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PROCURACIÓN PENITENCIARIA

Informe Anual

I. Presentación:
Los objetivos de la ejecución
de la pena y el tratamiento.
Al presentar este informe anual correspondiente al periodo 2001/2002 deseo señalar, de un modo
particular, que el objetivo a alcanzar en el plan de trabajo establecido ha sido la observación y la
verificación de la situación de los internos durante la ejecución de la pena. El plan de trabajo fue trazado
para constatar el cumplimiento del "Tratamiento Individualizado", en tanto, derecho fundamental de los
internos.

Este abordaje que resulta de nuestra permanente presencia en la cárcel en contacto con los internos
y el personal del Servicio Penitenciario Federal, lo realizamos desde una visión no reduccionista. Sino por
el contrario desde una perspectiva que es totalizadora de la trama de las relaciones interpersonales que se
desarrollan en dicho sistema, conforme a un orden fundado en la legalidad, que nos permitió actuar
positivamente sobre las causas que originan la violación de los Derechos Humanos, a fin de eliminarlas o
al menos reducirlas a su mínima expresión.

Dos definiciones básicas informaron el análisis de nuestra intervención, una referida al OBJETIVO
DE LA EJECUCION DE LA PENA y la otra en relación a la CONCEPCION DEL TRATAMIENTO
INDIVIDUALIZADO.

Respecto de la primera nos hemos ceñido a los criterios fijados por la Legislación Nacional y las
Normas Internacionales, incorporadas algunas con jerarquía constitucional después de la reforma del año
l994.
Nuestro primer presupuesto, el de la finalidad de la ejecución de la pena privativa de la
libertad es, conforme lo impone la legalidad vigente, la "readaptación social" del condenado para
lo cual se debe recurrir a un programa personalizado y voluntario, llamado "Tratamiento
Individualizado".

Con relación a la segunda definición, referida al tratamiento, nos afirmamos en la imprescindible


coherencia que debe haber entre las acciones implementadas y el fin constitucional y legal, como así
también, con el devenir post-penitenciario.

Decimos que si la pena privativa de la libertad mantiene su objetivo rehabilitador, el régimen


prisional será indefectiblemente de reinserción social, rechazando la modalidad meramente
represiva y de castigo que da al mismo el carácter de simple contención aflictiva y de seguridad.

Estos presupuestos en los que se enmarcó el camino de nuestra intervención y el análisis posterior
no han estado exentos de una crítica razonada.

Considero también apropiado exponer algunas de las siguientes reflexiones:

Entendemos que coexisten en una sociedad plural y democrática distintos sistemas de valores, esta
diversidad es más evidente ante los conflictos que surgen cuando los valores se contraponen.

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Siendo el objetivo de la pena privativa de la libertad la resocialización, no puede tener una finalidad
que atente contra la incolumnidad de la persona como ser social.

Debe reconocerse el derecho de todo ser humano a adoptar – libremente sin ninguna injerencia
estatal– decisiones sobre sí mismo, sobre su conciencia y sobre la configuración del mundo que lo rodea
no siendo posible, en consecuencia, aceptar la imposición de ideales de excelencia humana que alteren el
sistema de valores morales que, como una opción personal, prefiera el individuo, aun cuando ese
individuo sea el autor de una conducta merecedora de pena, valores estos que sólo pueden ser el producto
de una libre elección. (Doctrina art. 33 CN)

Así debe considerarse el principio de resocialización en un Estado democrático, no como


sustitución coactiva de los valores del sujeto, ni como manipulación de su personalidad, sino como un
intento de ampliar sus posibilidades de la participación en la vida social, una oferta de alternativas al
comportamiento criminal. Ello ha de suponer la libre aceptación por parte del recluso, que no ha de ser
tratado como el mero objeto de la acción resocializadora de un Estado intervencionista, sino como sujeto
no privado de su dignidad con el cual se dialoga.

Sin embargo, se hace necesario señalar que, a nuestro entender, la resocialización es ciertamente
posible cuando el individuo a resocializar y el encargado de llevarla a cabo tienen ó adoptan el mismo
fundamento moral que la norma social referencia. Una resocialización sin esta coincidencia básica
significa pura y simplemente sometimiento, dominio de unos sobre otros, y lesiona gravemente la
autonomía individual.

Esta postura resocializadora, que se ha plasmado en leyes y reglamentos penitenciarios de


numerosos países, a través de la pura intervención sobre la persona privada de la libertad ha ido
evolucionando a posturas más omnicomprensivas del fenómeno carcelario en el sentido de que "la
resocialización está en función de un complejo entramado de factores personales y sociales
interactuantes, la mayoría de los cuales, caen fuera del alcance de la intervención penitenciaria. Las
actividades de tratamiento ejercidas directamente sobre el interno serían, además de poco eficaces,
injustas, si al mismo tiempo no se actuara sobre las estructuras sociales y económicas"

Ahora bien, y esto es central en materia de resultados en una política de seguridad, si la sociedad
condena a un ciudadano a la pena de prisión, tiene la responsabilidad de ofrecerle la asistencia y el
tratamiento necesario para preparar su vuelta a la sociedad con más posibilidades de llevar una vida sin
delitos de manera tal que no tenga que ser de nuevo privado de libertad.
En definitiva el recluso tiene el derecho al tratamiento, aunque no el deber al mismo; tiene el
derecho al mejor tratamiento posible.

Sobre este esquema asentado en la legalidad vigente, en cuanto a los objetivos de la ejecución de la
pena y del tratamiento, pero también, con un análisis crítico de sus fundamentos, se realizó una tarea de
observación particular sobre los servicios criminológicos, procurando establecer el grado de
correspondencia entre los objetivos constitucionales y legales de la ejecución de la pena privativa de la
libertad y la realidad carcelaria.

De esto da cuenta este informe y desde esta perspectiva del tratamiento individualizado, se debe leer
el mismo. Consignándose, además, la totalidad del desarrollo de las actividades de la Procuración
Penitenciaria durante el Periodo Abril 2001- Abril 2002.

Dr. Francisco M. Mugnolo


PROCURADOR PENITENCIARIO

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II. Tratamiento y
Servicios Criminológicos

Tratamiento y Servicios Criminológicos


Nos proponemos en esta etapa del informe, enfocar la mirada analítica especialmente en el espacio
de los saberes técnico-científicos que componen el sistema penitenciario.

La Procuración Penitenciaria tiene como principal función la defensa de los derechos humanos de
los internos comprendidos en el régimen penitenciario federal pero además debe realizar un esfuerzo más,
es decir que sus funciones demandan una posición más exigente frente al sistema penitenciario, puesto que
no sólo debe trabajar en la restitución de los derechos lesionados sino que también le corresponde intentar
que se modifique, a través de propuestas de carácter general, toda situación de hecho o normativa que
vulnere los derechos fundamentales de los reclusos o que pueda vulnerarlos (artículo 9º, 3er. Párrafo "in
fine" y artículo 13 inc. "c" del Decreto 1598/93). Es decir que además del trabajo de restitución de
derechos debe prevenir que los mismos no se vean vulnerados.

Este abordaje parte de una permanente presencia de los profesionales de este organismo en los
establecimientos penitenciarios, buscando allí un contacto directo con los internos y el personal del
Servicio Penitenciario Federal. El objetivo es poner en práctica la visión de que nuestra acción por la
vigencia de los derechos humanos no es reduccionista al interés único de las causas individuales. Por el
contrario se busca poder abarcar en su totalidad el sistema de relaciones interpersonales que se dan en los
establecimientos penitenciarios y así poder actuar positivamente sobre las causas que originan las
violaciones de los derechos humanos a fin de eliminarlas o al menos reducirlas a su mínima expresión, a
partir de las herramientas que nos otorgan las normas, es decir a partir de las formulaciones de
recomendación, propuesta y/o sugerencia (tal como establece el decreto 1598/93).

Pero bien, ese objetivo nos permite y a la vez nos obliga a estudiar y analizar el sistema
penitenciario no sólo en sus aspectos normativos específicos y de definición de actividades sino también
en su efectivo funcionamiento en el plano de la realidad. Es decir que nos corresponde efectuar una
investigación del sistema penitenciario tanto en el aspecto sincrónico como en el diacrónico, tanto del
sistema estático como en pleno desarrollo y movimiento de sus componentes.

Lo dicho sirve para aclarar el modo en que se llevará a cabo el análisis del espacio criminológico
dentro del sistema penitenciario, lo cual resulta ser la finalidad de esta sección. Pero a su vez es el núcleo
central del informe y, por cierto, de la actuación de este Organismo a lo largo del período de tiempo del
que éste da cuenta.

En lo específico, señalaremos los aspectos fundamentales que componen el desarrollo y utilización


del tiempo en un establecimiento penitenciario y su vinculación con la criminología. Al fundir los
conceptos tiempo y criminología, marcamos una relación dialéctica de estos, distinguiendo como objeto
de estudio la jornada que los internos tienen programada, quiénes son los que la diseñan y cuánta

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injerencia tiene el Servicio Criminológico; y, a la vez, ponemos énfasis en la utilización del espacio
destinado para ello.

En ese sentido destacamos que la vida en un establecimiento penitenciario se desarrolla, en lo que al


interno se refiere, mediante un esquema de instrucciones que la ordenan en su totalidad. No queda dentro
de la esfera íntima de decisión de un interno organizar los horarios en que desarrollará sus tareas. No es el
interno quien maneja su jornada. Esto sucede en toda institución total, algo que ya había observado con
acierto Erving Goffman en sus investigaciones sociológicas (vgr. Internados, ed. Amorrortu, 1998, págs.
17/82).

La institución penitenciaria representa un esquema de vida cerrado y reglado. Su finalidad es dotar


al interno de pautas de conducta socialmente aceptadas.

Sin discutir, si los objetivos son o no correctos, y si la cárcel es el medio adecuado para lograr el
cumplimiento de la misión que le diera origen, lo cierto es que, el Estado argentino ha decidido, a partir de
lo normado en la Constitución Nacional en sus artículos 18 y 75 inc. 22 (en cuanto otorga jerarquía
constitucional a instrumentos internacionales tales como la Declaración Universal de Derechos Humanos,
la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo y la Convención Contra la
Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes) y en la Ley 24.660 de Ejecución de la
Pena Privativa de la Libertad, impulsar la resocialización dentro de un establecimiento penitenciario como
eje del cumplimiento de una sanción penal.

Así pues, la pena privativa de libertad, no implica exclusivamente la retención de un individuo


dentro de un establecimiento penitenciario. Nuestro ordenamiento legal establece el modo en que debe
llevarse a cabo esa retención legal, el cual a la vez se condice con lo previsto por otro instrumento
internacional, es decir las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos. Y, justamente, respecto de
ese aspecto del sistema penitenciario es que se hará una breve reseña acerca de su normativa y
posteriormente se señalará la forma en que funciona, esto último a partir de los datos recogidos en nuestra
investigación. Por cierto, entonces, nuestro trabajo tiene como objetivo, antes de cuestionar la normativa
vigente, hacer todos los intentos para que la misma se cumpla. Sobre ese axioma fundamental parte el
análisis de la criminología y su efectiva utilización dentro de las instituciones penitenciarias.

La tan ambicionada resocialización de las personas privadas de libertad, es decir "la finalidad de
lograr que el condenado adquiera capacidad de comprender y respetar la ley procurando su reinserción
social, promoviendo la comprensión y el apoyo de la sociedad" (art.1º Ley 24.660), prevé un método, un
programa estructurado en pos de aquella adquisición de pautas de conducta cuya denominación es
Programa de Tratamiento.

Básicamente, el Programa de Tratamiento debe girar en torno a la individualización de las


condiciones personales e intereses de cada interno mediante la intervención de un equipo de trabajo
interdisciplinario que será el encargado de llevar a cabo el diseño del programa y de evaluar el
cumplimiento del mismo (artículo 5º de la Ley 24.660 y artículo 2º del Reglamento de Modalidades
Básicas de la Ejecución). Este tratamiento va incluido, como elemento imprescindible (artículo 1º del
Reglamento de Modalidades Básicas de la Ejecución) dentro de un régimen penitenciario que se basa en la
progresividad, en la evolución de las condiciones de sociabilidad del interno, procurándose la limitación
de la permanencia de los condenados en establecimientos cerrados y promoviendo, conforme a la
evolución favorable, la incorporación a instituciones semiabiertas o abiertas o secciones separadas regidas

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por el principio de autodisciplina (artículo 6º de la Ley 24.660 y artículos 1º y 3º del Reglamento de


Modalidades Básicas de la Ejecución).

Estas funciones han sido asignadas al Servicio Criminológico. Es decir que dentro de la esfera
penitenciaria es el Servicio Criminológico el que aglutina el saber científico-técnico, y es allí donde el
Estado coloca las esperanzas de la posible resocialización de las personas privadas de libertad (artículo 6º,
punto I del Reglamento de Modalidades Básicas de la Ejecución).

Por lo precedentemente expuesto los Servicios Criminológicos tienen la misión de cumplir con el
sentido impuesto a la pena privativa de libertad, de guiar el cumplimiento de ese sentido resocializador. Su
labor resulta de tanta importancia que la falta de cumplimiento o su cumplimiento parcial vaciaría de
humanidad a la pena privativa de libertad, la transformaría solo en el dolor que provoca el encierro.

Bien entonces, nos corresponde analizar cómo se lleva a cabo en los establecimientos penitenciarios
del Servicio Penitenciario Federal, este programa de tratamiento y el régimen penitenciario.

Fundamental es destacar que este análisis partirá de dos distintas visiones del Servicio
Criminológico. La primera de ellas versará sobre la incidencia del mismo en la estructura del sistema
penitenciario, en cuanto al desarrollo y diseño de programas globales de resocialización. La segunda
implicará el estudio de la confección y evaluación de los programas de tratamiento de los internos en sí.

1. Intervención de los Servicios Criminológicos en el diseño de


las actividades de un establecimiento penitenciario.
a) Breve indicación del diseño de actividades
Para poder hacer un estudio que permita identificar la incidencia del Servicio Criminológico en la
generación de actividades dentro de los establecimientos penitenciarios federales es importante realizar
previamente una pequeña introducción acerca de las distintas tareas que se deben ejecutar en una Unidad,
según normativa vigente. Cabe destacar que esta reseña plantea el deber ser de acuerdo con los postulados
de la Ley 24.660 y el Reglamento de Modalidades Básicas de la Ejecución.

Cada Unidad se encuentra estructurada a partir de Secciones, Divisiones y Servicios creados para
dividir el diseño y control de las actividades de un establecimiento. Dentro de las que corresponde
individualizar en este espacio del informe, se cuenta con las Divisiones Seguridad Interna, que maneja el
desarrollo de todo lo relativo a la seguridad, y Trabajo, donde se diseñan las tareas laborales en el
establecimiento dentro de las posibilidades de recursos que se manejan a partir del Ente Cooperador
Penitenciario (Ley 24.372). Además, existen la Sección Educación, que desarrolla las actividades físicas,
culturales y de enseñanza tanto en el ámbito primario, como secundario y terciario, la Sección Asistencia
Social, que se dedica en particular a todo lo referente a las relaciones sociales, familiares y amistades
extramuros de los internos y la Sección Asistencia Médica, que debe velar por la salud física y psíquica
del interno.

Los Jefes de todas estas Divisiones y Secciones componen a su vez el Consejo Correccional de una
Unidad, juntamente con el Jefe del Servicio Criminológico. Supuestamente todos ellos, sumado el
Director del establecimiento, son los encargados de diseñar y coordinar las distintas actividades que se
desarrollarán en el penal.

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La creación, puesta en marcha y seguimiento de las actividades queda luego delimitada en el área
correspondiente.

Así, se confecciona la actividad diaria de los internos, estableciéndose los horarios de comidas, los
de recreo, los correspondientes al trabajo, a la educación, a las actividades físicas, a la asistencia
psicológica y psiquiátrica, a la asistencia y apoyo espiritual y a las visitas, para distinguir las actividades
más relevantes para un interno dentro de un establecimiento penitenciario.

A todo ello se agrega, como vínculo de homogeneización y punto de partida de las actividades de
cada área del penal, el reglamento interno de las Unidades que prevé el artículo 177 de la Ley 24.660. Esta
norma indica que "cada establecimiento de ejecución tendrá su propio reglamento interno, basado en esta
ley, en su destino específico y en las necesidades del tratamiento que en cada caso deban utilizarse, en
particular la enseñanza en los niveles obligatorios, la atención de las necesidades físicas y espirituales y
las actividades laborales, familiares, sociales, culturales y recreativas de los internos, asegurando ocho
horas para el reposo nocturno y un día de descanso semanal".

Por cierto entonces que nuestra normativa no pretende dejar librado al azar el desarrollo de las
actividades dentro de un establecimiento penitenciario. Incluso se especifica en el artículo 185 de la Ley
24.660 un mínimo de condiciones e infraestructura con la que debe contar un establecimiento donde se
prevé realizar la ejecución de una pena privativa de libertad.

Este artículo destaca en primer lugar que el personal debe ser idóneo, "…en particular el que se
encuentra en contacto cotidiano con los internos, que deberá ejercer una actividad predominantemente
educativa" (inc. a, la negrilla nos pertenece). Lo segundo que se legisla en cuanto a cuestiones mínimas
que debe poseer el penal es la existencia de un organismo técnico-criminológico "…del que forme parte
un equipo multidisciplinario constituido por un psiquiatra, un psicólogo y un asistente social y en lo
posible, entre otros, por un educador y un abogado, todos ellos con especialización en criminología y en
disciplinas afines" (inc. b).

Posteriormente el artículo mencionado indica otros elementos mínimos tales como un Servicio
Médico y Odontológico "…acorde con la ubicación, tipo del establecimiento y necesidades" (inc. c),
programas de trabajo "…que aseguren la plena ocupación de los internos aptos" (inc. d, la negrita es
nuestra), una Biblioteca y escuela a cargo de personal docente con título habilitante, "…con las secciones
indispensables para la enseñanza de los internos que estén obligados a concurrir a ella"( inc. e), un
Capellán (inc. f), un Consejo Correccional (inc. g), instalaciones y programas recreativos y deportivos
(inc. h), locales y medios adecuados para alojar a los internos que presenten episodios psiquiátricos
agudos o cuadros psicopáticos con graves alteraciones de la conducta (inc. i), secciones separadas e
independientes para el alojamiento y tratamiento de internos drogadependientes (inc. j) y, por último,
instalaciones apropiadas para las diversas clases de visitas autorizadas (inc. k).

Como se puede apreciar de la sola lectura de los distintos elementos mínimos con los que debe
contar un establecimiento penitenciario, la base donde se apoyan las actividades que deberá cumplir el
interno son de profundo sentido resocializador. Incluso cabe prestar atención a la actividad
predominantemente educativa que debe poseer el personal que se encuentre en contacto directo con los
internos.

b) Tratamiento y seguridad: dicotomía en tela de juicio


Sin embargo, existe una dicotomía instalada hace ya tiempo en el ámbito penitenciario argentino a
partir de la cual se piensa que hay dos polos en tensión. Uno de ellos es la seguridad, y el otro el

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tratamiento. Así, hay discursos ya anquilosados en el corazón de la ciencia penitenciaria que pregonan
echar la mirada fundamental al aspecto de seguridad, en cuanto a las actividades propias del agente
penitenciario. Por otra parte están aquellos que desvían su mirada a los programas de tratamiento como eje
fundamental de la misión penitenciaria y por ende del trabajo del agente penitenciario.

A esta dicotomía se vienen a sumar los postulados de seguridad más encubiertos. Estos son los que
indican que toda actividad de tratamiento puede llevarse a cabo si existe un presupuesto inmodificable que
es el mantenimiento de la seguridad dentro del establecimiento. Por este motivo, aquello que resultaba
accesorio pasa a ser lo fundamental en el esquema de planeamiento de funciones del personal
penitenciario.

Debemos anticipar que, de acuerdo con las investigaciones que hemos realizado en los dos primeros
años de trabajo, es este discurso el que se ha impuesto dentro del Servicio Penitenciario Federal. Esto no
resultará ser una afirmación sin fundamento. A lo largo del desarrollo de esta sección del informe nos
proponemos demostrar con datos objetivos que la afirmación previamente señalada carece de arbitrariedad
o desconocimiento del objeto de estudio.

Pero corresponde hacer otra aclaración, previo a introducirnos en el espacio destinado a los datos
recogidos. Como se desprende de la simple enunciación de la Ley 24.660, la seguridad no es el elemento
fundamental que compone la vida en un establecimiento penitenciario. Es desde el prisma del tratamiento
resocializador desde donde se debe diseñar el transcurso diario de las actividades y lo residual es aquello
que debe entregarse al poder asegurativo al sólo efecto de permitir a los profesionales desarrollar sus
tareas técnico-científicas.

c) Reglamentos internos de los establecimientos penitenciarios


Ahora, adentrándonos en el trabajo efectuado por la Procuración Penitenciaria, cabe destacar el
hecho de que se inició el expediente 7411 del Organismo con miras a acumular en él toda información
relativa a los Reglamentos internos que prevé el artículo 177 de la Ley 24.660.

Se pudo colegir de la respuesta brindada por todos los Directores de los establecimientos
penitenciarios que en ninguno de estos existe un Reglamento interno acorde con lo previsto por el artículo
antes citado. Esto no implica que en ningún establecimiento se esté utilizando un Reglamento, sino que
salvo el reglamento provisorio del Complejo Penitenciario Federal I -Ezeiza- (Resolución 2980,
expediente 43.741 de la Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Federal, publicado en el Boletín
Público Normativo del 24 de enero de 2001, año 9, nro. 123), ninguna otra Unidad se maneja con
reglamentos dictados luego de la sanción de la Ley 24.660. El establecimiento que no cuenta con
reglamento es el Complejo Penitenciario Federal II -Marcos Paz-, donde se conducen a partir de una guía
informativa en la que se explican las normas de trato y, precariamente, las de funcionamiento del penal.

Para ejemplificar lo antes señalado cabe indicar lo manifestado por el Director del Instituto
Correccional de Mujeres (U.3), quien refirió que el Reglamento que se utiliza se encuentra vigente desde
1977 (Expte. 272/77 D.N. publicado en el Boletín Público del Servicio Penitenciario Federal Nro. 1164
del 4 de julio de 1977). Dicho Reglamento, en ninguno de los 195 artículos que posee, menciona las
actividades que debe desarrollar, dentro de la Unidad, el Servicio Criminológico. Únicamente se menciona
al Servicio Criminológico en el artículo 187 (en el Título Disposiciones Generales) donde se indica que
"El Servicio Criminológico desempeñará funciones de acuerdo con las directivas que le sean impartidas
por la Dirección General de Régimen Correccional y dependerá administrativamente del Director de la
Unidad". Incluso en su artículo 4 señala que "La actividad general del Instituto Correccional de Mujeres
(U.3) será desarrollada por órganos y dependencias que a continuación se detallan: a) Dirección; b)

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Subdirección; c) División Seguridad Interna; d) División Seguridad Externa; e) División Secretaría; f)


División Administrativa; g) Auditoria de Unidad".

Como se puede comprobar de la sola lectura del Reglamento utilizado en el Instituto Correccional
de Mujeres (U.3), el Servicio Criminológico se encuentra incorporado en la estructura penitenciaria como
un elemento meramente accesorio para el cumplimiento de las funciones penitenciarias.

Pero, a lo mencionado acerca de la Unidad 3 del Servicio Penitenciario Federal, se agrega un


informe también remitido por el Director de dicho establecimiento mediante el cual se indica el diseño del
desarrollo de las actividades diarias en la Unidad.

Sin adentrarnos en señalar la falta de discriminación real de las actividades de las internas, acorde
con cada tratamiento individual programado y la progresividad en el tratamiento, previstos, como ya se
señalara, en los artículos 5º y 6º, respectivamente, de la Ley 24.660, y la increíble semejanza con los
diagramas de horarios de las prisiones inglesas a principio de siglo (al respecto véase Carlos García
Valdés Estudios de Derecho Penitenciario ed. Tecnos, 1982, págs.83/91), lo más importante que hay que
destacar es que no existe espacio témporo-espacial previsto para la actuación directa de los profesionales
dedicados al tratamiento. Palabras como diana, silencio y orden cerrado, dan cuenta de que el diagrama
diseñado no es de tratamiento sino de seguridad y disciplina dentro del penal. Es decir que, los
profesionales se ven en la obligación de adaptar su trabajo a los designios del personal que tiene en miras
la seguridad.

Esto que aquí se enuncia respecto del Instituto Correccional de Mujeres (U.3), en cuanto a las
actividades diarias que se programan, sirve de ejemplo para mencionar lo que sucede en todos los
establecimientos penitenciarios donde se alojan condenados en situación de tratamiento y que transitan por
el régimen penitenciario. Incluso en otras Unidades, verbigracia el Instituto de Detención de la Capital
Federal (U.2) y los nuevos Complejos Penitenciarios, no tienen un diagrama fijo de las actividades diarias,
o bien no hay actividades establecidas dejando que ese espacio sea ganado por el ocio inevitable.

Justamente, en cuanto a los Reglamentos internos, vale la aclaración que el Reglamento Provisorio
que se halla en utilización en el Complejo Penitenciario Federal I, aunque aprobado en enero de 2001,
posee falencias similares al del Instituto Correccional de Mujeres (U.3). Es incuestionable la falta de
importancia que se le asigna al Servicio Criminológico dentro de los Órganos que tienen a su cargo llevar
a cabo la actividad general del establecimiento. Ello se desprende, entre otras cosas, del artículo 3 donde
el Servicio Criminológico es mencionado en último lugar (letra r) dentro de las 18 dependencias que
deben generar las actividades en el establecimiento. Asimismo, en este reglamento tampoco se especifica
la labor del Servicio de Criminológico.

Sobre el tratamiento se menciona en el artículo 5to., inc. c) que entre las funciones del Director
Principal del Complejo se halla la de "...Controlar el cumplimiento de las normas de seguridad, trato y
tratamiento atinente a los alojados". No resulta de menor importancia el hecho de que se enuncie el
tratamiento en tercer orden, luego de la seguridad y del trato. Entendemos que da cuenta del valor que se
le da a este, inferior, claro está, comparado con la seguridad y con las normas de trato. Otro elemento a
destacar es que en el reglamento en cuestión, en primer lugar se enuncian las actividades de la Dirección
de Seguridad (Capitulo IV) y luego la Dirección de Tratamiento (Capítulo V). Ello confirma lo
manifestado precedentemente.

Dicho esto cabe la aclaración de lo positivo que resulta el hecho de que al Jefe de la Dirección de
Tratamiento se le otorgue en el artículo 12, inc. d) del Reglamento la atribución de "Diagramar el horario
de actividades de la población penal".

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Pero aquí nos encontramos con un grave problema, la Dirección de Tratamiento no se encuentra a
cargo del responsable del Servicio Criminológico. Ni siquiera de un Oficial Superior con conocimiento
específico en criminología. Incluso cabe acotar que dependen de la Dirección de Tratamiento, según el
artículo 13 del Reglamento, la División Asistencia Social, la División Educación y la División Asistencia
Espiritual. A su vez, si bien es el Director de Tratamiento quien diagrama el horario de actividades es el
Director de Módulo quien tiene a su cargo fijar el diagrama de horario de las actividades de la población
penal (artículo 15 inc.j).

Así pues, algo que a primera vista parecía positivo resulta ser otro ejemplo más del limitado espacio
que se le otorga dentro del ámbito penitenciario a los programas científicos de readaptación social.

d) Condenados y procesados
En lo relativo a la división del alojamiento entre condenados y procesados, haremos notar que el
Complejo Penitenciario Federal I -Ezeiza- y el Complejo Penitenciario Federal II -Marcos Paz- habían
sido diseñados para albergar únicamente internos procesados. Por otra parte el Instituto de Detención de la
Capital Federal (U.2) iba a ser desactivado una vez que estos establecimientos fueran puestos en
funcionamiento, juntamente con otro establecimiento penitenciario que se crearía en la ciudad de
Mercedes, Provincia de Buenos Aires, donde alojarían exclusivamente condenados. Lo cierto es que en
estos tres establecimientos convive en la actualidad el mayor número de internos alojados en
establecimientos penitenciarios federales (según datos entregados por el propio Servicio Penitenciario
Federal al 2 de abril de 2002 había un total de 4726 internos, es decir el 58% del total de la población
alojada en establecimientos penitenciarios federales), siendo que en el Instituto de Detención de la Capital
Federal (U.2) reside la mayor cantidad de condenados que posee un centro penitenciario federal, es decir
548 internos. Lejos queda el Instituto de Seguridad y Resocialización (U.6) con 374 internos condenados,
seguido por ambos Complejos con 316 y 318 internos condenados cada uno.

Así es que establecimientos que supuestamente se manejan con reglas donde prevalece el abordaje
con procesados, son poblados por un número muy alto de condenados. De hecho 1182 es la suma total de
condenados que nuclean ambos Complejos junto con el Instituto de Detención de la Capital Federal (U.2),
lo que representa el 34,2 % (al momento del informe existen 3448 condenados) de los internos
condenados que se hallaban en condiciones de recibir tratamiento al 2 de abril de 2002.

Esto introduce un nuevo problema que es la convivencia en un mismo establecimiento de


procesados y condenados. Ello además sin que en ninguno de estos establecimientos se encuentren
diferenciados los ámbitos de alojamiento de los condenados y los procesados. Es decir que procesados y
condenados cohabitan en los mismos pabellones. Ya no sólo se incumple con el mandato legal previsto
por el artículo 179 de la Ley 24.660 en cuanto a que los establecimientos destinados a procesados no
podrán alojar condenados, sino que se profundiza aún más esta contrariedad a la normativa mezclando a la
población procesada y condenada. Va de suyo que esta falta de separación complica el trabajo de los
profesionales e impide que los internos que han avanzado en su progresividad gocen del derecho a poseer
menores restricciones "inherentes a la pena" o del derecho a la autodisciplina, según estén transitando por
el Período de Tratamiento o bien por el Período de Prueba (artículos 14 y 15 inc. a de la Ley 24.660).
Como contrapartida, los internos procesados se ven obligados a convivir con condenados lo que, además
de resultar un contratiempo no previsto por el legislador, e incluso prohibido por éste, menoscaba el
principio de inocencia establecido por el artículo 18 de la Carta Magna al tener que soportar un trato como
condenado.

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Esta falta de individualización entre condenados y procesados, posee una veta poco conocida por
quienes no trabajan diariamente con los problemas penitenciarios. Cuando los internos son condenados
por el Tribunal Oral que actuara en su causa, no obstante encontrarse judicialmente condenado, aún para
la administración permanece como procesado. El procedimiento utilizado por la administración
penitenciaria comienza con la recepción del testimonio de la sentencia y el cómputo en la Dirección
Nacional del Servicio Penitenciario Federal. Allí preparan el legajo del interno, utilizando el denominado
"formulario 105". Extraen entre cuatro y cinco juegos de copias de la sentencia y del cómputo y envían
una de ellas a la Unidad donde el interno se encuentra alojado. Una vez hecho ello es que el interno es
considerado y tratado efectivamente como condenado. Todo este burocrático proceso dura habitualmente
entre tres a cuatro meses, siempre y cuando el Tribunal no envíe únicamente una copia a la unidad donde
se halla alojado el interno sin remitir una a Dirección Nacional lo cuál acarrea un paso más en el trámite.
Puede también ocurrir que el Tribunal no envíe copia alguna esperando que esto lo realice el Juzgado de
Ejecución en donde se tramitará el control de la ejecución de la pena, hecho que indefectiblemente el
Juzgado no efectuará. Este es un tiempo invalorable que se pierde para que se inicie efectivamente el
régimen de la ejecución de la pena y, claro está, el tratamiento interdisciplinario individualizado.

e) Régimen de Ejecución Anticipada Voluntaria


Normalmente, los internos que sospechan que serán condenados intentan evitar esta larga espera,
solicitando su incorporación al Régimen de Ejecución Anticipada Voluntaria. Sin embargo esta figura, por
demás cuestionable (atento que desoye el principio de inocencia) sólo sirve en la práctica para paliar los
retrasos temporales de la administración (y los retrasos judiciales para condenar a quienes se hallaban
detenidos con prisión preventiva) y para que los internos empiecen a calificar en conducta y concepto,
comenzando su carrera hacia la libertad.

En ningún caso puede entenderse que el Régimen de Ejecución Anticipada Voluntaria cumple con
los postulados del tratamiento ya que, si pocas posibilidades tienen los internos condenados para poder
tener actividades propias del tratamiento (educación apropiada, trabajo, laborterapia, asistencia
psicológica, asistencia psiquiátrica, etc.), menos chances tienen aquellos que se encuentran en una
situación excepcional y precaria.

Por lo pronto a los internos incorporados al Régimen de Ejecución Anticipada Voluntaria, no se le


realizan las entrevistas previstas para el interno que deviene condenado e inicia el régimen penitenciario
en su primer Período, es decir el Período de Observación. Como indica el artículo 13 de la Ley 24.660, en
dicho período el organismo técnico-criminológico tiene la misión de "realizar el estudio médico,
psicológico y social del condenado, formulando diagnóstico y el pronóstico criminológico", debiendo
asentar todo ello en una Historia Criminológica, que debe mantener debidamente foliada, rubricada y
actualizada. También debe este organismo técnico-criminológico "recabar la cooperación del condenado
para proyectar y desarrollar su tratamiento…determinar el tiempo mínimo para verificar los resultados
del tratamiento y proceder a su actualización, si fuere menester". Así pues este espacio fundamental
desde donde se inicia el tratamiento interdisciplinario individualizado, los internos incorporados al
Régimen de Ejecución Anticipada Voluntaria no lo transitan, o lo hacen a medias. Por ello sin una
intervención directa en el diseño de un tratamiento es imposible que el régimen penitenciario se cumpla
adecuadamente.

Otra muestra de la falta de coherencia y diseño de tratamiento respecto de los internos incorporados
al Régimen de Ejecución Anticipada Voluntaria es que su tratamiento no es diseñado ni seguido por el
órgano técnico-criminológico sino por el Centro de Evaluación para Procesados (en los establecimientos
penitenciarios que poseen estos centros) que en realidad tiene como función calificar el comportamiento

10
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

de los procesados. Esto último evidencia que no se pretende diseñar seriamente un programa de
tratamiento sino cumplir con el ritual administrativo correspondiente.

f) Calificación de conducta y concepto


En lo que se refiere a las calificaciones de conducta y concepto de los internos, el aumento de estas
no pierde el sentido cronológico que instauraba la Ley Penitenciaria Nacional, que data de 1958 y que
fuera derogada mediante el artículo 230 de la Ley 24.660. La presente ley suplanta el avance temporal por
una ponderación objetiva del cumplimiento y la observancia de las normas reglamentarias que rigen el
orden, la disciplina y la convivencia dentro del establecimiento (conducta) y una subjetiva respecto de la
evolución personal del interno de la que sea deducible su mayor o menor posibilidad de adecuada
reinserción social, que a la vez servirá de base para la aplicación de la progresividad del régimen y de
otros institutos (concepto). Lo ante dicho se extrae de los artículos 100 a 104 de la Ley 24.660. Cuando no
existe tratamiento, o sólo un pseudo-tratamiento que cumple mínimamente los aspectos burocráticos, la
única forma que tienen desde la administración penitenciaria de calificar la conducta y concepto de los
internos es medir el tiempo de condena y el lapso temporal que debería cumplir el interno en cada fase y
período para transitar por todos ellos durante su condena.

Lo dicho, en cuanto a las calificaciones, sucede tanto para los internos incorporados al Régimen de
Ejecución Anticipada Voluntaria como para el resto de la población penal condenada, puesto que ninguno
de ellos posee efectivamente un tratamiento individualizado. Valga como primer ejemplo lo que sucede
con el objetivo laboral que se coloca en el tratamiento. La administración penitenciaria se contenta con
cumplir con formalidades administrativas. Así, como no puede otorgar tareas laborales a todos los internos
(no obstante lo previsto por el artículo 106 de la Ley 24.660 en cuanto a que el trabajo constituye un
derecho y un deber del interno –frase también cuestionable- y lo enunciado por el artículo 185 "inciso d"
del mismo cuerpo legal en lo atinente a la plena ocupación de los internos aptos para trabajar) se contenta,
para dar por cumplido ese objetivo, a partir de que el interno haya solicitado trabajar.
Siguiendo con esta problemática, la calificación del concepto diseñada en los artículos 60 a 65 del
Reglamento de Modalidades Básicas de la Ejecución, prevé que tanto la División Seguridad Interna, como
la División Trabajo, la Sección Asistencia Social y la Sección Educación produzcan informes, el último
día hábil de cada mes, con observaciones sobre cada interno respecto de distintas cuestiones, tales como la
convivencia, la asistencia y puntualidad al trabajo, el trato con sus familiares o la participación y actitudes
en las actividades recreativas. A esta información se suma una planilla semanal que debe completar el
personal de las Divisiones de Seguridad Interna y Trabajo y las Secciones Asistencia Social y Educación,
con las observaciones que realicen. Con todos estos datos deben calificar mensualmente a los internos
cada uno de los responsables de estas áreas, ponderando además los actos meritorios de los internos. Los
informes deben ser presentados por los responsables de cada área en las evaluaciones trimestrales del
Consejo Correccional para así calificar el concepto de los internos. Todo ello no es cumplido en las
instituciones del Servicio Penitenciario Federal. Así la calificación de concepto no es más que una
calificación por el tiempo que lleva el interno en la condena o por otro tipo de criterio evaluatorio que, en
tanto no cumple con las reglas que fija el Reglamento de Modalidades Básicas de la Ejecución, es lisa y
llanamente arbitrario y contrario a la normativa impuesta.

g) Denominación de los establecimientos penitenciarios


Respecto de las denominaciones de los establecimientos penitenciarios, también corresponde
detenerse. Resulta habitual escuchar a la mayoría del personal penitenciario, tanto oficiales como
suboficiales, referirse a las instituciones diferenciadas por su régimen para la ejecución de la pena como
"cárcel de máxima seguridad, cárcel de mediana seguridad o colonia". Estas denominaciones fueron
expresamente dejadas de lado por nuestro ordenamiento legal, según puede apreciarse en los artículos 176

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

inc. c) y 182 de la Ley 24.660. Las diferenciaciones terminológicas no son un problema menor, mucho
menos en este caso. Que las instituciones sean abiertas, semiabiertas o cerradas se motiva en los
requerimientos acordes con "el volumen y la composición de la población penal y las necesidades del
tratamiento individualizado de los internos" (art.182 de la Ley 24.660).

Así, la mirada del legislador esta puesta en el tratamiento individualizado. La mirada, en cambio, de
la mayoría del Servicio Penitenciario Federal esta colocada en la seguridad. De ello se deriva que es más
importante que cualquier interno no se fugue de la institución a que reciba un tratamiento acorde con sus
necesidades individuales.

h) Educación, trabajo y salud


En cuanto a la educación, el trabajo y la salud, hay una distinción fundamental que realizar. Es
habitual que los Oficiales del Servicio Penitenciario Federal entiendan por Tratamiento, únicamente el
trabajo, la educación del interno y su apoyo psicológico. Desde este enfoque desarrollan sus tareas, es
decir dando intervención a los maestros de la Sección Educación y a los de la División Trabajo y por
último, de existir, al psicólogo de la Unidad. Con esto entienden que ha existido tratamiento
interdisciplinario. Una muestra de esta concepción es justamente el Reglamento Penitenciario Provisorio
del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, aprobado por el entonces Director Nacional del Servicio
Penitenciario Federal Juan Pedro Develluk.

El tratamiento interdisciplinario individualizado se apoya en el trabajo y la educación del interno,


de acuerdo con los postulados que establece la Ley 24.660, pero no deja a esas actividades libre de
contenido científico. Han pasado ya los tiempos en los que se confiaba que el trabajo y la educación
bastaban para lograr la readaptación social. Justamente de eso da cuenta la Ley 24.660 al darle a los
Servicios Criminológicos una participación activa en el diseño de las actividades que debe desarrollar el
interno y el control permanente del modo en que estas se cumplen.

Sin este contenido científico al que hacemos referencia, la educación y el trabajo podrán
eventualmente encaminar al interno a su resocialización, pero a fuerza de la actuación individual de los
maestros y no a partir de un método, es decir de un programa, tal como prescribe el artículo 5 de la Ley
24.660.
No caben dudas de que es responsabilidad del Organismo técnico- criminológico (Servicio
Criminológico), proyectar y desarrollar un tratamiento individual para cada interno, realizar el estudio
psicológico y social del condenado formulando diagnóstico y pronóstico criminológico y a la vez
determinar el tiempo mínimo en que se debe verificar los resultados del tratamiento y proceder,
eventualmente, a su modificación. Los artículos 13 y 27 de la Ley 24.660 así lo estipulan.

Entonces, el Estado encomienda al equipo técnico versado en criminología la función de diagramar


un programa de tratamiento, y verificar cómo se desarrolla el mismo. Desde el punto de vista lógico es
irreprochable y a la vez de simple deducción. Así como encomienda a los maestros de educación instruir a
los internos en la educación primaria o secundaria y a los profesores en educación física facilitar el
desarrollo físico del interno, a los maestros de trabajo a enseñar y acompañar al interno en el desarrollo de
un oficio, al psicólogo el apoyo terapéutico, al clérigo la asistencia espiritual (a quien así la demande) y al
asistente social el auxilio para mejorar y fortalecer los vínculos familiares y sociales; así como asigna cada
una de las distintas actividades a los más idóneos para llevarlas a cabo, coloca al órgano técnico-
criminológico como tutor de que cada una de las actividades se desarrollen de acuerdo a un método, a una
serie de procedimientos científicos, previamente diseñados.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

En síntesis, a quien corresponde diseñar las tareas dentro de un establecimiento y los horarios en las
que deben llevarse a cabo es al organismo técnico-criminológico. Es este el que da, en el ejercicio de sus
funciones, fundamento a la pena privativa de libertad en nuestro país. De otro modo lo que existe es sólo
una privación de libertad, sin otra función que la de sustraer temporalmente del concierto social al
condenado. Esto último, además de ser contrario a la ley habilitaría a los jueces a cambiar su razonamiento
en la sentencia mediante el cual elevan el monto de pena a los reincidentes o bien haría discutible el
impedimento legal de otorgarles la libertad condicional a éstos. En ambos casos lo que se castiga es la
falta de apego a las normas cuando han tenido un tratamiento y no han seguido las enseñanzas impartidas
en los establecimientos penitenciarios al momento de reintegrarse a la sociedad. Puede resultar paradójico
pero en muchos casos los ciudadanos que recuperan su libertad, al volver a delinquir aplican justamente lo
aprendido en los establecimientos penitenciarios (piénsese en la cárcel como una fábrica de delincuentes,
tal como ya nos mostraban Elías Neuman y Víctor Irurzun en su famoso libro La sociedad carcelaria, ed
Depalma 1994, o como también conceptualizan autores tan prestigiosos como Darío Melossi, Massimo
Pavarini y los recordados Michel Foucault y Alessandro Baratta).

Si el Estado no cumple con la finalidad resocializadora por la que impuso una pena, no tiene luego
derecho a reprochar al ciudadano que no haya mejorado su comportamiento social.

i) Ley Orgánica del Servicio Penitenciario Federal y tratamiento


Indudablemente esta forma de concebir la función penitenciaria por parte del personal penitenciario
tiene sus fundamentos. Entre ellos encontramos los postulados de la Ley Orgánica del Servicio
Penitenciario Federal que data del 18 de mayo de 1973.

La Ley 20.416 que regula la actuación del Servicio Penitenciario Federal enuncia, por ejemplo que
"El Servicio Penitenciario Federal es una fuerza de seguridad de la Nación destinada a la custodia y
guarda de los procesados, y a la ejecución de las sanciones penales privativas de libertad, de acuerdo
con las disposiciones legales y reglamentarias en vigor" (artículo 1º, la bastardilla nos pertenece). Si bien
este artículo no es contrario a la Ley 24.660, está claramente alejado del espíritu marcadamente
resocializador que la misma posee.

El hecho de pensar en el Servicio Penitenciario Federal como fuerza de seguridad con un destino de
ejecución de las sanciones penales privativas de libertad permite interpretar como prioritario cumplir con
el fin de toda fuerza de seguridad, es decir, la seguridad. Incluso es de destacar que esta Ley posee
argumentos de defensa social (términos que incluye, verbigracia, en el artículo 5º inciso h), los que sí
contrarían rotundamente lo estipulado por la vigente Ley de Ejecución de la Pena Privativa de Libertad.
Todo esto que se acaba de mencionar tiene como objetivo llamar la atención de que el Servicio
Penitenciario Federal es una estructura jerárquica militarizada cuya formación prioritariamente es la
propia de las fuerzas de seguridad. Ello no quiere decir que su personal no trabaje con miras a desarrollar
una labor resocializadora; lo que se trata de explicar es que se ha diseñado un Servicio Penitenciario
Federal que no es acorde a los objetivos de resocialización, mediante un método científico (tratamiento
interdisciplinario individualizado), como prevé nuestro ordenamiento legal.

Muestra de esta afirmación es que la Ley 20.416 sólo menciona en su artículo 18 al "Instituto de
Clasificación" como organismo técnico que permitiría darle un marco científico al cumplimiento de la
pena privativa de libertad. A ello se añade la mención en el artículo 27 del jefe del organismo técnico-
criminológico (un médico psiquiatra) como integrante del Consejo Correccional de la Unidad. El
problema más grave que esto implica es que el Instituto, hoy llamado Instituto de Criminología, no debe
mantener un contacto directo con los internos sino que le corresponde diseñar programas "tipo" de
tratamiento y brindar apoyo técnico en lo teórico a los Servicios Criminológicos de las Unidades. Del

13
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

trabajo directo de los profesionales con los internos nada dice la Ley 20.416. Ello muestra una diferencia
sustancial entre dos distintas políticas penitenciarias, una que privilegia el accionar de las actividades
educativas y laborales y la otra que pone énfasis en el plano científico, en lo que respecta a la intervención
de la institución en el interno. La Ley 20.416 no prevé adecuadamente la administración de los recursos
humanos en función de la resocialización.

Lo expresado permite observar este desdoblamiento que se verifica en la práctica entre el ser de la
actividad penitenciaria, con un Servicio Criminológico relegado, y un deber ser de la normativa
penitenciaria que lo coloca como eje de la actividad científica.

Sea dicho de paso que la ley 20.416, en su artículo 54 prevé un orden jerárquico (con tendencia al
verticalismo incuestionable). Por más que se haga una distinción de acuerdo al servicio que cada
funcionario presta, lo cierto es que en la práctica esto impide a los profesionales técnicos desarrollar sus
funciones con la libertad que su trabajo requiere. La ciencia no se entiende bien con los sistemas
jerárquicos verticalistas.

El peligro de esta clase de sistemas es que, dado su alejamiento ontológico de los principios
democráticos y de las estructuras comunitarias, se corre un grave riesgo de que la ciencia que portan sea
utilizada por individuos que no comulguen con los ideales que dieran origen a todo el sistema y que no
representen los valores éticos de la sociedad (al respecto una muestra imborrable en la historia mundial de
esta posible desviación es perfectamente analizada por el sociólogo Zygmunt Bauman en su libro
Modernidad y Holocausto, editorial Sequitur, 1997). Inmersos en un sistema de estas características los
subordinados se pueden hallar infinidad de veces en el inevitable dilema de cumplir con una orden injusta
o atenerse a las consecuencias que acarrea una desobediencia al superior.

En un Organismo cuya finalidad es dotar a los administrados, en este caso los internos, de valores
socialmente aceptados, el autoritarismo, las decisiones sin otro fundamento que la autoridad, y en general
toda medida arbitraria, desvían profundamente al mismo del fin para el que fuera creado, produciendo
justamente el efecto inverso al esperado, es decir la desocialización, la adaptación del administrado a la
subcultura que se propone, la "subcultura carcelaria". Desde ya que la resocialización no puede tratarse de
la formación de individuos obedientes a la autoridad penitenciaria. Una cierta obediencia puede ser
necesaria para cumplir con un objetivo de dotar a una individuo de pautas de comportamiento socialmente
aceptado, pero no puede basarse la actuación del Organismo sólo en eso, en lograr obediencia.

j) Servicios Criminológicos
El cuadro de situación en la que se encuentra la criminología dentro de la aplicación de la pena
privativa de libertad se completa con la cantidad de personal que cumple funciones en cada uno de los
Servicios Criminológicos. Al respecto una enumeración detallada por establecimiento basta para mostrar
el precario lugar que ocupa la ciencia criminológica en los hechos.
A saber: Grafico 2

El personal resulta por demás escaso para cumplir con los objetivos que le asigna la Ley 24.660,
más si se tiene en cuenta que los profesionales deben cumplir un total de 25 horas semanales. De hecho en
la mayoría de los establecimientos no se cumple con el mínimo exigido por el artículo 185 de dicha
normativa.

La planta permanente del Servicio Penitenciario Federal, se compone de 8.088 agentes, entre
Oficiales y Suboficiales, según se desprende de la modificación mediante la decisión administrativa Nº 21
de 23 de febrero de 2001, de los Anexos IIIa, IIIb y IIIc de la Decisión Administrativa Nº 516 del 19 de

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

diciembre de 1996, modificada por su similar Nº 858 del 29 de diciembre de 1997, expediente 50.540/00
de la Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Federal (ver Boletín Público del Servicio Penitenciario
Federal Nº 2536 de 20 de marzo de 2001). De esos 8.088 agentes sólo 93 trabajan en contacto directo con
los internos condenados efectuando tareas criminológicas en lo relativo al tratamiento interdisciplinario
individualizado, total o parcialmente, siguiendo lo establecido por la Ley 24.660. Este número es
decididamente ínfimo. Vale la aclaración que ninguno de los Servicios Criminológicos cuenta con al
menos un profesional de todas las ciencias convocadas a actuar en el tratamiento según el artículo 185
inc.b) de la Ley 24.660 (recordemos que se trata de un psiquiatra, un psicólogo y un asistente social y en
lo posible, entre otros, un educador y un abogado, todos ellos con especialización en criminología y en
disciplinas afines). Verbigracia, donde hay asistente social no hay psiquiatra o viceversa. Estas ausencias
no se cubren con la actuación de los Consejos Correccionales, en primer lugar porque también siguen sin
contarse con todos los profesionales previstos y porque, además, las funciones de uno y de otro organismo
no son las mismas. El artículo 84 del Reglamento de Modalidades Básicas de la Ejecución determina, sin
dejar espacio a la duda, que el organismo técnico-criminológico al que se refiere la Ley 24.660 es el
Servicio Criminológico.

También es ineludible la mención de que los Servicios Criminológicos no están constituidos por
profesionales que hayan acreditado especialización o versación en criminología, tal como dispone el
artículo 87 del Reglamento de Modalidades Básicas de la Ejecución. Son escasos los profesionales que
puedan acreditar mediante certificado de estudios su versación o especialización en criminología.
Tampoco se cumple con lo previsto por el artículo 88 del Reglamento de Modalidades Básicas de la
Ejecución puesto que los responsables de los Servicios Criminológicos no son profesionales universitarios
que acreditaron especialización universitaria en criminología o en ciencias penales, salvo excepcionales
casos, llegando hasta el intolerable caso de que un Jefe de Turno ocupe el rol de Jefe de un Servicio
Criminológica, tal como sucede en el Instituto Correccional de Mujeres "Nuestra Señora del Carmen"
(U.13).

Sin perjuicio de lo señalado, agregaremos que se desprende de la distribución de los profesionales


en los distintos establecimientos que la misma se ha llevado a cabo sin planeamiento criminológico. No se
explica que el Instituto de Detención de la Capital Federal (U.2) posea 7 psicólogos para 548 internos
condenados mientras que la Prisión Regional del Norte (U.7) tiene 1 psicólogo para 312. Esto también
demuestra que la distribución del escaso personal tampoco tuvo en miras cuestiones atinentes al
tratamiento.

Todo lo detallado repercute de tal modo en los Servicios Criminológicos que su personal apenas
cumple con el aspecto formal de sus funciones. Con ello intenta evitar sanciones administrativas por
incumplimiento en sus deberes. De hecho resulta más importante a la Administración Penitenciaria
efectuar a tiempo, o lo más cerca posible del plazo estipulado legalmente, la confección de los informes
criminológicos que ocuparse de controlar cómo se lleva a cabo el tratamiento individual de los internos.

Como se explicará en el punto 2, los Servicios Criminológicos, en su gran mayoría, exceptuándose,


por ejemplo, el Servicio Criminológico del Instituto Correccional de Mujeres (U.3), la Colonia Penal de
Santa Rosa (U.4) y el de la Prisión Regional del Sur (U.9), sólo apuntan a completar el requisito formal de
sus tareas mas no se preocupan en desarrollar un verdadero tratamiento o en mostrar la evaluación de la
evolución del interno durante el transcurso de su condena. Enumerar una lista de objetivos, por ejemplo,
que debe cumplir un interno no es un tratamiento individualizado, claro está.
Así los internos que supuestamente reciben tratamiento resocializador en realidad son conducidos
por una red burocrática de diagnósticos y pronósticos cuyo resultado difícilmente se ajuste a la finalidad
que su privación de libertad conllevaba.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

k) Alojamiento del interno y tratamiento


Como ejemplo de la situación de desvalorización que se encuentran los Servicios Criminológicos
dentro de los establecimientos penitenciarios, cabe consignar que la decisión acerca del lugar donde se
alojará un interno es tomada por el Jefe de Seguridad Interna del establecimiento. Ello ha sido constatado
en todas las visitas que hemos realizado. Las excepciones de ello fueron la Prisión Regional del Sur (U.9)
y la Colonia Penal de Santa Rosa (U.4), donde el Jefe del Servicio Criminológico tenía una participación
muy fuerte en la decisión sobre el alojamiento.

Como se podrá vislumbrar, el alojamiento del interno es clave para el desarrollo posterior de sus
actividades. No obstante ello, conviven habitualmente internos multireincidentes con procesados, o
aquellos que están cerca de recuperar su libertad con condenados a prisión perpetua. Que ello ocurra
podría no ser grave si detrás de esta decisión hubiera razones de tratamiento y se hubieran tenido en
cuenta las características personales de los internos que van a convivir. Sin embargo ello no es así. Las
decisiones se toman por capacidad de alojamiento, por cantidad de cupos y por razones atinentes a la
seguridad. Lejos está la cuestión del tratamiento a la hora de la decisión del alojamiento.

Un caso especial son los internos que pertenecieron a fuerzas armadas o fuerzas de seguridad. Estos
conviven todos juntos en tres pabellones del Módulo IV del Complejo Penitenciario Federal II -Marcos
Paz. Allí se encuentran conviviendo internos que se encuentran en Período de Prueba y aquellos que
estudiaban carreras universitarias en el ex Centro de Informática Aplicada (CINAP) de la Prisión de la
Capital Federal (U.16), con procesados o con internos en la fase de Socialización del Período de
Tratamiento. Es cierto que resulta difícil en este caso poder seleccionar los lugares de convivencia de
internos que no tienen muchas posibilidades de alojamiento. Sin embargo al menos podrían haber
entregado la función de decidir respecto del alojamiento al responsable del Servicio Criminológico.

Que el Jefe de Seguridad Interna de las Unidades sea quien decide el Pabellón donde se alojará un
interno es otra muestra de la desdibujada función que le otorgan al Servicio Criminológico en el ámbito
penitenciario. Algo similar ocurre con las actividades que se pueden programar dentro de un
establecimiento. Como ejemplo de ello se puede mencionar que el Complejo Penitenciario Federal II -
Marcos Paz- fueron entregados una gran cantidad de equipos para realizar actividades físicas, los cuales se
hallan, en casi su totalidad, guardados en los depósitos a la espera que el Jefe de Seguridad del
establecimiento autorice su utilización. Lo propio ocurre con las computadoras que pertenecen a los
internos que estudiaban en el CINAP, las cuales también se hallaban guardadas a la espera de la
autorización de su utilización en la Sección Educación del Módulo IV, por el Jefe de Seguridad.

l) Política de tratamiento
Restaría señalar, en este punto del análisis, y de acuerdo a lo ya expuesto, lo atinente a una política
del tratamiento interdisciplinario individualizado. A ese respecto indicamos que, por lo manifestado por
todos los responsables de los Servicios Criminológicos de las Unidades del Servicio Penitenciario Federal,
no existe entre ellos vinculación alguna. Es decir que ninguno conoce lo que está haciendo el otro en su
Unidad. Sucede lo mismo con los internos, es decir que cuando uno de ellos es trasladado a otra Unidad,
al no haber un programa de tratamiento diseñado mediante una política del tratamiento, función no
cumplida por el Instituto de Criminología, y por contar las Historias Criminológicas con información
burocrática que no muestra lo practicado realmente con el interno, el tratamiento se inicia de cero,
implementado quizás métodos absolutamente contrarios, en caso de implementarse algún tratamiento. La
historia criminológica que representa la historia de vida de un interno en la cárcel no posee ninguna
información que permita dar cuenta del desarrollo de la misma y de la posible evolución del interno. Otra
muestra del abandono del ser humano que transita por la situación de encierro.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Para explicar la falta de política de tratamiento basta con verificar la escasa cantidad de
profesionales que desempeñan sus funciones en los Servicios Criminológicos en los establecimientos
abiertos. Este tal vez sea uno de los momentos más importantes del tratamiento, cuando el interno se
encuentra próximo a recuperar su libertad. Es el momento indicado para afianzar las pautas de conducta
que debió haber adquirido en el paso por el régimen de progresividad de la pena. Sin embargo esto no es
así. Se privilegia la actividad laboral por sobre la criminológica en la totalidad de estas instituciones lo que
imposibilita que el interno afirme sus conductas socialmente positivas. De nada sirve la adquisición
mecánica del hábito laboral como única herramienta resocializadora si no se acompaña al trabajo con un
adecuado programa de introyección de valores.

A todo lo mencionado, debe agregarse la inexistencia de programas de asistencia postpenitenciaria


que muestran un directo salto al vacío del Estado y una falta de compromiso de éste para con el ciudadano
al que luego de un período de desocialización y de total control del desarrollo de su quehacer diario lo
abandona sin resguardo y apoyo terapéutico, desentendiéndose de su situación de ex-interno. El Patronato
de Liberados tal como funciona en la actualidad no basta para cubrir la tarea de brindar apoyo social a
quien recupera su libertad.

m) Poder Judicial y tratamiento


No debe quedar sin mencionar el espacio que le cabe a los órganos del Poder Judicial en lo relativo
al tratamiento. El artículo 3º de la Ley 24.660 somete la ejecución de la pena privativa de libertad en todas
sus modalidades al permanente control judicial. Se suma a ello lo indicado por el artículo 208 en cuanto a
que "el juez de ejecución o juez competente verificará, por lo menos semestralmente, si el tratamiento de
los condenados y la organización de los establecimientos de ejecución se ajusta a las prescripciones de
esta ley y de los reglamentos que en su consecuencia dicte el Poder Ejecutivo…". Para realizar estos
controles respecto de los condenados existen por un lado los Juzgados de Ejecución Penal y por otro los
Tribunales Orales Federales para aquellos individuos que han sido condenados por estos, exceptuando los
Tribunales Orales Federales con asiento en la Ciudad de Buenos Aires.

La Ley 24.050 de Organización y Competencia de la Justicia Penal Nacional y la Ley 24.121 de


Implementación y Organización de la Justicia Penal establecen lo antes mencionado.

Pero es muy importante hacer referencia a la efectiva implementación de la Justicia de Ejecución


Penal. Al respecto, el artículo 29 de la Ley 24.050 indica que "El Juzgado Nacional de Ejecución Penal
conocerá en los supuestos establecidos en el artículo 30 del Código Procesal Penal. Será asistido por un
secretario y un equipo interdisciplinario integrado por especialistas en medicina, psiquiatría, psicología,
sociología, asistencia social, y, en su caso, antropología… El Tribunal de Ejecución organizará, en los
establecimientos penitenciarios que por su entidad así lo justifique, una oficina a cargo de un funcionario
que representará al tribunal en todo lo concerniente a las potestades que le asigna la ley procesal
relativas a la ejecución de la pena…Ante el Tribunal de Ejecución actuarán un representante del
Ministerio Público Fiscal… y un defensor oficial…".

Por otra parte en el artículo 72 de la Ley 24.121 se establece la creación de tres juzgados de
ejecución penal para la Capital Federal, con una secretaría cada uno, creándose consecuentemente
mediante el artículo 73 tres secretarías para actuar en los juzgados nacionales de ejecución penal. El
artículo 75 indica que "Las funciones del juez de ejecución que establece el Código Procesal de la Nación
serán desempeñadas, en el interior del país, por un juez del tribunal oral respectivo, conforme lo
determine el órgano judicial competente…". En lo relativo a la creación de cargos el artículo 77 dispone:
"Créanse tres (3) cargos de juez de primera instancia, un (1) cargo de fiscal de primera instancia, un (1)

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

cargo de defensor de pobres, incapaces y ausentes de primera instancia, que actuarán ante los juzgados
de ejecución penal de la Capital Federal, y cuatro (4) cargos de secretario de primera instancia. Una de
estas secretarías actuará ante la fiscalía que se crea por el presente artículo. Créanse dos (2) cargos de
médico, dos (2) cargos de médico psiquiatra, dos (2) cargos de psicólogo y cuatro (4) cargos de asistente
social para el equipo interdisciplinario de los juzgados nacionales de ejecución penal de la Capital
Federal. Créanse diecisiete (17) cargos de secretario de primera instancia para las oficinas que establece
el artículo 29, párrafos tercero y cuarto de la ley orgánica respectiva en las unidades penitenciarias
números 3,4,5,6,7,9,10,11,12,13,14,15,17,19,26,30,32."

La Ley 24.050 y la Ley 24.121 establecen entonces un sistema bastante complejo de control judicial
de la ejecución de la pena privativa de libertad. Cierto es que ambas leyes son anteriores a la Ley 24.660
pero no alteran en nada el espíritu de esta última ley. Este control judicial en la práctica es absolutamente
distinto a lo dispuesto por las leyes nacionales mencionadas. No existe en la actualidad un equipo
interdisciplinario que actúe exclusivamente a disposición de los jueces de ejecución en los temas atinentes
a la ejecución de la pena privativa de libertad. Es decir que ni siquiera estamos en condiciones de plantear
si cada juzgado debe tener su propio equipo interdisciplinario, ya que la justicia de ejecución no posee
siquiera uno. Así se comprueba la imposibilidad de los juzgados de ejecución de contar con un diagnóstico
criminológico propio de los internos o bien, la evaluación de la forma en que se llevó o se está llevando a
cabo el tratamiento de los internos. Este elemento resulta indispensable para valorar, llegado el momento,
si corresponde o no, que se proceda a otorgar salidas transitorias, semilibertad o libertad condicional a
algún interno. Así cualquiera de los institutos con que los internos cuentan para acceder a una forma de
libertad anticipada, se ven impedidos de directo control judicial en vista de la falta de recursos técnicos
para ello.

Tampoco se ha implementado la oficina dentro de los establecimientos penitenciarios donde


intervendría un secretario de primera instancia. No existe, por ese motivo, inmediatez entre los problemas
que se plantean dentro de la cárcel y la actuación de los juzgados de ejecución.

Sin estos secretarios dentro de cada uno de los establecimientos penitenciarios, es incongruente y
poco garantizador de un efectivo control de la ejecución de la pena privativa de libertad de los internos,
que los Jueces de Ejecución realicen sus tareas en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. El grueso de
los internos condenados cumple la pena privativa de libertad en cárceles ubicadas en el interior del país, a
una distancia en kilómetros considerable (por ejemplo, los establecimientos cerrados están ubicados
aproximadamente a 1215 kilómetros la Prisión Regional del Sur (U.9), a 1020 kilómetros la Prisión
Regional del Norte (U.7) y a 1455 kilómetros el Instituto de Seguridad y Resocialización (U.6) del centro
de la Ciudad de Buenos Aires, siendo el establecimiento más alejado el semiabierto ubicado en Río
Gallegos –Cárcel de Río Gallegos (U.15)-, a una distancia de 2750 kilómetros), razón de más para admitir
que el control judicial de la ejecución de la pena privativa de libertad, especialmente en lo que respecta al
cumplimiento del tratamiento y del régimen penitenciario es insuficiente.

