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Colombia, al igual que Francia, tiene un sistema de doble jurisdicción: jurisdicción
ordinaria con la Corte Suprema de Justicia como corte de cierre, y jurisdicción de lo conten-
cioso administrativo con el Consejo de Estado en la misma categoría y función. Hay, sin em-
bargo, una diferencia esencial: en Colombia, la jurisdicción contencioso-administrativa está
compuesta de jueces totalmente independientes de la administración. En Francia es también
independiente pero pertenece al poder ejecutivo. Así, los consejeros de Estado en Francia no
son magistrados sino altos funcionarios de la administración que, mediante una especie de
comisión especial de servicio que los autoriza para ello, ejercen funciones de jueces adminis-
trativos.
3
Cabe resaltar, en nuestro continente el rico panorama jurisprudencial y doctrinal de
la responsabilidad del Estado en el derecho argentino, nutrido tanto en el derecho privado como
en el derecho público. Entre la rica bibliografía más reciente, CLAUDIA CAPUTI, Responsabili-
dad del Estado, Buenos Aires, Ediciones Rap, 2007; ÓSCAR ÁLVARO CUADROS, Responsabi-
lidad del Estado, Buenos Aires, Abeledo Perrot, 2008.
4
Art. 2347: “Toda persona es responsable, no solo de sus propias acciones para el efecto
de indemnizar el daño, sino del hecho de aquellos que estuvieren a su cuidado [...] Pero ce-
sará la responsabilidad de tales personas si con la autoridad y cuidado que su respectiva ca-
lidad les confiere y prescribe, no hubieren podido impedir el hecho”.
Art. 2349: “Los amos responderán del daño causado por sus criados o sirvientes, con
ocasión del servicio prestado por estos a aquellos; pero no responderán si se probare o apareciere
que en tal ocasión los criados o sirvientes se han comportado de un modo impropio, que los amos
no tenían medio de prever o impedir empleando el cuidado ordinario y la autoridad competente;
en este caso recaerá toda la responsabilidad del daño sobre dichos criados o sirvientes”.
5
Art. 2341: “El que ha cometido un delito o culpa, que ha inferido daño a otro, es obligado
a la indemnización, sin perjuicio de la pena principal que la ley imponga por la culpa o el delito
cometido”.
6
También como responsabilidad directa con base en el art. 2341.
PERSPECTIVAS DE LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO COLOMBIANO 491
2. LA FALLA DE SERVICIO
7
Hay que advertir, sin embargo, que durante el siglo XIX, y ocasionalmente, por disposi-
ción del legislador, se ordenaron judicialmente reconocimientos compensatorios, en especial
en materia de pensiones, expropiaciones y daños de guerra. Véase a HUGO ANDRÉS ARENAS
MENDOZA, ¿Estado responsable o irresponsable? La responsabilidad patrimonial del Esta-
do colombiano luego de la guerra civil de 1876-1877, Bogotá, Universidad del Rosario, 2009.
8
Cuyo texto, venido de las doctrinas de JOHN LOCKE, se repitió, con algunas modifica-
ciones, en el art. 2º, inc. 2º de la Carta actual: “Las autoridades de la república están institui-
das para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes,
creencias y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales
del Estado y de los particulares”.
9
JAIME VIDAL PERDOMO, Revista del Externado de Colombia, núm. 3, 1961, pág. 419;
Derecho administrativo, Bogotá, Edit. Temis, 1966, pág. 538.
10
En realidad, la faute francesa traduce exactamente la noción de culpa en castellano.
11
A pesar de la oposición de un jurista tan influyente como LÉON DUGUIT, para quien
la falla de servicio es tan inexacta como inútil, y quien en la tercera edición de su Traité de
droit constitutionnel, la tilda de “simple visión del espíritu, que no responde a nada real y que
puede conducir a consecuencias peligrosas ya que no es otra cosa que aniquilación del indi-
viduo, y su absorción plena y total en el grupo”, la noción termina por imponerse. En ello no
hay que ver solo las ventajas que significó para los demandantes el no tener que identificar
al funcionario ejecutor del servicio, sino el beneplácito de la poderosa burocracia francesa,
que de ese modo veía más que protegidos a los suyos de la persecución de los ciudadanos.
