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Trabajo Práctico N° 8: Terrorismo de Estado

1-¿Qué es el terrorismo de Estado?

2-¿Cuándo se inició el terrorismo de Estado en Argentina y cuál era su objetivo?

3-¿Cuáles fueron los efectos del terrorismo de estado en Argentina?

4-¿Cuántos fueron los golpes de Estado en Argentina y cuál fue el objetivo del golpe
de estado del año 1976?

5- Explica en qué consistía el movimiento de los derechos humanos durante la


democracia y cuáles fueron algunos de de sus logros.

Contenido Teórico

Página 47 y 49

Ver el siguiente video acerca del terrorismo de estado a través de la dictadura cívico
militar 1976-1983

https://www.youtube.com/watch?v=Dhvn6fjk1nM&t=103s

El terrorismo de Estado consiste en la utilización de métodos ilegítimos por parte de


un gobierno, los cuales están orientados a producir miedo o terror en la población
civil para alcanzar sus objetivos o fomentar comportamientos que no se producirían
por sí mismos.

Acciones consideradas como parte del Terrorismo de Estado

-Uso de la coacción o persecución ilegítima, el secuestro, desapariciones


forzosas, la tortura, el asesinato o ejecución extrajudicial.

-Creación, normalmente en secreto, de organizaciones terroristas


clandestinas convencionales -reales o simuladas-, apoyo a las mismas o negligencia
deliberada en su persecución. Estas organizaciones se presentan como extremistas
de las fuerzas opositoras, lo que otorga justificación a sus promotores frente a la
opinión pública.

-Instrucción o inducción a la tropa propia para que actúe de tal manera que
cause terror en la población civil del enemigo, o negativa a introducir medidas que
limiten o persigan tales acciones.

-Realización abierta de operaciones militares con el mismo objetivo, que se


suelen denominar "encaminadas a romper la moral del enemigo", normalmente
mediante el uso de armas estratégicas u otro armamento cuyas características
produzcan un grave estado de inseguridad y temor en la población civil.

-Creación de una política de emigración que impida a la propia población el


abandono del país, bajo pena de prisión o muerte, o bien la promoción del exilio
personas desafectas y críticas con el gobierno.

El Terrorismo de Estado terminó en 1983, y la situación de los derechos humanos


en Argentina ha mejorado mucho. Al abrirse la posibilidad de condenar por
genocidio los crímenes de Estado durante ese período, se ha comenzado a juzgar a
militares, sacerdotes, policías, entre otros. Sin embargo, el destino de muchos de
los 30.000 desaparecidos durante la dictadura militar sigue siendo un enigma. Por
muchos años, leyes conciliatorias evitaron la investigación y el castigo, habiéndo
condenado sólo a los jefes de las cúpulas militares, indultados años después.
Finalmente han sido anuladas y algunas investigaciones comienzan a reactivarse.
Niños, ahora adultos, que fueron arrancados de los brazos de sus madres
desaparecidas, siguen viviendo con sus familias adoptivas (muchas veces parientes
o amigos de los mismos asesinos de sus padres). Sus abuelos y familiares
(nucleados en la asociación Abuelas de Plaza de Mayo) los siguen buscando hasta
la actualidad.

En 1955 un sector de la Armada junto con sectores del anti peronismo


bombardearon la Plaza de Mayo el 16 de septiembre causando más de 350 muertos
y 2000 heridos, el acto fue declarado décadas más tarde como delito de lesa
humanidad y como un acto de terrorismo de Estado. En 1955 durante la dictadura
de Pedro Eugenio Aramburu intervinieron todos los sindicatos y la Confederación
General del Trabajo (CGT), y se dispuso el encarcelamiento de más de 9000
dirigentes sindicales. Se inhabilitaron más de 150 000 delegados de fábricas y se
encarcelaron cientos de dirigentes justicialistas. A mediados de octubre de 1956
Comandos Civiles atacaron los locales sindicales y los tomaron a punta de pistola.
Produciéndose cientos de casos de torturas y vejaciones a presos políticos.8En
1956 durante la misma dictadura se produjeron los Fusilamientos de José León
Suárez donde se reimplantó la pena de muerte en Argentina, prohibida por la
Constitución desde 1853, este hecho fue considerado uno de los primeros
antecedentes de terrorismo de estado a gran escala en Argentina.

Los gobiernos militares del período de 1976 a 1983 impulsaron la persecución, el


secuestro, la tortura y el asesinato de manera secreta y sistematizada de personas
por motivos políticos y religiosos en el marco de lo que se conoce como el
Terrorismo de Estado en Argentina.
Les dejo el siguiente enlace para comprender el alcance y los efectos del terrorismo
de estado en Argentina
http://www.jus.gob.ar/media/1020553/recursos_period_05_salud__mental1.pdf

El Proceso de Reorganización Nacional o simplemente el «Proceso» fue una


dictadura cívico-militar que gobernó a la República Argentina entre el golpe de
Estado del 24 de marzo de 1976 y la entrega incondicional del poder a un gobierno
constitucional el 10 de diciembre de 1983. Adoptó la forma de un Estado
burocrático-autoritario y se caracterizó por la continuación un "plan sistemático" de
terrorismo de Estado y desaparición de personas iniciado durante el mandato
constitucional de María Estela Martínez de Perón, a partir del llamado "Decreto de
aniquilamiento" del año 1975.

