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SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 233

9.5 UNIDADES DE FILTRACION

La finalidad de los filtros en una planta de tratamiento de filtración rápida es la separación de las
partículas y los microorganismos que no han sido removidos en el proceso de sedimentación. Se
hace referencia en este capítulo a los filtros rápidos descendentes, de medio doble de arena y
antracita y de tasa declinante.

En el diseño de la unidad deben considerarse los siguientes componentes:


 Sistema de entrada de agua
 Medio filtrante
 Caja del filtro
 Sistema de drenaje
 Sistema efluente
 Sistema de lavado del filtro
234 CAPITULO 9: FILTRACION

9.5.1 Componentes de un filtro. La Figura 9.16 muestra el esquema de un filtro rápido de tasa
declinante, el cual está compuesto por un lecho filtrante que constituye la parte activa del proceso
de filtración, una grava de soporte que retiene el lecho y un falso fondo que recoge el agua filtrada
y distribuye uniformemente el agua de lavado; adicionalmente existe una estructura de distribución
e ingreso del agua, en este caso un canal común a todos los filtros que tiene orificios sumergidos
para la alimentación de cada unidad, una o varias canaletas de lavado que recolectan el agua
ascendente mediante la cual se limpia el lecho filtrante, un canal de agua de lavado por medio del
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cual se evacua el agua proveniente del lavado y un vertedero de salida que fija el nivel mínimo de
agua en el filtro y crea la cabeza necesaria para efectuar el lavado de una unidad con el agua de
las otras a través del canal de interconexión.

CANAL DE DISTRIBUCION

N. MAXIMO
AGUA DECANTADA

DECANTADOR N. MINIMO VERTEDERO DE


SALIDA

ENTRADA
SUMERGIDA CANALETA DE LAVADO
AGUA PARA
LAVADO

TANQUE
SALIDA DE AGUA
DE LAVADO

CANAL DE AGUA
DE LAVADO

GRAVA DE SOPORTE

SISTEMA DE DRENAJE CANAL DE INTERCONEXION


DE FILTROS

DRENAJE

FIGURA 9.16. Componentes de un filtro

9.5.1.1 Lecho filtrante.

Un lecho filtrante funciona de la siguiente forma: Inicialmente el lecho está limpio y el agua
sedimentada es obligada a pasar a través del filtro por acción de la gravedad. Por la combinación
de los mecanismos que gobiernan la filtración, el material suspendido es retenido en el lecho
filtrante hasta que llega un momento en que éste se colmara, es decir se obstruyen los poros por
donde circula el agua, aumentando la pérdida de carga, esto es la altura de la lámina de agua
dentro de la caja del filtro, hasta valores que hacen necesario lavado. Para esto, lo que se hace es
invertir el sentido del flujo haciendo que el agua pase de abajo hacia arriba logrando con esto que
los granos del lecho se fluidifiquen, es decir, queden suspendidos por la corriente ascendente
sometidos a una fuerza de cizalladura que despega y arrastra el material por ellos retenido,
efectuándose de esta manera su limpieza. Después del primer lavado que se hace al filtro, al
asentarse nuevamente los granos, el lecho se estratifica quedando las partículas pequeñas arriba
y las grandes abajo y como consecuencia, espacios interparticulares (vacíos) de mayor tamaño
abajo que arriba. Por la forma como el agua pasa por el filtro, flujo descendente, el lecho filtrante
no se utiliza adecuadamente debido a que las partículas suspendidas quedan retenidas en la
parte superior precisamente donde el tamaño de los espacios interparticulares es menor, lo cual
aumenta la posibilidad de contacto entre las partículas de la suspensión y los granos del lecho,
esto es mayor eficiencia remocional pero simultáneamente menor es el espacio de vacíos y por
consiguiente, existe menor capacidad de almacenamiento de sólidos, es decir, los sólidos
suspendidos colmatan el filtro en las capas superiores y no se logra utilizar la parte inferior del
lecho, Para resolver este problema, se emplean los lechos filtrantes múltiples, En el caso de los
lechos dobles, se coloca una capa de antracita en la parte superior, encima de la arena y debido a
su mayor tamaño efectivo y a su mayor tamaño de espacios interparticulares, la antracita permite
que el floc penetre más profundamente dentro del lecho haciendo que el filtro no se cólmate
solamente en las capas superiores; el material suspendido que logre atravesar la antracita, es
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retenido en la arena aumentándose de esta forma la capacidad de almacenamiento de flóculos ya


que los sólidos removidos son distribuidos más uniformemente entre las capas más profundas del
lecho; la antracita que es de menor densidad tiende a permanecer sobre la capa de arena
después del lavado en sentido ascendente. La disposición de las capas de antracita y arena con
granulometrías diferentes permite conseguir en forma parcial que los vacíos interparticulares del
lecho disminuyan en el sentido del flujo del agua.

Composición de los lechos filtrantes (RAS )

Debe desarrollarse un estudio de alternativas multicriterio, con el fin de definir el tipo de


tecnología de filtración que se utilizará. Teniendo en cuenta la turbiedad objetivo de salida, el
dimensionamiento de las unidades deberá tener como referencia los criterios de la tabla 10 y la
tabla

___ TABLA 9.4. Características de Filtración convencional


Parámetro Filtración Filtración Filtración rápida con
lenta con rápida con lecho mixto
lecho lecho
simple simple
Tasa de filtración 7 - 1 4 < 120 180 - 350
(m3/m2/d)
Profundidad del medio 0,8 - 1,0 0,6 - 0,9 Antracita: 0,4 - 0,6
(m) Arena: 0,15 - 0,3

El filtro puede ser de un solo medio (arena o antracita), de medio dual (arena y antracita) o lechos
mezclados. Puede ser de profundidad convencional de 0.6 m a 0.9 m o de capa profunda de más
de 0.9 m de altura.

