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UNIDAD N° 1:

Instituto San José


"COSMOVISIÓN
DIEGEP 4158
Ciclo Lectivo 2023
HUMORÍSTICA"

LA COMEDIA

Las comedias se caracterizan por evocar la risa y tener un final feliz.


¿Qué es la comedia?
Se llama comedia a uno de los más antiguos géneros dramáticos, opuesto en su
temática a la tragedia, es decir, caracterizado por tramas y narraciones que
evocan a la risa y que tienen un final feliz. Según la describe el filósofo griego
Aristóteles en su Poética (siglo VI a.C.), la comedia consiste en una representación de
los hombres peores de lo que realmente son, lo cual posibilita que los espectadores
se burlen de ellos, incluso siendo figuras poderosas en vida real.
Los antiguos griegos la cultivaron como una de las dos formas cumbre de la
dramática, asociándola a la musa bucólica y pastoril de nombre Thalía, quien junto a
Melpómene (musa de la tragedia) eran las inspiradoras del teatro. Desde entonces
se representan estas dos artes mediante dos caretas: una sonriente y la otra llorosa,
asociándolas a dos perspectivas en torno a la vida: la optimista y la pesimista.
La comedia, a diferencia de la tragedia, no se ocupa de enaltecer o de abordar
solemnemente a sus personajes, sino que los escoge del vulgo y los somete no a
un destino fatal, sino a los rigores del azar. De allí que en muchos tipos de comedia
(como la de enredos), los personajes se libren de situaciones difíciles o embarazosas
por la pura casualidad.
Sin embargo, esa ausencia de un destino trazado por los dioses en la comedia
también entraña una importante noción de libertad humana, ya que cada quien
puede en sus obras perseguir su propio futuro a voluntad, lo cual abre el camino
para el disparate, la coincidencia, la sorpresa, los cambios de ritmo y otros recursos
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frecuentes en la estructura narrativa del género.
Origen de la comedia
La comedia, como la tragedia, tiene su origen como género en la Antigua Grecia
(1200 – 146 a.C.), como una evolución artística de los primitivos cantos de honor a
Dionisos, derivado del ditirambo, una composición griega asociada a la sátira y al
mimo. El esplendor de la comedia griega tuvo lugar con Aristófanes (444-385 a.C.),
cuya herencia fue transmitida a la cultura romana por el comediógrafo griego
Menandro en el siglo IV.
De allí pasaría a la cultura medieval europea, en donde formaría parte importante de
las tradiciones populares, en nada similares al arte religioso y censurado de la época,
siendo más bien grotesco y muy en contacto con el cuerpo. Allí se engendrarían
fenómenos artísticos cómicos posteriores como la Commedia dell’Arte o el teatro del
Siglo de Oro español (Lope de Vega, Tirso de Molina, Calderón de la Barca,
principalmente).
La comedia sería después un género importante del imaginario artístico
contemporáneo, en especial en el teatro decimonónico y en los principios del cine,
con personajes legendarios como el Charlot de Charles Chaplin o Cantinflas de Mario
Moreno.
Características de la comedia
La comedia se caracteriza por el uso del humor para transformar, exagerar y
ridiculizar el drama para situaciones cómicas y generalmente tienen un desenlace
feliz.
El género de la comedia suele usar las equivocaciones y malentendidos para
transformarlos en disparates, estas situaciones son conocidas como quid pro quo.
Tipos de comedia
Existen muchos tipos de comedia, ya sean como géneros literarios, teatrales o
cinematográficos. A continuación, se nombran algunos tipos de comedia que
existen:
Comedia griega
La comedia griega se origina en la Antigua Grecia y forma parte del teatro clásico,
que inicialmente solo comprendía la tragedia. La comedia se caracterizaba por el uso
de poemas satíricos y máscaras para los actores.
Comedia del arte
La comedia del arte es un género originado en Italia en el siglo XVI. En italiano,
commedia dell’Arte, permaneció hasta inicios del siglo XIX como un teatro popular
que se caracterizaba por la improvisación y el uso de las máscaras por los actores,
excepto por los protagonistas enamorados.
Quid pro quo es una frase en latín que en español traduce, literalmente, ‘algo a cambio de algo’ o ‘una cosa por
la otra’, y su pronunciación sería "cuid pro cuo". Designa un error, una confusión, un malentendido, así como
también puede ser utilizada para referirse a una transacción, al intercambio de una cosa por otra
equivalente.
La comedia, muy astuta a la hora de sacar partido de los malentendidos, aprovecha, desde siempre, muchas
situaciones quid pro quo para construir sus argumentos disparatados: personajes que son confundidos o
palabras que al cambiarse adquieren otro sentido, son un buen ejemplo de ello.

