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Sol de Mayo-Bandera de Argentina.svg
Historia de la Argentina
Proceso de Reorganización Nacional
1976-1983
Historia precolombina de Argentina
Poblamiento inicial y paleolítico
Culturas agroalfareras
Indígenas
Argentina parte del Imperio español
Descubrimiento y conquista de la Argentina
Gobernación del Tucumán
Gobernación del Río de la Plata
Corregimiento de Cuyo
Virreinato del Río de la Plata
Argentina parte del territorio mapuche
Puel Mapu
Formación del Estado argentino
Independencia
Autonomías provinciales
Organización Nacional
Argentina moderna
República conservadora
Primeras presidencias radicales
La «Década Infame»
Argentina contemporánea
Peronismo y antiperonismo
Durante el apogeo de la Guerra Fría
Recuperación de la democracia y globalización
Kirchnerismo y macrismo
El Proceso de Reorganización Nacionala (PRN)12 o simplemente el «Proceso»b fue una
dictadura cívico-militar que gobernó a la República Argentina entre el golpe de
Estado del 24 de marzo de 1976 y la entrega incondicional del poder a un gobierno
constitucional el 10 de diciembre de 1983. Adoptó la forma de un Estado
burocrático-autoritario y se caracterizó por establecer un "plan sistemático" de
terrorismo de Estado y desaparición de personas.c5
Se inició con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 ejecutado por las Fuerzas
Armadas y sectores civiles, principalmente del empresariado y la Iglesia Católica.
El golpe derrocó a todas las autoridades constitucionales, nacionales y
provinciales, incluyendo a la presidenta María Estela Martínez, imponiendo en su
lugar una Junta Militar integrada por los tres comandantes de las Fuerzas Armadas,
que dictó varias normas de jerarquía supraconstitucional y nombró a un funcionario
militar con la suma de los poderes ejecutivo y legislativo, de la Nación y las
provincias, que recibió el título de "presidente", y cinco funcionarios civiles que
ocuparon la Corte Suprema.
Índice
1 Golpe de Estado
1.1 Antecedentes
1.2 Ejecución
2 Conducción
2.1 Gabinete nacional
2.2 Autoridades provinciales
2.3 Autoridades militares
3 Terrorismo de Estado
3.1 Encarnizamiento contra las minorías
3.2 Secuestro de niños
3.3 Detenidos-desaparecidos
4 Política económica
4.1 Gobierno de Videla
4.1.1 Industria y agricultura
4.1.2 Reforma financiera y «la tablita» de depreciación programada
4.2 Gobierno de Viola
4.3 Gobierno de Galtieri
4.4 Gobierno de Bignone
4.5 Consecuencias
4.5.1 Endeudamiento externo
5 Participación del Plan Cóndor
6 Relaciones internacionales
6.1 Conflicto con Chile
7 Corrupción
8 Política educativa
9 Política cultural
9.1 Quema de libros
9.2 El concepto de «subversión»
9.3 Actos de censura y espionaje
10 Resistencia
10.1 Madres y abuelas de los desaparecidos
10.2 Periodistas
10.3 Juventudes políticas
11 Guerra de las Malvinas
12 Fin del Proceso y consecuencias
12.1 Día Nacional de la Memoria
12.2 Crímenes de lesa humanidad y genocidio
13 Véase también
14 Notas y referencias
14.1 Referencias
14.2 Fuentes
15 Enlaces externos
Golpe de Estado
Antecedentes
La participación de empresarios civiles y de algunos medios de comunicación en los
grupos golpistas de la sociedad argentina también es muy anterior a 1976. Celedonio
Pereda de la Sociedad Rural Argentina denunciaba al gobierno constitucional como
«sovietizante»; Juan Alemann proponía imponer una política de desaparición de
personas desde las páginas del Argentinisches Tageblatt y José Alfredo Martínez de
Hoz colaboró con las fuerzas paramilitares cuando instalaron un centro clandestino
de detención en la empresa Acindar, donde fueron torturados y asesinados varios
militantes sindicales, durante el Operativo Serpiente Colorada del Paraná. Por su
parte, la Santa Sede había designado poco antes como nuncio en Argentina a un
miembro de la logia anticomunista Propaganda Due, Pío Laghi, a la que también
pertenecía el almirante Emilio Eduardo Massera, comandante general de la Armada
Argentina y una de las cabezas de los golpistas. La organización parapolicial
Triple A creada en 1973, siguió operando y tejiendo lazos con los sectores que
preparaban el golpe de Estado; muchos de sus miembros fueron designados por la
dictadura en posiciones estratégicas en la represión.