Las partículas deben ser duras, resistentes, de forma preferiblemente redondeada sin esquistos ni
partículas extrañas, libre de lodo, arcilla o materias orgánicas.

1. Lechos de arena
La arena (fina, estándar o gruesa) debe estar dentro de los límites señalados en la tabla 9.5

TABLA 9.5
Característica de Tamaño efectivo Coeficiente de uniformidad
la arena, para Mínimo (mm) Máximo (mm) Mínimo Máximo
filtros
Arenarápidos
Fina 0.35 0.45
Arena estándar 0.45 0.65 1.35 1.70
Arena gruesa 0.65 0.85

La arena fina (0.35 mm - 0.45 mm) solamente se recomienda en los siguientes casos:
a) Cuando el pretratamiento sea poco satisfactorio.
b) Cuando se requiera un alto grado de remoción.
c) Cuando se pueda operar con periodos cortos de filtración y no sea importante el ahorro de
agua de lavado.
d) Cuando el sistema de lavado esté diseñado únicamente para arena fina.
La arena estándar (0.45 mm - 0.65 mm) se recomienda cuando las condiciones del agua se
encuentren entre las que se especifique para arena fina y gruesa.
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La arena gruesa (0.65 mm - 0.85 mm) se recomienda en los siguientes casos:


a) Cuando el pretratamiento sea satisfactorio.
b) Cuando no se requiera un alto grado de remoción.
c) Cuando se requieran periodos largos en los filtros y ahorro de agua de lavado.
d) Cuando el filtro sea diseñado para altas tasas de lavado.

2. Lechos de antracita
Para los lechos de antracita, este material debe tener un contenido bajo de cenizas y material
volátil, baja friabilidad, alto contenido de carbono fijo y atraxilón (fósiles coloidales), y además
libre de mica, polvo, arcilla, sulfuro de hierro, limo y materiales extraños. Las partículas deben
ser piramidales con el fin de obtener una mayor área superficial por unidad de volumen, con
una densidad no inferior a 1450 kg/m3 y una dureza de 3.5 en la escala de Mohs. La antracita
puede reemplazar la arena parcial o totalmente como lecho filtrante.
Las características físicas y químicas de los medios filtrantes, muestreo, ensayos, embarque y
colocación del material filtrante, deben cumplir la Norma Técnica Colombiana NTC 2572.
3. Lechos mezclados de arena y antracita
Para este tipo de lecho debe formarse una interfase de los dos materiales donde ellos se
juntan, que no puede ser mayor a 0.15 m. Por tanto los tamaño de los granos de cada lecho
deben ser tales que el diámetro del medio de antracita más grueso (que va encima: d2) sea
como máximo cuatro a seis veces mayor que el diámetro del medio menor de arena (d3) que
va debajo. (d2 = 4 a 6 d3).

Las características de los materiales que conforman el lecho doble se definen mediante el tamaño
efectivo (TE), él coeficiente de uniformidad {CU) y el espesor de cada capa; la Tabla 9.5 presenta
algunas características usuales para lecho doble de arena y antracita.

TABLA 9.6. Características usuales de los medios filtrantes dobles (27)

Altura (cm.) TE (mm) Densidad CU


Material
Máxima Usual Máxima Usual Máxima Usual Máxima Usual

Antracita 45-50 45 0,80-1,40 0,80-1,00 1,65 1,40 1,80 1,50

Arena 15-45 15-30 0,45-0,60 0,50-0,60 2,65 2,60 1,35-1,70 1,50-1,70

Adicionalmente los materiales deben cumplir las siguientes especificaciones (15):

- Arena. Debe estar compuesta de material silíceo, con una dureza de 7 en la escala de Mohs,
debe ser limpia: sin barro ni materia orgánica; no más del 1% del material puede ser laminar o
micáceo, la solubilidad en HCl al 40% durante 24h tiene que ser menor del 5%.
- Antracita. Debe tener una dureza mayor o igual que 3.5 en la escala de Mohs, la solubilidad
en HCl al 40% durante 24h debe ser despreciable, y no más del 2% debe perderse en una
solución al 1 % de NaOH; el máximo porcentaje de partículas planas debe ser del 30%.

Un aspecto muy importante en la selección de las características de los medios filtrantes es el


hecho de que en la interfase arena-antracita se presenta una expansión diferente para cada
material lo que ocasiona una mayor o menor intermezcla. La importancia que dicha intermezcla
tiene en la filtración no esta bien definida: Camp (15) afirma que la arena ejerce mayor remoción
de sólidos, si no se mezcla con la antracita; Conley (15) considera que la intermezcla favorece la
disminución, de la pérdida de carga, hipótesis Confirmada por Robeck y Kreissl (15). La tendencia
238 CAPITULO 9: FILTRACION

actual es escoger los medios filtrantes para que haya una intermezcla de 10 a 15cm (32);
suponiendo una distribución de tamaño de los granos de ambos materiales como lo indica la
Figura 9.17:

d1
ANTRACITA
d2
d3
ARENA
d4

FIGURA 9.17. Diámetros de la interfase de lecho doble

La relación de tamaños d2/d3 de medios granulares que alcanzan igual expansión al ser lavados
con una velocidad ascensional va, es función solamente de sus densidades y del régimen de flujo
que establezcan (15) y puede ser hallada con la siguiente fórmula:
n
d 2  3   
 
d 3   2   
[9.16]

Donde:
d2 = Diámetro mayor de la antracita [mm]
d3 = Diámetro menor de la arena [mm]
3 = Densidad de la arena; [g/cm3]
2 = Densidad de la antracita [g/cm3]
 = Densidad del agua [g/cm3]
n¡ = Coeficiente igual a 0,5 para flujo laminar, 1.0 para flujo turbulento y 0,5 a 1,0 para flujo
de transición

El régimen de flujo para los medios granulares utilizados en filtración es de transición, con 2 < Re <
500 (15). Por consiguiente 0,5  n  1,0. Para lechos dobles de arena y antracita puede hacerse
0,5  n  0,55.