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Comedia de situación
La comedia de situación es representada por sketch cortos que exageran hábitos y
situaciones comunes. Un ejemplo actual son las series cómicas conocidas también
en inglés como sitcom.
Comedia musical
La comedia musical es un género teatral conocido especialmente por sus
espectáculos en los musicales de Broadway. La comedia musical también es común
en industria cinematográfica, constituyendo un tipo de comedia de espectáculo.
Comedia romántica
Las comedias románticas se refieren, en general, a las películas de entretenimiento,
leves, sobre encuentros y desencuentros entre los protagonistas enamorados que
termina con un final feliz. Se suele encajar en el género de la comedia de errores.

LA SÁTIRA

La sátira busca expresar la reprobación del autor, con fines moralizantes o críticos.

¿Qué es la sátira?
La sátira es un género literario y a la vez un recurso expresivo, a través de los cuales
el autor expresa su indignación o su oposición a algo, a través de
procedimientos humorísticos, o sea, de la burla, la ironía o la caricaturización. La
sátira no aspira al humor en sí mismo, ni a la pura diversión, sino a expresar la
reprobación del autor, ya sea velada o abiertamente, generalmente con fines
moralizantes o críticos.
Los orígenes de la sátira se remontan a la antigüedad griega, especialmente a la
poesía yámbica de Semónides de Amorgos (ss. VII-VI a. C.) y Arquíloco de Paros (712-
664 a. C.), y la obra de comediógrafos como Aristófanes (444-385 a. C.), cuyo legado
fue heredado a los humoristas romanos como Cayo Lucilio (148-102 a. C.) y Luciano
de Samósata (125-181).
De hecho, fue tan extensamente cultivada en la antigua Roma, que Marco Fabio
Quintiliano (c. 35-c.95) la bautizó como “un género completamente romano” (“satura
quidem tota nostra est”).
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Ya en ese entonces la sátira podía adoptar diferentes formas, como diálogos, cantos,
epigramas, etcétera, tanto en verso como en prosa, o alternando ambos registros.
Sin embargo, tampoco sería exclusiva de la literatura: la ilustración, el cine e incluso
la música echan mano de ella muy frecuentemente.
Características de la sátira
A grandes rasgos, la sátira se caracteriza por lo siguiente:
Se trata de una forma de representación de referentes reales, ideas, personas
o incluso de otras obras artísticas o filosóficas.
Posee una intención burlesca, ridiculizante o crítica, que se expresa mediante la
parodia, la comparación de referentes disímiles, la exageración y/o los dobles
sentidos.
Se expresa en una inmensa variedad de temas, tonos y métodos, pero en general
tienen siempre un propósito crítico o moralizante, es decir, pedagógico o de
denuncia.
Ejemplos de autores satíricos
A lo largo de la historia ha habido cientos de autores de obra satírica, en especial
porque este género les permitía burlarse unos de otros y dirimir literariamente sus
enemistades. Existieron, sin embargo, grandes autores satíricos romanos, a quienes
se considera usualmente los creadores formales del género, tales como:
Cayo Lucilio (147-102 a. C.), cuya obra se ha extraviado con el paso del tiempo,
pero es referida a menudo por otros poetas satíricos romanos.
Marco Terencio Varrón (116-27 a. C.), autor de sátiras menipeas, en las que se
mezclaban el verso y la prosa.
Quinto Horacio Flaco (65-8 a. C.), cuya obra satírica consistió principalmente en
sermones y diálogos, en los que se introducían sentencias y críticas de manera
menos virulenta.
Lucio Anneo Séneca (4 a. C. – 65 d. C.), llamado Séneca el Joven para
diferenciarlo de su padre, cuya obra en prosa abunda en filosofía moral y en
referencias satíricas.
Otros grandes y reconocidos cultores de la sátira fueron, de la Edad Media en
adelante, los españoles, no sólo en su lírica y poesía, sino particularmente en sus
obras teatrales del Siglo de Oro y sus primeras novelas modernas. Algunos nombres
importantes de esta tradición fueron:
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (c. 1283-1350), cuya obra es considerada entre las
más importantes de la literatura medieval española, fue el primero en usar
propiamente la sátira para criticar la influencia del dinero que ya empezaba a
trastocar la sociedad feudal de la época.
Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera (1398-c.1468), autor
prerrenacentista cuya obra máxima es una sátira del amor mundano y la lujuria,
El Corbacho, de 1438.
Miguel de Cervantes (1547-1616), el máximo autor de la tradición española, es
célebre justamente por una sátira de las novelas de caballerías: El ingenioso

