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CASACIÓN 20220-2015:

En la presente casación se menciona que los dos años de la celebración del contrato, pero dentro de esta
casación se menciona la frase “en todo caso” lo cual hace referencia a una lesión, dado que se da el
momento en que el perjudicado se entera del aprovechamiento del que ha sido víctima y que cuando se hay
caso de autos, la transferencia del inmueble del que venció sus derechos, se llegó a realizar apenas
vencieron los seis meses de efectuada tal venta de derechos, por lo que se evidencia que hay la intención de
que la acción por lesión caduque, denotando que es importante aclarar que la celebración de tal contrato de
venta sub litis se dio el 8 de julio del 2013 y la interposición de la demanda por la lesión se indicó el 15 de
abril del 2015, demostrando que aún se está en la capacidad de obrar. Asimismo, los juristas Moisés de
Espanés y Larroza precisaron que, el plazo de caducidad se computa a partir del momento en que el
perjudicado debe ejecutar la prestación que está a su cargo, así se hace notoria la falta de equivalencia. Por
lo que la víctima no fue inducida a error, ya que esta sabe la deslealtad que hay dentro de la celebración del
contrato.

Con respecto a esta casación, considero que el análisis realizado por la Sala Suprema en principio se da
bajo una debida adecuación a los preceptos constitucionales, por lo que se mantiene un error en la
fundamentación de la resolución. El Art 1454 se demuestra los dos presupuestos para que se configure la
caducidad de la misma, ya que la acción caduca a los seis meses cumplida la prestación a cargo de la
persona que comete la lesión. La norma llega a ser imperativa y por lo que también existen dos
oportunidades para que se dé la configuración de dicha caducidad. Como consecuencia se debe fijar la
atención sobre la norma en especial al cumplimiento de la prestación a caro del lesionante, ya que será
clave el accionar del lesionante porque que como señala De La Puente, la víctima de la lesión celebra el
contrato con la meta de lograr que el lesionante ejecute la prestación a su cargo, porque la falta de esta
prestación que genera su estado de necesidad. Por lo que la víctima está en favor del lesionante, quien
aprovecha su estado para darle condiciones lesivas, por lo no habría interés alguno en pedir que se rescinda
el contrato.

La víctima si realiza la acción por lesión estaría impedida de acceder a los beneficios producidos por el
contrato dado, por lo que la celebración del contrato lesivo dado que de esta forma, si podría haberse
alcanzado el interés primario por el cual se realizó el contrato, para lo que de ejecutado el contrato daría
plazo previsto para la acción, sin embargo, si el lesionante, celebrado el contrato, dilata la ejecución de la
prestación, y como efecto se estaría frente a una caducidad para la acción, es que el segundo supuesto se
llega a activar en la medida que prevé, los supuestos en los cuales el lesionante llega a dilatar la ejecución
de su prestación, este supuesto constituye un criterio en el que se debe llegar a buscar la seguridad jurídica.
Establecida ya la diferencia y la ratio legis de ambas normas, queda evidenciado que el Órgano
Jurisdiccional, llegó a cometer un error en la redacción de dicha resolución ya que se obvió e no aplicó la
norma civil sobre la cabalidad, aspecto que vulnera las garantías del debido proceso prevista en el Artículo
139 inciso 5, que haba sobre la motivación de las resoluciones judiciales, que se ajustarán a los criterios del
ordenamiento jurídico peruano, que la resolución omitió ajustar su motivación conforme a los dos
supuestos previstos en la norma del código civil en concreto del Artículo 1454, lo que generó perjuicio al
demandante; el pronunciamiento de la suprema es válido y se ajusta a derecho.

El derecho a la debida motivación de las resoluciones dadas, llega a obligar a los órganos judiciales a
resolver las pretensiones de las partes que cuestión de manera congruente con los términos en que se den,
sin cometer, por lo tanto, desviaciones que vendrían a ser supuestas como modificaciones o alteraciones del
debate procesal.