En mayo de 1975 el general de brigada Jorge Rafael Videla pergeñó una maniobra que
provocó el reemplazo del comandante general del Ejército Argentino Leandro Anaya
por el teniente general Alberto Numa Laplane.10 Laplane duró en su cargo apenas
cien días, lapso durante el cual según la investigadora María Seoane, el dúo
Videla-Viola «conformaría el estado mayor golpista». Tres meses después, Videla
desplazaría a Numa Laplane, mediante un putsch, con el visto bueno de la Embajada
de Estados Unidos.11 Videla pertenecía al sector militar colorado —antiperonista— y
al «profesionalismo prescindente», a diferencia de Laplane que pertenecía al sector
«profesionalista integrado». Los profesionalistas integrados —Carcagno, Anaya y
Laplane— sostenían que las Fuerzas Armadas debían integrarse al orden institucional
bajo las órdenes del poder político. Los profesionalistas prescindentes sostenían
que las Fuerzas Armadas debían mantenerse completamente ajenos a los vaivenes de la
vida política y preservarse como «último baluarte de la Nación».12 Por su parte, el
gobernador de la provincia de Buenos Aires, el sindicalista ortodoxo Victorio
Calabró, de excelentes relaciones con el dúo Videla-Viola, decidió abrir un «bloque
antiverticalista» para enfrentarse a Isabel Perón y operar para promover su
caída.13
Recibimos con satisfacción que las Fuerzas Armadas en el poder hayan ratificado su
voluntad de arribar a un proceso democrático y republicano, que no hayan definido
otros enemigos que los responsables de deshonestidades administrativas y de la
quiebra moral y los que se han marginado voluntariamente del proceso, recurriendo a
la subversión y al terrorismo, y que hayan reconocido la necesidad de los partidos
políticos
Ricardo Balbín, abril de 1976.25
Asimismo se ha señalado el apoyo del Departamento de Estado de los Estados Unidos
al golpe, dos días después de producido el golpe militar del 24 de marzo de 1976,
el entonces secretario de EE. UU. Henry Kissinger, ordenó «alentar» la dictadura y
ofrecerle apoyo financiero. Días antes Kissinger al ser informado de que se
produciría un golpe de Estado, afirmó que quería impulsarlos. En tanto el embajador
norteamericano A. Hill, calificó al golpe como «más civilizado de la historia del
país».26
El pedido de intervención militar era tan visible que, desde la oposición admitían
las reuniones con uniformados, entre ellos el senador radical Eduardo Angeloz
decía: «Debo confesar que en el día de hoy he golpeado las puertas […] de la
Policía Federal, la de algunos hombres del ejército, y el silencio es toda la
respuesta que he encontrado», admitía el senador Eduardo Angeloz, a catorce días
del 24 de marzo.27 Días antes del golpe un grupo de representantes de entidades
judías se reunieron en la sede de la DAIA junto a Videla y Massera donde fueron
prevenidos de los planes de ejecutar el golpe esa misma semana, tras lo cual los
líderes de la comunidad comprometieron su apoyo al mismo a cambio de un crédito
especial para reformar la sede de Pasteur 633, el que sería otorgado dos días
después del golpe. Durante el proceso las instituciones de la comunidad se
mantuvieron en silencio, mostrando la entidad un desprecio hacia los familiares de
las víctimas que acudían a pedirles ayuda para encontrar a sus hijos. Pese a cierto
carácter antisemita de la dictadura esta mantuvo fuertes lazos con la dirigencia de
la comunidad, en especial con la DAIA, donde Videla era invitado habitual a los
brindis de Rosh Hashaná y la dictadura mantuvo estrechos lazos con el Estado de
Israel, convirtiéndose junto a EE. UU. en uno de los principales aliados
internacionales del régimen. A partir de 1977 se estrechan vínculos junto con la
irrupción del Mossad dentro de la SIDE.28En 1977 la asociación judía DAIA con el
objetivo de donar su primera edición al almirante Emilio Massera encargó al
escritor Marcos Aguinis un libro especial.2930 Gracias a sus vínculos con el
almirante Massera parte de la dirigencia de la DAIA bajo la coordinación de Marcos
Aguinis, reconocido escritor de la comunidad, participaría activamente en el diario
Convicción, matutino porteño que llegó a tirar 20 mil ejemplares diarios y hasta 40
mil en tiempos de la Guerra de Malvinas actuara como respaldo político a los planes
de Massera, tanto el diario como varios de sus editores entre ellos Aguinis
quedarían cuestionados en democracia por el desvío de fondos públicos que debían
ser destinados a la alimentación de conscriptos en plena guerra para sostener dicho
diario.31 El periodista Jacobo Timerman, quien después de haber sido secuestrado y
torturado acusó a la DAIA y sus directivos de complicidad con la dictadura y haber
actuado como los Jüdenrat durante el nazismo.
En los diez meses que transcurrieron entre mayo de 1975, cuando Rodrigo anunció su
plan económico, y marzo de 1976, cuando asumió la dictadura militar, la inflación
fue del 481% (casi un 50% mensual).39
Desde mediados de 1975, una delegación de empresarios liderada por José Alfredo
Martínez de Hoz, presidente del Consejo Empresario Argentino se entrevistaba en
secreto con el entonces general Jorge Rafael Videla, comandante en jefe del
ejército, para expresarle la preocupación de los grandes grupos económicos porque
«se estaba impidiendo la libertad de trabajo, la producción y la productividad» y
solicitarle a las Fuerzas Armadas que aseguraran «el imperio del orden sobre todas
las cosas».40 Desde ese momento, las reuniones entre empresarios y militares se
hicieron frecuentes, con la destacada mediación de Jaime Perriaux, director de
empresas como La Vascongada y Citroën. La última de esas reuniones se realizó con
el entonces almirante Eduardo Massera, comandante en jefe de la Armada.40Después
del 24 de marzo de 1976, las organizaciones empresariales comprometidas con el
golpe pasaron a formar parte del área económica del nuevo gobierno cívico-militar.
El Consejo Empresario Argentino, en la persona de su presidente, Martínez de Hoz,
recibió el Ministerio de Economía. La Secretaría de Ganadería le correspondió a la
Sociedad Rural Argentina, representada por Jorge Zorreguieta. El Banco Central le
fue entregado a la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (Adeba),
representado por Adolfo Diz. Como secretario de Programación y Coordinación
Económica fue nombrado Guillermo Walter Klein, de la Cámara Argentina de
Comercio.41
Señora, ¿por qué no se hace un favor a usted misma y nos lo hace a todos?
¡Libérese! ¡Deje la presidencia para que asuma alguien más capacitado!
