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Leonel Lienlaf

Pewma
Trafuya pewman ngürü
wanküyawün inche ruka
¿chumyawimi ngürü? -pifin welu ad
elulaenew wankümu ta llumi.

¿chemew llumimi ngürü? wirarütufin


wac wac pienew ina lef nepen
wekun lifmekerkefuy ta wün

Alüpu
kiñe ngürü trokifiñ ngümayawi
mawidantuple.

Pewma
En mis sueños de anoche un zorro
cantaba bajo mi casa
¿Qué haces ahí?
le preguntó mi voz detrás de su
canto me ocultó su rostro.

¿Por qué te escondes? le grité desde


mi cama wac wac
fue su respuesta.

Desperté sobresaltado afuera


el día comenzaba a dibujarse.

Lejos oí,
un zorro me pareció llorar por las montañas.
Graciela Huinao
A filo de hacha

Los rayos del sol Amenazaban la


montaña Con abrazarla lentamente. En
ese juego estaban mientras seguía la
huella
del camino por donde iba mi padre. El rocío caía
sobre su tranco firme Y aunque ciertas gotas eran
tibias Él siempre cuidaba mi paso.
Llevaba al hombro un hacha
Y de la mano que siempre me sujetaba Ahora iba
enrollado un lazo.
Antes que el sol nos diera Llegamos a una
pradera del bajo. Allí estaba con sus brazos
apuntando al cielo
Con su música de hojas
Tan propia cuando se revela.

Di una vuelta alrededor de su tronco. Y mi padre


estaba allí
Con una rodilla en el suelo
A dos manos apretaba el viejo sombrero. Me asusté
Nunca había visto a mi padre tan pequeño.
Dijo una oración en mapudungun que no entendí.
Sin embargo, me transmitió la pena de ese árbol
que vio nacer
todas las generaciones que corren por mis venas. El sol le dio
primero al árbol
Y bajó por sus hojas
Como por una lenta escalera
A su pie estaban nuestras mejillas llorosas Y lentamente
calentó
El filo del hacha sobre la hierba.
María Teresa Panchillo

Zugun

Aquí en la tierra
Hablamos todos
Las aves
Los animales
Las aguas.
Silba como el viento la culebra
Cuando viene el tiempo de lluvia
Y el silbar es su palabra.

Hay tiempo en que las ziukas


Hablan cantando al amanecer
CHOLLPIZ, COLLPIW!
Es el tiempo en que el MAPU brota
Rayo a rayo hacia el Sol…
Y hay que levantarse para saludarlo.

En el mismo tiempo de Reproducción


Las ranas cantan en coro de noche
Y la luna en menguante
Abre cascarones
En los escasos pajonales
Que van quedando

Hay otros que siempre hablan llorando


Como el MAYKOÑO
KUKU, KUKU EM…
Así es su idioma
Para conversar con su abuela paterna.
Los gakiñ dicen:
GAK GAK
Como recién nacidos llorando.
Daban ganas de escarbar
En el barro del pantano
Pero cuando se buscan
Se meten más dentro de la tierra
O se cambian de lugar.

Cuando niñas lo intentamos con mi hermana.


Y mis pewmas en la noche
Fueron solo pesadillas
SE ENOJARON…
ESO NO SE HACE!
Dijo mi madre.
Si se dejan ver
Sería PERIMONTUN.

También hay animales


Que se ríen en su idioma
Como los perros
Y caballos.
Mi Guardián salta y corre
Agarra su olla o un palo,
Se ríe,
Nos habla en su propio zugun
Cuando volvemos a casa
O si llega algún conocido.
Pero llora
Cuando ve al WEKUFV EN LAS NOCHES
Y cuando siente que viene el Nvyvn
Con grado a terremoto,
Entonces la gente se levanta y sale,
Se sienta en el suelo agarrada a la tierra
Le habla al temblor
IÑCHE TA FANEN,
FANEN
FANEN
FANEN
FANEN
FANEN
Yo soy pesada
Pesada
Pesada
Pesada
Pesada
Pesada.

¿Y el AGUA?
¡Oh, el agua!
Tiene un idioma único,
Habla cantadito,
Una melodía en las mañanas
Otra al medio día
Y en las tardes
Otra diferente

Hay que saber escucharla no más


Para saber que dice.

Así es la vida en mi MAPU

En la lógica occidental
Cualquiera me diría
“eso se llama sonido”
Pero desde que somos CHE
Siempre fue así y será
ZVGUN

(Memoria poética. Reescrituras de la Araucana. 2010)


(Bernardo Colipan – Osorno)

Anochece.
Una mano dibuja en los vidrios
el rostro de una helada, cuyo nombre ha olvidado.
Los manzanos sueñan la felicidad
de compartir el mundo con los pájaros.
La Nueva Salida del Sol
ilumina el camino de los perdidos.
El invierno hunde sus pies
dejando una huella sin forma.
La estación de las lluvias es nuestro único consuelo.
Noche de Wetripantu. Un nuevo orden perdura en las cosas.
La memoria recupera el silencio anterior a la palabra.
Elicura Chihualaf

Piedra

Las piedras tienen espíritu 


dice nuestra Gente 
por eso no hay que olvidarse 
de Conversar con ellas 
Hay piedras positivas
que las Machi / los Machi ponen  
-para que dancen-  
en sus Kultrun 
Y hay piedras negativas  
que brillan como vidrios  
y sólo dan sombras de luz

-En el país de la memoria

Retroceden ríos, piedras y los pájaros


remontan hacia abajo
Los canelos sagrados nos recuerdan oraciones
mientras las machis en los últimos bosques
se refugian
No hay serpientes que eleven adormilados cerros
No hay estrellas, sólo la pálida luna
nos alumbra y oculta en su otra cara los temores
La nutria del mar guarda silencio
pues sabe que el invisible barco es
más fuerte que el acero
En el país de la memoria
somos los hijos de los hijos de los hijos
La herida que duele, la herida que se abre
la herida que sangra hacia la Tierra.
Vanesa Gallardo Llancaqueo

Primero fue en un sueño.


Agua clara que descendía por laderas boscosas.
Txaytxayko se escuchaba,
mientras yo esperaba al lado de un puente.
Cuando llegó a este lado de la vida,
la lluvia entonaba intensas melodías
y jugaba a ser nieve de a ratos.
Todavía no sabíamos cómo nombrarla.
Pero desde antes del puente ya era agua
y esa noche tati ko ñi üll pieiñmew ñi üy,
ella nos enseñó como llamarla.
Piren Mawün

Graciela Huinao
La Lagartija

Ante mí
entibia su carne
con mi sol
cada día

Anahí Rayén Mariluan

Siempre al este nuestro norte

Es así. Así será.

Toda la vida
tiene su canto
Mucha gente pasó
¡dejó su newen!
Siempre al este nuestro norte
Es así.
Así será.

Siempre al este nuestro norte

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