Normalmente el sistema de control judicial se ha visto desvirtuado mediante el reclamo vía hábeas
corpus de los internos a los Juzgados Federales que se hallan en jurisdicción del establecimiento que los
aloja. Este sistema no permite solucionar problemas globales ya que eventualmente, de no declarar el juez
la incompetencia para intervenir en el asunto –especialmente si se trata de reclamos importantes como
alimentación, vestimenta, educación, trabajo y trato de los agentes del Servicio Penitenciario Federal -,
difícilmente logre solucionar el problema global que dio origen al asunto particular. A lo sumo
solucionará la cuestión particular del interno que presentó el hábeas corpus. Sin embargo este es el único
sistema que en la práctica ha garantizado, al menos en algunos casos, inmediatez y celeridad de los
órganos judiciales para intervenir ante el posible cercenamiento de un derecho, en especial cuando se trata
de la salud del interno o del sufrimiento de castigos corporales.

18
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Es indudable que para que funcione el sistema de control judicial resulta necesario completar los
cargos faltantes, especialmente en lo que se refiere al equipo interdisciplinario, las oficinas judiciales con
secretarios de primera instancia en los establecimientos penitenciarios y los dos defensores oficiales que
restarían para completar lo previsto en el último párrafo del artículo 29 de la ley 24.050.

n) C.R.D., Recompensas y Promoción excepcional


El análisis de las cuestiones globales atinentes al tratamiento debe también incluir una referencia a
temas tan sustanciales como el Centro de Rehabilitación al Drogadependiente, las posibilidades de
promoción excepcional a cualquier fase del tratamiento que mejor se adecue a sus condiciones personales
y el sistema de recompensas.

Al respecto, en lo referente al Centro de Rehabilitación para Drogadependientes, en esta etapa del


informe haremos alusión al problema de la drogadependencia y la falta de tratamiento interdisciplinario
para quienes padecen adicciones, ocupándonos luego y con más detalle de lo relacionado con la salud de
los mismos y el tratamiento de deshabituación, en el espacio destinado a la salud de los internos.

Basta indicar, para demostrar la falta de tratamiento, que no existe un centro de esas características
para internos adultos del sexo masculino, es decir el grupo que compone la mayor cantidad de población
penal. Cabe dejar asentado que este organismo no entiende que sea este el único medio para tratar las
adicciones a estupefacientes, pero lo cierto es que no existe ningún plan diseñado para suplantar esta
falencia. De hecho los internos drogadependientes que solicitan tratamiento para las adicciones deben
lidiar bastante para conseguir la asistencia de personal especializado en psicología. Este en su mayoría no
trabaja en la Sección Médica sino en Criminología, razón por la que, el mismo psicólogo que sigue el
tratamiento para las adicciones luego debe evaluar el avance en su progresividad, enfrentando a los
profesionales a posiciones que ponen en crisis cuestiones atinentes a la ética profesional. A lo expresado
debe sumarse que la cantidad de profesionales evidentemente no alcanza en la mayoría de los
establecimientos para desarrollar las tareas de tratamiento por adicciones y el resto de labores que poseen
asignadas, razón por la cual, el tratamiento se va diluyendo sin producir los resultados esperados,
abandonando también los internos el tratamiento por no cumplir con sus expectativas.

A lo expuesto se suma el incumplimiento de lo previsto por el artículo 185 inc. j) de la Ley 24.660
en cuanto indica que los establecimientos destinados a la ejecución de las penas deben contar con
"secciones separadas e independientes para el alojamiento y tratamiento de internos drogadependientes".
Los establecimientos penitenciarios federales no poseen secciones separadas para el alojamiento y
tratamiento de drogadependientes, salvo el Instituto Correccional de Mujeres (U.3) y el Complejo Federal
para Jóvenes Adultos (U.24, U.26 y Centro Federal Malvinas Argentinas).

Todas estas carencias atentan contra el cumplimiento de lo previsto por la Ley 23.737 y, en
consecuencia con el cumplimiento de las condenas judiciales. Dicha normativa indica en su artículo 16
que "Cuando el condenado por cualquier delito dependiere física o psíquicamente de estupefacientes, el
juez impondrá, además de la pena, una medida de seguridad curativa que consistirá en el tratamiento de
desintoxicación y rehabilitación por el tiempo necesario a estos fines, y cesará por resolución judicial,
previo dictamen de peritos que así lo aconsejen". Así los jueces imponen una medida de seguridad
curativa que en la realidad, por carencias propias del Servicio Penitenciario Federal, no se cumple. Nótese

19
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

que el artículo 19 de dicha ley indica que el tratamiento para la rehabilitación de adicciones debe estar
dirigido "por un equipo de técnicos y comprenderá los aspectos médicos, psiquiátricos, psicológicos,
pedagógicos, criminológicos y de asistencia social…" y que, en lo que respecta a los condenados, "el
Servicio Penitenciario Federal …deberá arbitrar los medios para disponer en cada unidad de un lugar
donde, en forma separada del resto de los demás internos, pueda ejecutarse la medida de seguridad de
rehabilitación…".

Como se desprende de lo recientemente señalado en el Servicio Penitenciario Federal se incumple


con la normativa donde se diseña el tratamiento para los drogadependientes, el cual no sólo es un derecho
del interno sino un deber legalmente impuesto. Lo grave es que este incumplimiento impedirá al interno
drogadependiente realizar su tratamiento y cumplir con sus objetivos, lo que a su vez determinará la
imposibilidad de que se le otorguen derechos tales como la paulatina atenuación de restricciones
inherentes a la pena o, en los casos más irritantes, la imposibilidad de acceder a institutos tales como la
salida transitoria o la libertad condicional.
En lo relativo a la promoción excepcional a cualquier fase del período de tratamiento que mejor se
adecue a las condiciones personales del interno, el artículo 7º de la Ley 24.660 fija esta posibilidad,
regulándose la misma a partir del artículo 4º del Reglamento de Modalidades Básicas de la Ejecución. La
intención del legislador es, evidentemente, entregar al organismo técnico-criminológico la posibilidad de
evaluar y de indicar la etapa en el tratamiento que le corresponde a cada interno de acuerdo a sus
condiciones personales. Evidentemente esto permitiría que cada interno pueda cumplir, en el tiempo de
condena impuesta, con el mejor tratamiento resocializador posible. Sin embargo, esta promoción
excepcional en la práctica resulta ser tan excepcional que ha sido convertida en letra muerta. Los
organismos técnico-criminológicos de las unidades donde se efectúa el período de observación indican
que el período y fase a los que se propone incorporar al interno es la Fase de Socialización del Período de
Tratamiento. Además, es calificado con conducta buena cinco (5) y concepto bueno cinco (5), salvo que se
encuentre incorporado al Régimen de Ejecución Anticipada Voluntaria. Ni la Ley 24.660, ni el
Reglamento de Modalidades Básicas de la Ejecución obligan al organismo técnico-criminológico a
proponer, ni al Consejo Correccional a disponer, que la primera calificación del interno, de conducta y
concepto sean ambas buenas. Lo que impide el Reglamento de Modalidades Básicas de la Ejecución a
través de su artículo 53 es que se califique con menos puntaje que bueno sin que previamente el interno
sea entrevistado por el Consejo Correccional en pleno. Lo que se verifica es el trabajo por demás
burocrático de estos dos organismos en lo que se refiere al inicio del tratamiento y del régimen
penitenciario. Así, ya desde la gestación se vislumbra lo que sucederá durante el resto del tratamiento y
del régimen penitenciario, es decir, calificaciones por tiempo de condena y no por el grado de éxito del
tratamiento, falta de verificación semestral del cumplimiento de los objetivos, etc.

Respecto de las recompensas, el artículo 105 de la Ley 24.660 establece que "los actos del interno
que demuestren buena conducta, espíritu de trabajo, voluntad en el aprendizaje y sentido de
responsabilidad en el comportamiento personal y en las actividades organizadas del establecimiento,
serán estimulados mediante un sistema de recompensas reglamentariamente determinado.". Esta
reglamentación se realizó mediante el decreto 1139/00 de fecha 11 de noviembre de 2000. Allí se
disponen una serie de recompensas que pueden ser otorgadas a los internos destacados a partir de sus
actos, tales como el avance más rápido en el régimen de progresividad, aumento en las calificaciones de
conducta y concepto, becas de estudio, participación prioritaria en las actividades educativas, culturales,
laborales y/o recreativas, donación de materiales de estudio, traslado a otra sección del establecimiento,
etc.

Ahora bien, el decreto 1139/00 dispone en su Anexo I, artículo 16 que "La Dirección Nacional del
Servicio Penitenciario Federal, dentro de los noventa (90) días de publicado el presente Boletín Oficial,
deberá elevar a la Secretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios para su aprobación, los

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

reglamentos internos de los establecimientos de ejecución previstos en el artículo 177 de la Ley Nº


24.660". Los noventa días han pasado y los reglamentos de los establecimientos penitenciarios siguen sin
ser confeccionados. Pero, en lo relativo a las recompensas, lo importante es destacar el escaso número de
recompensas otorgadas por el Servicio Penitenciario Federal desde que ha entrado en vigencia el sistema
recompensatorio. Lamentablemente no se cuenta con los datos exactos puesto que es información ha
quedado pendiente de ser suministrada por la Dirección del Servicio Penitenciario Federal. Tampoco han
sido muchas las propuestas de los Directores de los establecimientos a los Jueces de Ejecución o Juez
competente para la concesión de las salidas transitorias, tal como prevén los artículos 8 y 9 del Anexo I.

Este sistema de recompensas tiene como finalidad completar una estructura punitivo-premial, que es
en definitiva la que adopta nuestra Ley 24.660. El prolongado tiempo que estuvo sin ser reglamentado este
sistema y la falta de aplicación en la práctica generan una descompensación notable entre las medidas de
castigo y las medidas recompensatorias.

Señalaremos por último que tanto la creación de un Pabellón de máxima seguridad en el Instituto
Correccional de Mujeres (U.3), denominado Pabellón 14 y lo atinente a la Metodología Pedagógica
Socializadora incumben al tratamiento, más ambos han merecido un desarrollo por separado de esta
sección. Sin perjuicio de ello cabe indicar, en cuanto al Pabellón 14, que es absolutamente contrario a los
postulados de la Ley 24.660 y su creación muestra el fracaso por parte de las autoridades penitenciaras en
la puesta en práctica de la normativa legal. Sobre la Metodología vale explicar que es un sistema paralelo
al tratamiento previsto por la Ley 24.660 y no puede ser utilizado como único modo de acercamiento de
los profesionales a los internos.

2. Estudio y Evaluación de los Servicios Criminológicos y de los


Programas de Tratamiento Individualizados
En este tramo del informe abordaremos el funcionamiento del sistema penitenciario desde una
perspectiva diacrónica, entendiendo que lo medular de dicho sistema es la labor criminológica y los
programas de tratamiento que de ella se desprenden; desarrollaremos a continuación la investigación
realizada.

Consideramos pertinente describir la metodología implementada para la realización del


relevamiento planteado respecto del funcionamiento de los Servicios Criminológicos, del rol del
criminólogo y la articulación existente con los programas de tratamiento individualizados.

A tales efectos, se diseñó un plan de intervención, entendido como trabajo de campo, que incluyó la
auditoria de los Servicios Criminológicos en los siguientes establecimientos:
• Complejo Penitenciario Federal I – Ezeiza - Pcia. de Buenos Aires-
• Complejo Penitenciario Federal II – Marcos Paz - Pcia. de Buenos Aires-
• Instituto de Detención de la Capital Federal (U.2) - Ciudad Autónoma de Buenos Aires-
• Instituto Correccional de Mujeres (U.3) – Ezeiza – Pcia. de Buenos Aires-
• Instituto Correccional de Mujeres "Nuestra Señora del Carmen"(U.13) – Pcia. de La Pampa-
• Colonia Penal de Santa Rosa (U.4) – Pcia. de La Pampa-
• Módulo IV-Complejo Penitenciario Federal I – Ezeiza – Pcia. de Buenos Aires-
• Instituto Federal para Jóvenes Adultos (U.24) - Marcos Paz - Pcia. de Buenos Aires-
• Instituto de Jóvenes Adultos "Dr. Julio Antonio Alfonsín"(U.30) - Pcia. de La Pampa-
• Instituto de Seguridad y Resocialización (U.6) - Rawson – Pcia. de Chubut-
• Prisión Regional del Norte (U.7) – Resistencia – Pcia. de Chaco-
• Prisión Regional del Sur (U.9) – Neuquen – Pcia. del Neuquen-

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Se decidió, como cierre del ciclo de auditorias, mantener una reunión de trabajo con el responsable
del Instituto de Criminología, Dr. Luis Rogouski, para abordar la temática desde la perspectiva de las
políticas imperantes en la materia.

El trabajo de campo se organizó a partir de la confección de una guía de preguntas que incluyó el
relevamiento de los aspectos formales que establece la ley para llevar a cabo la labor criminológica. Cabe
destacar, que el énfasis estuvo puesto en la detección del marco técnico-científico desde donde se
planifica el trabajo y de cuáles son los obstáculos que se presentan en el desarrollo del mismo.

Asimismo, se apuntó con especial interés a analizar el rol del criminólogo en su vinculación con el
tratamiento penitenciario dentro del sistema institucional.

Otro de los aspectos relevados se relacionó con las políticas impartidas por el Instituto de
Criminología y la modalidad de desarrollo de sus funciones en lo relativo a la supervisión y capacitación

Se transcribirá a continuación la información obtenida en cada una de las auditorias efectuadas.

Se realizará, luego, un análisis cualitativo de los datos obtenidos con el objetivo de arribar a las
conclusiones que se desprendan de lo expuesto.

a) Auditoria del Servicio Criminológico y del Centro de Evaluación y


Clasificación de Procesados del Complejo Penitenciario Federal I –Ezeiza
Al momento de nuestra visita, febrero de 2002, se pudo verificar la existencia de un Módulo de
Ingreso en el que desarrollaban sus actividades el "Centro de Observación y Clasificación de
Condenados", el "Servicio Criminológico" y el "Centro de Evaluación y Clasificación de Procesados". A
su vez, el "Módulo IV" de Jóvenes Adultos, cuenta con su propio Servicio Criminológico.

El plantel que constituye el Servicio Criminológico estaba trabajando, provisoriamente en el


"Módulo de Ingreso", a raíz de que la Jefa del Servicio se encontraba de licencia, quedando el Jefe del
"Centro de Observación y Clasificación de Condenados" a cargo del mismo.

Habitualmente, el lugar en el que el Servicio Criminológico desarrolla su labor es el Módulo II,


esta ubicación no posibilita un adecuado intercambio de información, especialmente, en lo referido a lo
judicial.

Resulta significativo, que este aspecto de distribución espacial aparezca como una
contingencia y no como una variable considerada y ponderada para optimizar la tarea, dado que
permite una facilitación del intercambio de información.

Son dos abogados y dos psicólogos los que constituyen el equipo de trabajo, el volumen promedio
de internos condenados que se alojan en el establecimiento es, al momento de nuestra visita, de
doscientos.

La constitución del equipo no responde a lo establecido por la normativa, no incluye a un médico


psiquiatra ni a un asistente social; por la cantidad de internos condenados se requeriría, además, la
inclusión de otro psicólogo.

La tarea psicológica asistencial la desarrollan profesionales de la División Asistencia Médica.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Refieren, que es un hecho frecuente que los internos que se encuentran en el Período de
Observación, reciban la orden de libertad de parte de los juzgados ó sean trasladados a otro
establecimiento, no pudiéndose llevar a cabo las evaluaciones pertinentes.

Si bien, el equipo cuenta con experiencia técnico-criminológica, manifiestan que "la labor se
centra en los papeles"; al no desarrollar su actividad desde una perspectiva técnica no tienen la
posibilidad de cotejar el resultado de sus acciones.

Genera preocupación e impotencia, a los integrantes del equipo, que muchas de las personas
detenidas que tienen historia de institucionalización obtengan su libertad sin que los profesionales puedan
efectivizar ningún aporte.

Además, la tarea queda afectada por otro factor, las instrucciones sumarias, cada vez más frecuentes
en el Complejo, que implica destinar profesionales del área para tales fines.

Se ha detectado un sentimiento de malestar, producto de esta dinámica particular, que lleva a


revalorizar la labor criminológica realizada en los establecimientos que cuentan con una población estable
"en los que es posible evaluar los resultados", en el Complejo, según refieren, "se cumpliría, tan sólo, con
los requisitos formales".

En esta referencia se desliza una significación que alude a la frustración que produce la
imposibilidad de evaluar los resultados y a la idealización que se genera respecto de los establecimientos
con población estable, en los que se podría llevar adelante una labor criminológica.
Esta formulación resulta, efectivamente, una construcción imaginaria dado que se ha constatado que
la condición de alojar condenados no garantiza la labor criminológica en función del tratamiento.

No refieren recibir, por parte del Instituto de Criminología, directivas precisas en el sentido
del desarrollo del trabajo, tampoco reciben capacitación. Surge la necesidad del dictado de
seminarios de capacitación en los lugares de trabajo.

Manifiestan que, "ya no se trabaja, como en otros tiempos, de manera interdisciplinaria; el


intercambio posibilitaba un trabajo más eficaz"

Actualmente, "se pondera la cantidad por sobre la calidad de la tarea".

Se torna difícil el intercambio entre profesionales dentro del mismo establecimiento, siendo
absolutamente infrecuente cualquier tipo de vinculación con profesionales de otras unidades, respecto de
algún caso en particular.

Cabe señalar, que en muchas oportunidades, la Procuración Penitenciaria, se ve "obligada" a


articular nexos entre los establecimientos ó las distintas dependencias ó los profesionales del Servicio
Penitenciario Federal, respecto de alguna situación particular ó general; lo que denota que los canales de
comunicación dentro del sistema portan la marca de una institución cerrada.

La Procuración, eslabona un circuito signado por el aislamiento y la cristalización, intentando


relanzar el movimiento.

23
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Estos datos expresan el déficit de un trabajo interdisciplinario y de una labor que no se rige
por criterios que contemplen una vinculación entre establecimientos, en el sentido de la
progresividad del régimen penitenciario.

De la revisión de las Historias Criminológicas, surge que se cumplen ciertos requisitos formales
respecto de las informaciones que deben incluir.

Las mismas no están foliadas y no se verifican las actualizaciones semestrales.

Las actualizaciones se realizan a partir de los requerimientos de los Juzgados ó en los casos de
internos que no retornan de sus salidas transitorias que, al ser recapturados y enviados al Complejo, deben
ser reevaluados para fijar la fase de la progresividad en la que se los ubicará.

Se observó en las evaluaciones psicológicas, particularmente en las pruebas proyectivas, que no


constan los dichos del entrevistado.

Respecto de la fijación de objetivos educativos y laborales, para la implementación de los


programas de tratamiento individualizados, se detectaron obstáculos.

Los internos que desean cursar el Curso Básico Común, CBC, deben hacerlo bajo la modalidad de
libres.

Al momento de nuestra auditoria, febrero de 2002, se estaba llevando a cabo un censo educativo
para determinar la necesidad de creación de un Centro Universitario. No habiéndose recibido información
sobre los resultados del mismo hasta la fecha del presente informe.

La oferta de trabajo es escasa, se plantea la fajina voluntaria como "laborterapia"; aquellos


internos que trabajan en talleres, atento a la progresividad del régimen, cambian de lugar de alojamiento
pasando a otro Módulo en el que no continúan con la actividad laboral.
Entonces, el cumplimiento de la Progresividad va en detrimento de los objetivos de
tratamiento establecidos en el área laboral y viceversa.

Estos dos términos, la progresividad y el tratamiento, deberían interactuar en una misma


dirección.

Tanto la oferta educativa como laboral resultan insuficientes para poder implementar el tratamiento
individualizado.

Teniendo en cuenta el tiempo transcurrido, desde la habilitación del establecimiento, la precariedad


existente respecto de las actividades educativas y laborales nos llevan a pensar dos cuestiones; una,
vinculada a lo extemporáneo de la habilitación del Complejo, dado que, estas necesidades básicas no han
sido contempladas y, en segundo término, que el funcionamiento del Complejo evidencia fallas en la
ejecución del tratamiento.

Resulta, por demás, elocuente cómo el eje de la tarea penitenciaria, el tratamiento cuyo objetivo es
la resocialización, según lo que establece la normativa vigente, se torna en letra muerta.

Esta letra muerta adquiere formas eufemísticas como plantear a la fajina voluntaria en términos de
"laborterapia".

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

El relevamiento realizado en el "Centro de Evaluación y Clasificación de Procesados" nos permitió


constatar que el equipo está conformado por un Sociólogo, que es el Jefe, cinco psicólogos y un empleado
administrativo.

La cantidad de internos procesados, en ese momento, era de mil quinientos. El promedio de


ingresos mensuales es de cuatrocientos, realizándose tres reuniones semanales para tratar los casos.

Refieren que los recursos humanos y materiales son escasos, y que están intentando llevar adelante
el trabajo creando un hábito de sistematización de los datos, la expectativa era que en el mes de abril de
2002 podrían tener procesados los datos de primario ó reiterante y de tipo de delito.

La clasificación está basada en índices que contemplan variables, tales como, la edad, la historia en
el campo del delito y las posibilidades de asistencia familiar.

No clasifican por tipo de delito.

Respecto, de la cualidad de primario ó reiterente, como variable para la construcción de estos


índices, no se pudo determinar con precisión, a partir de los dichos de los entrevistados, cuál es la justa
ponderación que se le otorga a esta cualidad.

El Legajo del Interno Procesado se realiza en forma "abreviada y manuscrita", como consecuencia
de la falta de personal, de papel y de computadoras. No trabajan con un Legajo Único, la información está
disgregada en cada área de intervención.

Refieren que se necesitaría una persona que se ocupe de recolectar y sintetizar la información para
confeccionar el Legajo Único.

Por ejemplo, para saber los fundamentos que cada área consideró para determinar el destino de
alojamiento de un interno hay que dirigirse a cada una de esas áreas ó al Libro de Actas en el que tampoco
es posible encontrar una fundamentación acabada.

Los legajos revisados presentan una constante diagnóstica, "personalidad con rasgos psicopáticos" ó
"personalidad drogadependiente".
Llama la atención esta conceptualización teórica de la drogadependencia como personalidad,
entendemos que las toxicomanías son síntomas ó patologías vinculadas al acto, no estructuras de
personalidad.

Otra cuestión a mencionar, si alrededor de un cincuenta por ciento de la población presenta


problemáticas adictivas, según se nos refiere, debería estar en vigencia algún programa asistencial para dar
respuesta a esta realidad.

Fue objeto de nuestro requerimiento el tema de los suicidios ocurridos en el establecimiento y cuál
ha sido el análisis que se ha efectuado de dicha situación.

La hipótesis que se esgrime es que en los últimos años han aumentado los índices de suicidios en
nuestro país, este fenómeno social estaría teniendo su expresión dentro de la institución.

Si bien, el planteo guarda una lógica aceptable nos resultó insuficiente; nuestra mirada más
abarcativa se articula con el siguiente interrogante: cómo se contempla dentro de la gama de variables

25
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

intervinientes para analizar "el fenómeno suicidio", la vulnerabilidad personal asociada a cuestiones del
trato ó del régimen penitenciario.

No obtuvimos una respuesta que indique alguna elaboración en este sentido. Cabe consignar que, al
momento de nuestra visita, una comisión de profesionales de salud mental de la institución y de
organizaciones del medio libre, estaba realizando un informe respecto del tema suicidios en el
"Complejo".

No se ha recibido información sobre los resultados producidos por la mencionada comisión hasta la
fecha de la confección del presente informe.

Otra de las funciones del "Centro de Evaluación y Clasificación de Procesados" es la incorporación


al Régimen de Ejecución Anticipada Voluntario, "REAV"; refieren que no está creada la dependencia, que
hay dificultades para recibir las solicitudes de incorporación y que no se estaría brindando una adecuada
información a los internos.

Al requerir quién es el encargado de informar al detenido, en el momento de su ingreso al


establecimiento, acerca del reglamento de funcionamiento de la unidad y del régimen disciplinario; la
respuesta no fue muy convincente, sería la División Asistencia Social pero no hay nada escrito que se
entregue al interno ingresante.

Los requisitos utilizados para la incorporación al "REAV" son: tener comportamiento bueno ó muy
bueno, tener ó no el ciclo primario, si demuestra interés por cursarlo y si solicitó a la División Trabajo,
realizar alguna actividad laboral, aunque no haya posibilidades ciertas de otorgársela.

La sola petición de trabajar conlleva una valoración positiva, resulta absurda la vía por la
cuál se intenta sortear la falta de trabajo como oferta del tratamiento penitenciario; se juega al
"como sí" de lo establecido por la ley. Nuevamente, aparece la ley como letra muerta.

La precarización de la tarea queda explicada desde la falta de recursos; habría que revisar
críticamente si esta acomodación que nivela hacia abajo se basa, exclusivamente, en la carencia de
recursos humanos y materiales ó esto funciona a modo de pantalla que cubre otro tipo de falencias,
a saber, la disposición institucional para asignar los recursos en pos del desarrollo del tratamiento
penitenciario.

b) Auditoria del Servicio Criminológico y del la División Diagnóstico y


Tratamiento de Procesados del Complejo Penitenciario Federal II –Marcos Paz
Al momento de nuestra visita, el "Servicio Criminológico" estaba constituido por una Jefa,
psicóloga; cuatro psicólogos, dos psiquiatras y dos abogados.

Este equipo de profesionales se ocupa, también, de llevar a cabo las tareas vinculadas al "Centro de
Observación y Clasificación".

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Existiría la posibilidad de creación de un "Centro de Observación y Clasificación" independiente al


"Servicio Criminológico". Inicialmente, se había pensado que hubiera un "Centro de Observación" único
en Ezeiza, pero en la práctica no se está trabajando de esta manera.

Actualmente, el "Servicio" está organizado en dos grupos de trabajo; uno se ocupa de la tarea
vinculada al Consejo Correccional y, otro, de la confección de las Historias Criminológicas.

Cuando las urgencias los superan, en el sentido de tener que tratar muchos casos en el Consejo
Correccional, se suspende la confección de las Historias.

No se precisan los porcentajes pero se refiere que habría un atraso considerable en la confección de
las Historias Criminológicas.

Refieren que la tarea está "hecha a los saltos", una labor eficiente implicaría la organización de
equipos de trabajo por módulos que incluyan un Jefe, dos psicólogos, un abogado y un asistente
administrativo.

Integran el equipo de profesionales que, no han tenido experiencia en criminología y que no han
recibido ningún tipo de capacitación por parte del "Instituto de Criminología".

En el "Servicio" se han confeccionado unas guías para los nuevos integrantes, sin experiencia, que
incluyen los requisitos para la incorporación a las distintas fases de la progresividad.

El criterio de clasificación utilizado se basa en el pronóstico de adaptabilidad que presenta cada


interno; refieren que deberían destinarse módulos para alojar, sólo a los condenados; cuestión que
posibilitaría el otorgamiento de los derechos previstos en la progresividad del régimen.

La modalidad imperante, respecto del alojamiento, es la de ubicar a los internos en función de las
plazas existentes, una vez alojados se llevan a cabo las entrevistas de evaluación.

El Servicio Criminológico no participa de la organización de los alojamientos junto con el Jefe de


Módulo.
La progresividad del régimen penitenciario está organizada por pabellones, no por módulos, en
todos los módulos habría alojados internos condenados.

"El equipo de criminología, para hacer su trabajo, tiene que ir paseando por todos los
módulos".

Dos cuestiones a mencionar, el criterio de alojamiento se basa en las plazas existentes y es el área
de Seguridad Interna la encargada de tomar decisiones al respecto.

Como ya hemos mencionado resulta llamativa la poca ingerencia que tiene en el diseño de la
dinámica del funcionamiento del establecimiento, el área de criminología.

El diseño de funcionamiento de un establecimiento debería estar centrado sobre un eje que es el


tratamiento penitenciario, advertimos un desplazamiento de este eje hacia los aspectos referidos a la
seguridad.
Los objetivos de tratamiento que se establecen, para cada persona detenida, son pensados desde la
perspectiva de que puedan ser cumplidos en otro establecimiento, cuando los internos sean trasladados.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Refieren, como ejemplo, cuando se sugiere apoyo u orientación psicológica, las posibilidades de
responder a esta oferta es nula, dado que, se cuenta solamente con dos psicólogos asignados al área de
salud.

Tampoco en lo atinente a lo laboral y educativo, la oferta es suficiente.

Manifiestan que a pesar de ser "una unidad tranquila", los pedidos de traslados por parte de los
condenados, son frecuentes. El argumento utilizado para explicar este fenómeno es la ubicación
geográfica y las dificultades que la misma acarrea para las visitas.

Si bien la distancia es un factor que motiva estas solicitudes, la precariedad en la oferta de


actividades vinculadas a los objetivos de tratamiento influyen en los pedidos de traslados, además, de los
problemas alimentarios y de comunicación telefónica; de acuerdo a lo manifestado por los internos en
las audiencias mantenidas.

La posición del equipo de criminología, que responde a las reglas imperantes, es la de armar
programas para que sean cumplidos en otro establecimiento; en este hecho va de suyo el propiciamiento
de las solicitudes de traslados.

La cantidad de audiencias diarias que atienden los profesionales es entre quince y treinta; los temas
son el adelantamiento de fase, las calificaciones, las libertades y los pedidos de indultos.

Refieren que responder a los requerimientos del Consejo Correccional, de los Juzgados y de la
Procuración Penitenciaria no permite, con el personal disponible, llevar a cabo el trabajo
criminológico, en el sentido de las evaluaciones, la confección de las historias criminológicas y los
seguimientos pertinentes.

En lo relativo a los criterios utilizados para las calificaciones, refieren que no aumentar ó repetir la
conducta como criterio, en sí mismo, no tiene sentido.

La pauta utilizada es que si el pronóstico criminológico es bueno se aumenta la calificación cada


tres meses; pero si alguien tiene una condena muy larga se repite la calificación.

Admiten que, más allá de la evolución personal, no acostumbran a subir más que un punto cada
calificación trimestral.

Los argumentos esgrimidos denotan una lógica contradictoria, repetir la conducta no sería un
criterio, en sí mismo, pero en los criterios utilizados se deslizan pautas habituales y generales que no
parecen contemplar, de manera exhaustiva, las particularidades individuales y, en este sentido, la
evolución personal.

Por otro lado, reconocemos que se torna dificultosa la consideración de los aspectos personales de
cada detenido y su evolución subjetiva, sin mediar una real y efectiva aplicación del tratamiento
penitenciario y sin mediar un adecuado seguimiento de cada caso en particular.

De la lectura, al azar, de las Historias Criminológicas se desprende que los informes son breves y
poco personalizados; no posibilitan saber demasiado acerca de las singularidades de la persona evaluada.

No se observa, en los objetivos establecidos para el tratamiento, una clara articulación entre
las características de personalidad del interno y el contenido de los mismos.

28
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Por ejemplo, se establece como objetivo el afianzamiento de lazos familiares; pero qué significa
para cada persona afianzar los lazos, cómo debería llevarse a cabo, de qué manera se supervisa este
afianzamiento; nada de esto se desprende de la lectura de las historias.

De la auditoria llevada a cabo surge que el equipo de trabajo cuenta con conocimiento,
experiencia y una disposición adecuada respecto de la labor criminológica, pero la asignación de
recursos humanos, la modalidad centralizada de organización del trabajo, los criterios imperantes
para el alojamiento de los detenidos, los criterios utilizados para las calificaciones en los que se
pondera más la historia delictiva que la evolución personal, la preeminencia de la seguridad interna
y la burocratización, que pone en el centro de la escena la labor administrativa, no posibilitan
realizar efectivamente la tarea criminológica.

El equipo de la División Diagnóstico y Tratamiento de Procesados, proviene de "Caseros", algunos


de sus integrantes han ingresado recientemente. Está integrado por una Jefa, psicóloga, cuatro psicólogos,
un abogado y un empleado administrativo.

La población, al momento de nuestra intervención, era de novecientos internos procesados,


doscientos estarían incorporados al Régimen de Ejecución Anticipada Voluntaria, "REAV".

Sitúan una demora en la confección de los legajos, de un mes; la tarea se organiza a partir de una
lista general de procesados que se divide, equitativamente, para ser trabajada por los distintos integrantes
del equipo.

Todos los profesionales confeccionan los informes para el otorgamiento de libertades y los de
evaluación de la evolución personal del interno. Los psicólogos los de la evaluación psicológica para la
incorporación al "REAV".

Se ha dinamizado el circuito de trabajo de los incorporados al REAV, luego del tratamiento de los
casos en el Consejo Correccional, se cursa la notificación de incorporación a los internos y se deja
constancia mediante una copia en el legajo.

No se han elaborado, al momento de nuestra auditoria, programas de tratamiento para los internos
incorporados al REAV.

Refieren que, dado la población existente, se torna imposible cualquier seguimiento exhaustivo
respecto de la evolución de los internos.

Consideramos, que el seguimiento debería articularse a la implementación del programa


interdisciplinario individualizado; si no se estaría evaluando la evolución del detenido en función de
los efectos que le ocasiona la privación de libertad ó la custodia del Servicio Penitenciario.

El fin último, del quehacer penitenciario, es que la persona privada de libertad pueda
reinsertarse en el escenario social; objetivo este que se podrá lograr ó no, mediante la aplicación de
un tratamiento que contemple las necesidades personales y contribuya a posibilitar modificaciones
subjetivas; estas cuestiones son los elementos objeto de evaluación y seguimiento.

La privación de la libertad, en sí misma, no puede pensarse como parámetro para ponderar la


evolución de los detenidos, lo que sí debería ponderarse son los efectos que produce la misma sobre
el psiquismo humano.

29
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Se ha podido constatar, en la auditoria efectuada en el área de evaluación de procesados, que hay


intenciones de llevar adelante una tarea organizada pero con las limitaciones que impone la falta de
recursos humanos y materiales y, sin olvidar la cualidad de improvisación que marcó la habilitación del
establecimiento que no es sin consecuencias.
Cabe señalar, que el equipo de trabajo no se siente avalado por el Instituto de Criminología
manifestando sus integrantes la necesidad de ser escuchados en sus inquietudes y requerimientos.

c) Auditoria del Servicio Criminológico y del Servicio de Diagnóstico y


Tratamiento de Internos Procesados del Instituto de Detención de la Capital Federal
(U.2)
Al momento de nuestra intervención, el plantel que desarrolla la tarea Criminológica y de
Observación y Clasificación estaba constituido por un Jefe; abogado, siete psicólogos, cuatro abogados y
un médico.

El médico está a cargo del Centro de Observación y Clasificación, que se suponía iba a ser
desactivado a partir de la puesta en marcha del Centro de Observación y Clasificación del Complejo
Penitenciario Federal I.

La realidad muestra que los internos condenados alojados en Devoto no, necesariamente, han
pasado por el Complejo de Ezeiza para que se lleve a cabo el Periodo de Observación.

Nos refieren que por el aumento de la cantidad de Testimonios de Sentencia, veinte por día, se
mantiene el Centro de Observación de Devoto.

El promedio de condenados que son trasladados a Ezeiza para ser evaluados criminológicamente, es
de tres por semana.

La población de condenados, a la fecha de la visita, es de quinientos ochenta y seis, refieren que ese
volumen de trabajo con la cantidad de personal asignado se traduce en dificultades respecto de los
resultados obtenidos.

Habría un atraso, de alrededor de sesenta días, en la confección de las Historias Criminológicas.

La prioridad está centrada en trabajar sobre los casos de libertades.

El grupo de trabajo se consolidó durante el año 1999, refieren que se intentó rescatar a las personas
más valiosas para que integraran el equipo, "gente con experiencia a la que no hay que explicarles cómo
trabajar".

Cabe consignar, que el conocimiento y la experiencia criminológica se evidenciaron durante la


entrevista mantenida.

Cada profesional concurre tres veces por semana, esta organización del trabajo respondería a los
escasos recursos de infraestructura y de materiales.

Refieren que los insumos los proveen los integrantes del equipo y que los informes los realizan, en
muchas oportunidades, en sus casas.

La actividad asistencial, tanto psicoterapéutica como médica, está a cargo del escalafón sanidad.

30
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

El Servicio Criminológico propone los programas de tratamiento, no participa del desarrollo de


ningún objetivo de tratamiento, es el Consejo Correccional quien determina los objetivos de tratamiento.

La confección de los programas de tratamiento se ve dificultada por la limitación respecto de la


oferta de actividades como, por ejemplo, el trabajo.

Sólo un porcentaje mínimo de la población alojada en Devoto, trabaja. Hay que sumarle, a esto, las
condiciones que impone la División Seguridad Interna para el otorgamiento de trabajo, una de estas
condiciones es que al interno le reste poco tiempo para el cumplimiento de su condena.
Cabe reflexionar, respecto de la lógica que sustenta este requisito para el otorgamiento de trabajo a
los internos que estaría vinculada con la suposición de que las personas próximas a su libertad revestirían
un menor riesgo, desde el punto de vista de la seguridad.

No desconocemos que la escasez de la oferta laboral conlleva, necesariamente, a la estipulación de


criterios de selección para la adjudicación del trabajo, la pregunta inevitable es: ¿Cómo distribuir lo
poco que hay?

Entendemos que estos criterios de selección deberían estar fundados en argumentos que
surjan del estudio criminológico y sobre este plafón debería diseñar los movimientos el área de
seguridad.

Nos encontramos, nuevamente, con la inversión de los términos de la ecuación, la seguridad


determina los aspectos vinculados al tratamiento penitenciario.

Frente a las limitaciones y condicionamientos respecto de lo laboral se propician, en los programas


de tratamiento, actividades educativas y psicoterapéuticas.

Al requerir cómo está constituido el equipo que se ocupa de dar respuesta a la asistencia
psicoterapéutica, se nos informó que por nueve profesionales, cantidad adecuada, según los entrevistados,
para satisfacer la demanda psicológica.

Nos resultó de difícil compresión que con dicha cantidad de profesionales pudiera ser posible
responder a las necesidades vinculadas con la salud mental de la población de Devoto; se nos aclaró que
"sólo el diez por ciento" de los internos condenados y de los incorporados al REAV, demandan
tratamiento.

En tal sentido, cabe aclarar que el apoyo ó el esclarecimiento psicológico como parte
constitutiva de los programas de tratamiento se observa, de manera constante, consignado en las
Historias Criminológicas y que el incumplimiento de tal objetivo es evaluado de manera negativa,
no detectándose una reformulación del mismo para posibilitar su cumplimiento.

La Procuración ha constatado, a partir de su quehacer cotidiano, una fuerte pregnancia de la


problemática de las toxicomanías en la cárcel de Devoto; se han recibido solicitudes, de parte de los
internos, respecto de la necesidad de llevar a cabo algún tratamiento que permita abordar tal
padecimiento.

Al momento de nuestra intervención, no hemos constatado la puesta en marcha de programas que


contemplen de manera sistemática tal abordaje.

31
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Es evidente que, tan sólo, nueve psicólogos asignados al área asistencial no podrían dar respuesta,
además, al tema de las adicciones.

Hemos formulado preguntas acerca de los programas de tratamiento vigentes en el establecimiento


y las respuestas han sido imprecisas; por ejemplo, respecto de la concurrencia de Narcóticos Anónimos,
Alcohólicos Anónimos, ó la marcha del programa para adultos mayores "El Viejo Matías" ó de la
modalidad de implementación de "CRESIDA".

Consideramos significativo que el equipo de trabajo responsable de confeccionar, con los internos,
los programas de tratamiento muestre un conocimiento impreciso respecto de la oferta de programas
existentes.

Surge la pregunta de cómo se trazan tales programas sin una información adecuada, por
parte del profesional; siendo el profesional el encargado de orientar al interno en el armado del
camino tendiente a promover un cambio subjetivo.
Un tema a destacar es que las entrevistas para la evaluación criminológica se realizan en la sala de
abogados, reja de por medio, con custodia presente y con otros internos que están siendo entrevistados por
sus defensores.

Se privilegia, el factor seguridad, por sobre las condiciones ambientales y de confidencialidad


necesarias para desarrollar una entrevista de las características aludidas.

Según manifiestan se estaba estudiando la posibilidad de acondicionar un espacio diferente y


acorde a los requerimientos para tales efectos.

Dos cuestiones a mencionar, la primera, una entrevista de evaluación tomada bajo esas
condiciones conlleva un factor de distorsión de los datos obtenidos que debería ponderarse en los
informes; y, la segunda, resulta evidente la devaluación del rol del criminólogo "obligado" a
desplegar su accionar en un escenario que no se condice con los aportes y elaboraciones que debe
realizar.

Otro aspecto paradojal, en la línea se lo que se viene desarrollando respecto del tratamiento
individualizado, internos en el Período de Prueba se encuentran alojados en pabellones comunes; paradoja
y fundamentalmente, contravención al espíritu de la ley.

Otros obstáculos, a mencionar, los Juzgados demoran en enviar los Testimonios de Sentencia,
varios meses, una vez notificado el interno. Planteándose casos de otorgamiento de libertad ó salidas
transitorias para detenidos que figuran como procesados en el Servicio Penitenciario.

Resulta frecuente que internos trasladados de otros establecimientos lleguen sin sus Historias
Criminológicas.

Se requirió acerca de cuál es la política del Instituto de Criminología para subsanar estos
"obstáculos", la respuesta fue difusa, se alude que se llevan a cabo reuniones en el Instituto de las que
participan sólo los Jefes de los Servicios Criminológicos de Capital y Gran Buenos Aires.

Respecto de las Historias Criminológicas, se observó, que se encuentran archivadas ordenadamente


por número en unos estantes ubicados en la misma oficina; se procedió a inspeccionar algunas de ellas al
azar.

32
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Se pudo constatar que en las mismas se incluye una planilla en la que figura la fase de la
progresividad y la calificación del interno, en algunas historias se verificaron las constancias de
notificación de las calificaciones.

Las fechas de las libertades y del vencimiento de condena se encuentran consignadas.

La foliación no se evidencia en todas las historias revisadas, las actas del Consejo Correccional,
tampoco.

Las actualizaciones no cumplen, necesariamente, con el requisito temporal de los seis meses.

Las evaluaciones psicológicas presentan distintas modalidades en función de los distintos


profesionales, no se observan criterios unificados para las evaluaciones con los consiguientes efectos
adversos que esto acarrea sobre los internos.

No en todas las pruebas proyectivas administradas constan los dichos de los internos, cuestión que
dificulta evaluar las interpretaciones de los profesionales.

Respecto de los diagnósticos se reiteran aquellos en los que las personalidades son inmaduras, con
rasgos psicopáticos, agresivos e impulsivos y con tendencia al acting-out.
Se maneja el concepto de personalidad drogadependiente; no consideramos al consumo de drogas
como una estructura de personalidad, sino como síntoma ó como patologías del acto.

Se ha observado, con reiteración, la siguiente formulación teórica vinculada a la "identificación con


la figura paterna": "padre débil ó ausente igual a ausencia de identificación paterna".

Un padre débil ó ausente no significa que no pueda funcionar como elemento identificactorio, la
identificación tomará, en tal caso, los rasgos de este modelo pero no es equivalente a la ausencia de
identificación.

Los diagnósticos de personalidad esgrimidos no expresan las particularidades subjetivas, cabe


la pregunta, si todos aquellos en los que se diagnostica una personalidad inmadura, con rasgos
psicopáticos y baja tolerancia a la frustración son iguales entre sí.

La labor adopta más las formas del cumplimiento de un acto administrativo que la de la
realización de un estudio criminológico profundo, entendemos que esta cuestión está motivada en el
lugar asignado, dentro del sistema penitenciario, al rol del criminólogo y en el déficit de políticas
claras de parte del Instituto de Criminología, respecto del funcionamiento de los Servicios
Criminológicos.

El Servicio de Diagnóstico y Tratamiento de Internos Procesados está conformado por el Jefe que
es Psicólogo, dos psicólogos, un abogado y un escribiente.

La población objeto de estudio son los internos procesados, que al momento de nuestra intervención
ascienden a mil trescientos, de los cuales doscientos se encuentran incorporados al Régimen de Ejecución
Anticipada Voluntaria.

El mecanismo de incorporación a dicho régimen es el siguiente: los internos solicitan audiencia, son
entrevistados en una reunión de Consejo Correccional si cumplen con el requisito de comportamiento
"muy bueno".

33
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

En esa reunión se labra un Acta de Incorporación y se confeccionan los objetivos del programa de
tratamiento.

Refiere erróneamente, el Jefe del área, que no se realiza ninguna evaluación psicológica porque son
procesados y "no se los puede condicionar a este tipo de evaluación existiendo la presunción de inocencia"

Esto último abona el argumento de que no existen políticas unificadas respecto de la labor
criminológica, dado que, en otros de los establecimientos visitados los procesados son evaluados
psicológicamente.

Cuando en la entrevista individual se detectan problemas de toxicomanía se efectúa una derivación


al Hospital Penitenciario Central para que, allí, se determine cuál es el camino a seguir. No se precisan
cuáles son las alternativas de tratamiento en tal sentido.

Este tema, del tratamiento de las toxicomanías, ha sido comentado, en párrafos anteriores, respecto
de los condenados; no apareciendo ningún "programa sistematizado" que dé una respuesta
asistencial.

La oferta en el área educativa es amplia, ciclo primario, nivel secundario y universitario, cursos de
computación y de Braile.

Respecto, de las propuestas de tratamiento vinculadas al trabajo, dado lo limitado de la oferta "se
dan los objetivos por cumplidos cuando el impedimento es la oferta y no la disposición del interno".
La Procuración había recibido, al momento de la visita, numerosos reclamos de parte de los internos
respecto de la falta de respuesta a la solicitud de incorporación al Régimen de Ejecución Anticipada
Voluntaria, "REAV".

La explicación esgrimida es que "los internos tienen la posibilidad de solicitar su incorporación al


"REAV" una sola vez y que lo deben haber solicitado sin cumplir con los requisitos, motivo por el cuál no
se los vuelve a entrevistar". ( Artículo N ° 35 del Reglamento General de Procesados).

Ante el requerimiento de cómo se realiza el control de las solicitudes de incorporación, refieren que
consta en un Libro de Actas foliado, ordenado alfabéticamente y por número de legajo. Se pudo constatar
la existencia del mencionado Libro de Actas.

Como resultado de los testimonios recibidos en las diversas audiencias mantenidas con internos
alojados en el establecimiento de referencia, la Procuración ha podido constatar la falta de información
que poseen los internos al ingresar a la unidad.

Nuestro planteo sorprende y se argumenta que a todos los ingresos se les informa sobre los
requisitos y los derechos que se obtendrán si se incorporan al "REAV", pero que en muchos casos los
internos desisten de esta alternativa porque sostienen que estarían declarando su culpabilidad.

La Procuración no desconoce este argumento, porque lo ha escuchado en las audiencias, pero


considera que la información brindada al interno ingresante es deficitaria, cuestión que dificulta las
incorporaciones al "REAV".

34
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Cabe señalar, la necesidad de revisar el criterio que se utiliza para interpretar lo que establece
la normativa vigente respecto de los pedidos de incorporación al Régimen de Ejecución Anticipada
Voluntaria y el requisito de poder solicitarlo por una única vez.

Entendemos que si alguien no reúne las condiciones estipuladas, ese caso no es tratado en el
Consejo Correccional y, en este sentido, no debería considerarse la petición impidiendo una nueva
solicitud.

Se ha constatado que los Legajos no están al día, se terminan de confeccionar ante los pedidos de
informes judiciales.

La información no está sistematizada, las computadoras no están en red, cuestión que conlleva una
considerable pérdida de tiempo, dado que, las consultas a la División Judiciales se realizan personalmente.

Para optimizar los resultados de la tarea se necesitaría incluir, según refieren, un abogado, dos
psicólogos y otro asistente administrativo. El plantel tiene como expectativa poder realizar entrevistas con
los internos y no reducir la labor a papeles, lo burocrático copa la escena.

Los profesionales cuentan con una experiencia no menor a seis años en la especialidad.

Retomando la cuestión de las expectativas de los profesionales de poder trabajar con las
personas, no sólo con los papeles, entendemos que este deseo intenta reintroducir el objetivo
primario de la labor que se ha desplazado y desvirtuado.

d) Auditoria del Servicio Criminológico del Instituto Correccional de Mujeres


(U.3) – Ezeiza
Al momento de nuestra visita el Servicio Criminológico estaba integrado por una Jefa, psicóloga,
una abogada, seis psicólogos y una psiquiatra.
La organización del área se funda en tres ejes: Diagnóstico y Tratamiento, Centro de Observación y
Servicio Criminológico.

La población ascendía a ciento cuatro condenadas y trescientos noventa procesadas de las cuales
noventa y seis están incorporadas al Régimen de Ejecución Anticipada Voluntaria.

Una de las cuestiones más preocupantes para el equipo de trabajo es la demora en la recepción del
Testimonio de Sentencia y el Formulario 105, que es el requisito a partir del cual se puede iniciar el
Período de Observación y la confección de la Historia Criminológica, en el caso de los internos
incorporados al Régimen de Ejecución Anticipada Voluntaria.

El Testimonio de Sentencia debería llegar a Dirección Nacional, desde allí se enviaría la


información a la División Judiciales del establecimiento y luego al Servicio Criminológico.

Este esquema de circulación de papeles, burocratizada, produce efectos adversos sobre la


progresividad del régimen de los internos, dado que, se generan demoras muy significativas.

Cabe aclarar, con relación a lo arriba mencionado, que no habría una reglamentación que regule los
procedimientos a seguir en la realización de la labor criminológica; entendemos que estas pautas y los
recaudos frente a las trabas que se presentan en la dinámica de trabajo deberían ser objeto de atención del
Instituto de Criminología.

35
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

El equipo criminológico ha detectado que las internas incorporadas al "REAV" al ser condenadas
presentan signos de confusión y contrariedad cuando se les plantea que están en "Período de Observación"
habiendo accedido a la "Fase de Confianza", por ejemplo.

Para subsanar esta situación se ha implementado una nueva formulación que es la de "Período de
Construcción de la Historia Criminológica" en lugar de "Período de Observación". Este hecho denota una
actitud creativa para subsanar obstáculos y no agregar mayores malestares a las internas a los ya existentes
por estar privadas de la libertad.

La tarea asistencial, en salud mental, la lleva a cabo personal de la División Asistencia Médica, pero
es un hecho habitual que los profesionales, psicólogos, de Criminología colaboren, dado la falta de
recursos humanos, para responder a la demanda existente.

En este sentido, mientras se mantiene la asistencia psicológica, el profesional no elabora los


informes criminológicos.

Si una interna estaba llevando a cabo un tratamiento psicológico y es trasladada, refieren que se
corta el tratamiento pudiendo reiniciarlo en la unidad de destino, no se sostiene ningún contacto con el
profesional que lo atendía en su anterior lugar de alojamiento.

Cabe señalar, que los traslados ponen de manifiesto una modalidad que no incluye la
interacción ni la integración, los establecimientos funcionan como compartimentos estancos. Resulta
difícil pensar la progresividad del régimen sin esta articulación; cada lugar de destino sería, algo
así, como el comienzo de una etapa y no la consecución de un trayecto.

La modalidad, histórica, de funcionamiento del Servicio Criminológico de la Unidad N ° 3 ha sido


integrada, no subdividida por áreas; procesados, observación y condenados.

El Servicio Criminológico no interviene en la determinación de los criterios de clasificación, esas


son decisiones del área de Seguridad Interna.
Nuevamente, se desliza la ingerencia de la seguridad por sobre el tratamiento, lo llamativo es
que este hecho es referido como algo del orden del "deber ser"; criminología no se inmiscuye en lo
que no le corresponde, lo que se sustenta en la política técnico-criminológica imperante.

Resulta significativo cómo se incorpora lo desvirtuado como "normal", siendo que la


clasificación debería enlazarse a lo que se determine mediante la evaluación criminológica.

La revisión de las Historias nos permitió constatar que se cumple adecuadamente con los requisitos
formales y, además, el contenido de los informes denota un riguroso trabajo de elaboración.

Se desprende de la entrevista que el equipo de trabajo cuenta con conocimiento sobre la


especialidad y particularizado sobre cada una de las internas.

Cabe destacar, que la Jefa del Servicio Criminológico demostró en sus intervenciones una marcada
disposición y preocupación por soslayar dificultades que conlleven un perjuicio para las detenidas.

Las internas han manifestado en las audiencias que "criminología es un cable a tierra dentro de la
unidad", constituyéndose en un articulador de necesidades personales.

36
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Se ha observado que el impulso que adoptó el área laboral, reorganizándose y ampliando la


oferta, ha propiciado efectos positivos sobre el desarrollo de los programas de tratamiento y, en este
sentido, sobre la población objeto de estudio. El diseño del trabajo denota una concepción del
mismo en calidad de aprendizaje de un oficio como herramienta para el medio libre y de espacio
terapéutico.

En este establecimiento funciona un Centro de Rehabilitación de Drogadependientes, personal


asignado a este sector entrevista a las internas ingresantes para detectar si hay demanda respecto del
tratamiento de las adicciones e informar acerca de la alternativa existente.

El equipo demuestra inquietudes vinculadas a la capacitación, estarían intentando organizar un


grupo de estudio, dentro del "Servicio", para emprender una suerte de investigación.

Cabe consignar, que dentro de los organigramas de trabajo no están contemplados los
espacios de capacitación y/ó supervisión de la tarea.

e) Auditoria del Servicio Criminológico del Instituto Correccional de Mujeres


"Nuestra Señora del Carmen"y de la Metodología Pedagógica Socializadora (U.13)
Provincia de La Pampa
El Servicio Criminológico se encontraba constituido, al momento de nuestra visita, por la Jefa, que
a su vez es la Jefa de Turno, un abogado, una psicóloga y un auxiliar administrativo.

La psicóloga se ocupa también de prestar asistencia psicológica a las internas.

La constitución del equipo no responde a lo estipulado por la Ley; cabe resaltar que la jefatura
del área, a cargo del Jefe de Turno, resulta improcedente.

Se constató en la entrevista que la auxiliar cuenta con un manejo solvente respecto de la


organización y la dinámica de funcionamiento del área. Pero no fue posible sostener un intercambio a un
nivel técnico-científico, dado que, el mismo excede su competencia.

A partir, de comentarios de índole general respecto de la unidad y su población, se constató un


conocimiento acabado de lo que allí sucede.
La mecánica de confección de las historias consiste en la evaluación que cada área realiza y el,
posterior, armado de los programas de tratamiento.

En la elaboración de los objetivos educativos se incluyen el ciclo primario y el nivel secundario, no


formal, para adultos.

Los cursos básicos de computación y la concurrencia a la biblioteca, para motivar la lectura, son
parte de la oferta educativa.

Las dificultades que se presentan, en la labor cotidiana, son la demora en la recepción de los
Testimonios de Sentencia y los traslados de internas que llegan, de Buenos Aires, sin sus respectivas
Historias Criminológicas.

Según refieren, no habría directivas por parte del Instituto de Criminología para subsanar estos
escollos.

37
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Recibieron, recientemente, un memorando del Instituto de Criminología en el que se fijan pautas


para la confección de la Historia Criminológica.

La lectura del mencionado memorando, nos permitió constatar que las pautas impartidas aluden a
cuestiones formales respecto de la confección de las historias.

Al revisar las Historias Criminológicas, se pudo constatar que están al día y actualizadas.

Se encuentran foliadas y constan las Actas del Consejo Correccional.

En las evaluaciones psicológicas, las pruebas proyectivas suministradas no contienen los dichos de
los internos, cuestión que no posibilita una comprensión acabada de las interpretaciones que se
desprenden.

Cabe destacar, que los diagnósticos se manejan desde una concepción estructural, a diferencia de lo
que habitualmente se ha observado en otros establecimientos que se manejan con clasificaciones del DSM
IV ó con teorías eclécticas.

Surge un cuestionamiento respecto de que sea, el Instituto de Criminología, quien avale los
programas de tratamiento individual. Consideran inconducente esta modalidad por el
desconocimiento que, tal Órgano, posee de los internos.

Se pudo detectar en la auditoria un manejo organizado de la labor del Servicio Criminológico, más
allá, que no fue posible profundizar sobre ciertos temas específicos, dado que, los profesionales no se
encontraban presentes.

Respecto de la Metodología Pedagógica Socializadora, se consideró pertinente realizar el


relevamiento de este programa de tratamiento entrevistando a los operadores. Habiéndose priorizado en
anteriores visitas el contacto con las internas en el lugar de alojamiento.

El equipo de tratamiento está conformado por: el Director de la Unidad, la Jefa de Seguridad


Interna, seis operadoras, un médico, un psicólogo, un psiquiatra, un docente y un asistente social.

Esta modalidad de tratamiento se implementó, en el establecimiento, durante el año 1997; refieren


que, este sistema de convivencia, no suscita aceptación inmediata en las internas; la explicación esgrimida,
respecto del rechazo, es el desconocimiento ó el temor que produce lo nuevo.

La manera que han implementado para ofertar esta alternativa de tratamiento, a las internas
ingresantes, consiste en explicar los objetivos del programa y cómo se llevan a cabo y, además, se invita a
las internas a que observen durante una semana su dinámica de funcionamiento para que posteriormente
puedan decidir.

Las personas ingresan en calidad de concurrentes, luego se evalúa la posibilidad de que accedan al
estatuto de residentes.

Las internas tienen reuniones grupales, semanales, con los profesionales de cada una de las áreas
que intervienen.

La psicóloga coordina un grupo que se denomina de "sentimientos", que tiene las características de
un grupo terapéutico.

38
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

La asistente social coordina un grupo en el que trabaja con disparadores motivacionales, como
poesías, juegos de integración ó temas de actualidad.

El psiquiatra coordina un grupo en el que se trabajan aspectos vinculados a la convivencia y las


relaciones humanas.

Los problemas de convivencia que se presentan se relacionan con dificultades de aceptación de lo


diferente, los celos, la envidia y las diferencias generacionales.

Cuando las residentes están atravesando alguna situación conflictiva ó angustiante pueden solicitar
entrevistas individuales ó reuniones especiales.

Uno de los motivos, más frecuentes, de malestar personal son las situaciones de padecimiento de
sus familias.

Este programa de tratamiento ha introducido una novedad en la implementación, las internas


pueden estar en contacto con el resto de la población.

Las internas de otros pabellones expresaban rechazo a mantener contacto con las internas alojadas
en el "Módulo" en la suposición de que "se aliaban a la poli". Estos prejuicios van cediendo lentamente.

Cabe agregar, que esta modalidad de trabajo genera recelo en el personal que no participa de la
"Metodología", según refieren.

Este recelo se vincularía con la suposición de que "se atenta contra la esencia de lo
penitenciario", al decir de una operadora.

Cuando algún agente es designado para trabajar en el "Módulo de la Metodología", dicha


designación es vivida como un castigo, según refieren.

Se produce una confrontación entre "ser celador" y "ser operador".

Resulta significativa esta apreciación de "atentar contra la esencia de lo penitenciario", nos surge
de manera, inevitable, la pregunta acerca de cuál es la esencia de lo penitenciario.

La Procuración Penitenciaria intenta a través del presente informe situar el eje central de la
labor penitenciaria: el saber técnico-científico criminológico articulado a los programas de
tratamiento.
En este sentido, un programa de tratamiento, como la "Metodología Pedagógica Socializadora", se
inscribiría en el marco de la esencia de lo penitenciario, sin entrar a discutir, en este tramo de la
exposición, la validez de los efectos de esta modalidad de intervención.

Si un programa de tratamiento "atenta contra la esencia de lo penitenciario" nuestra


inferencia es que lo penitenciario, en tanto esencia, se circunscribe a la custodia de los detenidos en
un contexto de interacciones marcadas por el anonimato, por una asimetría basada en la
arbitrariedad y no en la autoridad, y por la deshumanización.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Se nos presenta de manera distintiva la cuestión de la formación del personal penitenciario y


la necesidad de revisar cómo queda delineado el rol del agente penitenciario en los programas de
estudio.

La Unidad N º 13 suple estas falencias en la formación instaurando una suerte de pasantía en la que
todos los agentes, durante un mes, se capacitan en el "Módulo de la Metodología".

Las operadoras funcionan, respecto de sus compañeras, como orientadoras y mediadoras en los
conflictos que surgen en la labor cotidiana.

Por un lado, las operadoras intervienen regulando el malestar de las residentes y, por otro, mediando
en las relaciones entre los agentes y las internas.

Según refieren, en muchas ocasiones, se les presenta la pregunta acerca de cuál es límite de sus
intervenciones.

Es a través de las reuniones semanales, con sus pares, y mensuales con los profesionales, que es
posible elaborar las situaciones que les genera el ejercicio del rol.

Manifiestan que este programa de tratamiento representa una experiencia de crecimiento para ambas
partes involucradas, penitenciarios y detenidos.

Los prejuicios detectados respecto de la "Metodología" por parte de los agentes


penitenciarios, son datos que nos llevan a formular la necesidad de replantear seriamente el estatuto
del tratamiento dentro del sistema penitenciario y del contenido de los programas de estudio para la
formación del personal.

f) Auditoria del Servicio Criminológico de la Colonia Penal de Santa Rosa (U.4)


Provincia de La Pampa
El equipo estaba constituido por: un Jefe, psicólogo, otro psicólogo, dos asistentes sociales, un
médico, un maestro y un abogado. Colaboran con la tarea dos escribientes.

Cabe mencionar, que el espacio físico en el que se encuentra el Servicio Criminológico, es amplio,
una sala de reuniones y tres boxes; cuentan con cuatro computadoras.

Describiremos algunas particularidades respecto de la organización del trabajo; se ha implementado


una cartelera, a modo de cuadro de doble entrada, en la misma constan los nombres de los internos que
están en proceso de evaluación y las intervenciones que van realizando las distintas áreas.

Dicha cartelera está ubicada en la sala de reuniones, a la vista de todos los profesionales, lo que
permite visualizar la dinámica del proceso de evaluación y supervisar la tarea.

Otra pauta general de trabajo es que se agrupan a los internos que ingresan, durante el mes en
curso, para ser tratados al mes siguiente.
Se ha diseñado un programa denominado "Taller de Fijación de Objetivos en el Área de Salud
Psicofísica", en el que se trabaja, con los internos ingresantes, primarios ó reincidentes, la fijación de los
objetivos del tratamiento.

40
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Es menester destacar, la disquisición teórica que plantean respecto de diferenciar el concepto


"objetivo" del concepto "procedimiento"; cuestión que según refieren queda habitualmente
confundida.

Por ejemplo, alguien presenta conductas violentas y se establece la psicoterapia como objetivo
cuando en realidad es un procedimiento ó un medio para lograr la modificación de esas conductas
violentas.

Uno objetivo puede ser alcanzado a través de diferentes procedimientos, si no es posible cumplirlo,
se deberán replantear los procedimientos no, necesariamente, los objetivos.

Consideran que, estipular como objetivo la psicoterapia se torna "delicado" en algunos casos.
No todas las personas pueden comprometerse con tal proposición, los internos se ven compelidos a
aceptarla, en aras de su progresividad. No pudiendo, habitualmente, llevarlo a cabo.

Respecto, de los detenidos que presentan problemas de toxicomanía, se evalúa la posibilidad de


instaurar un abordaje terapéutico para ofertar la alternativa vigente en el establecimiento.

En este sentido, se ha creado un "Programa para Internos que Abusan de Sustancias


Psicoactivas".

El criterio de incorporación al programa es que los internos planteen una demanda real de
tratamiento.

Además, los internos, incorporados al "Programa", deben contar con una condena firme y restarles,
por lo menos, un año de detención.