492 REALIDADES Y TENDENCIAS DEL DERECHO EN EL SIGLO XXI
12
C. de E., Sección Tercera, 25 septiembre 1987, exp. 5042.
13
Ibidem, 2 febrero 1984, exp. 2744.
14
Ibidem, 16 septiembre 1999, exp. 10922.
15
Ibidem, 30 julio 1998, exp. 10981.
16
En Le régime et le fondement de la responsabilité de la puissance publique, J.C.P.,
1954, i, 1178.
17
JEAN RIVERO, Droit administratif, 13 éd., Paris, Dalloz, 1990, núm. 274.
494 REALIDADES Y TENDENCIAS DEL DERECHO EN EL SIGLO XXI
cés el principio de igualdad ante las cargas públicas, que denominó teoría del
“daño especial”, como una causal de imputación basada en la equidad, que como
vimos, no existe propiamente en el derecho francés contemporáneo23.
Para que se pueda fundamentar técnicamente la responsabilidad sin culpa
del Estado por la ruptura del principio de igualdad ante las cargas públicas, es
necesario que este realice una actividad de servicio como misión principal. En
desarrollo de esa actividad, que, repetimos, es el fin principal del actuar esta-
tal, es posible, aunque no inexorable, que se produzcan daños marginales o
residuales. En la medida que esos daños no superen el marco de las contingen-
cias sociales, no dan derecho a ninguna indemnización o compensación. Es
necesario que ellos tengan un carácter especial y anormal, condiciones que son
siempre conjuntas y no se predican, por ejemplo de aquellos que se generan por
falla del servicio o como resultado de riesgos concretados. Son, en síntesis, “sa-
crificios” que impone indirectamente el actuar administrativo y que constitu-
yen para quien los padece una violación al principio general de igualdad frente
a la ley24.
No se trata, por tanto, de obligaciones indemnizatorias que se imponen por
razones de equidad, entendida esta como un correctivo a la dureza de la ley, sino
de un verdadero derecho de la víctima fundado en estrictas consideraciones
jurídicas. De manera que, para que se configure la responsabilidad por viola-
ción al principio de igualdad ante la ley —en su expresión de igualdad ante las
cargas públicas—25, es necesario que el daño especial y anormal le sea efecti-
vamente imputable, es decir atribuible, a la acción del Estado.
23
En la misma imprecisión incurre la Corte Constitucional, al acoger la aplicación de
la noción española del daño especial a la expropiación. Véase sent. C-1074 de 2002.
24
Es el caso, por ejemplo, de la pérdida de valor comercial de ciertos edificios como
resultado de la construcción de obras públicas que limitan el acceso o les hacen perder cali-
dades estéticas o ambientales.
25
El Consejo Constitucional de Francia lo ha definido como un principio de derecho es-
crito y de valor constitucional (en tanto que incorporado en el principio general de igualdad ante
la ley, “formulado” por la Declaración de 1789, lo mismo que en la disposición de su art. 13.
496 REALIDADES Y TENDENCIAS DEL DERECHO EN EL SIGLO XXI
26
En la que se previó el Estado social de derecho.
27
Art. 121.1, LEF.
28
EDUARDO GARCÍA DE ENTERRÍA, Los principios de la nueva Ley de Expropiación For-
zosa, Madrid, Civitas, 1984 (reimpresión de la edición publicada por el Instituto de Estudios
Políticos, Madrid, Tecnos, 1956).
29
Ley de Régimen Jurídico de la Administración del Estado (LRJAE), arts. 40 y ss.
30
“Los particulares, en los términos establecidos por la ley, tendrán derecho a ser in-
demnizados por toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los
casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento de los ser-
vicios públicos”.
PERSPECTIVAS DE LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO COLOMBIANO 497
bles y que causen perjuicios a sus contratistas. En tales casos deberán indemnizar la dismi-
nución patrimonial que se ocasione, la prolongación de la misma y la ganancia, beneficio o
provecho dejados de percibir por el contratista”.
