÉLOS CONTRATOS Tomo 1 Parte General-Cuarta
edición, Editorial Zavalia. Buenos Aires Argentina. Pag 10
12
ESCOBAR FORNOS, Ivan. Derecho de obligaciones. Managua-Nicaragua. Editorial Hispamer.
1997.Pág. 55

10
El artículo. 2435 del código civil nicaragüense estima que el contrato es un
acuerdo de dos o más personas para construir, regular o aclarar entre las mismas
un vínculo jurídico. La doctrina distingue entre convenciones y contratos.

La convención es un acuerdo de voluntades en virtud del cual se crean, modifican


y extinguen derechos.

En cambio, por el contrato se crean derechos. La convención es el género y el


contrato la especie; es decir, el contrato es una especie de convención. Así. Por
ejemplo, la doctrina estima que la venta, el arrendamiento, la fianza, son contratos,
pues tienen por finalidad crear obligaciones (Pagos, tradiciones, simples entregas
materiales de las cosas), la resciliación de los contratos formados, son
convenciones y no contratos, pues en virtud de ellos no se crean obligaciones,
sino se modifican, transmiten o extinguen las existentes.

3.4 Definición moderna de contrato

se basa así en tres presupuestos fundamentales, estos son la economía liberal, la


igualdad de los contratantes y la autonomía de la voluntad. Una vez expuestas
estas ideas, debe realizarse referencia, aunque breve, a la doctrina previa al texto
codificado francés, dada su gran relevancia, doctrina fundamentalmente
representada por DOMAT y POTHIER 13 , dado que recogen los materiales que
ofrecieron las Escuelas romanista y humanista, influyen en la redacción del Código
Civil Napoleónico, y sentarán las bases definitivas sobre el concepto de contrato a
plasmar que pasará a convertirse en el consentimiento dirigido a la producción de
obligaciones. Con relación al CODE 14, en él se presenta al contrato como el gran

13
PÉREZ GALLARDO, Leonardo B. "Derecho de los contratos, Tomo I: Teoría general del contrato
La Habana, Cuba, 2001, Pág. 23.
14
El Code Civil (llamado después Code Napoleón) se compone de 36 leyes, que fueron votadas
unas después de otras (1803 – 1804). Más tarde fueron reunidas en un solo Código de 2281
artículos, bajo el nombre Code Civil des français, en virtud de la ley de 30 del año XII (21 de marzo
de 1804), que señalaba la fecha de terminación del Código. Sus principales fuentes lo son las
costumbres, sobre todo las de París, el Derecho romano, las ordenanzas reales y las leyes de la
Revolución. Las tradiciones consuetudinarias predominan sobre el Derecho romano. En sentido
general, el primer libro comprende persona y familia, el segundo bienes y derechos reales y el
tercero – el más extenso - sucesiones y obligaciones y contratos.

11
modo de adquirir aquello que uno no tiene todavía, además de que se pretende no
quebrar con la tradición anterior, algo que llevará a PORTALIS, reputado jurista
conservador, a hablar, en su conocido discurso, de no ir jamás más allá de los
principios que nos han sido transmitidos por la antigüedad y que han nacido con el
género humano. Esta regulación influirá en otros textos de la época, donde se
consagrarán regulaciones bastante parecidas, por ejemplo, el Código italiano de
1865, el Código portugués de 1866 o el Proyecto español de 1851, por citar los más
próximos geográficamente hablando. Lo que sí nos debe quedar claro es que
cualquier intento de definir el contrato no puede prescindir de dos ideas
fundamentales: la voluntad y la relación jurídica obligatoria. Con razón se afirma
que es el contrato la principal fuente de obligaciones, en tanto es el que crea un
vínculo obligacional en el que las partes quedan inmersas porque así lo han
decidido; pero además pueden, en virtud de la fuerza de sus voluntades, modificar
extinguir tal vínculo del mismo modo que lo hicieron nacer a la vida jurídica, o sea,
de manera concordante y bilateral.

Por tanto, de este estudio evolutivo realizado podemos concluir que el contrato se
convierte en la etapa moderna en la institución central, la piedra angular, no sólo del
Derecho Civil, sino de todo el ordenamiento jurídico, que contempla las limitaciones
a la libertad de contratar como atentados a la libertad de la persona.

12
IV. DISEÑO METODOLÓGICO.

 Tipo de Estudio: El tipo de estudio de la presente investigación es de tipo:


Teórico-Documental, pues en su contenido se concentra exclusivamente en
la recopilación de datos de fuentes documentales, ya sea Legislación,
libros, obras, textos tanto físicos como extraídos de sitos webs; así como
demás fuentes hemerográficos, iconográficas y digitales. Con ello se
pretende obtener información para profundizar en legislación, teorías,
conceptos y aportes ya existentes y asentados en documentos que aborden
el tema objeto de estudio.

 El enfoque utilizado es: Descriptivo- Explicativo; en cuanto es un


procedimiento utilizado para describir y explicar a detalle las características
del fenómeno, sujeto o población a estudiar.

 El Método utilizado es: La metodología que sobresale en nuestra


monografía son la analítica y la descriptiva, por medio del método analítico,
dividimos intelectualmente el objeto de su estudio para examinar y entender
cada una de sus partes, y los elementos para analizar dentro de un todo, su
naturaleza y comportamiento con el propósito de identificar las
características del fenómeno observado se valoran los diferentes
instrumentos jurídicos nacionales e internacionales vigentes sobre la
materia.

 La técnica utilizada para poder desarrollar el presente trabajo es:


La Recopilación Documental; cuya finalidad es obtener datos e información
a partir de fuentes Documentales con el fin de ser utilizados dentro de los
límites de una investigación en concreto

13
 Área de Estudio: El Área de Estudio de la presente investigación es una
mixtura entre el derecho civil y derecho público, aunque su enfoque es
derecho de los contratos, este tema trasborda las fronteras del
conocimiento.

 Instrumentos.: Para la recolección de la información se hizo uso de


instrumentos necesarios de fichas de contenido y bibliográficas para poder
sintetizar nuestro contenido en las diferentes etapas de redacción de
nuestro informe final de investigación.

 Entre las distintas fuentes del conocimiento, se analizaron documentos,


libros físicos como en versiones digitales de diferentes autores
especializados en el tema, así como leyes, monografías, conferencias y
ponencias expuestas dándoles seguimiento al conjunto de normas
permitiéndonos una mejor comprensión entre temas y subtemas expuestos.
Las fuentes primarias son proporcionadas por las diferentes legislaciones
nacionales referentes al tema, destacando su importancia por rango La
Constitución Política, leyes de la materia. Como fuentes secundarias citamos
las obras publicadas por juristas y expertos en la materia y como fuentes
terciarias, hicimos uso de fuentes digitales, páginas webs, informes
especializados, diccionarios electrónicos y algunas monografías sobre la
temática.

14
V. CAPITULO I: CONTRATOS QUE PREVIENEN O RESUELVEN
CONTROVERSIAS

5.1 El contrato de transacción

se puede definir como el contrato en virtud del cual las partes, haciéndose
recíprocas concesiones, terminan una controversia presente o previenen una
futura.

Tanto a la transacción como al compromiso —que se estudiará en la siguiente


lección— se les engloba en la clasificación de contratos que previenen
controversias, o bien entre los contratos de comprobación jurídica.

La utilidad del contrato de transacción está fuera de toda discusión, como afirma
Sánchez Medal: Este contrato es de gran utilidad y beneficio social, porque evita o
pone fin a dispendios, disgustos y otros inconvenientes que producen los litigios,
según el conocido aforismo: Vale más una mala transacción que un buen pleito. 15

La transacción es un contrato en virtud del cual las partes, haciéndose recíprocas


concesiones, terminan una controversia presente o previenen una futura. Del
anterior concepto se desprende que:

1. Las partes contratantes deben hacerse mutuas concesiones.

2. Debe existir una controversia o la intención de prevenir una futura.

5.2 Clasificación del contrato de transacción

 Principal: Porque existe por sí mismo, es decir, que tiene existencia


propia, no depende de ningún otro contrato.
 Accesorio: Algunos autores le llegan a atribuir este carácter.
15
SÁNCHEZ MEDAL Ramón, De los contratos civiles, 11a. ed., Porrúa, México, 1991, p. 497.

15
 Bilateral: Porque origina derechos y obligaciones para ambas partes.
 Oneroso: En virtud de que produce provechos y gravámenes recíprocos.
 Conmutativo: En razón de que las partes conocen la cuantía de su
prestación desde el momento de la celebración del contrato.
 Consensual en oposición a formal: Cuando el interés del negocio no
excede una cantidad fijada.

Formal: “La transacción que previene controversias futuras: debe constar por
escrito.”

Instantáneo Si produce sus efectos en un solo acto.

De tracto sucesivo: Cuando sus efectos se prolongan a través del tiempo.

5.3 Especies de transacción:

La transacción se clasifica en: judicial, extrajudicial, pura, compleja, declarativa y


traslativa.

De la transacción judicial. Rafael de Pina, expresa 16: se dice que es la


concertada durante un proceso, la que concluye ante un juzgado, o bien, la que se
lleva a efecto después de iniciado un proceso judicial, y que versa sobre la
cuestión que es objeto de éste. En definitiva, la transacción judicial puede definirse
como aquella que tiene por objeto terminar un juicio pendiente, mediante el
acuerdo privado de las partes.

La transacción extrajudicial es aquella que se lleva a efecto cuando el conflicto


que las partes pretenden resolver no se encuentra todavía sub judice.

