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LA MISION ES DE DIOS

Por Claudia Bustamante


Buenos Aires, Argentina
1.
La Misión es de Dios porque Él la inicia,
La lleva adelante a través de su historia
Y nos anticipa el final de lo que ha decidido hacer

Esta apoyada en su Divinidad Trinitaria


Solo el Trino Dios tiene poder para hacer la Misión

Las Misiones, son las acciones desarrolladas en enfoques específicos,


por medio de proyectos y estrategias según el contexto humano a servir

Hombres y Mujeres del cuerpo de Cristo deciden moverse como consecuencia


De haber comprendido el Mensaje de Mateo 24:14 “Y será predicado este evangelio del reino y entonces
vendrá el fin” y de la urgencia del mandato especifico en Mateo 28: 16-20

2
“LOS 4 TODOS DE JESUS”

TENGO TODO PODER Y AUTORIDAD, (TODO SERA HECHO DESDE Y EN MI PODER Y AUTORIDAD)
No se basara en planes intelectuales o fuerza humana

POR TANTO VAYAN Y PREDIQUEN A TODAS LAS ETNIAS, UNA MISION EN SIMULTANEO GEOGRAFICO, NO
CONSECUTIVO
No puedo recortar la extensión del territorio o elegir donde quiero

ENSENEN A OBEDECER TODAS LAS COSAS QUE YO LES ENSENE, EL TEMA DE LA LLEGADA DEL REINO DE DIOS,
NO DE LA IGLESIA
Quien entonces tiene autoridad para enseñar?

YO ESTOY Y ESTARE CON UDS TODOS LOS DIAS HASTA EL FIN DE LOS TIEMPOS
Presencia asegurada, para dependencia continua

3
La persona del Espíritu Santo fue enviada por Jesús, el Hijo, para presidir y guiar a la iglesia global al
cumplimiento de los propósitos eternos de Dios.
Jesús dijo en formato absoluto que EL Espíritu Santo no guiaría a toda verdad y justicia
Y que Nos haría recordar todas las cosas que hemos aprendido de Jesús

En la persona del Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad aquí en la tierra, es quien tiene todo el
PODER para hacer la Misión
Jamás se mencionó que la iglesia sola por sí misma podría hacerla
Y también si la iglesia no quiere hacerla tendrá que ver con la persona del Espíritu Santo el por qué no
estamos en dirección a obedecer sus premisas

El que habla y llama es el Espíritu Santo:


Hechos 13 “Y entonces el ES dijo: Apártenme a…”
El inicia el querer y el hacer de Su propia Misión, somos llamados a esto desde la Salvación
La Misión de Dios no surge luego o aparte de la Iglesia como opción

Tampoco se trata si tenemos ganas, deseos o inquietudes… nos gusta, o estamos de acuerdo

Para ver cambios significativos,


decisiones radicales con acciones de obediencia incondicional
y frutos eternos
TODO DEBE INICIARSE EN EL
Por eso el Ministerio multicultural y étnico, de estos 5 hombres en Antioquía
Estaban “Ministrando al Señor” de tal modo y vulnerabilidad dependiente que el Espíritu Santo halló lugar y
oídos para ser escuchado

Cuanto que aprender de este “MINISTRAR AL SENOR”


Sin agendas, sin exigencias, sin corazón controlador, sin ambiciones personales, sin directivas al mismo Dios
de la Misión

En total rendición, en adoración de espíritu y sin engaños, eran genuinos…


Siempre el ES hablara tan claramente que nadie podría dudar de ENCOMENDAR lo que EL ENVIA

4
LA IGLESIA NO ENVIA
EL ENVIO ES DIVINO

Debe ocurrir un impacto en nuestra vida al comprender con el espíritu de sabiduría y entendimiento de las
escrituras

Enseñar a obedecer los 52 mandatos de Jesús, nos obliga a ser obedientes primero nosotros mismos al
mandato
Nuestro discipulado a otros, proviene que somos el Mensaje y a la vez de cada una de esas verdades

El Espíritu Santo nos guiará primero a nosotros mismos a mayores rendiciones, y a mayores renuncias,

Mientras trata con nosotros, enseñamos a otros a obedecer amorosamente a quien reconocemos como
Cabeza y gobierno del Reino en nuestras vidas
Sin obediencia individual, no hay obediencia corporal

Jesús, el modelo perfecto de HIJO, dijo:


1. SIN MI, NADA PUEDEN HACER
2. SOLO HAGO LO QUE VEO HACER A MI PADRE
3. MIS PALABRAS NO SON MIAS, SINO HABLO LO QUE EL PADRE ME DICE
4. SI PERMANECEN EN MI, LLEVARAN MUCHO FRUTO
5. YO LOS ENVIO COMO ME ENVIO MI PADRE

CONCLUSION:
Nos urge un retorno a la dependencia total para Ministrar al Señor y escuchar su guianza.
Nos urge una renovación de obediencia incondicional al Dios de la Misión.

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