Taller 2: Dignidad humana.

Derechos humanos.

Anyelin Marcela Mercado Barrios.

Facultad de educación y ciencias, Universidad de

Sucre.

Segundo semestre de Derecho.

2022.
 Marshall, una visión de la verdad.
La película nos ilustra el trabajo de Marshall, un reconocido
abogado que lucha por defender los derecho de las personas
de color enjuiciadas injustamente por efectos del intenso
racismo de la época. En el transcurso de la historia nos
muestran que Marshall se le asignó la defensa de un hombre
de color incriminado de violar a una mujer blanca de altos
recursos. Afortunadamente, el caso no lo trabajará solo sino
junto a Sam, un abogado hebreo especializado en el campo
de las inmobiliarias, que descubrirá junto a Marshall su
verdadera vocación.
En toda la película se hacen evidentes los persistentes
prejuicios de la época contra Marshall por el hecho de ser
negro, llegando al punto de negarle representar a su cliente
en el juicio y obligándolo a callar durante el juicio. No obstante, esto no lo limitará de meter las
manos en el asunto, puesto que la voluntad inquebrantable de Marshall es más fuerte que los
prejuicios, es dicha voluntad lo que lo mantendrá a flote en su búsqueda de la verdad y en la lucha
de derechos para la comunidad negra. Además, en algunas ocasiones se evidencian comentarios
despectivos hacia Sam por el hecho de ser Judío, se podría resaltar que el apoyo y reflexiones que
Sam ve en Marshall le da la fuerza de seguir en el caso y hacerle frente a esos comentarios.
La película nos muestran momentos en donde Marshall le da la opción de duda a su cliente y lo
trata como una persona normal, aún sabiendo el aberrante hecho que se le atribuía, brindándole la
opción de decidir que quiere hacer el cliente respecto a su situación, lo cual evidencia los enfoques
que describe Pecces Barba sobre la dignidad, donde nos menciona que tener dignidad es poseer la
libertad de decidir sobre nosotros mismos, y es esa libertad de decisión que le brinda Marshall y
Sam al cliente al dejarlo tomar la decisión de aceptar o no los tratos que le proponen la parte
contraria a ellos. Es bastante gratificante observar como Marshall busca salvaguardar tanto la
dignidad y libertad de su cliente como la suya y la de la comunidad que representa. Es fascinante
como busca a toda costa un juicio justo para ambas partes, dejando de lado el color y prevaleciendo
la verdad ante todo, como está dupla de abogados van moviendo los hilos del juicio y despejando
lenta pero firmemente la nublada visión del jurado y así lograr sacar la verdad.
En la película se evidencian múltiples violaciones a la
dignidad y a los derechos humanos, que van desde
comentarios prejuiciosos hasta culpar a un hombre solo
por su color, se muestra el impacto tan grande que tiene
este hecho, donde solo por una mentira se termina
afectando a toda una comunidad, como se ve en la
película con el despido masivo de empleados de color por
un caso aislado. Otra evidencia de esta vulneración es al
final de la película donde Marshall tiene que irse a otro
estado a defender a un niño de color por el asesinato de
un policía, en la escena se ve una foto del infante
amarrado de pies y manos tirado en el suelo. Todas estas
situaciones dejan sensaciones amargas en el paladar para
el espectador pero observar que aún con todas estas
situaciones pasando ver a Marshall siguiendo la lucha de derechos y encaminado a más personas a
esta lucha es solo algo sumamente majestuoso para los ojos y el sentimiento interno de que aunque
la justicia y la verdad demoran en salir siempre termina germinando.