Para este tipo de lecho debe formarse una interfase de los dos materiales donde ellos se juntan,
que no puede ser mayor a 0.15 m. Por tanto los tamaño de los granos de cada lecho deben ser
tales que el diámetro del medio de antracita más grueso (que va encima: d2) sea como máximo
cuatro a seis veces mayor que el diámetro del medio menor de arena (d3) que va debajo. (d2 = 4 a
6 d3).
Algunos investigadores especifican los medios filtrantes de tal manera que la expansión de las
partículas más finas de arena y antracita satisfaga la condición (32):

 d 3   1.0 a 1.2 d 2  [9.17]

Donde:
(d3) = Expansión de la capa superior de arena
(d1) = Expansión de la capa superior de antracita

Existe otro criterio para la selección de los materiales, mediante la utilización de la siguiente
expresión (27):

d90 (antracita) = C.dlO (arena)

Donde:
d90 (antracita) = Abertura del cedazo ideal que deja pasar el 90% del material
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dIO (arena) = Abertura del cedazo ideal que deja pasar el 10% del material
C = Coeficiente cuyo valor está dado en la Tabla 9.7.

TABLA 9.7. Valores del coeficiente C (27)

Condiciones de Valore de C
mezcla
Sin 2,5
Parcial 3,0 1
Sustancial 4,0
1
Recomendado

La profundidad total del lecho filtrante usualmente se adopta entre 0,60 y 0,80 m (32), El espesor
relativo de cada una de las capas influye en la duración de la carrera de filtración, siendo mayor el
tiempo entre lavados consecutivos en cuanto mayor es la relación entre el volumen de antracita y
el volumen de arena. Se han obtenido buenos resultados con un lecho constituido por 60% en
volumen de antracita y 40% de arena (32). Existe otro criterio de elección, de los porcentajes
volumétricos relativos de ambos medios (27):

TE a TE A
 [9.18]
Xa XA

X a  X A  100%

Donde:

TEa = Tamaño efectivo de la arena [mm]


TEA = Tamaño efectivo de la antracita [mm]
Xa = Porcentaje en volumen de arena
XA = Porcentaje en volumen de antracita

Debido al gran número de variables que intervienen en la selección de los materiales para filtros
con medios dobles, resulta lo más aconsejable construir una planta piloto que trabaje bajo las
mismas condiciones que desea que prevalezcan en el prototipo. En tal estructura experimental
puede observarse, el comportamiento de los medios filtrantes para diferentes combinaciones de
materiales. Sin embargo la construcción y, seguimiento de estas instalaciones son por lo general
costosos y requieren un tiempo relativamente largo de experimentación motivo por el cual se debe
recurrir en la mayoría de los casos al diseño con base en especificaciones de tipo general.

9.5.1.2 Grava de soporte. La grava de soporte se coloca sobre el sistema de drenaje cuando éste
lo requiere y tiene un doble propósito:

- Servir de soporte al medio filtrante para que no se pierda por el drenaje durante La filtración; y
- Hacer que se distribuya el agua de lavado, evitando la formación de chorros.

El lecho de soporte que sustenta la arena debe ser de grava, con unas dimensiones y
características que dependen del sistema de drenaje adoptado. Las partículas deben ser de
material duro y resistente a golpes y a la abrasión, de superficie lisa y deben tener en conjunto un
mínimo porcentaje de formas alargadas o planas.

Las características físicas y químicas de la grava, muestreo, ensayos, y embarque, deben cumplir
la Norma Técnica Colombiana NTC 2572. Este lecho puede remplazarse por placas porosas de
diseño especial garantizado.
240 CAPITULO 9: FILTRACION

El tipo y el tamaño de la grava de soporte están condicionados por el falso fondo que sea
utilizado, existiendo situaciones en que no se requiere como el caso del falso fondo de tipo
permeable o el de boquillas especiales; debe ser colocada manualmente durante la construcción
del filtro. Para el caso de un subdrenaje constituido por tubería perforada, se utiliza de 0,50 m a
0,55 m de grava de diferentes tamaños, tal como se muestra en la Tabla 9.8.

TABLA 9.8. Tamaños típicos de grava

Posición Espesor1 Tamaño1 Espesor2 Tamaño2


(cm.) (mm) (cm.) (mm)

En el fondo 15 38,0 - 75,0 10 25,4 - 50,0


Segunda capa 10 19,0 - 38,0 5 12,7 - 25,4
Tercera capa 5 12,7 - 19,0 5 6,4 - 12,7
Cuarta capa 9 6,4 - 12,7 10 3,2 - 6,4
Quinta capa 9 3,2 - 6,4 5 6,4 - 12,7
Sexta capa 7 2,4 - 3,2 5 12,7 - 25,5
Séptima capa - - 10 25,4 - 50,0

1
Lavado solo con agua
2
Lavado con aire y agua
La capa superior de gravilla es la más importante ya que en ella se originan mayores problemas
de operación de los filtros debido a que pueden presentarse en la misma fuertes corrientes de
agua que incluso llegan a moverla y a abrirle agujeros por donde posteriormente se introduce la
arena hasta el drenaje. Por consiguiente la gravilla debe seleccionarse con un peso especifico
mayor o igual que 2,65, sin partículas micáceas o de menor densidad y un mínimo de elementos
planos para evitar su entremezcla con la arena. Una buena solución para evitar el desarreglo de la
grava durante el lavado de los filtros es colocar unas capas más gruesas en la parte superior; en
este caso parte de la arena gruesa penetra en las capas gruesas de grava hasta encontrar una
capa de menor tamaño.