Otra pauta establecida es que los internos no sean trasladados durante el tratamiento.

El trabajo se desarrolla de manera grupal, realizándose derivaciones para psicoterapia individual en


los casos que se requiera.

Se cuenta con un profesional de guardia, pasiva y permanente, para los momentos de crisis.

Resulta interesante, la existencia de un espacio de supervisión de la tarea para los profesionales.

La actividad no está encaminada a lograr la curación como "ideal "sino a generar la toma de
conciencia de los problemas, la autocrítica y el reconocimiento de la necesidad de ayuda.

Nos detendremos aquí para desplegar algunas consideraciones; nuestro Organismo ha


planteado la necesidad imperiosa de generar iniciativas, en el sentido de programas de tratamiento,
respecto de la problemática de las toxicomanías en la población del Servicio Penitenciario Federal.

Hemos sugerido, a modo de propuestas, que se consideren posibilidades asistenciales


ambulatorias, como alternativas válidas, en contraposición a la modalidad de las comunidades
terapéuticas (CRD), como única opción posible.

Hemos señalado, que pensar el tratamiento de las toxicomanías en el marco de los Centros de
Rehabilitación de Drogadependientes, como único medio, plantea una situación paradojal ó sin
salida; un gran porcentaje de la población penal requiere de asistencia pero no se cuenta con un

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

espacio adecuado para desarrollar el método de rehabilitación de la comunidad terapéutica y,


además, no se cuenta con profesionales especializados para tales efectos; como corolario, no se
brinda ninguna asistencia al amparo de argumentos falaces que violan los derechos humanos de los
detenidos.

El programa implementado en la Unidad N º 4, demuestra la factibilidad de un abordaje


asistencial de las adicciones a partir de los recursos con los que se cuenta y pone de manifiesto que
la cuestión no pasa por la infraestructura ni por los "especialistas" sino por la intención decidida
de afrontar la responsabilidad que a cada uno le corresponde.

Retomaremos, a continuación, la temática vinculada a las evaluaciones de los condenados; en este


sentido, refieren que las Historias Criminológicas se confeccionan a partir de la realización de entrevistas
individuales y del suministro de pruebas psicométricas y proyectivas; se delinea el perfil psicológico y,
durante el Período de Observación, se van trabajando los objetivos del programa de tratamiento
individual.

La concepción criminológica, que se plantea el equipo, apunta a rescatar lo individual, promover la


subjetivación en contraposición al anonimato del interno, propiciar la responsabilización por los propios
actos y no la culpabilización, favorecer un discurso en el que se desplace la queja para dar lugar a la
implicación personal y generar el reconocimiento y elaboración de las pérdidas a las que quedan
expuestos.

La Procuración detecta, en esta modalidad de pensar y desarrollar la tarea criminológica,


una posición teórica y ética destacable. Esta concepción criminológica como punto de partida y
como línea conductora de las intervenciones, entendemos, que promueve la posibilidad de establecer
una trama discursiva en la que los internos puedan llevar a cabo una inscripción diferente de la
privación de libertad.

El relevamiento realizado pone de manifiesto que este abordaje surge como consecuencia de la
iniciativa del equipo de trabajo y de las características de conducción de los responsables del
establecimiento; no como resultado de una política criminológica institucional.

No se ha constatado en la entrevista mantenida con el responsable del Instituto de Criminología que


el lineamiento criminológico institucional aluda a la concepción implementada en la Unidad N º 4.

Otro tópico, la clasificación y el alojamiento; es a partir de las evaluaciones criminológicas y en


función de la organización de los pabellones, según las fases de la progresividad, que se deciden los
lugares de alojamiento para cada interno.

A diferencia de los otros establecimientos auditados, la cuestión del alojamiento no queda en la


órbita, de manera excluyente, de la División Seguridad Interna.

Este dato, no menor, que la decisión de los lugares de alojamiento sea consecuencia de una lógica
que incluye tanto los aspectos científico-criminológicos como los de la seguridad interna muestra un sesgo
diferente respecto del rol del criminólogo y del valor adjudicado a la tarea penitenciaria, en tanto,
tratamiento.

Respecto de esta concepción de lo penitenciario como tratamiento, cabe mencionar, otro de los
programas que se desarrollan en el establecimiento; el "Taller de Reflexión Grupal", en el mismo se
promueve la reflexión, la verbalización y la puesta en juego de lo temido respecto del mundo circundante.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Las reuniones se inician con temas disparadores pero el contenido del siguiente encuentro se basa
en los decires e inquietudes de los participantes.

Se prioriza la construcción de respuestas individuales ante un conflicto en un intento de romper con


las conductas estereotipadas.

Otro programa, el de "Supervisión de Internos en Salidas Transitorias", se fundamenta en la


legislación vigente; es de destacar que de manera excepcional las asistentes sociales supervisan las salidas
en el domicilio.

La forma novedosa de supervisión, que han instaurado, es que trabajan en la unidad con el interno y
con la familia ó las personas con las que el interno va a permanecer cuando salga.

Se orienta a los referentes afectivos, familiares y allegados, cómo manejarse en esta particular
situación

Este es un programa obligatorio que promueve aquellas conductas que le posibilitaron, al interno,
acceder a las salidas transitorias.

Resulta interesante este giro de la supervisión de las salidas transitorias, cambiándose el


control "policíaco" por una instancia de orientación y contención, para facilitar el pasaje de la
claustración a la libertad. Particularizándose, además, lo medular de la cuestión que son los lazos
sociales.

El establecimiento dispone de una Casa de Pre-Egreso llamada "La Amalia", en la misma, se alojan
los internos que están en el Período de Prueba y/ó con Salidas Transitorias. Conviven con un "Maestro
Guía".

Se ha confeccionado un "Programa de Prelibertad" que se ofrece a los internos, allí alojados.

Este programa apunta a la construcción de un espacio de reflexión para los internos próximos al
egreso. Se intenta propiciar la reconsideración de las pautas de conducta, la compresión de los derechos y
responsabilidades y la elaboración de la percepción de la imagen de sí mismos para recuperar la dignidad
como personas.

Están a cargo de la tarea de coordinación grupal dos asistentes sociales, un psicólogo y un


representante del Patronato de Liberados.

En el proceso grupal se promueve la posibilidad de desandar un camino marcado por mandatos y


denominaciones, como por ejemplo, "ser interno". Se intenta deshacer la identidad "yo soy delincuente" y
abordar la vulnerabilidad a la que estuvieron expuestos mediante la expresión de los miedos.
Articulándose, todo lo anterior, con el otorgamiento de herramientas para armar estrategias que sean
superadoras de la discriminación y el estigma de la privación de libertad.

Los temas a elaborar se vinculan con la aceptación, el rechazo y el sometimiento. Se intenta "abrir
el conflicto" haciéndolo visible y propiciar que la persona sea protagonista de lo que le sucede.

Respecto de la revisión de las Historias Criminológicas, se ha constatado que se respetan los datos
que debe contener la carátula.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Contienen los informes completos de cada una de las áreas de intervención.

Las calificaciones y las actas del Consejo Correccional están incorporadas a las mismas.

Los informes psicológicos no reproducen los "clichés" diagnósticos habituales, los informes
psiquiátricos presentan un contenido que expresa las características y problemáticas individuales.

El pronóstico criminológico se sustenta en criterios que se vinculan con el cumplimiento de los


objetivos del programa de tratamiento, además, del perfil psicológico y de la historia en el campo
del delito.

Merece destacarse esta diferencia detectada respecto de la construcción del pronóstico


criminológico; lo que se ha observado como pauta de trabajo en otros establecimientos es que los
antecedentes criminológicos y el tiempo de condena son los parámetros que fundamentan el
pronóstico.
Otra mención, se ha observado que los integrantes del equipo criminológico de la Colonia Penal de
Santa Rosa trabajan de manera interdisciplinaria y que el encargado del área de Seguridad Interna está
incluido en esta interacción desde un lugar de intercambio y discusión; el área de Servicio Social tiene una
marcada presencia en cuanto a impulsar programas de tratamiento y llevarlos a cabo; el encargado del
sector Educación sostiene una posición de revalorización del rol y de la tarea en términos de priorizar los
objetivos de tratamiento; el médico demuestra solvencia en su accionar y su saber se integra a lo objetivos
de la labor criminológica.

El abordaje psicológico rompe con esquemas diagnósticos clasificatorios vaciados de


contenido, se pondera lo subjetivo y particular, el caso por caso. Resultó significativo encontrar un
sesgo en la tarea que apunta a responsabilizar a los detenidos de sus propios actos y no a
culpabilizar.

Con frecuencia, se ha observado en los informes criminológicos confeccionados en otros


establecimientos la referencia al arrepentimiento por parte de los internos.

El arrepentimiento y la culpa son conceptos que aluden al campo de lo "jurídico-religioso",


las intervenciones en salud mental que se enmarcan en esta línea desconocen de manera evidente
cuál es la esencia de su accionar.

Finalmente, resta mencionar que el diseño que adopta la actividad y la posición técnico-científica
desde la que se trabaja se vincula con la formación académica con la que cuentan los profesionales y con
la modalidad de conducción que imprime al Servicio Criminológico, su jefe.

g) Auditoria en el Centro de Internación de Jóvenes Adultos – Módulo IV-


Complejo Penitenciario Federal I – Ezeiza
El Centro cuenta con tres psicólogos, entre los que se encuentra la Jefa; un médico, un abogado, y
dos asistentes sociales.

Los psicólogos son los únicos profesionales que trabajan tiempo completo en el área de Jóvenes
Adultos, el resto presta su colaboración pero no participa de manera exclusiva.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

El "CDIJA" está compuesto por el Centro de Evaluación de Procesados, el Centro de Observación


de Condenados y el Servicio Criminológico

Este Organismo, ha detectado, en diversas oportunidades, que los profesionales que prestan
servicios en un área específica ó vinculada a algún tratamiento particular, como por ejemplo, "la
Metodología", los "CRD" ó el área de Jóvenes, se ocupen, además, de realizar tareas vinculadas al resto de
la población penal.

Se considera pertinente rever esta situación de inclusión parcializada de los profesionales en


un programa de tratamiento, en el sentido, de poder justipreciar los costos que esto implica sobre
los resultados de la tarea, es decir, sobre el tratamiento de los internos y sobre los profesionales por
la dispersión de sus esfuerzos.

La población al momento de nuestra visita era de doscientos noventa y tres internos, de los cuales
veintinueve son condenados.

Se reitera, también, en el tratamiento de los jóvenes la modalidad de alojamiento en la que


procesados y condenados comparten espacios físicos.

Respecto de los procesados y la alternativa de incorporación al "Régimen de Ejecución Anticipada


Voluntaria", refieren que no están realizando incorporaciones, no se esgrimen argumentos que
fundamenten tal situación, excepto que "a los incorporados los envían a la U. 24".
Ante el requerimiento de cómo se trasmite la información, a los jóvenes ingresantes, respecto de la
modalidad de funcionamiento del Módulo, referida a los derechos y obligaciones y al régimen
disciplinario, manifiestan que se realiza de forma verbal porque no disponen de material impreso para
entregar.

Generalmente, los ingresos son por la noche, los recibe el Jefe de Turno, quien es el encargado de
confeccionar un pre-informe. Una de las cuestiones que se indagan es el consumo de drogas.

El médico los revisa para constatar si llegan golpeados, no se precisó si, también, se evalúa el
estado general de salud, aspecto que establece la normativa vigente.

El Director del Módulo, entrevista a los nuevos internos y finalmente, lo hacen los profesionales.

Resulta significativo que no se cuente con algún programa de tratamiento para ser aplicado
en el momento del ingreso de los jóvenes a un establecimiento penitenciario. Este programa debería
apuntar a morigerar el impacto de la privación de libertad y ayudar a elaborar la nueva situación
desde una perspectiva que contemple las características de la población objeto, conteniendo la
angustia y el desconcierto. Brindando, a su vez la opción de una evaluación personal que propicie
la definición del camino a trazar para futuros abordajes y de un tiempo enmarcado en actividades
productivas.

La organización del circuito de ingreso de los jóvenes denota la impronta del área de Seguridad, ya
que son los profesionales los que intervienen en último término.

Por otro lado, la información que se brinda es verbal, surge el interrogante de cuál puede ser el real
entendimiento que de una trasmisión verbal sobre las normas vigentes puedan llevar a cabo los jóvenes,
entendemos que son inevitables las distorsiones.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Refieren que, con relación a las toxicomanías, lo que se observa con mayor frecuencia es la
experimentación y el consumo, no la dependencia.

No se mencionan tratamientos alternativos de las toxicomanías; sólo el que se lleva a cabo en el


establecimiento "Malvinas Argentinas".

Parecería de vital relevancia la implementación de programas que consideren la situación de


los jóvenes, en tanto, "experimentadores ó consumidores de drogas".

Un programa de tratamiento individual que no incluya como objetivo este tópico estaría
soslayando un aspecto crucial de la realidad personal.

Respecto de la labor del Centro de Evaluación de Procesados, refieren que se encarga de


confeccionar el Legajo del Procesado, los informes de evolución que solicitan mensualmente los jueces y
de calificar el comportamiento.

El Centro de Observación de Condenados se ocupa del Período de Observación de los condenados,


durante los primeros treinta días; observación que consiste en la realización de entrevistas por parte de los
distintos profesionales.

La confección de la Historia Criminológica, desde el punto de vista psicológico, incluye una


entrevista clínica, el test de Bender y el HTP (casa, árbol y persona). Dependiendo de los profesionales se
suministra el test Desiderativo ó Dibujo Libre.

El Servicio Criminológico, responde a las audiencias solicitadas en un término temporal de una


semana, esto disminuiría los niveles de tensión y ansiedad y las conductas autoagresivas, según refieren.
Diseñan junto al interno los objetivos de tratamiento; califican y participan de las reuniones del
Consejo Correccional y realizan los informes para las libertades condicionales, asistidas y los traslados.

La oferta existente en el área educativa para llevar a cabo los objetivos de tratamiento es: el primer,
segundo y tercer ciclo de Enseñanza General Básica, EGB. La población objeto se caracteriza por haber
cumplido el ciclo primario y haber abandonado el primer año del secundario.

Se ha desarrollado un "Taller de Teatro", de "Electricidad General y del Automotor"; se estaría


proyectando un "Taller de Reparación de Computadoras"; todas estas actividades a cargo de la División
Educación.

Respecto de la oferta laboral refieren que las posibilidades son: fajina exterior, producción de papel
higiénico, trapos de piso, bolsas de nylon y de madera.

Actualmente, no se cuenta con material para la realización de las bolsas de nylon.

Desde este Organismo se entiende que la actividad laboral, de las personas privadas de
libertad, debe ayudar a propiciar un uso productivo del tiempo, a brindar herramientas para poder
desarrollarse en el medio libre, a generar una nueva ecuación entre el esfuerzo, la responsabilidad y
lo que se desea lograr; y a promover un sentimiento de gratificación ante el resultado de lo
producido.

Cabe una observación, en esta línea de pensamiento, resulta llamativo que gran parte de la
tarea laboral implementada para el tratamiento de los Jóvenes Adultos, se relacione con la suciedad

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

ó los desperdicios; este análisis, que puede ser interpretado como extravagante, intenta poner de
manifiesto ciertos aspectos que deberían contemplarse.

Entendemos que, el efecto que produce sobre las personas, trabajar la tierra, arreglar una
computadora ó un desperfecto eléctrico de un automóvil, no es el mismo que el de hacer "rollos de
papel higiénico" "bolsas de residuos" ó "trapos de piso", ni desde la variable calificación del
trabajo ni desde la variable gratificación de lo producido.

Continuando con la auditoria, el equipo manifiesta que no es posible, en la gran mayoría de los
casos, llevar a cabo las actualizaciones semestrales dado la demora en la recepción de los Testimonios de
Sentencia, produciéndose las libertades ó los traslados, al circuito de varones mayores, antes de los seis
meses.

El Director del Módulo es quien tiene la facultad de determinar la permanencia de los jóvenes una
vez que cumplen la mayoría de edad, si se considera pertinente pueden permanecer hasta los 25 años.

Refieren que la gran demanda existente respecto del alojamiento de jóvenes no permite,
actualmente, hacer uso de esta facultad.

A partir de una sugerencia de la Procuración se ha implementado otra modalidad con los jóvenes
que cumplen la mayoría de edad, son evaluados, nuevamente, por el Centro de Observación para
determinar su futuro lugar de alojamiento.

Describiremos a continuación el criterio de clasificación establecido para el alojamiento de los


Jóvenes Adultos:
Pabellón F: "Es de ingreso y de internos sancionados, separados del régimen común, resguardados
en su integridad física". Se desarrollará en otro tramo de este informe la posición de la Procuración
respecto de la modalidad de alojamiento de "resguardo físico" para los jóvenes.
Pabellón E: "Grupos que se consideran a sí mismos "profesionales" de regular convivencia, de
trayectoria pandillera, fuerte pertenencia barrial y compromiso con el delito. Proclives a afectar la
integridad física ó los bienes de otros internos".
Pabellón D: "Grupos en tránsito a pabellones de buena conducta, jóvenes que requieren de algún
tipo de fortalecimiento para llevar adelante una vida de relación grupal, internos recién ingresados y otros
que asumen el compromiso de mejorar el trato con sus pares y el personal".
Pabellón A: "Grupos que si bien mantienen los códigos aceptan participar en tareas de limpieza en
sectores comunes, que demuestran aptitud para la buena convivencia, colaboración en las tareas
diagramadas y manifiestan interés en participar en algún aspecto del tratamiento: trabajo, educación y
actividades de extensión cultural"
Pabellón B: "Perfil semejante al anterior"
Pabellón C: "Internos capaces de responder a propuestas grupales, de máxima solvencia en tareas
de tipo voluntario, trabajadores en talleres, estudiantes, internos que observen activa participación en
propuestas de extensión cultural"

La Jefatura de Turno se ocupa, principalmente, de la evaluación de los internos alojados en el


"Pabellón de Ingreso" para determinar su traslado a otros pabellones.

La organización de los alojamientos y las actividades propuestas tienen como objetivo prevenir la
reincidencia, según refieren.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Los jóvenes, en un gran porcentaje, han pasado por "Institutos de Menores", pero no cuentan
con estadísticas respecto del tema.

Los delitos que aparecen con mayor incidencia son el robo con armas y la tentativa de homicidio.

La pre-selección, para trasladar internos a la U. 24, se fundamenta en los informes de evolución


mensuales que posibilitan dar cuenta de los cambios de actitud subjetiva; el equipo del "CDIJA" junto con
el Director de Tratamiento la llevan a cabo.

Luego, personal de la U. 24 concurre al "Módulo IV" para entrevistar a los pre-seleccionados y


determinar quienes serán trasladados, contando con el consentimiento del interno.

De la revisión de las Historias Criminológicas se ha podido constatar que las mismas guardan las
formalidades requeridas, excepto la foliación.

Un dato a destacar es la inclusión de "una síntesis del conflicto prevalente" que incidió en la
comisión del delito, cuestión esta que no se consigna habitualmente en las evaluaciones realizadas en
otros establecimientos.

Esta consideración posibilita situar de manera particular los aspectos a trabajar, con cada interno, en
su programa de tratamiento.

Asimismo, se incluyen los objetivos probables para la fase subsiguiente de la progresividad.

Refieren no compartir la línea teórica de trabajo que plantea el "Instituto de Criminología", cuestión
esta que se ha reiterado en las distintas auditorias; la relación con el "Instituto" ha quedado planteada en
las distintas entrevistas por la falta de articulación y de políticas claras ó por el cuestionamiento a sus
propuestas.

Se detecta cierto nivel de frustración respecto de la imposibilidad de llevar a cabo tareas de


investigación desaprovechándose, así, el conocimiento y la experiencia con la que cuentan.

Consideramos que la organización planteada, que implicaría un profundo seguimiento de lo


que acontece con la evolución de cada uno de los jóvenes, requeriría de un equipo de trabajo que
cuente con más recursos humanos y con mayores posibilidades para ofertar actividades vinculadas
al tratamiento.
Las evaluaciones sobre los cambios de actitudes subjetivas de los internos alojados en el
"Pabellón de Ingreso", base sobre la que se decide el cambio del lugar de alojamiento, deberían
estar a cargo de los integrantes del equipo de Criminología y no de los Jefes de Turno.

El trabajo que promueva la vinculación con organizaciones del medio libre resulta de fundamental
relevancia en el tratamiento con los jóvenes; la experiencia llevada a cabo en la U. 30, es un modelo a
recrear.

Según refieren "Caritas" sería la única organización no gubernamental que interviene en el "Módulo
IV".

No dejamos de reconocer las características distintivas de cada zona geográfica que propician y
facilitan determinadas acciones pero entendemos que comprometer a la comunidad para abordar la
situación de los jóvenes es de vital importancia.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

h) Auditoria del Servicio Criminológico del Complejo Federal de Jóvenes


Adultos (U.24) – Marcos Paz

Al momento de nuestra visita el Servicio Criminológico estaba integrado por un Jefe, psicólogo,
cinco psicólogos y un abogado.

Los psicólogos no trabajan de manera exclusiva en el Servicio Criminológico, realizan tareas


vinculadas al Consejo Correccional, en el Centro Malvinas y en la Metodología Pedagógica
Resocializadora.

Ninguno de los integrantes posee la especialidad en Criminología.

La población de condenados asciende a setenta y uno, los incorporados al Régimen de Ejecución


Voluntaria Anticipada son veintiocho.

En el Pabellón "F" funciona la "Metodología", los jóvenes, allí, alojados sólo tienen contacto con la
población alojada en el Pabellón "E".

Las funciones que desarrolla el equipo de trabajo se relacionan con el Centro de Observación, el
Centro de Evaluación de Procesados y el Servicio Criminológico.

Se ocupan de evaluar la progresividad, fijando objetivos y condiciones para el avance en cada


período calificatorio. Actualizan las historias criminológicas cada seis meses, las actualizaciones
psicológicas y psiquiátricas son cada dos años.

Realizan los informes sobre salidas transitorias y libertades para el Consejo Correccional.

Confeccionan alrededor de ochenta informes mensuales, sobre la evolución de los internos para ser
presentados en los Tribunales Orales de Menores.

Refieren estar al día con la confección de las historias, se respetarían los plazos legales.

La asistencia psicológica depende de la División Asistencia Médica, está asignada una psicóloga
para brindar este tipo de asistencia que según refieren es "sobre demanda", no se pudo precisar la cantidad
de internos que realizan tratamiento psicológico.

Esta profesional es la que entrevista a los jóvenes ingresantes para evaluar la necesidad de ser
tratados en su salud mental, reiterando el contacto, mediante una nueva entrevista a los dos meses de
realizada la inicial.

Cabe mencionar, que el Jefe de Tratamiento es la persona a cargo del área de Seguridad
Interna.
Este Organismo, interpreta que la asignación de la responsabilidad de planificar y dirigir las
políticas del tratamiento individual requiere de una especificidad en cuanto a capacitación y
experiencia que no se condice con la formación con la que cuenta el personal de seguridad.

Subsumir el saber-hacer con lo relativo al tratamiento a la lógica de la seguridad denota una


posición clara respecto de lo que se entiende por tratamiento individualizado.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Estos planteos nos llevan a preguntarnos sobre la real entidad otorgada al tratamiento y a
sospechar que se formulan nominaciones de funciones, como por ejemplo, "Jefe de Tratamiento"
que no responden a una definición conceptual que se ajuste a la tarea.

La respuesta a esta pregunta estaría, en parte, explicitada en la relevancia que tiene en la


estructura orgánica del sistema penitenciario el área de tratamiento; en la Dirección Nacional,
habría sólo dos personas asignadas a la misma, según la información con la que contamos.

Describiremos el circuito implementado para el ingreso de los jóvenes; son entrevistados por un
equipo integrado por el Jefe de Tratamiento-Seguridad Interna, un psiquiatra, un psicólogo y un maestro,
el primer lugar de alojamiento es el Pabellón "B", atento a la evolución pasan al Pabellón "D" y luego al
"C".

En el Pabellón "C" interviene otro equipo interdisciplinario que evalúa la posibilidad de traslado al
Pabellón "E", paso previo a la "Metodología".

Profesionales de la "Metodología" y del "Malvinas" intervienen en esta instancia.

Un tema de particular interés, para este Organismo, es el de las visitas de los jóvenes, la posibilidad
de estrechar lazos con sus familiares; la respuesta recibida respecto del tema fue confusa. Por un lado, se
afirmó que reciben visitas y que se ampliaron los cronogramas para facilitarlas y, por otro, que han
disminuido las mismas porque que la distancia y la situación económica son obstáculos que las impiden.

La organización implementada de asignar un día para el depósito de elementos y otro para la visita
constituiría otra dificultad en detrimento del afianzamiento de los lazos afectivos.

De la auditoria de las Historias Criminológicas se pudo constatar que, en las mismas, figuran los
informes de las distintas áreas, constan las actualizaciones semestrales y no están foliadas.

Los informes psicológicos responden a un modelo reglamentado en el Boletín Público N ° 1373.

Se suministran pruebas, tales como, Bender, Casa, Árbol y Persona y Gestáltico

Respecto de los objetivos de tratamiento se ha observado la reiteración de los mismos en los


distintos programas de tratamiento, no pudiéndose establecer diferencias respecto de cada una de las
personas tratadas.

El "Libro de Actas" del Consejo Correccional contiene las actas pegadas de manera consecutiva
hasta donde se encontraba foliado, luego se encontraron actas cuyas fechas no se correspondían con las
fojas en las que estaban ubicadas. Asimismo, algunas actas se encontraban sueltas.

i) Auditoria del Programa de Tratamiento "Metodología Pedagógica


Socializadora"en el Instituto de Jóvenes Adultos "Dr. Julio Antonio Alfonsín"
(U.30)
El equipo de tratamiento estaba integrado por el Jefe de Tratamiento, un Supervisor, cuatro
Operadores Pedagógicos, un Asistente Social, un Psicólogo y un Encargado de Educación.

La población, al momento de nuestra visita, es de diecisiete jóvenes, todos detenidos provinciales.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Son ocho condenados y ocho procesados y uno a disposición de un Juzgado del Menor y la Familia.

Están participando del tratamiento de la "Metodología", diez jóvenes; uno de ellos es mayor de
veintiún años, pero se decidió que permanezca en el establecimiento.

En el caso de jóvenes adultos, los directores de las unidades tienen la facultad de permitir que
aquellos internos que alcanzaron la mayoría de edad puedan permanecer hasta los veinticinco años.

Refieren que debieron reformularse los criterios de trabajo en lo atinente a la conformación de los
grupos, a partir, del ingreso de "pastillas" desde el exterior.

Este hecho, que alteró la dinámica del mismo, hizo necesaria una intensa labor con las familias de
los jóvenes, en el sentido de comprometerlas en el sostenimiento afectivo de sus hijos.

En el establecimiento se ha confeccionado un reglamento de funcionamiento de la "MPS" que


estaría evaluando la Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Federal.

Cabe aclarar, que la modalidad de funcionamiento, en cuanto a los aspectos generales, no difiere de
la implementada en los demás establecimientos en los que este tratamiento se desarrolla.

Con relación a los aspectos específicos, cabe mencionar, que la actividad laboral está diseñada para
llevarse a cabo en distintos talleres: Horticultura, Avicultura, Herrería, Cunicultura y Artesanías.

La práctica deportiva ocupa un lugar importante dentro del tratamiento, se llevan a cabo actividades
diariamente.

El profesor de Educación Física propicia actividades deportivas que tienen la cualidad de la


integración con el medio libre.

Se organizan torneos de fútbol y voley, mixtos, con alumnos de colegios de la comunidad.

Refieren que no se han planteado situaciones conflictivas en ninguno de estos eventos.

La población se caracteriza por provenir de zonas rurales, el nivel de escolarización es


deficitario. El setenta por ciento de los jóvenes no ha concluido el ciclo primario.

Se realizan cursos de computación en el marco de un convenio con el "Liceo Informático".

Esta institución provee "un colectivo-informático" en el que están distribuidas las computadoras y
las clases se imparten dentro del mismo.

Los alumnos están diseñando una página en "Internet" en la que publicarán sus producciones
literarias.

Los jóvenes reciben una capacitación cuyo objetivo es favorecer una salida laboral mediante cursos
que imparte la "Fundación Nuestros Pibes", actividad que se lleva a cabo en el marco de un convenio con
la institución de referencia.

Otra de las vinculaciones con el medio libre se pone de manifiesto en la creación de una "Comisión
de Apoyo", que está integrada por jueces, secretarios y la Cámara 1ra; esta comisión interviene facilitando

51
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

los medios necesarios para la concreción de diversos objetivos. El curso de computación se efectivizó
por esta vía.
Cabe mencionar, que el establecimiento apadrina un asilo de ancianos colaborando, mediante el
trabajo de los jóvenes, con tareas de mantenimiento del mismo.

Los objetivos del tratamiento se podrían sintetizar en: favorecer la capacidad de expresión, propiciar
un aprendizaje que permita pedir ayuda frente a situaciones problemáticas y brindar un conocimiento
sobre una gama de herramientas que posibiliten mejores interacciones.

Los jóvenes se manejan con modalidades de interacción que denotan posiciones prejuiciosas y,
además, presentan notorias dificultades para hablar y expresar lo que piensan, según refieren los
operadores.

Las conductas agresivas y autoagresivas son aspectos que se trabajan con particular atención en el
contexto de los objetivos del tratamiento.

Con relación a las conductas agresivas mencionan que el delito más frecuente, por el que los
jóvenes son detenidos, es el robo con armas.

Destacan cuestiones básicas que este tipo de intervención posibilita a los jóvenes; aprenden a leer y
escribir y cuentan con un oficio que les permite ingresar al mundo laboral.

El personal penitenciario, según refieren, no acepta fácilmente esta forma de tratamiento, lo


vive como una confrontación y una pérdida de poder.

La rigidez y la desconfianza que caracteriza a las interacciones "agente-interno" plantean la


necesidad de instaurar el diálogo en el centro de la escena, la "Metodología" apunta a propiciar
intercambios discursivos.

Resulta significativo el efecto adverso que produce esta modalidad de tratamiento sobre el
personal penitenciario que no participa de la "Metodología", efecto que aparece aquí formulado en
términos de confrontación y pérdida de poder y en la U. 13 como lo que "atenta contra la esencia de
lo penitenciario"

Habría que analizar la concepción de autoridad y poder imperante en la institución; basada


en la suposición de que los agentes operarán desde un plano de interacciones que no se caracterice
por el intercambio y el privilegio de la palabra.

Desde esta posición desvirtuada la asimetría "agente-interno" es concebida a modo de


sometimiento y sujeción de uno sobre otro, en este sentido, cualquier cambio en los términos de la
interacción puede ser vivido por los agentes como pérdida de poder.

Es una concepción fallida de la autoridad y del respeto que se basa en el acatamiento


silencioso de una de las partes interactuantes, en este caso, los internos.

Cabe consignar, que en la entrevista mantenida se pudo detectar, en el personal penitenciario de la


U. 30, un discurso atravesado por formulaciones que aluden a planteos psico-sociológicos para dar cuenta
de la problemática de los jóvenes.

52
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Por último, mencionaremos la importancia que adquiere en los diseños de programas de tratamiento
un intercambio fluido con la comunidad, cuestión que queda expresada en la dinámica del establecimiento.

Por un lado, la participación de organizaciones del medio libre otorga un marco de mayor
continuidad a los proyectos abriendo nuevas alternativas para la actividad y, por otro, la vida en
claustración incorpora cualidades del medio libre; esta última cuestión resulta de suma importancia
para la preparación de la vida en libertad.

j) Auditorias efectuadas en los Servicios Criminológicos de los establecimientos


cerrados del Servicio Penitenciario Federal
Instituto de Seguridad y Resocialización (U. 6) - Rawson -Provincia de Chubut
Prisión Regional del Norte ( U. 7) - Resistencia – Provincia de Chaco
Prisión Regional del Sur ( U. 9) – Neuquén – Provincia del Neuquén

La información que se consigna a continuación surge de las visitas realizadas a la U.6 , durante los
meses de agosto y de octubre de 2001.

El Servicio Criminológico estaba integrado por un "jefe a cargo" que es psicólogo, otros dos
psicólogos, dos auxiliares y un ayudante, de la Sección Educación, que presta servicios en el área.

El jefe es el secretario del Consejo Correccional. Ninguno de los integrantes posee la


especialización en criminología.

Refieren que es dificultoso adquirir una formación académica acorde a las necesidades laborales y
que, en determinado momento se "desguazó" el Servicio Criminológico, quedando sólo un escribiente.

No cuentan con psiquiatra, asistente social, ni abogado. La ecuación de la cantidad de profesionales


y de internos es deficitaria; tres profesionales para una población de cuatrocientos internos.

Los profesionales brindan, también, asistencia psicológica en caso de ser solicitada por los internos,
cuestión que los enfrenta a la dificultad de tener que opinar sobre los avances de la progresividad, hecho
que se contrapone con el contrato de confidencialidad entre el profesional y el paciente-interno.

Cabe mencionar, que la integración deficitaria del área y la superposición de funciones entre
lo criminológico y lo asistencial, marcan un punto de partida complejo para llevar a cabo una tarea
técnico-criminológica adecuada.

No es posible realizar evaluaciones pormenorizadas de los casos ni tampoco sostener una


continuidad en los tratamientos psicológicos.

Trabajan de manera coordinada con el Servicio Social, pero remarcan la necesidad de la


constitución de grupos interdisciplinarios para el abordaje de ciertos temas, como las salidas transitorias.

No les es posible cumplir con los tiempos legales previstos para el Período de Observación y los
plazos reales para efectivizar las calificaciones son alrededor de cuarenta días.

No se respetan los tiempos estipulados para la confección de la Historias Criminológicas.

Los profesionales reciben apercibimientos por no cumplir con los requisitos temporales previstos.

53
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Es frecuente que los internos provenientes de la U. 2 y del CPF I sean trasladados sin sus Historias
Criminológicas, situación que agrega problemas a los ya existentes.

Las notificaciones de las calificaciones se demoran por la falta de personal y por la organización
existente. Organización que alude a que sólo dos de los integrantes del Servicio de Criminología están
habilitados para ingresar al penal, porque los profesionales de sexo femenino no pueden acceder a ese
sector.

El personal de Seguridad Interna no colabora facilitando los traslados para que los criminólogos
puedan realizar sus entrevistas de evaluación.
La decisión respecto de los lugares de alojamiento para los internos está a cargo de la División
Seguridad Interna.

De la revisión de las Historias Criminológicas se pudo constatar la falta de foliación, de las fechas
de acceso a los beneficios y de una articulación cronológica y temática. Motivos por los que se torna
difícil interpretar los avances ó retrocesos de las personas en función de los objetivos del programa de
tratamiento.

Los informes presentan un sesgo que revela preconceptos y carencia de fundamentación. Se


constatan reiteraciones en el contenido de los mismos.

Se utilizan concepciones teóricas, para establecer los pronósticos criminológicos, que consideramos
perimidas.

Trascribiremos a continuación los datos que surgen de la visita realizada a la U. 7, durante el mes
de junio de 2001.

La constitución del Servicio Criminológico no responde a la normativa vigente; dos abogados y un


psicólogo.

Cabe destacar, que habitualmente los internos no son entrevistados por los profesionales para la
confección de los informes criminológicos debido a las dificultades que se plantean para el traslado de los
mismos del penal al sector de Criminología. Prevalecen criterios de seguridad por sobre las necesidades
vinculadas al tratamiento interdisciplinario individualizado.

El Servicio Criminológico funciona desde las 7.30 hrs. de la mañana hasta las 12.00 hrs., la requisa
se realiza a las 11.00 hrs. Previamente no se lleva a cabo ningún movimiento de traslado.

Resulta por demás elocuente cuál es la filosofía imperante en el establecimiento respecto de la


labor técnico-criminológica y su articulación con el tratamiento, la seguridad se impone como eje
sobre el que se desarrollan las actividades en el penal.

Se ha detectado una organización que, en su estructura interna, está pensada para que los
internos no puedan acceder a las distintas actividades, superponiendo horarios de educación, de
recreación y de visita.

Se ha observado que, en las calificaciones trimestrales, se reitera la conducta a lo largo de los


distintos períodos; la explicación esgrimida es que "resulta perjudicial el avance de la progresividad
dado que el detenido demandaría cosas que no son factibles de ser cumplidas por la unidad".

54
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

La clasificación que la determina el Jefe de Seguridad Interna, se basa en la calificación, en este


sentido, un interno primario con cinco años de condena puede convivir con internos multireincidentes, en
tanto tengan la misma calificación.

Se ha detectado un notable deterioro del funcionamiento del Servicio Criminológico, con un


evidente incumplimiento de lo establecido por la ley.

No existen programas de tratamiento, no se entrevistan a los internos, se repiten sus calificaciones,


no se notifican las mismas y se aplican sanciones arbitrariamente.

Conclusiones, estas, que se desprenden de los dichos de los integrantes del Servicio Criminológico.

La información que se trascribe, a continuación, surge de la visita realizada a la U. 9, por este


Organismo en el mes de julio de 2001.

El equipo estaba integrado por un Jefe; psicólogo, otros tres psicólogos, un asistente social, un
docente y un escribiente.

Uno de los psicólogos está a cargo de la atención psicológica de los detenidos, esta distribución de
las funciones solucionó los problemas éticos que se suscitaban cuando un profesional llevaba a cabo un
tratamiento psicológico y evaluaba, desde el punto de vista criminológico, a una misma persona.

Se observó, en la entrevista, que el Jefe cuenta con un amplio conocimiento de los internos alojados
en el establecimiento y del quehacer criminológico, lo cual, posibilita que en el Consejo Correccional se
tomen decisiones fundadas respecto del interno y de su desempeño dentro de la unidad.

Se pudo constatar el diseño de programas de tratamiento individuales y la correspondiente


actualización de los objetivos de tratamiento cada seis meses, acorde con lo previsto por la ley.

Se da especial importancia al desarrollo de los programas de tratamiento y a la evolución del


interno; revalorizándose la adquisición de hábitos laborales y de aprendizaje.

Refieren que la población se caracteriza por presentar rasgos de agresividad y de un deterioro psico-
social pronunciado.

Resulta notorio el estatuto que adquiere el tratamiento por sobre los criterios vinculados a la
seguridad.

Otro tema a mencionar es la continuidad de trabajo, en el tiempo, de los profesionales de las


distintas áreas.

Esta dinámica de trabajo se ve posibilitada por el estilo de conducción de las autoridades del
establecimiento.

Observaciones
El relevamiento realizado en los Servicios Criminológicos de los establecimientos cerrados del
Servicio Penitenciario Federal permite llevar a cabo un análisis conjunto de las Unidades 6 y 7, dado las
características similares de organización y desarrollo de la labor criminológica.

55
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Respecto de la U.9 los datos recogidos imponen un análisis diferencial de la dinámica


criminológica.

Los Servicios Criminológicos del "Instituto de Seguridad y Resocialización"- Rawson y de la


"Prisión Regional del Norte"- Resistencia, no están constituidos de acuerdo a lo establecido por la ley y
los criterios de la seguridad interna determinan las pautas de funcionamiento del establecimiento,
dejándose de lado cualquier abordaje criminológico que apunte a desarrollar el tratamiento; la labor está
signada por la ineficacia.

El área de Seguridad Interna, respondiendo a las políticas establecidas por las conducciones
de los establecimientos, organiza sus movimientos no facilitando la labor de otros sectores, en este
caso la de los criminólogos. Los horarios de requisas se superponen con los de funcionamiento de los
Servicios Criminológicos ó se restringe la posibilidad de trabajar en el penal a los profesionales de
sexo femenino.

Es también, la División Seguridad Interna la que determina los lugares de alojamiento de los
detenidos; la lógica utilizada para la clasificación genera situaciones, tales como, que una "persona
primaria con una condena corta" convive con un interno multireincidente.
La falta de diferenciación de roles, como el caso de los psicólogos que elaboran informes
criminológicos y prestan asistencia psicológica a los mismos internos que evalúan para la determinación
de la progresividad del régimen penitenciario, resulta una situación improcedente por la posible violación
del contrato de confidencialidad entre el profesional y el paciente-interno.

La Procuración Penitenciaria considera que los establecimientos cerrados deberían


caracterizarse por una organización en la que prevalezcan los programas de tratamiento
individualizados que posibiliten, mediante el logro de los objetivos planteados, el pasaje a lugares de
detención en los que se promuevan conductas de autonomía y autogestión.

Sin embargo, se ha detectado que estas U. 6 y 7, funcionan como meros espacios de custodia sin
ningún indicio que denote intenciones vinculadas a desarrollar prácticas tendientes a la resocialización.

A tal punto se ha desvirtuado la tarea criminológica que, incurriendo en acciones que contrarían el
espíritu de la ley, se implementan modalidades, tales como, la repetición de la calificación argumentando
que "es necesario frenar la progresividad de los internos para que no pidan beneficios que en la unidad no
se les pueden otorgar".

Resulta alarmante, para este Organismo, la posición ética que se desprende de la modalidad
arriba mencionada y el perjuicio que la misma ocasiona sobre los derechos humanos de las personas
detenidas.

Otra observación, los internos reclamarían beneficios, al decir de los criminólogos,


entendemos que el cumplimiento de los objetivos del tratamiento individualizado conlleva la
concreción de logros y los mismos deberían ser interpretados como derechos adquiridos no como
beneficios.

Cabe mencionar, de manera particular, la situación detectada por esta Procuración respecto del
régimen sancionatorio en la U.7. La ilegalidad y la arbitrariedad han sido sus características. En otro tramo
de nuestro informe en el que se desarrolla el tópico "Sanciones Disciplinarias" se describen
detalladamente las situaciones planteadas y las intervenciones del Procurador Penitenciario.

56
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Pero vale situar, aquí, cómo este dato de lo sancionatorio permite colegir una concepción que
se articula con una visión del funcionamiento del establecimiento basada en criterios de seguridad
que se desarrollan de una manera autónoma y paralela a los criterios criminológicos.

Cabe la pregunta, cómo la labor criminológica incluye como parte integral de su quehacer el
problema de las transgresiones disciplinarias de los internos intentando reintroducir el tema en los
carriles del tratamiento individualizado. De lo observado podemos afirmar que esta modalidad de
trabajo es inexistente.

Entendemos que el tratamiento es el entramado sobre el cual deben enlazarse los criterios de la
clasificación, de la progresividad del régimen, de la seguridad interna y de las sanciones disciplinarias.

Esta perspectiva introduce una mirada absolutamente diferente a la detectada en estos


establecimientos cerrados; mirada que se corresponde con el respeto por los derechos humanos de los
internos y con la responsabilidad asignada al Servicio Penitenciario Federal, que es la de la
resocialización.

La cárcel no está pensada, por los legisladores, como un lugar de custodia sino como un
espacio que brinde alternativas que impliquen dirigir los esfuerzos y las acciones en el sentido del
tratamiento individualizado; considerándose al tratamiento como una vía posible y diferente de
inserción social de las personas que han cometido un delito.

En tal caso, será la persona detenida la que tendrá la opción de rechazar esta posibilidad que
se le ofrece pero no puede ser el sistema penitenciario el que decida no brindar ese derecho.

En contraposición, a lo descrito con anterioridad, cabe mencionar que en la Prisión Regional del
Sur, U.9; el desarrollo del quehacer técnico-criminológico expresa una modalidad en la que se intenta
cumplir con la misión prioritaria que es la de la planificación y puesta en marcha de programas de
tratamiento.

Se ha constatado la existencia del diseño de programas individualizados y la correspondiente


actualización de los objetivos propuestos según lo previsto por la ley; el sesgo que se le imprime a los
mismos es que posibiliten la adquisición de hábitos laborales y de aprendizaje.

Un dato distintivo es el lugar operativo que ocupa el área de Seguridad Interna, sus pautas de
funcionamiento no se imponen entorpeciendo el desarrollo de la actividad criminológica.

La modalidad de organización y de desarrollo del área criminológica, en la Unidad N ° 9,


evidencia la factibilidad de trabajar de manera coherente sobre el tratamiento en su articulación
con la progresividad del régimen penitenciario; modalidad que favorece el acrecentamiento de las
posibilidades de integración social y la reducción de los niveles de conflicitividad producto de la
convivencia intramuros.

Entrevista mantenida con el Director del Instituto de Criminología


del Servicio Penitenciario Federal
El primer tramo de la reunión versó sobre aspectos fundacionales, la creación de los Gabinetes
Criminológicos dirigidos por José Ingenieros que, a partir del año 1933, cambian su denominación por

57
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Instituto de Criminología y Clasificación. En la Ley 24.660 se establece que el Órgano Técnico


Criminológico se ocupará de las tareas vinculadas al tratamiento.

Ante el requerimiento, de la Procuración, respecto de cuáles son los criterios vigentes impartidos a
los Servicios Criminológicos para llevar a cabo las tareas de clasificación, el Director manifestó que "no
está de acuerdo con la clasificación por lo estigmatizante" y que "la clasificación se establece mediante
niveles de contención: máxima seguridad, mediana seguridad y colonias"

Cabe consignar, que la Procuración, no interpreta como "estigmatizante" llevar a cabo la tarea de
clasificación en términos de categorías básicas como: procesado-condenado, primario-reiterante-
reincidente.

Una lógica de clasificación para el alojamiento basada en estos criterios conlleva, en principio, el
respeto de lo establecido por las normativas vigentes y, además, una intención de cuidado y prevención de
las personas detenidas.

La clasificación de los condenados es un elemento fundamental de articulación con el


tratamiento individualizado y, en el caso de los procesados, de preservación de sus derechos.

Se considera que aludir a la clasificación como "niveles de contención" es una forma


eufemística de nombrar la seguridad; reducir la clasificación a la seguridad trastoca la esencia de la
misma como pilar del tratamiento.

El lugar de alojamiento no debe pensarse, solamente, desde la perspectiva de cuál es el


establecimiento que se adecue mejor a las características individuales de la persona detenida, sino que
debe tenerse en cuenta cuál es el lugar más apropiado dentro del establecimiento para su alojamiento.

Merece otra observación, el tema de la clasificación en términos de niveles de contención


"máxima, mediana y colonias", esta denominación expresa lo que ocurre en la práctica
penitenciaria y se corresponde con el discurso que atraviesa a la Institución pero no se corresponde
con la normativa vigente.

Discurso y práctica concomitante que desconocen lo que establece la Ley 24.660, en su artículo
182, respecto de la modalidad según la cual deben ser pensados los establecimientos: abiertos,
semiabiertos y cerrados.

Esta denominación alude a la vinculación existente entre las características de los


establecimientos y el tratamiento individualizado. Como ya hemos puntualizado, el acento está
puesto en el tratamiento y no en los niveles seguridad.

El Servicio Penitenciario Federal invierte la proposición; los establecimientos son lugares


cuyo rasgo distintivo es la seguridad, en este sentido, son de "máxima, mediana ó colonias". No son
lugares para el desarrollo del tratamiento individualizado.

El relevamiento realizado en los Servicios Criminológicos puso de manifiesto una política de no


ingerencia sobre la determinación de los lugares de alojamiento, en tanto, temas pertenecientes a otra área;
la de seguridad. Como así también, se evidenció una degradación de la tarea criminológica.

58
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Otro de los temas, sobre los que se indagó, fue la existencia de pautas de trabajo para la confección
de las Historias Criminológicas y los Legajos Únicos, requerimiento que apuntó a poner de manifiesto los
aspectos que hacen al contenido de la tarea más que a sus formalidades.

Las pautas que se establecen se relacionan con la información que debe constar en la Historia
Criminológica: la carátula, la historia de vida, la historia familiar, los antecedentes educativos y laborales
y especificaciones referidas al antes, durante y después del delito en la vida de esa persona.

No se determinan líneas teóricas precisas para realizar las evaluaciones psicológicas porque cada
profesional decide lo más conveniente en función de su experiencia; según refiere el Director.

Se ha constatado, como consecuencia, de la investigación llevada cabo que, el Instituto de


Criminología, establece una línea de trabajo basada en aspectos formales no observándose la
transmisión de pautas teórico-científicas.

Cabe aclarar, que estas pautas formales ya están enunciadas en la Ley 24.660 y en los
Reglamentos relacionados con la materia.

Otro dato, a mencionar, es la queja de parte de algunos profesionales respecto de la reiteración de


información que se consigna en la Historia Criminológica; se somete al interno a responder las mismas
preguntas, a las distintas áreas, repitiéndose la misma información.

Un párrafo aparte, para expresar nuestra opinión, respecto de las evaluaciones psicológicas. Se ha
constatado que las mismas responden a criterios diagnósticos del DSM IV; con menor frecuencia, a una
concepción estructural del psiquismo y otras, a teorías eclécticas.

Se han constatado errores teórico-conceptuales vertidos en los informes psicológicos, se esgrimen,


sin guardar ninguna rigurosidad teórica, apreciaciones sobre síntomas, mecanismos de defensa, acting-out,
pasaje al acto, rasgos psicopáticos, personalidades drogadependientes.

Respecto de los diagnósticos de personalidad, se ha observado un modelo "cliché" que no posibilita


delimitar las particularidades individuales; no pudiéndose diferenciar, al leer tales informes, una persona
de otra.
Esta singularidad que no queda expresada en las evaluaciones psicológicas obstaculiza la
confección del programa de tratamiento individual; los programas llevan la impronta de la
reiteración y la masificación.

Se ha constatado en los informes criminológicos solicitados, por este Organismo, a diversos


Servicios Criminológicos la reproducción de contenidos textuales de informes confeccionados con
anterioridad en los que se transcriben contenidos del Testimonio de Sentencia.

El Testimonio de Sentencia refleja los hechos por los cuales una persona ha sido condenada, el
mismo no debería ser objeto de análisis excepto respecto del delito actual y del contexto socio-
afectivo en el que se desarrolla la persona; lo habitual es que la información referida a los
antecedentes delictivos ocupe en las evaluaciones criminológicas un lugar estigmatizante y
determinante. Entonces se estigmatiza por ese delito pero el tratamiento propuesto no articula nada
de la conducta delictiva. Por tanto, la averiguación adquiere un tenor "morboso".

59
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Se ha observado, también, que la reiterancia ó la reincidencia son elementos tomados, por los
Servicios Criminológicos, como si fueran los encargados de dictar sentencia y no los ejecutores de la pena
y, en este sentido, los encargados del tratamiento.

Este dato de la reiterancia ó la reincidencia cobra una dimensión decisiva para la incorporación al
Período de Prueba de las personas detenidas y no adquiere el mismo peso la evolución personal lograda en
la vida intramuros.

La reiterancia ó la reincidencia debería ser una información que posibilite pensar acerca del
fracaso del tratamiento individualizado y reformular, en el presente, lo que no funcionó en el
pasado.

En esta misma línea argumental, se ha constatado que en los pronósticos criminológicos, la cualidad
de reincidente ó el tiempo que resta por cumplir de la condena constituyen elementos valorativos,
excluyentes, que contrarrestan el valor que debería otorgarse al cumplimiento de los objetivos del
tratamiento individualizado

En este sentido, los antecedentes delictivos operarían como elementos "condenatorios" que
desplazarían del centro de la escena los resultados de la progresividad del régimen.

Respecto de los objetivos propuestos para los tratamientos individualizados se ha detectado


que los mismos no necesariamente se correlacionan con las descripciones de los conflictos
estructurales.

Citaremos un ejemplo, se plantean características de personalidad con rasgos de excesiva


agresividad; no se desprende de los objetivos de tratamiento individualizado cuáles serán las herramientas
que se utilizarán para trabajar ese aspecto que es considerado disvalioso para la resocialización.

Un tema que se ha detectado con frecuencia es el del "arrepentimiento", se consigna como dato
ponderable si la persona muestra ó no signos de arrepentimiento.

Esta concepción de arrepentimiento que alude a la idea de culpa; de culpable ó inocente y,


aún más, a una idea de "pecador" resulta improcedente en términos del tratamiento
individualizado.

El tratamiento deberá promocionar la posibilidad de responsabilizar a la persona de sus


propios actos, en términos de introducir la pregunta respecto de "qué tiene que ver el sujeto con
aquello que le sucede"; posición esta que dista enormemente de la sanción de culpas y de la
búsqueda de arrepentidos.

Surge de la entrevista mantenida que existe, en el Instituto de Criminología, un área encargada de


analizar las historias criminológicas de todas las unidades; lo que se incluye como nivel de análisis es la
modalidad de confección y las conclusiones a las que se arriban.

El "Instituto" interviene, vía memorando, solicitando informes ampliatorios. No se desprende de los


datos recogidos que se realice un abordaje crítico y pedagógico sobre la tarea.

En este sentido, se requirió acerca de cuáles son los criterios en los que se fundamenta "el buen
funcionamiento de un Servicio Criminológico".

60
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

El Director manifestó que la cantidad de recursos humanos y materiales, la relación entre cantidad
de profesionales y cantidad de internos, el cumplimiento de los requisitos formales y los criterios
utilizados para la calificación, darían cuenta de un buen funcionamiento.

La relación entre cantidad de profesionales y de internos debería ser, a criterio del Director,
sesenta internos por cada profesional. En algunos establecimientos el promedio es de ochenta y
cinco internos por profesional lo que impediría realizar un adecuado seguimiento de cada caso.

El Director reconoce, además, la existencia de burocratización en la realización de la tarea


criminológica, se han instaurado "controles sobre los controles de trabajo"; se agrega, a ello, que la
dotación de ocho mil setecientas personas que trabajaban en el Servicio Penitenciario Federal durante el
año l994 se redujo a ocho mil, habiéndose habilitado los dos complejos penitenciarios, razones estas que
restan eficacia a la labor.

Cabe aclarar, que la dotación actual de personal daría la siguiente ecuación: "un agente por
interno".

Ante la pregunta acerca de la incorporación de personal en el área de criminología; refiere que


estarían por ingresar cuatro personas que se distribuirán en distintos establecimientos.

Respecto de cómo se prepara a los ingresantes para trabajar en criminología, refirió que se les
brinda "un curso dinámico" de capacitación cuya duración es de quince días. Se intenta mediante el curso
dar una idea global de la labor criminológica y situar pautas "muy generales". En las unidades de destino
se continuaría con la capacitación, según refiere.

La necesidad actual de personal para el sector criminológico en los establecimientos de Capital y


Gran Buenos Aires, sería de diez abogados y dos psiquiatras.

Otro tema sobre el que se solicitó información fue lo relativo a la elaboración de doctrina
criminológica, por parte del "Instituto"; refiere que "apuntan al marco legal y al concepto de tratamiento y
resocialización".

No contarían con un trabajo de elaboración de los datos recogidos que esté encaminado hacia
un aprovechamiento más eficaz en la realización de la tarea.

La modalidad de tratamiento imperante es la siguiente: terapéutico-clínico, llevado a cabo en los


establecimientos penitenciarios ó en las instituciones del medio libre, y el vinculado a la incorporación de
nuevas pautas y normas de convivencia.

Esto último dependerá de los cambios subjetivos que se vayan produciendo en las personas
detenidas, según refiere.

Frente al requerimiento de cómo se evalúan los cambios subjetivos, manifiesta que, un indicador
de cambios es "el uso de la mentira como recurso".
Nos detendremos para expresar algunas observaciones respecto de las manifestaciones del
Director.

Con relación a la capacitación de los profesionales ingresantes consideramos que la misma


reviste características de precariedad no respetándose, además, el requisito legal que estipula la
especialización en criminología.

61
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Asimismo, nos resultó sorprendente el indicador mencionado, como referencia de los cambios
subjetivos en los detenidos, "el uso de la mentira como recurso".

Desde el punto de vista psicológico el concepto de verdad ó mentira adquiere una significación
diferente a la del uso corriente ó al concepto jurídico vinculado a la confesión de la verdad sobre los
hechos.

En el marco de la estructura psíquica la verdad se construye.

Se presume que, en el tratamiento interdisciplinario, se deberían contemplar estas


particularidades psíquicas y no operar desde una posición "moralista" respecto de las conductas
humanas.

Consideramos que es competencia del ámbito del Poder Judicial sancionar lo que contraviene
la ley.

Si una persona está privada de la libertad se desprende que esa instancia, la de la justicia, ya
ha intervenido dando lugar a otra instancia, la penitenciaria, cuya competencia es el tratamiento y
la resocialización.

Otro de los temas, objeto de nuestro requerimiento, fue el criterio vigente para la elaboración de los
pronósticos criminológicos; formulaciones que dan cuenta de las modalidades futuras de adaptación al
medio y de los niveles de peligrosidad de las personas detenidas.

Refiere que estos términos, adaptación al medio y niveles de peligrosidad, son los solicitados desde
el ámbito judicial y que, la construcción de los mismos, se fundamentan en el artículo N º 100 del
Reglamento de Modalidades Básicas y en la evolución personal intramuros.

Consideramos que resulta interesante rescatar la modalidad de construcción de los pronósticos


criminológicos, observada en la Unidad N º 4, que difiere de lo expresado por el Director.

La misma, se fundamenta en el cumplimiento de los objetivos que se van estableciendo en el


programa de tratamiento individual, se pone el acento en la evolución personal más que en los
antecedentes delictivos.

Otra de las cuestiones planteadas, en la entrevista, fueron las diferencias observadas en las
evaluaciones criminológicas; un mismo interno, en su tránsito por distintos establecimientos, presentan
evaluaciones diametralmente opuestas; diferencias que no aluden a aspectos vinculados con su evolución
personal.

La explicación que brinda el Director es que: "las diferencias en las evaluaciones dependen del
código de compromiso que el interno entable con los profesionales del equipo; el interno se torna
más confiable para el profesional en función del código de compromiso que ha establecido".

El no reintegro de las salidas transitorias es interpretado, también, desde la pérdida del "código de
compromiso", los internos al ser trasladados rompen la vinculación con los profesionales que los estaban
tratando; esta ruptura provocaría que no se reintegren de las salidas transitorias, según refiere el Director.

62
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

La Procuración, considera que la relación entablada con el profesional es de fundamental


importancia y, además, desde el marco de la práctica psicológica se plantea la "transferencia" como
esa particular relación que debe establecerse entre el profesional y la persona para posibilitar el
despliegue de la subjetividad a ser abordada. Pero entendemos que el "código de compromiso",
aludido, resulta un planteo discrecional que no guarda ninguna rigurosidad teórica.

La noción de código nos remite a algo compartido y es, por todos, sabido que la relación agente-
interno está estructuralmente marcada por el antagonismo, cada uno está situado en veredas opuestas. Esto
se hace evidente en la dificultad que enfrentan los psicólogos-penitenciarios para llevar a cabo
tratamientos en tanto representan a los "grises"; a los internos se les plantea la disyuntiva de abrir su
subjetividad a alguien en quien, por definición, no pueden confiar.

Han sido frecuentes las solicitudes de asistencia psicológica, que ha recibido este Organismo,
fundamentadas en esta dificultad.

En este sentido, la construcción de un código en común no es algo sencillo y, más aún, en


términos de compromiso.

Soslayar esta barrera estructural entre el agente y el interno requiere de una posición
diferente, de parte de los agentes, y de una disposición que exprese intenciones vinculadas al
tratamiento y no a lo sancionatorio.

Otra observación respecto del "código de compromiso" con el profesional; el abordaje penitenciario
deberá apuntar a promover la implicación personal respecto de las acciones de los individuos, desde esta
posición las intervenciones estarán encaminadas hacia la autodeterminación.

La concepción de "código de compromiso" esgrimida daría la impresión que alude a que el


interno "se porta bien ó mal" en función del compromiso con el profesional, la lógica implícita sería
la de las acciones realizadas para otro ó por otro; esta proposición se contrapone a la de la
implicación y autodeterminación personal aludiendo a una intervención de tipo paternalista.

Cabe agregar, que las variables determinantes de los no reintegros de las salidas transitorias,
son de una complejidad y variedad que no se pueden sintetizar en la "pérdida del código".

Resulta un argumento poco serio, que muestra como trasfondo deficiencias en el desarrollo
del trabajo criminológico y, específicamente, del tratamiento.

Otro tema, la elaboración del "pasaje" del encierro al mundo libre; refiere el Director que "el
Consejo Correccional se encarga de entrevistar a los internos previo a sus salidas y los aconseja".

El Director, manifiesta no estar de acuerdo con la experiencia de trabajo de los Grupos de


Prelibertad, por lo pautado del esquema de trabajo. La Ley 24660 prevé en sus artículos 30 y 31 este
abordaje puntual.

La Procuración, entiende que la situación de "pasaje" del encierro al mundo libre es lo


suficientemente compleja y peculiar como para incluirla en los objetivos de tratamiento. Basta, sólo, con
prestar atención a los dichos de las personas detenidas cuando están por obtener sus salidas transitorias ó
su libertad; lo más deseado se torna en lo más temido.

63
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

La integración al mundo familiar y social, la reorganización de los lazos y la inclusión en una


dinámica de vida diferente, a la planteada en el encierro, requiere de un esfuerzo y una elaboración no
siempre posibles.

Suponer que este cuadro de situación puede ser abordado, tan sólo, con las buenas intenciones
y los "consejos" de los integrantes del Consejo Correccional es desconocer, de manera absoluta, la
realidad de las personas detenidas y la responsabilidad que le cabe al sistema penitenciario en su rol
de resocializador.
Otra preocupación, de la Procuración, es la ingerencia que tiene el área de Seguridad Interna en los
diagramas de funcionamiento de los establecimientos cuestión que hemos detectado en decisiones
vinculadas al quehacer criminológico y a los diagramas de actividades de tratamiento.

La explicación esgrimida es que "por problemas de seguridad un director puede perder su


carrera"

Desde este Organismo, se concibe a la seguridad como un aspecto importante que hace al
funcionamiento de un establecimiento, pero que debe diseñarse en función de una lógica que es la de las
actividades programadas para la implementación del tratamiento individualizado.

El sistema penitenciario sanciona a su personal, al punto de perder su carrera, cuando se


descuidan aspectos vinculados a la seguridad pero no ocurre lo mismo cuando no se cumple con la
responsabilidad de brindar alternativas de tratamiento tendientes a resocialización.

Otra de las cuestiones planteadas, fue lo referido a las tareas de docencia e investigación que son
responsabilidad del "Instituto", las mismas son escasas.

Se mencionan dos proyectos, unas jornadas para el mes de junio de 2002 de las que participarían
todos los Jefes de los Servicios Criminológicos.

Se trabajará, con la modalidad de taller, aspectos teóricos de la práctica criminológica y se evaluará


el nivel de desempeño del personal.

El otro emprendimiento es una investigación, que se inició tiempo atrás, sobre los motivos
individuales que conllevan a la trasgresión de la ley.

Se intenta romper con ciertos mitos vinculados a que las mujeres-madres que trabajan promueven
en sus hijos modelos de conductas transgresivas. Resulta llamativa esta hipótesis sobre la que se trabaja en
la investigación, no se abundó en la entrevista sobre el particular, pero consideramos que dicha premisa es
un punto de partida inconducente

Un dato importante de la investigación es la evaluación de los casos de internos que no se


reintegraron de sus salidas transitorias, se pudo detectar que tales personas no habían cumplido con los
objetivos de tratamiento relacionados con asistencia psiquiátrica ó psicológica.

Esta constatación de la investigación se contrapone a la teoría formulada respecto de la


"ruptura del código de compromiso con el profesional"; colocando en el centro de la escena el
déficit en la aplicación del tratamiento individualizado y en la reformulación de los objetivos.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

El Instituto de Criminología no cuenta con biblioteca, los libros se encuentran en la Academia


Penitenciaria. Aspecto que resultó llamativo ya que el "Instituto" debería ser un ámbito de investigación y
capacitación; dato que expresa las falencias en este sentido.

Finalmente, diremos que la información recogida tanto en el trabajo de campo como en el Instituto
de Criminología, nos muestra de manera evidente la distorsión existente respecto de lo estipulado por las
normas vigentes y la real implementación del tratamiento interdisciplinario individualizado.

