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Cuento.

Personajes.

Sapo: Princesa

Dragón:

Fantasma:

Bola de cristal:

Arcoíris:

Varita mágica:
Había una vez, en un lugar muy lejano, a las fuera del reino de nunca jamás,
una pequeña llamada Tani creció en un castillo abandonado, durante las
vacaciones de primavera, cuando las mañanas eran eternas, a Tani le
encantaba explorar por el bosque.

Un día como cualquier otro Tani se encontraba jugando, cuando de repente se


encontró con una sombra que estaba por los árboles, entonces ella la persiguió
para saber porque la observaba, por lo que se da cuenta que esa sombra era
un fantasma, pero uno muy amigable!
El deseo de la niña.

Érase una vez una niña que estaba a punto de quedarse dormida en su
habitación. Pero estaba muy triste porque al día siguiente tenía que ir a la
escuela.

A continuación, unas pequeñas criaturas voladoras entraron por su ventana. La


niña entrecerró los ojos para ver mejor: eran hadas. Entonces, estas pequeñas
hadas habían entrado, porque habían perdido un objeto muy valioso para ellas.
La niña les dijo que si querían pasar la noche en su habitación, entonces
debían de cumplirle un deseo.

Las hadas prometieron que cada una cumpliría un deseo. Pero antes de eso
les debería ayudar a encontrar su varita mágica.

Siendo así las hadas y la pequeña Tani se transportaron a un mundo


desconocido después de un destello de luz, su misión era encontrar una bola
de cristal la cual las guiaría por el camino que deberían tomar antes del
amanecer.

Caminaron por el bosque hasta llegar a un pozo, el cual estaba vacío, una de
las hadas decidió entrar para ver si podía conseguir alguna pista. Y así fue
encontró un libro de cuentos de hadas, en él había hechizos y al final la bola de
cristal, que los llevaría a un lugar mágico donde podrían encontrar la varita
mágica.

La bola de cristal les mostró el camino que debían tomar, a mitad del camino
entraron por un sendero y se encontraron con una rana la cual estaba sentada
sobre la varita mágica, corrieron a quitársela pero había un fantasma que los
detuvo, entonces las hadas preguntaron... ¿Por qué no nos quieren devolver la
varita?, la rana y el fantasma respondieron .. ¡porque es nuestra!, las hadas
admiradas dijeron ¡Si nos devuelven, les cumpliremos su deseo más anhelado!,
la rana y el fantasma sin pensarlo aceptaron, fue así que cada uno volvió a su
realidad, la rana se convirtió en un príncipe y el fantasma en su mayordomo, al
verse reflejado en la bola de cristal, saltaron felices y agradecieron a las hadas.
Entonces la niña no demoró en pedir sus deseos a las hadas y dijo... ¡Quiero
que cada día sea un fin de semana! ¡Guau! Consciente, dijo la pequeña hada
amarilla.

La niña pidió que solo hubiera dulces para comer. ¡Guau! Consignado, dijo el
hada azul.

Finalmente, la niña pidió un dragón con cola de arcoíris. ¡Guau! De acuerdo,


dijo el hada rosa.

La niña muy feliz volvió a dormirse y soñó con haber cumplido maravillosos
deseos.

FIN

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