Está en la página 1de 2

Estudio de caso - Psicología

Psicología Educativa

0 0
ESTUDIÓ DE CASO

Pedro, de 55 años, trabajador administrativo de una empresa constructora, acude a consulta


psicológica, debido a que su esposa le ha indicado que es el último recurso, antes de la
inminente separación si no atiende su “asunto”.

Aunque en los primeros momentos de la entrevista psicológica, expresó que le daba cierta
dificultad la idea de contarle sus problemas a un desconocido, describió su interés sexual por la
ropa interior femenina con mucha naturalidad.

Este interés había surgido varios años antes y no había interferido en la relación hasta que su
esposa lo halló masturbándose hacía ya seis semanas atrás. Su esposa al verlo vestido con
sujetador y ropa interior femenina “se puso como loca”.

Después de aclararle que no tenía ninguna aventura, no quiso escucharle y apenas le hablaba
posteriormente al evento. Al discutir se dirigía con el calificativo de “pervertido”, y le dejaba
claro que si no buscaba ayuda se divorciaría.

Este hábito sexual del señor Pedro había empezado a raíz de la grave artritis y posible
depresión de su esposa, que habían disminuido considerablemente su actividad sexual interés
por el sexo. Su “fetiche” era lo único positivo que tenían sus frecuentes viajes de trabajo
normalmente aburridos, además también se masturbaba en casa, pero normalmente esperaba
que la esposa hubiera salido.

El patrón sexual consistía en masturbarse unas dos veces por semana poniéndose bragas y
sostenes que había ido coleccionando durante años. Describió que las relaciones sexuales
esposa había descendido a una vez al mes cada dos meses, aunque eran mutuamente
satisfactorias.Pedro llevaba 30 años casado, y el matrimonio había tenido dos hijos ya mayores.
Sobre la exploración actual de la relación marital expresó su preocupación actual además
comunica que últimamente le cuesta dormirse, que está a toda horas preocupado por su
matrimonio. Negó tener problemas psiquiátricos mayores.

En un “drama” para calmar a su esposa tiró media docena de prendas íntimas femeninas pero
que en realidad guardó “las favoritas” y además expresó “siempre puedo comprar más”.El
señor Pedro no quería poner fin a su matrimonio, pero no veía nada malo en su nueva forma
de masturbarse. Expresa: “no estoy siendo infiel, ni haciendo nada malo”, “eso lo que me
excita y además, mi esposa no está dispuesta a que tengamos relaciones sexuales unas
cuantas veces por semana”.

El señor Pedro declara que no tiene ningún problema en su función sexual, añadiendo que
podía mantener las erecciones y tener orgasmos sin ropa interior de mujer. Recordaba que, en
su adolescencia, le excitaba tocar ropa interior femenina y si había masturbado reiteradamente
al hacerlo. La fantasía desapareció al iniciar la vida sexual activa con su mujer. Dijo que no tenía
antecedentes personales ni familiares con problemas mentales.

SINTOMATOLOGÍA

● Fetiche por masturbarse usando ropa interior femenina.


● Problemas para dormir.

0 0

También podría gustarte