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La fábula de Orfeo 

(título original en italiano: La favola d'Orfeo) o, abreviadamente,


el Orfeo (L'Orfeo), es una favola in musica u ópera compuesta por un prólogo y
cinco actos con música de Claudio Monteverdi y libreto en italiano de Alessandro Striggio el
Joven. Se trata de una de las primeras obras que se catalogaron como ópera. Se basa en
la leyenda griega de Orfeo y cuenta la historia de su descenso al Hades y su infructuoso
intento de traer de vuelta a su novia muerta, Eurídice, al mundo de los vivos. Fue compuesta
para los carnavales en Mantua y se estrenó en la Accademia degl'Invaghiti de la ciudad en
febrero de 1607 y en el teatro de la corte de Mantua el 24 de febrero del mismo año. Se
publicó en Venecia en 1609. En 1904, se reestrenó en una versión en concierto en París. En
España, se vio por primera vez el 23 de junio de 1955, en Barcelona, en el Jardí dels
Tarongers de la Casa Bartomeu.
En Florencia, en 1600, se celebró la boda de María de Médici y el rey Enrique IV de Francia, a
la que asistieron Vicente Gonzaga, duque de Mantua y pariente de la esposa, y su corte. Allí
tuvo lugar la representación de Euridice, de Jacopo Peri. Supuestamente, entre los asistentes
se encontraba Claudio Monteverdi, miembro de la corte de Gonzaga. Debido al éxito de la
obra de Peri, Gonzaga pidió a Monteverdi componer una ópera basada en el mismo mito y
siguiendo el estilo musical de la escuela florentina.
A principios del siglo XVII, el intermedio tradicional, una secuencia musical entre los actos de
una obra de teatro, estaba evolucionando hacia la forma de un drama musical u «ópera»
completo. El Orfeo de Monteverdi sacó este proceso de su era experimental y proporcionó el
primer ejemplo completamente desarrollado del nuevo género. Destaca por su poder
dramático y su animada orquestación, aunque no está orquestada como tal; en la tradición
renacentista, los instrumentistas seguían las instrucciones generales del compositor, pero se
les daba una libertad considerable para improvisar. Monteverdi utilizó una plétora de
instrumentos, poco usual para la
época: violas, violines, flautas, oboes, cornetas, trompetas, trombones, claves, arpas y
dos órganos pequeños. El Orfeo es uno de los primeros ejemplos de la asignación específica
de ciertos instrumentos a ciertas partes; a pesar de que los compositores de la Escuela
veneciana venían ejecutando esta práctica por casi dos décadas, con diferentes niveles de
precisión, la instrumentación de esta obra es particularmente explícita. En su partitura
publicada, Monteverdi enumeraba alrededor de 41 instrumentos que se desplegarían, con
distintos grupos de instrumentos utilizados para representar escenas y personajes
particulares. Así, las cuerdas, los clavecines y las flautas dulces representan los campos
pastorales de Tracia con sus ninfas y pastores, mientras que los pesados metales ilustran el
inframundo y sus habitantes. Monteverdi juntó la monodia acompañada con coros, conjuntos
vocales renacentistas y con una orquesta de cuarenta instrumentos. Por tanto, esta obra,
comparada con las de Peri y de Giulio Caccini, que habían sido los pioneros de la Camerata
Florentina, es mucho más destacable tanto por su variedad como por su continuidad y por su
interés musical. Para Peri y para Caccini, la ópera era, ante todo, literatura, por lo que la
instrumentación no era tan importante.
Las óperas de Monteverdi se han catalogado como barrocas tempranas, o prebarrocas. Para
el momento, la música del norte de Italia transitaba entre el estilo renacentista tardío y el
barroco temprano, y compositores vanguardistas como Monteverdi combinaban las tendencias
estilísticas que se utilizaban en los círculos musicales más importantes como
Florencia, Venecia o Ferrara. Orfeo emplea todos los recursos entonces conocidos dentro del
arte de la música, con un uso particularmente atrevido de la polifonía.
Orfeo puede considerarse una obra maestra de la historia de la música, porque consolida la
ópera, que se desarrollaría mucho más durante el Barroco. Después de su representación
inicial, la obra se representó nuevamente en Mantua y posiblemente en otros centros italianos
en los años siguientes. Su partitura fue publicada por Monteverdi en 1609 y nuevamente en
1615. Después de la muerte del compositor en 1643, la ópera no se representó durante
muchos años y quedó en gran parte olvidada hasta que un resurgimiento del interés a finales
del siglo XIX condujo a una serie de ediciones y representaciones modernas. Al principio, estas
representaciones tendían a ser versiones de concierto (sin escenificación) dentro de institutos
y sociedades de música, pero después de la primera representación dramatizada moderna en
París, en 1911, la obra comenzó a verse en los teatros. Después de la Segunda Guerra
Mundial, se emitieron muchas grabaciones y la ópera se representó cada vez más en los
teatros de ópera, aunque algunos locales punteros se resistieron. En 2007, el cuarto
centenario del estreno se celebró con actuaciones en todo el mundo. Aunque es una de las
óperas más antiguas del repertorio, no está entre las más representadas. En las estadísticas
de Operabase3 aparece la número 72 de las cien óperas más representadas en el período
2005-2010, siendo la vigesimonovena en Italia y la primera de Monteverdi, con 55
representaciones. Mientras que la Dafne de Jacopo Peri es generalmente reconocida como la
primera obra en el género de la ópera y la ópera más antigua que se conserva es Euridice de
Peri, La fábula de Orfeo es la más antigua que todavía se representa con regularidad.