42
Sent. de 8 mayo 1995, exp. 8118, C. P. Juan de Dios Montes Hernández.
43
Corte Const., sent. C-333 de 1996, M. P. Alejando Martínez Caballero.
44
El sistema español de responsabilidad totalmente objetiva, aunque moderado de hecho
por la ley y por una jurisprudencia que procura reinterpretarlo desde el nexo causal o incluso
desde el propio daño antijurídico, es hoy en día objeto de una amplia crítica de importantes
sectores de la doctrina, que piden su revisión. El detonante de esa tendencia fue una dura crítica
PERSPECTIVAS DE LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO COLOMBIANO 501
del jurista FERNANDO PANTALÓN PRIETO a la sentencia de la Sala Tercera (sección cuarta) del
Tribunal Supremo de 14 de julio de 1991, que condenó al INSALUD por una hemiparasia bra-
quiofacial que le dejó graves secuelas a la paciente, a quien el cirujano intervino por aneurismas
gigantes en ambas carótidas. Y aunque la intervención quirúrgica fue irreprochable desde el
punto de vista de la lex artis, la entidad pública de salud fue condenada por responsabilidad
objetiva. Al denunciar lo que considera completamente irrazonable, PANTALEÓN propone, en
cambio, la consagración de lo que él llama “daños producto de accidentes” por funcionamiento
anormal, derivados de fautes de service, y en los casos de funcionamiento normal, previa de-
terminación legal, la responsabilidad por los daños que sean realización de determinados ries-
gos típicos del giro o tráfico administrativo; de las que cabe llamar “lesiones consecuencia
del funcionamiento de servicios públicos típicamente peligrosos”. Y finalmente, por los “daños
cuasiexpropiatorios o de sacrificio”, con base en el principio de igualdad ante las cargas
públicas. (FERNANDO PANTALEÓN PRIETO, “Los anteojos del civilista: hacia una revisión del
régimen de responsabilidad patrimonial de las administraciones públicas”, en Documenta-
ción Administrativa, núms. 237-238, enero-junio, 1994, Instituto Nacional de Administración
Pública, Madrid, págs. 239 y ss.
45
Es la certeza de que los lados sombríos del progreso determinan cada vez más una
parte esencial de la dinámica social, idea que se expresa en la teoría de la “sociedad del ries-
go” (Risikogesellschaft). ULRICH BECK, “De una teoría crítica de la sociedad a una teoría de
la autocrítica social”, en Diálogo Científico, vol. 6, núm. 1, 1987, Instituto de Colaboración
Científica, Tübingen, RFA, pág. 15.
46
ANDRÉ DEMICHEL, Le droit administratif. Essai de reflexion théorique, Paris, L.G.D.J.,
1978, pág. 157.
502 REALIDADES Y TENDENCIAS DEL DERECHO EN EL SIGLO XXI
Así, aunque uno de los campos en que los Estados Unidos ha sido pionero en materia
de responsabilidad objetiva, es el de los defectos de producto; la regla de la responsabilidad
por culpa se ha vuelto a imponer, de acuerdo con el nuevo Estatuto de Responsabilidad Civil
de 1997 (Restatement —Third— of torts —Products Liability), en el terreno del diseño del mis-
mo y en el de la falta de instrucciones o advertencias suficientes.
49
ORIOL MIR PUIGPELAT, op. cit., pág. 259.
50
Ibidem.
51
ORIOL MIR PUIGPELAT, “Propuestas para una reforma legislativa del sistema español
de responsabilidad patrimonial de la administración”, en La responsabilidad patrimonial de
las administraciones públicas. Crisis y propuestas para el siglo XXI, Barcelona, Fundación
Democracia y Gobierno Local, 2009, págs. 31 y ss.