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hidalgo Don Quijote de la Mancha de 1605. Sin embargo, no fue su único texto
satírico: también se le conocen El coloquio de los perros de 1613 y Viaje del parnaso
de 1614.
Lope de Vega (1562-1635), uno de los grandes exponentes de la dramaturgia
española del Siglo de Oro, fue pródigo en sátiras contra Luis de Góngora, su rival, así
como contra la tradición del Culteranismo.
Ramón de Valle-Inclán (1866-1936), poeta modernista y fundador de un estilo
novelístico llamado “el esperpento”, caracterizado por deformar grotescamente la
realidad y acentuar sus rasgos cómicos y vulgares, arremetiendo contra todo aquello
que se consideraba consagrado o correcto.
Sátira política

No existe ninguna sátira imparcial o neutral.

Uno de los escenarios favoritos de aparición de la sátira es el de la política. En parte


esto se debe a que burlarse de los poderosos le permite al pueblo expresar sus
inconformidades y canalizar sus descontentos de manera pacífica y democrática,
pero también porque constituye un ejercicio de altanería, de violencia simbólica
contra las personas que son, comúnmente, intocables.
La sátira política, así, desciende al poderoso al nivel del pueblo llano, y en ocasiones
alimenta el fuego ya encendido de la subversión y la revolución, haciéndose eco del
sentir de las masas. Toda sátira política obedece a la ideología o las preferencias
del dibujante o del escritor, de modo que no existe ninguna sátira “imparcial” o
“apolítica” o “neutral”. Al mismo tiempo, la sátira política puede ser escrita, dibujada,
filmada, etcétera.
Un buen ejemplo de esto lo constituye el filme El gran dictador de Charles Chaplin
(1889-1977), estrenado en 1940, en donde el humorista se mofa de Adolfo Hitler y
del fascismo europeo.

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LA PARODIA

La parodia puede retomar con tono irónico o humorístico todo tipo de discursos.
¿Qué es una parodia?
Se llama parodia a un tipo de sátira o imitación burlesca de una obra artística, o
de cualquier otra forma de discurso, en la que a menudo se echa mano de la
ironía y la exageración, con fines humorísticos. Esta palabra proviene del griego
antiguo (paroideia), específicamente de las voces pará (“en contra de” o “al lado de”)
y oda (“canto”).
La parodia existe en absolutamente todos los géneros artísticos y discursivos. Es
una práctica cuya historia data de cierto tipo de cantos de la antigüedad griega, cuyo
fin era mofarse de los contenidos o las formas de los poemas épicos o trágicos de los
grandes autores.
Esta tradición fue incorporada por los romanos y posteriormente asimilada en las
diferentes tradiciones artísticas occidentales, en las que forma parte de los géneros
más transgresores e irreverentes.
A grandes rasgos, la parodia se puede clasificar en tres tipos diferentes,
dependiendo de aquello de lo que se mofan:
Parodia de obras artísticas, como la parodia literaria, que imita de manera
humorística e irónica a otras obras artísticas, exagerando sus formas y
caricaturizando sus contenidos. Este tipo de parodia se da en todos los géneros
artísticos.
Parodia de personajes históricos, en la que se copia al personaje en cuestión
exagerando sus rasgos físicos, su conducta general o sus métodos de
pensamiento, para lograr así un efecto cómico y, a menudo, trasgresor.
Parodia de ideas, que toma un tópico determinado y lo escenifica de manera
burlesca o irónica, o se las lleva a un punto extremo para enfatizar sus
debilidades o sus posibles consecuencias.
Por otro lado, existen dos formas de ejercer la parodia: de abajo hacia arriba o de
arriba hacia abajo. En el primer caso, se toma un asunto “bajo” o vulgar, y se lo
plantea de manera elevada o refinada. Mientras que en el segundo, el procedimiento
es a la inversa: se toma un tema “elevado” y se lo plantea de manera vulgar.
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Ejemplos de parodia

Obras como «El Quijote» hoy son más importantes que las novelas que
parodiaban.

Son ejemplos de obras artísticas de corte paródico:


Don Quijote de la Mancha, novela de Miguel de Cervantes (1547-1616) que
parodia las novelas de caballería medievales.
Los viajes de Gulliver, novela satírica de Jonathan Swift (1667-1745) que se burla
de los relatos de viajes de la literatura de la época.
Una broma musical, composición musical burlesca de Wolfgang Amadeus
Mozart (1756-1791), en la que se burla de muchos de sus contemporáneos.
El Gran Dictador, filme de Charles Chaplin (1889-1977) que hace mofa de Adolf
Hitler y de la estética y retórica del fascismo alemán.

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