Estrategias de control de la comprensión: Esta vinculada a la metacognición.

La cual implica
estar consciente de lo se va a lograr, seguir al pie de las estrategias que se usan y del éxito
alcanzado.

Estrategias de planificación: Como su mismo nombre lo indica, planificación. Consiste en dar

un previo análisis con el fin de establecer el objetivo y la meta de aprendizaje, llevando a
elecciones preliminares la obtención de los conocimientos imprescindibles para llevarla a cabo,
desmenuzar la tarea en pasos sucesivos junto con los recursos que se requieran, usar el tiempo
y esfuerzo necesario para concretar la tarea, y luego seleccionar la siguiente estrategia que
para comprobar la eficacia del nuestro plan.

Estrategia de regulación, dirección y supervisión: Se aplica en el transcurso de realización de la

tarea. Con el fin de supervisar el plan trazado y su eficiencia. Al cual, se realizan actividades
como: formular preguntas, ajustar el tiempo y esfuerzo requerido por la tarea, corregir y
buscar estrategias alternativas si y solo si no son tan eficaces para lograr el objetivo propuesto.

Estrategias de evaluación. Tiene lugar durante y al final del proceso, pues, son las encargadas
de verificar el proceso de aprendizaje. Se realizan actividades como: examinar los pasos dados,
valorar si se han conseguido o no los objetivos propuestos, evaluar la calidad de los resultados
finales y decidir cuándo concluir el proceso emprendido, cuándo hacer pausas, la duración de
las pausas, entre otros.

Estrategias de apoyo o afectivas. El propósito de esta estrategia no se encamina directamente

al aprendizaje, si no a perfeccionar su eficacia, mejorando las condiciones en las que se
produce. Incluyen: establecer y mantener la motivación, enfocar la atención, mantener la
concentración, manejar la ansiedad, manejar el tiempo de manera efectiva, entre otros. Ya
que, sin el factor de ánimo, podría comprometer nuestro aprendizaje y llevarla a la decadencia.