Contexto histórico[editar]
Vicente I Gonzaga de Mantua, empleador de Claudio Monteverdi.

Claudio Monteverdi, nacido en Cremona en 1567, fue un prodigio musical que estudió
con Marc'Antonio Ingegneri, el maestro de capilla (jefe de música) en la catedral de Cremona.
Después de formarse en canto, cuerdas y composición, Monteverdi trabajó como músico
en Verona y Milán hasta que, en 1590 o 1591, consiguió un puesto como suonatore di
vivuola (tocador de viola) en la corte del duque Vicente Gonzaga en Mantua.4 A través de la
habilidad y el trabajo duro, Monteverdi se convirtió en el maestro della musica (maestro de
música) de Gonzaga en 1601.56
La particular pasión de Vicente Gonzaga por el teatro musical y el espectáculo surgió de las
conexiones de su familia con la corte de Florencia. Hacia finales del siglo XVI, los innovadores
músicos florentinos estaban desarrollando el intermedio —una forma de interludio musical
establecida desde hace mucho tiempo que se inserta entre los actos de los dramas hablados
— en formas cada vez más elaboradas.5 Liderados por Jacopo Corsi, estos sucesores de la
renombrada Cameratac fueron responsables de la primera obra generalmente reconocida
como perteneciente al género de la ópera: Dafne, compuesta por Corsi y Jacopo Peri y
representada en Florencia en 1598. Esta obra combina elementos de
canto madrigal y monodia con baile y pasajes instrumentales para formar un todo dramático.
Sólo existen fragmentos de su música, pero varias otras obras florentinas del mismo período
—Rappresentatione di Anima, et di Corpo de Emilio de' Cavalieri, Eurídice de Peri y la obra
homónima de Giulio Caccini— sobreviven completas. Estas dos últimas obras fueron las
primeras de muchas representaciones musicales del mito de Orfeo tal como se relata en Las
metamorfosis de Ovidio, y como tales fueron precursoras directas del Orfeo de Monteverdi.89
La corte de Gonzaga tenía una larga historia de promoción del entretenimiento dramático. Un
siglo antes de la época del duque Vincente, la corte había representado el drama lírico La
favola di Orfeo de Angelo Poliziano, al menos la mitad de la cual era cantada en lugar de
hablada. Más recientemente, en 1598, Monteverdi había ayudado al establecimiento musical
de la corte a producir la obra Il pastor fido de Gian Battista Guarini, descrita por el historiador
del teatro Mark Ringer como una «obra teatral decisiva» que inspiró la moda italiana por el
drama pastoril.10 El 6 de octubre de 1600, mientras visitaba Florencia para la boda de María de
Médici con el rey Enrique IV de Francia, el duque Vincente asistió al estreno de Eurídice de
Peri.9 Es probable que sus principales músicos, incluido Monteverdi, también estuvieran
presentes en esta actuación. El duque reconoció rápidamente la novedad de esta nueva forma
de entretenimiento dramático y su potencial para brindar prestigio a quienes estaban
dispuestos a patrocinarlo.11
Creación[editar]
Libreto[editar]

Orfeo con su viola, por Cesare Gennari.