504 REALIDADES Y TENDENCIAS DEL DERECHO EN EL SIGLO XXI
52
La inversión de la carga probatoria mediante una presunción general de culpa, era la
regla general en el proyecto de ley federal alemana de responsabilidad de la administración
de 26 de julio de 1981, declarada inconstitucional aunque por razones de procedimiento. El mis-
mo sistema fue igualmente incluido en la propuesta de directiva del Consejo presentada por
la Comisión Europea el 9 de noviembre de 1990 y retirada en 1994 por falta de consenso.
53
Mientras el daño mira a los sentimientos y al fuero interno de la víctima, el daño a la
vida de relación o a las condiciones de vida compensan sus efectos en el fuero externo, o de las
relaciones sociales.
PERSPECTIVAS DE LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO COLOMBIANO 505
56
Const. Pol., art. 1º.
57
ERWAN MICHEL-KERJAN, “Terrorisme à grande échelle: partage des risques et politiques
publiques”, en Revue d’économie politique, núm. 5, septiembre-octubre, 2003.
58
Véase MARCEL POCHARD, “L’imdemnisation des victimes sur le fondement du principe
de la solidaricé nationale”, en Memorias, Seminario franco-colombiano sobre la reforma a
la jurisdicción contencioso-administrativa, Bogotá, Imprenta Nacional de Colombia, 2008,
págs. 341 y ss.; Le Conseil d’État en Colombie et en France. La protection de l’État de droit,
Paris, L’Harmattan, 2009, pág. 161.
508 REALIDADES Y TENDENCIAS DEL DERECHO EN EL SIGLO XXI
Es indudable que entre otras tareas por hacer, del legislador colombiano
está la de establecer el alcance de la indemnización integral. Y aunque el tema
es relativamente más claro en el campo de los perjuicios materiales o patrimo-
niales, el ámbito de las compensaciones por perjuicios inmateriales sufre de gran
indefinición. No hay diferencia entre las compensaciones máximas que la ju-
risprudencia determina por daños derivados de accidentes, con las que dispo-
ne en el caso de perjuicios debidos a negligencia o claramente intencionales60.
Todo depende del criterio judicial, lo que una vez más conspira contra la igual-
dad y la seguridad jurídicas. Es necesaria, por tanto, una gradación legal de los
perjuicios, al menos en forma de baremos flexibles que les impongan una mayor
racionalidad a los reconocimientos, dejando, como es obvio, un margen sufi-
ciente de apreciación al juez, de acuerdo con las características específicas del
caso, pero partiendo de los lineamientos que la ley establezca.
Es necesario, por otra parte, definir más desde la perspectiva de la juris-
prudencia ciertos conceptos ligados a la responsabilidad del Estado que han en-
trado con fuerza en Colombia, pero cuyos perfiles todavía no se concretan de ma-
nera precisa. Tal es el caso del principio de confianza legítima (Vertrauens schutz),
venido de la jurisprudencia alemana y adoptado en algunos países como Espa-
60
Así, por ejemplo, la condena por daño moral a favor de los padres, la esposa o los hijos
por la muerte de la víctima, tiene un máximo de 100 salarios mínimos sin que importen, por
lo general, las circunstancias concretas, ni la causal de imputación a la administración.
510 REALIDADES Y TENDENCIAS DEL DERECHO EN EL SIGLO XXI
ña, pero identificado en Italia de manera imprecisa con la buena fe, u objeto de
cautelas más o menos desconfiadas en otros como Francia61. Es necesario esta-
blecer con claridad las fronteras del concepto en la jurisprudencia administra-
tiva nacional, ya que este tiene un indudable juego en los cambios y reacomodos
que surgen obligadamente de la dinámica de un Estado social de derecho.
Situación parecida es la que se refiere al reconocimiento de la pérdida de
oportunidad (Perte de chance), noción jurídica de aún más encendidas contro-
versias. Ella reviste dos aspectos funcionales, el uno limitador, el otro explica-
tivo. En el primer sentido, es un instrumento de medida y de indicio de la certeza
del perjuicio. En su función explicativa, sirve para revelar si el nexo de cau-
salidad es lo suficientemente fuerte como para permitir la indemnización de la
víctima62. Infortunadamente, aplicado de manera abusiva, lleva a eludir la prue-
ba rigurosa tanto del daño cierto como de la relación causal. Ello, aunado a la
tendencia a considerarlo como un daño inmaterial en sí mismo, lleva a que en
algunas sentencias se fije directamente una cuantía arbitraria sin motivación
alguna y con base en criterios divergentes, con afectación de los principios de
igualdad y seguridad jurídicas, todo lo cual exige un esfuerzo de delimitación
en favor de la claridad conceptual del instituto de la responsabilidad estatal.