16
TREVIÑO GARCÍA, Ricardo. LOS CONTRATOS CIVILES Y SUS GENERALIDADES. Séptima
edición. McGRAW-HILL/INTERAMERICANA EDITORES, S.A. México. 2008. Pág. 920. ISBN 13:
978-970-10-6399-6

16
La transacción se llama pura cuando las partes operan sobre y con la materia
que es objeto de la controversia y compleja (o impropia) cuando, además de los
recíprocos reconocimientos de derechos, permite la atribución de derechos de una
parte a otra. Se propone como ejemplo de ella el caso en que una parte cede a la
otra la cosa o derecho discutidos mediante una compensación de dinero.

Los autores atribuyen a la transacción denominada pura (simple) efectos


solamente declarativos, en tanto que a la compleja se le atribuyen traslativos,
refundiendo así, prácticamente en una, las dos clasificaciones agregadas a la que
comprende los términos judicial y extrajudicial. 17

5.4 Elementos esenciales

Consentimiento. El consentimiento se define como un acuerdo de voluntades


sobre un punto de interés jurídico; en el caso de la transacción, se presenta
cuando las partes están conformes en hacer recíprocamente concesiones para
terminar una controversia presente o prevenir una futura. En todo lo demás, el
consentimiento sigue las reglas generales de los contratos.

5.5 Objeto

El objeto de este contrato lo constituye, o bien terminar una controversia presente,


o bien evitar una futura; claro está que sobre un derecho que esté en el comercio
y, además, que sea dudoso.

5.6 Elementos de validez

Son los mismos de todo contrato, interpretado a contrario sensu. Capacidad de las
partes, formalidades, ausencia de vicios de la voluntad, como son: error, dolo,
mala fe, violencia y lesión; así como la licitud en el objeto, motivo, fin o condición.

17
Ídem.

17
Se aplican a todos ellos las reglas generales de los actos jurídicos. Respecto a
estos elementos, sólo tiene interés estudiar la capacidad y la forma.

5.7 Capacidad

Capacidad general: Se requiere la capacidad general, más el poder de


disposición del bien objeto de la transacción.

Ascendientes y tutores. Pueden celebrar la transacción como representantes de


los incapaces que estén bajo su guarda, siempre que la misma sea necesaria o
útil para los intereses de éstos, previa la autorización judicial.

Los menores emancipados Pueden celebrar la transacción, pero consideramos


que para poder transigir sobre inmuebles, si se obligan a transferir la propiedad de
éstos, necesitan la autorización judicial. Si se trata de una transacción judicial, lo
harán a través de un tutor.

Representante común Para que el representante común pueda celebrar una


transacción, necesita de la autorización expresa de los interesados.

5.8 Nulidad de la transacción.

5.8.1 Requisitos para la presentación de la demanda de nulidad No podrá


intentarse demanda contra el valor o sustancia de una transacción sin que
previamente se haya asegurado la devolución de todo lo recibido en virtud del
convenio que se quiera impugnar

18
5.8.2 Utilidad La principal ventaja del contrato de transacción es evitar, a toda
costa, que las partes se enfrasquen en un litigio que, por lo general, además de
representar una pérdida de tiempo origina enemistades. Mediante la transacción
se evitan, hasta donde es posible, las contiendas y se restablece la paz y la
concordia. En los casos en que las partes ya se encuentran envueltas en un
conflicto judicial, por medio de ella se puede poner fi n al mismo mediante las
mutuas concesiones que se otorguen.

El conocido adagio que reza: “Más vale una mala transacción que un buen pleito”
encierra, a todas luces, una verdad muy grande. En virtud de ella, una de las
partes da a la otra alguna cosa que no era objeto de la disputa y que, conforme a
derecho, pierde el que la recibió. En cuanto a los vicios y gravámenes, “Cuando la
cosa dada tiene vicios o gravámenes ignorados por el que la recibió, ha lugar a
pedir la diferencia que resulte del vicio o gravamen, en los mismos términos con
respecto a la cosa vendida.”

5.8.3 Efecto declarativo de la transacción. Por la transacción no se transmiten,


sino que se declaran o reconocen los derechos, objeto de las diferencias sobre las
que aquélla recae. La declaración o reconocimiento de esos derechos no obliga al
que lo hace a garantizarlos, ni le impone responsabilidad alguna en el caso de
evicción.

“Las transacciones deben interpretarse estrictamente y sus cláusulas son


indivisibles, a menos que otra cosa convengan las partes.

5.9 Diferencia entre el contrato de transacción y figuras afines.

El licenciado Leopoldo Aguilar Carbajal establece algunas diferencias entre la


transacción, con el reconocimiento de derechos, el desistimiento, la renuncia de
derechos y el compromiso en árbitros. El autor referido dice: Se diferencia del
reconocimiento de derechos, en que en este caso el demandado está conforme

19
con las pretensiones del actor y no recibe nada en cambio. Se diferencia del
desistimiento, sea del juicio o de la acción, en que es un acto unilateral, aunque
necesite del consentimiento del demandado y vuelvan las cosas al estado
primitivo. De la renuncia de derechos, porque en ella no existen prestaciones
recíprocas; y del compromiso en árbitros, porque en él se asientan las bases para
que sea resuelto, mientras que, en la transacción, mediante la concesión
recíprocas de las partes, se pone fin al asunto, además de que en el compromiso
apenas se espera la decisión del árbitro. 18

VI. CAPITULO II CONTRATO DE COMPROMISO.


18
AGUILAR CARBAJAL, Leopoldo. Contratos civiles, Hagtman, México, 1964, p. 247

20
6.1 Contratos nominados e imnominados

Los que reciben de la ley su reglamentación y denominación.

Contratos innominados o atípicos: Aquellos Que no están regulados por la ley,


aunque tenga denominación en la práctica civil o forense. Son contratos
nominados por ejemplo: - La compraventa, regulado en el artículo 2530 Cc y
siguientes; La compraventa es un contrato por el cual una de las partes transfiere
a otra el dominio de cosas determinadas por un precio cierto.- El arrendamiento
regulado en el artículo 2810 Cc y siguientes;< Arrendamiento o locación el
contrato por el cual dos partes se obligan recíprocamente, la una a conceder el
uso o goce de una cosa o ejecutar una obra o prestar un servicio; y la otra a pagar
por este uso, que obra o servicio un precio determinado y cierto. Se llama
arrendador o locador el que da la cosa en arrendamiento, y locatario, arrendatario
o inquilino el que la recibe. - El mandato de conformidad al artículo 3293 Cc y
siguientes: El contrato de mandato puede celebrarse entre presentes y ausentes,
por escritura pública o privada , por telégrafos o teléfonos, por cartas y aun de
palabras pero no se admitirá en juicio la prueba de testigos sino en conformidad
con las reglas generales, ni la escritura privada cuando las leyes exijan
documentos públicos. El instrumento en que se hace constar el mandato se llama
poder. Los poderes generales o generalísimo deben otorgarse en escritura
pública. Los contratos innominados son limitados. Las partes, en virtud de la libre
contratación puede crear vínculos obligatorios que no encajan dentro de la figura
contractuales contempladas por la ley, sin más limites que el orden público y las
buenas costumbres. Entre los contratos innominados que se citan se encuentra el
de edificio. En algunos países se cita el contrato de hospedaje como innominados
pero nuestro código lo reglamenta dentro del contrato de arrendamiento
dedicándole ciertos artículos del código civil: Articulo 3090 Cc: El contrato de
hospedaje tiene lugar cuando alguno presta a otro albergue y alimentos, o
solamente albergue mediante la retribución convenida. Articulo 3091 Cc : Este

21
contrato se celebra tácitamente si el que presta el hospedaje tiene casa publica
destinada a ese objeto.

Articulo 3092 Cc: Los mesoneros tienen la obligación de conformarse con los
reglamentos administrativos bajo las penas impuestas en ellos. Articulo 3093 Cc:
Los mesoneros son responsables civilmente en los casos y términos establecidos
en el código penal. Articulo 3094 Cc: Cuando el contrato solo sea para suministrar
alimentos se estará a lo convenido, pero si nada han pactado las partes, el valor
de ellos será tasado por peritos, salvo cuando hubieren ya tarifas conocidas.
Articulo3095Cc Tanto el que suministre los alimentos, como el alimentario podrá
ser cesar el contrato cuando quiera, sino se ha fijado tiempo determinado. Articulo
3096 Cc: A este contrato será aplicable lo dispuesto a este artículo en cuanto a su
naturaleza lo permita. En los contratos innominados la creatividad de los contratos
y el principio de la autonomía de la voluntad adquieren gran relevancia. Los
contratos innominados se rigen por las reglas generales de los actos y contratos
por lo que pactaron los otorgantes y por las que gobiernan a los contratos
nominados más semejantes, siempre que las modalidades del innominado. Este
es un caso de aplicación analógica de las reglas de los contratos nominados e
innominados. En el derecho romano la clasificación tiene una importancia
fundamental. Solo los contratos nominados otorgaban acción para exigir su
cumplimiento. Por el contrario, los innominados o pacta no otorgaban acción sino
en el supuesto de que la otra parte también las cumpliera. En nuestro código tal
distinción ( que por cierto no la hace) no tiene importancia práctica , por cuanto
tanto los nominados como los innominados tienen fuerza obligatoria, y , como
consecuencia, otorga acción para su debido cumplimiento. Vale tanto un contrato
nominado como un innominado.

Responde a tales ideas el Articulo 2479 Cc: Todo contrato legalmente celebrado
es una ley para los contratantes, y no puede ser invalidado, sino por su
consentimiento mutuo o por causas legales.