9.5.1.3 Sistema de drenaje. La función del sistema de drenaje que se coloca en el fondo del filtro
es doble:

- Recolectar y extraer uniformemente el agua filtrada; y


- Distribuir el agua de lavado con presión uniforme.

Los sistemas de drenaje pueden clasificarse en tres tipos: tuberías perforadas, falsos fondos y
placas porosas. Cada tipo de drenaje tiene especificaciones, tamaños y formas diferentes que
dependen de las casas matrices, 'en caso de que sean estructuras patentadas, o de los planos de
construcción que originan un proceso de cálculo, cuando éstas son dimensionadas por el
proyectista. Se presentan en las Figuras 9.18, 9.19, 9.20, 9.21 algunos de los principales tipos de
drenajes.
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FIGURA 9.18. Falso fondo con viguetas prefabricadas


242 CAPITULO 9: FILTRACION

FIGURA 9.19. Tuberías perforadas para trabajo con grava Fuente el autor
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FIGURA 9.20. Fondo Leopold Fuente Romero (2006)

En el caso del falso fondo con viguetas en forma de V invertida, denominado fondo californiano, la
grava de soporte recomendada se presenta en la tabla 9.8.

TABLA 9.8. Grava de soporte. Fondo californiano (59, p. 84)

Espesor Tamaño
Posición
(cm.) (mm)

Fondo 10,0 - 15,0 25,4 - 50,0


2 7,5 - 10,0 12,7 - 25,4
3 7,5 - 10,0 6,4 - 12,7
4 7,5 - 10,0 3,2 - 6,4
5 7,5 - 10,0 1,7 - 3,2

En el caso del bloque plástico para lavado con aire y agua, la composición de la grava de soporte
esta dada por la tabla 9.9.

m
0m
100

Ø6.4mm

300mm Ø3.2mm

Ø5.6mm

Ø19mm

300
mm
244 CAPITULO 9: FILTRACION

FIGURA 9.21 Bloque plástico para lavado con aire y agua (59, p. 87)

TABLA 9.10. Grava de soporte. Bloques plásticos (59, p. 84)

Espesor Tamaño
Posición
(cm.) (mm)

Superior 5 19,0 - 12,7


2 5 12,7 - 6,4
3 5 6,4 - 3,2
4 5 3,2 - 1,6
5 5 3,2 - 6,4
6 5 6,4 - 12,7
7 5 12,7 - 19,0

En la tabla 9.11 se especifican los tipos de drenes aceptados en el RAS 2000


SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 245

TABLA 9.11
Sistemas de drenaje
Tipo Consiste en Se usa con
Tubo principal y laterales Lavado con solo agua, con o
Tubería perforada perforados, se emplea con sin lavado superficial para alta
grava, bloques difusores o o baja velocidad descendente
boquillas insertadas
Lavado con solo agua, con o
Bloques perforados de arcilla sin lavado superficial para alta
velocidad ascendente
Bloques o canaletas perforadas Lavado con aire primero y agua
en acero o plástico para uso después o con aire y agua
con o sin grava simultáneamente, con alta o
baja tasa de lavado.
Boquillas de cola corta Lavado con solo agua y alta
velocidad ascendente con o sin
Falsos fondos lavado superficial
Boquillas de cola larga Lavado con aire y agua
simultáneamente para baja
velocidad ascendente
Prefabricados de concreto para Lavado mutuo con agua de un
uso con grava filtro con el flujo de los otros,
para velocidad ascendente.
Para el lavado mutuo pueden
utilizarse los otros sistemas
adecuándolos debidamente
Placas flexibles para reemplazo Lavado con aire y agua o agua
de grava sola según el dren y alta
Placas porosas velocidad ascendente

9.5.2 Tasa de filtración. La tasa de filtración debe ser cuidadosamente escogida teniendo en
cuenta las características del lecho filtrante, las condiciones de operación de la planta y la calidad
del agua que se desea producir. De una forma general, es preferible utilizar altas tasas de filtración
si se tienen en cuenta los resultados de los experimentos de Baylis (15) realizados en filtros de
arena:

- La eficiencia remocional de bacterias de los filtros operados a 300 m3/m2.d es la misma que
para filtros operados a 120 m3/m2.d;

- La turbiedad residual del agua filtradas a 240 – 300 m3/m2.d no es apreciablemente mayor que
la obtenida con 120 m3/m2.d; y

- A medida que se filtra a una tasa mayor, la cantidad de agua entre lavado y lavado aumenta.
En otras palabras, lo que debe considerarse es el volumen total de agua que se logra durante
el periodo de servicio del filtro. Se puede obtener el mismo volumen con baja tasa y largas
carreras o con altas tasas y cortas carreras.

- A mayor tasa de filtración .se presenta una penetración más profunda del lecho de impurezas
en el lecho filtrante, lo cual aumenta la carrera de filtración (59).

Adicionalmente hay que considerar que la tasa de filtración más alta posible produce la mínima
área superficial y con ello el mínimo costo inicial. En efecto, los filtros con lecho doble se usan
generalmente para trabajar con altas tasas de filtración, preferentemente entre 300 y 360 m3/m2,d;
algunas plantas operan satisfactoriamente con tasas hasta de 600 m3/m2,d (15).
246 CAPITULO 9: FILTRACION

La tasa de filtración debe depender de la calidad del agua, de las características de la filtración y
de los recursos de operación y control. La tasa normal debe garantizar la eficiencia del proceso.
Para el diseño deben adoptarse las siguientes tasas:

Para lechos de arena o antracita sola con Te de 0.45 mm a 0.55 mm y una profundidad máxima de
0.75 m, la tasa debe ser inferior a 120 m3/(m2.día).

