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Definición de ecología
La palabra ecología proviene del griego oikos (casa) y logos (estudio). A finales del siglo
XIX fue definida por Haeckel. La ecología es también el estudio de los habitantes de la
casa.
Haeckel define la ecología como el estudio de la estructura y función de la naturaleza.
En la naturaleza interviene el hombre por lo que debemos preguntarnos qué no es la
ecología pues prácticamente todo es ecología, es difícil encontrar algo que no sea
ecología.
Otra definición es la biología de los ecosistemas, actualmente se dice que la ecología es
la ciencia de los ecosistemas. Esta definición tampoco se considera válida porque nos
traslada al problema de que es un ecosistema.
La última definición es el estudio de las interacciones de los organismos entre sí y con
su ambiente que determina la abundancia de los organismos. Esta definición marca
como objetivo conocer la distribución y abundancia de los organismos. Hay que
responder a dos preguntas:
-¿Cómo es esa distribución y esa abundancia? Es la parte más básica porque abarca los
puntos de vista estructural y descriptivo.
-¿Por qué tenemos esa distribución y esa abundancia? Porque incluye la parte más
compleja de la ecología donde quedan integrados los puntos de vista funcional y
evolutivo.
Responder a estas dos preguntas implica que la ecología se relaciona con muchas
disciplinas, es una ciencia multidisciplinar como las taxonómicas, la estadística o la
biogeografía. A parte de esas ciencias conviene citar la genética, la evolución, la
fisiología, y la ecología o ciencia del comportamiento
Concepto de comunidad
Conjunto de poblaciones que presentan coincidencia en el espacio y en el tiempo, pero
no precisamos ni en qué espacio ni en qué tiempo ni cuantas poblaciones deben
intervenir para que se forme una comunidad.
El estudio de las comunidades corresponda con la ecología más estricta denominada
sinecología. Hay una cosa que se les pide a las poblaciones y comunidades y es que
tengan integridad funcional, es decir, que interactúan con otras poblaciones o
comunidades. Por ejemplo, es evidente que los animales de un parque zoológico no
constituyen una comunidad porque no hay interacciones entre las distintas especies.
No obstante, en el laboratorio se puede simular un microecosistema o una comunidad.