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LA COMEDIA
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Comedia de situación
La comedia de situación es representada por sketch cortos que exageran hábitos y
situaciones comunes. Un ejemplo actual son las series cómicas conocidas también
en inglés como sitcom.
Comedia musical
La comedia musical es un género teatral conocido especialmente por sus
espectáculos en los musicales de Broadway. La comedia musical también es común
en industria cinematográfica, constituyendo un tipo de comedia de espectáculo.
Comedia romántica
Las comedias románticas se refieren, en general, a las películas de entretenimiento,
leves, sobre encuentros y desencuentros entre los protagonistas enamorados que
termina con un final feliz. Se suele encajar en el género de la comedia de errores.
LA SÁTIRA
La sátira busca expresar la reprobación del autor, con fines moralizantes o críticos.
¿Qué es la sátira?
La sátira es un género literario y a la vez un recurso expresivo, a través de los cuales
el autor expresa su indignación o su oposición a algo, a través de
procedimientos humorísticos, o sea, de la burla, la ironía o la caricaturización. La
sátira no aspira al humor en sí mismo, ni a la pura diversión, sino a expresar la
reprobación del autor, ya sea velada o abiertamente, generalmente con fines
moralizantes o críticos.
Los orígenes de la sátira se remontan a la antigüedad griega, especialmente a la
poesía yámbica de Semónides de Amorgos (ss. VII-VI a. C.) y Arquíloco de Paros (712-
664 a. C.), y la obra de comediógrafos como Aristófanes (444-385 a. C.), cuyo legado
fue heredado a los humoristas romanos como Cayo Lucilio (148-102 a. C.) y Luciano
de Samósata (125-181).
De hecho, fue tan extensamente cultivada en la antigua Roma, que Marco Fabio
Quintiliano (c. 35-c.95) la bautizó como “un género completamente romano” (“satura
quidem tota nostra est”).
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Ya en ese entonces la sátira podía adoptar diferentes formas, como diálogos, cantos,
epigramas, etcétera, tanto en verso como en prosa, o alternando ambos registros.
Sin embargo, tampoco sería exclusiva de la literatura: la ilustración, el cine e incluso
la música echan mano de ella muy frecuentemente.
Características de la sátira
A grandes rasgos, la sátira se caracteriza por lo siguiente:
Se trata de una forma de representación de referentes reales, ideas, personas
o incluso de otras obras artísticas o filosóficas.
Posee una intención burlesca, ridiculizante o crítica, que se expresa mediante la
parodia, la comparación de referentes disímiles, la exageración y/o los dobles
sentidos.
Se expresa en una inmensa variedad de temas, tonos y métodos, pero en general
tienen siempre un propósito crítico o moralizante, es decir, pedagógico o de
denuncia.
Ejemplos de autores satíricos
A lo largo de la historia ha habido cientos de autores de obra satírica, en especial
porque este género les permitía burlarse unos de otros y dirimir literariamente sus
enemistades. Existieron, sin embargo, grandes autores satíricos romanos, a quienes
se considera usualmente los creadores formales del género, tales como:
Cayo Lucilio (147-102 a. C.), cuya obra se ha extraviado con el paso del tiempo,
pero es referida a menudo por otros poetas satíricos romanos.
Marco Terencio Varrón (116-27 a. C.), autor de sátiras menipeas, en las que se
mezclaban el verso y la prosa.
Quinto Horacio Flaco (65-8 a. C.), cuya obra satírica consistió principalmente en
sermones y diálogos, en los que se introducían sentencias y críticas de manera
menos virulenta.
Lucio Anneo Séneca (4 a. C. – 65 d. C.), llamado Séneca el Joven para
diferenciarlo de su padre, cuya obra en prosa abunda en filosofía moral y en
referencias satíricas.
Otros grandes y reconocidos cultores de la sátira fueron, de la Edad Media en
adelante, los españoles, no sólo en su lírica y poesía, sino particularmente en sus
obras teatrales del Siglo de Oro y sus primeras novelas modernas. Algunos nombres
importantes de esta tradición fueron:
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (c. 1283-1350), cuya obra es considerada entre las
más importantes de la literatura medieval española, fue el primero en usar
propiamente la sátira para criticar la influencia del dinero que ya empezaba a
trastocar la sociedad feudal de la época.
Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera (1398-c.1468), autor
prerrenacentista cuya obra máxima es una sátira del amor mundano y la lujuria,
El Corbacho, de 1438.
Miguel de Cervantes (1547-1616), el máximo autor de la tradición española, es
célebre justamente por una sátira de las novelas de caballerías: El ingenioso
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hidalgo Don Quijote de la Mancha de 1605. Sin embargo, no fue su único texto
satírico: también se le conocen El coloquio de los perros de 1613 y Viaje del parnaso
de 1614.
Lope de Vega (1562-1635), uno de los grandes exponentes de la dramaturgia
española del Siglo de Oro, fue pródigo en sátiras contra Luis de Góngora, su rival, así
como contra la tradición del Culteranismo.
Ramón de Valle-Inclán (1866-1936), poeta modernista y fundador de un estilo
novelístico llamado “el esperpento”, caracterizado por deformar grotescamente la
realidad y acentuar sus rasgos cómicos y vulgares, arremetiendo contra todo aquello
que se consideraba consagrado o correcto.
Sátira política
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LA PARODIA
La parodia puede retomar con tono irónico o humorístico todo tipo de discursos.
¿Qué es una parodia?
Se llama parodia a un tipo de sátira o imitación burlesca de una obra artística, o
de cualquier otra forma de discurso, en la que a menudo se echa mano de la
ironía y la exageración, con fines humorísticos. Esta palabra proviene del griego
antiguo (paroideia), específicamente de las voces pará (“en contra de” o “al lado de”)
y oda (“canto”).
La parodia existe en absolutamente todos los géneros artísticos y discursivos. Es
una práctica cuya historia data de cierto tipo de cantos de la antigüedad griega, cuyo
fin era mofarse de los contenidos o las formas de los poemas épicos o trágicos de los
grandes autores.
Esta tradición fue incorporada por los romanos y posteriormente asimilada en las
diferentes tradiciones artísticas occidentales, en las que forma parte de los géneros
más transgresores e irreverentes.
A grandes rasgos, la parodia se puede clasificar en tres tipos diferentes,
dependiendo de aquello de lo que se mofan:
Parodia de obras artísticas, como la parodia literaria, que imita de manera
humorística e irónica a otras obras artísticas, exagerando sus formas y
caricaturizando sus contenidos. Este tipo de parodia se da en todos los géneros
artísticos.
Parodia de personajes históricos, en la que se copia al personaje en cuestión
exagerando sus rasgos físicos, su conducta general o sus métodos de
pensamiento, para lograr así un efecto cómico y, a menudo, trasgresor.
Parodia de ideas, que toma un tópico determinado y lo escenifica de manera
burlesca o irónica, o se las lleva a un punto extremo para enfatizar sus
debilidades o sus posibles consecuencias.
Por otro lado, existen dos formas de ejercer la parodia: de abajo hacia arriba o de
arriba hacia abajo. En el primer caso, se toma un asunto “bajo” o vulgar, y se lo
plantea de manera elevada o refinada. Mientras que en el segundo, el procedimiento
es a la inversa: se toma un tema “elevado” y se lo plantea de manera vulgar.
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Ejemplos de parodia
Obras como «El Quijote» hoy son más importantes que las novelas que
parodiaban.