Si bien, en las conclusiones de nuestro informe desarrollaremos de manera exhaustiva la posición de


este Organismo, al respecto; deseamos expresar aquí la necesidad de considerar seriamente la
reformulación del rumbo de la política penitenciaria en el marco de la filosofía de la resocialización.

3. Conclusión
a) El tratamiento interdisciplinario individualizado y los derechos humanos
Como corolario del análisis desplegado respecto del tratamiento interdisciplinario individualizado
nos proponemos señalar un aspecto de vital importancia que, entendemos, servirá para explicar el
propósito que este Organismo tuvo al centrar su visión dirigida al control y protección de los derechos
humanos en lo atinente al tratamiento y, en sentido amplio, en todo lo relativo a la inclusión de la
criminología en el ámbito penitenciario.

El lugar de privilegio que ostenta el tratamiento interdisciplinario individualizado en la mirada de la


Procuración Penitenciaria tiene su origen en los postulados de la Ley de Ejecución de la Pena Privativa de
Libertad (Ley 24.660), cuyo principal fin, es decir la adecuada reinserción social del condenado, se
enuncia no sólo en forma textual en sus primeros artículos donde constan los principios básicos de la
ejecución de la pena privativa de libertad, sino que además surge implícitamente del resto de la normativa
que compone dicha ley.

La reinserción social del condenado, como aspiración del Estado se plasma entonces en la ley
específica en materia penitenciaria. Pero además la reinserción social no se persigue a cualquier precio, sin
medir las consecuencias de la intervención del poder estatal en el ciudadano. La meta trazada, a partir de
la intervención estatal en la singularidad del condenado, no autoriza cualquier medio; sólo se permite la
intervención institucional penitenciaria mediante la vía del tratamiento interdisciplinario individualizado.

Por otra parte, las normas de tratamiento, trato y seguridad (dichas en ese orden de acuerdo al grado
de importancia que cada una conlleva dentro de las funciones penitenciarias, según normativa vigente),
estipuladas en nuestra ley de ejecución de la pena privativa de libertad han sido gestadas teniendo siempre
en cuenta la protección de los derechos humanos de las personas privadas de libertad.

Resumiendo, la normativa vigente en materia de ejecución de la pena privativa de libertad se centra


en la reinserción social del condenado a través del tratamiento y la protección de sus derechos humanos
como ser humano que es y como integrante de un grupo en situación más vulnerable, más allá de las
acciones cometidas para pertenecer a ese grupo.

Estos dos elementos componen el núcleo duro de la Ley 24.660: el tratamiento interdisciplinario
individualizado y la protección de los derechos humanos.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Pero no queremos que se piense que tan solo existe una ley que tiene entre sus postulados los antes
mencionados. La Ley 24.660 no nace por generación espontánea ni se debe a una ideología transitoria y
efímera que sostuvo la clase política argentina.

La Ley 24.660 es producto de un largo proceso de actualización legislativa cuyo origen se remonta
a la recuperación del paradigma democrático ocurrido en los comienzos de la década del 80 y cuyo punto
más alto representa la jerarquización de los tratados internacionales en materia de derechos humanos al
otorgarles rango constitucional en el año 1994.

Así pues, al promulgarse en julio de 1996 la Ley 24.660, se cumplió con una deuda pendiente en
materia de derechos humanos, dicho esto no desmereciendo la derogada Ley Penitenciaria Nacional
(Decreto-Ley 412/58 ratificado por Ley 14.467) sino justamente destacando el franco compromiso en
materia de derechos humanos asumido por la nueva normativa y el rotundo avance que representó la
eliminación de la obligatoriedad en el acatamiento de cualquier tipo de tratamiento por parte del
condenado.

b) Fracaso de la implementación del tratamiento


Ahora, como se desprende de los puntos 1 y 2 de esta etapa del informe, podemos concluir, lisa y
llanamente que la mayoría de los condenados no reciben tratamiento interdisciplinario
individualizado. Lo que en realidad puede verificarse es la existencia de una arista científica que justifica
ex-post cualquier decisión de fuerza y arbitrariedad llevada a cabo por el sistema penitenciario. Es el
manto de aparente cientificismo que permite justificar la intervención del Estado en sus ciudadanos sin dar
nada a cambio, vaciando así de contenido teórico a la pena privativa de libertad, transformándola en el
puro castigo que implica el encierro.

Un tratamiento practicado como se realiza en la actualidad en los establecimientos dependientes del


Servicio Penitenciario Federal, se convierte en un programa de disciplinamiento y seguridad violando así
los derechos humanos de los condenados.

Las preguntas que se derivan de la afirmación realizada son al menos dos: ¿cuáles son los motivos
que impidieron que, a seis años de establecida una nueva ley en materia penitenciaria, se produzcan
cambios profundos en favor del tratamiento del condenado y de la revalorización de su dignidad como ser
humano? y, por otra parte, ¿si el Servicio Penitenciario Federal estructurado como se encuentra en la
actualidad se halla en condiciones de hacer un trabajo eficiente en materia de resocialización?

Respecto de la primera de ambas inquietudes cuesta encontrar una respuesta que haga concluir la
duda instaurada. Sin embargo daremos nuestra opinión al respecto basándonos en lo percibido desde este
rol de control del sistema penitenciario que corresponde a la Procuración Penitenciaria.

Desde ya que, como surge de lo reseñado precedentemente, el Servicio Penitenciario Federal no se


ha hecho cargo de la tarea tan importante a la que ha sido llamado a actuar. Ha optado por subsistir como
fuerza de seguridad y no han asumido que su tarea primordial es la reinserción social de las personas
privadas de libertad mediante la única vía del tratamiento interdisciplinario individualizado y apoyándose
siempre en actos que no vulneren la dignidad ni los derechos de los individuos que el Estado ha puesto en
su custodia.

Pero también, es cierto que era necesario que desde las responsabilidades de la conducción del
Estado se definiera claramente una política en esta materia y que la ejecución de la misma tuviera

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

permanencia en el tiempo, de modo de poder evaluar su implementación y resultados. Y esto no ha sido


así.

Respecto de la segunda, se hace imprescindible la reformulación de la estructura actual del Sistema


Penitenciario Federal, adecuándolo a las exigencias que imponen los objetivos constitucionales de la
ejecución privativa de la libertad, en particular la Ley 24660. Solo así se alcanzará una institución
penitenciaria capaz de dar respuesta eficiente en materia de resocialización.

No parece descabellado pensar que si el Servicio Penitenciario Federal no asume los fines para los
cuales ha sido creado sea desplazado de su rol más importante, dejando ese espacio a otros organismos del
Estado que verdaderamente estén a la altura del trascendente y crucial trabajo de reinserción social, que
beneficia tanto al individuo encarcelado como al resto de la ciudadanía al disminuir las hipótesis de
violaciones a la normativa vigente en materia penal.

Asimismo, la nimia cantidad de profesionales con capacitación en el ámbito de la criminología que


componen el Servicio Penitenciario Federal son una muestra clara de que ese organismo no está en
condiciones de realizar la tarea de reinserción social que les ha sido encomendada. No obstante aquí no se
trata de una cuestión de números; no parece que se trate de una falta de personal puesto que un total de
casi ocho mil cien personas trabajando en la reinserción social de una población que no excede lo siete mil
novecientos internos debería bastar para cumplir con las funciones encomendadas. Lo cierto es que existe
una desacertada distribución de personal que desdibuja, en la práctica, los fines del Servicio Penitenciario
Federal.

c) La transformación de los derechos de las personas privadas de libertad en


"beneficios penitenciarios"¿una deformación del tratamiento?
Como se ha señalado al describir los resultados de nuestra observación, existe una tendencia a
presentar diseños de tratamiento que guardan apariencia de tales al consignar los títulos de los mismos de
modo correspondiente con la normativa vigente, pero que en el desarrollo de sus contenidos se advierte
una deformación de éstos, particularmente con relación a los derechos fundamentales de los internos, por
una desnaturalizada intervención a través de la aplicación de técnicas sobre la conducta.

Como ya se ha señalado por Iñaki Rivera Beiras "....en el terreno de la ejecución de las penas
privativas de la libertad, se viene provocando una importantísima merma de garantías jurídicas en los
derechos fundamentales de los reclusos, derechos que ahora dejan de ser tales para devaluarse en la
categoría de simples beneficios penitenciarios. Fácil es advertir entonces, que si las principales
cuestiones de dicha ejecución penal -permiso de salidas, progresiones de grado, libertades condicionales,
etc.- pasan a integrar las categorías de beneficios penitenciarios, el estatuto jurídico de las personas
privadas de libertad continua reduciéndose cada vez más. Y que los objetivos de orden y de gobierno
disciplinario en la cárcel se van eligiendo de este modo en los pilares sobre los cuales va articulándose la
mayoría de las actividades terapéuticas". (1)

Esta ausencia de tratamiento en algunos casos y deformaciones, como la señalada precedentemente,


da cuenta de una política penitenciaria fundada en las "razones de seguridad" y un ejercicio de la autoridad
omnipotente, que se ha justificado con argumentaciones vinculadas a cuestiones de tratamiento, de
"técnica penitenciaria", de las deficientes infraestructuras, de la falta de personal y de presupuesto u otras
excusas afines.

Sin embargo, esas excusas que nos han sabido exponer desde el Servicio Penitenciario Federal al
momento de reclamar, mediante recomendaciones, que se cumpla con la normativa en lo respectivo al

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tratamiento y otros derechos fundamentales de los condenados, son las mismas que deberían ser utilizadas
para acabar con el sistema legal de encierro, toda vez que un sistema penitenciario sin tratamiento
interdisciplinario individualizado con miras a la reinserción social no tiene razón de existir,
especialmente, para un Estado como el nuestro que ha decidido darle jerarquía constitucional a la
reinserción social como fin de la pena privativa de libertad (artículo 75 inc. 22 de la Carta Magna, artículo
10 inc.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y artículo 5 inc.6 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos).

En consecuencia se debe señalar que si la sociedad condena a un ciudadano a la pena de prisión,


tiene la responsabilidad de ofrecerle la asistencia y el tratamiento necesario para preparar su vuelta a la
sociedad con mas posibilidades de llevar una vida sin delitos, de manera tal de que no tenga que ser de
nuevo privado de libertad, en definitiva el recluso tiene el derecho al tratamiento, aunque no el deber al
tratamiento. Tiene el derecho al mejor tratamiento posible, en el marco de las garantías de sus derechos
fundamentales como persona.

Dicho de otro modo, el tratamiento interdisciplinario individualizado es lo sustancial de la


pena privativa de la libertad y su incumplimiento determina invariablemente la pérdida de sentido
de la existencia de establecimientos penitenciarios.

d) Hombres libres o presos dóciles


No hay ninguna duda que con la profundización de la crisis económica y social, producto de la
aplicación del modelo neo-conservador, con el consecuente proceso de dualización de la sociedad;
millones de argentinos pasaron a militar debajo de la línea de la pobreza y muchos fueron arrojados a la
indigencia.

La precariedad laboral de los adultos, el desempleo juvenil y la falta de perspectivas de futuro, el


comercio de las drogas y la creciente selectividad del sistema penal, victimizando a los sectores más
pobres de la sociedad, vienen alterando la configuración poblacional de la cárcel.

La estimación extra-oficial de la población total de los establecimientos de los sistemas federal y


provincial asciende a 40.000 personas, aproximadamente; y a un total de alrededor de 20.000 personas
alojadas en otros lugares de detención, todo lo cual viene provocando un hacinamiento que ha puesto en
jaque a las políticas penitenciarias.

Al mismo tiempo, a las demandas de seguridad por parte de la sociedad se las pretende responder
con políticas de "mano dura", de limitación al derecho a la libertad, que ya han creado situaciones
explosivas en algunas jurisdicciones.

No es de extrañar, en consecuencia, frente a esta nueva realidad carcelaria, que las administraciones
penitenciarias recurran a la promoción de nuevos objetivos mediante el tratamiento que priorizan el
gobierno interior de la cárcel. Manteniéndose, de esta forma, en un plano discursivo a los institutos que
fueron el soporte de las reformas penitenciarias y permitiéndoles afirmar "se ha logrado una cárcel quieta:
el tratamiento es un éxito"

Este es el problema actual, esta es la discusión que se nos plantea hoy para adelante para saber si los
objetivos constitucionales de la ejecución de la pena y el tratamiento han de apuntar a hacer hombres más
capaces de vivir en la sociedad libre y no presos mas dóciles.

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Informe Anual

Para nosotros, es tiempo de que la Ley 24.660 sea aplicada en toda su extensión,
comprometiéndose el Estado a cumplir con los objetivos establecidos para la ejecución de la pena
privativa de la libertad.

III.Evaluación del cumplimiento


de los capítulos IV, VII, VIII Y IX
de la Ley 24.660.
Sanciones Disciplinarias
La imposición de sanciones disciplinarias ha sido uno de los principales temas a abordar por la
Procuración Penitenciaria en este segundo año de gestión.

La ejecución de la pena privativa de libertad configura un sistema punitivo premial, por el cual, a
medida que se avanza dentro de los estadios o fases de la misma, se van adquiriendo ciertos derechos. Para
incurrir en este avance, es menester que el interno cumpla con los objetivos impuestos en el programa de
tratamiento. De ello se infiere que la disciplina dentro de una unidad carcelaria debe tener un fin
estrictamente correctivo, no así de castigo. En este sentido la ley es clara en cuanto que el objetivo de
"acatar las normas de conducta" es para el "propio beneficio" del interno y para "promover su reinserción
social" (conf. arts. 1 y 79 de la Ley 24.660). Queda así descartada la idea de "reparación" en la aplicación
de sanciones, debiendo la administración penitenciaria hacer uso de su potestad disciplinaria de un modo
razonable que elimine cualquier posibilidad de sujeción o castigo.

El fin sancionador entonces tiene por objeto lograr que el condenado respete el régimen
penitenciario, claro está que entendido desde la órbita del tratamiento, es decir siendo parte de éste. Es por
ello que queda descartada la adopción de sanciones que tengan por objeto sólo la imposición de un
correctivo per se, por la simple comisión de una infracción, dado que ello no tendría relación con el objeto
indicado de "promover la reinserción social". Empero, tal como se desarrollará posteriormente, ello no se
condice con la práctica habitual imperante en las unidades penitenciarias federales, donde se aplican
sanciones no sólo de manera arbitraria, sino con un fin exclusivo de castigo, producto de una relación
específica determinada, que la doctrina mayoritaria denomina "relación de sujeción especial", donde se
limita el contenido de determinados derechos y garantías en virtud de la relación existente entre el privado
de libertad y la administración, limitación que no se produce entre los ciudadanos del medio libre.

Así pues, la imposición de correctivos disciplinarios, desde el punto de vista material, incide
cualitativa y cuantitativamente en la ejecución de la pena privativa de libertad. Desde el punto de vista
cualitativo, el sancionado puede perder su derecho a recibir visitas o a participar en actividades deportivas,
recreativas o culturales. Y dentro del aspecto cuantitativo, puede perder hasta la propia libertad
condicional o asistida, toda vez que la imposición de la sanción generalmente conlleva una disminución en
sus calificaciones de conducta y concepto. Las pérdidas pueden referir también a retrogradaciones en el
régimen de progresividad e incluso traslados a unidades de regímenes más rigurosos.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Ello significa que cualquier logro producido a lo largo del cumplimiento de la condena puede
desmoronarse ante una sanción; incidiendo de manera significativa en el resto de la ejecución de la pena
que se esté purgando.

Así las cosas, en primer lugar, se describirá el procedimiento disciplinario normado por la Ley
24.660 y el Decreto 18/97 - Reglamento de Disciplina para los Internos -, para luego analizar su aplicación
por parte del personal penitenciario, de acuerdo con las tareas realizadas por el Procurador Penitenciario.
Finalmente, se hará mención de los resultados obtenidos por dichas tareas, tanto en sede administrativa
como judicial.

La Ley 24.660 y su Reglamento de Disciplina


La Ley 24.660 y el Decreto 18/97 receptan los principios constitucionales del proceso penal que
refieren al debido proceso, derecho de defensa, derecho a ser oído, nulum crimen nulla poena sine lege, ne
bis in idem e in dubio pro reo. Debe ponerse de relieve que estamos frente a un proceso penal en sede
administrativa con posterior control judicial de ejecución penal, proceso "sui generis" puesto que pese a
ser aplicado en la órbita administrativa tiene reales consecuencias penales, tales como el aislamiento en
celda individual, la pérdida de la posibilidad de gozar salidas transitorias o como ya se ha dicho, la
imposibilidad de egreso en libertad condicional.

El legislador ha tipificado las faltas graves y las sanciones aplicables; empero las medias y las leves
han sido establecidas reglamentariamente (conforme artículos 84 y 85 de la Ley 24.660).

El poder disciplinario sólo puede ser ejercido por el Director del establecimiento, pero la ley ha
establecido la posibilidad de apelar ante el juez a cuya disposición se encuentre el interno (art. 96 Ley
24.660, art. 46 Decreto 18/97). El problema que se presenta, en relación con este aspecto, es que la ley
establece un plazo para apelar de cinco (5) días a partir de la notificación de la sanción al infractor, lo
cual, en la mayoría de los casos es ignorado por los internos, quienes, disconformes con el procedimiento,
se niegan a firmar las notificaciones efectuadas por el personal penitenciario, o bien desconocen la
posibilidad de apelar. Empero, tal inconveniente ha sido contemplado vía jurisprudencial por los Jueces de
Ejecución Penal de la Capital Federal, quienes admiten el recurso de apelación interpuesto por la defensa,
dentro de los cinco (5) días desde que ésta hubiere tomado conocimiento de la sanción, a los efectos de
preservar el derecho de defensa en juicio, estableciéndose un criterio amplio de admisibilidad.

En este sentido, como se pondrá de relieve en el acápite siguiente, el Servicio Penitenciario


Federal incumple sistemáticamente con todas las disposiciones legales y reglamentarias que regulan
el procedimiento sancionatorio.

Respecto del procedimiento, el Reglamento de Disciplina para los Internos adopta como fuente,
mayormente, las disposiciones del Código Procesal Penal de la Nación y de la Ley Orgánica General
Penitenciaria de España, la cual ha sido el principal modelo en que se ha inspirado el legislador al
sancionar la Ley 24.660.

Aspectos Relevantes
- Impone la obligación bajo pena de nulidad, de que las actas o partes disciplinarios contengan
ciertos requisitos (art. 31), a saber: relación suscinta del hecho con las circunstancias de tiempo y lugar;
indicación de partícipes, damnificados y testigos, si los hubiere; mención de otros elementos que puedan
conducir a la comprobación de la presunta infracción; medidas preventivas de urgencia que se hubieren

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
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adoptado; día, hora, lugar en que se labró el parte o acta, los que deberán ser suscriptos por el funcionario
actuante, con aclaración de nombre y apellido e indicación de la función que desempeña.

- Nunca la redacción del parte podrá estar a cargo de personal vinculado con el hecho (art. 33),
receptando el principio de imparcialidad normado por el art. 55 del CCPN,

- Establece la posibilidad de adoptar medidas cautelares, siendo la más importante, la disposición,


por parte del Director, del aislamiento provisional (art. 35). El mismo, sólo procederá cuando la infracción
sea grave, o resulte necesario para el mantenimiento del orden o para resguardar la integridad de las
personas, estableciéndose expresamente la obligación de comunicar dicha medida al juez dentro de las
veinticuatro (24) horas de su adopción. El mismo, es prorrogable, por resolución fundada, no pudiendo
exceder en su totalidad el plazo de tres (3) días (art.37),

- La instrucción del procedimiento estará a cargo de un sumariante, que deberá notificar al interno
de la infracción que se le imputa, los cargos existentes, sus derechos, recolectar las pruebas que estime
pertinentes, para finalmente formular las conclusiones: si existió infracción disciplinaria, identificación de
los autores y propuesta de las sanciones a aplicar, debiendo elevar todo lo actuado al Director (arts. 40 a
43).

- El Director deberá recibir en audiencia al interno (art. 44) y dictar resolución, la que deberá ser
fundada y notificada al juez competente dentro de las seis (6) horas subsiguientes a su dictado (art. 45),

- El recurso de apelación interpuesto por el interno también deberá ser remitido al juez dentro de las
seis (6) horas.

Un aspecto de vital importancia, que diferencia a nuestro sistema penitenciario del español, siempre
en relación con el proceso sancionatorio, es que durante la sustanciación del procedimiento, no se permite
la asistencia letrada en ningún momento. Nótese que el artículo 242 del reglamento de la Ley Orgánica
General Penitenciaria de España, establece expresamente la posibilidad de ser asistido por un letrado,
durante la instrucción, al expresar que "El Instructor del expediente disciplinario, a la vista de los indicios
que se desprendan de los escritos mencionados en el artículo anterior, formulará pliego de cargos
dirigido al interno cuya conducta sea presuntamente constitutiva de falta disciplinaria, en el cual se hará
constar lo siguiente: ... i) indicación de que el interno puede asesorarse por letrado, funcionario, o por
cualquier persona que designe durante la tramitación del expediente y para la redacción del pliego de
descargos". En nuestra legislación, la asistencia letrada sólo procede una vez aplicada la sanción, en el
eventual recurso de apelación, lo que genera una notoria desigualdad, puesto que el Servicio Penitenciario
ejerce el rol de juez y fiscal, careciendo el proceso del instituto de la "defensa"; el Poder Ejecutivo
Nacional "omitió" legislar sobre este punto, al reglamentar el Capítulo IV –DISCIPLINA-, de la Ley
24.660, lo que hubiese llevado, pese a su difícil implementación, a un proceso que se adecuara con mayor
fidelidad a los principios establecidos en el artículo 18 de la Constitución Nacional.

Sanciones Aplicables
Las sanciones aplicables son: amonestación, exclusión de actividades recreativas o deportivas hasta
diez (10) días, exclusión de la actividad común hasta quince (15) días, suspensión o restricción total o
parcial de derechos reglamentarios tales como comunicaciones telefónicas, recreos, participación en
actividades culturales, adquisición o recepción de artículos de uso y consumo personal, permanencia de en

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Informe Anual

su alojamiento individual o en celdas cuyas condiciones no agraven ilegítimamente su detención hasta


quince (15) días ininterrumpidos, o hasta siete (7) fines de semana sucesivos o alternados y traslado a otro
establecimiento (art. 87 Ley 24.660 y 19 Decreto 18/97).

Por su parte, el art. 20 establece la correlación entre las infracciones y las sanciones aplicables,
según se trate de infracciones leves, medias o graves.

Por último, es dable destacar la incidencia de las sanciones en las calificaciones de conducta y
concepto del interno, lo cual se encuentra normado por el artículo 59 del Reglamento de Modalidades
Básicas de la Ejecución. El mismo refiere sólo a conducta, no así a concepto, estableciendo que podrán
efectuarse las siguientes disminuciones: por faltas leves: ninguna o hasta un (1) punto, por faltas medias:
hasta dos (2) puntos y por faltas graves hasta cuatro (4) puntos.

Aplicación de las sanciones por el personal penitenciario.


Actuación del Procurador Penitenciario.
Se han recibido numerosos reclamos de internos manifestando haber sido sancionados injusta y
arbitrariamente.

La metodología utilizada ha sido solicitar, en la totalidad de los casos, una copia completa, foliada y
certificada del expediente administrativo por el cual se impusiera la sanción, atento que en un primer
momento se recibieron copias de expedientes que sólo contenían algunas fojas, verbigracia, el parte
disciplinario y el acta de la sanción.

En primer lugar, es menester resaltar que en la totalidad de los reclamos recibidos, ante la sola
circunstancia de tomar conocimiento de la existencia de un parte disciplinario, se resolvió aplicar
una sanción. Ello, prima facie, demostraría que el Servicio Penitenciario Federal, al investigar la
existencia de faltas cometidas intramuros, tiene una efectividad del 100%. Sin embargo, lo que se
demostrará seguidamente, es que ello obedece a un método sistemático de castigo, en el cual se incumplen
todas las disposiciones legales y reglamentarias vigentes, no existiendo garantía alguna de imparcialidad,
ni posibilidad alguna de defensa para los internos. Parecería existir una investigación paralela previa
mediante la cual se decide si se hace el sumario o si se resuelve de alguna otra manera, contrariando la
legalidad y excediéndose de los criterios de oportunidad que posee la administración.

El Procurador Penitenciario ha solicitado expedientes de sanciones disciplinarias en ciento


dieciséis (116) oportunidades dentro del período comprensivo entre abril de 2001 y abril de 2002,
habiéndose recibido respuesta en treinta y seis (36) casos. Otros, se han recibido con posterioridad a
dicho período. Producto de ello, ha efectuado veintitrés (23) recomendaciones solicitando se decrete la
nulidad de correctivos disciplinarios. Es dable poner de manifiesto que, en algunas de las
recomendaciones se ha solicitado la nulidad de más de una sanción. Hay que destacar que la mayoría de
los reclamos se recibieron en establecimientos cerrados, donde el régimen es más riguroso, existiendo
mayor conflictividad, particularmente con la División Seguridad Interna. En otros casos, se procedió a
efectuar presentaciones ante los tribunales en carácter de "amicus curiae". La metodología utilizada
dependió particularmente de qué tribunal entendía en la ejecución de la pena del interno sancionado: en
determinados Juzgados, verbigracia los Juzgados de Ejecución Penal de la Capital Federal, la sola
remisión de la Recomendación generó el consiguiente traslado al defensor, por lo cual se originó un
incidente, arribándose, en muchos casos a un auto que dispuso la nulidad del correctivo atacado. Por el
contrario, en aquellos casos de internos a disposición de tribunales del interior del país, se optó por la vía
de la presentación del amicus, también obteniendo algunos resultados favorables.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

En casi la totalidad de los casos lo que se atacó fue la forma en que se había aplicado la sanción, es
decir la no conformidad con el procedimiento previsto en la ley y en el reglamento. No obstante ello, los
reclamos de los internos no se basaban en los procedimientos sino en la inexistencia del hecho o en la
desmesura de la sanción aplicada. El motivo por el que no se atacó la nulidad de los actos respecto de la
inexistencia de los hechos, fue la dificultad para investigar la existencia de los mismos, en algunos casos
por razones de distancia física, en otros por el temor de los internos a sufrir represalias si llegaban a
desmentir lo afirmado por el Servicio Penitenciario Federal, aunque en ciertas ocasiones, producto de las
contradicciones existentes en las distintas fojas que conformaban los expedientes, se puso en duda la real
existencia de los hechos.

Las solicitudes de nulificación de sanciones comenzaron con la visita a la Prisión Regional del
Norte (U.7), sita en la ciudad de Resistencia, Provincia del Chaco, en el mes de julio de 2001. Se recibió
en audiencia a la mayoría de los internos, percibiéndose un alto grado de conflictividad entre la población
penal y la División Seguridad Interna, más precisamente con la Sección Requisa, lo que se tradujo en una
gran cantidad de reclamos que versaron en la imposición de sanciones arbitraria e indiscriminadamente.
Así pues, muchos internos recientemente alojados en dicha unidad, avanzados en el régimen de
progresividad, fueron sancionados en reiteradas oportunidades, con la consiguiente disminución de sus
calificaciones y retroceso en el régimen de progresividad.

De allí que el 60% de las recomendaciones (catorce) por las que se solicitara la nulidad de
correctivos disciplinarios, han sido referentes a internos alojados en la Unidad 7. El resto se
distribuyó de la siguiente manera: tres (3) recomendaciones en el Complejo Penitenciario Federal I, tres en
el Complejo Penitenciario Federal II, y sólo una en la Unidad 24, en la Unidad 6 y en la Unidad 3.
Respecto de las presentaciones "amicus curiae", han sido por sanciones aplicadas a internos de las
Unidades 4, 7, 15 y del Complejo Penitenciario Federal I.

En la Unidad 7 se llegó a la conclusión de que existía un método sistemático de sujeción,


caracterizado por la imposición indiscriminada de sanciones. Asimismo, gran cantidad de internos
manifestaron que al ser sancionados, también fueron golpeados, lo cual ha sido de imposible
comprobación, vista la imposibilidad de efectuar una revisación médica en el momento del hecho.

Vale destacar que de los veintidós (22) expedientes de sanciones cuestionadas por medio de
recomendaciones, dieciocho (18) se debieron a presuntas infracciones que consistieron en "resistir
pasivamente al cumplimiento de órdenes impartidas por funcionario competente o no acatarlas" o
"incumplir las normas de los procedimientos de registro personal, o de sus pertenencias, recuentos,
requisas, encierros, desencierros, o con las que regulan el acceso o permanencia a los diversos sectores del
establecimiento"; incluso hasta por "negarse a bañar". Nótese la difícil posibilidad de prueba de tales
infracciones, que siempre dependerá de los dichos del personal penitenciario actuante. Si a ello le
agregamos la inobservancia de las prescripciones legales que refieren a la imposibilidad de redacción del
parte por personal vinculado con el hecho, y la omisión de tomar las declaraciones testimoniales
pertinentes – de más está decir que en ningún caso se tomó declaración a otro interno -, llegamos a la
conclusión de que el único elemento de prueba con el que cuenta el imputado es su propia declaración, es
decir que se toma el elemento de descargo como elemento probatorio que, al ser la opuesta a la del
personal penitenciario, es desestimada in límine.

A ello deben sumársele otras violaciones a disposiciones legales que se han perpetrado en todos los
casos, a saber:
- Carencia de la mención de la hora de confección de los partes disciplinarios en todos los casos, lo
que conlleva la nulidad de todo lo actuado (conf. art. 31, inc "e"). Dicha hora difiere de la hora en que se
produjeron los hechos, lo cual está normado por el inciso "a" del citado artículo,

73
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

- Disposición de aislamiento provisional en todos los casos, pese a que en su inmensa mayoría
(dieciocho, es decir el 78%) han sido infracciones medias, no pasibles de aislamiento (conf. art. 35),
- Alojamiento de los internos en celda de aislamiento por personal no facultado para ello, con
carácter previo a la disposición del mismo por parte del Director (conf. art. 35), lo cual no es más que
arrogarse funciones que no son propias,
- Falta de notificación de tales aislamientos al juez competente, pese a ser ilegales, cuando debe
efectuarse dentro de las veinticuatro horas de su adopción (conf. art. 35 in fine). Debo hacer una mención
particular sobre este punto. En todos los expedientes remitidos por la Unidad 7, se observó la existencia de
una foja que intentaba notificar al juzgado actuante de la disposición del aislamiento. Pero en la foja
siguiente, se glosaba un escrito, bajo el título "diligenciamiento de la Instrucción", por el cual se
informaba que "no se logró informar que...la Dirección del establecimiento dispuso el aislamiento
provisional, por lo que se diligenciará vía correspondencia en su oportunidad". Pues bien, no existe tal
oportunidad, toda vez que la ley no la indica,
- Las prescripciones efectuadas por los instructores designados, siempre consistieron en las mismas
medidas, aun cuando se investigaren hechos radicalmente diferentes,
- Entre las medidas adoptadas por los instructores, se ha comprobado la mecanización en tal
proceder, lo que ha llevado, por ejemplo, que se le tome declaración a un agente penitenciario "un año
antes" de la supuesta infracción investigada, o que se realicen actas de constatación en el lugar donde
ocurrieron los hechos, pese a investigarse el incumplimiento de una orden,
- Las conclusiones de instrucción siempre han sido similares, solo modificándose nombres y fechas,
- Las resoluciones adoptadas por el Director, por las cuales se impusiera la sanción, carecieron en
todos sus casos, de la hora – y en algunos casos hasta la fecha -, de su confección, contrariándose lo
establecido por el inc. "a" del art. 45,
- Tales resoluciones han sido siempre exactas, "fundándose" en frases "clichés" idénticas en todos
los casos, no haciéndose mención de los hechos probados, ni del descargo del imputado, comprobándose
en numerosos casos, un erróneo encuadramiento de la conducta reprochada,
- Falta de notificación, en todos los casos, al juez competente dentro de las seis (6) horas
subsiguientes al dictado del resolutorio (conf. art. 97 de la ley 24.660),
- En aquellas faltas por tenencia de objetos prohibidos, lo que se ha configurado en cuatro casos, se
han violado las normas del Código Procesal Penal de la Nación, en todo lo referente a las actas de
secuestro (conf. arts. 138 a 141 CPPN). Dicho articulado exige, entre otras cosas, la existencia de dos (2)
testigos. En las sanciones atacadas, esos dos testigos, no han sido otros que los intervinientes en el hecho –
por lo general, agentes del cuerpo de requisa -. Los testigos, claro está, para revestir tal carácter, deben
diferir de los funcionarios que intervengan en el hecho, puesto que lo contrario violaría el principio de
imparcialidad.

Desde el punto de vista criminológico, y particularmente en lo que refiere a los programas de


tratamiento, es menester preguntarse de qué manera se ha contemplado esta supuesta violación sistemática
a las normas de conducta imperantes en el establecimiento, dentro de los objetivos oportunamente
establecidos, y si se han reformulado los mismos. Es decir, qué participación o grado de incidencia ha
tenido el Servicio Criminológico en la consideración acerca de las conductas disvaliosas, para lograr el
cese de tales transgresiones.

En relación con este aspecto, es dable hacer referencia a lo expresado en este informe respecto de la
auditoría al Servicio Criminológico de la Prisión Regional del Norte (U.7): no se han observado acciones
positivas por parte de sus integrantes respecto de medidas específicas determinadas en pos de reducir el
nivel de conflictividad, como así tampoco han tenido incidencia en la resolución de los conflictos. Se pudo
constatar que el "tratamiento" no ha contemplado dichas transgresiones, criterio que desde ya no hemos de
compartir. Resulta de fundamental importancia considerar el cumplimiento de las normas como parte
sustancial de lo que se exige para poder progresar en la adquisición de pautas socialmente aceptadas.

74
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Parecería ser que el tratamiento y la disciplina van por caminos diferenciados que nunca han tenido una
supervisión en conjunto. Prueba de ello es que, como ya lo hemos afirmado, lo "criminológico" no debe
inmiscuirse en el campo reservado a la "seguridad", según el criterio imperante dentro de la
administración penitenciaria.

El proceso sancionatorio descripto, no sólo configuró violaciones de las disposiciones legales


citadas, sino que en algún caso bien pudo consistir en delito, a criterio del Procurador Penitenciario. En
ocasión de efectuar la Recomendación Nº100/PP/01, por la cual se solicitó la nulidad de dos correctivos
impuestos a un interno, nulidad que fue dispuesta por el titular del Juzgado Nacional de Ejecución Penal
Nº3, Dr. Néstor Andrés Narizzano, el Procurador Penitenciario formuló una denuncia penal por la posible
comisión de delitos de acción pública en el Juzgado Federal de Resistencia. Los hechos que motivaron tal
accionar pueden resumirse en los siguientes: un interno es trasladado desde el Complejo Penitenciario
Federal I a la Prisión Regional del Norte (U.7); para dichos traslados se efectúan requisas exhaustivas,
tanto al interno como a sus pertenencias. Pero al llegar a la Unidad 7, antes de su ingreso a la misma, al ser
requisadas las pertenencias, se le secuestra un elemento metálico corto punzante de aproximadamente
treinta (30) centímetros. Pues bien, fácticamente resultó imposible que dicho objeto efectivamente haya
sido trasladado por el interno. De haber sido así, la autoridad penitenciaria debió haber sancionado a los
agentes responsables de permitir el traslado de un interno que portase un elemento como el descripto, lo
cual no aconteció.

Atento el manifiesto incumplimiento de la observancia de las prescripciones legales en el proceder


sancionatorio imperante en la Unidad 7, el Procurador Penitenciario, mediante Recomendación Nº
156/PP/01, sugirió al entonces Señor Subsecretario de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios, Dr.
Álvaro Ruiz Moreno, "que se avoque a la evaluación del cumplimiento de los textos legales por parte de
las autoridades de la Prisión Regional del Norte (U.7), en todo lo referente a los procesos sancionatorios,
arbitrando las medidas necesarias para subsanar las irregularidades detectadas", como así también la
"sustanciación de sumarios administrativos al personal responsable". Asimismo, se recomendó al entonces
Señor Director Nacional del Servicio Penitenciario Federal, Inspector General Juan Pedro Develluk, que
imparta las directivas necesarias para el debido respeto de los textos legales y reglamentarios. Dicha
recomendación nunca fue contestada, ni por el Subsecretario, ni por la Dirección Nacional del Servicio
Penitenciario Federal, quienes tampoco se avocaron a investigar y solucionar la problemática planteada.

Pues bien, si los máximos responsables del área penitenciaria no se decidieron por investigar y
solucionar esta flagrante violación de derechos, menos puede esperarse de sus reales ejecutores; al
no existir una ordenativa que ponga fin a esta forma sistemática de sanción, su implementación ha
quedado legitimada per se.

Empero, luego del cambio de autoridades en la mencionada Subsecretaría, la situación descripta, en


principio, ha acaparado la atención de su nuevo titular, el Dr. Mariano Alberto Ciafardini. Así, en fecha
19/02/02 se recibió una nota solicitando copias de las recomendaciones vinculadas a vicios en los procesos
de sanciones, "a efectos de realizar un estudio pormenorizado de la situación", lo cual, a pesar de no
haberse tomado conocimiento de la adopción de medida alguna a nivel ministerial, quizás debido al escaso
tiempo transcurrido, implica ciertamente un avance.

En tal inteligencia, debe destacarse que el Juzgado Nacional de Ejecución Penal Nº2, a cargo del
Dr. Adalberto Polti, Secretaría a cargo del Dr. Axel López, ha solicitado al Procurador Penitenciario, con
fundamento en las múltiples presentaciones efectuadas por la Procuración Penitenciaria, que remita un
informe acerca de las irregularidades en la confección de expedientes sancionatorios, generándose el
correspondiente incidente, el cual se encuentra en trámite a la fecha de confección del presente informe.

75
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Por otra parte, y prosiguiendo con el análisis de las actuaciones administrativas, las sanciones
aplicadas en otras unidades, adolecieron de los mismos vicios a que hiciera referencia en los parágrafos
que anteceden. Mayoritariamente refieren a reclamos de internos alojados en los dos Complejos para
procesados, es decir el C.P.F. I y el C.P.F. II.

Desde el punto de vista procesal, referente a la tramitación de las actuaciones, sólo cabe agregar una
innovación, lógicamente contraria a la ley. En los mencionados Complejos, existen diferentes módulos de
seis (6) pabellones cada uno. Cada módulo tiene un Director de Módulo, según las reglamentaciones
internas de ambas unidades. Solicitados los expedientes de sanciones en estos Complejos, se pudo
constatar que tanto los aislamientos, sus eventuales prórrogas, las disposiciones por la cual se instruye un
sumario, las audiencias individuales del Director con el interno (art. 44), y las resoluciones sancionatorias,
han sido suscriptas por el Director del Módulo correspondiente, y no por el Director de la unidad,
violándose así lo normado por los artículos 81 y 91 de la Ley 24.660, 5, 35, 37, 39, 44 y 45 del
Reglamento de Disciplina para los Internos.

Tales transgresiones han sido revocadas con atinado criterio, en ciertos casos, por resoluciones
judiciales, verbigracia en la incidencia resuelta en fecha 25/09/01 por el Juzgado Nacional de Ejecución
Penal Nº2 en el legajo Nº141, donde se expresó que "se advierte que en la tramitación del expediente
administrativo sancionatorio no se ha observado el art. 91 de la Ley 24.660 y art. 44 del Reglamento de
Disciplina para los Internos, en virtud de que el interno J. no fue recibido en audiencia por el Sr. Director
del Complejo, sino por el Director de Módulo, lo cual conculca el derecho de defensa del detenido a ser
escuchado por la autoridad competente...De esta manera, tenemos que el interno sumariado no fue
recibido en audiencia, tal como lo dispone la ley y el reglamento aplicables, por el Director del
establecimiento carcelario y, lo que es peor, la decisión del caso no fue adoptada por quien, conforme los
mismos preceptos legales, detenta el poder sancionatorio. Tal situación – violatoria de los derechos del
condenado -, resulta inadmisible desde la óptica del control jurisdiccional, siendo que la autoridad
penitenciaria no puede ampararse para justificar su erróneo obrar en eventuales reglamentos internos
dictados sobre la materia, toda vez que, si éstos resultan contrarios a lo previsto en una ley nacional y en
un decreto emanado del P.E.N., aquellos deben reputarse como inconstitucionales...".

El fallo parcialmente transcripto describe, con meridiana claridad, la forma de proceder de la


autoridad penitenciaria, no sólo en lo referente a la tramitación de las sanciones, sino también en
cuestiones relativas a la calificación de conducta a internos provenientes de otras jurisdicciones; al
régimen de progresividad, donde las incorporaciones al período de prueba debían ser avaladas por el
Instituto de Criminología; e incluso, a los traslados, rigiéndose por disposiciones internas violatorias de
normas legales vigentes, circunstancias éstas que serán detalladas en otros puntos de este informe.

Corresponde, por otra parte, hacer referencia al principio de "razonabilidad" que debe regir esta
materia, que tiene estrecha relación con los criterios de oportunidad, mérito y conveniencia que deben
sustentar los actos de la administración. Como ya se ha expresado, la imposición de sanciones como
medio meramente retributivo debe descartarse, aunque ello no suceda en la realidad cotidiana de los
hechos.

El Reglamento de Disciplina para los Internos le otorga al Director la posibilidad de aplicar


determinadas sanciones, según se trate de faltas leves, medias o graves. Así pues, y al sólo efecto
ejemplificativo, ante la comisión de una falta media, la ley prevé que se pueda imponer desde quince días
de exclusión en la actividad común hasta aislamiento en celda individual hasta siete días. Es aquí donde
empiezan a regir los criterios de razonabilidad, o mejor dicho, deberían empezar a regir. En tal
sentido, casi en la totalidad de los casos, se opta por la imposición de la sanción más gravosa para el
reo. No se valoran los antecedentes intramuros del interno, los agravantes o atenuantes, ni tampoco

76
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

el tipo de falta cometida; no es lo mismo negarse a ser alojado en un determinado pabellón (art. 17,
inc. b) por temor a sufrir agresiones por parte de otros internos, que destruir algún objeto provisto
por la administración (art. 17, inc. d).

Ello nos lleva a afirmar que la imposición de las sanciones debería efectuarse con la máxima
prudencia, propiciando una mínima intervención sólo reducida al mantenimiento del orden interno. Esa es
la única forma de orientar el régimen disciplinario en el sentido contrario al de castigo. Pues bien, nunca
se realizan valoraciones de hecho respecto de los sucesos acaecidos ni de las características personales de
los imputados, nunca se ha optado por dejar sin efecto lo vertido en un parte disciplinario, bien porque se
ha revertido la situación de peligro, o bien por tratarse de una infracción menor. Es dable destacar que
muchas de las conductas tipificadas como punibles en la reglamentación, no tienen ninguna posibilidad de
investigarse en forma adecuada, careciendo muchas de ellas de sentido. Así, el sancionar como falta leve
el "fumar en lugares u horarios no autorizados" (art. 16, inc. k) o "comportarse agresivamente durante el
desarrollo de las prácticas deportivas que realice" (inc. e), más que conductas pasibles de reproche dentro
de una cárcel parecen ser normas internas a seguir por alumnos de un colegio primario. Es decir que
muchas de las normas que regulan la vida intramuros de un penal son decididamente irrelevantes al
concepto de "reinserción social". Además, el Reglamento de Disciplina para los Internos tipifica
conductas punibles en más de una disposición (v.gr. art. 16 incs. i y n y art. 17 inc. y, art. 17, incs. d y k),
debiéndose destacar por último, ciertas disposiciones carentes absolutamente de sentido, ya sea por su
imposibilidad de comprobación empírica o por su deficiente redacción, tales como "mantener o intentar
contactos clandestinos dentro del establecimiento o con el exterior" (art. 17, inc. u), "sabotear,
interfiriendo o interrumpiendo el orden o la seguridad del establecimiento" (art. 17, inc. s) o "promover
actitudes en sus visitantes o en otras personas tendientes a la violación de normas reglamentarias" (art.
17 inc. j), entre otras. De lege ferenda se sugiere la sanción de un nuevo reglamento de disciplina, tanto
por el aspecto de fondo, es decir la tipificación de las conductas punibles, como por el aspecto
procedimental, en virtud de lo que se manifestara anteriormente.

Lo cierto es que la realidad indica que resulta harto difícil, cuando no imposible, armonizar el
principio resocializador adoptado por toda la legislación penitenciaria con esta posibilidad de imponer
sanciones. Puede afirmarse que ello es producto tanto de la incapacidad de los funcionarios
penitenciarios como de la metodología imperante dentro de las propias unidades, a veces consentida
inconscientemente por los propios internos, quienes asienten tal accionar.

Otra cuestión de singular importancia se presenta como resultado de la sanción aplicada. Nos
referimos a las consecuencias que la imposición del correctivo puede producir, no ya en la esfera de la
sanción propiamente dicha, v.gr. aislamiento en celda que no agrave las condiciones de detención, sino
dentro del régimen de progresividad. Existen ocasiones, aunque escasas, que la administración
penitenciaria opta por dejar en suspenso las sanciones, o bien imponer la sanción más leve dentro de las
que brinda la reglamentación, lo cual parecería a priori, que se ha optado por la referida "mínima
intervención" o la estrictamente necesaria, a fin de lograr una real concientización en el sujeto. Hasta aquí,
el proceder parecería ser el adecuado.

Sin embargo, el proceso sancionador no finaliza una vez que la sanción se ha cumplido. Con
posterioridad, el Consejo Correccional se reúne, ya sea en forma ordinaria o extraordinaria, para resolver
acerca de la eventual disminución de la conducta y el concepto, tal como lo disponen los artículos 59 y 94,
inciso "g", apartado VI, del Reglamento de Modalidades Básicas de la Ejecución.

Es en este momento cuando también puede observarse que aquello que parecía "razonable" ha
dejado de serlo: la Procuración Penitenciaria ha podido constatar que en sanciones que han sido dejadas en

77
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

"suspenso" por la Dirección de una determinada unidad, posteriormente se ha optado por disminuir la
mayor cantidad de puntos en conducta y en concepto según la escala que la ley prevé.

Resulta infinitamente más perjudicial para un condenado una mayor disminución en sus
calificaciones que la permanencia en celda individual hasta quince días o bien el traslado a otro
establecimiento, que son las sanciones más graves legalmente aplicables, puesto que tal disminución
implicará la consiguiente retrotracción en el régimen de progresividad. Esto también configura un accionar
irrazonable, que nada tiene que ver con la "reinserción social", ni con que el condenado "adquiera la
capacidad de comprender y respetar la ley".

Puede concluirse entonces, que el régimen sancionatorio en las unidades del Servicio Penitenciario
Federal, configura un método sistemático y manifiestamente arbitrario de castigo, en el cual no se respetan
siquiera las mínimas garantías propias del proceso penal. Si bien estamos en la órbita de la administración,
sus consecuencias son netamente penales, no sólo por las sanciones legisladas, tales como el aislamiento,
sino por el mero hecho de ser aplicadas dentro del proceso penal o del cumplimiento de la condena: la
competencia penal finaliza una vez agotada la pena, por lo que todas las vicisitudes de la vida intramuros
son propias del proceso penal. La indefensión del imputado, producto de la remota posibilidad de acceder
al estrado judicial, que siempre dependerá de la diligencia de su defensor, a lo que debe sumarse la desidia
imperante en la mayoría de las unidades respecto de la observancia de los preceptos legales, y la ausencia
de contralor o fiscalización por parte de la Dirección Nacional o de la Subsecretaría de Política Criminal y
Asuntos Penitenciarios, traen como consecuencia inevitable una permanente, y grave, violación de
derechos humanos. Así pues, es necesario evaluar si el Servicio Penitenciario Federal está capacitado para
implementar el sistema sancionatorio en base a lo expresado precedentemente.

Resultados obtenidos en sede administrativa y judicial.


La totalidad de las recomendaciones por las cuales se solicitara la nulificación de sanciones
disciplinarias han sido dirigidas al Director Nacional del Servicio Penitenciario Federal, y remitidas al
juez competente, es decir aquél a cuya disposición se encontrase el interno sancionado.

Así pues, ante cada solicitud, el Director Nacional ha ordenado la sustanciación de una información
sumaria "de conformidad a lo normado en el artículo 428, inciso "g" del Reglamento del Régimen
Disciplinario...", designándose para cada caso el Instructor correspondiente.

En primer lugar, debe resaltarse que desde la primera ordenativa por la cual se sustanciara una
información sumaria, producto de la Recomendación Nº 100/PP/01, efectuada en mayo de 2001, no se ha
resuelto ninguna. Dicho procedimiento es extremadamente lento y burocrático; solamente se han recibido
las conclusiones de la Instrucción producto de la Recomendación Nº 112/PP/01, información sumaria que
aun no ha sido resuelta por la División Sumarios.

En otro orden de ideas, el Reglamento del Régimen Disciplinario (Decreto 1523/68) no faculta a la
autoridad penitenciaria a decretar nulidades de sanciones impuestas a internos. El mismo, opera dentro de
la esfera interna del Servicio Penitenciario Federal. Nótese que su artículo 1 dispone que "las normas de
este reglamento deben interpretarse teniendo en consideración que su finalidad es afirmar y mantener
dentro y fuera del servicio, la disciplina y el decoro de los agentes penitenciarios federales". Asimismo,
el citado artículo 428, inciso "g" establece que procede instruir información sumaria "en todos aquellos
casos en que, para el esclarecimiento y comprobación de un hecho sea necesaria una investigación". Por
ello, tales investigaciones se realizan con el objeto de comprobar irregularidades en el proceder del
personal penitenciario que puedan acarrear una eventual sanción, pero no para decretar las nulidades
solicitadas.

78
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Sin perjuicio de la posibilidad de eventuales sanciones, no ha sido el propósito principal del


Procurador Penitenciario que se sancione al personal interviniente en la aplicación de sanciones, sino que
se subsanen las irregularidades detectadas, declarando nulas las actuaciones, y restableciendo la
progresividad de los internos sancionados. Ello no obsta que si la autoridad pertinente estima que un
determinado funcionario debe ser sancionado, así proceda. En efecto, en la gran mayoría de los casos se
ha solicitado la realización de sumarios a fin de deslindar responsabilidades administrativas.

Otro aspecto a destacar, es que los procesos sumariales son efectuados por oficiales del Servicio
Penitenciario, no así su resolución, que compete a la División Sumarios, lo cual a criterio del Procurador
Penitenciario, no resulta adecuado, toda vez que para el correcto diligenciamiento de las actuaciones
deben analizarse expedientes, interpretar textos legales y verificar si se han cumplimentado las
disposiciones que rigen nuestro ordenamiento jurídico; para ello es menester que tales diligencias sean
llevadas a cabo por un profesional de las ciencias jurídicas.

Sin perjuicio del proceder expuesto, debe hacerse mención de que en tres casos en los cuales se
solicitaran nulidades de sanciones, las mismas han sido decretadas en sede administrativa. En ocasión de
efectuar las Recomendaciones Nº 122, 131 y 135, todas ellas referentes a correctivos aplicados en la
Prisión Regional del Norte (U.7), dicha unidad, mediante actas del Consejo Correccional, ha dispuesto
dejar sin efecto las sanciones cuestionadas, sobre la base de un dictamen jurídico previo efectuado por el
auditor de la unidad, en el cual coincidía con la mayoría de los argumentos esgrimidos por el Procurador
Penitenciario. Dicha diligencia resulta, a priori, la más adecuada, tanto por su celeridad, como así también
por el hecho de ser la que más se condice con los textos legales: si es el Director del establecimiento el
funcionario competente para aplicar un correctivo, según lo normado por la ley 24.660 y su decreto
reglamentario, y es el Consejo Correccional, presidido por el Director, quien decide la eventual
disminución de las calificaciones, resulta correcto que sea este último quien deba considerar si una sanción
ha sido erróneamente aplicada.

A pesar de haberse dejado sin efecto las sanciones objeto de las citadas Recomendaciones, la
Dirección Nacional ha ordenado también la sustanciación de una información sumaria, es decir, se han
recibido dos respuestas diferentes, una de la unidad, y otra de la autoridad máxima del Servicio
Penitenciario Federal, que parecería desconocer lo resuelto.

El referido dictamen, producido por el Dr. Napoleón Alarcón, auditor de la Prisión Regional del
Norte, acoge favorablemente la solicitud de nulidad efectuada por el Procurador Penitenciario en una de
sus Recomendaciones. Como se ha expresado, las observaciones efectuadas son comunes en todas las
sanciones. Así pues expresa, respecto de la nulidad por carecer de la hora de confección del parte, que
"comparto las críticas del Señor Procurador Penitenciario..."; en relación con la omisión de notificar al
juez el aislamiento expresó que "comparto la crítica...en el sentido de que se efectuó una comunicación
equivocada, al Señor Juez de Ejecución"; también manifestó, en lo referente a la realización de un acta de
constatación en el lugar de los hechos, que "la observación efectuada...es compartida por el suscripto,
toda vez que la constatación era realmente innecesaria"; respecto de la carencia de la hora de la
resolución, expresó que "le asiste razón al Señor Procurador Penitenciario...", para finalmente formular
que "como conclusión y atento a las irregularidades señaladas por el Procurador Penitenciario,
comparto el criterio, en el sentido de declarar la NULIDAD de la sanción...".

Recientemente, el mecanismo descripto, también se ha llevado a cabo por el Instituto de Seguridad


y Resocialización (U.6), donde la Dirección de la unidad ha decretado la nulidad de un correctivo
disciplinario producto de la Recomendación Nº 222/PP/02 de este Organismo, previo dictamen del
Auditor Zonal de la unidad.Nótese entonces, que la ordenativa de realizar una información sumaria

79
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

deviene innecesaria, toda vez que una simple lectura de las actuaciones basta para resolver la cuestión: no
existe nueva prueba a producirse, puesto que todo está asentado en el expediente correspondiente. Sólo
debe verificarse el cumplimiento de los textos legales, para poder resolverse. Por ello, el Procurador
Penitenciario efectuó la Recomendación Nº 237/PP/02, en mayo de 2002, en la cual sugirió al Director
Nacional del Servicio Penitenciario Federal que ante cualquier solicitud de declaración de nulidad de
sanciones disciplinarias, ordene la emisión de un dictamen jurídico propio de la unidad donde se
impusiera la sanción, con la consiguiente reunión del Consejo Correccional a fin de decretar su eventual
nulidad, sin perjuicio de las sanciones administrativas al personal interviniente, la cual no ha sido
respondida hasta la fecha de confección del presente informe.

En sede judicial se han declarado nulas muchas de las sanciones cuestionadas por el Procurador
Penitenciario. A la fecha de confección del presente informe, la mayoría de las presentaciones se
encuentran pendientes de resolución, en virtud del tiempo que conlleva su tramitación, producto de que, al
no ser "parte" en el proceso el Procurador Penitenciario, indefectiblemente se corre traslado a la defensa y
al Ministerio Público. Otras, por el contrario, han sido desestimadas como consecuencia de los propios
términos procesales, verbigracia en aquellas situaciones donde se formulan solicitudes de salidas
transitorias o bien de libertad condicional o asistida.

Entre las cuestiones más relevantes que han sido objeto de tratamiento por parte de los magistrados
pueden destacarse algunas, a saber:

- Imposibilidad de trasladar elementos metálicos corto punzantes durante los traslados entre
distintas
unidades,
- Incumplimiento de las disposiciones que regulan las comunicaciones del aislamiento provisional
al
estrado judicial,
- Incumplimiento de la disposición que prohíbe que la redacción del parte esté a cargo de personal
vinculado con el hecho,
- Carencia de la hora de la confección del parte, lo cual conlleva la nulidad de lo actuado,
- Omisión de citar a declaración testimonial a los testigos del hecho mencionados en el parte,
- Imposibilidad de que las obligaciones del Director sean ejercidas por los Directores de Módulo,
en el caso de los Complejos para procesados.

También se ha podido constatar que, en aquellos casos que un magistrado decretó la nulidad de una
sanción, el interno ha sido sancionado nuevamente, en algunos casos con más de un correctivo, en un
claro desafío a la autoridad judicial. Así pues, en el caso del interno L.E.C.G., el juez de ejecución
decretó la nulidad de dos sanciones solicitadas por el Procurador Penitenciario, la primera de ellas
aplicada en la Unidad 11, y la segunda en la Unidad 7. Como consecuencia del primer correctivo, al
interno se lo sancionó con el traslado a una unidad de régimen más riguroso. Entonces, al decretarse
ambas nulidades, se debió reintegrar al mismo a su anterior unidad de alojamiento, puesto que la nulidad
implica la retrotracción de la situación al momento previo al acaecimiento de los hechos. Pues bien, el
interno no sólo no fue reintegrado, sino que fue sancionado dos veces más. Por ello, el Procurador
Penitenciario efectuó una presentación en el tribunal, que a la fecha de confección de este informe no ha
sido resuelta.

A pesar de lo descripto, la Procuración Penitenciaria entiende que, si bien se ha avanzado en el


contralor judicial de los procesos sancionatorios, el control dista de ser el adecuado, por varias razones. En
primer lugar, los jueces no deben entender de oficio en todas las sanciones aplicadas, bien porque son
tramitadas por la administración, o bien porque sería imposible debido al trabajo que ello generaría.

80
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Las observaciones que puede efectuar el Procurador Penitenciario refieren, en la gran mayoría de
los casos, a causas radicadas en la justicia de ejecución penal, pero al tratarse de tribunales del interior del
país, federales o muchos de ellos provinciales, se hace mucho más costoso lograr receptividad, o poder
inferir cuáles son los criterios imperantes. El hecho de que no exista una Cámara de Ejecución Penal
dificulta la conformación de una jurisprudencia unánime, lo que se complejiza aún más considerando la
multiplicidad de jurisdicciones.

En suma, la aplicación de sanciones disciplinarias genera serios problemas dentro de la cárcel.


El hermetismo imperante en su interior, que dificulta la posibilidad de revisión de los actos de la
administración, sumado a la remota posibilidad de poder ejercer un control eficiente por parte de la
autoridad correspondiente, llevan a concluir, que la imposición de estas sanciones configura una de
las principales causas de violación de derechos humanos dentro de las cárceles argentinas.

Trabajo
Introducción
Se considera pertinente en este capítulo del informe describir la posición, desde la que este
Organismo se sitúa, ante la temática del trabajo.

En este sentido, se destaca la vertiente de significación psico-social que entendemos contiene el


trabajo para las personas; esto es, la posibilidad de insertarse en la sociedad, de establecer lazos sociales,
de desarrollar las propias potencialidades, de autoabastecerse, de configurar un espacio de reconocimiento
individual y de concreción de proyectos personales.

Cuando el trabajo se vincula, como en el caso que nos ocupa, al ámbito penitenciario la actividad
adquiere un plus de significación dado su articulación con los objetivos de resocialización del tratamiento
ó con la alternativa de ofertar un tiempo productivo como contrapartida al tiempo ocioso y cristalizado de
la privación de libertad.
Entonces, la actividad laboral de las personas privadas de libertad debe propiciar un uso productivo
del tiempo, brindar herramientas para poder desarrollarse en el medio libre, generar una nueva ecuación
entre el esfuerzo, la responsabilidad y lo que se desea lograr y promover un sentimiento de gratificación
ante el resultado de lo producido.

La Ley 24.660 en su capítulo referido al Trabajo establece, en sus Principios Generales, que el
trabajo constituye un derecho y un deber del interno siendo una de las bases del tratamiento teniendo una
positiva incidencia en su formación. (art. 106)

Propenderá a la formación y al mejoramiento de los hábitos laborales, propiciándose una


capacitación que permita al interno desarrollarse en la vida libre.

La programación laboral deberá tener en cuenta las aptitudes y condiciones psicofísicas de los
internos, las tecnologías utilizadas en el medio libre y las demandas del mercado laboral.

Será remunerado, respetándose la legislación laboral y de seguridad social vigente. (art.107)

81
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

La organización del trabajo no se reducirá al rendimiento económico individual ó del conjunto de la


actividad sino que su finalidad primordial será la generación de hábitos laborales, la capacitación laboral y
la creatividad. (art.108)

Se deberá tener en cuenta la aptitud física ó mental del interno para la asignación del
trabajo.(art.109)

Deberán aplicarse criterios pedagógicos y psicotécnicos para la programación laboral y, en la


medida de las posibilidades, el interno podrá manifestar su preferencia por el trabajo que desee realizar.
(art.112)

Aquellos internos que desarrollen actividades artísticas ó intelectuales, podrán ocuparse de las
mismas como única actividad laboral, en tanto, sean productivas y compatibles con el tratamiento y el
régimen del establecimiento. (art.113)

Merece realizarse, aquí, un alto en la trascripción de lo estipulado por la normativa vigente para dar
lugar a algunos comentarios.

Resulta evidente la impronta que en la ley se le otorga al trabajo en términos de la formación de las
personas. Aspecto interpretable con relación al desarrollo personal tanto como a la incorporación y
mejoramiento de hábitos laborales.

A su vez la incorporación de hábitos laborales y su optimización se vincula necesariamente con la


capacitación.

La capacitación es una variable que, en la normativa vigente, se reitera como inherente al trabajo
asociada a la tecnología utilizada en el medio libre y a las demandas del mercado.

El trabajo diseñado en el marco de los criterios mencionados representaría una herramienta pensada
para tornar más factible la integración social de las personas privadas de libertad.

Se hace evidente la articulación inevitable entre el trabajo y la educación.

Articulación ésta que no se desprende, de manera sistematizada, de los programas de tratamiento


individualizados.

En esta línea de ideas resulta impensable cualquier planificación educativa y de capacitación laboral
correccional que no contemple la inclusión de conocimientos, aunque más no sea, básicos sobre
informática.

Argumentos tales como la falta de recursos materiales ó las dificultades de los detenidos para
acceder a un tipo de pensamiento simbólico explican el déficit de una trasmisión sistematizada sobre
informática.

Respecto de lo segundo, las dificultades de comprensión y abstracción de los detenidos para


incorporar tales conocimientos, caben mencionar, las experiencias que se han implementado con personas
con efectivas perturbaciones mentales y neurológicas en el campo de la cibernética.

La cuestión parece ser, entonces, el adecuado diseño y utilización de programas acordes al perfil de
la población a la que se dirigen en cuanto a los intereses y las posibilidades intelectuales individuales.

82
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

La ley es clara en este punto al precisar que el trabajo estará condicionado a la aptitud psicofísica de
las personas detenidas y que, además, serán criterios pedagógicos y psicotécnicos los que darán basamento
al lineamiento de la actividad.

La organización y la asignación del trabajo se realizará respetando los intereses, preferencias y


habilidades personales al punto de considerar las actividades artísticas ó intelectuales que puedan
desarrollar los internos como "única actividad laboral", en tanto, sea compatible con el tratamiento y el
régimen del establecimiento.

La creatividad es otro de los aspectos destacados por la ley; una de las finalidades del trabajo en la
cárcel es el despliegue de las aptitudes creativas; no caben dudas respecto de los efectos saludables que
producen en las personas la implementación de mecanismos sublimatorios mediante actos creativos.

Es dable aclarar, la particular mención que se observa en la Ley 24.660 respecto de la capacitación
laboral de los jóvenes adultos que "será objeto de especial cuidado". Estableciéndose que el régimen de
aprendizaje de oficios a implementar será concordante con las condiciones personales del interno y con
sus posibles actividades futuras en el medio libre. (art.114)

Se ha puntualizado en otro tramo del presente informe la opinión de la Procuración respecto de los
jóvenes, alojados en el Complejo Penitenciario Federal I, quienes llevan a cabo tareas laborales vinculadas
con la producción de papel higiénico, trapos de piso y bolsas de residuos.

No se evidencia que, en esta actividad productiva, se ha hayan considerado las aptitudes de los
jóvenes adultos ó la posible salida laboral.

El recorrido trazado hasta el momento nos conduce por un camino en el que se hace presente, de
modo indudable, el saber y el quehacer criminológico como matriz excluyente en el diseño de la actividad
vinculada al trabajo.