22
6.2 El contrato de compromiso. Este contrato y el de transacción forman parte
de los contratos que previenen controversias o contratos de comprobación
jurídica. El contrato de compromiso se define como aquel en virtud del cual las
personas entre las que haya surgido una controversia, o aquellas que admitan la
posibilidad de que exista en el futuro, convienen en someter la decisión de esta al
juicio arbitral. El contrato de compromiso no se encuentra regulado en el Código
Civil, “no obstante el lugar en que se encuentra regulado —manifiesta De Pina—
es un verdadero contrato civil”19.1 Es importante distinguir entre contrato de
compromiso y cláusula compromisoria, así como entre juicio arbitral y la amigable
composición.

6.3 Concepto. Rafael de Pina define el contrato de compromiso como “aquel en


virtud del cual las personas entre las que haya surgido una controversia, o
aquellas que admiten la posibilidad de que exista en el futuro, convienen en
someter la decisión de la misma al juicio arbitral”. 20

Valverde, citado por De Pina, lo define como “el contrato por el cual varias
personas se obligan a estar o pasar la decisión que de sus contiendas dicte un
tercero, ya con sujeción a las leyes (árbitros), ya con arreglo a su leal saber y
entender (amigables componedores)”21.

Asimismo, De Pina continúa: No se deben confundir el arbitraje y la amigable


composición; mediante el arbitraje se ejerce una función evidentemente
jurisdiccional, pues la función del árbitro es idéntica a la del juez profesional,
ambas consisten en aplicar el derecho por la vía del proceso; en la amigable
composición, las personas a quienes se encomienda no aplican derecho y, por
tanto, no ejercen jurisdicción, procediendo conforme a su leal saber y entender,
según la fórmula tradicional, es decir, formulando una resolución de la diferencia,
en conciencia, que normalmente se separa del sentido en que el juez profesional

19
DE PINA, Rafael, Derecho civil mexicano, 6a. ed., Porrúa, México, 1986, vol. IV, p. 316
20
Ibid. Pág. 319
21
Ídem.

23
la hubiera resuelto, en el caso de que no hubiese quedado sustraída a su
conocimiento.22

Tampoco se deben confundir el compromiso y la cláusula compromisoria. Al


respecto, Castilla Larrañaga y De Pina 23 comentan: El compromiso y la cláusula
compromisoria pueden diferenciarse claramente, señalando que el primero es un
verdadero contrato y la segunda solamente parte de un contrato.

La cláusula compromisoria suele insertarse en aquellos contratos en que las


partes regulan un conjunto determinado de actos negociables, con ocasión de os
cuales pueden preverse, según los datos de la experiencia, que han de surgir
diferencias que interesa sustraer del conocimiento de los tribunales ordinarios.

Alsina define la cláusula compromisoria como la obligación que contraen las


partes de someter sus diferencias a la decisión de árbitros. Es anterior a toda
controversia y contempla la posibilidad de que ella se suscite; no la determina,
pues generalmente, de antemano, ni designa los árbitros, aunque ningún
inconveniente hay en que lo haga, ni establece las condiciones en que se llevaría
a efecto el arbitraje, todo lo cual se reserva para el compromiso. Señala el autor
citado (Alsina) que los efectos procesales del compromiso y de la cláusula
compromisoria son distintos. La cláusula compromisoria es una promesa de
compromiso, en tanto que éste supone el cumplimiento de aquélla. Reconoce, sin
embargo, que la cláusula no es un antecedente necesario del compromiso que, en
efecto, puede existir sin que ella se establezca previamente.

La cláusula compromisoria no debe ser confundida con el compromiso, ni éste con


ella.

La cláusula compromisoria es aquella que, formando parte de un contrato, tiene


como finalidad la de someter los conflictos que puedan surgir, entre quienes lo
otorgan, con ocasión del mismo, al juicio arbitral o a la amigable composición.

22
DE PINA Rafael y CASTILLO LARRAÑAGA, José. Derecho procesal civil, 20a. ed., Porrúa, México,
1993, parte XI, cap. IV, p. 428.
23
Ídem.

24
No es, por tanto, esta cláusula un contrato, sino parte de un contrato. La
calificación de contrato aplicada a la cláusula compromisoria no es solamente
incorrecta, sino hasta absurda.

La cláusula compromisoria es bastante frecuente en aquellos contratos de tracto


sucesivo en los que las relaciones de las partes, al prolongarse por tiempo
indefinido, dan lugar a cuestiones que, a juicio de los interesados, pueden tener
una solución más rápida, sencilla y económica por medio del arbitraje, que con la
intervención de los órganos jurisdiccionales encargados de la administración de
justicia.

Por su parte, el licenciado Vinicio Hernández del Valle, 24 dice: “En la cláusula
compromisoria no están determinadas las controversias, sino que se estipula o
conviene para controversias futuras; y en el compromiso, ya existiendo ellas, se
someten a determinado árbitro.”

6.4 Clasificación

Bilateral: Porque se originan derechos y obligaciones para ambas partes.

Oneroso. En razón de que se producen provechos y gravámenes recíprocos.

Conmutativo: En virtud de que las prestaciones son ciertas y determinadas desde


la celebración del contrato.

Consensual en oposición a real: Ya que no se necesita la entrega de la cosa


para el perfeccionamiento del contrato.

Accesorio Se celebra con la finalidad de que las partes en que haya surgido una
controversia, o bien, en aquellas que admitan la posibilidad de que exista en el
futuro, sometan la decisión de la misma al juicio arbitral.

6.5 Elementos esenciales.

24
HERNÁNDEZ DEL VALLE, Vinicio, Apuntes de derecho procesal civil, tomados en la cátedra de la materia,
en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Nuevo León, por Juan Cruz Aguilar Jr. y
Caleb Sierra Ramos, año escolar 1943-1944, Monterrey, N.L., p. 57

25
Consentimiento. El consentimiento se define como un acuerdo de voluntades
sobre un punto de interés jurídico. En el caso particular del compromiso, se
presenta cuando las partes están conformes en someter sus controversias
existentes a la decisión de un tercero, quien decidirá según las reglas de derecho
(árbitro) o con arreglo a su leal saber y entender (amigable componedor). En todo
lo demás, el consentimiento sigue las reglas generales relativas a su formación.

6.6 Objeto de manera general las partes tienen el derecho de sujetar sus
diferencias al juicio arbitral, por lo que no existe ninguna duda acerca de qué es lo
que constituye el objeto de este contrato. Sin embargo, no pueden ser objeto del
compromiso:

I. El derecho de recibir alimentos.

II. Los divorcios, excepto en cuanto a la separación de bienes y a las diferencias


puramente pecuniarias.

III. Las acciones de nulidad de matrimonio.

IV. Lo concerniente al estado civil de las personas según el cual puede haber
transacción o arbitramento, sobre los derechos pecuniarios que de la filiación
legalmente adquirida pudieran deducirse, sin que las concesiones que se hagan al
que se dice hijo importen la adquisición de estado de hijo de matrimonio.

V. Los demás casos en que lo prohíbe expresamente la ley.

6.7 Elementos de validez. Son los mismos de todo contrato: Capacidad de las
partes, formalidades, ausencia de vicios de la voluntad, como el error, dolo, mala
fe, violencia y lesión, así como la licitud en el objeto, motivo, fin o condición. Se
aplican a todos ellos las reglas generales de los actos jurídicos. Respecto a estos
elementos, sólo tiene interés estudiar la capacidad y la forma.

26
Capacidad. Capacidad de las partes. Regla general. Todo el que esté en el pleno
ejercicio de sus derechos civiles puede comprometer en árbitros sus negocios.
Además de la capacidad general para contratar y obligarse, se necesita tener la
capacidad de disposición sobre la cosa que forma el objeto del compromiso, pues
si falta a las partes, o a alguna de ellas, la capacidad de disposición, el contrato de
compromiso estará afectado de nulidad relativa.

Tutores. Los tutores no pueden comprometer los negocios de los incapacitados ni


nombrar árbitros, sino con aprobación judicial, salvo el caso en que dichos
incapacitados fueren herederos de quien celebró el compromiso o estableció
cláusula compromisoria. Si no hubiere designación de árbitros se hará siempre
con intervención judicial,

Albaceas. Necesitan del consentimiento unánime de los herederos para


comprometer en árbitros los negocios de la herencia y para nombrarlos, salvo el
caso en que se trate de cumplimentar el compromiso o cláusula compromisoria
pactados por el autor de la herencia.

Síndicos. Los síndicos de los concursos sólo pueden comprometer en árbitros


con unánime consentimiento de los acreedores.

Procurador. Para comprometer en árbitros, el procurador necesita poder o estar


autorizado.

6.8 Capacidad para ser árbitro No hay ninguna regla sobre la capacidad para ser
árbitro, ni en la legislación civil ni en la procesal, por lo que consideramos que se
debe tener la capacidad general, es decir, ser mayor de edad y estar en pleno uso
de facultades mentales. Durante el plazo de arbitraje, los árbitros no podrán ser
revocados sino por el consentimiento unánime de las partes.

El compromiso designará el negocio o negocios que se sujeten a juicio arbitral y el


nombre de los árbitros. Si falta el primer elemento, el compromiso es nulo de pleno
derecho, sin necesidad de previa declaración judicial. Cuando no se hayan

27
designado los árbitros se entiende que se reservan el derecho de hacerlo con
intervención judicial, como se previene en los medios preparatorios.

