Está en la página 1de 2

Alba Giménez.

Filosofía 2016.
Este texto pertenece al Artículo 3º de la Cuestión 2ª de la 1ª parte de “La Suma de Teología” de
Santo Tomás de Aquino, filósofo italiano del siglo XIII. La Suma de Teología es su obra principal,
donde plasma todo su pensamiento, aunque también se pueden destacar otras obras como La
suma contra los gentiles, Deente y Esencia.

Su principal influencia es la filosofía griega de Platón y Aristóteles, este último es mencionado


mediante la lógica, metafísica y física. Estas obras llegan a Santo Tomás a partir de las
traducciones de Averroes y Avicena. Las traducciones pasan por la escuela de Toledo y allí, se
traducen al latín y castellano. Otras de sus principales influencias fueron San Agustín y la
patrística.

Como influencia posterior se destaca la escolástica, filosofía cristiana medieval nacida en las
escuelas monacales, catedralicias, palatinas y posteriormente en las universidades. Esta
institución, reformada por San Alberto Magno, fue primeramente en una escuela de formación
de clérigos, más tarde enseñaron las ciencias del trívium y el quadrivium. En la fase madura, la
escolástica designa el método y doctrina, predominantes en la Edad Media. La “escuela” a
partir de las traducciones árabes de Averroes y Avicena sistematizará el saber de la época
según el método filosófico clásico, pero incorporando los dogmas de la revelación bíblica.
Santo Tomás es la principal figura hasta tal punto que la doctrina escolástica se conocerá como
tomismo.

La escolástica española se desarrolló durante el siglo XVI y se prolongará hasta el siglo XIX.
(Neotomista) Las figuras relevantes de esta tradición en el S.XVI son Suárez, Sepúlveda y
Vitoria (Escuela de Salamanca). Como representantes del S.XIX podemos encontrar al Padre
Feijoó y Balmes (pensadores ilustrados) que trataron de readaptar la escolástica a todas las
disciplinas científicas.

La filosofía (exenta) dogmática o escolástica seguida por Sto. Tomás nos sitúa en un mundo
intemporal, donde las ideas están fuera del mundo (externas), como pueden ser Dios, verdad,
Justicia. El mundo de los principios y de las primeras causas. La filosofía exenta, cobrará el
aspecto de un saber que podrá tomar la forma de un cuerpo de doctrina enseñable y
transmisible. Tendrá a tomar la forma de una filosofía escolástica.

La relación fe-razón se comprende mediante la idea de que los seres humanos pueden
construir la idea de Dios a partir de dos fuentes diferentes:

La primera es la teología natural, que es el estudio lógico y racional de la existencia y esencia


de Dios. Este Dios no puede ser objeto de veneración o culto porque es incorpóreo, metafísico.
Está subordinado al Dios dogmático.

La segunda es la teología dogmática: es el estudio aleatorio de los dogmas de fe. Su Dios es


positivo y corpóreo.

Según Sto. Tomás, fe y razón no son contrarias sino análogas, porque ambas contribuyen al
mismo fin.
Alba Giménez.
Filosofía 2016.
La fe sirve a la razón como límite especulativo, como criterio de verdad y autoridad en caso de
controversia entre doctrinas, y proporcionando principios (dogmas) que pueden tomarse como
premisa mayor de los silogismos.

Finalmente, la razón sirve a la fe para rebatir argumentos contra la fe de los impíos, para
explicar preámbulos a los artículos de fe o dogmas sobrenaturales que no pueden ser
explicados, y para explicar parábolas y ejemplos de la Biblia, que no fueron explicados en su
día.

También podría gustarte