Consideramos que la intervención de los criminólogos no debe circunscribirse, solamente, al aporte


basado en las evaluaciones individualizadas y multidisciplinarias de las personas detenidas sino al
lineamiento de los criterios de organización y de asignación del trabajo en el ámbito penitenciario.

Esta perspectiva, desde cual la Procuración concibe al trabajo, no se ha observado en los


relevamientos realizados en los establecimientos penitenciarios.

Se hace menester reiterar lo referido, en otro capítulo del presente informe, respecto de la ingerencia
que los aspectos de seguridad interna tienen en la organización de la actividad laboral y en el otorgamiento
de trabajo a los internos desvirtuándose los postulados de la norma vigente.
Asimismo, otro hecho a mencionar es la falta de una lógica organizacional en los emprendimientos
laborales, en el sentido de contemplar el posible tránsito de internos, acorde a la progresividad del régimen
penitenciario, por los distintos establecimientos y de diseñar las actividades y los aprendizajes de tareas de
manera concordante con este circuito de traslados.

Por ejemplo, un detenido desarrolla en una unidad penitenciaria labores en la huerta y al ser
trasladado a otro establecimiento se le ofrece como única alternativa armar bolsas de papel.

Esta discordancia en la planificación del trabajo, entre los diferentes establecimientos, que suscita
discontinuidad y falta de especialización respecto del desarrollo de un oficio ó actividad laboral es un

83
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

fenómeno observable dentro de un mismo establecimiento. En los nuevos complejos, específicamente, en


los que atento a la progresión del régimen se efectúan traslados a otros módulos que implican una mejora
respecto de las condiciones de vida pero también un retroceso, en tanto, se pierde la actividad laboral que
se venía desarrollando.

Citaremos una situación paradojal, que ya ha sido mencionada en el presente informe, la mecánica
utilizada respecto de los internos incorporados al Régimen de Ejecución Anticipada Voluntaria que por el
sólo acto de solicitar trabajo son evaluados positivamente dado la escasez de oferta laboral.

Este mecanismo intenta enmendar de una manera irregular el déficit que se plantea en los
programas de tratamiento individualizado, abonándose una ética del "como sí" que no se condice con los
principios de la resocialización.

Otro de los recursos utilizados para sortear la carencia en las propuestas de trabajo es la expresión
de laborterapia asignada a tareas, como por ejemplo la fajina, obviándose así el pago de peculio.

Cabe aclarar, que los terapeutas ocupacionales son los encargados de diagramar actividades en
términos de laborterapia que, como la palabra lo indica, alude a un abordaje asistencial mediante la
realización de actividades.

Ello implica un diagnóstico y una planificación de actividades, acorde a la situación particular de


las personas, con un objetivo a lograr.

Se evidencia, claramente, que la asignación de tareas de fajina no pueden encuadrarse en el término


laborterapia.

Hecha esta introducción con relación al trabajo y su finalidad en la cárcel y a los desvíos detectados
respecto de los fundamentos legales, a continuación se puntualizará información referida a:

a) La asignación laboral de los internos condenados y procesados distribuidos


por unidades, al 10 de marzo del 2002.
Una situación a destacar es el incremento de la actividad laboral en el "Instituto Correccional de
Mujeres" (U.3).El aumento de la oferta laboral unido a otros avances han dado como resultado una
modificación favorable respecto de los niveles de tensión y conflicto en el penal.

b) El pago de asignaciones.
El pago se encuentra al día al igual que los aportes previstos en la ley. Se destaca la cobertura por
riesgos de accidentes laborales implementada por el "EnCoPe".

Se mantiene un atraso, que está siendo observado, con relación al pago de los incentivos por
trabajos de terceros.

c) Tareas laborales no remuneradas.


Respecto de este tema, la Procuración se ha pronunciado, mediante recomendaciones, abonando la
posición de que el trabajo voluntario vinculado a labores generales del establecimiento, en tanto se lleve a
cabo como única ocupación, merece ser remunerado.

84
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

d) Porcentaje de internos sin trabajo.


Sobre un total de población de condenados que, al mes de marzo del 2002, ascendía a 3.336
internos; se encontraban afectados a actividades laborales 1.568 internos, resultando un 53% de internos
desocupados.

En igual período del año anterior la cantidad de internos condenados afectados al trabajo ascendió a
1.473 sobre un total de 3.110 internos condenados. El porcentaje resultante de internos desocupados fue
del 52,64%.

Estos guarismos reflejan la insuficiencia de la oferta laboral, situación preocupante en tanto el


trabajo representa uno de los pilares de los objetivos planteados para la resocialización.

En el período 2001-2002 se efectuaron liquidaciones a 2.085 internos, incluidas todas las


situaciones legales, que implicaron un total de 220.897 horas lo que resultaría un promedio cercano a 176
horas por interno liquidado.

e) Falta de trabajo económicamente productivo.


No se ha constatado ningún cambio favorable respecto del trabajo productivo con relación a igual
período del año anterior. Denotándose cierto agravamiento de las condiciones en algunos establecimientos
penitenciarios por la falta de insumos.

Si bien, la Ley 24.660, en su artículo 108 determina que "... no se organizará exclusivamente en
función del rendimiento económico individual ó del conjunto de la actividad, sino que tendrá como
finalidad primordial la generación de hábitos laborales, la capacitación y la creatividad", se considera
importante desde este Organismo la concreción de actividades económicamente rentables a los fines de
poder cumplimentar plenamente lo establecido en el artículo 119: "Las utilidades materiales percibidas por
la administración penitenciaria se emplearán exclusivamente en obras y servicios relacionados con el
tratamiento de los internos."

Esta reconversión de la renta obtenida en aras del tratamiento de los detenidos resulta
incuestionable y merece se concentren todos los esfuerzos y la imaginación para promover el trabajo
productivo desde el punto de vista económico.

f) Nuevos temas de análisis.


Dentro de este universo se está evaluando la equiparación de la remuneración del interno procesado
a la del interno condenado.

Respecto del interno condenado se analiza la posibilidad de que su salario sea igual al 100% del
Salario Mínimo Vital y Móvil.

Otro tema es la reglamentación del Capítulo VII –Trabajo- de la Ley 24.660.

Asimismo, la determinación de mecanismos administrativos que permitan el pago de retroactivos en


el circuito de liquidación de la remuneración del interno, es un aspecto de preocupación y ocupación de
esta Procuración.

85
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Se han recibido numerosos reclamos de parte de los internos por la falta de pago en tiempo y forma
de los períodos iniciales de la actividad laboral, el Servicio Penitenciario Federal saldó estas deudas
mediante el pago "en cómodas cuotas mensuales".

Es de interés de este Organismo que se dispongan de las medidas necesarias para permitir saldar lo
adeudado en un solo pago retroactivo, una vez solucionado el inconveniente que impedía la normal
liquidación.

Otra cuestión, lograr establecer la emergencia económica del Fondo de Reserva de los internos
condenados.

Las circunstancias económicas vigentes desde fines del 2001 hacen de estricta justicia que el interno
pueda, según su criterio, disponer anticipadamente del fondo de reserva; y asimismo, que el Poder
Ejecutivo de cumplimiento a la primera parte del segundo párrafo del artículo 128 de la Ley 24.660 "....los
reglamentos establecerán en casos debidamente justificados y con intervención judicial, la disposición
anticipada del fondo de reserva...."

Conclusiones:
Si bien, cierta mecánica que hace a transparentar los circuitos de liquidación del peculio y de
sistematización de la información se han mejorado, cabe mencionar, que la organización y la asignación
del trabajo como uno de los pilares del tratamiento no responde a la concepción establecida por la
normativa vigente.

Como se ha planteado en la introducción del presente informe de trabajo, la concepción a la que


aludimos es la del trabajo pensado desde la óptica de la labor criminológica y no como una actividad
trazada desde la perspectiva de mantener a la gente ocupada en la que se priorizan como condicionantes
las cuestiones de la seguridad interna y se posibilita enunciar "la cárcel está tranquila".

Resulta necesario revisar el diseño de las actividades laborales para sostener criterios de articulación
entre los diversos establecimientos.

Asimismo, estos criterios que deberían considerar aspectos previsibles de la progresividad del
régimen deben ceñirse al concepto de trabajo como uno de los objetivos del tratamiento.

Educación
Introducción
Cuando se piensa en los componentes fundamentales que deben formar una institución estatal
"cerrada", en la que se prevé alojar un grupo de ciudadanos para lograr allí su reinserción social (más allá
de la paradoja que esto implica), uno de ellos es, sin duda, la educación. El término educación abarca en
este caso a la educación propiamente dicha como a la instrucción, la formación profesional, las actividades
físicas y las culturales.

La problemática acerca de la educación, que se pone en juego en un Estado republicano y


democrático, se relaciona con el nivel de intervención permitida al Estado en sus ciudadanos.

86
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

El catedrático español Borja Mapelli Caffarena ubica, a partir de la cuestión previamente planteada,
dos posiciones acerca de la forma en que debe ser encarada la educación de los internos, en el sentido de
la orientación que deberían tener los programas educativos. La duda se cierne en si los programas "han de
ser estrictamente escolares o, por el contrario,… son parte de la actividad terapéutica y tienen como meta
la compensación en el déficit de socialización." (Principios Fundamentales del Sistema Penitenciario
Español, ed. Bosch, Barcelona, 1983, págs. 234/239).
A favor de la primera postura toma en cuenta la neutralidad ideológica en el contenido de la
enseñanza, el que se trate de alumnos adultos y la diferenciación entre tratamiento y educación. Por otro
lado, y respecto de la segunda postura, las doctrinas tanto pedagógica como penitenciaria estarían de
acuerdo en que la enseñanza dentro de un establecimiento debe proyectarse, para ser eficaz, de una manera
más completa y a la vez compleja.

Es decir que no bastaría que a los internos se les brindara un contenido neutro de conocimientos
sino que debería intentarse que estos internalicen mediante la educación valores éticos compartidos por la
comunidad, o bien darlos a conocer sin que el programa de estudios ni el profesor se coloquen en una
posición imparcial. Desde esta postura se estima que "el tiempo educativo abarca la totalidad de la
persona en-vias-de-creación" (op.cit. pág. 235), no pudiendo limitarse el proceso educativo ni
geográficamente (a la escuela) ni temporalmente (a la minoría de edad).

Para el Dr. Mapelli Caffarena la respuesta se encuentra en una perfecta combinación entre ambas
posturas. Con ello se debería evitar la confusión entre tratamiento y educación que podría dar origen
a la conculcación del respeto a la dignidad de la persona. En este aspecto y para solucionar posibles
vulneraciones los Dres. Javier Buján y Víctor Ferrando opinan que "…la educación carcelaria sólo puede
tener éxito escindida de las funciones de la prisión, sin relación con ningún programa de socialización y
preferentemente cuando no es dirigida o controlada por la institución penitenciaria" (La Cárcel
Argentina. Una perspectiva crítica, ed. AD-HOC, Buenos Aires, 1998, págs. 94/95). Evidentemente la
posición de los Dres. Buján y Ferrando al indicar que la educación carcelaria no debe tener relación con
programa alguno de socialización, está haciendo referencia a programas apoyados en la resocialización,
puesto que toda enseñanza, aún la más aséptica, comprende una socialización, mas no del tenor de un
programa de resocialización.

Entendemos que la educación permite a los internos elevar el grado de conocimiento, lo que a su
vez posibilita que los mismos puedan tener acceso en el medio libre a otros niveles de contacto social,
eventualmente más provechosos para ellos.

Este el primer elemento que debe tenerse en cuenta en la instrucción de los internos, vale decir, su
formación profesional y cultural. Por lo demás, y en relación con la valoración sumamente positiva que
este Organismo tiene respecto de la educación, nos remitimos en un todo a las opiniones efectuadas en el
Informe Anual correspondiente al período 2000/2001 (Capítulo IV Áreas específicas de intervención
penitenciaria, punto C) Área Educación, págs. 134/140).

No debe olvidarse que los programas de tratamiento son optativos para los internos, con lo cual
cuando uno de ellos decide no efectuar un programa de tratamiento no puede impedírsele poseer un
espacio dentro del establecimiento penitenciario donde adquirir conocimientos útiles para su formación
como persona.

Lo que sí es indispensable es que exista una decisión metodológica acerca de la forma en que se
encarará la enseñanza y en ella deben influir el responsable de la División Educación dependiente de la
Dirección General de Régimen Correccional, los jefes de la Sección Educación de cada establecimiento
penitenciario (éstos en forma exclusiva cuando se trata de un interno que ha optado por no efectuar el

87
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

tratamiento interdisciplinario individualizado), el Instituto de Criminología y los Servicios Criminológicos


de los establecimientos (éstos dos últimos particularmente cuando el interno encara voluntariamente un
programa de tratamiento).

Todas estas dependencias del Servicio Penitenciario Federal deben tener también una vinculación
constante con el Ministerio de Educación de la Nación y con las áreas educativas de las administraciones
públicas nacional y provinciales, para con ello brindar la enseñanza a través de programas avanzados,
acordes con las características de la población a las que se le impartirá dicha enseñanza, y a la vez les
permitirá hacerse de recursos materiales y humanos indispensables para abarcar una amplia formación
cultural. Esta vinculación podrá resultar más certera y efectiva si es coordinada por un órgano político
dentro del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, específicamente la Subsecretaría de
Política Criminal y Asuntos Penitenciarios, quién se halla en condiciones estratégicamente inmejorables
para guiar una política educativa dentro del ámbito carcelario.
Por nuestra parte entendemos que todo programa educativo que dispongan realizar en un
establecimiento penitenciario, además de dotar al interno de conocimientos objetivos, debe estar
orientado a influir en su subjetividad pero no desde cualquier perspectiva. Creemos que hay un
presupuesto mínimo de formación que se le debe entregar a los internos y que ese mínimo debe
centrarse en la transmisión de pautas y valores ligados con los derechos humanos.

Esa base a la que hacemos referencia se puede extraer de las ideas del pensador francés Edgar
Morin quien formula una guía o compendio de enseñanza para la educación del futuro (Los siete saberes
necesarios para la educación del futuro, elaborado para la UNESCO por EDGAR MORIN como
contribución a la reflexión internacional sobre cómo educar para un futuro sostenible, ed. Nueva Visión,
Buenos Aires, 2001). De este filósofo tomamos como presupuestos educativos ineludibles, tres de sus siete
saberes; ellos son: enseñar la condición humana, enseñar la comprensión y la ética del género
humano.

La primera de ellas se dirige a que la unidad compleja de la naturaleza humana (que se puede
descomponer en los aspectos físico, biológico, psíquico, cultural, social e histórico), que está
completamente desintegrada en la educación, a través de las distintas disciplinas (especialmente dispersos
en las ciencias de la naturaleza, en las ciencias humanas, la literatura y la filosofía), sea restaurada en la
búsqueda por aprender qué significa ser humano, a fin de que cada individuo tome conciencia y
conocimiento al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a todos los demás
humanos.

La enseñanza debe estar además estar dirigida directamente a la comprensión que "… es, al mismo
tiempo, medio y fin de la comunicación humana" (op. cit. pág. 17). El propósito de enseñar la
comprensión mutua entre humanos, resulta vital para que "…las relaciones humanas salgan de su estado
bárbaro de incomprensión" (op. cit. pág. 17). Estudiando la comprensión se intenta desentrañar la
incomprensión desde las raíces, analizando con esto sus modalidades y sus efectos, lo que permitiría dar
cuenta, en algún sentido, no de los síntomas "…sino de las causas de los racismos, las xenofobias y los
desprecios. Constituiría, al mismo tiempo, una de las bases más seguras para la educación por la paz, a
la cual estamos ligados por esencia y vocación" (op. cit. pag. 18).

Por último, la ética del género humano, lleva al ser humano a asumir su situación "antropoética" en
tanto portador del carácter ternario de la condición humana que comprende: el individuo, la sociedad y la
especie. "En este sentido, la ética individuo/especie necesita un control mutuo de la sociedad por el
individuo y del individuo por la sociedad, es decir, la democracia… la ética no se podría enseñar con
lecciones de moral. Ella debe formarse en las mentes a partir de la conciencia de que el humano es al
mismo tiempo individuo, parte de una sociedad, parte de una especie. Llevamos en cada uno de nosotros

88
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

esta triple realidad. De igual manera, todo desarrollo verdaderamente humano debe comprender el
desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y la conciencia
de pertenecer a la especie humana." (op. cit. pág. 18).

Nótese que los presupuestos mínimos en la formación de los internos a los que hacemos referencia
requieren de la posición en pie de igualdad del educador y el educando. Que ambos se interpelen
dialécticamente es, para nosotros, requisito necesario en el proceso de enseñanza. Desde allí la
intervención en la subjetividad del individuo privado de su libertad no es intrusiva y deformante sino que
apela a fomentar la creación en él de su espacio de singularidad, algo a lo que Lyotard, denominaría "no
man´s land" (Jean François Lyotard, Moralidades Posmodernas, Línea General, ed. Tecnos, Madrid, 1996)
y de su condición de miembro de una comunidad.

1. Normativa en la materia
La educación en general y, aquella que se imparte dentro de los establecimientos penitenciarios, en
términos de subespecie, se encuentra reglada por una cantidad importante de instrumentos internacionales
a los que se suman en el ámbito local, las Leyes 24.195 y 24.660.

Analizaremos brevemente esta serie de instrumentos y ambas leyes, insertando textualmente


algunos de sus artículos, lo que servirá, a nuestro entender, para luego verificar si se cumple o no con la
normativa prevista para la educación en el ámbito penitenciario.

Es decir que, tal como se hiciera en el análisis del tratamiento interdisciplinario individualizado, en
la sección específica de este informe, expresaremos, la evaluación de este Organismo respecto al régimen
educativo instalado en los establecimientos penitenciarios. Para ello expondremos el sistema de manera
estática en su "deber ser" para luego mostrar la realidad que pudimos apreciar.

a) Normativa Internacional sobre educación en general.


Entre los instrumentos que regulan la educación, son de destacar la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y el Pacto
Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, todos revestidos de jerarquía
constitucional a partir de lo reglado por el artículo 75 inciso 22 de la Carta Magna.

Estos instrumentos sostienen el derecho a la educación, y que el objeto de la misma "es el pleno
desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones
y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones
Unidas para el mantenimiento de la paz." (art. 26 DUDH) .

También se sostiene que "toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural
de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él
resulten." (art.27 inc.1 DUDH).

La Declaración Americana de los Derechos y deberes del Hombre, sostiene, por su parte, en el
artículo XII que "Toda persona tiene derecho a la educación, la que debe estar inspirada en los
principios de libertad, moralidad y solidaridad humanas. Asimismo tiene el derecho de que, mediante esa
educación, se le capacite para lograr una digna subsistencia, en mejoramiento del nivel de vida y para
ser útil a la sociedad. El derecho de educación comprende el de igualdad de oportunidades en todos los
casos, de acuerdo con las dotes naturales, los méritos y el deseo de aprovechar los recursos que puedan

89
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

proporcionar la comunidad y el Estado. Toda persona tiene derecho a recibir gratuitamente la educación
primaria, por lo menos."

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en su artículo 13, agrega en


la orientación que debe tener la educación el pleno desarrollo del sentido de dignidad de la persona
humana y que debe fortalecer el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Asimismo, se convino que "la educación debe capacitar a todas las personas para participar
efectivamente en una sociedad libre, favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las
naciones y entre todos los grupos raciales, étnicos o religiosos, y promover las actividades de las
Naciones Unidas en pro del mantenimiento de la paz."

Para lograr estos objetivos los Estados Partes reconocieron que la enseñanza primaria debía ser
obligatoria y gratuita, mientras que la enseñanza secundaria debía ser generalizada y hacerse accesible a
todos "por cuantos medios sean apropiados, y en particular por la implantación progresiva de la
enseñanza gratuita".

Respecto del artículo 13 del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, donde se establece justamente el derecho a la educación, el Comité creado a partir del Pacto
realizó observaciones generales en el 21º período de sesiones (08/12/99. E/C.12/1999/10) para la
aplicación del mismo.

Se destacan, para ser luego relacionados en este informe, lo expuesto en el punto 1 en cuanto a que
"La educación es un derecho humano intrínseco y un medio indispensable de realizar otros derechos
humanos. Como derecho del ámbito de la autonomía de la persona, la educación es el principal medio
que permite a adultos y menores marginados económica y socialmente salir de la pobreza y participar
plenamente en sus comunidades. La educación desempeña un papel decisivo en… la promoción de los
derechos humanos y la democracia…Está cada vez más aceptada la idea de que la educación es una de
las mejores inversiones financieras que los Estados pueden hacer, pero su importancia no es únicamente
práctica pues disponer de una mente instruida, inteligente y activa, con libertad y amplitud de
pensamiento, es uno de los placeres y recompensas de la existencia humana."

En el punto 6. El Comité indica que la educación debe tener las siguientes cuatro características
interrelaccionadas: "a) Disponibilidad. Debe haber instituciones y programas de enseñanza en cantidad
suficiente en el ámbito del Estado Parte. Las condiciones para que funcionen dependen de numerosos
factores, entre otros, el contexto de desarrollo en el que actúan; por ejemplo, las instituciones y los
programas probablemente necesiten edificios…docentes calificados con salarios competitivos, materiales
de enseñanza, etc.; algunos necesitarán además bibliotecas, servicios de informática, tecnología de la
información, etc. b) Accesibilidad. Las instituciones y los programas de enseñanza han de ser accesibles a
todos, sin discriminación, en el ámbito del Estado Parte. La accesibilidad consta de tres dimensiones que
coinciden parcialmente: i) No discriminación. La educación debe ser accesible a todos, especialmente a
los grupos mas vulnerables de hecho y de derecho…ii) Accesibilidad material…iii) Accesibilidad
económica. La educación ha de estar al alcance de todos…c) Aceptabilidad. La forma y el fondo de la
educación, comprendidos los programas de estudio y los métodos pedagógicos, han de ser aceptables
(por ejemplo, pertinentes, adecuados culturalmente y de buena calidad) para los estudiantes…d)
Adaptabilidad. La educación ha de tener la flexibilidad necesaria para adaptarse a las necesidades de
sociedades y comunidades en transformación y responder a las necesidades de los alumnos en contextos
culturales y sociales variados" .

Vale también volcar lo que el Comité refirió respecto de los planes de estudio: " 49. Los Estados
Partes han de velar por que los planes de estudio, en todos los niveles del sistema educativo, estén

90
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

orientados a los objetivos definidos en el párrafo 1 del artículo 13. Asimismo, tienen la obligación de
establecer y mantener un sistema transparente y eficaz para comprobar si la educación se orienta o no
realmente a los objetivos educativos que se exponen en el párrafo 1 del artículo 13".

b) Normativa internacional sobre educación en el ámbito penitenciario.


El espacio destinado a la educación en materia específica penitenciaria, y siempre en el ámbito
internacional, también es relevante.

Estos instrumentos han venido a establecer las normas específicas que deben ser seguidas en el
espacio penitenciario, más son obviamente derivadas de las normas internacionales de mayor rango, las
cuales deben ser utilizadas en cualquier interpretación sistemática que se quiera hacer de la educación en
las cárceles.

Corresponde mencionar primero, por orden cronológico, a las Reglas Mínimas para el Tratamiento
de los Reclusos (proclamada por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito
y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra, Suiza. Fecha de adopción: 30 de agosto de 1955).
Estas establecen en las reglas 77 y 78, englobadas bajo el título "Instrucción y recreo" que deben tomarse
todas las disposiciones para mejorar "la instrucción de todos los reclusos capaces de aprovecharla" y que
la instrucción debe coordinarse con el sistema de instrucción pública para que una vez puesto en libertad
pueda continuar con su preparación sin dificultad. A ello se agrega que para el bienestar físico y mental de
los reclusos se deberán organizar actividades recreativas y culturales en todos los establecimientos.

Por último, en cuanto a las Reglas Mínimas, se destaca la regla número 40 que enuncia que cada
establecimiento debe tener una biblioteca para el uso de todas las categorías de reclusos, "suficientemente
provista de libros instructivos y recreativos", debiendo instarse a los reclusos a que se sirvan de la
biblioteca lo más posible.

Además de las Reglas Mínimas, se ha enunciado el Conjunto de Principios para la protección de


todas las personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión (adoptado por la Asamblea General
en su resolución 43/173, de 9 de diciembre de 1988), el cuál establece en su principio 28 que "La persona
detenida o presa tendrá derecho a obtener, dentro de los límites de los recursos disponibles si se trata de
fuentes públicas, cantidades razonables de materiales educacionales, culturales y de información, con
sujeción a condiciones razonables que garanticen la seguridad y el orden en el lugar de detención o
prisión.".

Se incluyen a la lista de instrumentos internacionales en la materia los Principios Básicos para el


Tratamiento de los Reclusos (Proclamados por la Asamblea General en su resolución 45/111. Fecha de
adopción: 14 de diciembre de 1990).

De estos se pueden extraer como relevantes los principios 5 y 6. El primero de ellos enuncia que
"Con excepción de las limitaciones que sean evidentemente necesarias por el hecho del encarcelamiento,
todos los reclusos seguirán gozando de los derechos humanos y las libertades fundamentales consagrados
en la Declaración Universal de Derechos Humanos y, cuando el Estado de que se trate sea parte, en el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo, así como de los demás derechos estipulados en otros
instrumentos de las Naciones Unidas", mientras que el segundo indica textualmente que "6. Todos los
reclusos tendrán derecho a participar en actividades culturales y educativas encaminadas a desarrollar
plenamente la personalidad humana".

91
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

c) Normativa Local.
Como se señalara precedentemente, dentro del ámbito interno hay dos leyes que se deben tener en
cuenta particularmente. Una de ellas es la Ley Federal de Educación, Ley 24.195, y la otra es, claro está,
la Ley 24.660 de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad.

La primera de las leyes indicadas cuando trata la educación para adultos establece que entre los
objetivos de la educación de adultos se encuentra el "brindar la posibilidad de acceder a servicios
educativos en los distintos niveles del sistema a las personas que se encuentren privadas de libertad en
establecimientos carcelarios, servicios que serán supervisados por las autoridades educativas
correspondientes." (artículo 30 inc. c).

Por otra parte, la Ley Federal de Educación, como norma específica en materia educativa regula el
ejercicio de enseñar y aprender en todo el territorio argentino determinando los objetivos de la educación
"en tanto bien social y responsabilidad común" (art.1) e instaurando en su artículo 5 el deber del Estado
Nacional de fijar los lineamientos de la política educativa respetando ciertos derechos, principios y
criterios entre los que destacamos: "…c) La consolidación de la Democracia en su forma Representativa,
Republicana y Federal…e) La libertad de enseñar y aprender…f) La concreción de una efectiva igualdad
de oportunidades y posibilidades para todos los habitantes y el rechazo a todo tipo de discriminación, g)
La equidad, a través de la justa distribución de los servicios educacionales a fin de lograr la mejor
calidad posible y resultados equivalentes a partir de la heterogeneidad de la población, h) La cobertura
asistencial y, la elaboración de programas especiales para posibilitar el acceso, permanencia y egreso de
todos los habitantes al sistema educativo propuesto por la presente ley, i) La educación concebida como
proceso permanente, j) La valorización del trabajo, como realización del hombre y la sociedad y como eje
vertebrador del proceso social y educativo… ll) El fomento de las actividades físicas y deportivas, para
posibilitar el desarrollo armónico e integral de las personas… n) La superación de todo estereotipo
discriminatorio en los materiales didácticos, ñ) La erradicación del analfabetismo, mediante la educación
de los jóvenes y adultos que no hubieran completado la escolaridad obligatoria…r) El establecimiento de
las condiciones que, posibiliten el aprendizaje de conductas de convivencia social, pluralista y
participativa, s) La participación de la familia, la comunidad, las asociaciones docentes legalmente
reconocidas y las organizaciones sociales… u) El derecho de los alumnos a que se respete su integridad,
dignidad, libertad de conciencia, de expresión y a recibir orientación."
Este es un completo cuadro de los presupuestos mínimos educativos que fija el Estado argentino
como política en materia de educación que deben ser recogidos en el ámbito penitenciario.

Por otra parte el sistema educativo nacional es el instrumento diseñado por el legislador como
herramienta para posibilitar "…la formación integral y permanente del hombre y la mujer, con vocación
Nacional…", con el fin de que aquellos "…se realicen como personas en las dimensiones cultural, social,
estética, ética y religiosa, acorde con sus capacidades, guiados por los valores de vida, libertad, bien,
verdad, paz, solidaridad, tolerancia, igualdad y justicia. Capaces de elaborar, por decisión existencial, su
propio proyecto de vida. Ciudadanos responsables, protagonistas críticos, creadores y transformadores
de la Sociedad, a través del amor, el conocimiento y el trabajo. Defensores de las Instituciones
Democráticas y del medio ambiente" (artículo 6).

Corresponde también señalar, respecto de la Ley 24.195 que dispone el aseguramiento mediante el
Sistema Educativo, a todos los habitantes del país, del ejercicio efectivo de su derechos de aprender
"mediante la igualdad de oportunidades y posibilidades, sin discriminación alguna" (art.8)

Por su parte la Ley 24.660 establece en su Capitulo VIII, artículos 133 a 142 las reglas a las que
debe ceñirse el Servicio Penitenciario Federal en materia educativa.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Sintetizándose, se puede indicar que desde el ingreso del interno se asegurará el ejercicio de su
derecho de aprender "adoptándose las medidas necesarias para mantener, fomentar y mejorar su
educación e instrucción" (art.133).

El artículo 134 permite vislumbrar la decisión del legislador respecto de cómo debe ser la enseñanza
en un establecimiento penitenciario, es decir qué tipo de programa educativo debe utilizarse. Allí se aclara
que la enseñanza deberá ser formativa"…procurando que el interno comprenda sus deberes y las normas
que regulan la convivencia en sociedad". Evidentemente la enseñanza no debe ser imparcial y aséptica a
criterio del legislador.

Además, la Ley 24.660 establece de consuno con lo legislado en el plano internacional, que la
enseñanza corresponderá al sistema de educación pública para que el interno, a su egreso pueda continuar
sus estudios sin inconvenientes, que la administración debe fomentar el interés del interno por el estudio,
brindándole la posibilidad de acceder a servicios educativos en los distintos niveles del sistema y que todo
establecimiento debe contar con una biblioteca (artículos 136, 137 y 140, respectivamente).

En lo relativo a las actividades recreativas y culturales los artículos 141 y 142 enuncian que se
organizarán dichas actividades de acuerdo con el tipo de establecimiento y la categoría de los internos
alojados, "utilizando todos los medios compatibles con su régimen", y que el tiempo libre deberá ser
empleado para organizar programas de recreación con propósitos educativos, apropiados a las necesidades
de los internos que se alojen en cada establecimiento.

Vale la aclaración que normas idénticas que las que regulan la educación de los condenados han
sido insertas en los artículos 90 a 96 del Reglamento General de Procesados (Decreto 303/96), evitando
con ello cualquier posibilidad de duda acerca de los derechos de los procesados respecto de la educación.

2. Situación estructural actual del Servicio Penitenciario Federal


en materia educativa.
La información que compone esta parte del informe ha sido extraída en primer lugar de las
inspecciones efectuadas por este Organismo a los establecimientos y de las manifestaciones escritas
realizadas por el Director de la División Educación de la Dirección General de Régimen Correccional ante
nuestro requerimiento. Por último ha sido de indudable ayuda el informe efectuado por a Unidad de
Auditoría Interna del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación encuadrado
dentro del Proyecto Nº 18- Educación del Interno- del Plan Anual de la Unidad de Auditoría Interna
aprobado para el Ejercicio 2001 (Educación del Interno –Informe Nº 1267/01 UAI- MJyDH).

a) Estructura Jerárquica.
Para comprender el funcionamiento del área educativa del Servicio Penitenciario Federal es
provechoso comenzar con una descripción de la forma en que se distribuyen las responsabilidades en este
ámbito dentro de la administración penitenciaria.

En primer lugar corresponde señalar que dentro de la Dirección General de Régimen Correccional
se halla la División Educación, que se organiza de acuerdo con su reglamento provisorio aprobado en
enero de 1961, la que divide a la División en dos planos, uno técnico y otro administrativo. Dentro del
espacio técnico se hallan la Sección Educación Física, la Sección Perfeccionamiento e Investigaciones

93
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Docentes, la Sección Divulgación Educativa y la Sección Biblioteca y Hemeroteca. En cuanto a la parte


administrativa, ésta consta de la Sección Despacho y la Sección Catastro Escolar.

El otro reglamento que regula el trabajo de la División Educación, también es del año 1961, y hace
referencia a las Escuelas Especiales para adultos.

Nos permitimos efectuar una digresión para advertir el prolongado tiempo que llevan vigentes estos
dos reglamentos, que han superado en lo temporal, paradójicamente, a las leyes en las cuales se apoyaban
(Estatuto del Servicio Penitenciario Ley 14.515 y Ley Penitenciaria Nacional –decreto-ley 412/58-). Sin
embargo, vale también aclarar que el Jefe de la División Educación ha elaborado un proyecto para
cambiar el reglamento de organización, el cuál se encuentra en vías de aprobación. No obstante ello no
debe soslayarse la falta de importancia que se le ha dado a esta División Educación por parte del Servicio
Penitenciario Federal y de la Subsecretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios, conclusión
ineludible que se desprende de la duración en el tiempo de normativas anacrónicas.

Retomando la descripción, se hace inevitable destacar que en la División Educación ejercen sus
funciones un total de seis agentes penitenciarios, lo que resulta ser una dotación insuficiente para poder
abarcar la totalidad de las tareas que debería llevar a cabo la División, cuya principal función es coordinar
el trabajo de las secciones de educación que se encuentran en cada uno de los establecimientos
penitenciarios federales.

Justamente estas serían el otro estamento que compone la estructura del sistema educativo
penitenciario. La Sección Educación de cada Unidad es la que realiza la tarea directa con el interno. Ellos
son los encargados de impartir y/o controlar el dictado de cursos de enseñanza obligatoria y secundaria o
polimodal. También está entre sus deberes el generar tareas culturales para que desarrollen los internos,
como asimismo brindarles actividades físicas. Además la Sección controla la biblioteca de la Unidad.

Según surge de la Decisión Administrativa Nº 21, de 23 de febrero de 2001, que fija la planta
permanente del Servicio Penitenciario Federal, la administración penitenciaria debería contar entre los
miembros del escalafón profesional docente un total de 78 oficiales. Dentro de la unidad organizativa
Dirección General de Régimen Correccional debería haber un Alcaide Mayor y un Alcaide, la Dirección
General del Cuerpo Penitenciario contaría con 8 Alcaides, 16 Subalcaides, 21 Adjutores Principales, 14
Adjutores y 14 Subadjutores. Por último, en la división de asignaciones la Dirección de Obra Social
prestarían funciones 3 Subadjutores (ver Boletín Público del Servicio Penitenciario Federal nº 2536, pág.
674).

Por reglamento entonces 78 oficiales ejercerían sus labores en el área educativa. A ellos se agregan
los suboficiales profesionales respecto de los cuales la Decisión Administrativa no efectúa una
discriminación, razón por la cual no puede distinguirse a ciencia cierta cuántos profesionales deberían
desempeñar sus labores en la Sección Educación. El Anexo III a, indica que un total de 132 agentes (para
Dirección General del Cuerpo Penitenciario) deben distribuirse entre los distintos sectores profesionales
que trabajan en las Unidades (Sanidad, Jurídico, Criminología, Servicio Social, Docente, Clero, Trabajo,
Construcciones).

Así pues, el número de profesionales oficiales mencionado y una parte de los profesionales
suboficiales del total de 132 se desempeñan en los establecimientos penitenciarios impartiendo enseñanza
obligatoria, realizando talleres educativos, organizando actividades físicas y cumpliendo en definitiva
todas las tareas asignadas a la sección.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Por último, es necesario aclarar que para la educación de los internos se han suscripto una serie de
convenios, especialmente con los estados provinciales que han permitido paliar, medianamente, la falta de
personal de la administración penitenciaria.

b) Descripción de la Sección Educación de cada establecimiento penitenciario.


Corresponde ahora indicar cómo está compuesta la Sección Educación de cada Unidad y mencionar
las actividades que realizaría.

Para ello, recordamos que además de las distintas inspecciones realizadas "in situ" por personal de
la Procuración Penitenciaria, utilizamos los datos que surgen del Informe Nº 1267/01 de la Unidad de
Auditoría Interna y de la información recogida a partir de la nota 136/2002 de la División Educación de la
Dirección General de Régimen Correccional a pedido de este Organismo. El informe de la Unidad de
Auditoria Interna recoge datos al 30 de junio de 2001, mientras que lo indicado por la División Educación
contiene detalle de marzo de 2002.

• Complejo Penitenciario Federal I -Ezeiza-

Trabajan 6 oficiales (2 de ellos maestros de grado y 4 profesores de educación física) y 10


suboficiales (6 maestros de grado, 3 profesores de educación física 1 profesora de música).

En virtud del Convenio suscripto con la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos
Aires, se desempeñan en el establecimiento 25 docentes no penitenciarios, 20 de ellos maestros de grado y
los 5 restantes profesores de talleres.

Plan de enseñanza: De acuerdo con el plan establecido por la Ley Federal de Educación.

Enseñanza media: A partir del convenio precedentemente señalado se crearía un Centro Educativo
de Nivel Secundario para Adultos (CENS). Con el mismo se pretende abarcar la totalidad de la enseñanza
de nivel medio. Tomando como punto neurálgico el CENS se impartirían clases en el Complejo y su zona
de influencia [Instituto Correccional de Mujeres (U.3), Instituto Correccional Abierto de Ezeiza (U.19) y
Centro Federal de Detención de Mujeres "Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás" (U.31)]. Al
momento de realizarse el presente informe el Centro no se encontraba en funcionamiento por falta de
profesores.

Enseñanza universitaria: En cuanto a la enseñanza universitaria, los internos tendrían la


posibilidad de ser trasladados para rendir de manera libre los exámenes de las distintas carreras que se
cursan en el Centro Universitario de Devoto. Sin embargo, en la práctica al no recibir material de estudio,
ni tener contacto directo con docentes de la Universidad, lo cierto es que el sistema es impracticable.
También influye para tornar imposible la práctica educativa universitaria en los internos aquí alojados la
falta de recursos materiales alegada por la División Seguridad y Traslados del Servicio Penitenciario
Federal en más de una ocasión a requerimientos judiciales de traslado de internos. Por supuesto que si la
División no puede cumplir con un requerimiento judicial, no es difícil imaginar que actitud toman ante un
pedido de un interno para rendir un examen.

Cursos de Enseñanza Técnica- Formación Profesional y Extensión Cultural: Cloaquista,


calderista, guitarra, plástica, indumentaria, suspensión y dirección del automotor, técnicas bibliotecarias,
reparación de PC.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Según la información de la División Educación de la Dirección General de Régimen Correccional,


en el mes de marzo de 2002 se hallaban alojados en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza un total
de 1122 internos (943 procesados y 179 condenados).

De estos, 16 eran analfabetos y estudiaban en el nivel inicial (7 de ellos eran jóvenes adultos).
Además en el los tres niveles de educación general básica estudian un total de 346 internos (42 en el nivel
EGB 1, 89 en el EGB 2 y 215 en el EGB 3). En definitiva estudian el primer ciclo 320 procesados y 42
condenados.

Así del total de procesados el 33,9% cursarían el ciclo de enseñanza obligatorio. Respecto de los
condenados, los que estarían cursando dicho nivel serían el 23,46%.

En cuanto a los asistentes a talleres y cursos de capacitación según el informe de la Unidad de


Auditoría Interna que cuenta con los datos de la población alojada al 30 de junio de 2001, sobre un total
de 1200 internos alojados 68 acudían a cursos de capacitación lo que hace una cifra de 5,67% de la
población.

Educación física: En lo relacionado con las actividades físicas, por cada profesor de educación
física hay 160 internos, aunque el número de internos se ha elevado sin modificarse la cantidad de
profesor de educación física (al 2 de abril de 2002 había alojados 1543 internos lo que daría un total de
220 internos por profesor).

• Complejo Penitenciario Federal II -Marcos Paz-

Trabajan 3 oficiales (2 de ellos maestros de grado y 1 profesor de educación física) y 5 suboficiales


(3 maestros de grado y 2 profesores de educación física)

Producto del convenio con la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires,
colaboran con la Administración Penitenciaria 15 docentes no penitenciarios, maestros de grado.

Plan de enseñanza: De acuerdo con el plan establecido por la Ley Federal de Educación.

Enseñanza media: A partir del convenio precedentemente señalado se crearía un Centro Educativo
de Nivel Secundario para Adultos (CENS). Con el mismo se pretende abarcar la totalidad de la enseñanza
de nivel medio. Tomando como base el CENS se impartirían clases en el Complejo y su zona de
influencia [Complejo Federal para Jóvenes Adultos (U.24, U.26 y Centro Federal Malvinas Argentinas)].
A la fecha de la realización del presente informe, el Centro no estaba en funcionamiento por falta de
profesores.

Enseñanza universitaria: Respecto de la educación universitaria ocurre lo mismo que fuera


relatado al referirnos al Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza. Sin embargo, aquí además se agrega
otro problema que por su especificidad será desarrollado aparte, pero que brevemente aquí se anticipa. Al
Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz fueron trasladados los internos que estaban estudiando
en el CINAP (Centro de Informática Aplicada, un centro universitario de la Universidad de Buenos Aires
que fue cerrado al ser desactivada la Unidad 16), los cuales fueron literalmente abandonados por la
Universidad y por el Subsecretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios.

Cursos de Enseñanza Técnica- Formación Profesional y Extensión Cultural: Taller de artes


plásticas y taller literario dictado por personal docente de la sección y taller de huerta que dicta el INTA.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

La División Educación de la Dirección General de Régimen Correccional, señaló que en el mes de


marzo de 2002 se hallaban alojados en el Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz un total de
1455 internos (1119 procesados y 336 condenados).
De estos, ninguno era analfabeto. Por otra parte en el los tres niveles de educación general básica
estudian un total de 463 internos (90 en el nivel EGB 1, 158 en el EGB 2 y 215 en el EGB 3). Del total de
463 internos estudiantes, 304 son procesados y 159 condenados.

Así, del total de procesados que hay en el Complejo Penitenciario Federal II -Marcos Paz- el
27,16% cursarían el ciclo de enseñanza obligatorio. Respecto de los condenados, los que estarían cursando
dicho nivel serían el 47,32%.

En lo relativo a los asistentes a talleres y cursos de capacitación según el informe de la Unidad de


Auditoría Interna que cuenta con los datos de la población alojada al 30 de junio de 2001, sobre un total
de 920 internos alojados no había ninguno haciendo cursos de capacitación.

Educación física: Respecto de la educación física de los internos, teniendo en cuenta la


información enviada por la división educación, habría un profesor de educación física por cada 485
internos a marzo de 2002, mientras que al 2 de abril de 2002 había alojados 1440 internos, lo que daría un
total de 480 internos por profesor.

• Instituto de Detención de la Capital Federal (U.2)

Trabajan 8 oficiales (5 maestros de grado y 3 profesores de educación física). La particularidad de


este establecimiento es el Centro Universitario de Devoto donde ejercen funciones 1 oficial (profesor de
educación física) y 2 suboficiales (1 profesor de matemática y 1 profesor de educación física).

A ellos se agregan 13 profesores de nivel medio dependientes del Colegio 13, Tomás Espora, que se
desempeñan allí por convenio.

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación

Enseñanza media: Bachillerato Libre para Adultos dividido en tres niveles (A, B y C), con clases
de apoyo de profesores.

Enseñanza universitaria: Como se señalara precedentemente por convenio con la Universidad de


Buenos Aires, se dictan clases presenciales en el Centro Universitario de Devoto, que se trata de un
espacio Universitario, con autodisciplina y autogestión. Las carreras que se imparten son: abogacía,
licenciatura en economía, contador público nacional, licenciatura en administración, licenciatura en
psicología, licenciatura en sociología. Asimismo se dictan clases de Ciclo Básico Común introductorio a
las carreras previamente mencionadas.

Cursos de Enseñanza Técnica- Formación Profesional y Extensión Cultural: Se dictan cursos


de computación, idioma, música, dibujo y de rehabilitación física.

Teniendo en cuenta la información de la División Educación de la Dirección General de Régimen


Correccional, en el mes de marzo de 2002 se hallaban alojados en Instituto de Detención de la Capital
Federal (U.2) un total de 1689 internos (1175 procesados y 514 condenados).

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

De estos, 5 eran analfabetos y estudiaban en el nivel inicial (4 procesados y 1 condenado). Además,


recibían enseñanza primaria 166 internos (144 procesados y 22 condenados). Por otra parte en el nivel
secundario recibían clases 75 internos (51 procesados y 24 condenados). Por último en lo relacionado con
la enseñanza universitaria cursaban estudios un total de 202 internos (127 procesados y 75 condenados).

De lo expuesto se desprende que del total de alojados en el Instituto de Detención de la Capital


Federal (U.2) estudian 448 internos, discriminándose en 326 procesados y 122 condenados.

Así del total de procesados el 27,74% cursarían estudios y entre los condenados lo harían el
23,73%.

Es importante señalar que según lo manifestado por la División Educación hay un total de 40
internos en condiciones de estudiar el nivel primario que no lo hacen por falta de espacio físico e
infraestructura. En cuanto al nivel medio 23 internos están en condiciones de estudiar pero se hallan en
lista de espera por falta de espacio áulico y superposición horaria.

En cuanto a los asistentes a talleres y cursos de capacitación según el informe de la Unidad de


Auditoría Interna que cuenta con los datos de la población alojada al 30 de junio de 2001, sobre un total
de 1941 internos alojados 128 acudían a cursos de capacitación lo que hace un total de 6,59% de la
población.

Educación física: En cuanto a las actividades físicas, por cada profesor de educación física hay
338 internos, aunque el número de internos se ha elevado sin modificarse la cantidad de profesores de
educación física (al 2 de abril de 2002 había alojados 1743 internos lo que daría un total de 349 internos
por profesor). Estos datos señalarían la cantidad total de internos por cada profesor de educación física si
sumamos a los 3 profesores previstos para toda la Unidad los 2 que trabajan en el Centro Universitario de
Devoto.

• Instituto Correccional de Mujeres (U.3)

Trabajan 2 oficiales (ambos maestros de grados) y 7 suboficiales (3 maestros de grado, 1 profesor


de contabilidad y 3 profesores de educación física). En el Centro de Rehabilitación para
Drogadependientes de la Unidad trabaja además 1 suboficial, instructor de educación física.

Dado el convenio con la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires,


desarrollan sus tareas 4 docentes no penitenciarios, todos ellos maestros de grado. A estos se agregan 10
profesores de taller que dependen del Centro de Formación Profesional Nº 401. Por otra parte, también
colaboran por convenio en el C.R.D. 1 maestro de grado y 4 profesores de taller, todos ellos dependientes
de la Dirección General de Escuelas provincial.

Plan de enseñanza: De acuerdo con el plan establecido por la Ley Federal de Educación.

Enseñanza media: Ver informe del Complejo Penitenciario Federal I -Ezeiza-.

Enseñanza universitaria: Dentro del establecimiento se cursa el Ciclo Básico Común de la


Universidad de Buenos Aires y materias de la carrera de sociología también de la Universidad de Buenos
Aires.

Cursos de Enseñanza Técnica- Formación Profesional y Extensión Cultural: Cursos de tejedor


de prendas a medida, remallador, revisor y terminador de prendas de punto, tarjetería, devanador y tejido

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

de prendas simples, patronista y confeccionista de ropa de bebe, reparador de muebles, cosedor a mano y a
máquina, costurera de prendas de damas, armador de prendas a mano, peluquería, cerámica básica,
cartonería, maestro pizzero y rotisero, panadería, operador de PC nivel I y II, diseño gráfico de sistemas
informáticos, administración de microempresas, capacitación en ventas, cocinero, práctico apicultor,
práctico en huerta, muebles artesanales y objetos decorativos, cosmetología, confección de prendas con
orientación industrial, operador de máquina overlock, confeccionista de ropa blanca, pantalonero, taller de
revista, cine, inglés, organización de bibliotecas.

Respecto de estos cursos según informe de la Unidad de Auditoría Interna, al 30 de junio de 2001,
sobre un total de 475 internas, 234 de ellas participaba de alguno de ellos, es decir el 49,26 % de la
población.

Educación física: En cuanto a la educación física, hay 173 internas por cada profesor de educación
física.

• Colonia Penal de Santa Rosa (U.4)

Trabajan 3 oficiales (2 maestros de grado y 1 profesor de educación física).

Por convenio con la Provincia de La Pampa, se desempeñan en la Unidad 3 maestros de grado y 1


maestro de peluquería.

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación.

Enseñanza media: Se dicta un Bachillerato Libre para Adultos. En esta Unidad también se dicta,
paralelamente y a partir de 1998 un Plan de Estudios de Bachillerato para Adultos, no formal, de tres años
de duración, semipresencial, con dos clases semanales y tutorías.

Enseñanza universitaria: A pesar de no existir convenio firmado, los internos pueden cursar bajo
el régimen de alumnos libres la carrera de derecho.

Cursos de Enseñanza Técnica- Formación Profesional y Extensión Cultural: Peluquería y


computación.

Educación física: Hay un solo profesor de educación física para 258 internos.

• Colonia Penal "Subprefecto Miguel Rocha" (U.5)

Trabajan 2 oficiales (1 maestro de grado y 1 profesor de educación física) y 3 suboficiales (1


maestro de grado y 2 profesores de educación física)

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación.

Enseñanza media: Se dicta un Bachillerato Libre para Adultos.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Enseñanza universitaria: Por convenio con la Universidad Nacional del Comahue los internos
pueden realizar estudios en las carreras de derecho y turismo bajo el régimen de alumnos libres.

Cursos de Enseñanza Técnica- Formación Profesional y Extensión Cultural: Inglés y


manualidades.

Educación física: Hay 70 internos por cada profesor de educación física.

• Instituto de Seguridad y Resocialización (U.6)

Trabajan 2 oficiales (1 maestro de grado y 1 profesor de educación física) y 3 suboficiales (1


maestro de grado y 2 profesores de educación física)

Por convenio con la Provincia de Chubut, colaboran con la Sección Educación 17 docentes no
penitenciarios, profesores de EGB y Polimodal.

Plan de enseñanza: De acuerdo con el plan establecido por la Ley Federal de Educación.

Enseñanza media: En el año 1999 se inició un plan de estudios de terminalidad de EGB 3 y nivel
de educación polimodal, orientado en la Modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales.
Enseñanza universitaria: Sin haber convenio suscripto, la Universidad de la Patagonia Austral
"San Juan Bosco" posibilita a los internos cursar bajo el régimen de alumnos libres la carrera de ciencias
económicas.

Educación física: Hay 97 internos por cada profesor de educación física.

• Prisión Regional del Norte (U.7)

Trabajan 3 oficiales, maestros de grado y 1 suboficial también maestro de grado.

Por convenio con la Provincia de Chaco dictan cursos 16 docentes no penitenciarios (3 maestros de
primaria, 1 profesor de electricidad, 8 profesores de enseñanza media y 4 profesores de educación
terciaria).

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación.

Enseñanza media: Se dicta un Bachillerato Libre para Adultos.

Curso de nivel terciario: Profesorado para la Enseñanza Primaria y Tecnicatura en aplicaciones


informáticas, dictado por el Instituto San Fernando Rey, de la ciudad de Resistencia, Chaco.

Cursos de Enseñanza Técnica- Formación Profesional y Extensión Cultural: Taller de música y


de braile, tecnicatura en aplicaciones informáticas.

Educación física: En la Unidad no hay profesor de educación física.


• Prisión Regional del Sur (U.9)

Trabajan 3 maestros de grado y 2 profesores de educación física, todos oficiales.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Hay 9 docentes no penitenciarios que por convenio se desempeñan en la Unidad, 3 de ellos son
maestros de grado dependientes del Consejo Provincial de Educación de la Provincia de Neuquén y los 6
restantes son profesores de taller que dependen de la Dirección de Educación y Trabajo de la Provincia de
Neuquén.

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación

Enseñanza media: Se dicta un bachillerato en Relaciones Humanas con título en Perito en


Relaciones Humanas. La asistencia del alumno es regular, de lunes a viernes. El dictado de los cursos se
encuentra a cargo del Centro Provincial de Enseñanza Media Nº 62, Anexo U.9.

Curso de nivel terciario: Profesorados de Historia, Servicio Social, Computación, Filosofía y


Letras, impartidos por la Universidad del Comahue.

Enseñanza universitaria: Por este convenio con la Universidad Nacional del Comahue los internos
pueden realizar estudios en las carreras de Licenciatura en Historia, Turismo, Geografía, Filosofía y
Asistencia Social, Profesorado en informática y Licenciatura en Ciencias de la Computación bajo el
régimen de alumnos libres.

Cursos de Enseñanza Técnica- Formación Profesional y Extensión Cultural: Bobinado de


motores eléctricos, mecánica de automotores, electricidad del automotor, electricidad domiciliaria,
herrería artística, huerta orgánica.

Educación física: Hay 104 internos por cada profesor de educación física.

• Cárcel de Formosa (U.10)

Trabajan 2 oficiales, maestros de grado y 2 suboficiales (1 maestro de grado y 1 Psicopedagoga).

Se desempeñan a su vez 4 maestros de grado que dependen de la provincia de Formosa, Núcleo


Educativo Nº 4. A éstos se suman 1 maestro de taller y 1 profesora de francés que dependen del Núcleo
Educativo Provincia Nº 16.

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación.

Enseñanza media: Se dicta un Bachillerato Libre para Adultos.

Curso de nivel terciario: Profesorado en Educación General Básica, dictado por la Escuela Normal
Superior República del Paraguay. Cursado por un solo interno que asiste diariamente a dicha Escuela
como alumno regular. Vale la aclaración de que no existe convenio con el establecimiento educativo.

Enseñanza universitaria: A partir del acuerdo suscripto en el mes de septiembre del año 2001, los
internos pueden acceder a la carrera de Psicopedagogía, Historia, Abogacía y Ciencias Económicas que
dicta la Universidad Nacional de Formosa, cursando bajo el régimen de alumnos libres.

Cursos de Enseñanza Técnica - Formación Profesional y Extensión Cultural: Electricidad


domiciliaria, refrigeración, operador de PC, francés.

101
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Educación física: En la Unidad no hay profesor de educación física.

• Colonia Penal de Roque Sáenz Peña (U.11)

Trabajan 2 oficiales, maestros de grado y 1 suboficial profesor de educación física.

Además colaboran 4 docentes no penitenciarios que dependen de la Provincia de Chaco, siendo 2 de


estos maestros de grado y los otros 2 profesores de taller.

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación.

Enseñanza media: Se dicta un Bachillerato Libre para Adultos.

Cursos de Enseñanza Técnica - Formación Profesional y Extensión Cultural: Electricidad,


zapatería.

Educación física: Hay 108 internos y un solo profesor de educación física.

• Colonia Penal de Viedma (U.12)

Trabaja 1 suboficial que es maestro de grado.

Por convenio con la Provincia de Río Negro, trabajan 9 docentes no penitenciarios, 2 de ellos
maestros de grado y los 7 restantes profesores de nivel medio.

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación.
Enseñanza media: Se dicta un Bachillerato Libre para Adultos.

Cursos de Enseñanza Técnica - Formación Profesional y Extensión Cultural: Repostería.

Educación física: No hay profesores de educación física.

• Instituto Correccional de Mujeres "Nuestra Señora del Carmen" (U.13)

Trabajan 2 oficiales, maestros de grado y 2 suboficiales (1 maestro de grado y 1 profesor de


educación física).

Colaboran con la Sección Educación 2 profesores dependientes del Instituto Superior de Enseñanza
Informática.

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación.

Enseñanza media: Se dicta un Bachillerato Libre para Adultos. Paralelamente a partir de 1998 se
dicta un Plan de Estudios de Bachillerato para Adultos, no formal, de tres años de duración,
semipresencial, con dos clases semanales y tutorías.

102
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Cursos de nivel terciario: Analista de sistemas. Dos clases semanales dictadas por el Instituto
Superior de Enseñanza Informática.

Cursos de Enseñanza Técnica - Formación Profesional y Extensión Cultural: Manualidades,


alfarería, teatro, computación.

Educación física: Hay 58 internas para un solo profesor de educación física.

• Cárcel de Esquel (U.14)

Trabajan 2 oficiales, maestros de grado y 5 suboficiales (2 maestros de grado, 1 profesor de


educación física y 2 profesores de taller).

A ellos se suman, por convenio con la Provincia de Chubut, 1 maestro de grado y 3 profesores de
taller.

Plan de enseñanza: De acuerdo con el plan establecido por la Ley Federal de Educación.

Enseñanza media: Se dicta un Bachillerato Libre para Adultos. Se pretende implementar en un


futuro un programa de enseñanza media similar al instalado en el Instituto de Seguridad y Resocialización
(U.6).

Enseñanza universitaria: Sin haber convenio suscripto, la Universidad de la Patagonia Austral


"San Juan Bosco" posibilita a los internos a cursar bajo el régimen de alumnos libres la carrera de derecho.

Cursos de Enseñanza Técnica - Formación Profesional y Extensión Cultural: Mecanografía,


inglés, carpintería, herrería, albañilería y computación.

Educación física: Hay 80 internos para un solo profesor de educación física.

• Cárcel de Río Gallegos (U.15)

Trabajan 2 oficiales maestros de grado.


También, y por convenio con la Provincia de Santa Cruz, ejercen sus funciones 5 docentes no
penitenciarios, 3 de ellos maestros de grado y los 2 restantes profesores de taller.

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación

Enseñanza media: Se dicta un Bachillerato Libre para Adultos.

Cursos de Enseñanza Técnica - Formación Profesional y Extensión Cultural: Electricidad


domiciliaria y taller de teatro.

Educación física: No hay profesor de educación física.

• Colonia Penal de Candelaria (U.17)

Trabajan 4 suboficiales (2 maestros de grado, 1 profesor de educación física y maestro de inglés).

103
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Por convenio con la Provincia de Misiones, colaboran 2 docentes no penitenciarios, 1 maestro de


grado y 1 profesor de música.

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación.

Enseñanza media: Se dicta un Bachillerato a través del sistema provincial de Teleducación y


Desarrollo del Ministerio de Educación de la Provincia de Misiones. Se compone de tres ciclos y una
especialización optativa para los usuarios. Es a distancia o semipresencial, con entrega de material de
estudio.

Cursos de Enseñanza Técnica - Formación Profesional y Extensión Cultural: Música, inglés y


artesanías en maderas.

Educación física: Hay 1 sólo profesor de educación física para 162 internos.

• Instituto Correccional Abierto de Ezeiza (U.19)

Trabajan 1 oficial, maestro de grado y 1 suboficial, profesor de educación física.

A éstos se suma 1 maestro de grado que colabora en virtud del convenio suscripto con la Dirección
General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires.

Plan de enseñanza: De acuerdo con el plan establecido por la Ley Federal de Educación.

Enseñanza media: Ver informe del Complejo Penitenciario Federal I -Ezeiza- .

Estudio nivel terciario: Antropología teológica dictado por el Instituto Internacional de Teología
del Obispado de Quilmes, modalidad a distancia, sin convenio con el establecimiento educativo.

Enseñanza universitaria: A partir del Plan UBA XXII los internos pueden rendir las materias del
Ciclo Básico Común, siendo trasladados para la fecha del examen al Instituto de Detención de la Capital
Federal (U.2). Al respecto, ver también lo indicado en el informe correspondiente al Complejo
Penitenciario Federal I de Ezeiza.

Cursos de Enseñanza Técnica - Formación Profesional y Extensión Cultural: Plomero e


instalador gasista.
Educación física: Hay 1 profesor de educación física para 155 internos.

• Servicio Psiquiátrico Central de Varones (U.20)

Trabajan 1 oficial, maestro de grado, y 1 suboficial, profesor de educación física.

Por convenio con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires colaboran 2 profesores de taller
dependientes del Centro de Formación Profesional Nº 7.

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación.

104
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Enseñanza media: Bachillerato Libre para Adultos dividido en tres niveles (A, B y C), con clases
de apoyo de profesores.

Cursos de Enseñanza Técnica - Formación Profesional y Extensión Cultural: Marroquinería y


cerámica.

Educación física: Hay 1 profesor de educación física para 94 internos.

• Complejo Federal para Jóvenes Adultos (U.24, U.26 y Centro Federal Malvinas Argentinas)

En el Instituto Federal para jóvenes Adultos (U.24) trabajan 4 oficiales (2 maestros de grado y 2
profesores de educación física) y 1 suboficial, maestro de grado. En el Complejo Federal de Jóvenes
Adultos (U.26) trabajan 1 oficial, maestro de grado y 1 suboficial, profesor de educación física. Por
último, en el Centro Federal de Tratamientos Especializados para Jóvenes Adultos "Malvinas Argentinas"
trabajan 1 oficial maestro de grado y 1 suboficial profesor de educación física.

En la Unidad 24 también trabajan 18 docentes no penitenciarios. 9 de ellos se desempeñan como


profesores de taller y dependen del Centro de Formación Profesional Nº 402, mientras que los otros 9
dependen de la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires y se desempeñan como
maestros de grado.

Plan de enseñanza: De acuerdo con el plan establecido por la Ley Federal de Educación.

Enseñanza media: Ver informe del Complejo Penitenciario Federal II -Marcos Paz-.

Cursos de Enseñanza Técnica - Formación Profesional y Extensión Cultural: Albañilería,


carpintería, repostería, costura a mano y a máquina, pizzero, práctico maquinista y constructor de muebles
standard, constructor de muebles simples y menaje, chapista.

Educación física: Hay 51 internos por cada profesor de educación física.

• Servicio Psiquiátrico Central de Mujeres (U.27)

Trabajan 1 oficial, maestro de grado y 1 suboficial encargado de actividades deportivas.

Por convenio con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires colaboran 3 profesores de taller
dependientes del Centro de Formación Profesional Nº 7.

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación.
Enseñanza media: Bachillerato Libre para Adultos dividido en tres niveles (A, B y C), con clases
de apoyo de profesores.

Cursos de Enseñanza Técnica - Formación Profesional y Extensión Cultural: Taller de


expresión corporal, marroquinería y manualidades.

Educación física: Hay 1 profesor de educación física para 11 internas.

• Instituto de Jóvenes Adultos "Dr. Julio A. Alfonsín" (U.30)

105
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Trabajan 2 suboficiales (1 maestro de grado y 1 bibliotecario).

A estos profesionales se suman 7 docentes no penitenciarios que ejercen sus funciones en virtud al
convenio celebrado con la Provincia de La Pampa. 1 de ellos es maestro de grado mientras que los otros 6
son profesores de taller.

Plan de Enseñanza: Se imparte el Plan de Enseñanza Primaria para Adultos anterior a la Ley
Federal de Educación.

Enseñanza media: A partir de 1998 se dicta un Plan de Estudios de Bachillerato para Adultos, no
formal, de tres años de duración, semipresencial, con dos clases semanales y tutorías.

Cursos de Enseñanza Técnica - Formación Profesional y Extensión Cultural: Taller de


horticultura, electricidad, informática, cunicultura y herrería.

Educación física: No hay profesor de educación física.

• Centro Federal de Detención de Mujeres "Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás" (U.31)

Trabajan 3 oficiales, maestros de grado y 6 suboficiales (2 maestros de grado, 2 profesores de


educación física, 1 profesor de contabilidad y 1 Psicopedagoga).

Como docentes no penitenciarios ejercen sus funciones 8 profesionales. De estos 3 son maestros de
grado dependientes de la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires y los otros 5 son
profesores de taller dependientes del Centro de Formación Profesional Nº 401.