Para lechos de antracita sobre arena y profundidad estándar, la tasa máxima es de 300
m3/(m2.día), siempre y cuando la calidad del floc lo permita.

Para lechos de arena sola o antracita sola de tamaño grueso, con profundidad mayor de 0.9 m, la
tasa de filtración máxima es de 400 m3/(m2.día).

Tasas de filtración mayores a 360 m3/(m2.día) deben determinarse en filtros pilotos, siempre que la
calidad del floc lo permita.

En un sistema de tasa declinante, la tasa de filtración decrece en forma escalonada,


permaneciendo constante para cada unidad entre lavados sucesivos, esto es, el filtro más limpio
comienza a filtrar con la tasa máxima hasta el momento en que se lava la segunda unidad y ésta
entra nuevamente en operación. A partir de ese momento dicho filtro disminuye la tasa de filtración
la cual permanece constante hasta que sea lavada y puesta nuevamente en operación la tercera
unidad, y así sucesivamente hasta llegar a una tasa mínima de filtración, que indica que dicho filtro
debe ser .lavado. Se pueden considerar entonces dentro del periodo de producción de agua o
carrera de filtración una tasa de filtración media denominada q, una tasa de filtración mínima qmin y
una tasa de filtración máxima qmax, las cuales pueden relacionarse mediante el coeficiente de
mayoración o minoración de la siguiente forma (27):

qmin = (1 – C).q [9.19]

qmax = (1 + C).q [9.20]

Donde:

C = Coeficiente de mayoración o minoración


El valor de C esta dentro del siguiente rango (53): 0.25  C. 0.50

En ausencia de datos experimentales en filtros pilotos, se puede adoptar los siguientes valores de
la tasa de filtración para filtros de tasa declinante (27)*:

qmin  180 m3/m2,d

q = 265 m3/m2/d

qmax = 350 m3/m2/d (sin ayudantes de filtración)

qmax = 360 – 600 m3/m2/d (con ayudantes de filtración)

No obstante la existencia de recomendaciones de tipo general, se considera que la forma más


racional de determinar la tasa de filtración es mediante la experimentación en plantas piloto que
trabajen en condiciones similares a las que se requiere que prevalezcan en el proyecto.

9.5.3 Número de filtros. El número mínimo de unidades depende del tamaño que se quiera dar
a cada una y de la tasa de filtración, para un determinado caudal de diseño de la planta. Lo más
económico seria hacer una sola unidad, pues el número de tabiques, válvulas, etc. seria
mínimo. Sin embargo, por razones de operación deben existir varias unidades, de forma que el
caudal que filtra una unidad cualquiera pueda ser distribuido entre las demás, en caso de
SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 247

reparación, mantenimiento o limpieza, sin que se llegue a sobrepasar el valor de la máxima tasa
de filtración permisible. Por otra parte, considerando la operación de lavado, es preferible tener
varias unidades de filtración ya que esto reduce el caudal de agua necesario para producir una
determinada expansión del lecho, así, en el caso de utilizarse el sistema de filtros autolavantes,
se requieren por lo menos cuatro unidades para que las tres unidades que permanecen en
operación sean capaces de abastecer el caudal de lavado de aquella que está en
mantenimiento.

Cuando el lavado de los filtros se hace con fuente externa (tanque de lavado), el número
mínimo de unidades deben ser tres; y para lavado mutuo el número mínimo de unidades debe
ser cuatro.

Existen varias fórmulas para calcular el número de filtros, tal como la propuesta por Morril y
Wallace (15):

N  0.044 Q [9.21]

Donde:
N = Número de filtros
Q = Caudal total de filtración [m3/d]

Otra forma de determinar el número de filtros teniendo en cuenta la tasa de filtración y la velocidad
de lavado es (27):

v a  q max
N [9.22]
q max

Donde:

Va = Velocidad de lavado [m/d]


qmax = Velocidad máxima de filtración [m3/m2.d]

En el caso particular de una batería autolavante de filtros, el número de unidades está


determinado por la condición que el caudal requerido para lavar una unidad sea como máximo
igual al caudal nominal de diseño de la planta.

9.5.4 Forma y dimensiones de los filtros. Los filtros usualmente son de planta cuadrada o
rectangular. Las dimensiones en planta son establecidas teniendo en cuenta que la geometría de
los filtros se acomode al esquema general de la planta tratando de aprovechar los muros de las
otras unidades, con lo que se logra máxima economía de la estructura.

El largo y el ancho del área superficial pueden definirse utilizando las siguientes relaciones (27):

B N 1
 [9.23]
L 2N
L
1  3 [9.24]
B

Donde:

N = Número de filtros
B = Ancho del filtro [m]
L = Largo del filtro [m]
248 CAPITULO 9: FILTRACION

El área superficial total de filtros se determina mediante la siguiente fórmula:

Q
AT  [9.25]
q
Donde:
AT = Area total de filtración [m2)
Q = Caudal de la planta [m3/d]
q = Velocidad de filtración media [m3/m2.d]

Una vez hallada el área total de filtración y definido el número de unidades se puede encontrar
el área superficial de cada filtro.

Profundidad de las unidades:

La profundidad de las unidades está determinada por la altura de la estructura de drenaje, el


espesor de la grava de soporte y del lecho filtrante, el nivel máximo de la altura del agua dentro
del filtro y el borde libre. Por lo general la altura total de un filtro autolavante está comprendida
entre 4,0 y 4,5 m.

