Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DD .CO M: Auxiliares Del Comercio
DD .CO M: Auxiliares Del Comercio
M
3. Los barraqueros y administradores de casas de depósito.
4. Los factores o encargados y los dependientes del comercio.
5. Los acarreadores, porteadores o empresarios de transporte”.
CO
En rigor, nuestro código califica como auxiliares a aquellos sujetos cuya
actividad no se corresponde con el concepto económico de comercio
(intermediación entre oferta y demanda de bienes). En la calificación de
“auxiliares”, la Ley comercial toma como principio que la actividad comercial es
fundamentalmente la de intermediación en la circulación de bienes; las otras
actividades calificadas como comerciales son accesorias a la actividad de
D.
intermediación principal.
A continuación, estudiaremos diversos auxiliares de comercio en particular.
A los efectos de la sistematización de su estudio, recurriremos a la clasificación
D
M
Subsección Primera: Concepto y Naturaleza
Precisiones terminológicas
D
factor.
M
disposiciones que lo distinguen del mandato comercial común, establecidas en
los artículos 133 a 162.
CO
1. Diferencias con el mandato común en cuanto a la forma de
actuación y la extensión de las facultades del factor
Luego, por el artículo 147, inciso 1, se admite que se le pueden atribuir más
o menos facultades.
Por otra parte, la Ley le acuerda al factor facultades de representación para
la firma de títulos valores, aun en el silencio del contrato (Dec. Ley 14.701).
FI
b. Delegación
El factor no puede delegar sus funciones sin autorización para ello (art. 162).
El mandatario común puede delegar salvo que se le prohíba.
c. Forma de actuación
El factor puede no invocar el nombre del principal e igual lo obliga en ciertos
casos (art. 139). En el mandato común, si el mandatario no invoca el nombre
de su mandante, no lo obliga en ningún caso (art. 2.068 C.C. y art. 314
C.Com.).
2. Diferencias con el mandato común en cuanto a la extinción del
contrato
M
A. Autorización especial
Del mencionado artículo 134 resulta que la autorización debe darse por
CO
escrito. No se requiere escritura pública, basta documento privado .
B. Registración
La registración se impone, en el Código de Comercio, por normas antes
mencionadas (art. 47 y 134).
D.
Por la Ley Registral 16.871, en el Registro Nacional de Actos Personales,
Sección Mandatos y Poderes, se debe registrar la revocación, renuncia,
sustitución, suspensión, limitación y modificaciones y rectificaciones de
D
o no inscritos...”.
En el segundo inciso del artículo 41, al enunciar que no debe inscribirse,
menciona a los mandatos y poderes, a los submandatos y a las ampliaciones
de mandatos, pero se omite la referencia al mandato institorio. ¿Cómo
interpretar esta omisión?
FI
M
el comercio se entorpecería y se trabaría la contratación comercial. El comercio
requiere fórmulas ágiles y rápidas.
Tal como establece el artículo 41 de la Ley Registral, deberán inscribirse las
revocaciones, renuncias, modificaciones, etc. Entendemos que las
CO
inscripciones de esos actos se deben realizar para que produzca efectos frente
a terceros. Si no se inscriben, no podrán invocarse frente a terceros.
M
arbitrariamente, el factor fuera revocado en sus funciones y despedido podrá
sostenerse que el principal debe pagar al factor la indemnización por despido
que le corresponde por el derecho laboral y, además, debe reparar los
CO
perjuicios que le haya causado con el despido intempestivo, los que se
determinarán de acuerdo con el artículo 159, por arbitradores.
El artículo 161 establece causales por las que el principal puede despedir al
factor aunque haya plazo determinado:
“Con respecto a los principales, son causas especiales para que puedan
D.
despedir a sus factores o dependientes, aunque exista empeño o ajuste
por tiempo determinado:
1º. Incapacidad para desempeñar los deberes y obligaciones a que se
sometieron.
D
principal”.
Entendemos que en esos casos no se podrá reclamar daños y perjuicios por
la revocación ni indemnización por las leyes laborales, que sólo se deben si el
despido es injusto.
FI
M
dispone el artículo 145. El factor continúa hasta que se le revoque el poder y se
le haga conocer por un medio legítimo.
La norma citada contiene un principio opuesto al establecido, para el
mandato común, en el artículo 326, inciso 4, del Código de Comercio y el
CO
artículo 2.086, inciso 5, del Código Civil. En estos se prevé, expresamente, que
la muerte del mandante es causa de extinción del mandato.
3. Otras causales
D.
M
Subsección Tercera: Estatuto del Factor
El factor debe tener capacidad para contratar, puesto que celebra con el
principal un contrato de mandato.
LA
Para ello tiene amplias facultades. El artículo 136 establece en su primer inciso:
“Los factores constituidos con cláusulas generales, se entienden autorizados
para todos los actos que exige la dirección del establecimiento”.
A. Enunciado de facultades
El principio general es la amplitud de facultades. Luego, el artículo 136,
inciso 2, establece que para reducir esas facultades, se debe expresar en el
poder las restricciones y el artículo 147 hace una referencia a la posibilidad de
que la autorización se haya conferido “con más o menos facultades”.
