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Tema de trabajo: Desigualdades y oportunidades en las poblaciones

femeninas de Perú y Qatar

CONCLUSIONES
Al presentar nuestro siguiente trabajo, hemos ampliado nuestro campo
de visión sobre los diversos conceptos: Desigualdad, oportunidad y
derechos de la mujer. Hemos revisado los distintos enfoques de los más
variados en el caso de la desigualdad y oportunidades.

A continuación, exponemos las conclusiones específicas que


constituye el trabajo de los resultados de nuestra monografía.

· Entendemos por desigualdad que refleja la brecha


existente entre los sexos respecto a las oportunidades de
acceso y control de recursos económicos, sociales,
culturales y políticos, entre otros.
Para la oportunidades: es un principio basado en la idea de que
una sociedad justa sólo puede lograrse si cualquier persona
tienen las mismas posibilidades de acceder a unos mínimos
niveles de bienestar social y sus derechos no son inferiores a los
de otros grupos. Para ello, se establecen mecanismos que
prohíben la discriminación por motivos de raza, sexo, etnia,
edad, religión o identidad sexual. El género es un término de
separación analítica que persigue diferenciar personas
mediante características biológicas, las principales
desigualdades sociales recogen estereotipos y roles de género
para asignar personas a una determinada actividad.
El feminismo es un movimiento social que busca las mismas
oportunidades para mujeres y hombres. Esta doctrina se
fundamenta en las desigualdades sociales que sufren las
mujeres en su día a día, aunque en los últimos años se ha
comprobado una creciente tendencia por estos movimiento
social, todavía existen desigualdades de oportunidades con
respecto al género
Con respecto a la desigualdad : Afecta al conjunto de las
mujeres, es decir, una mayoría social (52%). Por el hecho de ser
socialmente leídas como mujeres, viven discriminaciones,
vulneración de derechos y subordinación respecto a la otra
mitad de la humanidad.
Un modelo capitalista que presenta como separadas la esfera
productiva y la reproductiva. El capitalismo heteropatriarcal se
sustenta en la división sexual del trabajo, que atribuye a los
hombres el trabajo productivo -el propio del espacio público,
socialmente reconocido y remunerado- y el trabajo
reproductivo, el de cuidados y doméstico, a las mujeres. Es el
trabajo invisibilizado, sin reconocimiento simbólico ni
económico, no reconocido como trabajo real y, por lo tanto, no
vinculado a derechos y protección social.
La violencia contra las mujeres
es una violencia instrumental
al sistema patriarcal,
caracterizado por el desequilibrio
de poder entre mujeres y hombres.

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