Se inició con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 ejecutado por las Fuerzas
Armadas. El golpe derrocó a todas las autoridades constitucionales, nacionales y
provinciales, incluyendo a la presidenta María Estela Martínez, imponiendo en su
lugar una Junta Militar integrada por los tres comandantes de las FF. AA., que dictó
varias normas de jerarquía supraconstitucional y nombró a un funcionario militar con
la suma de los poderes ejecutivo y legislativo, de la Nación y las provincias, que
recibió el título de "presidente", y cinco funcionarios civiles que ocuparon la Corte
Suprema.

Los objetivos declarados del Proceso de Reorganización Nacional fueron combatir


la "corrupción", la "demagogia" y la "subversión", y ubicar a la Argentina en el
"mundo occidental y cristiano". Estableció un nuevo modelo económico-social
siguiendo los lineamientos ideológicos del llamado neoliberalismo, recién surgido,
impuesto a través de una masiva violación de derechos humanos, en línea con el
Plan Cóndor, dirigida contra un sector de la población calificado como "populistas",
"zurdos", "izquierdistas" o "subversivos". La dictadura produjo miles de
desapariciones, asesinatos, torturas, violaciones, apropiación de menores, exilios
forzosos, etc, que ha sido judicialmente calificado como genocidio. La dictadura
contó con el apoyo o la tolerancia de los principales medios de comunicación
privados y grupos económicos, la Iglesia católica y la mayor parte de los países
democráticos del mundo.

El 10 de diciembre de 1983, la dictadura, debilitada tras la derrota en la guerra de


las Malvinas contra el Reino Unido, sucedida un año y medio antes, se vio obligada
a entregar el poder sin condiciones a un gobierno elegido libremente por la
ciudadanía. Ese día, que luego sería oficialmente establecido como Día de la
Restauración de la Democracia, asumió sus funciones el presidente Raúl Alfonsín,
las dos cámaras del Congreso de la Nación, los gobernadores y legislaturas de las
22 provincias que existían en ese momento y las autoridades municipales
democráticas. La Corte Suprema dictatorial había cesado dos días antes, mientras
que la nueva Corte Suprema designada por el presidente Alfonsín con acuerdo del
Senado, asumió el 23 de diciembre.

En Argentina, los seis golpes de Estado exitosos se realizaron durante el siglo XX,
en 1930, 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976. Los cuatro primeros establecieron
dictaduras provisionales, en tanto que los dos últimos establecieron dictaduras de
tipo permanente según el modelo de Estado burocrático-autoritario. El último impuso
un terrorismo de Estado, en el que se violaron masivamente los derechos humanos
y se produjeron cerca de 30 000 desapariciones.

En los 53 años que transcurrieron desde el primer golpe llevado con éxito, en 1930,
hasta que cayó la última dictadura cívico-militar en 1983, hubo seis regímenes
ilegales en el poder, habiendo estos sumado 25 años en total, en donde se cruzaron
14 dictadores con el título de «presidente» y varias autoridades de facto a lo largo y
ancho del país. En ese período todas las experiencias de gobierno elegidas
democráticamente entre radicales y justicialistas fueron interrumpidas mediante los
golpes de Estado.

El 24 de marzo de 1976 una nueva sublevación militar derrocó a la presidenta María


Estela Martínez de Perón, instalando una dictadura de tipo permanente (Estado
burocrático-autoritario) autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional»,
gobernada por la Junta Militar, integrada por tres militares, uno por cada fuerza. A
su vez, la Junta Militar elegía a un funcionario con el título de «presidente», con
funciones ejecutivas y legislativas, designado y supervisado por la junta mientras no
perteneciera a esta; sin embargo, al pasar los días esto no llegó efectuarse.

Al igual que la dictadura anterior, la Junta Militar sancionó en 1976 un Estatuto y dos
Actas de carácter complementario con jerarquía jurídica superior a la Constitución.

El Proceso fue gobernado por cuatro juntas militares sucesivas:

1976-1980: Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón


Agosti
1980-1981: Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini y Omar Domingo
Rubens Graffigna

1981-1982: Leopoldo Fortunato Galtieri, Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami


Dozo

1982-1983: Cristino Nicolaides, Rubén Franco y Augusto Jorge Hughes

En cada una de estas etapas, las juntas designaron como «presidentes» de facto a
Jorge Rafael Videla, Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri y Reynaldo
Benito Bignone respectivamente, todos ellos integrantes del Ejército. Bignone, fue el
único “presidente de facto” que no pertenecía a la Junta.

El Proceso de Reorganización Nacional llevó adelante una guerra sucia en la línea


del terrorismo de Estado que violó masivamente los derechos humanos y causó la
desaparición de decenas de miles de personas.

Internacionalmente, la dictadura argentina y la violación de derechos humanos contó


con el apoyo activo del Gobierno de Estados Unidos (salvo durante la
administración de James Carter y la tolerancia de los países europeos[cita
requerida], la Unión Soviética[cita requerida] y la Iglesia católicaAsimismo, en ese
momento se instalaron con apoyo estadounidense dictaduras militares en todos los
países del Cono Sur de Sudamérica (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay,
Perú y Uruguay), que coordinaron entre sí y con Estados Unidos la represión, por
medio de una organización de los aparatos de inteligencia estatales denominada
Plan Cóndor.

En materia económica, la dictadura entregó formalmente los ministerios económicos


a las asociaciones empresarias más conservadoras, que impulsaron una política
económica abiertamente des industrializadora y neoliberal, con máxima expansión
de una deuda externa

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