Finalmente, entre otras tareas por cumplir, está la que se refiere a la res-
ponsabilidad por los “actos lícitos”. Ante todo, en el derecho colombiano, la
indemnización por daños tiene una doble vía procesal. Procede en primer lugar,
la acción de reparación directa, que no requiere procedimiento administrativo
previo, por daños causados por hechos u omisiones de la administración. En
segundo término, para las demandas de responsabilidad por actos administra-
tivos ilegales existe un contencioso de plena jurisdicción, mediante la acción
de nulidad y restablecimiento.
Pues bien, hasta hace poco tiempo, no era procedente reclamar perjuicios
por un acto administrativo, sino como resultado de su anulación. No obstante,
hoy la jurisprudencia admite que cuando el daño se causó por un acto legalmente
dictado, es posible obtener la indemnización a través de la acción de reparación
directa con fundamento en el principio de igualdad ante las cargas públicas.
En un orden conceptual muy similar, la doctrina y la academia discuten
actualmente la viabilidad jurídica de una responsabilidad derivada de daños
ocasionados por la actividad legislativa del Estado.
Es un tema que plantea dificultades muy diversas, algunas de ellas apa-
rentemente insalvables, pero que sin duda plantea tanto al juez de la responsa-
bilidad del Estado como al legislador e incluso al constituyente, un desafío de
inocultable trascendencia.
61
PEDRO JOSÉ JORGE COVIELLO, La protección de la confianza del administrado, dere-
cho argentino y derecho comparado, Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 2004, págs. 33 y ss.
62
FRÉDÉRIQUE SALLET, La perte de chance dans la jurisprudence administrative relative
à la responsabilité de la puissance publique, Paris, L.G.D.J., 1994.
PERSPECTIVAS DE LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO COLOMBIANO 511
13. BIBLIOGRAFÍA
PANTALEÓN PRIETO, FERNANDO: “Los anteojos del civilista: hacia una revi-
sión del régimen de responsabilidad patrimonial de las administraciones públi-
cas”, en Documentación Administrativa, núms. 237-238, enero-junio, 1994,
Madrid, Instituto Nacional de Administración Pública.
— Derecho administrativo, Bogotá, Edit. Temis, 1966.
PISIER-KOUCHNER: Le service public dans la théorie de l’État de Léon Duguit.
POCHARD, MARCEL: “L’imdemnisation des victimes sur le fondement du
principe de la solidaricé nationale”, en Memorias, Seminario franco-colombiano
sobre la reforma a la jurisdicción contencioso-administrativa, Bogotá, Imprenta
Nacional de Colombia, 2008.
— Le Conseil d’État en Colombie et en France. La protection de l’État
de droit, L’Harmattan, Paris, 2009.
PUIGPELAT, ORIOL MIR: La responsabilidad patrimonial de la administra-
ción, Madrid, Civitas, 2002.
— “Propuestas para una reforma legislativa del sistema español de res-
ponsabilidad patrimonial de la administración”, en La responsabilidad patri-
monial de las administraciones públicas. Crisis y propuestas para el siglo XXI,
Barcelona, Fundación Democracia y Gobierno Local, 2009.
RIVERO, JEAN: Droit administratif, 13 éd., Paris, Dalloz, 1990, núm. 274.
SALLET, FRÉDÉRIQUE: La perte de chance dans la jurisprudence adminis-
trative relative à la responsabilité de la puissance publique, Paris, L.G.D.J.,
1994.
VIDAL PERDOMO, JAIME: “Derecho administrativo”, en Revista del Exter-
nado de Colombia, 1961, num. 3.