Bernardo Neustadt49
El 17 de febrero el jefe de los servicios de inteligencia, el general Otto
Paladino, volvió a presionar a Isabel para que renunciase, con el argumento de que
en caso contrario va a «correr mucha sangre». Isabel le transmitió entonces a su
ministro de Defensa, la razón de su postura:
«A las elecciones con muletas», dejó escapar, en alguna ocasión, el líder radical
(Ricardo Balbín). No interesa cuál sea el precio, no importan las consecuencias ni
el estado de la República. Lo importante es llegar... ¿Quizás porque subyugado con
aquellas palabras de Almafuerte supone «curables» los males argentinos cinco
minutos antes que muera la República? ¡Qué increíble ceguera! ¿No cabría pensar,
mejor, con el egregio Lugones, que otra vez LA HORA DE ESPADA se cierne
insoslayable, para bien del mundo?
Diario La Nueva Provincia, 21-02-1976.
En el ámbito internacional, el golpe fue previsto por la inteligencia
estadounidense y anticipado por William P. Rogers al Secretario de Estado de
Estados Unidos, Henry Kissinger, en su reunión semanal el día 24 de marzo de
1976.53 Este expresó su apoyo expresando el interés de Estados Unidos en el golpe,
y su deseo de alentarlos y no hostigarlos, a pesar de las advertencias de William
P. Rogers acerca del probable baño de sangre y las matanzas no solo a terroristas
sino a disidentes en sindicatos y partidos políticos.54
Robert Cox, director del Buenos Aires Herald, en un reportaje, al ser preguntado si
había estado a favor del golpe, respondió: «Por supuesto, el país no aguantaba más
la situación en que estaba sumido».56 El periodista A. Graham-Yooll afirmó: «El
establishment, el país, gran parte de la clase media, yo diría la clase trabajadora
también, apoyó el golpe. Claro que había una enorme parte de la población que
estaba comprometida políticamente que no lo hizo».57 Jorge Fontevecchia escribió
que «en 1976 no se podía saber que la última dictadura sería infinitamente más
cruel y macabra que las anteriores y, aunque duela reconocerlo, una parte muy
numerosa de la sociedad apoyó el derrocamiento del gobierno democrático de Isabel
Perón».58 En mayo de 1978, vísperas del Mundial de Fútbol, aparecieron denuncias
sobre desaparecidos, en tanto el empresario Fontevecchia descalificó en su revista
La Semana la primera denuncia sobre la ESMA producida por un sobreviviente, Horacio
Domingo Maggio, al que llamó «terrorista».5960 Fontevecchia, uno de los principales
empresarios de medios del país, publicó un editorial donde se decía en forma de
«Carta abierta a un periodista europeo»: «Y, por favor, no nos venga a hablar de
campos de concentración, de matanzas clandestinas o de terror nocturno. Todavía nos
damos el gusto de salir de noche y volver a casa a la madrugada».59
Ejecución
Artículo principal: Golpe de Estado en Argentina de 1976
A las 03:10 del 24 de marzo de 1976 el general José Rogelio Villarreal inició el
golpe de Estado diciéndole a la presidenta Isabel Martínez de Perón: «Señora, las
Fuerzas Armadas han decidido tomar el control político del país y usted queda
arrestada».
Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica
indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de
esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva
oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales
encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que
están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su
gabinete.
(Rodolfo Walsh - Carta Abierta a la Junta Militar- Marzo de 1977)65
Una detallada explicación posible de las consecuencias económicas del golpe de
Estado se encuentran en la nota «Una pesada herencia», de Ernesto Hadida, editor de
Invertia Argentina.66
Al día siguiente del golpe, el diario La Nación comunica que se ha impuesto la pena
de muerte en Argentina.
Ese mismo primer día se impuso la pena de muerte y los Consejos de Guerra (Ley
21.264):
Art.1 El que públicamente por cualquier medio, incitare a la violencia colectiva
y / o alterare el orden público, será reprimido por sola incitación, con reclusión
hasta diez años. Art. 2. El que alterare en cualquier forma contra los medios de
transporte, de comunicación, usinas, instalaciones de gas o agua corriente u otros
servicios públicos, será reprimido con reclusión por tiempo determinado o muerte…
Art.5 …el personal militar de las fuerzas de seguridad y de las fuerzas policiales
hará uso de las armas en caso de que la persona incurra en alguno de los delitos
previstos de dos a cuatro precedentes… Art. 7 Créanse en todo el territorio del
país los Consejos de Guerra Especiales Estables…que juntamente con los Consejos de
Guerra Permanente para el Personal Subalterno de las Tres Fuerzas Armadas,
conocerán en el juzgamiento de los delitos que prevé la presente ley. Art 10. La
presente ley será aplicable a toda persona mayor de dieciséis años.
Conducción
La primera Junta Militar se compuso por los comandantes golpistas Jorge Rafael
Videla (Ejército), Emilio Eduardo Massera (Armada) y Orlando Ramón Agosti (Fuerza
Aérea).68 En el curso de la dictadura los integrantes de la Junta Militar fueron
siendo reemplazados. En el cargo correspondiente al Ejército, Videla fue
reemplazado por Roberto Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri y Cristino Nicolaides.
En el cargo de la Marina, Massera fue reempalzado por Armando Lambruschini, Jorge
Isaac Anaya y Rubén Oscar Franco. En el cargo correspondiente a la Aeronáutica
Agosti fue sucedido por Omar Domingo Rubens Graffigna, Basilio Lami Dozo y Augusto
Hughes. Entre el 22 de junio y el 10 de septiembre de 1982 no hubo Junta Militar
debido al enfrentamiento entre las fuerzas.
a) que se trataba de un «proceso» y que como tal «no tenía plazos sino
objetivos»;71
b) que había que «reorganizar» radicalmente al país, implementando reformas que
modificaran profundamente la economía, las relaciones laborales, el sistema
político y la cultura nacional.
