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Contratos formales y solemnes

Los contratos formales son aquellos respecto de los cuales la ley establece una


determinada forma. La forma es el instrumento o mecanismo a través del cual se exterioriza o se
declara la voluntad. Todos los contratos (en tanto son una clase de negocios jurídicos) deben
tener una forma, porque sin forma no se exterioriza la voluntad. Sin declaración de voluntad,
estamos ante un negocio jurídico que carece de uno de sus elementos y que es, por tanto, nulo.
Para que haya un acuerdo entre las partes, debe haber un acto de revelación socialmente
reconocible a través del cual las partes plasman su acuerdo, que puede ser incluso el más
elemental como el hablado.

La ley a veces indica una forma para determinados contratos; estos pertenecen a la categoría de
los contratos formales. Dicha forma prevista para el contrato se denomina formalidad. En algunos
casos, además, la ley señala una forma con diferente intensidad, por razones de política legal,
considerando que esa forma es fundamental para la validez del contrato y que este no puede
celebrarse de otra manera. Esta es la formalidad ad solemnitatem: su ausencia compromete la
validez del contrato. Por ende, los contratos que requieren esta formalidad ad
solemnitatem son contratos solemnes. En suma, este tipo de contratos son formales y, además,
solemnes.

Usufructo

El usufructo es el derecho sobre cosa ajena para usar y disfrutar (ius utendi y ius fruendi) sin
alterar la sustancia de la cosa. Se asemeja al derecho de propiedad, con la diferencia de que el
usufructo es temporal y, por tanto, el usufructuario no tiene poder de disposición sobre el bien.

Las facultades entregadas al usufructuario son muy amplias, por lo que el usufructo es
considerado por algunos incluso análoga a la propiedad (si bien, temporal), con la única
restricción de no alterar la sustancia de la cosa ajena. Por tanto, el uso y disfrute propios del
usufructo no pueden ser entendidos de manera restrictiva. Un ejemplo de esto son las minas: un
usufructuario explota una mina, consumiendo el bien mismo al extraer provechos no renovables,
pero sin alterar el usufructo, en tanto se está haciendo uso del bien de la manera común y usual.
 El usufructuario tiene derecho a poseer el bien: puede plantear una acción confesorio a fin
de recuperar el bien de cualquier poseedor de título inferior. Asimismo, este adquiere la
propiedad de los frutos provechos que se obtengan del bien.
 El usufructuario puede obtener utilidades mediante la explotación del bien, no sólo
mediante la fructificación de este, sino también incorporándolo en procesos productivos
(de empresas), siempre que no se altere su sustancia.
 El disfrute alcanza a las partes integrantes del bien y cualidades jurídicas que tenga,
como, por ejemplo, las servidumbres.

Constitución

El usufructo puede constituirse por ley o por negocio jurídico.

 Usufructo legal: Está expresamente regulado por en una norma jurídica, es decir, se


constituye por mandato legal. Entre los casos más comunes de usufructos legales se
encuentran:
o Sobre los bienes de propiedad de los hijos menores.
o Sobre bienes del patrimonio familiar.
 Negocio jurídico:
o Inter vivos: Puede ser realizado a través de un contrato de compraventa, permuta, etc., en
el que se transfiera el derecho de usufructo (uso y disfrute, mas no disposición).
o Mortis causa: A través del testamento, que la última declaración de voluntad de un sujeto,
se puede constituir un usufructo (a título gratuito). En caso hubiera herederos, este recién
puede ejercer plenamente su derecho de propiedad sobre el bien (entregado al
usufructuario) cuando se extinga el usufructo; mientras tanto tienen la nuda propiedad.

Pueden disponer de sus derechos de uso y disfrute tanto personas naturales como
jurídicas: en el primer caso, pueden ser estas quienes los dispongan, o sus
representantes (con el respectivo poder); en el caso de las personas jurídicas, mediante
sus representantes legales o las personas que de acuerdo a los estatutos tengan esta
facultad. Asimismo, el usufructo puede constituirse en favor de un conjunto de personas.

Contrato condicional. La eficacia o la resolución de un contrato puede estar subordinada a un


acontecimiento futuro e incierto. Toda condición debe cumplirse de la manera que las partes han
querido y entendido que se cumpla.
Condición suspensiva. Es aquella que suspende el cumplimiento de la obligación o la
efectividad posible de un derecho, hasta que se verifique o no un acontecimiento futuro e incierto.
La condición suspensiva busca que sea cumplida dicha condición para la concretización de lo
esperado del contrato. Ejemplo: Si mi hijo bachiller sale profesional en cinco años le regalo una
casa.
Condición resolutoria. La que motiva la ineficacia (resolución) del contrato. La condición
resolutoria busca que sea fallida dicha condición para concretizar lo esperado del contrato.
Ejemplo: Si mis hijos profesionales abogados no se separan en tres años les doy mi bufet.

Contrato instantáneo: son aquellos que se cumplen en el mismo momento en que se celebran, es
decir, su cumplimiento se lleva a cabo en un solo acto.

Contrato de Tracto Sucesivo: es aquel en que el cumplimiento de las prestaciones se realiza en un


periodo determinado, y que, por deseo de las partes se puede extender para satisfacer sus
necesidades primordiales y estos términos pueden ser: o Ejecución continuada, ejecución única,
pero sin interrupción.

Actividad
Realizar un análisis, sobre los temas expuesto en clases. 7 líneas máximas.

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