Altura del agua sobre el lecho.

La altura del agua sobre el lecho puede ser variable o constante, según el tipo de control que se
use pero no puede ser inferior a 0.5 m. El lecho filtrante en ningún momento debe trabajar seco.

Pérdida de carga.

La hidráulica del filtro debe diseñarse para que como mínimo pueda disponer de 2 m de pérdida
de carga durante la carrera de filtración. La sumatoria de los descensos de nivel en un filtro de
tasa variable declinante durante la carrera debe ser por lo menos igual a 2.0 m.

9.5.5 Hidráulica de la filtración. Tal como es considerado en el numeral 9.3.4, durante el


proceso de filtración se presentan en el lecho dos tipos de pérdida de carga: una pérdida de carga
inicial y una pérdida de carga acumulada debida a su colmatación.

La pérdida de carga inicial se presenta adicionalmente en la grava de soporte, en la estructura de


drenaje y en las estructuras, pasos, compuertas. etc. que conduce el agua filtrada.

La pérdida de carga inicial en el lecho puede hallarse mediante la ecuación 9.13, la cual, cuando
los granos no son esféricos ni de diámetro uniforme pero esta estratificados en lecho como es el
caso de los filtros rápidos después del primer lavado, toma la siguiente forma:

f '.v 1  p0  36
2 n
xi
h0 
g
 3
p0
 2
Ce
 L0  
i 1 d i
2
q 9.26]

Donde:

Ce = Coeficiente de esfericidad (C. = 0,82 para arena; C. = 0,73 para antracita)

Xi = Tanto por ciento del material del lecho (arena o antracita) retenido entre dos mallas
consecutivas cuando se hace el cribado experimental de una muestra de lecho.

di = Diámetro promedio entre dos mallas consecutivas (diámetro promedio de los granos de
una capa) [cm.]
SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 249

d i  d1 .d 2 [9.27]

Donde:
di = Tamaño de la abertura de la malla inferior
d2 = Tamaño de la abertura de la malla superior

Las demás variables están definidas anteriormente en la ecuación 9:20.

La ecuación 9.26 permite calcular la pérdida de carga inicial total h0 como la suma de la pérdida
de carga en cada capa, entendiéndose por capa las partículas comprendidas entre dos mallas
consecutivas. La pérdida de carga inicial en el lecho será la suma de la que se produce en la
arena y en la antracita.

La fórmula anterior es de difícil aplicación porque requiere de los resultados de un análisis


granulométrico, por lo que Ricther (33) sugiere el empleo de fórmulas simplificadas aproximadas
para el cálculo de la pérdida de carga, siempre y cuando se utilicen medios de las siguientes
especificaciones o características:

- Antracita: 0,9  TE  1,0mm


CU  1,4

- Arena: 0,4  TE  0.5mm


CU  1,65

Las fórmulas propuestas son las siguientes:

- Para arena:

h0  5  103.q.L0 [9.28]

- Para antracita:

h0  0.9 103.q.L0 [9.29]

Donde:

q = Tasa de filtración [m3/m2.d]


L0 = Espesor del lecho [m]

Pérez (27) sugiere la utilización de fórmulas aproximadas cuya utilidad se limita al


predimensionamiento:
- Para arena:
h0 = L 0 [9.30]

- Para antracita
h0 = 0,25 L0 [9.31]
Donde:
L0 = Espesor del lecho [m]
Sin embargo se recomienda la utilización de la ecuación 9:26.
250 CAPITULO 9: FILTRACION

La pérdida de carga en la grava de soporte puede hallarse por medio de la siguiente fórmula (15):

q.L
hG  [9.32]
3
Donde:

hG = Pérdida de carga [m]


q = Velocidad [m/min.]
L = Espesor total del lecho de grava [m]

La pérdida de carga en la estructura de drenaje depende del tipo utilizado. En el caso de emplear
viguetas prefabricadas, la pérdida de carga en los orificios del falso fondo está dada por la
siguiente expresión:

Q02
hD  [9.33]
C 2 . A 2 .2 g

Donde:
hD = Pérdida de carga [m]
Q0 = Caudal que pasa por cada orificio
C = Coeficiente de descarga
A = Area de cada orificio [m2]

La perdida de carga en accesorios, tuberías etc. puede calcularse por el método de longitud de
tubería equivalente hTE.

Por lo tanto la pérdida de carga inicial total es entonces:

h0T = h0 + hG + hD + hTE [9.34]

El agua que pasa a través del filtro es evacuada mediante un vertedero de salida, el cual fija el
nivel dentro de la estructura. Se dan entonces dos situaciones:

- Nivel estático. Se presenta cuando no hay flujo y la altura de la lámina de agua es justamente
el nivel de la cresta del vertedero; y

- Nivel mínimo de operación. Se presenta cuando todos los filtros están limpios y por
consiguiente trabajan con la tasa media de filtración. En este caso la altura de la lámina de
agua dentro de la caja del filtro es igual al nivel estático, más la altura de la lámina de agua
sobre la cresta del vertedero, más la pérdida de carga inicial total.

Adicionalmente se presentan el nivel de equilibrio o nivel dinámico mínimo, el nivel de colmatación


y el nivel de lavado, los cuales se tratan a continuación.