Los efectos se pueden referir a los del compromiso y a los del laudo o sentencia
del árbitro. En relación con las personas entre las cuales surge una cuestión
susceptible de ser sometida a juicio, Rafael de Pina señala que: El compromiso
produce los efectos de todo contrato, lo que se traduce en la necesidad de realizar
todos aquellos actos jurídicos que se consideren indispensables para que lo
convenido alcance plena satisfacción. Entre estos actos, es inexcusable el del
nombramiento de los árbitros necesarios para la resolución del caso. El
compromiso obliga a las partes a pasar por lo decidido en el laudo arbitral, salvo el
derecho de apelación (excepto que las partes hubieren renunciado a él). Cuando
el compromiso en árbitros se celebre respecto de un negocio en grado de
apelación, la sentencia arbitral será definitiva sin ulterior recurso. El compromiso
produce las excepciones de incompetencia y litispendencia, si durante él se
promueve el negocio en un tribunal ordinario. En cuanto al laudo se refiere, éste
produce los efectos de una verdadera y propia sentencia judicial, no necesitando
entre nosotros, la homologación de ningún órgano judicial,

La ejecución del laudo se lleva a efecto por los mismos trámites de la ejecución de
las sentencias. La obligación de los árbitros de ejercer su función en el caso
concreto que les haya sido sometido surge desde el momento de su aceptación,
de la cual se deriva también el deber del juez de compelerlos a cumplir con sus
obligaciones como tales, así como el de impartirles el auxilio de su jurisdicción. 25

6.9 Utilidad del arbitraje. Sobre esta cuestión las opiniones se encuentran
divididas; mientras unos consideran que el juicio arbitral es de gran utilidad y tiene
indiscutibles ventajas sobre la justicia administrada por jueces profesionales, otros,
por lo contrario, no sólo ponen en duda las ventajas, sino que se manifiestan
partidarios de la supresión. Los primeros consideran que en aquellos lugares en
que la administración de la justicia está encomendada a personas que no son de
25
DE PINA, Rafael, Óp. cit., p. 324.

28
absoluta moralidad y, por tanto, no merecen la confianza que se debe tener a todo
juzgador, el juicio arbitral es de gran utilidad y viene siendo una institución
necesaria para sustraer los negocios a los órganos jurisdiccionales constituidos
por el Estado que no se encuentran cumpliendo con la alta misión que se les ha
conferido. Los que opinan que no debe existir el juicio arbitral se basan
fundamentalmente en que la labor jurisdiccional es una función técnica, que
requiere de personas que tengan la suficiente preparación y necesarios
conocimientos en la ciencia del Derecho para poder cumplir con su misión; ellos
han contestado que la experiencia es muy necesaria para cumplir correctamente
con tal función. Opinamos que el arbitraje posiblemente sea útil en algunos
negocios, pero debido al poco uso que tiene, debe desaparecer. 26

6.10 Término del compromiso

I. Por muerte del árbitro elegido en el compromiso o en la cláusula


compromisoria, si no tuviere sustituto. En caso de que las partes no
hubieren designado el árbitro sino por intervención del Tribunal, el
compromiso no se extinguirá, y se proveerá al nombramiento del
sustituto en la misma forma que para el primero.
II. Por excusa del árbitro o árbitros, que sólo puede ser por enfermedad
comprobada que les impida desempeñar su oficio.
III. Por recusación con causa declarada procedente, cuando el árbitro
hubiere sido designado por el juez, pues el nombrado, de común
acuerdo, no se puede recusar.
IV. Por nombramiento, recaído en el árbitro, de magistrado, juez propietario
o interino por más de tres meses; lo mismo se entenderá de cualquier
otro empleo de la administración de justicia, que impida, de hecho, o de
derecho, la función de arbitraje.
V. V. Por la extinción del plazo estipulado legalmente. El plazo se cuenta
desde que se acepte el nombramiento.” De Pina comenta: “El contrato

26
Ibid. Pág. 330

29
de compromiso se extingue por el cumplimiento, que es la forma natural
y corriente de este fenómeno jurídico, así como por las demás causas
en virtud de las cuales se extinguen, en general, las obligaciones civiles,

VI- CAPITULO III: CONTRATOS RELATIVOS SOBRE LA DECISIÓN DE


CONTROVERSIAS EN NICARAGUA

6.1 La transacción.

30
La transacción es un contrato por el cual las partes, dando, prometiendo o
reteniendo cada una alguna cosa, evitan la provocación de un juicio ponen en
termino al que ya habían comenzado, de manera que se realiza por mutuas y
reciprocas concesiones y renuncias,27 Toda cuestión, este o no pendiente ante los
tribunales, pueden terminarse por transacción. 28 De manera que esta clase de
contrato surge cuando existe de previo una contienda entre las partes, por
ejemplo, A y B se disputan la titularidad de la finca X, y, para arreglar el diferendo
deciden dividirse la mitad cada uno.

En la transacción no se requiere de una conmutativa de las prestaciones, es decir,


no es necesario que los sacrificios o renuncias sean de igual importancia o valor.

6.2 Presupuesto, fin y medio de la transacción.

Como se ha expresado, el presupuesto de la transacción es una previa


controversia o una relación jurídica dudosa (res dubia). Como dice la sentencia del
Tribunal Supremo (STS) español de 17 de octubre de 1924: El contrato de
transacción requiere de una cuestión de anterior que le de vida, ya sea judicial o
extrajudicial, porque no solo tiene lugar para poner término al pleito ya
comenzado, sino para evitar la provocación de cuestión judicial.

La finalidad de la transacción es resolver la disputa, evitar el surgimiento de un


litigio o resolver el ya iniciado, estableciendo así una seguridad jurídica, como dice
el jurista italiano De Ruggiero: el objeto de la transacción es poner fin a la
incerteza de una determinada relación jurídica.

El medio del que valen las partes para confeccionar la transacción son las
concesiones reciprocas (aliquid datum, aliquid retentum).

6.3 Clases y contenido.

27
OROZCO, German: contratos particulares-. UCA. Managua. Nicaragua. 2015. Pág. 113
28
Código civil, Articulo 2176

31
De todo lo expresado, resulta obvio que la transacción puede ser judicial o
extrajudicial. La primera (la judicial) tiene lugar sobre un litigio ya entablado en los
órganos jurisdiccionales y, la segunda, soluciona los conflictos aun no radicados
ante los tribunales.

También se puede clasificar en pura si las reciprocas transacciones recaen sobre


los puntos controvertidos, por ejemplo, el caso de citado en el que se divide l
propiedad disputada, y es compleja cuando para llegar a un acuerdo, se
compensa a una o a las de partes con cosas o derechos extraños a la
controversia, por ejemplo, siguiendo el caso de la propiedad disputada, ambos
contendientes deciden que a uno le quede el dominio total a cambio de que se le
pague una suma de dinero.

Con respecto al contenido de la transacción el articulo 2178 dispone que:

Toda transacción debe contener los nombres de los contratantes; la relación


puntual de sus pretensiones; si hay pleito pendiente, su estado y el Juez ante
quien pende, la forma y circunstancias del convenio y la renuncia que los
contratantes hagan de cualquier acción que tenga el uno contra el otro.

6.4 Capacidad.

En cuanto a la capacidad para realizar esta clase de contratos, el articulo 2182 C


establece: Solo se pueden transigir los que tienen la libre facultad de enajenar sus
bienes y derechos29. Esto no es más que una aplicación del principio que indica
que la capacidad necesaria para transigir es la misma que se requiere para
enajenar (transigere est alienare). De manera que para poder transigir se quiere la
capacidad de obrar o de ejercicio que ostenta los mayores de 21 años o
emancipados o declarados mayores de edad por sentencia judicial.

29
Código civil, Articulo 2182

32
Por otra parte, también se requiere, para poder efectuar la transacción, tener la
libre disponibilidad sobre los bienes o derechos objeto de estos convenios,
conforme al mismo artículo 2182 C (confrontar con artículos 458,251,2200 C)

6.5 Naturaleza Jurídica

Se discute acerca de que, si la transacción es traslativa de derechos, es decir,


transmite a cada parte los derechos que la otra reconoce, o declarativa en el
sentido de declarar o reconocer que, de los derechos discutidos, tales pertenecen
a una parte, y cuales a la otra. En opinión del jurista Albaladejo la naturaleza de
esta figura jurídica puede variar en caso en caso, en el sentido que es declarativa
cuando lo acordado coincida con el verdadero anterior estado objetivo de las
cosas (ya que así resultan reconocidos a cada uno de los derechos que realmente
le pertenecían), en cambio, viene siendo traslativa cuando el acuerdo traspasa a
una parte de los derechos que antes pertenecían realmente a la otra.

Para los juristas Diez-Picazo y Gullón Ballesteros, 30 además de las modalidades


antes vistas, pueden surgir situaciones transaccionales que no encajen en la
naturaleza traslativa ni en la declarativa y nos citan el caso en que ambas partes
renuncian a sus pretensiones, a cambio de eliminar la relación jurídica que causa
la controversia y crean un vínculo jurídico nuevo o modifican el existente. Por
ejemplo, A pretende como arrendador desahuciar a B, arrendatario, por realizar
obras sin autorización en local objeto del arriendo. B aduce que está autorizado en
el contrato. Transigen sus diferencias celebrando un nuevo contrato de arriendo o
modifican el anterior aumentando el costo de la renta. Comentando este se
expresan los juristas aludidos de que hay por ambas partes renuncian a sus
pretensiones, pero no fijación o aclaración de algo.

30
OSTERLING PARO Felipe, CASTILLO FREYRE Mario. La transacción. Pontificia Universidad
Católica del Ecuador. Dialnet-La Transaccion-5085321. Disponible en.
https://www.studocu.com/ec/document/pontificia-universidad-catolica-del-ecuador/derecho-laboral/
dialnet-la-transaccion-5085321/24222350. Consultado el 22/04/2022.