«En ejercicio del poder constituyente» la Junta de Comandantes impuso una serie de
«principios liminares», «objetivos básicos», actas y estatutos «para la
Reorganización Nacional», al que deberían someterse todas las otras leyes incluida
la Constitución vigente, en lo que pudiera resultar aplicable aún. Cuatro fueron
las principales normas supraconstitucionales establecidas:
Autoridades provinciales
El esquema del poder dictatorial se completó con la designación de gobernadores en
cada provincia e intendentes en las ciudades. La designación de gobernadores en las
provincias recayó casi siempre en un militar. En el caso de los intendentes de
ciudades, en un gran número de casos se trató de políticos civiles, entre ellas la
ciudad de Rosario, la segunda del país en aquel momento. Los partidos políticos,
explícita o implícitamente, aportaron un total de 794 intendentes de la dictadura,
divididos según la siguiente pertenencia:74
Terrorismo de Estado
Mapa de los Estados que fueron parte del Plan Cóndor. En color verde los países más
activos; en verde claro aquellos que participaron esporádicamente; y en azul los
líderes del plan.
Estas minorías fueron tratadas con especial ferocidad por los represores, creándose
incluso comandos especiales con dedicación exclusiva (como es el caso del Comando
Cóndor, dedicado a perseguir personas homosexuales).87 En el caso de las víctimas
judías, el antisemitismo sistemático llevado a cabo en los distintos centros
clandestinos de detención fue un hecho constatado ya desde el informe Nunca Más83 y
por posteriores investigaciones y trabajos.8990 Los Testigos de Jehová fueron
discriminados durante el servicio militar de sus fieles, no permitiendo la práctica
común llevada a cabo con otros credos religiosos de permitir a sus autoridades el
exceptuarse, y obligando a todos a hacer cuatro años de servicio (tres más que el
resto de los ciudadanos) siendo, además, sometidos a torturas y asesinatos.88 Los
habitantes de las villas miserias vieron como éstas eran arrasadas por los
distintos planes de erradicación,85 sobre todo en el marco de la organización de la
Copa Mundial de Fútbol de 1978.
Secuestro de niños
Artículo principal: Apropiación de menores en el Proceso de Reorganización Nacional
El Proceso llevó a cabo distintas actuaciones relacionadas con los hijos de los
secuestrados, entre los cuales hubo incluso mujeres embarazadas,91 las cuales
dieron a luz, en muchos casos, en cautividad.92
Cuando en los domicilios de los «objetivos» de los grupos de tareas93 había niños,
éstos podían ser secuestrados o dejados en la casa de algún vecino. La práctica
habitual de los grupos de tareas, como el temible Grupo de tareas 3.3.2, fue el
hacer la repartija de los niños secuestrados, dándolos en adopción a familias de
militares o de civiles relacionados con las Fuerzas Armadas. De todos modos, en el
informe Nunca Más también hay testimonios de secuestrados que afirman haber
escuchado los gritos de sus propios hijos mientras eran torturados, lo cual era una
estrategia de tortura psicológica hacia los padres, con el objetivo de
desmoronarlos moralmente.
Fue una práctica habitual, cuando los objetivos recibían la primera sesión de
tortura en su domicilio al momento de ser secuestrados, el realizarlas
independientemente de que pudiera haber niños presentes, los cuales eran testigos
de todo el proceso.
Detenidos-desaparecidos
Véanse también: Detenidos desaparecidos por el Terrorismo de Estado en Argentina y
Detenidos desaparecidos de Argentina.
Un informe a los Estados Unidos enviado por la inteligencia chilena estimaba el
número de desaparecidos en 22 000 personas en 1978.94 Hasta 2003 la Secretaría de
Derechos Humanos de la Nación Argentina tenía registrados 13 000 casos.95 La
CONADEP —Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas—, creada al final de
la dictadura por el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín, reunió las denuncias
judiciales presentadas por víctimas y familiares de 8961 personas desaparecidas
hasta el momento de publicación del informe.96En un documento de la embajada de
Estados Unidos en la Argentina, firmado por el encargado de derechos humanos de la
misma, Allen Harris, se relata que un alto oficial del gobierno le había informado
al nuncio Pío Laghi en 1978 que se «habían visto forzados a “hacerse cargo” de 15
000 personas en su campaña antisubversiva».9798También en 1978, el agente secreto
chileno Enrique Arancibia Clavel, envió un informe con un listado parcial de
personas muertas y desaparecidas entre 1975 y julio de 1978 en Argentina, en el que
afirma que hasta esa fecha se habían listado 22 000 desaparecidos.99100101 El
documento publica parcialmente y revela la existencia de registros individualizados
de las personas desaparecidas, que nunca fueron reconocidos por los responsables o
hallados.
La comunidad LGBT reivindica el uso del número simbólico de "30 400" personas
desaparecidas, debido a la omisión en el informe Nunca más de la Conadep de los más
de 400 casos de personas LGBT desaparecidas, recopilados por la Comisión.107108109
La Conadep ha sido criticada por esa revictimización de las personas desaparecidas
con identidades LGBT y la invisibilización de su memoria.110109111
Las medidas tomadas por Martínez de Hoz en base al ideario liberal incluyeron la
apertura de los mercados y la liberalización del tipo de cambio, apertura a las
importaciones, baja de las retenciones agropecuarias, entre otras. El plan
económico fue presentado el 2 de abril de 1976, y tenía como objetivo explicitado
detener la inflación y estimular la inversión extranjera. A los pocos días del
inicio de la gestión de Martínez de Hoz, el Fondo Monetario Internacional aprobó
con sorpresiva rapidez un crédito de 110 millones de dólares para el país.