La particularidad de esta Unidad es que posee un Jardín Maternal donde ejercen sus labores 6
maestras especializadas. Este tiene su origen en un emprendimiento llevado a cabo en conjunto por la
Unión Europea y la Subsecretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios en el año 1998.

Entre las condiciones para que se instalara el jardín figuraba que se tratara de un espacio
pedagógico y terapéutico formado por personal contratado pero no perteneciente al Servicio Penitenciario
Federal. El primer año de trabajo de las maestras sería solventado por la Unión Europea y luego éstas
debían ser contratadas por la administración penitenciaria.

Al cambiar la gestión de la Subsecretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios, en el año


2000, se modificó la situación del Jardín Maternal y de estar fuera del ámbito de educación del Servicio
Penitenciario Federal pasó a ser parte de las instituciones que lo componían, tomando las maestras el rol
de penitenciarias. Se sustituyó a la directora, fundadora del jardín y se nombró a cambio a la Jefa de la
Sección Educación de la Unidad.

A principios del corriente año la situación del jardín, como espacio pedagógico y terapéutico se
hallaba tan desdibujada e incomprendida desde la Subsecretaría de Política Criminal y Asuntos
Penitenciarios y desde la Dirección de la Unidad que sus maestras pasaron a realizar tareas de control de
visitas y otras actividades más correspondientes a la seguridad del establecimiento.

Plan de enseñanza: De acuerdo con el plan establecido por la Ley Federal de Educación.

Enseñanza media: Ver informe Complejo Penitenciario Federal I -Ezeiza-.

106
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Enseñanza universitaria: Cuentan con la posibilidad de ser trasladadas a la Unidad 3 del Servicio
Penitenciario Federal para rendir los exámenes de la carrera de sociología o bien del Ciclo Básico Común
y recibir tutorias quincenales o mensuales.

Cursos de Enseñanza Técnica - Formación Profesional y Extensión Cultural: Talleres de


inglés, marketing I y II, artesanías, colorimetría, computación, cartonería, operador de PC, entorno gráfico
I y II, operador de PC con manejo de tareas administrativas, administración de microempresas, muebles
artesanales, objetos decorativos, Inglés nivel IV, capacitación en relaciones públicas, Inglés I, práctico en
huerta.

Educación física: Hay 112 internos por cada profesor de educación física.

Datos Generales

Se agregan, a toda la información discriminada por establecimiento penitenciario, una serie de


elementos que no se encuentran divididos por Unidad, pero que resultan relevantes para entender el estado
de la educación en las cárceles.

Al respecto, según la información brindada por la División Educación y tomando como base la
población alojada en los establecimiento penitenciarios a marzo de 2001, del total general de 7589
internos 1956 se encontraban estudiando alguno de los niveles de enseñanza obligatoria y de nivel medio.

A ellos se sumaban 4 internos que realizaban distintos profesorados, 300 internos que se hallaban
estudiando carreras universitarias, 833 practicando cursos de enseñanza técnica, 348 en talleres culturales
y 200 realizaban otros cursos.

Como dato relevante se indica que del total de la población sólo 448 no realizaban alguna de las
tareas educativas por propia voluntad.

De todo ello se colige que sólo el 5,9 % de la población no recibe algún tipo de enseñanza educativa
por propia voluntad.

3. Análisis de la situación actual de la educación en el Servicio


Penitenciario Federal.
Cuando la información detallada en el punto precedente es analizada según una posible
conformación homogénea de las Unidades, de acuerdo a las características de cada una, se comprueba una
falta de estrategia en el diseño de actividades educativas que resulta más que alarmante.

La incongruencia más notoria es que de los tres establecimientos que albergan la mayor cantidad de
internos (y a la casi totalidad de procesados del sexo masculino) dos de ellos poseen un sistema educativo
acorde con la Ley Federal de Educación (Complejo Penitenciario Federal I -Ezeiza- y Complejo
Penitenciario Federal II -Marcos Paz-), mientras que el tercero se ciñe al método anterior a dicha ley
(Instituto de Detención de la Capital Federal (U.2)). Esto influye notoriamente sobre las posibilidades
educativas de los internos al ser trasladados a algún establecimiento del interior del país diseñado para

107
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

alojar condenados. Nótese que el sistema previsto por la Ley Federal de Educación es seguido
exclusivamente en el Instituto de Seguridad y Resocialización (U.6) razón de más para aventurar un caos
educativo en un breve lapso toda vez que la mayor parte de los internos alojados en el Complejo
Penitenciario Federal I -Ezeiza- y el Complejo Penitenciario Federal II -Marcos Paz- serán trasladados a
Unidades del interior donde no podrán continuar con su educación de manera adecuada.

Un modo simple y efectivo para vislumbrar las incongruencias del sistema es estudiar y comparar
cómo están estructuradas Unidades de similares características de acuerdo con las necesidades del
tratamiento individual (abiertas, semiabiertas y cerradas), según la edad o sexo del interno.

En cuanto a los tres establecimientos cerrados para condenados de sexo masculino mayores, que
existen en el Servicio Penitenciario Federal, es decir el Instituto de Seguridad y Resocialización (U.6), la
Prisión Regional del Norte (U.7) y la Prisión Regional del Sur (U.9), es inexplicable que la Unidad 6
tenga 3 profesores de educación física mientras que la Unidad 7 no tiene ninguno. Por otro lado la Unidad
6 no tiene ningún curso de enseñanza técnica- formación profesional y extensión cultural mientras que la
Unidad 7 tiene cursos de braile, música y tecnicatura en aplicaciones informáticas y la Unidad 9 cursos de
bobinado de motores eléctricos, mecánica de automotores, electricidad de automotor, electricidad
domiciliaria, herrería artística y huerta orgánica. Las diferencias entre cada establecimiento son notorias y
que los internos recalen en uno u otro establecimiento no depende de su situación educativa ni de sus
habilidades para uno u otro taller, sino que los criterios establecidos son indefectiblemente de seguridad.

En lo relativo a los establecimientos semiabiertos, es decir la Cárcel de Formosa (U.10), la Cárcel


de Esquel (U.14) y la Cárcel de Río Gallegos (U.15), también hay diferencias de actividades educativas
remarcables. Por ejemplo la Unidad 10 tiene entre sus suboficiales a uno de los dos psicopedagogos que
hay en todo el Servicio Penitenciario Federal, la Unidad 15 no tiene profesor de educación física y las
actividades que se ofrecen en los talleres no guardan relación.

Sucede algo similar con los establecimientos abiertos, Colonia Penal de Santa Rosa (U.4), Colonia
Penal "Subprefecto Miguel Rocha" (U.5), Colonia Penal de Roque Sáenz Peña (U.11), Colonia Penal de
Viedma (U.12), Colonia Penal de Candelaria (U.17) y Instituto Correccional Abierto de Ezeiza (U.19). La
única similitud de estas Unidades es que en ninguna se sigue el plan de estudios previsto por la Ley
Federal de Educación.

Con las Unidades donde alojan personas de sexo femenino, Instituto Correccional de Mujeres (U.3),
Instituto Correccional de Mujeres "Nuestra Señora del Carmen" (U.13) y Centro Federal de Detención de
Mujeres "Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás" (U.31), se dificulta cualquier comparación dada la
diferencia en cantidad de población de cada una (501 internas en la Unidad 3, 223 en la Unidad 31 y 58 en
la Unidad 13). Algo similar sucede con los establecimientos que alojan jóvenes adultos, Instituto "Dr.
Julio A. Alfonsín" (U.30), Complejo Federal para Jóvenes Adultos (U.24, U.26 y Centro Federal Malvinas
Argentinas) y Complejo Penitenciario Federal I -Ezeiza-, Módulo IV.

En síntesis, cualquier comparación entre Unidades nos lleva a entender que las actividades
educativas que allí se realicen dependen más de la comunidad de la zona donde está ubicado cada
establecimiento penitenciario que de una estrategia educativa. Los ofrecimientos y apoyo de las
comunidades y gobiernos provinciales no eximen al Servicio Penitenciario Federal, ni menos a la
Subsecretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios de responsabilizarse por la calidad y el tipo
de enseñanza que se imparte.

108
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Se hace explícita la falta de diseño de alternativas educativas cuando se verifica puntualmente la


diversidad de talleres que se implementan en cada establecimiento penitenciario sin que haya un sentido
para esa diferencia.

Es importante que exista algún tipo de instrucción que se desarrolle no sólo en un establecimiento
sino en otros que puedan ser el futuro alojamiento de un mismo interno.

Para ejemplificar, un recorrido habitual de un interno con una condena entre cuatro a ocho años
comienza al ser alojado en primer término, como procesado y en los primeros meses de su condena, en
alguno de los establecimientos penitenciarios de la ciudad de Buenos Aires y conurbano bonaerense,
donde transcurrirá su Período de Observación. Posteriormente sigue un circuito que puede ser el del norte,
vale decir Prisión Regional del Norte (U.7) en los primeros años posteriores a su condena (cuando se halla
en las fases de socialización o consolidación del Período de Tratamiento dentro del régimen de la
progresividad de la ejecución de la pena) y luego un traslado a la Colonia Penal de Roque Sáenz Peña
(U.11), es decir al arribar a la Fase de Confianza o Período de Prueba sin salidas transitorias. Cuando,
estando ya en el Período de Prueba, obtiene sus salidas transitorias el interno concluye su migración en el
Instituto Correccional Abierto de Ezeiza (U.19). Esa recorrida es la que han hecho muchos miles de
internos en el Servicio Penitenciario Federal, con mayores o menores matices, como ser el paso de un
establecimiento cerrado a uno semiabierto y recién allí a uno abierto [(en el ejemplo dado habría un paso
previo a ir a la Colonia Penal de Roque Sáenz Peña (U.11) por la Cárcel de Formosa (U.10)].

Pero bien, a grandes rasgos el relatado es uno de los recorridos posibles para un interno. ¿Qué le
depara en materia educativa?

En primer lugar depende si estuvo en el Instituto de Detención de la Capital Federal (U.2) o en


alguno de los Complejos, puesto que si estaba estudiando el nivel medio a modo de secundario (y no
polimodal) podría seguir estudiando en las Unidades del norte más si estaba en cualquiera de los otros dos
establecimientos por falta de enseñanza polimodal habrá terminado, tal vez, el EGB y deberá tratar de
"amoldar" sus conocimientos a los nuevos planes de estudios rindiendo equivalencias. Pero a nivel de
cursos o talleres los problemas serían aún mayores. Si el interno estaba inscripto en el taller de música en
la Unidad 2, podría continuar sus estudios sólo en la Unidad 7, pero en la Unidad 11 debería optar entre
cursos de electricidad o zapatería o bien en la Unidad 10 debería elegir entre electricidad domiciliaria,
refrigeración, operador de PC o francés.

Por otra parte, no figura entre las causales relevantes para la Dirección General de Régimen
Correccional, para que el interno solicite un traslado, el hecho de que quiera continuar desarrollando una
misma actividad educativa, y difícilmente un interno sacrificaría su posibilidad de vivir con menores
restricciones de libertad y aproximarse justamente a ella para terminar un curso de música o de herrería
artística. Tampoco parece probable que quién está estudiando en el taller de braile de la Unidad 7 pretenda
terminar el curso si se le presenta la oportunidad de ir a cualquier establecimiento abierto.

Ejemplos de las características del enunciado abundan por demás, como también, son muchos los
casos en que los propios internos dictan cursos a sus compañeros (verbigracia repostería en la Unidad 12)
y los cursos se terminan abruptamente por el traslado del profesor-interno o su egreso en libertad.

Todo lo explicado muestra como se incumple con lo previsto en los artículos 133 y 137 de la Ley
24.660, por cuanto no se adoptan medidas necesarias para mantener, fomentar o mejorar la educación e
instrucción del interno. Los internos no cuentan con facilidades para estudiar y si estudian se debe más a
un esfuerzo personal que a un incentivo dado por la administración penitenciaria.

109
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Como se dijo, más cerca de la realidad está entender que la implementación de los talleres se debe a
un esfuerzo de algunos miembros de la comunidad de la zona en que se encuentran los establecimientos
penitenciarios que a un criterio de formación profesional pensado desde la administración penitenciaria
para el interno.
Por otra parte, no se explica bien qué funciones cumplen los maestros de grado en Unidades donde
por convenio las clases de primaria o secundaria las dictan docentes ajenos a la administración
penitenciaria. En ese aspecto se ha evidenciado una falta de control de las tareas que realiza el personal no
penitenciario, lo que por un lado ha sido positivo para los internos al ganar determinados espacios de
contacto con el afuera pero por otra ha dejado a la actividad educativa en una situación anárquica.

No existen políticas educativas relacionadas con los internos. Y esto no es una falta cometida por el
Servicio Penitenciario Federal, y menos aún por el personal penitenciario que trabaja en la Sección
Educación de las Unidades. Aquí falla, sin duda, el órgano político destinado a controlar y diseñar
estrategias para homogeneizar las actividades dentro de los establecimientos penitenciarios y fomentar
aquellas que la ley manda fomentar.

Este órgano es la Subsecretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios. Su actuación en


materia educativa se ha limitado a ceder la iniciativa en el diseño y puesta en marcha de las actividades
dentro de los establecimientos al personal penitenciario, pero sin siquiera colaborar con él, ni plasmar, al
menos, un criterio de observación pedagógico.

Los únicos logros de la Subsecretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios en materia


educativa son la firma de convenios con distintos organismos provinciales donde ceden a éstos la
responsabilidad de diseñar las tareas educativas dentro del ámbito penitenciario pero no ejercen la
fundamental tarea de control que ello conlleva.

Al respecto, para apreciar la falta de control y diseño de intervención educativa, cabe consignar que
son muy pocos los docentes que tienen experiencia en la enseñanza a personas privadas de la libertad,
pero también son pocos los que tienen experiencia en la enseñanza con jóvenes y adultos. Esta es también
una de las muestras más claras de la falta de proyección de tareas dentro del área educativa.

Respecto de la situación de la educación en el Servicio Penitenciario Federal llama la atención que


la educación pertenezca a una sección cuando, salvo la sección asistencia social, el resto de las áreas que
componen el Consejo Correccional de cada establecimiento tiene la categoría de división. Esta
degradación jerárquica que tiene la educación frente a la seguridad, se traduce en la práctica en la
reducción o suspensión de actividades educativas por cuestiones de seguridad, principalmente, pero
también por cualquier otra decisión de la División Seguridad Interna. Además, todas las actividades
educativas se desarrollan en los horarios que fija la División aludida previamente. Esto afecta
notablemente el diseño de alguna actividad prolongada desde la Sección.

Constituye tal vez el ejemplo más aberrante de la situación educativa en las cárceles la deformación
del jardín materno infantil del Centro Federal de Detención de Mujeres "Nuestra Señora del Rosario de
San Nicolás" (U.31), el cuál pasó, en cuatro años, de ser un espacio terapéutico y pedagógico a
transformarse en otro ámbito donde la División Seguridad Interna del establecimiento puede recurrir para
cubrir la falta de personal que le demandan las tareas propias de dicha división. Maestras jardineras
devenidas controladoras del tránsito de las visitas de las internas en menos de cuatro años. Difícilmente
pueda encontrarse un caso más paradigmático y que explique en su sola enunciación lo que representa la
educación para la administración penitenciaria, es decir, aquello que ocupa el último lugar en las
actividades inherentes al rol de agente penitenciario.

110
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Otro aspecto a tener en cuenta son las bibliotecas de los establecimientos. En nuestras recorridas por
cada Sección Educación de los establecimientos penitenciarios hemos podido observar que los volúmenes
que las componen son de antigua data y que los sistemas de registro y búsqueda de libros son, en general,
deficientes, careciendo normalmente de coordinación o siendo cedida esta a un interno que por propia
vocación y sin recibir recompensa a cambio realiza las tareas administrativas que desagradan a los
integrantes de la Sección Educación.

Hechos relevantes respecto del área educativa.


En el período temporal que comprende este informe (marzo de 2001 a marzo de 2002), se destacan
dos hechos relevantes: la creación por el Director Nacional del Servicio Penitenciario Federal del Legajo
Unico de Actividades Educativas y el cierre del Centro de Informática Aplicada.

a) Legajo Único de Actividades Educativas


Por resolución Nº 2874 de fecha 23 de noviembre de 2001 el Director Nacional del Servicio
Penitenciario Federal creó el Legajo Único de Actividades Educativas.

El mismo consta de varias páginas e intenta "dotar a las áreas educativas de un instrumento que les
permita tomar conocimiento de las actividades escolares desarrolladas por los internos, a fin de facilitar
la prosecución de sus estudios, tendientes a lograr acciones concretas dentro del tratamiento
interdisciplinario previsto en la aplicación de la progresividad del régimen penitenciario" (segundo
párrafo de los considerandos de la resolución mencionada).

Ahora bien, este legajo no se encuentra en utilización en la actualidad en primer lugar por la falta de
recursos económicos de la administración penitenciaria. La copia de las seis hojas preimpresas del legajo
resultan un gasto que el Servicio Penitenciario Federal no estaría capacitado a afrontar por cada interno.
Por otra parte, la modificación a la que se hace referencia es demasiado reciente y la comprobación del
uso del Legajo aludido se podrá verificar en el transcurso de este año.

Lo cierto es que la puesta en práctica del legajo posibilitaría conocer de manera más acabada datos
imprescindibles para orientar el desarrollo de actividades educativas a mediano y largo plazo, tanto para el
interno en particular, sobre el que se recaben esos datos, como para el resto de la población penal.

b) Cierre del Centro de Informática Aplicada (CINAP)


Producto del cierre de la Prisión de la Capital Federal (U.16), dejó de funcionar también el Centro
de Informática Aplicada que allí se encontraba instalado.

En el CINAP funcionaba una sede de la Universidad de Buenos Aires donde se dictaban clases
presenciales del Ciclo Básico Común y de las carreras de Derecho, Sociología y Economía.

El 13 de agosto de 2001 se llevó a cabo el traslado de los últimos internos alojados en la Unidad 16
al Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza. Se trataba justamente de los estudiantes universitarios.
Dicho traslado se efectuó sin informar a la Universidad de Buenos Aires ni a este organismo y se tuvo
conocimiento del mismo por una información brindada por los abogados de los internos y por algunos
profesores universitarios que tomaron conocimiento del traslado al asistir a la Unidad como normalmente
lo hacían.

111
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Los internos fueron alojados solos en el Módulo VI, sin juntarlos con el resto de la población del
penal de Ezeiza, por tratarse de internos que habían pertenecido a fuerzas de seguridad del Estado.

Mientras los internos estuvieron alojados allí se mantuvo contacto con la Subsecretaría de Política
Criminal y Asuntos Penitenciarios, en esa época a cargo del Dr. Alvaro Ruiz Moreno y con la Licenciada
Marta Laferriere, quien además de trabajar en el área educativa del Ministerio de Justicia es la directora
del Programa UBA XXII (específico para la educación en las cárceles). Los funcionarios indicados
informaron permanentemente a este Organismo que la Universidad de Buenos Aires instalaría un nuevo
Centro Universitario en el Complejo Penitenciario Federal I -Ezeiza- y que los internos trasladados
podrían estudiar en el mismo si no tenían objeciones en compartir alojamiento con internos que no
hubieran pertenecido a fuerzas de seguridad.
La información en cuestión fue brindada a los internos. Al mismo tiempo se trabajó en conseguir la
autorización para que ellos instalaran los equipos informáticos de su propiedad que habían tenido
funcionando en la Unidad 16 y que representaba una herramienta fundamental para continuar con sus
estudios.

Habiendo transcurrido un tiempo prudencial e intentando que el centro universitario pudiera


comenzar a funcionar en el ciclo lectivo que se iniciaba en marzo de 2002, el día 8 de noviembre se envió
una nota al Subsecretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios en el que se requirió información
escrita acerca de qué proyectos había diseñado para implementar la educación universitaria en el
Complejo Penitenciario Federal I -Ezeiza-, tanto para los internos que habían sido trasladados desde la
Unidad 16 como para el resto de la población del penal.

El 14 de noviembre de 2002, el Dr. Ruiz Moreno informó que en reuniones mantenidas con
profesores y alumnos del ex Centro Universitario de la Unidad 16 se había garantizado la prosecución de
los estudios y toma de exámenes pendientes en las carreras de Sociología y Derecho y que estaban
diseñando el proyecto de un Área de Estudios Superiores que iba a permitir el desarrollo de nuevas
carreras universitarias en el ciclo lectivo 2002. Para esto último se habían reunido con la Sra. Secretaria de
Asuntos Académicos de la Universidad de Buenos Aires, a fin de ratificar la voluntad política e
institucional de las partes de proseguir con el programa de estudios universitarios en las cárceles.

Sin embargo, con fecha 14 de marzo de 2002 los internos universitarios que provenían de la Unidad
16 fueron trasladados del Complejo Penitenciario Federal I -Ezeiza- al Complejo Penitenciario Federal II -
Marcos Paz-.
En virtud de lo expuesto se realizó la Recomendación 235/P.P./02 mediante la cual se recomendó a
la Subsecretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios que se ordene el traslado de los internos
universitarios ex miembros de fuerza de seguridad que habían sido trasladados al Complejo Penitenciario
Federal II, al Módulo del Complejo Penitenciario Federal I -Ezeiza- donde se llevarán a cabo actividades
universitarias, y sean alojados, únicamente, junto con el resto de los internos que se encontraban en
condiciones académicas de recibir instrucción universitaria. Asimismo, también se recomendó que se
trasladara para estudiar en dicho centro al resto de los internos alojados en el Complejo Penitenciario
Federal II -Marcos Paz- que estuvieran en condiciones de estudiar en la Universidad.

Hasta la fecha de finalización del informe se carecía de respuesta por parte de la Subsecretaría de
Política Criminal y Asuntos Penitenciarios. Los internos universitarios continúan en el Complejo
Penitenciario Federal II -Marcos Paz- donde no reciben apoyo alguno de la Universidad de Buenos Aires
para continuar con sus estudios, quedándoles como alternativa para finalizar la carrera el rendir libres las
materias en el Centro Universitario de Devoto.

112
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

4. Conclusión.
Hemos mencionado las normas que regulan la materia educativa y hemos descripto la situación en
que se encuentra la educación en las cárceles.

Nuestra conclusión es que nada tiene que ver la realidad con las normas previstas en materia
educativa. El punto de encuentro entre la idea del legislador y el acto de la administración ha quedado en
el campo de la imaginación.

La mirada evaluativa de este organismo se despliega introduciendo en los espacios carcelarios los
fundamentos de los derechos humanos.

Estos fundamentos han sido expresados, en materia educativa en el punto 2. Sería propio para una
fácil comprensión sintetizar los valores previstos por los derechos humanos al respecto.

En ese sentido se destaca la noción de que la educación es necesaria para el desarrollo pleno de la
personalidad humana, y para estimular la capacidad de creación y el espíritu crítico; y para el
fortalecimiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Que favorece la comprensión y
tolerancia. Que permite a la persona formar parte de la vida cultural de la comunidad. Que facilita el
acceso a una vida digna para la persona e incrementa el sentimiento de utilidad de ésta en la comunidad,
despertando en mayor medida la solidaridad humana.

La educación es a la vez un medio indispensable para realizar otros derechos humanos y es uno de
los placeres y recompensas de la existencia humana.

Estos son los parámetros con los que medimos la educación en las cárceles y por ello es que luego
de hacer el relevamiento de las unidades del Servicio Penitenciario Federal podemos afirmar que el
derecho humano a la educación no es respetado en este ámbito en la medida en que lo exige la normativa
que regula el mismo. Tampoco son respetados los objetivos que en materia de educación estipulan la Ley
de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad y la Ley Federal de Educación

Pero además, es tiempo de que los órganos que tienen la facultad de cambiar la situación de hecho
dejen de justificar su ineficacia para lograr un objetivo de tanta envergadura amparándose en la falta de
recursos.

Hemos visto que en materia educativa no es un problema exclusivamente de recursos. Profesores


universitarios que trabajaron dando clases en el CINAP intentaron por todos los medios continuar
impartiendo clases a sus alumnos y desarrollaron iniciativas para que se estableciera un centro
universitario en el Complejo Penitenciario Federal I -Ezeiza-, siendo todos ellos marginados del espacio
de discusión y sus ideas demolidas por un sistema burocrático cuyas principales autoridades tuvieron en
miras mantener el control de la educación universitaria en las cárceles en vez de trabajar para lograr el fin
por el cual el Estado los ha contratado.

También se pueden mencionar innumerables esfuerzos que realizan los docentes penitenciarios por
brindar educación a los internos, aportando material estudiantil o deportivo, muchas veces comprándolo
con dinero propio, o bien trabajando más horas de las que correspondía sin cobrar por ello horas extras.

Los sectores educativos de las comunidades donde se encuentran los establecimientos penitenciarios
federales han también participado más allá de sus obligaciones y muchas veces han sido ellos quienes han
impulsado un programa educativo siendo recibidos en algunos casos con alta predisposición por el

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

personal educativo del Servicio Penitenciario Federal. Por otro lado, no han faltado tampoco
emprendimientos educativos que han quedado truncos por "cuestiones de seguridad".

La educación en las cárceles se encuentra relegada y justamente es ella la que puede dotar a los
hombres de dignidad humana, haciéndolos tolerantes, con capacidad de creación y de crítica y respetuosos
de los derechos y de la comunidad.

Lo que la comunidad reprocha a la personalidad de los seres encarcelados (según el imaginario que
estructura la noción de "preso") la educación se lo puede proporcionar a modo de incentivación de los
aspectos más positivos del sujeto. Por este motivo, el desinterés y mala administración que de la cuestión
educativa carcelaria muestran los responsables del área no es un tema menor.

Desde este organismo se intentará en lo que resta de esta gestión, no sólo seguir intentando cumplir
con el papel de auditor de los centros educativos sino también abrir el espacio educativo carcelario a la
crítica de la comunidad y sumar a la discusión a órganos destinados a la educación, gubernamentales o no,
con el objetivo último de que se concrete un sistema adecuado de educación en las cárceles, respetuoso de
los derechos humanos.

Asistencia médica
El control efectuado por este Organismo sobre la calidad de la atención médica brindada a los
internos durante el año 2001, permite señalar que continúan en este aspecto, los problemas apuntados en la
anterior memoria. En tal respecto, las completas previsiones contenidas en el Capítulo IX de la Ley de
Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad, siguen sin adquirir dimensión fáctica en la realidad
carcelaria, circunstancia que tiende a agravarse debido a la profundización de la cuestión referida a la
carencia de recursos humanos y materiales.

En este orden de consideraciones, hay que recordar que la ley vigente consagra el derecho a la
salud, no sólo en orden de la integridad física de los internos, sino para afianzar también el adecuado
tratamiento individualizado, cuyo régimen debe "...asegurar y promover el bienestar psicofísico de los
internos" (art. 58). La garantía de la ley en este tema, apunta al tratamiento, por lo que las falencias en este
sentido inciden negativamente en el mismo, de lo que se desprende que los internos que tienen deteriorada
su salud, difícilmente puedan asimilar el régimen progresivo que se les aplica, obstaculizando la
resocialización que se anhela.

El control de este Organismo siguió efectivizándose a través de una vigilancia de los casos que se
vinculan en general a:

- Comprobación de la atención médica, en supuestos en que el interno considere que la


Administración
Penitenciaria, a través de sus profesionales, no lo ha tratado en tiempo y forma.
- Comprobación de traumatismos (causados durante los procedimientos de requisa o en los
supuestos
de tumultos o agresiones físicas entre internos).
- Constatación de diagnósticos ya efectuados por los médicos del Servicio Penitenciario Federal.
- Control de dietas alimenticias.
- Control de la administración de medicamentos.

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- Recomendación de traslados para estudios e internaciones en hospitales extramuros.


- Control de la prescripción de tratamientos.
- Control de historias clínicas

El factor preponderante que repercute en el cuadro médico sanitario actual sigue siendo el deterioro
de los recursos humanos, con diferente intensidad según el establecimiento considerado, advirtiéndose la
insuficiencia de la dotación en los planteles profesionales, de enfermería y de técnicos en distinto grado,
para satisfacer la demanda asistencial. Durante el período analizado, persisten las condiciones de trabajo
que incluyen presiones psicológicas en general, originadas principalmente en el funcionamiento de la
propia Institución Penitenciaria.

Sobre este tema hay que mencionar que la prestación de servicios médicos involucra no sólo a los
trabajadores de la salud sino a todos los miembros del circuito en el que se mueve el interno. En tal
respecto, hay que tener en cuenta que estos trabajadores de la salud, en la mayoría de los casos, no pueden
ejercer influencia en la realidad cotidiana. A modo de ejemplo, es dable destacar que la selección del
personal, su capacitación y la coordinación entre las áreas dentro de cada uno de los establecimientos no
se hallan al alcance de las autoridades sanitarias ya que dependen de otras instancias (v.gr. División
Seguridad). De este modo, los responsables médicos, aún con cierta jerarquía, no logran contar con un
equipo de salud eficiente para desempeñar las tareas específicas.

Otro aspecto conflictivo es el referido al rol de los profesionales de la salud en el ámbito carcelario.
Es evidente que la subordinación jerárquica -el Jefe del Servicio Médico de un establecimiento depende
funcionalmente del Subdirector del mismo- provoca problemas que pueden no ser resueltos con criterio
médico sino con uno más proclive al resguardo de la seguridad, lo que es a todas luces incorrecto. Ante
estas situaciones, la prelación jerárquica conduce a una distorsión de los valores jurídicos, en detrimento
de la asistencia médica. El trabajo de campo realizado durante el año 2001, permitiría inferir la existencia
de roces por esta falta de autonomía del personal médico, que debe recibir instrucciones de sus superiores
jerárquicos (Jefe de Turno, Jefe de Seguridad etc.), afectando incluso las decisiones de los Directores
Médicos con mayor grado y antigüedad.

También influye en el desarrollo de la tarea médica, la cuestión referida al perfil psicológico del
destinatario de la prestación médica, el interno, generalmente afectado por la angustia, la ansiedad y el
nerviosismo que produce el encierro, circunstancia que perjudica inevitablemente la "relación médico
paciente". Esta última debe estar presidida por la confianza (deber de buena fe), debiéndose destacar que
este vínculo es fundamental para que la atención médica sea la apropiada y para que se configure la
"alianza terapéutica". Es obvio que la falta de este vínculo, perjudica no sólo al paciente sino que afecta
también al facultativo.

En este orden, hay que tener en cuenta que las presiones psicológicas referidas, junto a otras
circunstancias como ser las carencias de insumos, aunque sean circunstanciales; las tareas burocráticas de
índole judicial; las exigencias legales devenidas de la responsabilidad profesional en un medio que no
brinda condiciones adecuadas para su desempeño ni recursos jurídicos viables y prácticos que las
garanticen, derivan en la mayoría de los casos en condiciones distresantes en que deben cumplir sus
tareas los trabajadores de la salud en el ámbito carcelario. Ya se informó sobre este tema en el anterior
informe, que mientras el estrés es un concepto que se relaciona con una respuesta adaptativa que tiende a
un estado de normalidad o de preservación del individuo, el distrés, por el contrario, implica la
persistencia de un desequilibrio, con el consiguiente daño sobre el sujeto.

En el campo de los trabajadores de la salud el distrés laboral crónico lleva a una condición
descripta hace aproximadamente un lustro, denominada "burn out", cuyos síntomas son los rasgos

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depresivos, la apatía, el desinterés, la irritabilidad, la dificultad para concentrarse y la frustración, entre


otros.

Sobre este tema resulta necesario traer a colación la Recomendación Nº 75/01 de fecha 16/02/01
dirigida al Sr. Subsecretario de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia y de
Derechos Humanos para que, en uso de sus atribuciones, imparta directivas a la dirección del Complejo
Penitenciario Federal I, para que adopte los recaudos tendientes a asegurar la debida asistencia médica, a
los internos alojados en dicho establecimiento. Se debe recordar que el motivo determinante, fue la
preocupante situación a la que se había llegado en el establecimiento en lo que a asistencia médica se
refiere. En efecto, los hechos corroborados oportunamente por los profesionales médicos de esta
Procuración obligaron a este organismo a expedirse sobre los problemas carcelarios del CPF I en esta
cuestión, lo que ponía en peligro la integridad física y la salud de los internos alojados.

Se habían destacado, a modo de ejemplo, incumplimientos, retrasos, omisiones, que caracterizaban


al funcionamiento del Servicio Médico, lo que se traducía en un alto riesgo potencial, por parte de los
internos allí alojados, de ser afectados en su integridad. En tal respecto, el tratamiento intramuros
prescripto a los portadores del virus HIV, se dificultaba, al igual que los tratamientos de los internos que
presentaban lesiones o afecciones no relacionadas con la anterior. No se atendía la regla básica que indica
que la demora en tratar cualquier dolencia, normalmente acarrea, ineludiblemente, un deterioro físico aún
mayor del paciente.

Se respondió desde la Subsecretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios por nota de fecha
09/05/01, adjuntando informes producidos por la propia administración penitenciaria. De los mismos se
desprende, en síntesis que la causa principal de la falencia asistencial estuvo dada por la insuficiencia del
personal, ya que según los dichos del entonces Director Principal, Prefecto Dr. Ricardo A. Sequeira, "...el
CPF I nunca tuvo la dotación ideal sobre todo en el Área Médica......". También vale reseñar lo siguiente
de las manifestaciones de esta autoridad: "...las constantes demandas de atención médica de la población
penal (con medios y personal escaso) son atendidas en la medida de las posibilidades y gracias al
esfuerzo del personal, que muchas veces para realizar un simple informe espera la habilitación de una
computadora y/o impresora, elementos éstos (como otros tantos) que no fueron previstos en la
adquisición de este Complejo y, haciendo grandes esfuerzos presupuestarios los cuales fueron afrontados
en parte por la Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Federal. Para mejor ilustración, anexo un
informe de la Auditoría Zonal para graficar que más de 200 presentaciones de Hábeas Corpus en su gran
mayoría por demanda de falta de atención médica (en 17 meses de gestión), solamente en cuatro (04)
presentaciones la Administración Penitenciaria fue observada. Si se contara con la dotación ideal me
animaría a afirmar que pocas o ninguna petición de ese tenor hubiera progresado. No pasa por el mero
voluntarismo, sino de contar con los medios y personal adecuado para que la Dirección Principal realice
una gestión de control necesaria y adecuada; sin tener que concurrir constantemente a los diferentes
juzgados y Tribunales a explicar esta situación que escapa a la responsabilidad institucional. Quizás
habría que buscar las responsabilidades en otros ámbitos y remontarse hacia atrás en quienes
pergeñaron y/o idearon este Complejo Penitenciario Federal I, sin prever el personal e insumos
necesarios para no estar en esta difícil situación por la que atraviesa este establecimiento carcelario."

Resulta interesante transcribir también lo informado por el Director Médico de aquella época quien,
al justificar la falta de atención adecuada, expresa entre otras cosas: "A partir del mes de febrero de 2001
y hasta la primera semana del mes en curso -abril-, la asistencia infectológica estuvo cubierta por un sólo
Médico Infectólogo, el Dr. Flavio Crudo, en razón que el Dr. Santucho solicitó usufructuar sus L.A.R.
pendientes, con posterior traslado a otra Unidad, por agotamiento psicológico.".

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Luego de esta crítica situación, a partir de junio de 2001 se imprimió un cambio positivo en la
gestión del Servicio Médico del CPF I, aportando un criterio más racional en el uso de los medios que se
disponen. En este orden de consideraciones, hay que mencionar la habilitación del consultorio de
odontología del Módulo de Ingreso, así como de la Sala de Rayos, que permite realizar estudios
radiológicos simples sin contraste. Asimismo, la incorporación de personal médico, paramédico,
enfermeros y administrativos permitió apreciar una sustancial mejora en la calidad de las prestaciones
comparando con lo ocurrido durante el año 2000.

Lamentablemente este cambio positivo del CPF I a lo largo de 2001, contrasta con la situación del
Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz, la que ha ido empeorando en lo que a asistencia médica
refiere, a medida que fue aumentando la población carcelaria, con la habilitación sucesiva de los módulos.
Hoy en día se puede afirmar, que no se brinda en dicho establecimiento la "oportuna asistencia
médica integral" que prescribe el artículo 143 de la Ley 24.660.

Esta obligación de asegurar la asistencia médica, debe involucrar al personal penitenciario


encargado de la guarda y custodia, quien tiene trato directo y cotidiano con los internos y al personal
profesional médico. En efecto, ante la aparición de una afección o lesión, los internos sólo pueden acudir
al celador de su pabellón, al Jefe de Turno del Módulo o a algún otro agente penitenciario, quienes a su
vez deben evacuar el pedido a los facultativos del área respectiva.

Se ha detectado, en el CPF II, gran cantidad de casos en los que no se toma debida nota de los
pedidos de asistencia médica de los internos, ya sea porque el personal penitenciario encargado de la
guarda y custodia, no evacúa los mismos al área médica o ya sea, porque este sector no toma los recaudos
para realizar la consulta en tiempo y forma. Hay que tener en cuenta que los celadores de pabellón, Jefes
de Turno etc. tienen el deber de recibir estas peticiones de los internos, a las cuales corresponde
imprimirle preferente despacho, debido al grado eminente del derecho a la salud, punto de partida para el
reconocimiento del derecho a la vida. Por otro lado, los facultativos designados son los encargados de la
realización del "acto médico", que involucra necesariamente una evaluación, un diagnóstico y un
tratamiento.

A pesar de este imperativo, hay falencias en este sentido, las que desgraciadamente se acreditaron
con claridad meridiana en el caso del fallecimiento del interno R.L.R.. Este interno elevó su primer
reclamo para que este organismo intervenga en virtud de la falta de asistencia médica en el mes de febrero
del año 2001. Al ser entrevistado en fecha 28/02/01 el facultativo de esta dependencia constató un
diagnóstico de "DIABETES" y "CARDIOPATÍA", recomendando por escrito la realización de una
consulta con un especialista diabetólogo. En fechas 15/03/01, 23/04/01 y 02/01/02, el galeno debió reiterar
lo propiciado anteriormente. En fecha 30/01/02 comprobó, en el seguimiento del interno R.L.R., que se
había malogrado la derivación a un hospital de extramuros para realizar una ecografía abdominal. Por
solicitud del propio interno, esta Procuración elevó, por nota de fecha 14/03/02, al magistrado a cuya
disposición se encontraba -Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 3 de San Martín- las copias de los
informes realizados por el profesional aludido. Finalmente en fecha 24/04/02, por conducto telefónico, se
puso en conocimiento de esta oficina que el interno R.L.R. falleció en su celda del Pabellón 3 del
Módulo IV. En la investigación no jurisdiccional instruída en este Organismo se recabó -de los dichos de
otros internos- que R.L.R. no habría salido de su alojamiento celular los dos días anteriores al óbito.
Según esta fuente, la comida debía ser acercada al interno en su celda, a pesar de lo cual casi no la ingería.
También que, mientras estuvo postrado en ese estado no fue entrevistado por un profesional médico, no
obstante su insistente solicitud en tal sentido. La circunstancia que el deceso se haya producido en la
celda, acreditaría el fundamento de un reproche de índole penal o, como mínimo administrativo, a
la actuación de la administración penitenciaria. Ello así, porque teniendo en cuenta el estado de
postración en que se encontraba, el interno debió ser derivado en tiempo y forma, desde su celda

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hasta un lugar adecuado para su atención. Es decir, el personal a cargo de la custodia y de la


guarda, debió determinar la intervención de un facultativo, e incluso, en el caso hipotético que esta
consulta se hubiere realizado, el desgraciado desenlace acreditaría la ineficacia cierta del
procedimiento e implicaría la falta de idoneidad del profesional actuante, por su falta de previsión
diagnóstica.

Por el hecho apuntado, ha tomado intervención el Juzgado Federal Nº 3 de Morón.

Se concluye del episodio reseñado que deben evitarse las demoras injustificadas que se producen
desde el momento en que un interno requiere la asistencia de un profesional médico y la oportunidad en
que se materializa la consulta. Asimismo, la administración penitenciaria debe tomar debida nota de todos
los pedidos de asistencia médica, y este proceder no debe depender sólo del grado de persistencia del
peticionario en su reclamo. Máxime, ponderando que los agentes requeridos, no son facultativos, y por
ende, no están calificados para evaluar profesionalmente la entidad del reclamo. La indiferencia de la
administración penitenciaria, a las necesidades médicas tiene como resultado el dolor y el sufrimiento de
los internos en las situaciones menos graves, mientras que en el peor de los casos puede producir una
verdadera tortura o incluso la muerte, como quedaría evidenciado en el supuesto de R.L.R.

Una de los motivos que contribuyen a configurar esta riesgosa situación es la falta de personal en el
Servicio Médico del CPF II -en los planteles profesional, de enfermería y de técnicos- para satisfacer la
demanda de asistencia médica de una población carcelaria de alrededor de mil quinientos internos, dato
corroborado por las periódicas visitas del profesional médico de este Organismo. Ya sea por una cuestión
de organización o por la efectiva falta de recursos humanos, el plantel no alcanza para satisfacer la
demanda en tiempo y forma, por lo que corresponde revertir la situación por la vía de reubicación de
profesionales desde otros destinos, nuevos nombramientos o, en su caso, una nueva organización del área
respectiva.

Continuando con este tema de la falta de personal, es dable destacar lo que ocurre en la Unidad Nº
2, en donde la problemática repercute en las áreas de guardia, expresándose en un desequilibrio con
respecto a la población del establecimiento (hay un sólo médico de guardia por día -cuando debieran ser
dos- en tres días de la semana para asistir a más de dos mil internos). Más acuciante es el tema en el
Centro Penitenciario de Enfermedades Infecciosas (U.21), en donde por este motivo, no pueden ser
utilizados el pabellón de aislamiento respiratorio, el que demandó un considerable costo de instalación; el
quirófano y la sala de terapia intensiva, sectores de imprescindible utilización en un gran número de casos
de internos infectados con el virus H.I.V. con enfermedades marcadoras de Sida, es decir en estadíos
avanzados de infección.

Esta falta de personal profesional afecta también a establecimientos del interior del país, según fue
corroborado en la visita realizada los días 17, 18 y 19 de julio de 2001 en la Prisión Regional del Sur
(U.9), establecimiento que, en ese momento requería la prestación regular de un psiquiatra, de un
infectólogo, de otro médico clínico y de un odontólogo.

Haciendo una digresión, en el desarrollo de este informe, resulta dable ponderar la circunstancia
constatada durante la visita de este Organismo al Instituto de Seguridad y Resocialización de Rawson
(U.6), durante los días 29, 30 y 31 del mes de octubre de 2001. En dicha oportunidad se recabó que la
dirección del establecimiento había dispuesto la realización de un chequeo médico general de la población
carcelaria. De los trescientos noventa y nueve internos (399) alojados, trescientos cincuenta y uno (351)
aceptaron el chequeo, consistente básicamente en la constatación de la edad, del peso, de la estatura, de las
enfermedades padecidas, de los tratamientos realizados, de los síntomas presentes al examen médico, lo
que se completó con la realización de estudios de laboratorio para determinar glucemia, VDRL, factor RH,

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y de exámenes radiológicos de tórax y de exámenes bucales. El resultado general determinó que ciento
treinta y cuatro (134) internos fueron objeto de un diagnóstico presuntivo, lo que representa un porcentaje
del treinta y ocho con dos por ciento (38,2 %), sobre el total de la población que participó en el estudio.

Pasando al tema de la infraestructura edilicia sanitaria de ciertos establecimientos en particular (U.2


y U. 20), la misma se presenta como obsoleta y requiere permanentes acciones de reacondicionamiento.
En ocasiones el mantenimiento resulta demorado, ya que su efectivización así como la asignación de
recursos presupuestarios no dependen de la administración sanitaria. Durante el período que se informa se
remozaron algunas salas de internación del HPC II (arreglos en baños, duchas vidrios de ventanas, pintura
etc.), y se ha previsto la habilitación de un recinto de rehabilitación kinésica.

Debe mencionarse que la prestación asistencial involucra también la realización de actividad


burocrática para satisfacer demanda de baja significación médica como ser la elaboración de informes
requeridos por Juzgados, Defensores Oficiales, etc. La misma se dificulta por la carencia del equipamiento
administrativo necesario (v.gr. computadoras), lo que repercute negativamente en la actividad propia de
los galenos que es la de atender pacientes.

En lo que refiere a la capacidad de alojamiento de los centros asistenciales intramuros, no puede


dejar de mencionarse la circunstancia referida al alto porcentaje ocupacional de los mismos, ya que supera
el 80%. El criterio médico indica como óptimo un guarismo del 75%, ya que cifras superiores indican que
se producen "rechazos de pacientes". Persisten las causas comentadas en la memoria anterior:

1) Internaciones por orden judicial sin criterios médicos, motivada muchas veces en un equivocado
juicio de "protección de la salud" del interno, cuando no en "cubrir responsabilidades". El porcentaje de
estas derivaciones ronda un porcentaje que va del 25 al 40 %.

2) Derivaciones administrativas desde otros establecimientos con insostenibles justificaciones


formales de tipo sanitario. En estos casos los profesionales médicos de los centros receptores poseen
limitado poder para corregir estas desviaciones.

Como consecuencia de estas irregularidades, se ha constatado un rechazo de la demanda genuina


debiéndose alojar a los pacientes en hospitales extramuros, lo que desnaturaliza el sentido de la creación
de determinadas unidades como la U.21. Asimismo, la permanencia de personas internadas sin criterio
médico incrementa el riesgo de adquisición de otras enfermedades del ámbito hospitalario.

Traslados sanitarios - Derivaciones extramuros:


Durante el año 2001, se han agravado los inconvenientes relativos a las derivaciones a hospitales
extramuros según las previsiones del artículo 147 de la Ley 24.660. El porcentaje de fracasos en las
interconsultas ha aumentado hasta llegar a un setenta por ciento (70 %) -como ejemplo- en la U.2 (en el
año 2000, era de 50 %).

Las responsabilidades administrativas involucran principalmente a la Dirección de Seguridad y


Traslados, comprobándose además cierta incoordinación entre las otras dependencias intervinientes en
cada establecimiento. Entre las causas alegadas más comunes se incluyen: falta de disponibilidad de
móviles por desperfecto mecánico, llegadas tarde a la consulta por utilizar un solo vehículo para trasladar
a varios internos a través de distintos nosocomios, carencia de un vehículo especial para internos con
dificultad ambulatoria, y demoras -por parte del personal encargado de la custodia- en el traslado de los
internos desde su lugar de alojamiento hasta el móvil de traslado. También influye la falta de personal

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suficiente para la custodia (Seguridad Interna y Externa), así como la de personal paramédico
acompañante en los casos en que se requiere.

Esta problemática determinó la Recomendación Nº 217 de este Organismo del 21 de marzo de


2001, dirigida al Director de Seguridad y Traslados del Servicio Penitenciario Federal para que adopte las
medidas tendientes a evitar el fracaso de las derivaciones a nosocomios extramuros.

La respuesta, de parte del titular de la dependencia interviniente dió cuenta de la situación


reconociendo "...que no se está cumplimentando en su totalidad con los traslados de internos a los
diferentes Hospitales Extramuros, con turnos preestablecidos para la atención médica". Se expresó además
que "La Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Federal a través de la Dirección General de
Administración está volcando todos los recursos económicos disponibles que demanda la reparación de
los vehículos que se encuentran fuera de servicio, estimando que con el nuevo presupuesto a ejecutarse se
dispondría la adquisición de nuevas unidades de traslados y/o la reparación integral de los móviles que por
distintos problemas mecánicos se encuentran inoperables".

Dentro de este tema, hay que agregar que los centros asistenciales del medio libre están adjudicando
los turnos con mucho retraso, entre quince días y tres meses según las especialidades, por lo que la pérdida
de una consulta acarrea nuevos retrasos hasta conseguir otro turno. Los episodios agudos y las
emergencias son evacuadas a extramuros, normalmente sin dificultades. Sin embargo, las internaciones
programadas (casos quirúrgicos en general), no logran ser resueltas por la responsabilidad de los
hospitales, los que argumentan que la situación de crisis hospitalaria general afecta la asistencia de sus
propias áreas programáticas.

El colapso aludido del sistema asistencial público es una circunstancia que agrava directamente la
situación carcelaria, en esta materia. Cabe traer a colación lo ocurrido con el interno R.M. proveniente de
la U.17 y alojado en la U.2, para el tratamiento del "TUMOR ORBITARIO IZQUIERDO" que padece, en
centros asistenciales especializados de esta ciudad.

La dirección del Hospital Penitenciario Central II había diligenciado favorablemente la derivación


del Sr. R.M. al Instituto de Oncología Ángel Roffo, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, en el
cual fue evaluado en varias oportunidades, y en el que se le practicó incluso una "BIOPSIA DE TUMOR
ORBITARIO IZQUIERDO". Los profesionales intervenientes del Instituto Roffo, habían prescripto para
el tratamiento de la afección, la intervención quirúrgica. En atención de la situación de emergencia pública
hospitalaria existente, el centro asistencial de extramuros había requerido, a la administración
penitenciaria la provisión de los insumos para realizar la operación, cuyo costo rondaba aproximadamente
la suma de SETECIENTOS NOVENTA Y OCHO PESOS CON SESENTA Y CINCO CENTAVOS ($
798,65). El problema que se presenta en estos casos, es que los mecanismos burocráticos normales de la
administración para la obtención de los insumos -fondos rotatorios- no resultan idóneos por la demora que
conllevan, configurándose esta circunstancia como una nueva dificultad en la resolución del tratamiento
médico de los internos en el medio libre.

En lo que hace a esta cuestión en particular, la misma se resolvió con el curso natural -muy
desfavorable- de la enfermedad de R.M., ya que se desechó con posterioridad la solución quirúrgica,
prescribiéndose radioterapia y cuidados paliativos para el dolor, no obstante lo cual el caso se revela como
paradigmático del riesgo potencial que hay, de presentarse casos análogos en el futuro.

Sobre este tema del tratamiento médico de los internos en instituciones extracarcelarias, médicas
hay que atenerse al criterio de la Ley 24.660, que en su artículo 147 prevé la intervención de los "centros
apropiados del medio libre" en forma subsidiaria para los casos que "la naturaleza del caso lo aconseje",

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
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de lo que se desprende que el deber del Estado consiste en asegurar la atención médica en forma
prioritaria, dentro de los establecimientos del Servicio Penitenciario Federal. Entonces no pueden
aceptarse modelos de gestión que impliquen transferencia de la responsabilidad a los centros asistenciales
del medio libre. Soluciones de este tipo serían necesariamente insuficientes, inapropiadas, inviables,
onerosas y riesgosas.

Historias Clínicas:
En fecha 08/02/01, este Organismo se expidió a través de la Recomendación Nº 73 en la que se
recordaron las previsiones legales en lo referido a la confección de la historia clínica de cada interno,
instrumento que integra la "historia criminológica" (artículo 145 de la Ley 24.660).

La misma se había fundado en la auditoría realizada por esta Procuración en las Unidades Nº 9 y Nº
5, en cuyos servicios médicos se constató la ausencia de historias clínicas llevadas según los baremos de la
técnica médica.

La respuesta llegó a esta dependencia por intermedio de la Dirección Nacional del S.P.F. -nota de
fecha 05/04/01-, justificando las falencias en la carencia de recursos humanos (médicos, enfermeros etc.).
Ilustra la explicación el informe adjunto de la U.5: "...las Historias Clínicas se están foliando y tratando de
armar de la mejor manera y con los elementos e insumos que contamos a disposición (hojas, cartulinas
para tapas, etc.). Hago propicia esta oportunidad para informarle y así poner en conocimiento del señor
Procurador Penitenciario que en nuestra Unidad Nº 5 en el Servicio Médico siempre se prestó servicio con
enfermeros no diplomados, quienes desempeñan su función en forma más que correcta y siempre
dispuestos a los fines necesarios, pero sería menester la incorporación de Enfermeros Diplomados.........".

Por Resolución Nº 288 del Director Nacional del S.P.F. de fecha 04/02/02, inserta en el Boletín
Público Normativo Nº 156 se aprobó un nuevo modelo de Historia Clínica. Esta previsión -con mejoras
sobre el formato anterior- lamentablemente no ha tenido, posibilidad de aplicarse hasta el momento, por
el costo que significa la implementación (impresión, papel etc.). Asimismo, se aprecia que la confección
de las historias clínicas según este modelo, demandará un esfuerzo que excederá seguramente la
posibilidad real de concretarse, por lo que el objetivo fijado en cuanto a que cada interno posea una
historia clínica confeccionada según la técnica médica, no será alcanzado en un plazo razonable.

Provisión de medicación - Antiretrovirales (ARV):


La adquisición de medicamentos se realiza a través de la Sección Abastecimiento de Material
Sanitario (SAMS), desde donde se distribuye a las Unidades. Ante la carencia o falta de provisión del
fármaco, se realiza la compra por medio de la División Administrativa de la Unidad, a través del
procedimiento de "fondo rotatorio" y compras directas.

En varias unidades (U2, U21, CPF II) la demanda de medicación general tiene una cobertura a
través del SAMS de un 30% aproximado solamente. Ello implica que el 70% de las necesidades de
medicación no son satisfechas por la vía citada. Esta cifra es estimativa, dado que en las unidades no
existen programas de previsión de necesidades y almacenamiento de medicación con informatización del
registro de datos.

Esta circunstancia pone de manifiesto el excesivo gasto en que se incurre, en las compras que deben
realizarse inevitablemente en farmacias que tienen precios de expendio muy superiores a los prefijados en
laboratorios y droguerías. Estas compras podrían evitarse -con el consiguiente ahorro para el presupuesto

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
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del S.P.F.- si los establecimientos se abocaran a la realización de los vademécum, con la información
relativa a los medicamentos de uso más frecuente, posibilitando la provisión a través de adquisiciones
centralizadas a cargo de la instancia administrativa competente.

Del trabajo de campo realizado por la asesoría médica de la Procuración se ha advertido en


numerosos casos que el medicamento prescripto, no logra suministrarse en tiempo y forma, que los
tratamientos en curso resultan interrumpidos, o que directamente falta medicación de uso corriente. Se
registran así con demasiada frecuencia reclamos de los internos por este tema.

La dificultad en el acceso a los medicamentos y la interrupción de los tratamientos se relacionan


con causas que se vinculan en general con:

- Dificultades de los internos para acceder al médico de planta.

- Problemas en la entrega (una vez prescripto por el médico).

- Falta de concientización del personal encargado o del interno (interrupción por causas ajenas a las
exclusivamente médicas -ej.: huelga de hambre, traslados del interno sin su correspondiente
medicación).

- Trámites burocráticos en la obtención del insumo.

Los ARV y las drogas para el tratamiento de la tuberculosis siguen siendo provistas sin cargo por
el Ministerio de Salud y Acción Social a través del convenio, siendo la SAMS el efector intermediario
entre el anterior y las unidades. En las mismas, la distribución de medicamentos se realiza mediante el
servicio de farmacia. La demora del procedimiento computada desde la prescripción es de cuarenta y
cinco días, habiéndose detectado casos de provisión discontinuada o incompleta por parte del Ministerio
aludido, debido a la crisis general que afecta en forma semejante a la población del medio libre.

Frente a esta situación, desde la órbita de la Subsecretaría de Política Criminal y Asuntos


Penitenciarios, se aconsejó a las unidades que al recibir una cantidad menor a la solicitada se realice una
distribución proporcional y equitativa para todos los internos tratados con la misma medicación, al tiempo
que se debe instrumentar un nuevo trámite para recabar el faltante.

Ya se ha explicitado, en la anterior memoria, las consecuencias graves que acarrea la interrupción


del tratamiento antirretroviral en los portadores del virus HIV, con un cuadro de sida. Ello debe evitarse,
con gestiones desde el nivel político competente ante el Ministerio de Salud, que permitan minimizar el
efecto negativo de las entregas parciales o discontinuadas de insumos.

En este orden se señala que cualquier solución circunstancial respecto a la redistribución de


fármacos o su racionamiento en las unidades, ante el insuficiente e irregular suministro por parte
del Ministerio de Salud, no haría más que profundizar los perjuicios sobre los efectos que dicha
discontinuidad provoca. No cabe otro recurso, sino lograr satisfacer la demanda genuina de ARV y
realizar esfuerzos para simplificar los trámites burocráticos al mínimo necesario para mantener los
márgenes de seguridad para el legítimo uso de los mismos.

Hay ciertos procedimientos de seguridad, como las requisas de objetos personales -incluyendo
medicación- de un interno que ingresa a un establecimiento, se efectivizan sin tener en cuenta las
particularidades de cada caso, como es el de las personas afectadas con el virus H.I.V., que tienen
prescripto Tratamiento Antirretroviral (T.A.R.). Se han detectado así interrupciones del tratamiento por las

122
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

demoras en estos procedimientos, así como también por irregularidades administrativo- burocráticas (v.gr.
errores en el fichado que traen aparejado dificultades en la localización por parte de los facultativos con
posterioridad). Es así que la accesibilidad a un tratamiento adecuado, asegurada por la Ley 24.660, se ve
obstaculizada por los procedimientos propios de la rutina carcelaria, lo que se agrava con el importante
déficit que acarrea ya de por sí el sistema.

Con este diagnóstico de la situación, se deben morigerar las rigideces procedimentales, y se deben
extremar los recaudos de control para erradicar negligencias administrativas que determinan problemas en
la asistencia médica debida, a la población carcelaria infectada por H.I.V., la que constituye un grupo
vulnerable merecedora de especial atención.

Con respecto a las determinaciones de recuento de linfocitos T CD4+ y cargas virales se cumplen
con una frecuencia aproximada de dos veces al año, si bien se han registrado demoras en la realización de
este último análisis (no en la extracción de las muestras dentro de las unidades) por falta de pago del SPF
a los laboratorios extramuros que las realizan.

De lo expuesto, se concluye que la situación de salud en los establecimientos del Servicio


Penitenciario Federal, ha llegado a un extremo en el cual hay un alto riesgo potencial para los internos de
que sus afecciones o lesiones no reciban adecuado tratamiento médico. Por ello, al iniciar la descripción
de este tema se habló del contraste existente entre el desarrollo normativo y la realidad carcelaria. El
capítulo IX de la Ley, no hace más que especificar para las personas privadas de su libertad, todas las
previsiones que contiene la Constitución Nacional. Ésta, vale recordar, por intermedio de la inclusión de
diversos instrumentos internacionales de derechos humanos, otorga jerarquía constitucional al Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESEC), que consagra explícitamente el
derecho a la salud, protegido además en los artículos 41 y 42 de la Carta Magna.

También deben recordarse, en este aspecto, el artículo 10 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos (PIDCP) y los artículos 5.1 y 5.2 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (CADH). Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos
adoptadas por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del
Delincuente celebrado en la ciudad de Ginebra en el año 1.955 y adoptadas por el ECOSOC (Resoluciones
663 c/57 Y 2076/77) aunque no se trata de un tratado internacional contienen un valioso conjunto de
principios sobre la salud en las cárceles, de guía principalísima para el Estado Nacional, en la evaluación
de las condiciones de encierro, por el alto consenso existente en torno a las mismas.

Hay otros instrumentos en el ámbito internacional como el "Conjunto de Principios para la


Protección de todas las Personas Sometidas a cualquier forma de detención o prisión" y los "Principios
Básicos para el Tratamiento de los Reclusos". En el ámbito regional existe un proyecto de Declaración
Interamericana sobre los Derechos y la Atención de las Personas Privadas de Libertad, que en su artículo
sexto establece la trascendencia de que el Estado asigne infraestructura y recursos adecuados a los centros
penitenciarios y de detención para garantizar condiciones apropiadas.

Esta frondosa previsión del bloque normativo, por lo descripto anteriormente, no logra asegurar la
cobertura sanitaria debida a los internos, en un gran número de casos, por la influencia de las cuestiones
apuntadas anteriormente, en las que se advierte la responsabilidad del Servicio Penitenciario Federal, pero
también de otras instancias superiores involucradas en este tema. A pesar de esta digresión, hay que tener
en cuenta que siempre se trata de la responsabilidad del Estado Nacional, la que tiene un carácter
insoslayable e indelegable.

123
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

El Estado, que en ejercicio de su poder punitivo, practica el encierro restringiendo los derechos de
la persona detenida, no debe olvidar que tiene una carga especial en su cabeza, que es la de asegurar el
derecho a la salud de un modo privilegiado en los internos, ya que éstos tienen frustrada su posibilidad de
procurarse por sí, prevención y asistencia en el medio libre. En tal sentido, hay que insistir en el tema de
que la restricción de la libertad ambulatoria no puede afectar el derecho a la salud, por lo que corresponde
que el poder público ponga cuidado especial, en lo que a internos refiere, para asegurar la vigencia de esta
garantía constitucional.

Incumplimiento de las prescripciones


de la Ley 23.737:
Persiste durante el segundo año de gestión de esta Procuración Penitenciaria el incumplimiento, por
parte del Estado Nacional, de las previsiones de la Ley 23.737 relativa al tráfico de estupefacientes. Esta
ley, vale recordar, establece la disposición judicial de medidas de seguridad curativas consistentes en
tratamientos de desintoxicación y rehabilitación por el tiempo necesario para los condenados por cualquier
delito que dependieren física o psíquicamente de estupefacientes (art. 16), o bien la suspensión de la
aplicación de la pena en el caso de tenedores de estupefacientes destinados al consumo personal, adictos y
el sometimiento a un tratamiento de dicha naturaleza (art. 17), instituyendo también para estos casos otra
modalidad consistente en la suspensión del proceso durante el sumario bajo la condición de someterse a
un tratamiento similar (art. 18).

En la actualidad, reiterando lo expuesto en la anterior memoria, los únicos establecimientos, en


donde se desarrollan programas específicamente establecidos para cumplimentar el mandato de la Ley
23.737 y de la Ley 24.660, son el Centro de Rehabilitación de Drogadependientes de la Unidad Nº 3, y el
Centro Federal de Tratamientos Especializados para Jóvenes Adultos "Malvinas Argentinas", según los
lineamientos del "Programa de Asistencia a aplicarse en los Centros de Rehabilitación de
Drogadependientes" (Resolución Nº 1691/95 de la Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Federal).
Es decir que, para la población carcelaria más numerosa, que es la de los varones mayores de veintiún
años, sigue sin instrumentarse el mandato del último párrafo del artículo 19 de la ley 23.737: "El Servicio
Penitenciario Federal o Provincial deberá arbitrar los medios para disponer en cada unidad de un lugar
donde en forma separada del resto de los demás internos, pueda ejecutarse la medida de seguridad de
rehabilitación de los arts. 16, 17 y 18." En el mismo sentido, el inciso j) del artículo 185 de la Ley de
Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad, N ° 24.660 establece que los establecimientos deberán
contar con "secciones separadas e independientes para el alojamiento y tratamiento de internos
drogadependientes".

El incumplimiento se patentiza también, en la insuficiencia de profesionales y de los medios


materiales existentes en los establecimientos, para llevar a cabo estas medidas curativas, evidenciándose
en algunos casos, especialmente en unidades del interior, una carencia total de elementos humanos y
materiales, para realizar los fines de ley.