33
Según los maestros españoles Lacruz Berdejo y otros, en rigor, la transacción no
tiene ni efecto declarativo ni efecto traslativo y justifican su aseveración en los
siguientes términos:31

De una parte, la solución transaccional no da la razón ni uno ni a otro de los


transigentes y prescitamente cuando mediante a ella se produce un arreglo
ajustado mediante reciprocas concesiones se hace al contrario de lo que haría
declarativamente un juez aplicando la ley; pero, por otra, si bien la situación final
conlleva con gran probabilidad desplazamiento de valores o cosas a favor de una
las partes, este desplazamiento tampoco es el que preconiza la tesis traslativa,
porque por definición, no podemos conocer su contenido ni el sentido de su
dirección, puesto que tener derecho o razón, o tenerlos en cierta medida, es algo
que solo puede quedar definido y determinado por una sentencia, a la cual, por lo
demás, la transacción no solo no sustituye si no que es también incompatible
respecto a ella.

6.6 Efectos de la transacción.

Con respecto a la transacción extrajudicial, se sostiene que esta tiene los mismos
efectos que un contrato, em ese sentido, nuestra legislación civil determina en el
artículo 2177 C: La transacción se rige por las reglas generales de los contratos en
lo que no esté expresamente previsto en este Título. En efecto, la transacción,
como todo contrato genera un vínculo jurídico que constriñe a las partes no solo al
cumplimiento de expresamente pactado, sino también a todas aquellas
consecuencias que, de acuerdo con la naturaleza de la obligación, se derivan de
la equidad, el uso o la ley (art 2480 C).

En cuanto a transacción judicial, se afirma que tiene un efecto equivalente a la de


una sentencia judicial, como bien lo expresa el articulo 2193 La transacción tiene
respecto de las partes, la misma eficacia autoridad, que la cosa juzgada. Pero
debemos advertir que esta equiparación se hace entre la transacción y la

31
Ídem.

34
sentencia, no desvirtúa las evidentes diferencias entre ellas, como, por ejemplo.
Las sentencias solo pueden recaer sobre una cuestión que está pendiente ante los
tribunales, en cambio, se puede transigir un asunto que todavía no está radicado
ante los órganos judiciales, las sentencias no pueden ser atacadas por vicios del
consentimiento, la transacción si, las sentencia no puede ser atacadas por nulidad,
en cambio los contratos transaccionales sí.

6.7 Invalidez de la transacción.

Nuestro código civil describe varias situaciones en las cuales la transacción no


surte efectos, por ejemplo, se prohíbe esta clase de contratos en temas sobre el
estado civil de las personas, validez del matrimonio, o sobre derechos
irrenunciables; pero si puede transigirse sobre los derechos pecuniarios de la
declaración del Estado civil genere (art 2185 C). como, por ejemplo, las
capitulaciones matrimoniales.

Tampoco se permite transigir sobre el delito, dolo o culpa futura ni de la acción


civil que nazca de ellos ni sobre la sucesión futura o la herencia antes de abrirse el
testimonio del causante. (art 2186 C); en efecto, no olvidemos que la renuncia de
la acción para hacer efectiva la responsabilidad por dolo es nula (art 1861 C). Con
respecto a las pensiones alimenticias ya debidas (art 2186 C)

El articulo 2187 C contempla otro caso de nulidad de las transacciones: La


transacción celebrada con presencia de documentos que después se han
declarado falsos por sentencia judicial, es nula. Comentando este párrafo dice el
jurista Cuadra Zavala.: Si yo hubiera sabido que los documentos eran falsos yo no
habría transigido, o quizás la transacción hubiera sido hecha en condiciones
distintas; mi consentimiento ha sido, pues, viciado por error y puedo pedir la
nulidad, Pero si yo sabía al momento de transigir que los documentos eran falsos,
yo no puedo atacar la transacción.

El párrafo segundo de esta misma norma recién citada establece que: Es nula la
transacción sobre cualquier negocio que este decidido judicialmente por sentencia

35
irrevocable ignorada por los interese o por uno de ellos. Consecuencia lógica,
pues no se olvide que uno de los presupuestos de esta figura contractual es un
litigio pendiente o futuro, de manera que si el asunto ya fue decidido por sentencia
será nula la transacción, por carecer de objeto el contrato. En cambio, para el
jurista Escobar Fornos, si la sentencia firme era del conocimiento de los
interesados, la transacción será válida, pues se supone que las partes no estaban
conforme con la forma en que quedo resuelto el litigio.

El contrato de transacción de verse como un todo, de forma que, si alguna de sus


cláusulas se anula, se anula todo el convenio (art 2194)

Como todo contrato. La transacción puede anularse por vicios del consentimiento8
error, dolo, violencia e intimidación). En este sentido, dispone el articulo 2189 C:
E1 descubrimiento de nuevos títulos o documentos no es causa para anular o
rescindir la transacción si no ha habido mala fe en la otra parte, por haber ésta
conocido y ocultado los títulos.

Finalmente, la transacción también puede rescindirse cuando se hace en razón de


un título nulo, excepto que las partes hayan transado expresamente de la nulidad
(art 2188 C)

6.8 Otros elementos regulados

Nuestro código civil, establece en su Artículo 2176 Toda cuestión, esté o no


pendiente ante los tribunales, puede terminarse por transacción. Artículo 2177 La
transacción se rige por las reglas generales de los contratos en lo que no esté
expresamente previsto en este Título.

Toda transacción debe contener los nombres de los contratantes; la relación


puntual de sus pretensiones; si hay pleito pendiente, su estado y el Juez ante
quien pende, la forma y circunstancias del convenio y la renuncia que los
contratantes hagan de cualquier acción que tenga el uno contra el otro.

36
El artículo 2179 señala que, cuando la transacción previene controversias futuras,
debe constar por escrito, si la cuantía pasa del valor de la suma en córdobas
equivalente a doscientos dólares de los Estados Unidos de América. En los litigios
pendientes cualquiera que sea el valor de la acción, debe hacerse constar por
escrito.

Si la transacción se refiere a un pleito pendiente, puede hacerse en una petición


dirigida al Juez y firmada por los interesados o a su ruego. El Juez, en
consecuencia, previo examen, homologará el acuerdo y dará por terminado el
juicio. En el Artículo 2180. Se agrega la expresión “previo examen, homologará el
acuerdo y” en concordancia con lo establecido en el artículo 101 de la Ley N°. 902,
“Código Procesal Civil de la República de Nicaragua”, publicada en La Gaceta,
Diario Oficial N°. 191 del 9 de octubre de 2015.

Solo pueden transigir los que tienen la libre facultad de enajenar sus bienes y
derechos, además que la transacción hecha por uno de los interesados no
perjudica ni aprovecha a los demás si no la aceptan. El artículo 2184 establece:
Se puede transigir sobre la acción civil proveniente de un delito, pero no por eso si
el delito es de orden público, se extingue la responsabilidad penal ni se da por
probado el delito. No se puede transigir sobre el estado civil de las personas, ni
sobre la validez del matrimonio; más, si la transacción importa adquisición o
pérdida del estado, sí puede transigirse sobre los derechos pecuniarios que de la
declaración del estado civil pudieran deducirse a favor de una persona. Tampoco
puede transigirse sobre derechos irrenunciables.

Es nula la transacción que verse sobre delito, dolo o culpa futuros y sobre la
acción civil que nazca de ellos; sobre la sucesión futura, o sobre la herencia, antes
de abrirse la testamentaría del causante. (Artículo 2186)

También es nula la transacción sobre el derecho de recibir alimentos, pero se


podrá transigir sobre las pensiones alimenticias ya debidas y la transacción
celebrada con presencia de documentos que después se han declarado falsos por

37
sentencia judicial, es nula. Es nula la transacción sobre cualquier negocio que esté
decidido judicialmente por sentencia irrevocable ignorada por los interesados o por
uno de ellos.
Puede rescindirse la transacción cuando se hace en favor de un título nulo, a no
ser que las partes hayan tratado expresamente de la nulidad. (Artículo 2188)sin
embargo, según el artículo 2189 el descubrimiento de nuevos títulos o
documentos no es causa para anular o rescindir la transacción si no ha habido
mala fe en la otra parte, por haber ésta conocido y ocultado los títulos.
También se señala, que en las transacciones ha lugar a la evicción o saneamiento
únicamente en el caso en que, por ellas, una de las partes dé a la otra alguna
cosa que no era objeto de la disputa.
Artículo 2193 La transacción tiene respecto de las partes, la misma eficacia y
autoridad que la cosa juzgada.
Las diferentes cláusulas de una transacción son indivisibles, y cualquiera de ellas
que fuere nula, o que se anulare, deja sin efecto todo el acto de la transacción.
Las transacciones deben interpretarse estrictamente. No reglan, sino las
diferencias respecto de las cuales los contratantes han tenido en realidad
intención de transigir, sea que esta intención resulte explícitamente de los
términos de que se han servido, sea que se reconozca como una consecuencia
necesaria de lo que se halle expreso.

Es importante señalar, que según el Artículo 2196, la transacción entre el acreedor


y el deudor extingue la obligación del fiador, aunque éste estuviere ya condenado
al pago por sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada.

La evicción del bien renunciado por una de las partes en la transacción, o


trasferida a la otra que se juzgaba con derecho a ella, no invalida la transacción, ni
da lugar a la restitución de lo que por ella se hubiere recibido. Ahora bien, según el
artículo 2198 La parte que hubiere trasferido a la otra alguna cosa como suya en
la transacción, si el poseedor de ella fuere vencido en juicio, está sujeta a la
indemnización de pérdidas e intereses; pero la evicción sucedida no hará revivir la

38
obligación extinguida en virtud de la transacción. Si una de las partes en la
transacción adquiriere un nuevo derecho sobre el bien renunciado o transferido a
la otra que se juzgaba con derecho a ella, la transacción no impedirá el ejercicio
del nuevo derecho adquirido.

