Cartografía esquizoanalítica de una experiencia de montaje
El abordaje de una experiencia puntual, la del montaje de Las nuevas criaturas, ha
merecido la elaboración de una cartografía esquizoanalítica que permita evidenciar la multiplicidad de estratos y componentes que se cruzan y reactivan en el trabajo coreográfico concreto. Cartografiar, para Guattari, parece ser una variedad de “formalización” del proceso de subjetivación complejo, que involucra desde procesos inconscientes, tópicos, contingentes que se transforman a la par de las disposiciones sociales, ciencias, artes y tecnologías. La cartografía esquizoanalítica, dice Guattari (2000: 30), propone disposiciones de enunciación que permitan “nuevas coordenadas de lectura y de «poner en existencia» representaciones y proposiciones inéditas”. Las disposiciones de enunciación exceden al sujeto pensante y entran en niveles inconscientes, que ya no descansan en la palabra y la comunicación directa solamente (a esto le llama desterritorialización). Las cartografías de la subjetividad no tienen nada que ganar imitando a la ciencia, porque toda la racionalidad se instaura a partir de esquemas perceptivos, afectos, actividades imaginarias y representaciones. Las cartografías se oponen a la lógica convencional de los conjuntos discursivos. Por el contrario, toda cartografía superpone, dice Guattari, múltiples estratos de subjetivación heterogéneos, variables en su consistencia. Para enfocar el montaje de Las nuevas criaturas, es pertinente elaborar un instrumento cartográfico que confronte la multiplicidad de interconexiones y líneas de fuga en que nuestro grupo, en proceso de montaje, pone en marcha un “sistema de modelización de la subjetividad que configura su experiencia de la vida, desde la vida. Ha sido necesario recurrir a puntos de referencia cognitivos, psíquicos, imaginarios, afectivos, y a un tipo de enunciación analógica, en donde la imaginación, la fantasía y las connotaciones personales, también del que interpreta, serán piezas clave para empatizar con las experiencias de los agentes. Nuestras coordenadas cartográficas se pueden resumir así: La realidad de la danza contemporánea: en el año 2003, en México, la corriente de hechos fluyó y estuvimos dentro de ella; el pequeño grupo de Serafín, Andrea, José Manuel y Raúl. Tal realidad arrojó materiales escritos, videograbados, por leer, interpretar analizar. Los materiales no son, evidentemente, la realidad misma, sino sólo una parte, una selección propiciada por el investigador. El dispositivo de investigación, mirada esquizoanalítica que colocó sobre esa realidad particular una serie de trazos de enunciación referentes al material de campo: -Apoyos teórico-históricos. La noción de grupalidad de la psicología social; la revisión político cultural de la nueva relación entre el individuo y el Estado en la era de la posmodernidad; la revisión histórica y organizacional del ejercicio profesional de la coreografía en danza contemporánea a partir de los noventa; las nociones psicoanalíticas de metabolización, apuntalamiento y significantes formales. -Elaboraciones teóricas. El aislamiento del sistema muscular como productor de representaciones, algunas ideas sobre la noción de itinerario. Las nuevas unidades de medida existencial de los agentes de la danza contemporánea: la noción de Proyecto como medida temporal de la vida de los grupos de danza contemporánea, el grupo como unidad de medida espacial e interaccional. -Analogías. El enfoque de las situaciones desde la perspectiva esquizoanalítica, tiende a desterritorializar y a distribuir los significados más allá de la conciencia individual. De ahí la analogía con la investigación criminal, cuya similitud permitirá precisar el tipo de mirada a los territorios existenciales de la experiencia de montaje.
Lee a las personas como un libro: Cómo analizar, entender y predecir las emociones, los pensamientos, las intenciones y los comportamientos de las personas