Al igual que en el informe del año 2000, se ha recabado información directamente a las direcciones
de cada uno de los establecimientos, transcribiéndose a continuación los datos más salientes de la
situación en cada uno de ellos:
Con relación a la Unidad Nº 2, por Nota Nº 255/01 (U.2) de fecha 27 de noviembre de 2001, se
informó que había alojados setenta y un internos en tratamiento por adicciones por orden judicial,
debiéndose destacar lo siguiente: "…El Servicio Penitenciario Federal cuenta con el Centro Federal de
Tratamientos Especializados para Jóvenes Adultos "Malvinas Argentinas", de rehabilitación para
adictos, los usuarios de este programa son jóvenes adultos que pueden ingresar antes de los 21 años y

124
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

permanecen hasta los 24 años. Para la población de adultos se está trabajando en la implementación de
un centro destinado exclusivamente para este grupo, pero que aún no existe, por lo tanto en las unidades
donde se alojan internos que requieren a pedido judicial, la medida de seguridad curativa en razón a su
adicción a las drogas se gesta un espacio asistencial donde se trabaja sobre la base de una rehabilitación
(aunque no todos los internos a los que se les impone esta medida prestan voluntad para efectuarlo). En
esta Unidad 2 específicamente estos tratamientos están a cargo del servicio de psicopatología del
Hospital Penitenciario Central II, que realiza una previa evaluación para determinar el grado de
adicción, la presencia o no de intoxicaciones agudas o crónicas, los posibles síndromes de abstinencia
(que hasta el momento no han sido observados) y toda otra manifestación que requiera apoyo
psicofarmacológico o específicamente médico psiquiátrico. Luego a través de los licenciados en
psicología de este servicio, se brindan entrevistas psicoterapéuticas de apoyo, esclarecimiento y
contención en relación a la problemática adictiva y además familiar social y su vinculación con la
conducta delictiva".

Con relación a la Unidad Nº 4, por Nota Nº "J" 399/02 (U.4) de fecha 31 de enero de 2002, se
informó que había alojados cinco internos con medidas de seguridad curativa, y que la sección Asistencia
Social había diagramado en el año 1998 un "Programa para Internos que Abusan de Sustancias
Psicoactivas", modalidad que involucraba la formación de un grupo cerrado, de alrededor de doce
miembros, de asistencia voluntaria, dos horas por semana, con una duración de 10 meses. Además se
indicó que la Unidad Nº 4 "no cuenta con Centro de Recuperación para Adictos"..

Con relación a la Unidad Nº 5, por Nota "J" Nº 3883/01 (U.5) de fecha 28 de diciembre de 2001, se
informó que había alojados tres internos con medidas de seguridad curativa, y que "…esta Unidad no
cuenta con un programa de asistencia para drogadependencia, ni tampoco en la ciudad hay programas
alternativos para este tipo específico de problemática ." .
Con relación a la Unidad Nº 6, por Nota Nº 02340/02 D.J. C.E. Nº 01457/02 (U.6) de fecha 23 de
julio de 2002, se informó que había alojados seis internos con medidas de seguridad curativa, y que en el
establecimiento: "…no se cuenta con los recursos mínimos para efectuar programas de tratamiento de
rehabilitación de drogadependientes…"

Con relación a la Unidad Nº 7, por Nota "V" Nº 268/01 (U.7) de fecha 27 de noviembre de 2001, se
informó que había alojados cuatro internos con medidas de seguridad curativas y que "…se ha
conformado un equipo multidisciplimario para este tipo de tratamientos integrado por miembros del
servicio social, educación, sección asistencia médica (Psiquiatría, Psicología, Clínica Médica,
Infectología) y servicio criminológico. La factibilidad de que este grupo multidisciplinario pueda actuar
en conjunto se hace difícil debido a que esta U.7 no cuenta con el espacio físico imprescindible para este
tipo de tratamiento; ya que debería permitir el aislamiento confortable del interno en los períodos de
crisis, y en las primeras etapas del mismo, además de la realización de una comunidad terapéutica entre
otras actividades específicas ."

Con relación a la Unidad Nº 9, por Nota "S" Nº 372/01 (U.9) de fecha 20 de diciembre de 2001, se
informó que había alojados dos internos con medidas de seguridad curativas y que los anteriores "…se
encuentran bajo control y tratamiento en el Servicio Psicosocial en el Hospital Regional del Neuquén,
con el Dr. Bonorino Esteban."

Con relación a la Unidad Nº 11, por Nota "J" Nº 1465/01 (U.11) de fecha 20 de diciembre de 2001,
se informó que no había alojados internos con medida de seguridad curativa, y que "…este establecimiento
no cuenta con un equipo especializado en adicciones, derivándose dichos casos.".

125
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Con relación a la Unidad Nº 12, por Nota "J" Nº 61/02 (U.12) de fecha 16 de enero de 2002, se
informó que habían alojados once internos con medida de seguridad curativa, y que en el control de la
medida participa la sección médica, a través de una profesional psiquiatra.

Con relación a la Unidad Nº 13, por Nota "J" Nº 2121/01 (U.13) de fecha 26 de noviembre de 2001,
se informó que habían alojadas tres internas con medida de seguridad curativa, y que " no se hace efectiva
esa medida en razón de no contar, en esta Unidad, con un Centro de Rehabilitación para
Drogadependientes. Cabe destacar, que las internas antes mencionadas reciben apoyo psicológico y
psiquiátrico, pero no es específicamente para resolver su adicción a las drogas."

En la U.15, según los datos recabados, se estaría desarrollando un "Programa de Tratamiento", de


manera grupal con frecuencia semanal, centrando el objetivo en el mantenimiento de la decisión de "no
consumir", a cargo de una profesional, Licenciada en Psicología.
Con relación a la Unidad Nº 17, por Nota Nº 439/01 de fecha 28 de noviembre de 2001, se informó
que había alojado un interno con medida de seguridad curativa, y que el tratamiento se lleva a cabo en el
"Centro de Rehabilitación de Conductas Adictivas MANANTIAL".

Con relación a la Unidad Nº 19, por Nota Nº 3102/01 S.J. (U.19) de fecha 15 de noviembre de
2001, se informó que había alojado un interno con medida de seguridad curativa, y que "…la Unidad no
realiza tratamiento específico para dicha patología, no obstante a ello el interno de marras se encuentra
realizando interconsultas con el psiquiatra de este establecimiento".

Con relación a la Unidad Nº 20, por Nota Nº 898/01 (U.20) de fecha 27 de noviembre de 2001, se
puso en conocimiento de este Organismo, que había alojados tres internos con medida de seguridad
curativa, y que "Respecto a esta medida, el Adj. Ppal. Yacubian Jefe de la División Cuerpo Profesional de
esta Unidad informa que con el tratamiento previsto como medida de seguridad curativa por la Ley
23.737 para drogadependientes, habida cuenta que requieren de una infraestructura y recursos humanos,
operativos, edilicios, que esta Unidad adolece por no constituir su hipótesis de trabajo".
Con relación a la Unidad Nº 31, por Nota Nº 3434/01 (S.J.) de fecha 10 de diciembre de 2001, se
informó que había alojadas dos internas con medidas de seguridad curativa, y que ambas recibían
asistencia psiquiátrica y psicológica con medicación, como único tratamiento disponible.

Con relación al Complejo Penitenciario Federal I, por Nota Nº 1281/01 (C.P.F.I) de fecha 29 de
noviembre de 2001, se informó que había alojados cuarenta y dos internos con medidas de seguridad
curativa, y que los anteriores "…reciben tratamiento psicofarmacológico y psicoterapéutico de apoyo y
esclarecimiento como única medida disponible este complejo para el tratamiento de su adicción en razón
de no contarse a la fecha con la infraestructura necesaria para el funcionamiento de un Centro de
Rehabilitación de Drogadependientes (CRD) acorde a la legislación y normas vigentes (Ley 23.737 –
Programa de Asistencia a aplicarse en los CRD – Expíe Nº 40.443/95 D.N.. Resolución Nº 1691/95 B.P.
Nº 63-16/04/97).".

Con relación a los siguientes establecimientos: U.10, U.14, U.25, U.27 y U.30, se comunicó a este
Organismo, que al momento de realizarse los informes respectivos, no había alojados internos con medida
de seguridad curativa.

De lo expuesto resulta que la situación actual no ha variado respecto de lo informado en la anterior


memoria: los únicos establecimientos, en donde se desarrollan programas específicamente establecidos
para cumplimentar el mandato de la Ley 23.737 y de la Ley 24.660, son el Centro de Rehabilitación de
Drogadependientes de la Unidad Nº 3 y el Centro Federal de Tratamientos Especializados para Jóvenes

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Adultos "Malvinas Argentinas", según los lineamientos del "Programa de Asistencia a aplicarse en los
Centros de Rehabilitación de Drogadependientes" (Resolución Nº 1691/95).

Esta respuesta legal del Estado Nacional, frente a las necesidades de tratamiento de una
población carcelaria afectada por el drama de las adicciones que va en aumento, resulta a todas
luces insuficiente. El motivo de ello se encuentra, sin intención de justificar este incumplimiento, en
la circunstancia que las pautas legales se relacionan con el concepto de tratamiento llevado a cabo
mediante la modalidad de Comunidad Terapéutica, que se basa en principios, tales como, el no
contacto con el resto de la población y la progresión por fases que hacen menester lugares de
alojamiento diferenciados. Esta modalidad de abordaje requiere, además, de personal especializado
y entrenado para implementarlo.

Ya en la memoria anterior, se dió cuenta que la Comunidad Terapéutica es una alternativa entre
otras, por lo que no puede dejar de mencionarse lo indicado en otro tramo del presente informe, respecto
de la experiencia llevada a cabo en la Unidad Nº 4. La misma pone de manifiesto que, más allá de la falta
de recursos, de infraestructura y de profesionales especializados en este tipo de tratamiento, es posible una
intervención sistematizada en el tema de las toxicomanías.

Esta intervención denominada "Programa para Internos que Abusan de Sustancias Psicoactivas"
utiliza como criterio para la incorporación al mismo la demanda real de tratamiento por parte los
anteriores. Como requisitos se establece que tienen que contar con condena firme; debe restarles purgar, al
menos un año de la misma; no pudiendo ser trasladados durante el tratamiento. La actividad no está
encaminada a la curación como "ideal" sino a promover la toma de conciencia respecto de los problemas
que se vinculan con la adicción y el reconocimiento de la necesidad de ayuda.

Esta Procuración ha planteado la necesidad imperiosa de generar iniciativas en el sentido de


programas de tratamiento, considerando posibilidades asistenciales ambulatorias como opciones válidas
en contraposición a la modalidad de comunidades terapéuticas (C.R.D.) como única elección posible.

Teniendo en cuenta que un gran porcentaje de la población penal requiere de asistencia, pero no se
cuenta con los espacios y profesionales especializados para los fines de la Comunidad Terapéutica, se
insiste en la necesidad de implementar programas como el de la U.4, el que demuestra la factibilidad de un
abordaje asistencial de las adicciones a partir de los recursos con los que se cuenta, advirtiéndose que la
cuestión no pasa por la infraestructura ni por los "especialistas" sino por la intención decidida de afrontar
la responsabilidad que a cada instancia le corresponde.

En otro orden, se estima procedente traer a colación en esta memoria la consideración de las
políticas de "reducción de daños" en este ámbito, las que han adquirido entidad normativa a través de la
Resolución Nº 351/2000 de SEDRONAR. Esta resolución, inspirada en las recomendaciones de la
Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas establece:

Artículo 1º: Recomendar al Ministerio de Salud de la Nación, la adopción de programas y/o


medidas con las características y objetivos que se señalan en el artículo 2º, a implementarse en los casos
puntuales en los que se esté en presencia de una persona adicta que: A.- No esté integrada o atendida en
los servicios y programas existentes o que haya fracasado repetidas veces en los mismos. B.- A la vez, esté
expuesta a un alto riesgo de daño grave a su salud por enfermedades infecciosas que se relacionan con el
abuso de drogas y que también pueda producir accidentes fatales.

Artículo 2º: Los programas recomendados en el artículo 1º tenderán a que a las personas
destinatarias de los mismos, se les preste asistencia, a fin de lograr reducir los riesgos para su salud.

127
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Mediante esta Resolución, se ha dejado abierta la posibilidad a la aplicación de las políticas de


reducción de daños, aunque la norma no da pautas objetivas, quizás con el fin de no dejar en evidencia la
trascendencia de lo establecido en toda su plenitud.

Por lo indicado, y sin perjuicio de que la Resolución 351/2000 tiene como destinatario al Ministerio
de Salud, ello no obsta a su consideración por otras áreas como es la que nos compete, la penitenciaria, en
el diseño futuro de estrategias por las instancias políticas competentes.

Finalizando y en lo que hace a los internos que tienen dispuestas judicialmente medidas de
seguridad curativas, que no se ejecutan por las falencias apuntadas, deben disponerse ineludiblemente
medidas tendientes a llenar este vacío que afecta principalmente a los varones mayores de veintiún años,
tornándose imperioso además la adopción en el Servicio Penitenciario Federal, de programas que apunten
a la prevención de las adicciones.

IV. Temas de especial


intervención de la
Procuración Penitenciaria
Presentaciones judiciales

128
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

La Procuración Penitenciaria ha realizado distintas presentaciones en sede judicial, mediante


denuncias penales, a través de la figura de "amicus curiae", como amigo del Tribunal o simples escritos o
notas.

Amicus Curiae

Esta figura posibilita que diferentes actores tomen parte en un proceso penal del que son ajenos en
sentido técnico. Si bien la mayoría de Juzgados o Tribunales se pronuncia por las cuestiones planteadas,
hemos tenido dificultad con algunos otros que desconocen la figura o ignoran la función de la Procuración
Penitenciaria y por ello debemos fundar la solicitud aportando distintos antecedentes.

El amicus curiae (literalmente "amigo del tribunal") es una institución generalizada en el mundo
jurídico anglosajón que ha cobrado auge además en el ámbito del derecho internacional de los derechos
humanos.

Como dice el Dr. Martín Abregú en el capítulo "Perspectivas y posibilidades del amicus curiae en el
derecho argentino" de su libro "La aplicación de los tratados internacionales sobre derechos humanos por
los tribunales locales" (Editores del Puerto, Buenos Aires, 1998), esta figura consiste en la presentación
ante el tribunal donde tramita un litigio judicial de terceros ajenos a esa disputa, que cuenten con un
justificado interés en la resolución final del litigio, a fin de ofrecer opiniones consideradas de
trascendencia para la sustanciación del proceso en torno a la materia controvertida. Es una figura clásica,
cuyos antecedentes más remotos se encuentran en el derecho romano. Paulatinamente fue incorporándose
a la práctica judicial de los países de tradición anglosajona: ya a comienzos del siglo XV, en el derecho
inglés, se autorizaba la actuación de un extraño a fin de producir peticiones en un juicio como "amigo del
tribunal".

La evolución contemporánea de la figura en el marco del derecho anglosajón y del derecho


internacional de los derechos humanos aporta a la presentación una nota distintiva, que justificará la
procedencia de la opinión que se ofrece al tribunal: el carácter, trascendencia o interés público de la
cuestión debatida. Esta vinculación entre la discusión judicial de cuestiones de interés público y la
posibilidad de que personas, grupos o instituciones interesadas en la proyección colectiva de decisiones de
la magistratura presenten sus respectivas opiniones sobre el tema ante el tribunal, no hace más que
reforzar el aspecto participativo del carácter republicano de gobierno. Ello es así, toda vez que
proporciona la posibilidad a instituciones interesadas a que presenten sus puntos de vista ante la
inminencia de una decisión judicial trascendente, para un debate de las cuestiones examinadas
judicialmente que de otro modo quedarían relegadas al hermetismo de la función jurisdiccional sin
adquirir el carácter de una discusión pública.

La presentación del amicus curiae apunta entonces a concretar una doble función:

a) aportar al tribunal bajo cuyo examen se encuentra una disputa judicial de interés público
argumentos u
opiniones que puedan servir como elementos de juicio para que aquél tome una decisión
ilustrada al
respecto.
b) brindar carácter público a los argumentos empleados frente a una cuestión de interés general
decidida
por el Poder Judicial, identificando claramente la toma de posición de los grupos interesados,
y sometiendo a la consideración general las razones que el tribunal tiene para adoptar y fundar
su

129
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

decisión.

Sobre esta última función el Dr. Carlos Santiago Nino en su libro "Fundamentos de derecho
constitucional" (Ed. Astrea, Buenos Aires, 1992) refiere que el "amicus curiae" es un instrumento útil
para abrir canales de participación y fortalecer la representación de grupos motivados por un interés
público en la toma de decisiones judiciales. En igual sentido se pronuncia el Dr. Roberto Gargarella en su
libro "La justicia frente al gobierno" (Ed. Ariel, Buenos Aires, 1996).-

En el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el instituto ha adquirido categoría normativa


en la ley de Procedimientos ante el Tribunal Superior de Justicia (Boletín Oficial de la Ciudad de Bs. As.
n° 985 del 17-07-00, págs. 17.901 y ss.), la que en su artículo 22 establece lo siguiente:

"Amicus Curiae: cualquier persona, puede presentarse en el proceso en calidad de asistente oficioso,
hasta diez días antes de la fecha de la celebración de la audiencia. En la presentación deberá constituir
domicilio en la jurisdicción. Su participación se limita a expresar una opinión fundada sobre el tema en
debate. El/la Juez/a de trámite agrega la presentación del asistente al expediente y queda a disposición de
quienes participen en la audiencia".

Por otra parte, la figura de "amicus curiae" no es ajena a nuestro derecho positivo vigente, pues el
artículo 7° de la ley sobre inmunidad de jurisdicción de los Estados extranjeros ante tribunales argentinos
(Ley 24.448) asigna la posibilidad al Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto
de expresar su opinión en su carácter de "amigo del tribunal".

Por último, se debe destacar que el otorgamiento de jerarquía constitucional a los tratados de
derechos humanos que establece el artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional, implica la
aceptación por parte de la Argentina de la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
cuyo reglamento establece en forma específica en su artículo 54.3 la posibilidad de presentarse en calidad
de "amicus curiae" ante dicho Tribunal.

La Procuración Penitenciaria ha presentado veintidós amicus curiae, en su gran mayoría ante los
juzgados de Ejecución Penal de la Capital Federal, de ellos dieciséis fueron recepcionados. Uno de los
mayores problemas encontrados en las unidades fue el de internos que debían encontrarse a nuestro juicio,
con arresto o prisión domiciliaria y aquellos internos que se le aplicaron sanciones irregulares.

De las nueve presentaciones motivadas por el art. 33 de la Ley 24.660, siete correspondían a casos
con enfermedades terminales; los internos O.D. y J.C.C.O afectados por el virus de H.I.V, toxoplasmosis y
tuberculosis pulmonar; R.A.T. insuficiencia renal crónica irreversible en hemodiálisis; H.V de 65 años de
edad, 24 años detenido, parálisis en sus piernas y graves problemas de dicción.

Asimismo, el interno J.G.P.E. se encontraba prácticamente ciego, ya que poseía lesiones seculares
oculares por traumatismos padecidos durante su infancia, agravadas por una catarata que lo dejaría con
una nulidad total en su visión; R.R.A. se encontraba alojado en el Hospital Penitenciario Central de la
Unidad 2, en silla de ruedas por estar afectado de esclerosis múltiple de naturaleza irreversible e infectado
por el virus H.I.V. Por último, es el caso del detenido H.A.I , severamente enfermo, infectado por el virus
del Sida, en período terminal y con un agudo "síndrome depresivo".-

Los otros dos casos si bien no son por enfermedades terminales son iguales de gravosos, toda vez
que A.L.M. de 71 años de edad, sin haberse determinado el arresto domiciliario por el Tribunal Oral de
Capital que lo juzgaba, continuaba detenido en la Unidad N° 2 del Servicio Penitenciario Federal; y
C.B.A. que se encontraba con un embarazo sumamente complicado a la edad de 45 años, primeriza, a

130
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

quien le fue denegada por el Dr. Nieves del Tribunal Oral en lo Federal N° 2 de San Martín su prisión
domiciliaria para dar a luz a su hijo varón.

Con respecto a la irregularidad en la aplicación de las sanciones, cuatro fueron las presentaciones
realizadas para que se dispusieran las nulidades de las mismas; a los detenidos L.E.CH.G., G.A.C, I.S.CH.
y J.D.D. las cuales todas adolecían de "horrores" administrativos, pero sobre este tema se ha dedicado un
capitulo especial en el presente informe.

Las restantes nueve presentaciones se realizaron por distintos derechos conculcados a nuestro
juicio. Los internos A..J.C y N.R.D.S fueron demorados en forma injustificada en la incorporación al
Período de Prueba del Régimen de Progresividad de la Pena, situación ésta que torna ilusorios los
derechos que acuerda la Ley 24.660. Sobre éste último, en virtud de la presentación realizada ante el
Juzgado de Ejecución N°2 a cargo del Dr. Adalberto Polti, Secretaría a cargo del Dr. Axel López, se
resolvió incorporar al detenido al Período de Prueba hacíendole saber al Director del Régimen
Correccional del S.P.F. que deberá abstenerse de intervenir de oficio en la incorporación de condenados al
Período de Prueba propiciados por los distintos Consejos Correccionales.

Con éste amicus se logró que una vez aprobada la incorporación al Período de Prueba por el
Consejo Correccional de cualquier unidad, ésta es automática sin que deba ser admitido por el Instituto de
Criminología de Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Federal, que en reiteradas oportunidades
retenía por tiempos excesivos a los internos en la Fase de Confianza, violando así la efectiva progresividad
del régimen penitenciario que norma la ley.

Se presentaron amicus por los detenidos W.D.B. y M.A.B., ambos por problemas con la concesión
del derecho de las Salidas Transitorias (art. 28 del Reglamento de Modalidades Básicas de la Ejecución).
El primero -alojado en la Unidad N° 12 de Viedma- a efectos de que se considere la posibilidad de
otorgársele una salida excepcional de 72 horas (art. 29 del citado Reglamento) a la ciudad de Buenos
Aires, toda vez que hacía más de dos años que no veía a su familia. El segundo, a raíz de una evidente y
grosera irregularidad por parte del Servicio Penitenciario Federal en las calificaciones del interno, al no
respetar los guarismos alcanzados en su etapa de procesado y luego condenado, lo que violaba su legítimo
derecho de obtener las salidas transitorias conforme los requisitos que había reunido.

Similar es el caso del interno G.A.C., que encontrándose en el Período de Prueba del Régimen de
Progresividad de la Pena, el Servicio Penitenciario Federal no elaboró un informe favorable para que sea
incorporado al Régimen de Semilibertad y con ello obtener las merecidas salidas laborales; ello, por una
errónea interpretación del art. 17 inc.3ro. de la Ley 24.660.

Sumamente violatoria con la Ley Suprema del Estado como es la Constitución Nacional, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas y el mismísimo
Código Penal de la Nación, resultó ser el caso de la interna L.C.N., debiéndose realizar una presentación
en su favor, ya que siendo joven adulta fue "encerrada" en el pabellón 14 de la Unidad N° 3 con internas
mayores de edad, alojamiento que se caracteriza por la rigurosidad de su régimen disciplinario. No se
puede dejar de mencionar que dicho régimen fue cuestionado por esta Procuración mediante la
presentación de un "Habeas Corpus" siendo resuelto en favor de las internas por el Titular del Juzgado en
lo Federal N°1 de Lomas de Zamora. El mencionado régimen disciplinario se desarrolla en otro acápite
del presente informe.

Asimismo, se intervino por el interno J.D.R. cuestionando el informe negativo que había realizado
el Consejo Correccional del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza. Este informe concluía
negativamente a que el detenido, habiendo cumplido parte de su condena, egresase en libertad

131
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

condicional, pese ha encontrarse en condiciones temporales. A su vez, se presentó un amicus por el


interno H.A.A., para que se le abone el peculio devengado por las actividades laborales que realizó en la
Unidad N° 2 del Servicio Penitenciario Federal desde el mes de abril de 1999 hasta el mes de mayo de
2000.-

Por último, la Procuración realizó una presentación ante el Juzgado Federal N° 1 de Lomas de
Zamora en el que se estudian las causas dudosas que provocaron la muerte del detenido W.O.B.,
aportando y detallando paso por paso todo lo actuado e investigado por este Organismo para colaborar
con el Magistrado sobre la pesquisa en cuestión.

Denuncias Penales
Es dable destacar, en este capítulo que la cantidad de denuncias presentadas, no se condice con los
numerosos hechos delictivos que este Procurador y sus Asesores han advertido que se comenten contra
internos dentro del Servicio Penitenciario Federal, pero es política del titular de la Procuración, salvo que
el caso así lo amerite dado su extrema gravedad, que si el detenido no desea que el Organismo realice la
denuncia, pese a ser incentivado y apoyado para que comprenda la necesidad de realizarla; la misma no se
lleva a cabo. No debemos olvidar que el detenido vela por su bien mas preciado; la vida y hay casos en
que ni la Justicia puede garantizar el resguardo psico-físico del interno, dado el altísimo grado de
impunidad que existe intramuros.

Otro punto sumamente importante, que desalienta aún más a los internos a realizar una denuncia es
que muchas veces el Juez o el Fiscal interviniente en la investigación de un hecho luego de tomar
declaración testimonial tanto al damnificado como a otros detenidos que pudieran ser testigos de las
lesiones o golpes, reenvían a los internos su Unidad de origen, donde generalmente sufren "aprietes",
intimidaciones, amenazas o golpes para que desistan de denunciar o atestiguar en contra de los agentes
penitenciarios imputados.

Respecto de las denuncias por apremios ilegales, la metodología llevada a cabo consistió en que el
Procurador o la Subprocuradora o en su caso por disposición un Asesor Letrado, se entrevistara con el
interno en audiencia personal y privada a efectos de tomar conocimiento de cómo se sucedieron los
hechos por los cuales resultó "golpeado".

Luego de ello, un Asesor médico es el que constata las lesiones que el interno sufriese y
posteriormente, se realiza una denuncia penal aportando al Sr. Juez que entienda en la causa, el informe
del galeno, los nombres de los testigos, si es que hubiere, y el testimonio de los funcionarios que
entrevistaron al detenido.-

Diez fueron las denuncias que debió realizar la Procuración Penitenciario por apremios ilegales.
Una de las más importantes, por la cantidad de hechos que se produjeron, fue la que se radicó en el
Juzgado Federal N° 2 de Morón Pcia. De Buenos Aires, donde se investigan los numerosos "golpes" que
recibieron 38 internos alojados en el Módulo IV, Pabellón 5° del Complejo Penitenciario Federal II de
Marcos Paz.

En este caso, personal de requisa ingresó al pabellón al término del desayuno, haciendo sonar
silbatos, empujando a toda la población hacia un rincón del pabellón y sin mediar motivo alguno comenzó
a golpearlos indiscriminadamente. Esta no es la primera vez que ocurre una golpiza generalizada en el
C.P.F. II, del informe anual del año próximo pasado surge la denuncia realizada por un acción similar a 41
detenidos. Esta es la práctica aberrante de las "palizas de bienvenida".

132
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Otro caso ocurrido, en el citado complejo, fue el hecho acaecido en perjuicio de A.T.A por un
agente del Servicio Penitenciario en dos oportunidades, ocasionándole según constancia médica en esta
oportunidad las siguientes contusiones "... en el hombro y debajo de la tetilla derecha. Escoriaciones en
ambas muñecas por esposas, sobrelinea media en la espalda..."

También fueron denunciadas entre otras las agentes de apellido V y G del Servicio Penitenciario de
la Unidad N° 3 de Mujeres, toda vez que la interna V.V.B según informe médico presenta a raíz de los
golpes recibidos "lesiones en pómulo izquierdo, corte en cara interna del labio superior, brazo derecho,
rodilla derecha y contusión en la vulva".

No fue el único caso de golpes en esta Unidad de Mujeres, M.S., R.C.P., M.C.G., I.S.CH., M.B.A. y
E.M.B, fueron severamente golpeadas por el personal de requisa, en el pabellón que se alojaban, por haber
presentado un "habeas corpus" que comprometía a una agente penitenciaria.

Tampoco estuvo exento de denuncias el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza. El interno


G.D.P fue brutalmente golpeado por haber solicitado un pedazo de pan a la hora de la cena, ya que no
había recibido hasta ese momento la comida ni él ni sus compañeros. De la constancia médica en el caso
surgió que "posee deformidad de pirámide nasal, con tumefacción de su vertiente derecha, escoriación en
cara interna de pierna derecha, equimosis en hombro derecho y muslo izquierdo...".

Mucho mas gravoso resulto ser el caso del detenido A.A.R. quien encontrándose en el Pabellón "D"
del Módulo IV fue golpeado por agentes mientras el Jefe de Módulo le decía "Este tiene una hernia, ya
saben donde pegarle". Como consecuencia de ello fue trasladado al Pabellón "F" de sancionados y una
semana después fue nuevamente golpeado por personal de requisa mientras le decían "Acá mandamos
nosotros acostúmbrate a obedecer". En razón de dichas lesiones se constató que las mismas tendrían una
evolución de 15 a 20 días.

CMS, sufrió escoriaciones en la región escapular derecha entre 2 y 3 cm. , Equimosis de unos 2
cm. En el hombro derecho, hematomas de unos 2,5cm y 3 cm., en el hombro izquierdo y en la séptima
costilla respectivamente, por intentar evitar agresiones verbales por parte del personal de requisa hacia un
compañero del pabellón.

Las últimas tres denuncias corresponden a la Unidad N° 2 del Servicio Penitenciario Federal, pero
lo más significativo de ellas es que las mismas ocurrieron en menos de 20 días, motivo por el cual originó
además de presentación Judicial, una recomendación de la que se hizo referencia en acápites anteriores.

El 8 de agosto de 2001 el interno A.F fue golpeado fuertemente por el personal de requisa mientras
era arrastrado desnudo desde su pabellón hasta las celdas de aislamiento. El parte médico es
categórico"Equimosis lineal de unos 10 cm. por 1,5 cm. ubicada en la región infraescapular izquierda y
perpendicular a la columna vertebral. Equimosis lineal de unos 15 cm por 1,5 cm ubicada en la región
paravertebral cervical del lado derecho. Equimosis lineal de unos 35 cm por 2 cm que se extiende desde la
región escapular derecha hasta la región dorso lumbar del mismo lado. Equimosis lineal, en número de
tres, de unos 30 cm por 0,5 cm. que se extiende desde el borde inferior de la escápula derecha hasta la
fosita renal izquierda. Equimosis lineal de unos 15 cm por 1,5 cm. en la región renal dorsolumbar externa
del lado izquierdo. Equimosis lineal de unos 10 cm. por 2 cm que se extiende desde el borde inferior
externo de la escápula derecha hacia la región dorsal. Hematoma de forma irregular a nivel del borde
externo de la escápula derecha. Equimosis lineal de unos 5 cm. ubicada en el cuadrante superior interno
del glúteo. Equimosis lineal de unos 20 cm. por 0,5 cm. en la región pectoral derecha. Equimosis lineal de
unos 25 cm por 2 cm. en la región pectoral izquierda que se extiende desde el hombro derecho hasta el
tercio inferior del brazo del mismo lado por la cara posterior. Equimosis lineales, en número de cuatro, de

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

unos 20 cm. por 0,5cm. superpuestas entre si con distintas direcciones ubicadas en la cara posterior, tercio
superior y medio del brazo izquierdo. Equimosis lineal de unos 6 cm. por 2 cm. ubicada en la cara
anterior, tercio medio del muslo izquierdo. Hematoma ubicado en la cara externa, tercio medio del muslo
izquierdo. Equimosis lineal de unos 20 cm. por 2 cm. que se extiende desde el tercio superior, cara externa
hacia el tercio inferior, cara anterior del muslo derecho".

El 14 de agosto de 2001 el interno F.A.C. fue golpeado por la misma requisa, siendo constatada una
equimosis lineal en región frontal izquierda (léase palazo en la cabeza) con una evolución de 3 días

Por último, el 29 de agosto del mismo año, la requisa entró al pabellón del detenido F.A.M y
cuando éste atinó a colocarse las zapatillas, fue golpeado con bastones y patadas por "entorpecer y
demorar el accionar penitenciario".

Finalmente, la Procuración ha presentado diferentes escritos y notas a distintos Juzgados o


Tribunales para aportar datos o adjuntar documentación idónea para la investigación de un ilícito o la
violación de algún derecho, ya sea por un particular o iniciados por el propio Organismo.

Régimen de Disciplina Rigurosa


Pabellón 14 de la U.3
El 30 de marzo de 2001, dos asesores de esta dependencia entrevistaron a internas que se
encontraban alojadas en el Pabellón 14 de la Unidad Nº 3, habiéndose constatado que las mismas se
encontraban incorporadas a un régimen especial caracterizado por las siguientes premisas:

a) Encierro en celda individual durante todo el día, excepto en los dos recreos de dos horas por la
mañana y por la tarde. Hay que destacar que, los días de lluvia o mal tiempo, en razón que la recreación
sólo se podía efectivizar en un patio descubierto -pese a la existencia de un amplio comedor en el sector-
la misma no se realizaba, lo que significaba la prolongación del encierro individual en la celda.

b) Prohibición del libre desplazamiento de las internas, el que se efectuaba en todos los casos con
vigilancia directa de agentes penitenciarios.

c) Asistencia espiritual, psicológica, psiquiátrica y social, bajo supervisión contínua de agentes


penitenciarios.

d) Realización de las visitas a través de locutorios, con una frecuencia de dos hora semanales por la
mañana para visita femenina y dos horas semanales por la tarde para visita masculina –en días domingos-,
permitiéndose sólo el ingreso de familiares directos. El diagrama de visitas implicaba, en comparación con
el del resto de la población penal una restricción importante en las posibilidades existentes.

e) Ingesta de alimentos en la celda de alojamiento.

f) Acceso a las comunicaciones telefónicas, sólo en los días martes y viernes durante quince
minutos con supervisión de agente penitenciario.

Habiéndose requerido acerca de los fundamentos de la vigencia de dicho régimen, la Dirección


Nacional del Servicio Penitenciario Federal remitió a este Organismo un informe del que surgía que tres

134
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

internas de las cinco alojadas en el Pabellón 14, se encontraban allí por haberlo dispuesto así, el
Juzgado Federal de 1º Instancia en lo Criminal y Correccional Nº 2 de Lomas de Zamora para
"salvaguardar la integridad física de las mismas". Asimismo, se daba cuenta que en fecha 22 de
noviembre de 2000, la Excma. Cámara Federal de Apelaciones de La Plata dispuso que debían cesar en
forma inmediata las medidas dispuestas por el Juzgado, revocando la resolución de esa instancia judicial
y resolviendo favorablemente la presentación de un Habeas Corpus presentado por la Sra. Defensora
Oficial a cargo de la Defensoría Pública Oficial Nº 2 de Lomas de Zamora . Sin perjuicio de lo decidido
por la Alzada, el Juzgado recomendó a la Dirección de la unidad que se adoptaran las medidas
necesarias para preservar la seguridad de las internas, decidiendo la Directora mantener el alojamiento
de las internas "con una modalidad específica diseñándose un programa de tratamiento individualizado.",
lo que significó en los hechos la supervivencia del régimen impugnado por la Defensoría.

En cuanto a las otras dos internas se informó que fueron alojadas allí, haciendo uso de la posibilidad
que le otorga el Reglamento de Disciplina para los Internos de trasladarlas a un sector del establecimiento
de disciplina más rigurosa (art.19 inc. g del Decreto 18/97), invocando como sustento "los antecedentes de
las internas, quienes eran poseedoras de numerosos correctivos disciplinarios por infracciones de
carácter media y grave, además de las características agresivas de la personalidad".

Atento a lo expuesto, este Organismo se expidió a través de la Recomendación Nº 98 de fecha


22/05/01 por la que se propició al Sr. Subsecretario de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios del
Ministerio de Justicia y de Derechos Humanos que ordene el inmediato cese del régimen de seguridad
impuesto a las internas, por carecer el mismo de antecedentes fácticos y jurídicos que le den sustento. En
lo que hace a las internas alojadas por la argumentada aplicación del artículo 19 inc. g) del Decreto 18/97,
la medida administrativa se caracterizaba como un empeoramiento desde el punto de vista cualitativo del
cumplimiento de la pena, aumentando el contenido coercitivo, configurándose como sistema sancionatorio
encubierto, por el que se reprimían doblemente los actos contrarios a la ley y los reglamentos. En tal
sentido, se contrariaba específicamente lo prescripto en el artículo 92 de la Ley que consagra el principio
de "non bis in idem", en materia disciplinaria, ya que además de haber purgado los numerosos correctivos,
en los que pretendidamente se intentó justificar el alojamiento en el Pabellón 14 de estas internas, las
mismas eran objeto de un programa caracterizado por la discriminación, el encierro, el aislamiento y la
estigmatización, sin que pueda vislumbrarse cuál era el antecedente que le daba sustento. Tampoco la
"personalidad agresiva" podía fundamentar la resolución administrativa, ya que ello trasuntaba la
utilización de conceptos indefinidos e incluso una mera apreciación subjetiva que conducía claramente al
acto de injusticia y de abuso objetado por esta Procuración.

El 25 de julio de 2001 permanecían alojadas en el Pabellón 14 seis internas, de las cuales, tres de
ellas seguían allí por las causas invocadas anteriormente por la administración; una de ellas, por haber sido
sancionada con la medida prevista en el artículo 19 inc. g) del Decreto 18/97; y dos de ellas "por
problemas de convivencia" y para "preservar la integridad física de las causantes y del resto de la
población carcelaria".

En relación a estas dos últimas internas, se evidenciaba con claridad meridiana la arbitrariedad
cometida por la autoridad penitenciaria, ya que estaban encerradas en un "Pabellón de Disciplina
Rigurosa", sin haber mediado algún hecho por el cual se les hubiera podido aplicar la sanción de traslado
a un sector del establecimiento de régimen más severo. Habiendo sido entrevistadas ambas el 27 de
septiembre de 2001, manifestaron que entendían que se encontraban alojadas en un pabellón en el que se
agravaba ilegítimamente su detención. Esta circunstancia, que implicaba la restricción injustificada de los
derechos de las anteriores, llevaron a esta Procuración a impetrar un recurso de Hábeas Corpus el 28 de
septiembre de 2001 por ante el Juzgado Federal de 1º Instancia en lo Criminal y Correccional Nº 1 de
Lomas de Zamora.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

El recurso tuvo respuesta favorable del magistrado, ya que -si bien no dispuso re-alojar a las
causantes en los pabellones comunes- ordenó a la dirección de la U.3 generar en el "Pabellón de
Disciplina Rigurosa" un ámbito en donde se creen las condiciones necesarias para que se pueda asimilar la
situación de las anteriores al tratamiento otorgado al resto de la población carcelaria "en cuanto a la
frecuencia y recepción de visitas de contacto, el uso de las líneas telefónicas, horarios de recreación,
asistencia psicológica y espiritual".

Es dable destacar que con referencia a la Recomendación Nº 98, nunca se obtuvo respuesta de
parte de la Subsecretaria de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia y
de Derechos Humanos.

Sin embargo, a pesar del silencio de la oficina competente para decidir sobre la cuestión, la
problemática se resolvió judicialmente en la sentencia del 11 de enero de 2002, en la que el Juez de
Ejecución Penal Nº 3, Dr. Néstor Andrés Narizzano ordenó a la dirección de la U.3 la implementación de
un nuevo régimen, lo que sustancialmente trajo aparejado la derogación del régimen de seguridad vigente
en el Pabellón 14, asimilando el tratamiento de las allí alojadas al del resto de la población carcelaria.

En tal sentido, se dispuso ampliar hasta ocho horas la permanencia de las internas fuera de sus
celdas con motivo de recreación, aclarándose que ésta debía realizarse conjuntamente y no "por grupos",
con utilización indistinta del patio descubierto y del comedor, este último vedado hasta el momento, lo
que prolongaba el encierro los días de lluvia. Asimismo, que el almuerzo y la cena se debían realizar en el
comedor, integradas todas las internas alojadas en el pabellón 14, y no en la reclusión individual de la
celda. Finalmente, el magistrado ordenó mayor amplitud en el permiso de los teléfonos públicos,
intensificar el área laboral y las demás actividades, y extender la frecuencia de las visitas, dejando sentado
que las mismas debían ser de contacto. Incluso, habilitó a las internas para cocinar, dejando supeditada
esta posibilidad a las consideraciones de la seguridad del momento.

Para resolver en definitiva, el magistrado ponderó que la facultad de determinar el lugar de


alojamiento dentro de los establecimientos federales, corresponde al Servicio Penitenciario Federal, pero
que está limitada esta potestad por el control de razonabilidad que incumbe al Juez de Ejecución Penal
(artículo 3 de la Ley 24.660). De la inspección in situ ordenada por el juez, surgió lo que ya había
comprobado este Organismo, que era la extrema rigurosidad existente, lo que llevó a decir al magistrado
que "el excesivo encierro y la falta de comunicación entre las internas" son causales de violación de las
garantías constitucionales, en lo que a este tema respecta.

Es decir, que se tuvieron en cuenta, conceptos que este Organismo había sostenido con anticipación
en la Recomendación Nº 98 de fecha 22/05/01, y en la presentación de los recursos de Hábeas Corpus por
ante el Juzgado Federal de 1º Instancia en lo Criminal y Correccional Nº 1 de Lomas de Zamora. También
lo que este Organismo viene diciendo desde el dictado de la Recomendación Nº 66 de fecha 02/01/01,
relacionada con la Resolución Nº 179 de la Secretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios del
Ministerio de Justicia y de Derechos Humanos, por la que se aprobó el "Programa de Tratamiento de
Máxima Seguridad", de indudable analogía con el régimen que había en el Pabellón 14.

En efecto, si la finalidad de la ejecución de la pena es la resocialización (art. 1º de la Ley 24.660), y


si el tratamiento es el medio para alcanzarla, no se comprende como, desde programas como el que había
en el Pabellón 14, se pretendía lograr este objetivo. Se puede advertir fácilmente como en el sistema
criticado, no existía una sola medida que pueda ser entendida como parte de un tratamiento. Todas ellas
eran medidas de seguridad, no de tratamiento.

136
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

La incomunicación a la que eran sometidas las internas afectadas retrotraía, de alguna manera, a los
métodos impuestos en los establecimientos de Filadelfia, basados en el aislamiento. No se puede negar
que, si bien el aislamiento físico, evita los problemas de convivencia en el caso de internas "con
características agresivas de la personalidad" según la definición de la administración, el aislamiento
moral que trae aparejado, implica efectos negativos y genera alteraciones en el grupo humano. Máxime
cuando además de aislarlas del resto de la población y entre sí, se minimizaban las posibilidades de
trabajar, estudiar, recibir visitas y de recibir asistencia espiritual, psicológica, psiquiátrica y social.

No escapa a esta Procuración que en determinadas circunstancias, resulta necesario alojar a internas
con características especiales de su personalidad, en sectores separados de la generalidad, pero ello no
puede coartar sus derechos en forma ilegítima. Se debe insistir en que el aislamiento de las internas
establecido presuntamente para "salvaguardar la integridad física de mismas" y por las "características
agresivas de la personalidad" de algunas de ellas, existía como un sistema sancionatorio encubierto,
restringiendo derechos que sólo admiten limitación, según la ley y los reglamentos, cuando el interno
comete alguna infracción disciplinaria. Tal como lo resolvió el Juez de Ejecución Penal Nº 3, la
separación del resto de la población podía resultar justificada, pero no la restricción de las garantías
que traía aparejado este alojamiento diferenciado.

En este orden de consideraciones, hay que destacar que sumamente reprochable resultaba el
mecanismo utilizado en la U.3 para instrumentar el ingreso de alguna de las alojadas en el Pabellón 14, ya
que como en el caso de las internas objeto del Hábeas Corpus, se dejaba de lado el control jurisdiccional.
En estos casos el mismo consistía básicamente en un informe de la División Seguridad Interna con alusión
a la "personalidad conflictiva" de la causante, con intervención del Servicio Criminológico, y con la
resolución final del Director del establecimiento. Se patentiza aquí, lo fácil que era incurrir en
apreciaciones subjetivas por parte de la autoridad de aplicación que, fuera de las previsiones taxativamente
enumeradas en la Ley y en el Reglamento de Disciplina (Decreto Nº 18/97), resolvía la aplicación de
severidades, que conducían indiscutiblemente a un agravamiento ilegítimo de las condiciones de
detención.

Por último, resulta procedente traer a colación, lo acaecido con una interna menor de veintiún años,
quien fue alojada en el Pabellón 14, en virtud de las numerosas sanciones disciplinarias que le fueron
impuestas. Ante la situación referida, y considerando que se estaba incumpliendo el artículo 197 de la Ley
24.660, que específicamente veda el alojamiento de los menores de veintiún años con los adultos, este
Organismo se presentó en el carácter de "Amicus Curiae" por ante el Juez de Ejecución Penal Nº 3,
propiciando el traslado de la causante. El magistrado hizo lugar al pedido en fecha 25/04/02, ordenando a
la dirección de la U.3, el traslado de la interna a un sector donde se tenga en cuenta su condición de joven
adulta. En tal respecto, se tuvo especialmente en cuenta la situación doblemente perjudicial, consistente en
que la interna estaba alojada con internas mayores, en violación de las normas vigentes, y que además
debía convivir con detenidas que demostraban mayor grado de conflictividad. Debe advertirse como la
discrecionalidad que posee la administración penitenciaria en la determinación de los lugares de
alojamiento, deviene en evidente arbitrariedad en estos casos de internaciones en el Pabellón 14, como en
el caso de marras, siendo favorablemente revertida la situación en la instancia judicial.

En todos los casos la internación en el Pabellón 14, operaba como disuasión intimidatoria y
ejemplarizante para la población carcelaria, reforzando la amenaza de ser allí alojada con su
efectiva ejecución en los casos en que se evidencien características de "personalidad conflictiva y/o
agresiva" a criterio de la administración.

Como conclusión, cabe recordar que la discriminación, el encierro, y la estigmatización, no


resultan los medios más adecuados para prevenir conductas portadoras de una carga de violencia,

137
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

por lo que resultó alentador para este Organismo que la actuación jurisdiccional no convalidara un
sistema carente de elementos contribuyentes a la anhelada resocialización, y cuya única referencia al
tratamiento era la previsión sobre la necesidad de un alojamiento diferenciado y separado del resto
de la población penal.

Informe sobre establecimientos de jóvenes adultos


En el período comprendido entre abril de 2001 y abril de 2002, el Procurador Penitenciario resolvió
dedicar especial atención a la situación en que se encuentran detenidos en las cárceles dependientes del
Servicio Penitenciario Federal, los denominados jóvenes adultos, es decir, personas cuyas edades oscilan
entre los 18 y los 21 años. Si bien los parámetros que utilizan las organizaciones internacionales para
determinar que una persona es joven, ubican en esta franja a quienes tienen hasta 25 años, consideramos la
categoría de joven adulto en consonancia con la Ley Nº 24.660 de Ejecución de la Pena Privativa de la
Libertad, que en su artículo 197 dispone: "Los jóvenes adultos de dieciocho a veintiún años deberán ser
alojados en instituciones especiales o en secciones separadas o independientes de los establecimientos
para adultos. En su tratamiento se pondrá particular empeño en la enseñanza obligatoria, en la
capacitación profesional y en el mantenimiento de los vínculos familiares".

La decisión de ocuparse especialmente del colectivo de los jóvenes adultos se sustentó en la


hipótesis de que se trata de un grupo sobrevulnerado, tanto fuera como dentro de la cárcel. En
consecuencia, se intensificó el trabajo especialmente dirigido a ellos, lo que se expresa en el aumento de
visitas a los establecimientos respectivos, las entrevistas personales realizadas y las recomendaciones
efectuadas.

Analizando la información estadística que provee el Servicio Penitenciario Federal, es posible


precisar que:

• Los jóvenes de entre 18 y 20 años (la legislación vigente contempla la posibilidad de que,
excepcionalmente, y mediando la decisión del Consejo Correccional del establecimiento,
cumplidos los veintiún años, permanezcan hasta los veinticinco en unidades de jóvenes adultos,
pero en la casi totalidad de los casos, alcanzada la mayoría de edad, pasan a ser alojados en
unidades de adultos), constituyen el 6,2 por ciento del total de personas privadas de libertad en
cárceles federales: 523 sobre 8472, al mes de Abril de 2002.

• La inmensa mayoría de los jóvenes adultos (un 94,8 %) está privada de libertad sin haber
sido condenada, es decir, se encuentra procesada por un delito cuya autoría aún no ha sido probada,
por lo que rige en su favor el principio constitucional de presunción de inocencia. Este porcentaje
de procesados desciende, en el total de presos/as, al 58,9 %.
• En consecuencia, son muy pocos los jóvenes que reciben el tratamiento resocializador que
instrumenta la Ley 24.660, y casi ninguno tiene la posibilidad de obtener salidas transitorias, o
laborales. Al mes de Abril de 2002, según surge de la información brindada por el Servicio
Penitenciario Federal, no había un solo joven de 18, 19 ó 20 años gozando de alguno de estos
beneficios.

En cuanto al modo de recepción de las demandas, inquietudes o reclamos de los jóvenes internos, lo
primero que demuestran nuestras estadísticas, elaboradas sobre la base de los llamados telefónicos y
cartas recibidos, así como de las presentaciones realizadas por familiares, es que han demandado menos
intervenciones que los presos mayores de edad. Consideramos que el principal motivo podía ser el
desconocimiento acerca de la existencia misma de la Procuración Penitenciaria, o de sus funciones. Muy

138
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

habitualmente, apenas cumplen veintiún años, y pasan a establecimientos y/o módulos de adultos,
comienzan a comunicarse telefónicamente, las primeras veces alentados por un compañero mayor.

Partiendo de esta hipótesis, el Procurador decidió que, en lugar de esperar que los pedidos de
intervención llegaran, era necesario presentarse activamente ante ellos, explicando las funciones de este
Organismo y ofreciendo asesoramiento. A partir de esta decisión, se incrementaron las visitas al
Complejo Federal de Jóvenes Adultos de Marcos Paz, donde se efectuaron ciento cuarenta y tres
entrevistas personales, y al Módulo IV del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, en el que se
realizaron cuarenta y cinco entrevistas.

Por otro lado, y en el marco de la profundización en el análisis de las políticas de tratamiento


implementadas en las cárceles bajo jurisdicción del Servicio Penitenciario Federal, se intentó obtener
información muy específica acerca de dichas políticas con relación a los jóvenes adultos.

Cabe aclarar que existe otro establecimiento dependiente del Servicio Penitenciario Federal
destinado a alojar jóvenes de 18 a 21 años: el Instituto de Jóvenes Adultos "Dr. Julio Antonio Alfonsín"
(Unidad 30), ubicado en Santa Rosa, La Pampa. Es de régimen semiabierto, y fue visitado por integrantes
de la Procuración en el mes de Febrero de 2002. La Unidad 30 se distingue por alojar solo una veintena
de jóvenes, todos ellos oriundos de la Provincia de La Pampa, para cuya atención cuenta con personal
suficiente, y una infraestructura adecuada. Todo esto permite brindar a los internos posibilidades de
realizar actividades laborales, recreativas y educativas en grado aceptable, de acuerdo a lo comprobado en
la visita realizada. Un elemento a destacar es que las autoridades de este Instituto han firmado varios
convenios con instituciones locales -Fundación Nuestros Pibes, Liceo Informático, etc.-, y cuenta con el
respaldo de una Comisión de Apoyo formada por funcionarios judiciales de la zona, lo que posibilita
desarrollar proyectos que benefician a los jóvenes, además de favorecer sus vínculos con organizaciones
distintas de la cárcel.

Para una mejor comprensión de las características de cada uno de los establecimientos donde se
concentró nuestro trabajo en el presente período, se los analizará por separado. De todos modos,
finalmente, las conclusiones engloban hechos, políticas y mecanismos similares, según se verá.

Módulo IV de Jóvenes Adultos del Complejo Penitenciario Federal


I de Ezeiza.
El Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza es una unidad cerrada, esto es, que por su tipo de
construcción y régimen implica mayor restricción a los movimientos y actividades de las personas allí
alojadas. Está destinada al alojamiento de procesados y consta de seis módulos. En uno de ellos, el
Módulo IV, sólo viven jóvenes adultos.

Como se dijo, prácticamente no se recibían llamados telefónicos de estos jóvenes, pero sí algunas
denuncias, sobre todo de maltrato, de parte de sus familiares más directos. Con el objetivo de conocer su
situación, se efectuaron seis visitas, eligiendo al azar grupos de jóvenes para mantener entrevistas privadas
con ellos.
A abril de 2002, había trescientos internos en este Módulo, cincuenta en cada uno de los seis
pabellones. Su distribución implica una especie de recorrido ascendente, desde los de "máxima
seguridad" a los de "conducta", que describiremos a partir de las propias definiciones que utilizan las
autoridades penitenciarias, volcadas en informes remitidos a la Procuración:

139
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Pabellón F: "Internos sancionados, separados del régimen común, resguardados en su integridad


física e ingresos."

Pabellón E: "Grupos que se consideran a sí mismos 'profesionales' de regular convivencia, de


trayectoria pandillera, fuerte pertenencia barrial y compromiso con el delito. Proclives a afectar la
integridad física o bienes de otros internos"

Pabellón D: "Grupos en tránsito a pabellones de buena conducta, jóvenes que requieren algún
tipo de fortalecimiento para llevar una vida de relación grupal, internos recién ingresados y otros que
asuman el compromiso de mejorar el trato con iguales y con el personal"

Pabellón A: "Grupos que si bien mantienen los códigos aceptan participar en tareas de limpieza en
sectores comunes, que demuestran aptitud para la buena convivencia, colaboración en las actividades
diagramadas y manifiesten interés por participar en algún aspecto del tratamiento: Trabajo, educación,
actividades de extensión cultural"

Pabellón B: "Perfil semejante al anterior"

Pabellón C: "Internos capaces de responder a propuestas grupales, de máxima solvencia en tareas


de tipo voluntario, trabajadores en talleres, estudiantes, internos que observen activa participación en
propuestas de extensión cultural"

Como se ve, no existe separación alguna entre procesados y condenados, en abierta violación -
reiterada en este Complejo- del artículo 179 de la Ley 24.660, que establece: "Los establecimientos
destinados a procesados no podrán alojar condenados". Sobre los trescientos jóvenes alojados,
doscientos sesenta y cinco son procesados, y solo treinta y cinco, condenados. Ninguno de los procesados
ha sido incorporado al Régimen de Ejecución Anticipada Voluntaria.

Por otra parte, es muy cuestionable que en un mismo Pabellón (el F), se alojen los internos que
tienen ordenada una medida de resguardo de su integridad física, o que la han solicitado por propia
voluntad, junto con sancionados e internos recién ingresados.

Una de las consecuencias de esta decisión es que el régimen de resguardo de integridad física, en
este Módulo, se transforma más bien en un régimen de castigo: los jóvenes a cuyo favor está ordenado -
cabe resaltar, aunque parezca obvio, que es a su favor que se ordena resguardar su integridad física -,
padecen en la práctica una situación de aislamiento, que en las sucesivas entrevistas que hemos tenido con
ellos, motiva sus reiteradas y lógicas quejas, ya que pasan veintitrés horas diarias encerrados en sus celdas,
sin realizar ninguna actividad, ni intercambio con sus compañeros, salvo la hora diaria de recreo que
deben aprovechar para limpiar, hablar por teléfono y lavar su ropa. No salen al campo de deportes, es
decir, al aire libre, nunca. La misma denominación con que se los conoce en el ámbito penitenciario -
aislados y/o refugiados- y con la que ellos se auto definen, parece excluirlos de todo derecho,
sumergiéndolos en un régimen que implica más encierro dentro del encierro que en sí misma supone la
pena de privación de la libertad.

Asimismo, y según los informes recibidos de la Dirección del Módulo, es posible constatar que solo
catorce jóvenes trabajan cobrando peculio, todos ellos alojados en el Pabellón C, y en tareas de mínima
calificación: fraccionamiento de papel higiénico, armado de bolsas y de trapos de piso, y pegado de bolsas
de residuos. Algunos, aleatoriamente, participan de ciertas actividades en una pequeña huerta. Muchos
otros se ocupan de las tareas de limpieza, sin percibir salario alguno, y como manera de escapar al
aburrimiento y de mejorar las evaluaciones que trimestralmente deben realizar de ellos las autoridades.

140
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

En cuanto a las actividades educativas, los jóvenes estudian los tres ciclos de la Enseñanza General
Básica. Dado que hablamos de personas de más de 18 años, muchos de ellos con el ciclo secundario
iniciado, se torna una necesidad imprescindible que se brinde la posibilidad de continuar con los estudios
de ese nivel, a fin de brindarles una herramienta concreta de formación. Tanto para los que no la tuvieron
mientras estaban en libertad, como para los que los habían iniciado antes de ser detenidos, evitando la
interrupción de los estudios.

Partimos de la concepción de que las personas detenidas y presas tienen derecho a recibir un
conjunto de oportunidades –de índole educativa, laboral, recreativa, etc.-, que les posibilite mejorar su
desarrollo personal, derecho que no debería transformarse en el deber de aceptar determinado tratamiento.
En palabras del criminólogo Nils Christie: "los seres humanos no deben ser sentenciados al
encarcelamiento para dar a la sociedad la oportunidad de tratarlos. Pero si los seres humanos están
en prisión para recibir castigos, deben recibir un máximo de tratamiento para mejorar sus
condiciones generales y aliviar su dolor" (Nils Christie "Los límites del dolor", FCE, Buenos Aires,
2001). En el mismo sentido, los "Principios básicos para el tratamiento de los reclusos", establecidos por
la Asamblea General de las Naciones Unidas, Res. 45/111 de 1990, disponen que "Todos los reclusos
serán tratados con el respeto que merecen su dignidad y valor inherentes de seres humanos"; que "El
personal encargado de las cárceles cumplirá con sus obligaciones en cuanto a la custodia de los reclusos
y la protección de la sociedad contra el delito de conformidad con los demás objetivos sociales del Estado
y con su responsabilidad fundamental de promover el bienestar y el desarrollo de todos los miembros de
la sociedad"; que "Todos los reclusos tendrán derecho a participar en actividades culturales y educativas
encaminadas a desarrollar plenamente la personalidad humana" y que "Se crearán condiciones que
permitan a los reclusos realizar actividades laborales remuneradas y útiles que faciliten su reinserción en
el mercado laboral del país y les permitan contribuir al sustento económico de su familia y el suyo
propio"

Cada uno de estos principios debería ser aplicado con mayor razón en el caso de los jóvenes,
garantizando que el tiempo que pasan detenidos les signifique, al menos, la adquisición de alguna
herramienta de la que carecen: si ingresan con enseñanza primaria, que accedan a estudios secundarios, al
conocimiento de una técnica, un idioma, o un oficio de cierta calificación. Observamos, en el Módulo IV,
que esta oferta es notoriamente insuficiente. Como ya se dijo, trabajan 14 sobre 300 jóvenes, y muchos de
los que estudian, no hacen más que repetir cursos que ya tenían aprobados, sin incorporar nuevos
conocimientos ni habilidades.

Otra de las demandas más reiteradas por parte de los jóvenes del Módulo IV, está relacionada con el
maltrato a las visitas, especialmente a sus madres y parejas: largas horas de espera y arbitrariedad en
cuanto a los elementos cuyo ingreso se permite o no, particularmente la comida con que las familias
intentan paliar el pésimo servicio que brinda el Complejo Penitenciario Federal I, son los problemas más
comunes. Un tema agregado, y vinculado con la franja de edad de estos jóvenes, es que, según lo
determina la reglamentación del capítulo de la Ley 24.660 referido a las relaciones familiares, "El
visitante menor de edad no emancipado deberá contar con expresa autorización de la madre, del padre,
del tutor o del juez competente para ingresar al establecimiento" (Art. 28 del Dto. 1136/97). Esto implica
que, en muchos casos, aunque exista una relación de pareja consolidada, e incluso, hijos en común, por ser
menores de veintiún años, deben contar con esa autorización. Y si se trata de menores de dieciocho años,
deben ingresar con otra persona del mismo sexo, provocándose situaciones ridículas en los casos en que se
trata de mujeres que son madres, y aún así no pueden ingresar solas a visitar a sus compañeros, y menos
aún, disfrutar de visitas íntimas.

141
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Por último, y con relación al trato que reciben los jóvenes, hemos recibido constantes reclamos
acerca de la dureza de las requisas, y la excesiva severidad con que el personal penitenciario se dirige a
ellos. Hemos observado, asimismo, -no solo en este Módulo, pero lo consideramos más grave por tratarse
de jóvenes-, el uso de supuestas medidas de seguridad y orden que implican un trato humillante. Nos
referimos, por ejemplo, al modo al que se obliga a circular por los pasillos a los internos: con la cabeza
gacha y las manos atrás. O bien, mientras esperan a que los reciban en audiencia, a mantenerse con la
frente apoyada contra la pared, prohibiéndoles dirigirse al compañero que tienen al lado. ¿Cuál es el
sentido de estas medidas? Como ya se dijo, no parecen encontrar más justificación que la de humillar a las
personas presas, haciéndoles sentir que han perdido muchas más cosas que su libertad.

Complejo Federal para Jóvenes Adultos, que comprende:


Unidad 24: Instituto Federal para Jóvenes Adultos
Unidad 26: Instituto para Jóvenes Adultos "Dr. Juan Carlos Landó"
Centro Federal de Tratamientos Especializados para Jóvenes Adultos "Malvinas Argentinas"

En la totalidad del Complejo se alojan unos doscientos veinte jóvenes, la mayoría de ellos en la
Unidad 24 (unos ciento cincuenta, a abril de 2002).

En la Unidad 24 (Pabellón F) y en la Unidad 26 (Pabellones A y B), se desarrolla el Programa de


Metodología Pedagógica Socializadora, establecido por Resolución 95 del año 1997, producida por la
entonces Secretaría de Política Penitenciaria y de Readaptación Social.

A través de diversas técnicas se desarrolla, un régimen de vida distinto al del resto de la población,
ya que uno de los presupuestos de este Programa es que el "Módulo Pedagógico Socializador" debe
desarrollarse como una Unidad Funcional, absolutamente separado del resto de los Módulos, y en el que
se aplica el sistema normativo vigente en las Comunidades Terapéuticas.

En la Unidad 24 también se desarrolla un recorrido por los distintos módulos, pero de sentido
inverso al descrito en el caso del Módulo IV del Complejo Penitenciario Federal I. En tanto en Ezeiza el
Pabellón F es el de condiciones más restrictivas, donde se alojan sancionados y aislados, en la Unidad 24
el Pabellón F, en el que se aplica el Programa de la Metodología, sería el destino a llegar, luego de
demostrar que se hace conducta.

Previo ingreso al Pabellón F, y luego de pasar por los de Máxima Seguridad, que en la Unidad 24
son, a partir del ingreso, el B, el D y el C, un equipo interdisciplinario analiza a los internos que considera
con posibilidades de ingresar al Pabellón E, (paso previo para el ingreso pleno al Programa de la
Metodología Pedagógica Socializadora). En esta Unidad, el peor Pabellón, donde se alojan los
sancionados y aislados (con resguardo de integridad física), es el A. Padecen exactamente el mismo
régimen que el descripto en el caso del Módulo IV de Ezeiza, lo que fue impugnado por el Procurador
Penitenciario mediante la Recomendación Nº 249/02, en la que sostuvo que este tipo de régimen "más
que resguardar, castiga, y provoca en quienes lo padecen un daño físico y psíquico
inconmensurable, agregado a la aflicción que de por sí constituye estar detenido".

Sólo trabajan en este Complejo treinta y tres jóvenes, todos ellos alojados en pabellones donde se
aplica el Programa de la Metodología Socializadora. De los treinta y tres, veintidós realizan actividades
de servicio (lavadero, fajina, tareas generales y casino); cinco, tareas agrícolas (tambo y apicultura);
cuatro, oficios (carpintería, mecánica y albañilería) y dos, panadería.

142
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

El resto de los jóvenes -es decir, el ochenta y cinco por ciento del total-, carecen de la posibilidad
de realizar algún trabajo.