6.9 El Arbitraje en los contratos en la legislación nacional.

Hay dos perspectivas: primera, se concibe al arbitraje como mecanismo alternativo


de solución de controversias y, segunda, aparecen en el panorama los contratos
estatales como herramientas y formas de actuación del Estado. Estas dos figuras
no son excluyentes y, por el contrario, se configuran como instituciones
complementarias cuyo uso se hace necesario. En los contratos con el Estado se
puede incluir una cláusula compromisoria que autorice dirimir algún conflicto
mediante el Arbitraje.

Entre los medios alternos de resolución de conflictos, el arbitraje en las relaciones


comerciales es una figura que con los años ha venido ganando territorio versus la
resolución de conflicto en los tribunales de Justicia comunes, pues el arbitraje es
un procedimiento por medio del cual el o los árbitros nombrados emiten una
decisión vinculante a las partes en controversia llamado laudo, el que permite
resolver de una forma amistosa cualquier diferencia suscitada en las relaciones
comerciales de una forma rápida e imparcial.

Algunas de las ventajas que ofrece el arbitraje, es que las partes pueden resolver
sus diferencias o conflictos de una forma privada y en un menor tiempo que si
recurrieran a los tribunals de justicia comunes, permitiendo de esta forma a las
partes una vez que la controversia ha sido superada continuar con sus relaciones
comerciales. Asimismo, otra ventaja en el caso de relaciones contractuales que
involucran partes de distintas jurisdicciones es que es una solución de fácil acceso
y la cual les da la tranquilidad a las partes de que un tercero imparcial conocerá de
la controversia y resolverá sobre la misma de forma rápida e imparcial.

39
En Nicaragua, la figura del arbitraje ha estado regulada desde la entrada en vigor
del Código de Procedimiento Civil en enero de 1906, el cual le dedicaba un título
denominado “Juicio por Arbitramiento”. En este cuerpo de Ley se normaba el
nombramiento de los árbitros, tipos de arbitrajes, que asuntos no podían ser
sometidos a arbitraje, entre otros aspectos. Sin embargo, lo anterior quedo
derogado en el año 2005 con la entrada en vigencia de la Ley 540 32, denominada
Ley de Mediación y Arbitraje, la cual es una Ley moderna basada en la Ley
modelo UNCITRAL33 de las Naciones Unidas.

En la Ley 540 se regula tanto la mediación como el arbitraje, tanto de carácter


nacional como internacional, asimismo, indica claramente que quienes tienen
derecho a la utilización de los métodos alternos de controversias para solucionar
diferencias patrimoniales y no patrimoniales, siendo estos toda persona natural o
jurídica incluyendo a el Estado de Nicaragua, exceptuándose en la norma los
arbitrajes de las cuestiones sobre las cuales haya resolución judicial firme, salvo
los aspectos derivados de su ejecución, además, no pueden ser sometidos a
arbitraje las cuestiones que versen sobre alimentos, divorcio, separación de
cuerpos, nulidad del matrimonio, estado civil de las personas, declaraciones de
mayor de edad, y las causas de personas que por cualquier causa no se puedan
representar a sí mismas; además no puede ser objeto de arbitraje las causas en
que deba de ser parte necesaria el Ministerio Publico, ni las que surgen entre un
representante legal con su representando, así como las controversias de índole
laboral. Es importante mencionar que en la Ley se establecen como principios
rectores la preeminencia de la autonomía de voluntad de las partes, igualdad de
las partes, confidencialidad, privacidad, informalidad y flexibilidad del
procedimiento, celeridad, concentración, inmediación de la prueba, buena fe,
principio pro arbitraje, debido proceso y derecho a la defensa.

32
Ley 540, Ley de Mediación y Arbitraje, publicada en La Gaceta Diario Oficial número 122 del 24 de junio de
2005
33
Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional

40
De acuerdo con la Ley el acuerdo de arbitraje se puede adoptar en una cláusula
arbitral contenida en el contrato o bien en la forma de un acuerdo independiente o
autónomo, en cualquiera de los casos siempre debe constar por escrito.

El proceso de arbitraje puede ser derecho o de equidad, en el primer caso el


tribunal arbitral estará compuesto exclusivamente por abogados quienes
resolverán apegados a la Ley que aplique, en el segundo caso el tribunal podrá
estar integrado por profesionales expertos en la materia objeto del arbitraje y
resolverán las controversias “ex aequo et bono” es decir según sus conocimientos
y su sentido de la equidad y la justicia. El tribunal Arbitral siempre deberá ser un
número impar de árbitros. Las partes son libres para convenir o determinar el
procedimiento a que se haya de ajustar el tribunal arbitral en sus actuaciones, así
como el lugar, legislación aplicable e idioma en que se desarrollara el proceso
arbitral, etc.

Dado que uno de los principios rectores del arbitraje es la celeridad, según a la
Ley 540 ningún proceso arbitral puede durar más de 6 meses contados a partir de
la integración del tribunal arbitral, por lo que este es el plazo que el tribunal arbitral
tiene para dictar su laudo, caso contrario el proceso arbitral podría ser declarado
nulo. 

Una vez emitido y notificado el laudo a las partes, la Ley dispone que únicamente
cabe que las partes con notificación a la otra pueda pedir la aclaración o
interpretación de un punto a parte concreta del laudo o la corrección del laudo
arbitral en cuanto a errores de cálculo, de copia o tipográfico o cualquier otro error
de naturaleza similar, así como el solicitar la emisión de laudo adicional a fin de
cubrir reclamaciones formuladas en las actuaciones arbitrales pero omitidas en el
laudo.

 El único Recurso que la Ley 540 establece contra el laudo arbitral es el de


Nulidad, el que se deber interponer en la Sala Civil de la Corte Suprema de
Justicia y el laudo únicamente podrá ser anulado cuando:

41
 se pruebe que una de las partes estaba afectada por alguna incapacidad
que vicio su voluntad,
 que no haya sido notificado de la designación de un árbitro de las
actuaciones o cualquier otra razón por la cual no haya podido hacer valer
sus derechos,
 que el laudo se refiere a una controversia no prevista en el acuerdo de
arbitraje o exceden este,
 o que la composición del tribunal arbitral no se ajustó al acuerdo entre las
partes; o bien cuando el tribunal compruebe que
 Que según la Ley de Estado, el objeto de la controversia no es susceptible
de arbitraje o ii) que el laudo es contrario al orden público del Estado de
Nicaragua.

Como podemos observar, el arbitraje es una herramienta muy útil a fin de resolver
las controversias suscitadas en las relaciones comerciales de todo tipo, y
Nicaragua con su legislación actual se encuentra a la altura de legislación de
países de primer mundo a fin de facilitar la resolución de conflictos, siendo esto a
través de un proceso de arbitraje privado, confidencial y rápido, muy acorde con
en el mundo globalizado en el que vivimos y que requiere celeridad en las
relaciones comerciales y sobre todo en la resolución de las controversias que se
susciten por estas.

6.10 El arbitraje internacional: concepto, ventajas y normativa aplicable en


Nicaragua

En el comercio y la expansión de inversiones transfronterizas pueden dar lugar a


conflictos comerciales de alta complejidad. La posible ruptura de relaciones
comerciales entre inversores de distintas jurisdicciones insta a las partes
contratantes a buscar métodos alternos al proceso judicial para la resolución de
sus diferencias. En muchos casos, los empresarios pueden recurrir al arbitraje
internacional como vía extrajudicial.

42
6.11 El arbitraje internacional

Es un método privado y vinculante de resolución de controversias el cual se


desarrolla ante un tribunal imparcial que proviene del acuerdo entre las partes,
pero que está a su vez regulado y sujeto a la ejecución por el Estado. Se trata de
un mecanismo ampliamente utilizado para la resolución de controversias
comerciales complejas y transnacionales, como los de ingeniería y construcción.

El fundamento de cualquier procedimiento arbitral es la “cláusula arbitral”


contenida en el contrato. Esta cláusula permite a las partes someter cualquier
diferencia en su relación comercial al arbitraje, en lugar de cortes judiciales y
además establece los requisitos necesarios tales como la ley aplicable y el lugar
del  procedimiento.  Con la finalidad de obtener seguridad jurídica en el comercio
internacional, los empresarios tienen la oportunidad de considerar la inclusión de
una cláusula arbitral cada vez que negocian un contrato. A partir de   la cláusula
arbitral se estructura el tribunal arbitral, se adoptan ciertas reglas de procedimiento
y se definen los aspectos esenciales de un proceso arbitral.

Muchos países tienen normas que proporcionan el marco legal para


procedimientos arbitrales. Por otro lado, las partes pueden en muchos casos
convenir a un procedimiento establecido por un organismo internacional.

La mayoría de las instituciones de arbitraje internacional proporcionan reglas que


rigen la resolución de conflictos mediante el arbitraje.  Las reglas más conocidas
de arbitraje incluyen las de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho
Mercantil Internacional (“CNUDMI”), la Comisión Interamericana de Arbitraje
Comercial, la Cámara de Comercio Internacional (“CCI”),  el Centro Internacional
de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (“CIADI”) y el London Court of
International Arbitration (“LCIA”). En cada caso, son los árbitros quienes resuelven
la controversia, dejando a las instituciones la simple tarea de administrar el
arbitraje.