Entre los presentes en el estreno de Eurídice de Jacopo Peri en octubre del año 1600 estaba
un joven abogado y diplomático de carrera de la corte de los Gonzaga, Alessandro Striggio,12
hijo del bien conocido compositor del mismo nombre. El joven Striggio era él mismo un músico
talentoso; cuando tenía 16 años, había tocado la viola en las festividades de la boda del
duque Fernando de Toscana en 1589. Junto con los dos hijos pequeños del duque
Vicente, Francisco y Fernando, era miembro de la exclusiva sociedad intelectual de Mantua,
la Accademia degli Invaghiti, que proporcionó la salida principal para las obras teatrales de la
ciudad.1314 No está claro en qué momento Striggio comenzó su libreto para Orfeo, pero el
trabajo ya lo había emprendido en enero de 1607. En una carta escrita el 5 de enero,
Francisco Gonzaga le pedía a su hermano, entonces destinado en la corte florentina, que
obtuviera los servicios de un castrato de alta calidad de entre el personal del Gran Duque,
para una «obra con música» que se preparaba para el Carnaval de Mantua.15
Las principales fuentes de Striggio para su libreto fueron los libros 10 y 11 de la Las
metamorfosis de Ovidio y el libro cuarto de las Geórgicas de Virgilio. Estos le proporcionaron
el material básico, pero no la estructura para un drama escénico; los acontecimientos de los
Actos I y II están cubiertos por apenas trece versos en Las metamorfosis.16 Para ayudar a la
creación de la forma dramática, Striggio recurrió a otras fuentes: la obra de Poliziano del año
1480, la de Guarini Il pastor fido y el libreto de Ottavio Rinuccini para la obra de
Peri Eurídice.17 El musicólogo Gary Tomlinson señala las muchas similitudes entre los textos
de Striggio y Rinuccini y señala que algunos de los discursos en el Orfeo «se corresponden
estrechamente en contenido e incluso en locución a sus correspondientes en la Eurídice».18 La
crítica Barbara Russano Hanning escribe que los versos de Striggio son menos sutiles que los
de Rinuccini, aunque la estructura del libreto de Striggio es más interesante.13 Rinuccini, cuya
obra había sido escrita para las festividades de una boda de los Médici, se vio obligado a
alterar el mito para proporcionar un «final feliz», adecuado a la ocasión. En cambio, debido a
que Striggio no estaba escribiendo para una celebración formal de la corte, podía ser más fiel
al espíritu de la conclusión del mito, en el que Orfeo resulta muerto y desmembrado por
enfurecidas ménades o «bacantes».17 De hecho, optó por escribir una versión algo atenuada
de este sangriento final, en el que las bacantes amenazan con la destrucción de Orfeo, pero
su destino final se deja envuelto en duda.19
El libreto se publicó en Mantua en 1607 coincidiendo con el estreno e incorporó el ambiguo
final de Striggio. Sin embargo, la partitura de Monteverdi publicada en Venecia en 1609
por Ricciardo Amadino muestra una resolución totalmente diferente, con Orfeo transportado a
los cielos a través de la intervención de Apolo.13 Según Ringer, el final original de Striggio se
usó casi con certeza en el estreno de la ópera, pero no hay duda de que Monteverdi creía que
el final revisado era estéticamente correcto.19 El musicólogo Nino Pirrotta señala que el final de
Apolo formaba parte del plan original para la obra, pero no se representó en el estreno debido
a que la pequeña sala que albergó el evento no podía contener la maquinaria teatral que
requería este final. La escena de las bacantes fue una sustitución; las intenciones de
Monteverdi se restauraron cuando se eliminó esta restricción.20

Composición[editar]

Retrato de Claudio Monteverdi, compositor de la música, por Bernardo Strozzi, c. 1630.

Cuando Monteverdi compuso la música para Orfeo tenía ya una sólida formación en música


teatral. Había estado empleado en la corte de los Gonzaga durante dieciséis años, gran parte
de ellos dedicados a interpretar o arreglar música escénica y en 1604 había escrito el ballo Gli
amori di Diane ed Endimone para el Carnaval de Mantua de 1604-1605.21 Los elementos a
partir de los cuales Monteverdi construyó la partitura de su primera ópera —el aria, la canción
estrófica, el recitativo, los coros, las danzas, los interludios musicales dramáticos— no los creó
él, como ha señalado el director Nikolaus Harnoncourt, pero «él mezcló todo ese conjunto de
posibilidades nuevas y viejas en una unidad que era verdaderamente nueva».22 El
musicólogo Robert Donington dice, de manera similar: «[La partitura] no contiene elemento
alguno que no existiera antes, pero alcanza su completa madurez en esa forma recientemente
desarrollada... Aquí hay palabras tan directamente expresadas en la música como [los
pioneros de la ópera] querían que se expresaran; aquí está la música expresándolas... con la
plena inspiración de un genio».23
Monteverdi manifestó las exigencias orquestales al comienzo de su partitura publicada, pero
de acuerdo con la práctica de la época no especificó su uso exacto.22 En aquella época era
habitual permitir a cada intérprete de la obra libertad de tomar sus propias decisiones,
basándose en las dotaciones orquestales a su disposición. Estas podían ser muy diferentes
de un lugar a otro. Más aún, como señala Harnoncourt, los instrumentistas podían ser todos
compositores y se esperaba de ellos que colaboraran creativamente en cada representación,
más qu

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