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3.

Sac Nicté
Esta antigua leyenda maya de temática amorosa se origina a partir de la
factura de la legendaria alianza de los estados mayas de Uxmal, Chichén
Itzá y Mayapán.

El poeta e historiador mexicano Antonio Mediz Bolio difundió esta


leyenda en su libro La Tierra del Faisán y del Venado (1922) con el
nombre Chichén-Itzá y la princesa Sac-Nicté.

Dice la leyenda qeu Sac-Nicté era una antigua princesa cuando Mayapán, Uxmal y
Chichén Itzá conviven como las grandes urbes de la cultura maya. Era una época en
la que sus reyes habían hecho un pacto de paz y no existían los ejércitos. Cuando
Canek tuvo 3 veces 7 años se convirtió en rey de Chichén Itzá y vió por primera vez
a la princesa Sac Nicté teniendo ella apenas 3 veces 5 años. Desde ese momento,
ambos supieron que sus vidas estarían destinadas a estar juntos por la eternidad.
En cambio, Sac-Nicté había sido destinada por su padre, rey de Mayapán, para ser
esposa de Ulil, un sub heredero del reino de Uxmal.

Faltando solo 37 días para la boda, un mensajero de Mayapán citó al príncipe


Canek para invitarlo a la boda, a lo que respondió que no faltaría. Esa misma noche
un enano viejo visitó a Canek y le susurró: “la flor blanca te espera entre las hojas
verdes”, ¿vas a dejar que otro la arranque? Justo después, el enano desapareció.

En Uxmal todo se preparaba para la boda, la ciudad entera había sido decorada
para la gran ocasión. Justo cuando Sac-Nicté estaba a punto de contraer
matrimonio, Canek apareció con sus guerreros y se llevó a la princesa frente a la
mirada de todos, dejando al príncipe Ulil plantado.

Este hecho terminó con la paz y Uxmal y Mayapán se unieron en guerra en contra
de Chichén Itzá. Antes de que la guerra estallara, los habitantes del Chichén Itzá
partieron una noche con la luz de la luna para salvar su ciudad. Cuando llegaron los
enemigos de Uxmal y Mayapán se encontraron la ciudad de Chichén Itzá vacía, la
cual decidieron incendiar. Desde entonces la ciudad quedó abandonada hasta
nuestros días.

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