Este derecho debe ser respetado siempre que exista una congruencia entre lo pedido y lo que se llega a
resolver; que exprese una justificación suficiente de la decisión tomada.
CASACIÓN 955-2017:

Mediante la resolución de la Sala Suprema de Justicia de Lima da el tema de la rescisión por lesión del acto
jurídico del contrato de compraventa de la sociedad conyugal en favor de Gregoria Lucila Romero
Calderón, se dispuso el cumplimiento de que se dé la devolución a la demandada por la desproporción que
vendría a ser superior a las dos terceras partes.

Mediante un acuerdo de la firma se llegará a analizar si dentro del caso se dan los elementos para aplicar la
figura de la lesión. Por lo que se requiere del análisis del Artículo 1447 de la Constitución que tiene como
elementos a la figura de la desproporción entre las prestaciones que se dan al momento de celebrar el
contrato, es mayor a las dos quintas partes y que en este exista un estado de necesidad apremiante de una
de las partes
Se entiende entonces que la desproporción que existiría se encontraría en relación de causalidad con el
aprovechamiento del estado de necesidad dado. La sociedad conyugal de Victor Enrique Marino Zeballos y
Gregoria Lucila Romero Calderón representados por la empresa liquidadora Welcome Consultores
asociados, presentaron el problema de liquidez que impide como sociedad conyugal puedan cumplir con las
obligaciones crediticias, por lo que solicitaron a la Oficina Descentralizada de INDECOPI, que dé el inicio
del procedimiento concursal ordinario para lograr la reestructuración patrimonial de los créditos, la misma
que no cumplieron. La firma se cuestiona sobre si el accionar es calificado como un estado de necesidad
apremiante por esta parte, por lo que la respuesta que la firma da, sería que no se encontraban en un estado
de necesidad apremiante. La sentencia de la Primera Instancia demostró el hecho indicando que a la fecha
de celebración del contrato de compraventa del bien, el patrimonio de los demandantes se encontraba sujeto
al proceso de la disolución y liquidación del patrimonio regulado por INDECOPI, por lo que habría estado
de necesidad y como consecuencia no existiría un aprovechamiento.

Uno de los principios fundamentales dentro del Derecho de contratos es el “pacta sunt servanda” en el cual
los contratos deben cumplirse en los términos que, bajo la voluntad, se dieron, al respecto Maria L. Palazón
indica que el abuso se da de una situación de debilidad y de una falta de libertad sobre el consentimiento, si
bien la tasación no guarda una concreta relación con la realidad, se puede evidenciar que los demandados
conociendo la inexactitud de la pericia procedieron a celebrar el contrato y a llegar a transferir el bien.

Pero en la sentencia otorgada por la Segunda Sala especializada en lo civil de la corte superior de justicia de
Arequipa, después de darse la apelación por parte de esta sociedad Conyugal, vendría a declararse fundada
la demanda en todos sus extremos, ya que se llegara a demostrar que la empresa Welcome Consultores
Asociados SAC, distorsionó el precio del inmueble, vendiéndolo en 80,000 dólares cuando este tenía un
valor de 426, 409.70 dólares, demostrando así que el precio que se pagó es menor a la quinta parte,
configurándose así mencionado en el artículo 1447 de nuestro C.C..

Añadiendo que se configura el elemento de carácter subjetivo del estado de necesidad, por parte de los
demandantes, ya que estos para evitar que este en quiebra la sociedad conyugal y que su patrimonio sea
rematado por los acreedores, llegan a someterlo al proceso concursal.

Para concluir, la firma ratifica que el estado de necesidad apremiante no se realizó de forma clara, debido
que no se invocó los medios probatorios necesarios, para así lograr esclarecer la resolución de la Sala
Superior; y tal como dispone el inciso 5) Artículo 139 de la Constitución, es un principio de función
jurisdiccional la motivación escrita y motivada de las resoluciones dentro de todas las instancias.

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