Industria y agricultura
El plan de Martínez de Hoz consistía en una reducción arancelaria que llegó a su
máximo nivel en 1978, para darle competitividad a la economía y promover sus
«ventajas naturales». El resultado fue un proceso de importaciones masivas y un
efecto desastroso sobre la industria. Grandes empresas industriales cerraron sus
plantas: General Motors, Peugeot, Citroën, Chrysler, Siam, Decca (Deutz-La
Cantábrica), la planta de vehículos utilitarios de Fabricaciones Militares, Aceros
Ohler, Tamet, Cura, Olivetti, y miles de medianas y pequeñas empresas industriales.
Para 1980 la producción industrial había reducido un 10% su aporte al PBI, y en
algunas ramas como la textil, la caída superó el 15%.119
Apoyado en una política laboral que produjo una profunda reforma de las leyes
laborales, la prohibición de la huelga, la intervención militar de los sindicatos,
y la política represiva del Terrorismo de Estado, Martínez de Hoz decretó el
congelamiento de salarios y contuvo el descontento general, ante una caída del
nivel de vida de la población sin precedentes.
Gobierno de Viola
Artículo principal: Crisis en Argentina de 1981 y 1982
Debido a la imposibilidad por parte de Videla de lograr la estabilidad económica,
en medio de un aumento del desempleo, alta inflación y depreciación del peso, en
marzo de 1981 la junta militar decide desplazarlo y colocar en su lugar al general
Roberto Eduardo Viola. Viola vira hacia un liberalismo económico más moderado,127
nombrando como ministro de economía a Lorenzo Sigaut quien prevenía de la
automotriz FIAT.
Gobierno de Galtieri
Galtieri nombró a Roberto Alemann como ministro de Economía. Las políticas
económicas aplicadas implicaron la restricción del gasto público, la disminución
del circulante, la privatización de bienes estatales y la congelación de los
salarios. Su gobierno estuvo signado por la guerra de las Malvinas que ocurrió en
1982.
Gobierno de Bignone
La derrota en la guerra de las Malvinas, sumada a las crecientes dificultades
económicas, provocó la renuncia del presidente Leopoldo Galtieri y la asunción de
Reynaldo Bignone.
Bignone designó como ministro de Economía a José Dagnino Pastore quien declaró el
«estado de emergencia» frente a los cierres de fábricas, la inflación —que
superaría el 200 % en el año— y la constante devaluación de la moneda. Apenas 53
días después Pastore fue reemplazado por Jorge Wehbe quien lanzó un control de
precios que «puso bajo control del Gobierno los productos de 675 empresas», debido
a «la necesidad de “resguardar el salario real,” amenazado por una “estructura
industrial monopólica”».131
En noviembre de 1982 el titular del Banco Central, Julio González del Solar,
dispone la estatización de la deuda de empresas privadas mediante la circular
251.132133 Esto alcanzó a la deuda de empresas como Alpargatas S.A., Grupo Macri,
Banco de Galicia, FATE-ASTRA, Bunge y Born S.A., Grafa S.A., Molinos Río de la
Plata, Loma Negra S.A, Ingenio Ledesma, Pérez Companc S.A., ACINDAR S.A. y Bridas-
Papel Prensa.134125
Consecuencias
El salario real, sobre una base 100 en 1970, había subido a 124 en 1975. En 1976,
en un solo año, cae bruscamente a 79, el nivel más bajo desde los años '30 (OIT
1988). Nunca más ha vuelto a recuperarse. Adicionalmente la pobreza, que desde los
años '40 se ubicaba debajo del 10%, y que era del 5,8% en 1974, subió al 12,8% en
1980 y al 37,4% de pobreza en 1982 (INDEC, datos correspondientes al Gran Buenos
Aires). El desempleo por su parte, se mantuvo relativamente estable, partiendo de
un 3,8% en octubre de 1975 y dejando un 3,9% en octubre de 1983, con un pico del 6%
en mayo de 1982 (durante la Guerra de Malvinas).135
La inflación anual de tres dígitos fue una constante, junto con el deterioro de la
distribución del ingreso. Entre 1976 y 1990 las familias del decil más opulento en
la distribución del ingreso acrecentaron su participación en la riqueza nacional en
un 33%, mientras que los hogares de los tres deciles intermedios (clase media)
perdieron un 9.5%, y los hogares de los tres deciles más bajos perdieron un 27.5%.
En 1974, antes de la implementación del liberalismo económico, solo un 4.6% de las
personas estaba situado por debajo de la línea de la pobreza, en octubre de 1982
esa proporción alcanzaba al 21% y aumentaría aún más luego del episodio
hiperinflacionario de finales de la década.136
Endeudamiento externo
El nivel de deuda se elevó de 7.875 millones de dólares al finalizar 1975, a 45.087
millones de dólares al finalizar 1983.137 Según el fallo del juez federal
Ballesteros en el caso «Alejandro Olmos c/ Martínez de Hoz y otros s/ Defraudación»
el aumento de la deuda constituyó esencialmente una operación delictiva ejecutada
por empresas nacionales y extranjeras, militares y agentes económicos.138139
Relaciones internacionales
Durante la dictadura militar se tejió fuertes lazos con Estados Unidos, convertido
en el principal apoyo diplomático y económico de la misma153 al mismo tiempo Israel
se convirtió en un fuerte aliado, quién le vendió muy importantes cantidades de
armas mientras la represión afectaba a miembros de la colectividad judía. Además
del suministro de armas, se desarrolló un canal de colaboración entre el Batallón
de Inteligencia 601 y los servicios de inteligencia israelíes, mientras represores
argentinos y militares israelíes coincidían en prestar onerosos servicios
contrainsurgentes en Centroamérica.154Argentina participó en el Plan Cóndor;
operativo de represión antiizquierdista, instrumentado por las dictaduras militares
de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia, en los años 70. Un
ejemplo de coordinación impulsadas por los regímenes de Buenos Aires y La Paz fue
el secuestro y posterior asesinato del expresidente boliviano, general Juan José
Torres, asilado en Buenos Aires, a principios de junio de 1976. La diplomacia
militar argentina concentró todos sus esfuerzos en atraer a Bolivia a su esfera de
influencia. El 17 de julio de 1980 un grupo de militares estrechamente ligados al
narcotráfico, liderados por Luis García Meza y su lugarteniente Luis Arce Gómez con
apoyo activo de la dictadura militar argentina , con apoyo de paramilitares y de
militares argentinos, la acción de un comando terrorista de derecha denominado los
Novios de la Muerte y organizados por el criminal nazi Klaus Barbie y el mafioso
italiano Marco Marino Diodato, encubiertos por la CIA, produjeron un nuevo
sangriento golpe de Estado, derrocando al gobierno democrático de Lidia Gueiler e
impidiendo la asunción del presidente progresista Hernán Siles Suazo cuyos
objetivos de Meza estaban establecer una política económica de libre mercado y el
combate al comunismo.155156 Aquella asonada instaló la «narco-dictadura» de Luis
García Meza, que asesinó, ese mismo día, al dirigente socialista Marcelo Quiroga
Santa Cruz, entre otras víctimas y desaparecidos.