La pérdida de carga por colmatación h(t), debida a la retención de impurezas por parte del lecho
hace que el nivel del agua tanto en la caja del filtro como en el canal de distribución, se vaya
incrementando con el tiempo hasta alcanzar un valor máximo admisible que indica que la unidad
más colmatada debe ser sacada de servicio para someterla a la operación de lavado.
Adicionalmente, cuando se termina el lavado de dicha unidad, se presenta en aquellas que
continúan en operación un incremento del nivel del agua debido al aumento da la tasa de filtración.
Posteriormente, cuando el caudal afluente es igual al efluente, después de poner en operación el
filtro recién lavado, la batería adquiere el nivel de equilibrio. Todo esto fue analizado por Di
Bernardo y Cleasby (53) mediante experimentación en filtros piloto y en plantas en
funcionamiento, estudios que les permitieron proponer un método para definir en el filtro la altura
SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 251

máxima de agua por colmatación, que indica la necesidad de lavado, la altura adicional de agua
que se presenta durante el proceso mismo de lavado y el nivel dinámico mínimo; después de lavar
una unidad. Dicho método se presenta a continuación para el caso de una batería de cuatro
unidades que trabajan con tasa declinante, de sistema autolavante y sin capacidad de
almacenamiento en el canal de distribución de agua a los filtros. Se generaliza el método para el
caso de un número cualquiera de unidades. El sistema autoIavante se describe en el numeral
9.5.6.5.3.

Di Bernardo y C1easby, trabajando en instalaciones piloto donde la capacidad de almacenamiento


en la estructura de entrada de los filtros es prácticamente despreciable, verificaron que la retirada
de un filtro para el lavado ocasiona alteraciones rápidas en aquellos que permanecen filtrando,
presentándose simultáneamente un aumento del nivel del agua, en el caso que cada uno de los
filtros de la batería posea un vertedero individual de salida de agua filtrada o que el lavado se
efectúe con agua de un tanque, y un aumento de la tasa de filtración.

Considerando el caso mostrado en la Figura 9.22, esto es, una batería de cuatro filtros de tasa
declinante con pequeña capacidad de almacenamiento en las estructuras agua arriba de los filtros,
como es el caso en el que las canaletas de recolección de agua decantada trabajan con descarga
libre al canal común de distribución de agua a los filtros, se presenta que las variaciones de nivel y
las tasas de filtración son semejantes a las mostradas en la Figura 9.23, donde son pequeños los
intervalos de tiempo entre la retirada de un filtro para su lavado y el instante en que el caudal total
efluente es igual al afluente, después de haber puesto nuevamente en servicio la unidad. En la
anterior figura también pueden observarse las variaciones de nivel y las tasas de filtración. El nivel
N1 es el nivel dinámico mínimo y ocurre después de que el filtro recién lavado entra en operación y
se da la igualdad de caudales afluente y efluente; este nivel queda establecido por el filtro recién
lavado. El nivel N2 se refiere al nivel en que el filtro más sucio debe ser lavado, esto es la
diferencia N2 – N1 corresponde al aumento de nivel, h0’ entre lavados sucesivos y representa la
pérdida de carga por colmatación. El nivel máximo N3 es el que se presenta en el canal de
distribución inmediatamente antes de que el filtro recién lavado entre en operación.

La Figura 9.24 muestra las curvas de pérdida de carga en el medio filtrante limpio y la grava de
soporte, esto es, las pérdidas laminares (curva 1) y en el sistema de drenaje, entrada de agua al
filtro, accesorios y paso del agua sobre el vertedero individual de salida, esto es, las perdidas
turbulentas (curva 2). La curva 3 representa la suma de las pérdidas laminares y turbulentas. En
dicha figura el punto 0 se refiere a la cresta del vertedero individual.

Canal Común de distribución de agua de los filtros

DESCARGA
LIBRE
AGUA DECANTADA N3
h
N2

VERTEDERO
DECANTADOR N1 h'0 Carga hidraulica INDIVIDUAL
H

CANALETA DE LAVADO
ENTRADA
SUMERGIDA
AGUA PARA
LAVADO
TANQUE

DESCARGA

LECHO FILTRANTE

FALSO FONDO

DRENAJE
252 CAPITULO 9: FILTRACION

FIGURA 9.22. Esquema de un sistema de filtración con tasa declinante sin almacenamiento
sustancial aguas arriba de los filtros
(53, p. 263).

ALIMENTACIÓN DE LOS
Nivel N3
NIVEL EN EL CANAL

Nivel N2
COMÚN DE

FILTROS

Nivel N1

F1 F4 F3 F2 F1
q max
TASA DE FILTRACIÓN

F2 F1 F4 F3 F2
qa

F3 F2 F1 F4 F3
qb

F4 F3 F2 F1 F4
q min

F1 F4 F3 F2 F1

10 11 11' 12 12' 13 13' 14 14'

TIEMPO

FIGURA 9.23. Configuración típica de un sistema de filtración con tasa declinante (53, p. 263)
SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 253

FIGURA 9.24 Configuración típica de un sistema de filtración con tasa declinante (53, p. 263)

Considerando que todos los filtros son idénticos, se analiza el caso del filtro F1: después de
lavado. el filtro F1 comienza trabajando con una tasa qmax en el intervalo t0 – t1, qa en t1' – t2:, qb en
t:2'- t3 y qmin en t3' - t4. Como puede observarse en la Figura 9.23, los lapsos t1 – t1', t2 – t:2', t3 - t3' Y
t4 - t4' corresponden al tiempo transcurrido entre el momento en que el filtro más sucio (en su
orden F4, F3, F2 y F1) se saca de servicio para su lavado, hasta que se vuelve a poner en
operación y se presenta la igualdad de caudales.

La Tabla 9.11 muestra dicho proceso repetitivo conforme a las Figuras 9.23 y 9.24.