43
Las reglas para el funcionamiento del proceso arbitral suelen ser similares en las
distintas instituciones de arbitraje. El proceso comienza con la presentación de la
demanda, lo cual marca el inicio del proceso arbitral, luego se da la notificación a
la parte demandada, seguido por la contestación de la demanda.  Una vez
contestada la demanda, se realiza la designación de los árbitros y se comunica su
nombramiento.  El tribunal arbitral34   comunica el calendario procesal que delinea
el caso y determina rondas de escritos y argumentos orales. El proceso finaliza
con la emisión del laudo arbitral o decisión final. En muchos casos un laudo
extranjero puede ser sometido a un proceso de aprobación (exequátur) para su
reconocimiento y ejecución.

Ventajas

Las partes de un arbitraje tienen gran autonomía en la configuración del proceso


para la resolución de su disputa.  Las partes pueden escoger la ley aplicable, el
lugar del arbitraje y muchos aspectos del procedimiento arbitral.

Los laudos son ejecutables con mayor facilidad y en más jurisdicciones que las
sentencias de los tribunales nacionales.  Ello debido a la Convención de Nueva
York de 1958, un tratado multilateral sobre el reconocimiento y ejecución de
laudos arbitrales extranjeros ratificado por más de 145 países.

El arbitraje permite resolver una controversia en un foro neutral. Los árbitros no


son funcionarios públicos ni  tienen  vínculos  con los órganos judiciales de los
países de las partes. A diferencia de los tribunales nacionales, los tribunales
arbitrales no tienen ningún poder o competencia inherente; su autoridad nace del
contrato entre las partes y es respaldada por la normativa jurídica.

El arbitraje proporciona mayor privacidad y confidencialidad que un procedimiento


judicial. Las partes pueden establecer el grado de confidencialidad que deseen en
la cláusula arbitral.
34
PERALTA Álvaro J. El arbitraje internacional: concepto, ventajas y normativa aplicable en Nicaragua
29 MAYO, 2020. Disponible en. https://www.amcham.org.ni/el-arbitraje-internacional-concepto-ventajas-y-
normativa-aplicable-en-nicaragua/#:~:text=Normativa%20Aplicable%20en%20Nicaragua,-Nicaragua%20ha
%20promulgado&text=El%20arbitraje%20en%20Nicaragua%20es,UNCITRAL%20de%20las%20Naciones
%20Unidas. Consultado el 30/06/2022.

44
Las partes tienen mayor flexibilidad procesal. Las partes pueden elegir entre un
solo árbitro o un tribunal compuesto por varios árbitros, dependiendo de la
complejidad de la disputa. Los árbitros cuentan con mayor libertad en la aplicación
de las normas jurídicas que los jueces, incluyendo la aplicación de medidas
preventivas tales como órdenes de embargo de activos.

6.12 Contrato de compromiso

El contrato de compromiso como “aquel en virtud del cual las personas entre las
que haya surgido una controversia o aquellas que admiten la posibilidad de que
exista en el futuro, convienen en someter la decisión de la misma al juicio
arbitral”35.

Valverde citado por De pina, la define como “El contrato por el cual varias
personas se obligan a estar o pasar la decisión de que sus contiendas dicte un
tercero, ya con sujeción a las leyes (arbitros, ya con arreglo a su leal saber y
entender (amigables componedores).

“No se deben confundir en arbitraje y la amigable composición – dice de Pina, en


la obra ya citada-, mediante el arbitraje  se ejerce una función evidentemente
jurisdiccional, pues la función del árbitro es idéntica a la del juez profesional,
consistiendo ambas en la aplicación del derecho  por la vida del proceso, en la
amigable composición las personas a quienes se encomienda no aplican derecho
y, por tanto no ejercen jurisdicción, procediendo conforme a su leal saber y
entender según la fórmula tradicional, es decir formulando una resolución de la
diferencia, en conciencia que normalmente se separa del sentido en que el juez
profesional la hubiere resulto, en el caso que no hubiere quedado sustraída a su
reconocimiento”.

“La cláusula compromisoria suele insertarse en aquellos contratos en que las


partes regulan un conjunto determinado de actos negociables, con ocasión de los

35
DE PINA Rafael. Elementos de Derecho civil mexicano, México. Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM). 2016.Ppág., 319,

45
cuales pueden preverse, según los datos de la experiencia que han de seguir
diferencias que interesa sustraer del conocimiento de los tribunales
ordinarios.“aísla define la cláusula compromisoria como la obligación que contraen
las partes de someter sus diferencias a la decisión de árbitros”.

“Es anterior a toda controversia y contempla la posibilidad de que a ella se suscite,


no la determina pues, de antemano, ni designa, generalmente, los árbitros,
aunque ningún inconveniente, hay en lo que haga, ni establece las condiciones en
que se llevaría a efecto el arbitraje todo lo cual se reserva para el compromiso”. 36

La cláusula compromisoria es aquella que, formando parte de un contrato, tiene


como finalidad la de someter los conflictos que puedan surgir entre quienes lo
otorgan, con ocasión del mismo, al juicio arbitral o a la amigable composición.

“No es, por tanto, esta cláusula un contrato, si no parte de un contrato. La


calificación del contrato aplicada a la cláusula compromisoria no es solamente
incorrecta, sino hasta absurda.

Clasificación:

Bilateral: Porque se originan derechos y obligaciones para ambas partes.

Oneroso: debido a que se producen derechos y gravámenes recíprocos.

Conmutativo: En virtud de que las prestaciones son ciertas y determinadas desde


la celebración del contrato.

Consensual en oposición a Real: Ya que no se necesita la entrega de la cosa para


el perfeccionamiento del contrato.

Accesorio: Pues se celebra con la finalidad de que las partes en que haya surgido
una controversia, o bien, en aquellas que admitan la posibilidad de que exista en
el futuro, someterla a decisión de la misma el juicio arbitral.

Cabe mencionar, que este tipo de contrato no se encuentra regulado en nuestra


legislación civil.

36
Ídem.

46
VII- CONCLUSIONES

47
1. La resolución de una controversia contractual exige al juez o árbitro que
conoce de ella la labor de develar el contenido de las estipulaciones
contractuales y las normas que regirán el conflicto, lo que constituye el
fundamento conforme con el cual el juez o árbitro acogerá o rechazará la
pretensión objeto del juicio respectivo.
2. En cuanto al contenido del contrato debemos distinguir la voluntad
expresada por las partes por medio de sus estipulaciones, y también las
prácticas y usos del comercio incorporados por aplicación del principio de la
buena fe. Además, deben delimitarse las normas aplicables que se
superponen, integran o suplen los vacíos de esa voluntad debidamente
interpretadas. Estos son los elementos que nutren al contrato y que
permiten configurar la regla contractual.
3. Siendo el contrato uno de los principales mecanismos de acción de la
administración, la expresión de la libertad contractual de la administración
difiere de la de los particulares. De esta manera, el arbitraje parte de la libre
disponibilidad que tienen las partes del pacto arbitral sobre el objeto del
litigio y de la decisión de someter el conflicto a jueces privados o Árbitros.

VIII- FUENTES DEL CONOCIMIENTO

Fuentes primarias: Legislación.

48
 Constitución política de Nicaragua. Publicada en la Gaceta Diario Oficial
No. 32. Del 18 de febrero del 2014-Managua. Boletín Judicial No.1253-1284
 Ley No. 260, Ley Orgánica del Poder Judicial y Decreto No. 63-99,
Reglamento de la LOPJ. La Gaceta No. 104 2/6/1999. Boletín Judicial No.
 Código procesal civil de Nicaragua, Ley No. 902, Publicada en la Gaceta,
Diario Oficial No. 191, 9 de octubre del 2015. Boletín Judicial No.
 Ley del Notario y sus Reformas. Anexo al código de Procedimiento Civil de
1 de enero de 1906 y sus reformas. Boletín Judicial No.
 Ley que le da Mayor Utilidad a la Institución del Notariado. Ley N° 139 del
28 de noviembre de 1991. Publicada en la Gaceta N° 36 del 24 de febrero
de 1992. Boletín Judicial No.
 Código Civil de Nicaragua. Cuarta Edición Oficial, Publicado en La Gaceta,
Diario Oficial No. 236 de 11 de diciembre de 2019. Boletín Judicial No.
10876-11232
 Ley 540, Ley de Mediación y Arbitraje, publicada en La Gaceta Diario Oficial
número 122 del 24 de junio de 2005

Fuentes secundarias: Doctrina.

 AGUILAR CARBAJAL, Leopoldo. Contratos civiles, Hagtman, México, 1964,


 AGUILÓ REGLA, J. La derogación de normas en la obra de Hans Kelsen.
Doxa. Cuadernos de Filosofía del Derecho, 1991.

 ALBALADEJO, Manual. Tratado de Derecho Civil. Volumen II.

 ALESSANDRI RODRÍGUEZ, A. La nulidad y la rescisión en el derecho civil.


Tomo II. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile. 1982.
 BAENA UPEGUI, M. De las obligaciones en derecho civil y comercial. Legis
Bogotá: 2000,2004.
 CAPITANT, H. Introducción al estudio del derecho civil. Bogotá: Universidad
Nacional de Colombia, 1940)

49
 CASTELLANOS MAZA, Gardenia Enedina Análisis jurídico de la
implicación en el negocio jurídico de la nulidad formal y la necesidad de
diferirla con la nulidad negocial para la interposición de la demanda de
nulidad. Tesis de licenciatura en la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de la Universidad de San Carlos de Guatemala. 2017.
 CHIRINO CASTILLO Joel. Contratos. Editorial Porrúa. México. 2007
 CLARO SOLAR, Luis, Curso de Derecho Civil Chileno Comparado,
Volumen V, Editorial Nacimiento, Santiago de Chile, 1989, p. 7. 10

 CLARO SOLAR, Luis, Curso de Derecho Civil Chileno Comparado,


Volumen V, Editorial Nacimiento, Santiago de Chile, 1989, p. 7. 10

 COLIN Ambrosio y H. Capitán, Curso Elemental de Derecho Civil.