Corrupción
El Proceso se vería salpicado por diversos hechos de corrupción, entre ellos los
que pesaron sobre el Ente Autárquico Mundial '78 creada en 1976 por decreto de
Jorge Rafael Videla el fin de organizar la Copa Mundial de Fútbol de 1978. La
organización del campeonato un costo diez veces mayor previsto al inicio. El primer
presidente del comité fue fusilado, según se sospecha, por su sucesor.158La gestión
del mundial 78 estuvo rodeada de secreto, en parte gracias al decreto 1261/77, que
permitía que el EAM '78 pudiera atenerse a la reserva en su gestión. De los 517
millones de dólares estadounidenses de la época que el Mundial costó —más del
cuádruple del costo declarado por España para la organización de la edición de 1982
— se ignora la administración, pues nunca se dispuso de un balance contable del
mismo. La organización del campeonato un costo diez veces mayor previsto al inicio.
Las internas de los militares incidieron en esto.158159El 21 de junio de 1978
estalló una bomba en la casa del secretario de Hacienda de Juan Alemann, que días
atrás había cargado duramente contra Carlos Alberto Lacoste y los despilfarros en
la organización mundialista. El Mundial le salió a la Argentina unos 517 millones
de dólares, 400 más que los pagados por España en la siguiente edición de 1982 y
fue considerado como un «monumento a la corrupción».160Se denunció que eran
frecuentes la falta de transparencia en el manejo de fondos.161El organizador
designado por Videla para organizar dicho mundial sería, ya en democracia procesado
por administración fraudulenta como funcionario público.162163La Cámara Federal de
Buenos Aires consideró que Carlos Alberto Lacoste nunca suministró explicaciones
suficientes y satisfactorias sobre cómo su patrimonio económico haya podido
incrementar en un total de 443% entre los años 1977 y 1979, tal como denunció la
fiscalía nacional en 1984. Fue además procesado por administración fraudulenta como
funcionario público.164165 También se llevarían denuncias sobre negociados
espurios, como la construcción de las autopistas en Buenos Aires y el vaciamiento
de entidades financieras y apropiación ilegal de empresas, como la firma Mackentor
en Córdoba.166En medio, negociados espurios, como la construcción de las autopistas
en Buenos Aires, la organización del Mundial de Fútbol de 1978 y el vaciamiento de
entidades financieras y apropiación ilegal de empresas, como la firma Mackentor en
Córdoba167
Política educativa
Según Pablo Pineau, la característica central de la política educativa de la
dictadura fue poner fin a la “escuela única” vigente históricamente en la
argentina, igualitaria para todos, que equilibraba las diferencias y las
desigualdades para la población que concurría.171 Con medidas estructurales,
financieras, organizacionales, curriculares y didácticas, la dictadura fortaleció
sus mecanismos de segmentación y diferenciación interna.171
Política cultural
Artículo principal: Política cultural del Proceso de Reorganización Nacional
El Proceso de Reorganización Nacional tuvo una política cultural y educativa en
sintonía con su política represiva del terrorismo de Estado. Esta política incluyó
una estricta censura previa. El gobierno militar creó un grupo especial encargado
de controlar y censurar todo tipo de producción científica, cultural, política o
artística.
Quema de libros
La dictadura llevó a cabo una sistemática labor de censura, en la cual se quemaron
cientos de miles de libros. Así pues, de editoriales como el Centro Editor de
América Latina se quemaron 1 500 000 de ejemplares, y de Eudeba unos 90 000.172
La quema de libros más grande que concretó la dictadura fue con materiales del
Centro Editor de América Latina, el sello que fundó Boris Spivacow, quien además
tuvo un juicio «por publicación y venta de material subversivo». Él fue sobreseído,
pero el millón y medio de libros y fascículos ardieron en un baldío de Sarandí.
El concepto de «subversión»
Durante el Proceso de Reorganización Nacional, la conducción militar definió en un
sentido sumamente amplio el concepto de «subversión». Para la Junta Militar de
Gobierno y sus principales personeros, todo aquel que no estuviera alineado con los
criterios y objetivos de los golpistas, estaba «infiltrado» por el «germen»
subversivo. Los principales jefes de las Fuerzas Armadas compartían esta posición y
lo explicitaron en sucesivas declaraciones públicas, que potencialmente ubicaban
dentro del espectro «subversivo» a gran parte de la población:
Para obtener sus objetivos [los subversivos] han usado y tratan de usar todos los
medios imaginables: la prensa, las canciones de protesta, las historietas, el cine,
el folklore, la literatura, la cátedra universitaria, la religión…
Almirante Armando Lambruschini
El teatro, el cine y la música se constituyeron en un arma temible del agresor
subversivo. Las canciones de protesta, por ejemplo, jugaban un papel relevante en
la formación del clima de subversión que se gestaba: ellas denunciaban situaciones
de injusticia social, algunas reales, otras inventadas o deformadas.