Tal como puede observarse en la Tabla 9.11, se asume que la constante de resistividad k. debida
a la retención de impurezas, permanece constante durante el periodo de lavado y puesta en
operación de una unidad, considerando que la cantidad de material retenido por los filtros que
continúan filtrando durante este corto periodo es insignificante. Luego la constante k0 debida a la
retención de impurezas en el filtro F1 en el nivel N2 es la misma en el momento en que dicho filtro
alcance nuevamente el nivel N1, después de que el filtro F1 recién lavado entre en operación.

TABLA 9.11. Tasas de filtración y pérdidas de carga en el proceso repetitivo (53, p. 264)

Pérdida de Coeficiente de
Tasa de carga debida a resistividad debido
Nivel Filtro Observaciones
filtración retención de a retención de
impurezas impurezas

N1 F1 qmax cero cero Condición inicial


F2 qa ha Ko
F3 qb hb Ka
F4 qmin hmax Kb

N2 F1 qmax ho' Ko Antes del lavado


F2 qa ha + ho' Ka de F4
F3 qb hb - ho' Kb
254 CAPITULO 9: FILTRACION

F4 qmin hmax + ho' Kmax

N1 F4 qmax cero cero


Después de que F4 entra
F1 qa ha Ko
en operación y se da la
F2 qb hb Ka condición de equilibrio
F3 qmin hmax Kb

Tal como fue verificado por Cleasby y Bauman. Conley y Hsiung, Robeck y Kreissl (53), el
escurrimiento en un medio filtrante es laminar ya sea en bajos o en altos estados de colmatación,
por consiguiente se pueden considerar las ecuaciones consignadas en la Tabla 9.11 que se
refieren al filtro F1.

Si el nivel N2 se supone, es posible iniciar un proceso de cálculo que permita conocer las tasas de
filtración y las pérdidas de carga involucradas. Varios investigadores han demostrado que cuando
la relación entre la tasa máxima de filtración y la tasa media de filtración está comprendida entre
1,3 y 1,5, las carreras de filtración tienen una duración satisfactoria (53). De esta manera, es
posible fijar a priori el nivel N2 y al final verificar 1,3qmax/qmed1,5.

El valor de N2, esto es, de la carga hidráulica para la filtración, está relacionado con q0 de acuerdo
con la siguiente ecuación:


H  K '.qo  K ' '.qo [9.35]

TABLA 9.13. Ecuaciones de escurrimiento laminar en el filtro F1 (53, p.264)

Tiempo Nivel Condición Ecuación

ho  0
'
to N1 Inicio [9.36]
ho  K 0 .q max
'
[9.37]
t1 N2 Antes del lavado de F4
t1' N1 Después de que F4 (limpio) ha  K o .qa [9.38]
entra en operación
De 9.37 y 9.38:
qa
ha  ho .
'

q max [9.39]
SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 255

ha  ho  K a. q a
'
[9.40]
t2 N2 Antes del lavado de F3
t2' N1 Después de que F3 (limpio) h b  K a. qb [9.41]
entra en operación
De 6.40 y 6.41:

qb [9.42]
h b  (ho  ha ).
'

qa

h b  ho  K b. qb
'
[9.43]
t3 N2 Antes del lavado de F2
t3' N1 Después de que F2 (limpio) hmax  K b. q min [9.44]
entra en operación
De 6.43 y 6.44:
q m in
h m ax  (hb  ho ).
'
[9.45]
qb

Final de la carrera de
(hmax  ho )  K max.qmin
'
t4 N2 filtración de F1 [9.46]

Donde:
H = Carga hidráulica disponible [m]
K'.q0 = Pérdidas de carga turbulentas [m]
K".q0 = Pérdidas de carga laminares [m]
q0 = Tasa de filtración sin retención de impurezas [m3/m2.d]

Como el filtro recién lavado no puede iniciar la operación de filtración en el nivel N2 la tasa máxima
correspondiente, qmax debe ser una fracción de q0. Cleasby, Di Bernardo y Arboleda recomiendan:

qmax = F.qo

Donde:
0,7  F  1,0
Para esta tasa máxima se cumple:


H  K ' qi  K '' .qi  ho  hi
'
[9.47]
Reemplazando el valor de qmax en 9.47 se encuentra el valor de h0' que reemplazado en la
ecuación 9.37 permite el cálculo de k0.

Después de que el filtro recién lavado entra en operación y se alcanza el nivel N1 se tiene:
H  h0 '  K '.qa  K ' '.qa  ha [9.48]

Donde:
H – h0’ = Nível dinámico mínimo [m]

Combinando la ecuación 9.48 y la ecuación 9.38 o 9.39 se obtienen ha y qa.


Con la ecuación 9.40 se determina ka y así sucesivamente hasta encontrar todos los valores de
las tasas de filtración cuya suma debe cumplir que:
256 CAPITULO 9: FILTRACION

q max  q a  qb  q min  4.q med

Si se cumple la anterior condición el problema está resuelto. En caso contrario hay que suponer
otro valor de H o de qmax, repitiéndose el procedimiento de cálculo.

El mismo procedimiento se sigue para la determinación del nivel N3 y de las tasas de filtración en
las unidades que continúan filtrando durante el proceso de lavado de una de ellas.

En filtros piloto resultan valores considerables para h = N3 - N2, por la ausencia de


almacenamiento aguas arriba. En plantas reales esta situación ocurre raramente, debido a que se
da un cierto almacenamiento en el canal de distribución.
Por consiguiente el nivel N3 obtenido bajo la hipótesis de que el caudal total afluente es igual al
efluente, es la condición más desfavorable que puede ocurrir en una planta.

Estudios experimentales desarrollados por Di Bernardo en instalaciones piloto y en prototipos


permiten desarrollar modelos matemáticos que facilitan el diseño de estas unidades.

Se presenta un programa para computador en el análisis del problema.

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