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PARÍS VOTA EN REFERÉNDUM ELIMINAR LOS PATINETES ELÉCTRICOS

La capital francesa se convertirá en la primera capital europea en prohibir por completo estos
vehículos de dos ruedas.
Los ciudadanos de París han votado contra el mantenimiento del servicio municipal de alquiler de
patinetes eléctricos. El domingo se celebró un referéndum en el que casi el 90% se pronunciaron
en contra.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunció hace meses que sometería a referendum la
continuidad de este servicio, que prestaban tres operadores privados (Lime, Tier y Dott). Se
comprometió, además, a acatar lo que saliera de las urnas.
"Los parisinos se han expresado contra el mantenimiento del servicio de patinetes eléctricos", ha
declarado tras conocer el resultado. "Acataremos su decisión, tal y como yo me había
comprometido. Es una victoria de la democracia local", ha aplaudido la socialista.
La participación fue muy baja participación, de apenas 7,46% de los votantes registrados. La
decisión, que no implica a los patinetes privados, supone que a partir del 1 de septiembre ya no
habrá servicio público de alquiler de estos vehículos.
París se convierte así en la primera ciudad europea en prohibir los patinetes de libre servicio. La
alcaldesa era partidaria de hacerlo, al considerar que son peligrosos y son un foco de conflicto. En
París, en 2022, hubo más de 400 accidentes. En 2021 se registraron 22 muertos y 6.000 heridos
en todo el país.
Su uso causaba cada vez más controversia, pues muchos circulan con anarquía, sin respetar las
normas de seguridad vial. Algunos van por el carril bici, pero otros van por las aceras o por la
carretera y sin respetar la velocidad.
Los operadores implicados denunciaron este lunes que el domingo hubo pocos centros para votar
y que no se habilitar el voto electrónico, preferido por los jóvenes, que son sus principales clientes.
"El resultado de esta votación tendrá un impacto directo en los traslados de 400.000 personas por
mes", advirtieron las compañías, que dejarán de pagar al Consistorio parisino unos 930.000 euros
al año.
París prohíbe los patinetes eléctricos por su elevado riesgo
El 89% de los residentes rechaza el uso de los e-scooters por la intensidad de accidentes incluso
encima de las aceras
París prohibirá el alquiler de patinetas eléctricos en septiembre después de una votación que logró
un baja adehsión de apoyos; solo el 4% de los residentes de la ciudad se mostró a favor, lo que
supuso un duro golpe para los operadores en uno de sus mercados más grandes.
El ayuntamiento acreditó que el 89% de las personas que votaron en el referéndum respaldaron
la prohibición. Agregó que no lanzaría nuevas licitaciones ni renovaría las licencias para los 15.000
e-scooters en uso, operados por Tier de Alemania, Lime respaldada por Uber y el grupo franco-
holandés Dott.
Los residentes rechaza el uso de estos vehículos que alcanzan los 70 kilómetros y que provocan
accidentes diarios encimas de las aceras, sin que nadie se responsabilice de los seguros.
La prohibición de las patinetas preocupa a los operadores que esperan ganarse a otras ciudades,
particularmente porque París es un centro vigilado de cerca por la forma en que adoptó las
regulaciones urbanas. También podría hacer que los inversores sean aún más reacios a respaldar
estas nuevas empresas en un momento en que las empresas tecnológicas que generan pérdidas
han caído en desgracia.
Operadores como Lime reconocieron que París era un “laboratorio para la micromovilidad”, y hasta
hace poco la ciudad había sido su mayor mercado. Todavía se ubica entre los cinco primeros a
nivel mundial y cuenta con 400,000 usuarios registrados de e-scooter alquilados. Los scooters han
sido particularmente populares entre los jóvenes y los turistas.
Pero los dispositivos molestaron a los viandantes después de su introducción no regulada en 2018.
En un momento hubo 35,000 scooters eléctricos de 12 operadores, que a menudo ensuciaban las
calles y bloqueaban las puertas.
Los servicios médicos de emergencias han alertado de la incidencia diaria de siniestros, sobre
todo, atropellos a terceros y accidentes de los usuarios con lesiones de traumatología, tanto
roturas como torceduras.
Alrededor de 800 puestos de trabajo están en riesgo debido a la prohibición de los scooters
eléctricos y los operadores, que todavía tienen licencias en otras ciudades francesas y también
tienen servicios de bicicletas, dijeron que intentarían ofrecer opciones de personal en otros
lugares.

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