Teniente general Roberto Viola
En nuestros días, se ha consumado lo peor que podía ocurrir y de las más funestas
consecuencias: la infiltración de las ideologías marxistas en el sentido nacional
y, más aún, en el nacionalismo argentino y en la Iglesia católica apostólica
romana.
General Manuel Bayón, director de la Escuela Superior de Guerra, 1977
Hasta el presente, en nuestra guerra contra la subversión no hemos tocado más que
la parte alta del iceberg [...] Ahora es necesario destruir las fuentes que forman
y adoctrinan a los delincuentes subversivos, y esta fuente se sitúa en las
universidades y en las escuelas secundarias. La influencia más peligrosa es la
ejercida por los universitarios formados en el extranjero, y más precisamente en la
Sorbona, Dauphine y Grenoble, que de inmediato transmiten el veneno con el cual
intoxican a la juventud argentina.
Acdel Edgardo Vilas, general de brigada, 2.º comandante del V Cuerpo de Ejército,
1976
A partir de una simple composición sobre las estaciones del año, un maestro
subversivo o un idiota útil comentará a sus alumnos la posibilidad de combatir el
frío según los ingresos de cada familia (…) Para los educadores: inculcar el
respeto por las normas establecidas; inculcar una fe profunda en la grandeza del
destino del país; consagrarse por entero a la causa de la Patria, actuando
espontáneamente en coordinación con las Fuerzas Armadas, aceptando sus sugerencias
y cooperando con ellas para desenmascarar y señalar a las personas culpables de
subversión, o que desarrollan su propaganda bajo el disfraz de profesor o de alumno
(…) Para los alumnos: comprender que deben estudiar y obedecer, para madurar moral
e intelectualmente; creer y tener absoluta confianzas en las Fuerzas Armadas,
triunfadoras invencibles de todos los enemigos pasados y presentes de la Patria.
General de división Luciano Benjamín Menéndez
Actos de censura y espionaje
El gobierno de la Junta Militar dispuso una serie de procedimientos para
«neutralizar el germen subversivo». Estas fueron algunas de las acciones
emprendidas:
Léxico marxista para uso de los alumnos: [...] Lo primero que se puede detectar es
la utilización de un determinado vocabulario que, aunque no parezca muy
trascendente, tiene mucha importancia para realizar este «trasbordo ideológico» que
nos preocupa. Así, aparecerán frecuentemente los vocablos diálogo, burguesía,
proletariado, América latina, explotación, cambio de estructuras, capitalismo.
Historia, Formación Cívica, Economía, Geografía y Catequesis en los colegios
religiosos, suelen ser las materias elegidas para el adoctrinamiento subversivo.
Algo similar ocurre con Castellano y Literatura, disciplinas de las que han sido
erradicados los autores clásicos, para poner en su lugar a «novelistas
latinoamericanos» o «literatura comprometida» en general.
Otro sistema sutil de adoctrinamiento es hacer que los alumnos comenten en clase
recortes políticos, sociales o religiosos aparecidos en diarios y revistas, que
nada tienen que ver con la escuela. Es fácil deducir cómo pueden ser manejadas las
conclusiones.
Asimismo, el trabajo grupal que ha sustituido a la responsabilidad personal puede
ser fácilmente utilizado para despersonalizar al chico, acostumbrarlo a la pereza y
facilitar así su adoctrinamiento por alumnos previamente seleccionados y entrenados
para «pasar» ideas.
En el mismo año, el decreto 3155 prohibió la distribución, venta y circulación de
los relatos infantiles Un elefante ocupa mucho espacio (de Elsa Bornemann), y El
nacimiento, los niños y el amor (de Agnes Rosenstichl) —ambos de Ediciones
Librerías Fausto—, por tratarse de «cuentos destinados al público infantil con una
finalidad de adoctrinamiento, que resulta preparatoria para la tarea de captación
ideológica del accionar subversivo».175El decreto 538, de mayo de 1978, estableció
para profesores y maestros la lectura y comentario obligatorio del folleto
Conozcamos a nuestros enemigos, cuyo contenido resumió el diario La Prensa en ese
mismo mes:
Días antes de celebrarse en Buenos Aires la Semana del Cine Español (del 23 al 31
de julio de 1979) el interventor del Instituto Nacional de Cinematografía, capitán
Bitleston, señaló la «inconveniencia» de presentar varios de los filmes
seleccionados por la Dirección General de Cinematografía de España para ser
exhibidos en Buenos Aires. Los directores y productores españoles, enterados de la
censura previa, se negaron a enviar sus películas, lo que motivó la postergación
sine die del evento.
Resistencia
Las madres y abuelas de los desaparecidos han llevado a cabo una militancia desde
los mismos comienzos de la dictadura hasta la actualidad.