En cuanto a las actividades educativas, también se produce una selectividad asociada al buen
comportamiento: solo los jóvenes alojados en los pabellones donde se aplica la Metodología han realizado
un Taller de Computación, producto de un convenio entre el Servicio Penitenciario Federal, la
Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios y la Universidad Tecnológica Nacional. Es decir que, como en la
mayoría de las unidades, las posibilidades de estudiar o de trabajar están vinculadas a las ideas de premio
y castigo, no considerándose en consecuencia un derecho de todas las personas privadas de libertad.
Insistimos en que la concepción premial transforma en una beneficio para los que se portan bien lo que es
un derecho. No se educa, fuera del ámbito penitenciario, solo a los que se portan bien, sino a todos, o al
menos esa debe ser la voluntad de las autoridades. En el interior de la cárcel, donde se trata con personas
con un alto grado de vulnerabilidad, la oferta de perfeccionamiento, de posibilidades de desarrollo, debiera
ser distribuida del modo más justo posible, atendiendo a las necesidades de las personas presas, y
entendiendo que, en muchos casos, las agresiones y peleas entre compañeros, -es decir, aquellas
conductas que podrían configurar un portarse mal-, tienen que ver con el ocio improductivo, la falta de
actividad y el encierro agobiante al que se somete a jóvenes que, justamente por la franja etaria en que se
encuentran, necesitan ocupar su tiempo con mayor cantidad de actividades.

En cuanto a la Enseñanza General Básica, se cursaban hasta Abril de 2002, el primer y segundo
ciclo de la misma (cuarenta y cinco internos en total), ya que, pese a existir un convenio con la Dirección
General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires, por el cual docentes dependientes de esta Dirección
darían clases de materias correspondientes a la enseñanza Polimodal, no se habían efectuado los
nombramientos respectivos hasta esa fecha.

Este es un tema que preocupa especialmente al Procurador, dado que estamos hablando de jóvenes
que, en condiciones de cursar estudios de nivel secundario y/o polimodal, se ven obligados a detener su
proceso de aprendizaje, o a repetir una y otra vez el ciclo básico de enseñanza. Al mes de abril de 2002
había en este establecimiento un total de treinta y cinco jóvenes en condiciones de realizar estudios de
nivel medio, a los que solo se les ofrecía la alternativa de recibir clases de apoyo, pero no de cursar esos
estudios de modo regular, y de poder rendir los exámenes respectivos, aunque la Unidad 24 cuenta con
una Biblioteca muy completa, incluyendo en ella el material utilizado en la enseñanza del Polimodal.

Al igual que los jóvenes alojados en el Módulo IV del CPF I, quienes se encuentran en el Complejo
Federal de Jóvenes Adultos pasan la mayor cantidad del tiempo encerrados, sin realizar actividades
productivas, ni deportivas ni recreativas. Circulan por los pabellones, limpian y vuelven a limpiar, y miran
televisión. Tienen una hora de patio por día, y una hora semanal de actividad física al aire libre.
Esperan, la mayoría de ellos, el momento de la visita de sus familiares como un momento muy especial,
pero la gravísima situación económica y la distancia constituyen obstáculos difíciles de superar para estas
familias, las que, además, padecen la dificultad adicional de tener que ir dos veces en la semana si desean
depositar elementos (comida, ropa, etc.), ya que, alegando dificultades para efectuar la requisa de los
mismos, las autoridades del Complejo no permiten que lo hagan el mismo día en que efectúan la visita.

Del mismo modo que en otras Unidades -pero más grave aún, porque se trata de personas que, en
muchos casos, ingresan por primera vez a un establecimiento penitenciario-, es poca la información que
recibe un joven al ingresar. En varios casos, cuando fueron entrevistados por asesores de la Procuración,
pidieron que nos comunicáramos con sus familias, y se constató que éstas ni siquiera conocían dónde
estaban detenidos, responsabilidad que le cabe al Área de Asistencia Social. Debiera, al menos,
posibilitarse a cada uno de estos jóvenes que realice una llamada a algún miembro de su familia, así como
informarles, por escrito, cuáles son sus derechos y obligaciones dentro de la Unidad. No existe en esta

143
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

unidad, como en ninguna otra, una cartilla con este tipo de información, obligación que prescriben la Ley
24.660 y el Dto. 396/99 y que, según la respuesta brindada por el Director Nacional del Servicio
Penitenciario Federal a una recomendación en ese sentido efectuada por el Procurador Penitenciario, no
puede cumplirse "por carencias presupuestarias".

Luego de haber entrevistado a decenas de jóvenes a lo largo de este período, y haber observado el
funcionamiento de las distintas dependencias en las Unidades, es posible extraer algunas conclusiones.
En primer lugar, y salvo muy escasas excepciones, observamos que el objetivo perseguido es el
mantenimiento del orden dentro de los establecimientos, privilegiándose el valor seguridad por encima de
cualquier otra consideración.

Las Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos, establecidas por las Naciones Unidas,
establecen el principio de que el régimen penitenciario debe hacer los mayores esfuerzos posibles para
disminuir las diferencias que puedan existir entre la vida dentro de la cárcel con la vida libre. Y que debe
evitarse provocar más dolor que el que ya supone estar preso. En este sentido, dispone la Regla 57:

"La prisión y las demás medidas cuyo efecto es separar a un delincuente del mundo exterior son
aflictivas por el hecho mismo de que despojan al individuo de su derecho a disponer de su persona al
privarle de su libertad. Por lo tanto, a reserva de las medidas de separación justificadas o del
mantenimiento de la disciplina, el sistema penitenciario no debe agravar los sufrimientos inherentes a tal
situación."

El Procurador Penitenciario considera que, en el caso de los jóvenes, los esfuerzos deben ser aún
mayores, por varios motivos. En primer lugar, porque la mayoría de ellos llevan varios años
institucionalizados -es decir, privados de libertad, por situaciones casi siempre vinculadas a la pobreza
de sus familias. En segundo lugar, porque están presos en los años que debieran ser de mayor desarrollo
personal: muchos de ellos estudian, tienen hijos, o sostienen económicamente a sus familias de origen,
por lo que les produce mayor dolor estar lejos, ociosos e improductivos. Y por último, porque
naturalmente, como la mayoría de los jóvenes y adolescentes, tienden a rebelarse contra las imposiciones
que consideran injustas. Cada una de estas circunstancias constituyen en sí mismas un mayor grado de
vulnerabilidad, y todas ellas juntas, como suelen producirse entre los jóvenes detenidos, configuran una
situación que debe encararse centralmente como un problema social. En ese entendimiento es que
pensamos que debieran evitarse todas las prácticas que, por la fuerza o la sumisión, intenten cambiar
coercitivamente la personalidad de los jóvenes privados de libertad. Ayudarlos a mejorar sus
perspectivas; proveerles, aún en las duras condiciones del encierro, de herramientas que les permitan
desarrollarse sin poner en riesgo su vida ni la de los demás, debiera ser el objetivo a perseguir mientras
transcurre el tiempo de sus condenas.

En tanto la sociedad considere que la prisión es el lugar donde debe recluirse a las personas que
cometen algunos de los hechos que considera delitos, para allí ser resocializados, lo que los jóvenes
presos reclaman es que se los resocialice de verdad. Para ello, piden estudiar, trabajar, practicar
deportes, aprender un oficio…Es decir, lo que deberían poder hacer todos los jóvenes de esa edad, dentro
o fuera de la cárcel. Y, fundamentalmente, que se respete su dignidad de persona, en consonancia con la
obligación asumida por el Estado de respetar los Derechos Humanos de todos y cada uno de sus
ciudadanos.

Ciudadanos extranjeros privados de la libertad


en unidades federales:

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Una de las mayores preocupaciones durante este año de gestión ha sido la particular situación de los
ciudadanos extranjeros privados de la libertad, que hasta la fecha de finalización del presente informe
sumaban 1304 internos sobre un total de 8189 detenidos en el sistema federal (esto representa un 15.92
%).

Para delinear la estrategia de trabajo e intentar cumplir los objetivos, se han tenido en cuenta los
derechos garantizados en el artículo 20 de la Constitución Nacional que establece que "...los extranjeros
gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano..." y lo dispuesto por el
artículo 159 de la ley 24.660 que indica que "Los internos de nacionalidad extranjera, gozarán de
facilidades para comunicarse con sus representantes diplomáticos y consulares acreditados..."

Asimismo, es de fundamental importancia en esta materia lo establecido en la Convención de Viena


sobre Relaciones Consulares (1963) ya que la misma ha sido ratificada por nuestro país.

En el artículo 36 de dicha Convención se establece: "1. Con el fin de facilitar el ejercicio de las
funciones consulares relacionadas con los nacionales del Estado que envía: inciso b) Si el interesado lo
solicita, las autoridades del Estado receptor deberán informar sin retraso alguno a la oficina consular
competente en ese Estado cuando, en circunscripción, un nacional del Estado que envía sea arrestado de
cualquier forma, detenido o puesto en prisión preventiva. Cualquier comunicación dirigida a la oficina
consular por la persona arrestada, detenida o puesta en prisión preventiva, lo será asimismo transmitida sin
demora por dichas autoridades, las cuales habrán de informar sin dilación a la persona interesada acerca de
los derechos que se le reconocen en este apartado; inciso c) los funcionarios consulares tendrán derecho a
visitar al nacional del Estado que envía que se halle arrestado, detenido o en prisión preventiva, a
conversar con él y a organizar su defensa ante los tribunales. Asimismo, tendrán derecho a visitar a todo
nacional del Estado que envía que, en su circunscripción, se halle arrestado, detenido o preso en
cumplimiento de una sentencia. Sin embargo, los funcionarios consulares se abstendrán de intervenir en
favor del nacional detenido cuando éste se oponga expresamente a ello".

Hemos entendido que para cumplir con lo establecido por nuestra legislación vigente (Constitución
Nacional y Tratados sobre derechos humanos, Ley 24.660 y Convención de Viena sobre Relaciones
Consulares) se debe garantizar la igualdad de derechos de los ciudadanos extranjeros con relación a los
nacionales y deben recibir la asistencia consular pertinente.

Para iniciar la tarea se estableció contacto con la mayoría de los representantes consulares a quienes
se les informó la situación actual de sus nacionales detenidos en unidades federales, se les indicó las
principales necesidades y en muchos casos se coordinaron visitas a distintas unidades de la Capital Federal
y Gran Buenos Aires. También se verificó que varias oficinas consulares cumplen regularmente con la
obligación de asistencia a sus nacionales de diversa manera, ya sea depositándoles una suma de dinero,
entregándoles ropa, elementos de higiene personal, tarjetas telefónicas o estampillas o visitándolos para
festejar las fechas patrias.

En el caso puntual de la oficina consular de la República Oriental del Uruguay, se ha trabajado en


forma conjunta con el Sr. Cónsul Arisbel AROCHA MORENO. Se entrevistaron más de cien (100)
internos de esa nacionalidad a fin de relevar las necesidades de los mismos e intentar dar una solución (ya
sea desde la Procuración Penitenciaria o desde el consulado respectivo según corresponda). Es de destacar
que se ha confeccionado una ficha especial para sistematizar las entrevistas de mención.

Las principales demandas que se recibieron de los extranjeros


detenidos se relacionan con:

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

- Trabajo
- Educación
- Documentación
- Reestablecer vínculos con sus familiares que viven en el país de origen
- Atención médica
- Consultas legales (temas relacionados a la causa judicial que se les sigue o solicitud de
cumplimiento
de la pena en el país de origen).
- Solicitud de ropa y/o elementos de higiene personal

a) Trabajo y Educación: debido a que en la mayoría de los casos los ciudadanos extranjeros
carecen de documentación identificatoria resulta difícil que obtengan trabajo en las unidades o puedan
inscribirse para cursar ciclos educativos.

Sin embargo, la administración debe otorgarles el Clave Única de Identificación Laboral (CUIL)
para que puedan desarrollar tareas laborales aún cuando no posean documentación. En esta materia se
observan claramente situaciones de discriminación implícitas porque generalmente se les ofrece trabajo
solamente a aquellos detenidos que poseen documentación siendo que la falta de ella no es óbice para
poder trabajar en este país.

Es de destacar que para los detenidos extranjeros –que en su gran mayoría no tienen visita de
familiares ni amigos y no reciben ayuda económica ni alimentos- es fundamental poder trabajar para
obtener el peculio correspondiente y poder hacer frente de esa manera a sus necesidades básicas.

Con relación al tema de educación, cabe resaltar que se están haciendo los esfuerzos necesarios para
poder acordar con las oficinas consulares que se confeccione un certificado para acreditar la identidad del
extranjero exclusivamente a los fines de que el mismo pueda inscribirse en actividades educativas y recibir
el título correspondiente al finalizar las mismas.

b) Documentación: se ha verificado que la mayoría de los extranjeros detenidos carece de


documentación identificatoria tanto de su país de origen cuanto del nuestro. Hemos mantenido reuniones
con distintos funcionarios de la Dirección Nacional de Migraciones, quienes explicaron reiteradamente la
imposibilidad de otorgárseles la residencia (la mayoría no ha realizado oportunamente trámites de
radicación en nuestro país) por estar privados de la libertad, y por ende, tampoco pueden obtener el
documento respectivo. Entendemos que frente a esta imposibilidad, una solución provisoria a esta
compleja situación es exigir a las autoridades del Servicio Penitenciario Federal que cumplan con la
obligación de otorgar el CUIL correspondiente.

c) Reestablecimiento de los vínculos familiares: la casi totalidad de los extranjeros detenidos se


encuentra solo en el país y su familia permanece en el país de origen. Generalmente, la falta de medios
económicos para adquirir tarjetas telefónicas y/o estampillas trae como consecuencia la interrupción de la
comunicación con la familia y a su vez esto deriva en una situación de gran angustia para el detenido (se
verifica especialmente en las mujeres extranjeras privadas de la libertad y que tienen a sus hijos menores
en sus países de origen).
Es de fundamental importancia en este punto contar con la asistencia consular adecuada que permita
obtener información sobre la familia del detenido y establecer contacto entre ellos.

d) Atención médica y/o provisión de medicamentos: tenemos la convicción de que en esta


materia la forma más eficaz de trabajar es haciéndolo en forma conjunta con la oficina consular respectiva.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Este Organismo ha gestionado turnos para intervenciones quirúrgicas muy postergadas y a su vez hemos
contado con la asistencia consular para poder adquirir algún insumo médico necesario o medicación
prescripta. Se optimizan los resultados al coordinar el trabajo. Una vez más verificamos el desamparo de
los extranjeros que al no recibir visitas no pueden suplir la falta de suministro de la medicación por parte
de la administración como sucede frecuentemente.

e) Consultas legales: en muchos casos las consultas legales están vinculadas al proceso judicial que
se les sigue (cabe aclarar que la mayoría de los extranjeros detenidos se encuentran procesados y/o
condenados por delitos relacionados con los estupefacientes). A menudo, la situación de vulnerabilidad
durante el proceso judicial se ve agravada por el desconocimiento del idioma.

Este Organismo realiza grandes esfuerzos para contactar al detenido con su defensor oficial y
brindar asistencia para responder consultas legales, pero es indispensable la cooperación de las distintas
oficinas consulares debido a que no nos resulta posible ejercer la defensa judicial.

Es de gran importancia la asistencia inmediata al extranjero en el momento de su detención.

En casos de personas que ya han sido condenadas, muchas veces solicitan cumplir la pena impuesta
en su país de origen. Este trámite se realiza a través de la Dirección Nacional de Asuntos y Cooperación
Internacionales del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación. Es un trámite que
insume mucho tiempo y en el caso de condenas cortas no se llega finalmente a trasladar al detenido a su
país de origen (esto luego trae aparejado que el mismo deba permanecer en el país desde la libertad
condicional hasta el vencimiento de la pena, sin posibilidades de obtener trabajo ni documentación).

Cabe mencionar, que en aquellos casos donde se solicita el traslado a un país con el cual no existe
convenio (como por ejemplo: la República Oriental del Uruguay), pese a que se aplica la ley 24.767,
generalmente no se llega a efectuar. En muchas ocasiones el país receptor no acepta el traslado de su
nacional detenido por falta de cupo en sus unidades carcelarias.

f) Demanda de ropa y/o elementos de higiene personal: en este punto se suman dos situaciones: -
la falta de visitas del detenido extranjero y – la grave situación económica por la que atraviesa nuestro
país.
Si bien es cierto que es obligación del Estado argentino proveer los alimentos y todo lo necesario
para que la persona privada de la libertad pueda vivir dignamente en la unidad carcelaria, también lo es
que por la grave crisis económica por la que atraviesa el mismo ha ido resignando sus obligaciones. En el
caso de detenidos que reciben visitas de familiares y/o amigos, esta falta estatal se suple en parte con las
ropas, elementos de higiene y alimentos que estos les llevan. Pero la mayoría de los detenidos extranjeros
no recibe visitas y entonces quedan en total carencia a la espera de que su oficina consular los asista en las
cuestiones básicas.
Hemos verificado que muchas oficinas consulares concurren habitualmente a visitar a sus
nacionales (como por ejemplo: Gran Bretaña, Sudáfrica, Colombia, España y Uruguay) y algunas
concurren para festejar las fechas patrias. También se constató que es política de algunos países efectuar
una ayuda económica a sus nacionales (España les deposita U$S 150 por trimestre a cada nacional
detenido).

Opinión Consultiva de la Corte Interamericana de Derechos


Humanos Octubre-16/99 (1/10/99):

147
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

En un caso planteado por México, en el cual objeta la imposición de la pena de muerte a un


nacional suyo en los Estados Unidos sin que el mismo haya tenido asistencia consular al momento de su
detención, se discute el alcance del artículo 36 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares.

La Corte Interamericana entendió que el artículo 36 de la citada Convención es un dispositivo de


protección de los derechos humanos –pese a que dicha Convención no es específicamente un tratado de
derechos humanos- y debe entenderse como una garantía del debido proceso legal.

Concluye señalando que la notificación a la oficina consular respectiva debe hacerse sin dilación al
momento de la detención y que la imposición de una pena sin haberse respetado todas las garantías del
debido proceso –como la enunciada aquí- la torna arbitraria.

Coincidimos con esta opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,


debido a ello es que estamos trabajando con funcionarios de la División Asuntos Extranjeros de la
Policía Federal Argentina para que comprendan la necesidad y la importancia de dar aviso
inmediato a la oficina consular respectiva cuando se detiene a un extranjero. Creemos que es en los
primeros actos procésales donde se marca la suerte del detenido, por ello es necesaria la notificación
sin dilación alguna al representante consular.

Comisión de Políticas Carcelarias del Parlamento Latinoamericano


(Montevideo – Mayo De 2002):
Asistimos en Mayo de 2002 a la reunión de la Comisión de Políticas Carcelarias del Parlatino,
donde se encontraban representados todos los países latinoamericanos, en la cual se expuso la grave
situación carcelaria que atraviesa toda la región.

Como punto sobresaliente, es de destacar que se emitió una resolución unánime propiciando
establecer la figura del "Procurador Penitenciario" del Parlamento Latinoamericano. Asimismo, se
propició en esta reunión que cada país impulse internamente dicha figura.

En esta reunión del Parlamento Latinoamericano se evidenció claramente la preocupación de los


Estados Parte por la situación de sus nacionales detenidos en otros países.

Comisión Parlamentaria Conjunta del Mercosur (Proyecto 10):


Esta Comisión emitió una recomendación instando a una reunión plenaria de los representantes
consulares del MERCOSUR para tratar temas vinculados con la realidad carcelaria. Asimismo, se planteó
la necesidad de realizar un relevamiento de la población carcelaria de nacionales extranjeros alojada en
cada Estado Parte, detallando su situación procesal y la asistencia que recibe por parte de su país de
origen.

Cabe mencionar también la aprobación del Proyecto 14 de la Comisión Parlamentaria Conjunta del
MERCOSUR, que recomienda que se arbitren los medios necesarios a fin de instalar Centros
Universitarios en las Unidades Carcelarias Nacionales de los Estados Parte (tomando como antecedente y
fundamento del mencionado proyecto al Centro Universitario de la Unidad Nº 2 de Villa Devoto).

148
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

En la actualidad, desde la Procuración Penitenciaria estamos organizando la Primera Jornada sobre


Relaciones Consulares referida a los ciudadanos extranjeros privados de la libertad para delinear el trabajo
conjunto y diseñar una estrategia válida de asistencia a los internos extranjeros. A dicha jornada se
invitarán a todos los representantes consulares acreditados en la Ciudad de Buenos Aires (no sólo a los
representantes del MERCOSUR).

Finalmente, cabe mencionar que se ha diseñado un folleto específico para ser entregado a los
internos de nacionalidad extranjera en el cual se consignan claramente sus derechos (esto cumple con lo
dispuesto por el artículo 13 inciso a del Decreto 1598/93).

A modo de conclusión, entendemos que es labor fundamental de esta gestión, no sólo garantizar la
erradicación de cualquier acto de discriminación hacia los internos de otras nacionalidades (ya sea un acto
institucional y/o de otros internos) sino también colaborar en su asistencia teniendo en cuenta la
problemática particular que presentan. Como corolario de la puesta en marcha de dicha tarea se ha
concluído que los internos de otras nacionalidades se encuentran en una situación de marginación aún
mayor que la que padecen nuestros connacionales, esto se debe a diversos motivos, como: diferencias
étnicas, culturales, de idioma. A todas estas diferencias –que muchas veces agudizan la hostilidad del
medio- se agrega un obstáculo muy importante como es la distancia de sus países de origen y, por ende, de
sus relaciones familiares.

Asimismo, cabe mencionar que hemos verificado incumplimientos de la normativa vigente


(Constitución Nacional, ley 24.660 y Convención de Viena sobre Relaciones Consulares) pero de ello no
podemos colegir que se hayan constatado actos de discriminación explícitos. De igual forma, debemos
expresar que es motivo de gran preocupación para esta gestión aquellos hechos de discriminación
implícita como sería agrupar en un mismo pabellón a todos los nacionales de un país (sin tener en cuenta
la etapa de progresividad en la que cada uno se encuentra), ofrecer trabajo sólo a aquellos detenidos que
poseen documentación identificatoria o trasladar población femenina extranjera a la Unidad Nº 13 de La
Pampa debido a que la misma no recibe visitas.

Sabemos que no vamos a poder suplir las consecuencias que conlleva el desarraigo, expresadas
elocuentemente por Cesare Pavese como "...la extrañeza de un cielo que no es el tuyo", pero nuestro
objetivo es garantizar la igualdad de derechos con nuestros nacionales y mejorar las condiciones de vida
intramuros de los ciudadanos extranjeros.

Derechos políticos de los procesados. Estado de derecho y sistema


republicano de gobierno. Estado de inocencia. Prisión preventiva.
1. Importancia de los derechos políticos en un Estado de Derecho. El programa
constitucional y su resguardo:
1. Importancia de los derechos políticos en un Estado de Derecho:

Nuestra carta fundamental ha marcado, desde su origen, los principios político-ideológicos


rectores de nuestra Nación.

Éstos delimitan y determinan todo el sistema jurídico nacional y la organización misma de las
instituciones.

149
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Así, el preámbulo de la CN declama que el poder constituyente deriva de la voluntad de unión de


las provincias, con el fin de construir la unión nacional, y esa voluntad reside en el pueblo, que lleva a
cabo ese fin a través de sus representantes, con mandato para lograrlo.

La adopción definitiva por nuestros constituyentes, de la ideología liberal y republicana para


el ejercicio del poder estatal, bajo un signo federalista, determina la importancia del ejercicio de los
derechos políticos de los ciudadanos.

Así, nuestra Carta Magna proclama la soberanía del pueblo, adoptando como forma de gobierno el
sistema representativo, republicano y federal. Esta declaración marca las notas definitorias del gobierno
constitucional, por el cual toda autoridad proviene del pueblo, y los poderes se ejercen en nombre del
pueblo.

En este orden de ideas, se hace evidente la importancia de la participación ciudadana en la vida


política del país, atendiendo, especialmente, por orden constitucional a la protección de estos deberes-
derechos, fundamento y columna vertebral de la vida democrática de la república.

Los derechos políticos implican la posibilidad de elegir y ser elegido en elecciones regulares,
universales, iguales, secretas y, según nuestro texto principal, obligatorias. Aquí, es dable mencionar, que
la obligatoriedad es determinada precisamente como una garantía para los ciudadanos en la elección de los
representantes. Ello así pues, teniendo en cuenta que el poder y la voluntad reside en el pueblo, éste,
únicamente éste, conformado por los ciudadanos de la nación, es quien debe y puede elegir a los
representantes que serán quienes lleven a cabo la gestión política según la delegación reconocida en
nuestra carta fundamental (sistema representativo).

De esta manera, queda establecida la relevancia del derecho de votar y ser elegido; y el voto, se
entiende como un derecho y obligación fundamental para la vida de las instituciones democráticas.

El pueblo, que ha cedido sus poderes al Estado, gobierna a través de sus representantes.

Esta manifestación de voluntad política es la base de toda la vida democrática del país. El voto,
herramienta mediante la cual los ciudadanos continúan ejerciendo el control y la participación en la
conformación de un Estado de Derecho, es el deber y el derecho más importante dentro de un sistema
representativo. Alberdi ilustra "el derecho electoral es la primera y más fundamental de las libertades".
Desde este Organismo se considera, que es la base de la libertad, es la más fundamental de ellas y es la
libertad misma, ya que sin la posibilidad real de elección, ninguna otra decisión podrá tomarse por
voluntad propia. La elección en término genérico es la posibilidad de optar entre distintas posibilidades, es
la utilización del raciocinio, del libre albedrío, la manifestación primera de la voluntad personal, que, junto
con las demás voluntades, crea la voluntad general, la voluntad del pueblo, que es en quien reside el poder
y que, sólo por medio de la elección popular, delega en sus representantes.

Por este motivo, los derechos políticos son la manifestación primera de un Estado de derecho, de la
vida democrática del mismo, y del respeto de los derechos inherentes a la persona humana.

2. El programa constitucional y su resguardo:

150
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Como se ha referenciado, del texto de la Constitución Nacional surgen las bases político-
ideológicas adoptadas por nuestra Nación, de las cuales se desprende el respeto de las libertades
individuales, las garantías y los derechos de los ciudadanos dentro del marco de un sistema democrático,
entre los que se destaca, por la adopción del sistema representativo de gobierno, el derecho de votar y ser
elegido en elecciones regulares.

En este sentido, los artículos 1 y 33 de nuestra CN, proclaman la soberanía del pueblo adoptando
como forma de gobierno el sistema representativo, republicano y federal, marcando como nota definitoria
del gobierno constitucional el principio de la soberanía popular, por el cual toda autoridad proviene del
pueblo y se ejerce en nombre del mismo.

Por su parte, el artículo 16 del mismo cuerpo legal establece "…todos los habitantes son iguales
ante la ley". Así, queda determinado el principio de igualdad, que se manifiesta también en la posibilidad
de ejercer los derechos políticos. En este sentido, es dable mencionar que el artículo 28 CN impone una
delimitación a la reglamentación de los derechos reconocidos por CN, ésta es la inalterabilidad de la
sustancia de los derechos reconocidos, plasmado en el principio de razonabilidad.

En el mismo orden de ideas, en el capítulo segundo "nuevos derechos y garantías", el articulo 37


establece "esta Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con arreglo al
principio de soberanía popular y de las leyes que se dicten en consecuencia. El sufragio es universal,
igual, secreto y obligatorio". Lo dispuesto por el articulado en mención implica la coherencia
constitucional en el respeto del sistema adoptado en el capítulo primero "Declaraciones, derechos y
garantías", formando un texto completo en resguardo de los principios inspiradores de nuestra carta, y
respeto de los derechos y garantías reconocidos por ésta.

En este orden de ideas, y con fuerza especial luego de la reforma constitucional de 1994, el artículo
75 inciso 22 incorpora los tratados internacionales de derechos humanos al plexo constitucional. Así, es
fundamental destacar las normas internacionales con jerarquía constitucional que establecen la
importancia de los derechos políticos.

Al respecto, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, establece en su artículo 23 "2.


todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades… b)de votar y ser elegido
en elecciones periódicas auténticas, realizadas por el sufragio universal e igual y por voto secreto que
garantice la libre expresión de la voluntad de los electores…".

Por su parte, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos hace hincapié en el derecho de
votar y ser elegido del mismo modo, resaltando además, que todos los ciudadanos deben gozar de los
derechos sin restricciones indebidas (arts. 14.2 y 25.b del cuerpo legal citado).

En el mismo sentido la Declaración de los Derechos Humanos, en su artículo 21, dispone que "1.
toda persona tiene derecho a participar en gobierno de su país, directamente o por medio de
representantes libremente escogidos, 2.toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de
igualdad a las funciones públicas de su país, 3. la voluntad del pueblo es la base de la autoridad del
poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse
periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que
garantice la libertad de voto".

El desarrollo de este articulado es fundamental para la comprensión acabada de la importancia del


tema en análisis, especialmente en lo concerniente a los derechos políticos de las personas privadas de su
libertad en prisión preventiva.

151
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Para profundizar este tema, se continuará destacando la relación existente entre el estado de
inocencia y la prisión preventiva.

2. Presunción de inocencia y prisión preventiva: la realidad de la


prisión preventiva como pena anticipada y sus consecuencias
fácticas.
La limitación de los derechos políticos a las personas procesadas en prisión
preventiva y su irracionalidad:
1. La presunción de inocencia:

La ideología de corte liberal y republicana, además de lo expresado, origina las limitaciones del
poder penal del Estado, que retrocede frente a valores básicos de la personalidad humana, en el sentido de
preferirlos a las metas propias de la persecución penal. Ello se traduce, en el texto constitucional, en
derechos y garantías individuales tales como la consideración del imputado como inocente, hasta tanto una
sentencia firme de condena no lo someta a una pena, entre tantas otras.

En este sentido el artículo 18 CN establece que "ningún habitante de la Nación puede ser penado
sin juicio previo...", mientras la Declaración Universal de Derechos del Hombre dispone en su artículo
11.I "toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe
su culpabilidad...". En forma conteste, la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art. 8.2); el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 14.2), todos ellos con jerarquía constitucional
según lo dispuesto por el artículo 75 inciso 22 CN.

Esta presunción de inocencia que contempla la legislación citada, entre otra, exalta el valor de la
misma en el sentido de que todo habitante, para que le sea posible la aplicación de una pena estatal debe
ser llevado a juicio, respetando el debido proceso legal y las garantías que le asisten, y sólo cuando se den
las condiciones mencionadas y se demuestre y declare, en juicio legal y previo, que es culpable por medio
de una sentencia firme que así lo disponga, podrá aplicársele una pena.

Ello es pues lo que nuestra ley fundamental establece, que los habitantes de la nación gozan de un
estado de inocencia, mientras no sean declarados culpables por sentencia firme. Lo expresado quiere
significar, entonces, que toda persona debe ser tratada como inocente mientras no exista una sentencia
penal condenatoria. Por lo cual, ninguna consecuencia penal le debe ser aplicable hasta que se produzca
dicha circunstancia.

2. La Prisión Preventiva y presunción de inocencia:

Teniendo en cuenta la presunción de inocencia constitucionalmente declarada, existen sin embargo,


institutos procesales que limitan la misma, considerando razones de índole práctica y afectando de este
modo los principios políticos ideológicos constitucionales.

Entre estas instituciones, la más cuestionada, y la que origina situaciones realmente injustas en la
práctica judicial de nuestro país, se encuentra el instituto de la prisión preventiva que, bajo el fundamento
de medida de coerción procesal se traduce en realidad en una pena anticipada, desvirtuando la letra
constitucional y el estado de inocencia que allí se encuentra consagrado.

152
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Exaltando su carácter excepcional, y considerando que el principio rector es la libertad del


imputado durante el proceso, es de mencionar que la prisión preventiva no puede cercenar más que la
libertad de locomoción durante el proceso. Por este motivo, se considera conveniente resaltar que aún bajo
estas circunstancias, la presunción de inocencia debe respetarse, al punto de prohibir la conculcación de
más derechos que los ya restringidos por este instituto cuestionable doctrinariamente. Esto quiere decir
que no siendo aún declarados -por sentencia firme- como culpables, resulta irracional que, como
consecuencia de la prisión preventiva, se restrinjan otros derechos entre los cuales, por la disposición del
articulo 3 inciso d) del Código Nacional Electoral se limitan los derechos políticos, tema que nos ocupa.

3. La limitación de los derechos políticos a las personas procesadas en prisión preventiva:

De lo expuesto precedentemente sobre la presunción de inocencia y la irracionalidad de la prisión


preventiva como conculcadora de derechos antes de sentencia penal condenatoria –especialmente
sosteniendo que en la realidad no se respeta el carácter excepcional de esta medida-, deviene necesario
aclarar que un alto porcentaje de personas en esta situación se ven privadas y restringidas en sus derechos
fundamentales como ciudadanos, entre ellos, los derechos políticos, según lo establece el actual artículo 3
inciso d) del Código Electoral Nacional.

Ahora bien, si toda persona procesada en prisión preventiva, resulta excluida del derecho de votar y
ser elegido en elecciones libres, periódicas y universales, entonces, aún bajo la circunstancia de
encontrarse en proceso con una medida de coerción procesal, se le aplican las consecuencias de una pena
privativa de libertad como si ya fuera declarado culpable por sentencia firme. Dicha circunstancia genera,
en el ámbito de los derechos políticos, un gravamen irreparable al momento de participar en la vida
democrática de nuestra Nación, violentando claramente el programa constitucional, sus principios
ideológicos y políticos, los tratados internacionales con jerarquía constitucional y la base fundamental de
nuestro sistema representativo, republicano y federal.

El Código Electoral Nacional, el artículo 3 inciso d):


La violación al programa constitucional.
El artículo 3 inciso d) del Código Nacional Electoral establece, en su fragmento pertinente que
quedan excluidos del padrón electoral "…los detenidos por orden de juez competente mientras no
recuperen su libertad". Esta norma comprende la exclusión de las personas procesadas en prisión
preventiva, lo cual, como se ha expresado, viola el programa constitucional, el principio republicano de
gobierno, crea un supuesto de pena anticipada conculcando derechos constitucionalmente establecidos
como fundamentales, violando la presunción de inocencia establecida por nuestra carta magna y los
tratados internacionales con jerarquía constitucional. Al respecto es destacable que la norma del artículo 3
inciso d) del Código Electoral Nacional viola disposiciones expresas tales como el artículo 23 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos civiles y Políticos,
artículos 14.2 y 25.b, la Declaración de Derechos Humanos (artículo 21), entre otras.

En este sentido, se considera que toda restricción que supere la necesidad del proceso resulta un
menoscabo innecesario e injustificable de esos derechos de los cuales goza todo habitante. El uso concreto
de la coerción procesal por parte del Estado no autoriza, según lo argumentado, el avasallamiento de los
derechos constitucionalmente consagrados entre los cuales están, con importancia fundamental para la
vida democrática de la Nación, los derechos políticos.

La existencia de un clima exento de discriminación adquiere, en los períodos electorales, una


importancia extrema, que se traduce en la necesidad de igualdad al acceso de los actos electorales, sin
discriminación. Ello se ve resguardado en el artículo 16 CN, en los artículos 1 y 2 de la Declaración

153
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Universal de los Derechos Humanos "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos"… "toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados… sin distinción alguna de
raza, color, sexo, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición".
La especial situación en la que se encuentran las personas procesadas en prisión preventiva, de por sí,
genera una situación distinta y discriminatoria con relación a los demás habitantes de la Nación, y esto se
manifiesta concretamente con los derechos políticos. En este contexto, el artículo 3 inciso d) del Código
Nacional Electoral contradice el programa de resguardo constitucional y los derechos fundamentales
protegidos internacionalmente, motivo por el cual la norma debe ser derogada por las autoridades
correspondientes, especialmente teniendo en consideración su declaración de inconstitucionalidad por
parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Actuaciones vinculadas a los Derechos Políticos de quienes


se encuentran privados de la libertad:
La Procuración Penitenciaria ha bregado, desde su creación, por el respeto de los derechos políticos
de las personas privadas de su libertad. En este sentido, el 3 de enero de 1995, el entonces Procurador
Penitenciario envió al Señor Ministro de Justicia de la Nación la Recomendación 505/P.P./95, mediante la
cuál sugirió la derogación del Art. 3 Inc. D) del Código Electoral Nacional, por ser violatorio del Art. 23
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y Art. 18 de la Constitución Nacional.

Así, el 4 de octubre de 1995 el entonces Subsecretario de Política Penitenciaria y Readaptación


Social, Dr. Julio Enrique Aparicio, informó al Procurador Penitenciario que merced a lo propiciado por la
Dirección General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Justicia de la Nación se habían cursado notas a
los Ministerios del Interior y Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto solicitando su
intervención y opinión.

En este orden, el 21 de julio de 1996 su sucesor, Dr. Roberto Patricio Ortenzi, hizo saber al
entonces Procurador Penitenciario que se había reiterado el requerimiento formulado a ambos ministerios.

El 25 de marzo de 1997, mediante nota Nº 836/97 SSGP y RS-M.E. el entonces Subsecretario de


Gestión Penitenciaria y Readaptación Social informó al Procurador Penitenciario que se había recibido, en
esa instancia, respuesta favorable en relación a los solicitado en la Recomendación, del Ministerio de
Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, y que se había solicitado nuevamente lo opinión
del Ministerio del Interior, por intermedio de la Subsecretaria de Asuntos Institucionales.

En reiteradas oportunidades se remitieron nuevas notas a la entonces Subsecretaria de Política


Penitenciaria y Readaptación Social, que no fueron respondidas.

Desde el comienzo de esta gestión, el Procurador Penitenciario continuó actuando con relación a
este tema, vinculándose con distintos sectores académicos.

Así, tras la inquietud manifestada por estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de


Buenos Aires, el Departamento de Derecho Penal y Criminología de la misma facultad, el 2 de octubre de
2000 remitió nota a este Organismo, mediante la cual destacó la importancia del tema en cuestión.

Paralelamente, el 27 de septiembre de 2001, la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró la


inconstitucionalidad de la norma cuestionada (art. 3 inc.d) del Código Electoral Nacional) por
fundamentos similares a los planteados en este informe.

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

Bajo estas circunstancias e inquietudes, y ante el silencio de los ministerios consultados al respecto,
en fecha 12 de abril de 2002 este organismo presentó la Recomendación 229/P.P./02, mediante la cual se
recomendó nuevamente al entonces Ministro de Justicia y Derechos Humanos que arbitré las medidas
necesarias a fin de propiciar la derogación del art. 3 inc d) del Código Electoral Nacional; poniendo en
conocimiento, a su vez, a los señores Presidentes de las Comisiones de Asuntos Penales y Regímenes
Carcelarios, Asuntos Constitucionales y Legislación General de la Cámara de Senadores de la Nación; a
los Señores Presidentes de las Comisiones de Legislación Penal, Asuntos Constitucionales, Libertad de
Expresión y Derechos Humanos y Garantías de la Cámara de Diputados de la Nación; y al Director del
Departamento de Derecho Penal y Criminología de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos
Aires.

Finalmente, el 26 de abril de 2002, se recibió respuesta del Presidente de la Comisión de Libertad


de Expresión de la Cámara de Diputados de la Nación, quién informó que las actuaciones serían
analizadas en el seno de dicha comisión; sin embargo a la fecha de confección del presente informe no se
han recibido respuestas.

Así pues, las personas detenidas en prisión preventiva continúan excluidas del padrón electoral, y la
norma cuestionada, a pesar de su declaración de inconstitucionalidad, no ha sido derogada por las
autoridades correspondientes.

Por este motivo se continuarán arbitrando los medios que, desde este Organismo, sean posibles para
que se derogue el citado articulo del Código Electoral Nacional.

V. Actividades
institucionales,
académicas
y de investigación

I.- Institucionales

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

a.- Parlamento Latinoamericano

La Procuración Penitenciaria, única Institución de su tipo en toda América Latina y Caribe, ha


despertado el interés de los parlamentarios que integran el PARLAMENTO LATINOAMERICANO. El
Procurador Penitenciario asistió, a la "Reunión de la Comisión de Políticas Carcelarias para América
Latina y Caribe, realizada en San Pablo, Brasil, donde expuso sobre las características y función
institucional del Organismo a su cargo y la importancia de que esta figura sea adoptada por los países de
nuestro continente.

Una iniciativa tomada por el representante de Uruguay y presidente de la Comisión, Diputado Díaz
Maynard en el sentido de receptar la figura a nivel de Parlamento Latinoamericano, fue presentada y
analizada favorablemente, en la segunda reunión de la Comisión de Políticas Carcelaras, que se llevó a
cabo en la República Oriental del Uruguay, donde el Procurador Penitenciario expuso acerca de los
organismos de control externo de los sistemas carcelarios y la situación carcelaria de la República
Argentina. Participaron de este encuentro, en calidad de observadores, los asesores de la Procuración
Dres. Raquel Gass, Ariel Cejas Meliare y la Lic. Liliana Martínez.

b.- Suscripción de Compromiso de Colaboración con el Defensor del Pueblo de Tucumán

Por su parte la Procuración Penitenciaria, siguiendo las normas de la Reglas Mínimas para el
Tratamiento de los Reclusos (regla 55), en el sentido de abrir la participación de Inspectores Calificados a
la tarea de concurrir regularmente a los establecimientos carcelarios donde se encuentren detenidos de la
jurisdicción federal, se suscribió con el Defensor del Pueblo de la Provincia de Tucumán, Dr. Juan
Eduardo ROJAS, un "Compromiso de Colaboración y Asistencia Técnica" cuyo objetivo primordial es la
asistencia y control de la situación de alojamiento de los presos federales que se encuentran en unidades
penitenciarias de la Provincia.

El mismo se llevó a cabo en San Miguel de Tucumán, el 21 de mayo de 2002, oportunidad en la que
se visitó a los internos, a los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la provincia, la Cámara Federal,
autoridades del Gobierno Provincial y también se participó de una mesa de debate sobre la reducción de la
edad de la imputabilidad para los menores de 16 años, donde la Procuración, tanto por el Procurador como
el Asesor de la misma Dr. Alejandro Marambio Avaria, se pronunciaron en contra de la reducción.

c.- Convenio Marco con la Asamblea Permanente de Derechos Humanos

En el propósito de ampliar y concentrar esfuerzos para la más eficaz defensa de los derechos de las
personas privadas de su libertad, se suscribió con la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, un
convenio marco de colaboración con la finalidad de establecer una relación Institucional que permitiera la
elaboración en común de acciones específicas en esta materia.

La primera actividad fruto del mismo constituyó un convenio específico destinado a la


implementación de un programa, con financiamiento internacional, para la excarcelación en los casos de
cauciones mínimas, confección de proyectos de ley y elaboración de planes de atención de la salud de las
personas privadas de la libertad internadas en hospitales extramuros.

d.- Programa de Asistencia Técnica con la Facultad de Derecho de la UBA

Con el objeto de abrir una instancia de capacitación y experiencia para los estudiantes que optaran
por una especialización en los temas criminológicos y, en particular el conocimiento de la pena privativa

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

de la libertad, se suscribió con la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos


Aires un Programa de Asistencia Técnica que desarrollarían alumnos de esa Facultad en distintas tareas
vinculadas a las funciones específicas de la Procuración Penitenciaria.
e.- Visitas recibidas

La Procuración Penitenciaria recibió dos visitas de suma importancia, la primera de ellas fue la del
Profesor Mássimo Pavarini de la Universidad de Bologna con quien se realizó una visita a la Unidad Nº 2
de Villa Devoto y a quien se le explicó el rol institucional de nuestro Organismo.

También se recibió la visita del Presidente de la Comisión de Políticas Carcelarias del Parlamento
Latinoamericano Dr. Díaz Maynard, con quien se realizaron visitas a las Unidades Nº 2 de Villa Devoto,
al Complejo Penitenciario Federal I, Complejo Penitenciario Federal II y la Unidad Nº 24 del Servicio
Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires sita en Florencio Varela.

II.- Actividades Académicas

La Procuración Penitenciaria participó y realizó diferentes actividades de carácter académico y


científico tomando parte en diferentes conferencias, seminarios y jornadas que se detallan a continuación:

1) Durante los días 7, 8 y 9 de agosto de 2001 la Procuración, realizó junto con el Instituto de
Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, el
seminario sobre "Cárcel y Derechos Humanos", el que estuvo coordinado por la Subprocuradora
Penitenciaria Dra. Claudia Anguillesi y la Lic. Alcira Daroqui por el Instituto Gino Germani.

Dicho encuentro estuvo a cargo del Profesor de la Universidad de Barcelona Dr. Iñaki Rivera Beiras
en el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos.

En la primera jornada, el invitado dio un panorama general acerca de la normativa internacional y


de la vulneración de los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad. En las posteriores,
se realizaron trabajos grupales sobre la base de análisis de sentencias, de cada derecho en particular y de
su vulneración en la jurisprudencia.

La Conferencia sobre ¿"La cárcel como humanización de la pena"? que se realizó en la semana
siguiente con el Profesor Dr. Iñaki Rivera Beiras dio cierre a los temas planteados en el seminario.

2) En el mes de octubre el Procurador concurrió invitado por el Instituto de Estudios Comparados


en Ciencias Penales y Sociales a dar una conferencia sobre el Derecho Penitenciario y el rol de la
Procuración la que se llevó a cabo en las dependencias del Instituto.

3) También en la Pcia. de Salta tuvo lugar el Segundo Seminario Internacional sobre Probation en el
que el Procurador tuvo la ocasión de expresar su posición respecto de tal instituto y su interpretación sobre
la aplicación de las normas de los artículos del Código Procesal y la Jurisprudencia al respecto.

4) En el mes de diciembre el Centro de Estudios Legales y Sociales organizó una reunión de


trabajo sobre políticas de prevención y tratamiento en establecimientos penitenciarios federales.

157
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

La Procuración Penitenciaria participó con los funcionarios Dr. Norberto Musich (Abogado), Dr.
Humberto Metta (Médico) y la Lic. Liliana Martinez (Psicóloga), en tal oportunidad la Procuración señaló
los problemas de la interrupción de los tratamientos antirretrovirales en la cárcel y a la necesidad de dar
solución a los mismos.

III.- Investigación sobre Mujeres y Jóvenes Adultos en prisión


En el marco de las actividades científicas organizadas con la participación del Instituto de
Investigaciones Gino Germani, se diseñó un proyecto de investigación relacionado con mujeres y jóvenes
adultos alojados en establecimientos federales.

El incremento de la población penal femenina y de los jóvenes adultos ocurridos en los últimos diez
años, la circunstancia de contar desde los organismos oficiales con escasa información sobre la
problemática específica de género y de edad, el tratarse de grupos sobrevulnerados, tanto en los espacios
extramuros como intramuros, nos convocó a llevar adelante una investigación que posibilitara un abordaje
exhaustivo de la situación carcelaria del los grupos de referencia.

Los objetivos de esta investigación comprenden: el conocimiento, la descripción y el estudio de la


población objeto de la intervención y sus condiciones de encierro.

Mediante un abordaje cuantitativo se propone dimensionar y caracterizar las poblaciones objeto de


estudio y desde el punto de vista cualitativo se intenta identificar su condición de vida en la cárcel y su
situación socio-familiar pre y post-detención.

La expectativa es que los resultados contribuyan a proporcionar información confiable para la


elaboración de políticas que garanticen los derechos de mujeres y jóvenes adultos privados de la libertad.

El grupo de trabajo está constituido por la Lic. Alcira Victoria Daroqui; Lic. Victoria Rangugni,
Lic. Daniel Fridman; como representantes del Instituto Gino Germani; y la Dra. Claudia Anguillesi y la
Dra. Claudia Cesaroni por la Procuración Penitenciaria.

158
PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

VI. Relevamiento de datos relativos a


la gestión de la Procuración
Penitenciaria

Introducción
La Procuración Penitenciaria ha intentado trazar coordenadas que le permitan optimizar sus
recursos tanto materiales como humanos. Evidentemente la misión encomendada al Organismo es de tanta
importancia que requiere no sólo un conocimiento teórico sobre la materia penitenciaria y los derechos
humanos sino también el conocimiento práctico de los problemas reales que se suscitan en los
establecimientos penitenciarios.

Para diseñar un plan de acción que permita lidiar en el campo de la privación legal de libertad en
pos del pleno ejercicio de los derechos humanos de los detenidos, y de los restantes derechos establecidos
por ley, planteamos la necesidad elemental de conocer las demandas de los internos. Básicamente se
lucha por conseguir el respeto de los derechos de quienes los sienten menoscabados, desprendiéndose de
ello que es vital para nuestra función saber cuáles son las demandas de los internos.

Para captar estas demandas el primer paso ha sido acudir periódicamente a los establecimientos
penitenciarios a entrevistar a los internos. Dicha periodicidad ha variado según las posibilidades
económicas de la Procuración. Sin perjuicio de ello no ha habido semana que asesores de este Organismo

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PROCURACIÓN PENITENCIARIA
Informe Anual

hayan dejado de acudir al Instituto de Detención de la Capital Federal (U.2). El Instituto Correccional de
Mujeres (U.3), el Centro Federal de Detención de Mujeres (U. 31) y el Complejo Penitenciario Federal I -
Ezeiza- también son visitados en forma semanal o quincenal. Por otra parte, al Complejo Penitenciario
Federal II -Marcos Paz-, no se ha podido concurrir la cantidad de veces que se hubiéramos deseado
puesto que para ello se depende de factores ajenos a nuestra voluntad.

Sin perjuicio de ello, ha mermado nuestra presencia física en los establecimientos penitenciarios
nacionales ubicados en el interior del país, en relación con el primer año de gestión. En virtud de la
escasez de recursos se optó por acudir a los establecimientos cerrados (donde se suscitan la mayor
cantidad de conflictos) y a las unidades de la provincia de La Pampa, cuya cantidad de población y su
cercanía con la ciudad de Buenos Aires fueron factores relevantes para que el Ministerio de Justicia,
Seguridad y Derechos Humanos aprobara el viaje. También se aprovechó nuestro paso por la Prisión
Regional del Sur (U.9) para recorrer la Colonia Penal "Subprefecto Miguel Rocha" (U.5) que queda a
pocos kilómetros de distancia. Por último acudimos también a las recientemente inauguradas Alcaidías de
Salta y Jujuy donde se verificó la puesta en marcha de dichos establecimientos.

De cualquier manera es oportuno señalar que el mayor porcentaje de internos se encuentran


alojados en las unidades ubicadas en la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense, y que la
Procuración cuenta con un delegado en la zona norte, motivos por los cuales no se ha visto resentida en la
práctica la presencia del organismo en las unidades.

Así pues, una de las aristas de conocimiento de los problemas carcelarios ha sido nuestra presencia
directa en los establecimientos penitenciarios. La otra fue la comunicación telefónica con los internos a
partir de nuestra línea gratuita (0-800-333-9736) y la comunicación de éstos mediante carta.

Estos son nuestros canales de comunicación con los internos y por ello nuestras principales formas
de captación de la realidad penitenciaria.

Lo cierto es que la búsqueda de calidad institucional y la optimización de recursos obligó a ingeniar


una forma para, en primer lugar, retener la información recogida en el desarrollo de nuestras tareas y,
luego, elaborar un plan de acción para los reclamos que notábamos se repetían en un gran número de
internos.

Cabe aclarar que en el mes de abril de 2000, cuando esta gestión inició su trabajo la Procuración
Penitenciaria no disponía de base de datos alguna sobre los reclamos de los internos.

En vista de ello nos abocamos a confeccionar una base de datos de los reclamos de los internos,
utilizando para ello todo nuestro equipamiento informático, haciendo notar que el mismo ha resultado ser
escaso.

Entre los objetivos perseguidos también figuraba el agilizar los mecanismos para que las personas
encargadas de asistir a los internos pudieran contar con la información adecuada, optimizando con ello la
atención y la posterior canalización del reclamo.

En el plano de la atención telefónica, el primer paso consistió en confeccionar una ficha tipo para
registrar en ella los llamados, que contara con los datos necesarios. Como era de esperar, en el transcurso
de estos dos años la ficha tipo ha variado en los datos que requiere.

Tres han sido los motivos que explican esto: 1) el mayor conocimiento concreto adquirido por el
personal de este Organismo 2) la lógica renovación de conflictos en el área penitenciaria y 3) el haber

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ganado la confianza de muchos de los internos quienes han sido cada vez más precisos en la exposición de
sus auténticos reclamos.

Por lo expuesto es que los datos que se enunciarán a continuación deben entenderse como los
elementos utilizados por el Organismo para cumplir con las tareas encomendadas por el decreto
1598/93, han servido como brújula para el desarrollo del trabajo.

Continuando con la descripción de nuestra labor, respecto de la ficha tipo, uno de los problemas fue
poder encontrar el término que pudiera explicar cada acción que los internos denunciaban y cuáles
merecían ser agrupadas bajo la misma palabra. A ello se sumaban los inevitables criterios de
interpretación del personal que atendía a los internos.

Para solucionar esto, se confeccionó un índice de voces, abierto a los cambios que pudieran surgir,
codificado en forma alfanumérica, permitiendo de ese modo el recuento constante e inmediato de las
llamadas atendidas. En ese contexto se encaró la redacción de un texto a utilizar por los encargados de la
atención directa de los internos, en cualquiera de sus formas; luego de recibido el reclamo, se confecciona
una ficha de atención, la cual se transcribe en el Registro de Llamadas, Registro de Audiencias o Registro
de Correo, donde se incluyen todos los datos de identificación, legales, alojamiento y por supuesto, la
cuestión que origina el pedido.

Tanto para el fin estadístico como para la agilización administrativa, los registros manuales de
Notas Despachadas y Recibidas se confeccionan ahora en el mismo software es decir el Excell. Para ello
primero se capacitó al personal encargado de la tarea y se instaló una red interna, lo que permitió trabajar
desde diferentes puestos, agilizando todo el desempeño, tanto administrativo como de relevamiento de
datos.

Con el fin de optimizar la labor de quienes están abocados a la atención telefónica se diseño un
programa que mediante el cruzamiento de las bases de la Procuración Penitenciaria con otras externas,
facilita, en forma inmediata, todos los datos personales y legales del interno además de registrar las
actuaciones de nuestro Organismo.

Este nuevo método cuenta con varias ventajas:

- La principal no surge solo de las técnicas introducidas, sino de la estipulación de pautas


técnico-operativas que permiten fijar con precisión los problemas actuales, y por ende
determinar
claramente qué requiere atención, priorizando esfuerzos.
- Se determinan reclamos por unidad y por tema.
- Se puede evaluar rápidamente dónde puede surgir una emergencia.
- Disminuye el tiempo requerido para ubicar datos del interno, posibilitando
conocer inmediatamente:
1. Si existen llamados anteriores. Si los mismos están en tramite o resueltos.
2. Si las notas enviadas fueron respondidas.
3. Si se realizaron visitas médicas, etc.

Este mecanismo, con libre acceso desde las PC disponibles, posibilita obtener información llamado
a llamado, sobre las edades, nacionalidades y situación legal de los internos, además de los temas y
unidades como antes mencionamos. Cuenta con información del mes en curso y el acumulado anual.

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Nuestro ámbito, los Derechos Humanos, nos relaciona con hombres y mujeres, que son mucho más
que un número. Por lo tanto, a pesar de que los datos estadísticos son sólo eso, números, no nos olvidamos
que detrás de cada llamado, de cada carta, de cada ficha que llega a nuestras manos hay una persona, con
una historia que es importante que quede registrada.

Por eso ponemos especial interés en mejorar la calidad de nuestro trabajo, evitando demoras y
búsquedas infructuosas.

Glosario
Definición de las categorías temarias:

Judiciales:
Este rubro ha sido originado ante la necesidad de las personas privadas de su libertad de conocer el
estado de los diversos tramites iniciados ante sus jueces de ejecución.
Amicus
Cómputos: envió de cómputos y testimonios no llegados a la unidad
Extradición: pedido de
Habeas Hábeas: presentación o verificación del estado de su presentación.
Art. 33: pedido de
Fondos de penado: solicitud de
Fondos/ Seguros: pedido de
Libertad asistida: estado del trámite
Libertad Condicional: estado del trámite
Salidas extraordinarias: estado del trámite.
Salidas laborales: estado del trámite.
Salidas transitorias: estado del trámite
Vinculación Consular: pedido
Queja Falta de Asistencia del Def. Oficial
Situación legal: Estado de la causa, cuál es su abogado, conectarse con su Juez, etc.
Traslado de Unidad sin Legajo Completo

Médicos:
Comprende a todos los reclamos realizados por falta de asistencia sanitaria dentro de las unidades,
como así también los inconvenientes en consultas y tratamientos extramuros.
Audiencia Problemas Médicos Ignorado: pedido
Falta de atención Médica: reclamo
HIV
No Provisión de Medicamentos: reclamo
No traslado por Enfermedad
Odontología
Solicitud de Internación en HPC
Solicitud de Medico
Traslado por Enfermedad
Tratamiento Drogadependiente

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Tratamiento Psicológico
Turno Médico Extramuros

Los pedidos de unidades de Capital Federal ó Gran Buenos Aires, son verificados por nuestros
asesores médicos mediante visitas personales a los internos solicitantes.

Los internos son visitados por el asesor médico, quien confecciona una ficha de atención, donde
además de los datos del interno, figura el diagnóstico, si es atendido o no, si fue necesario realizar
recomendación y si es necesario seguimiento.

Sociales:
Aquí se incluyen todos los temas relacionados con los vínculos familiares y la imposibilidad de
concretarlos o mantenerlos.
Audiencia Asistencia Social Ignorado
Documentación: falta de D.N.I.
Informes Sociales: atraso en los pedidos
Pasajes: pedido para familiares
Problemas Familiares
Ropa/ Pertenencias: retención de
Trámites por casamiento:
Traslado acercamiento familiar
Visitas:
Atraso trámites para acceder a Visitas
Problemas con Ingreso de Alimentos
Problemas con Ingreso y trato a visitas
Visita entre Internos (Penal a Penal)
Visita Intima
Visita Extraordinaria

Penitenciarios:
Esta área incluye no sólo los temas inherentes a la vida dentro de las unidades, sino también a todo
lo relacionado con el Tratamiento, Educación, Trabajo, etc.

Consejo Correccional
Calificaciones
Evolución Progresividad
Incorporación a Período de Prueba

Criminología
Audiencia Criminología Ignorado
Falta de Tratamiento
No Modificación de los Objetivos
Reconsideración Conducta Ignorado
Tardanza en Informe Criminológico

Educación
Educación Universitaria

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Falta Educación Secundaria


No Traslado por Estudios
Pedido de Audiencia Educación Ignorado
Traslado por Estudios

Seguridad Interna
Agresión Física de Requisa
Auto agresión
Cambio de Pabellón / Alojamiento
Condiciones de Vida
Huelga de Hambre
Integridad Física
Maltrato no Físico del SPF
Pedido de Audiencia Seg. Interna Ignorado
Pedido de permanencia en la Unidad
Pedido de Traslado por ser condenado
Problemas de Alimentación
Problemas con otro interno
Problemas de Discriminación
Sanciones
Traslado por Riesgo de Vida
Traslado sin motivo especifico

Trabajo y Administrativa
Falta de Cuil
Pago de Aportes
Pago de Peculio
Pedido de Audiencia de trabajo ignorado
Transferencia de Fondos
Solicitud de Trabajo

Procuración
Asesoramiento
Audiencias
Denuncia de Comisión de Delitos
Pedido de Leyes y Reglamentos

VII. Evaluación Final

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Las causas que vienen provocando el incumplimiento de los objetivos constitucionales de la


ejecución de la pena privativa de la libertad obedecen a múltiples razones, se hace necesario señalar como
principales a las siguientes:

1. - La Falta de una política de estado en materia penitenciaria


Se hace imprescindible establecer un nuevo Plan Director de Política Penitenciario, como parte de
un Plan Nacional de Seguridad, que cuente con un amplio consenso político.

Sólo la continuidad de una política penitenciaria que se mantenga, mas allá de la alternancia de las
diferentes gestiones de gobierno, permitirá llevar adelante en el tiempo las transformaciones necesarias
que la ley impone al Sistema Penitenciario Federal y, también, evaluar su implementación y eficacia.

Esta responsabilidad ejercida con convicción y autoridad, en el marco de una política clara y
estable, será contribuyente necesaria para una integración articulada de todos los actores del sistema.

Es ineludible la implicación del Poder Judicial en esta etapa de la ejecución de la pena, al que se
deberá dotar de los órganos y recursos humanos necesarios para cumplimentar el rol jurisdiccional que
garantice efectivamente el pleno ejercicio de los derechos no conculcados por la privación de la libertad
ambulatoria.

Del mismo modo, siguiendo las recomendaciones de los expertos de la Reforma Penal Internacional
( Regla 55 del Manual de Buena Practica Penitenciaria), en cuanto a encontrar formas de control externo a
la cárcel, se deberán fortalecer y consolidar a las instituciones gubernamentales cuya función sea que las
prisiones y, otros lugares de detención, estén sometidos al escrutinio externo e independiente, velando en
particular para que estos establecimientos sean administrados conforme las leyes y reglamentos con la
finalidad de alcanzar los objetivos de los servicios penitenciarios y correccionales.

2.- Necesidad de reformulación de la estructura del Servicio Penitenciario Federal


Como ya se ha señalado, a partir de la sanción de la Ley 24.660, el Servicio Penitenciario Federal
ha sido llamado a actuar en la importante y primordial tarea de alcanzar la reinserción social de las
personas privadas de la libertad, mediante la vía del tratamiento interdisciplinario individualizado,
apoyándose en actos que no vulneren los derechos las mismas.

Sin embargo, a seis años de la nueva legislación, el Servicio Penitenciario Federal persiste en
subsistir como una fuerza de seguridad militarizada.

Un paso necesario, en la reformulación de la estructura del Servicio Penitenciario Federal, lo


constituiría la inclusión y reasignación de profesionales con capacitación criminológica destinados a
organizar, elaborar y monitorear las acciones de reinserción social que le han sido encomendadas.

Cambiándose, de este modo, la actual relación cuantitativa existente respecto del personal de
seguridad y administrativo.
Se debería formular, también, una profunda revisión sobre los esquemas de capacitación del
personal, tanto superior como subalterno y, de un modo particular, los correspondientes a aquellos que
tienen mayor contacto con los internos.

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3.- No sólo la Cárcel


La pena privativa de la libertad tiene como objetivo la reinserción social del condenado, para lo cual
el estado interviene mediante el llamado tratamiento individualizado, en el marco de la singularidad y del
respeto por los derechos humanos.

Este es el paradigma que justifica la cárcel en nuestro país; lo contrario no es jurídicamente


aceptable.

El privado de la libertad tiene el derecho, aunque no el deber, al mejor tratamiento posible.

Creer que la criminalidad tiene su causa solamente en problemas individuales ignorando los
sociales, es tan erróneo como pretender mantener un sistema carcelario incapaz de resocializar.

Resocializar en la segregación no es imposible pero sí demanda hacerlo con grandes esfuerzos


individuales y colectivos, en el seno de la contradicción que significa pretender incluir desde la exclusión,
la privación de libertad es una instancia que se debería abordar cuando se presenta como insalvable y
única.

Es necesario profundizar la búsqueda de alternativas a la pena privativa de la libertad, para que la


punición se cumpla fuera de la cárcel en cuanta circunstancia sea posible, acrecentado las acciones
sociales que hagan efectiva la resocialización y la integración del sancionado a la sociedad, en el medio
más propicio para lograrlo, en una sociedad abierta y comprometida con su éxito.

En este sentido, una alternativa como la Suspensión del Juicio a Prueba, (Probation) no debe verse
como un alivio al trabajo de los jueces, debe ser organizada para el control y apoyo en el cumplimiento del
compromiso reparador y rehabilitador. Intentando que el individuo deje de ser sujeto pasivo de la acción
institucional y, él y la sociedad, pasen a ser sujetos activos del proceso de responzabilización,
personalización e integración.

Finalmente, se hace necesario reiterar, que el problema de la criminalidad reconoce sus causas en lo
mas profundo de los problemas sociales por lo que la participación más amplia de los miembros de la
sociedad como de sus organizaciones no gubernamentales, tienen un papel central en toda la cuestión de
seguridad, articulando acciones y actores, también cooperando con los mecanismos del sistema penal a
aplicarse en su seno y al mismo tiempo sin olvidar su compromiso con aquellos excluidos del mismo.

Dr Francisco M. Mugnolo
Procurador Penitenciario

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