 CRUZ AGUILAR Jr. y Caleb Sierra Ramos, año escolar 1943-1944,


Monterrey, N.L.
 CUEVAS, H. Fundamentos de la economía del mercado. Bogotá:
Universidad Externado de Colombia. 2004,

 DE PINA Rafael y CASTILLO LARRAÑAGA, José. Derecho procesal civil,


20a. ed., Porrúa, México, 1993, parte XI, cap. IV
 DE PINA, Rafael, Derecho civil mexicano, 6a. ed., Porrúa, México, 1986,
vol. IV
 ESCOBAR FORNOS, Iván. Derecho de Obligaciones. Managua-Nicaragua.
Editorial Hispamer. 1997.
 GALGANO, F. La globalización en el espejo del derecho. Buenos Aires:
Rubinzal Culzoni Editores. 2005.
 GAVIRIA GIL, J. A. Apuntes sobre el contrato de concesión mercantil. Foro
del Jurista, 2005.
 GOLDSTEIN, Mabel, Diccionario Jurídico Consultor Magno, Cadiex
Internacional, Buenos Aires- Argentina, 2007
 GONZÁLEZ GÓMEZ, E. De las obligaciones en el Derecho Civil
Colombiano. Bogotá: Gama. 1981.

50
 HERNÁNDEZ DEL VALLE, Vinicio, Apuntes de derecho procesal civil,
tomados en la cátedra de la materia, en la Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales de la Universidad de Nuevo León
 HINESTROSA, F. Tratado de las obligaciones: concepto, estructura,
vicisitudes. Bogotá: Universidad Externado de Colombia. 2007.
https://historiadelderecho.uchile.cl/index.php/RCHD/article/view/24835.
 KELSEN, H. Teoría pura del derecho. México: Editorial Porrúa. 2009.
 LARENZ, K. Base del negocio jurídico y cumplimiento del contrato. Madrid:
Editorial Revista de Derecho Privado. 1956.
 LARGO TABORDA, A. Tensión entre autonomía y buena fe en la
contratación privada contemporánea. Medellín: Universidad de Antioquia,
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. 2012.
 LARREA HOLGUÍN, Juan, Derecho Civil del Ecuador, Primera Edición,
Volumen XII, Guayaquil, 2000,
 MAYORGA, Fernando. Pervivencia del derecho español durante el siglo
XIX y proceso de codificación civil en Colombia. Revista Chilena de Historia
del Derecho, (14), 291-313. 1991. doi:10.5354/0719-5451.2012.24835.
 OSPINA FERNÁNDEZ, G. y OSPINA ACOSTA, E. Teoría general del
contrato y del negocio jurídico. Temis. Bogotá: 2000.

 PARRAGEZ, Luis, Manual de Derecho Civil Ecuatoriano, Editorial


Universidad Técnica Particular de Loja, Loja-Ecuador, 1999

 PARRAGUEZ RUIZ, Luis. Manual de derecho civil ecuatoriano. Ecuador.


Editorial Universidad Técnica particular de Loja Ecuador. 1999.
 PÉREZ GALLARDO, L. De la autonomía de la voluntad y sus límites.
Ponencia en la III Convención Latinoamericana de Derecho. Medellín:
Universidad de Antioquia. 1999.
 PLATA LÓPEZ, L. C. La naturaleza social y económica del contrato.
Revista de Derecho (Universidad del Norte), Colombia. 2005.
 RAMÍREZ BAQUERO, E. La ineficacia en el negocio jurídico. Bogotá:
Universidad del Rosario. 2008..

51
 ROCA MENÉNDEZ, Manuel Vicente, “Derecho de obligaciones II”,
 ROCHA DÍAZ, Salvador en su artículo El contrato de promesa, 1974
 ROMBOLA, Néstor y REBOIRAS, Lucio, Diccionario de Ciencias Jurídicas y
Sociales, Editorial Ruy Díaz, Buenos Aires Argentina, 2004,

 ROMBOLA, Néstor y REBOIRAS, Lucio, Diccionario de Ciencias Jurídicas y


Sociales, Editorial Ruy Díaz, Buenos Aires Argentina, 2004,
 SÁNCHEZ MEDAL Ramón, De los contratos civiles, 11a. ed., Porrúa,
México, 1991

 SISA PACARI, Jorge Amable, La promesa de compraventa de bienes


inmuebles en el marco normativo ecuatoriano. Tesis previa para optar por el
grado de Abogado Universidad nacional de Loja, Repositorio Institucional-
Biblioteca Virtual. Cédula: 1803348109 Fecha: Loja, octubre de 2015 III.
 SOTO COAGUILA, C. A. La contratación masiva y la crisis de la teoría
clásica del contrato. El contrato en una economía de mercado. Bogotá:
Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Jurídicas. 2009.
 TORRE, Abelardo. Introducción al derecho. Editorial Abeledo-Perrot
Buenos Aires. 1965.
 TOSCANA LÓPEZ, F. H. (2012). La pretensión de nulidad de contratos
civiles y mercantiles en Colombia. Revista de derecho privado,

 TREVIÑO GARCÍA, Ricardo. LOS CONTRATOS CIVILES Y SUS


GENERALIDADES. Séptima edición. McGRAW-HILL/INTERAMERICANA
EDITORES, S.A. México. 2008. Pág. 920. ISBN 13: 978-970-10-6399-6
 UBIDES, J. Y PRADA, Y. Unidad del derecho privado en la regulación del
acto jurídico. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, 2012.
 VALENCIA RESTREPO, H. Derecho privado romano. Señal Editora.
Medellín. Colombia. 2008.
 VILLABELLA ARMENGOL, Carlos Manuel. La Investigación y comunicación
científica en la ciencia jurídica. Primera Edición. Editado por el Instituto de
Ciencias Jurídicas de Puebla Departamento Editorial. 2009.

52
 ZAPATA FLÓREZ, J. La causa como elemento estructural de la
contratación conexa. Revista de Derecho Privado (Universidad de los
Andes, Colombia), 2015
 ZAPATA-FLÓREZ Jonathan. Alcance y efectos de la nulidad en los
contratos conexos en el derecho privado colombiano*. Universidad de
Antioquia, Colombia. Revista de Derecho, núm. 52, 2019. Fundación
Universidad del Norte.
 ZARATE TORUÑO, Gioconda Teresa y MARTÍNEZ SÁNCHEZ, Elia María.
Formas de la Escritura Pública como requisito de validez de los contratos.
Monogafa para optar al título de licenciado en derecho. UNAN-León. 2005

Fuentes terciarias

 CABANELLAS, Guillermo, Diccionario Jurídico Elemental. Disponible en:


(http://bibliohistorico.juridicas.unam.mx/libros/8/3834/10.pdf.

 Contratos que previenen controversias. Disponible en:


http://edithlabana.blogspot.com/2018/08/centro-de-estudios-superiores-
en.html.

 DE PINA VARA Rafael. Diccionario de Derecho. Porrúa. México. 2006.


 Diccionario de la lengua española, Edit. Everest S.A., Madrid, España
 La libre formación del consentimiento y los vicios de la voluntad. Consultado
el: 25/09/2020 Disponible en: http://derecho.isipedia.com/segundo/derecho-
civil-ii/derecho-de-contratos/02-los-elementos-del-contrato#TOC-La-libre-
formaci-n-del-consentimiento-y-los-vicios-de-la-voluntad.

 LORENZETTI, R. L. Contratos modernos: ¿conceptos modernos? Nuevos


aspectos de la teoría del tipo contractual mínimo -problemas contractuales
típicos- finalidad supracontractual y conexidad. Revista de la Asociación de
Escribanos del Uruguay 1996. Recuperado de:

53
http://biblioteca3.aeu.org.uy/central/common/show_image.php?
base=baeu&image=/RAEU/080/082-1-33-48.pdf.

 Los elementos de los contratos. Disponible en.


http://derecho.isipedia.com/segundo/derecho-civil-ii/derecho-de-contratos/
02-los-elementos-del-contrato.
 NEME VILLARREAL Martha Lucía. El error como vicio del "consentimiento"
frente a la protección de la confianza en la celebración del contrato.
Disponible en:
https://revistas.uexternado.edu.co/index.php/derpri/article/view/3194/3440

 ORTIZ PALANQUES, Marco. Las Siete partidas de Alfonso X “El Sabio”


como instrumento legitimador. Revista de la Facultad de Filosofía,
Universidad de Los Andes, Venezuela. N° 20 (20). en:
http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/filosofia/article/view/3828.
 OSTERLING PARO Felipe, CASTILLO FREYRE Mario. La transacción.
Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Dialnet-La Transaccion-
5085321. Disponible en. https://www.studocu.com/ec/document/pontificia-
universidad-catolica-del-ecuador/derecho-laboral/dialnet-la-transaccion-
5085321/24222350.

 Vicios del consentimiento- CopceptosJuridicos.com, Disponible en:


https://www.conceptosjuridicos.com/vicios-del-consentimiento/#:~:text=El
%20m%C3%A1s%20com%C3%BAn%20es%20el,le%20habr%C3%ADan
%20llevado%20a%20no

54

También podría gustarte