Periodistas
Una orden de la Secretaría de Información Pública prohibió la publicación de
información relacionada con desapariciones, descubrimientos de cadáveres,
enfrentamientos armados y cualquier otro hecho de este tipo. Testimonió Cox que
todos los funcionarios de diferentes escalas del gobierno que entrevistó en esa
época, le sugirieron que no efectuara publicaciones de ese tipo, aunque nunca nadie
le exhibió un decreto firmado que lo dispusiera, ya que incluso en el caso de la
orden de la Secretaría de Información Pública, sólo se le entregó, a su pedido, el
contenido de la disposición por escrito, pero en papel sin membrete y sin firma.177
Además de la labor de exaltación del régimen llevada a cabo por los principales
medios gráficos de la época (las revistas Somos, Para ti y Gente, los periódicos La
Prensa, Clarín, La Nación, La Tarde184 y La Razón)178 la afinidad con el gobierno
también sirvió a algunos grupos editoriales para hacerse con el control de empresas
rivales, las cuales tenían sus propietarios detenidos, como fue el caso de la
empresa Papel Prensa, que acabó siendo propiedad de Clarín, La Nación y La
Razón.178
El 2 de abril de 1982, marcharon a la Plaza de Mayo junto con los que concurrieron
espontáneamente, pero levantando consignas, escritas en panfletos y carteles de la
época, como "Malvinas sí, dictadura no" o “Malvinas sí, democracia también”. Estos
hechos no fueron “espontáneos”, sino organizados, producto de la marcha acordada en
decenas de comités conformados con reclamos y banderas propias en colegios,
universidades, barrios, que fueron los mismos que concurrieron a repudiar a la
cúpula militar cuando se dio su derrota y rendición.189
El hundimiento del ARA General Belgrano fue uno de los golpes más duros del Reino
Unido contra Argentina.
Artículo principal: Guerra de las Malvinas
En diciembre de 1981 la Junta Militar comenzó a preparar secretamente la invasión
de las Malvinas.190 Argentina considera que las islas Malvinas, Georgias y Sandwich
del Sur constituyen territorios propios usurpados por el Reino Unido en 1833.
La resistencia popular cada vez más fuerte giró a favor de la acción militar.193 La
mayoría de los dirigentes políticos apoyaron al hecho.193 A modo de ejemplo Oscar
Alende dijo:
Afortunadamente, éste es un día en que los argentinos podemos afirmar, con el pecho
bien ancho, que las Fuerzas Armadas han interpretado el sentimiento y el
pensamiento popular, en la integración de nuestro territorio nacional, porque las
Malvinas y toda su esfera habían sido realmente usurpadas en 1833.
El Reino Unido envió la Fuerza de Tareas 317 para desalojar a los argentinos y
restablecer el gobierno británico en las islas.194
Archivo:Informe.final.dictadura.1983.ogv
Informe Final de la Junta Militar sobre la guerra contra la subversión y el
terrorismo.
La dictadura se vio forzada a entregar el poder hacia 1983. La derrota en Malvinas
aceleró su caída.206 El 1 de julio de 1982 Bignone asumió como presidente.202 La
Armada y la Fuerza Aérea abandonaron el gobierno, y el Ejército asumió la
conducción total.207 La Junta Militar se había disuelto el 23 de junio anterior.208
Las Fuerzas Armadas planeaban prolongarse en el poder hasta el 29 de marzo de 1984,
fecha en la cual Bignone entregaría el mando. Pero eventualmente se vieron
obligadas a adelantar el traspaso del poder por su fracaso militar, político y
económico.209 Bignone condujo el último gobierno para ello.209
Archivo:NUNCA MAS.ogv
El fiscal Julio César Strassera solicita la pena de reclusión perpetua para la
Junta Militar y menciona la famosa frase «Nunca más».
El gobierno radical ordenó el juzgamiento de los principales responsables del
terrorismo de Estado en el llamado Juicio a las Juntas, con la participación
destacada del fiscal Julio César Strassera. La sentencia condenó a los integrantes
de las Juntas Militares a penas por delitos de lesa humanidad, incluyendo la
reclusión perpetua de los principales responsables. Era la primera vez que se
enjuiciaba a quienes detentaron la suma del poder público sin más armas que las
leyes. Se los enjuició por los mismos tribunales que pueden enjuiciar a cualquier
ciudadano, aplicando el Código Penal vigente en la república desde 1922. Este fue
un hecho único en el mundo, que sentó precedentes para que se incluyera en el
Código Penal la figura de la desaparición forzada de personas, imitada por varios
países y que logró a la vez que la ONU la declarara delito de lesa humanidad.
En 1989 y 1990, el presidente Carlos Menem dictó indultos que beneficiaron a los
funcionarios del Proceso y a los jefes guerrilleros que continuaban judicialmente
comprometidos. La situación de impunidad en Argentina determinó que los familiares
de los desaparecidos buscaran apoyo en el exterior, por lo que desde 1986 se
iniciaron procesos penales contra miembros de la dictadura militar en España,
Italia, Alemania y Francia, por desaparecidos de esos países. En 2004 el Tribunal
de la ciudad de Núremberg, Alemania, emitió órdenes de captura y extradición contra
Jorge Rafael Videla y Emilio Massera; no obstante, quedaron en prisión domiciliaria
por otros crímenes no alcanzados por el indulto, como la apropiación de hijos
nacidos durante el cautiverio de sus padres.
El 15 de abril de 1998, por la ley 24 952210 se derogaron las leyes de Punto Final
(N.º 23492) y Obediencia Debida (N.º 23521), que posteriormente, el 2 de septiembre
de 2003, fueron declaradas «insanablemente nulas» (Artículo 1.º) por la Ley
25779211 El 14 de junio de 2005, la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró
la inconstitucionalidad de las leyes mencionadas anteriormente, además de
establecer la validez de la ley de nulidad.
Marcha por los desaparecidos en ocasión del trigésimo aniversario del Proceso de
Reorganización Nacional.
El 15 de marzo de 2006, la ley 26085212 declara al 24 de marzo como Día Nacional de
la Memoria por la Verdad y la Justicia, en conmemoración al terrorismo de Estado y
crímenes de lesa humanidad cometidos durante el Proceso, al cumplirse 30 años del
golpe que derrocara a María Estela Martínez de Perón. Se establece como feriado
nacional inamovible.