La sola designación de un factor, implica atribuirle amplias facultades, sin
necesidad de que en el contrato se enuncien. En el contrato se deben
establecer las limitaciones.
El concepto de administración, manejado por algunas normas, no se
corresponde con el de administración que manejamos en el Derecho Civil. El
factor podrá, por ejemplo, comprar y vender mercaderías, maquinaria u otros
bienes, si entiende que ello corresponde. En consecuencia, el término
administración usado en los arts. 133 y 147 comprende, también, actos de
disposición.
Dentro de la amplitud de facultades que se confiere al factor, debe señalarse
que existe una limitación general que depende de la naturaleza del giro.
Por más amplias que sean sus facultades, no puede el factor realizar actos
extraños al giro. No puede enajenar la casa de comercio o cambiar su objeto o
invertir el dinero en negocios extraños al giro, porque estos actos importan
contradicción con el fin de su administración que es dirigir un establecimiento,
conservarlo y velar por su prosperidad. Tampoco puede realizar actos civiles no
requeridos por el ejercicio del comercio, como enajenar un inmueble u otros
actos, como realizar donaciones o cualquier otro acto a título gratuito.
M
Tampoco puede el factor, salvo autorización expresa, pedir el concurso de
su principal. Ello es así por varias razones. En primer lugar, porque es un acto
que excede de la administración ordinaria. En segundo término, porque supone
una apreciación de muchas circunstancias en la vida de un comerciante y no
CO
sólo del estado económico del establecimiento. Interesa para pedir el concurso
el conocimiento de la situación patrimonial general del comerciante que el
factor no tiene por qué conocer.
El artículo 157 establece una indemnización por los daños sufridos por el
FI
factor o dependiente, que deberá fijarse por arbitradores. Está establecido por
el artículo 157: “Si en el servicio que preste al principal aconteciere al factor o
dependiente algún daño o pérdida extraordinaria, será de cargo del principal
la indemnización del referido daño o pérdida, a juicio de arbitradores”.
A. Obligaciones
1. Administración
Tal como todo mandatario y según dispone el artículo 322 del Código de
M
Comercio. El factor está obligado a rendir cuentas de su actuación al principal.
B. Deberes y prohibiciones
CO
1. Deber de fidelidad
No puede negociar por cuenta propia en operaciones del mismo género que
el explotado por su principal. En otros términos, no puede hacer competencia a
su principal, competencia que sería desleal, pues se aprovecharía de su
D
C. Responsabilidades
ello.
a. Exceso de poder
Existe exceso de mandato cada vez que el mandatario actúa fuera de los
D
límites del objeto que se le encomienda. El mandatario que actúa con exceso
de poder no obliga a su mandante.
LA
b. Abuso de poder
Existe abuso de poder cuando un mandatario celebra un negocio dentro de
los límites del mandato pero en forma ilícita para sacar provecho para sí. En
este caso el mandante queda vinculado frente a terceros.
El mandante no puede alegar un abuso de los poderes para excusarse y
decir que no es responsable; responde igual. El artículo 143, inciso 2,
establece: “No pueden sustraerse del cumplimiento de las obligaciones
contraídas por los factores, a pretexto de que abusaren de su confianza o de
las facultades que les estaban conferidas, o de que consumieren en su
provecho los efectos que adquirieron para sus principales, salvo su acción
contra los factores, para la indemnización”.
La norma prevé expresamente ciertas hipótesis de abuso del poder en que el
principal queda de todos modos vinculado por actos del factor.
M
representación para ciertas operaciones. A falta de apoderamientos especiales,
tiene su representación legal para ciertos actos y que le es conferida por los
artículos 149 y 152 del Código de Comercio.
El dependiente se desempeña dentro del establecimiento que ha instalado el
CO
principal. Es quien atiende a la clientela, exhibiéndole bienes que se
encuentren a la venta, informándole sobre precio y condiciones de venta y
concretando las compraventas.
La relación del dependiente con el principal está regulada por el Derecho
Comercial y, también, por el Derecho Laboral.
D.
M
Se trata, como se puede apreciar de los textos citados, no de autorizaciones
generales sino especiales para ciertos actos. El artículo 147 usa el término
especialidad y el artículo 148 da ejemplos: giro de letras, recaudación o recibo
de capitales.
CO
III. Formalidades del contrato
M
La norma implica dos restricciones.
El art. 152 inc. 2 restringe facultades del dependiente cuando se trata de
ventas a plazo.
Se argumenta que la restricción para el dependiente del comercio mayorista
CO
se funda en que se supone un mayor volumen económico de las transacciones
comerciales. Una venta al fiado en negocio por mayor supone conceder crédito
de mayor entidad...
El artículo 152 restringe las facultades del dependiente del mayorista cuando
se trata de cobranzas fuera del almacén; en este caso los recibos deben ser
D.
Las causales por las cuales termina el vínculo del dependiente con el
principal son similares a los considerados para el factor. Su relación no se
extingue por la muerte del mandante.
M
14.693, la Ley 16.678 y el Decreto reglamentario del 6 de setiembre de 1.955.
anterior pero en el lugar del domicilio de las firmas representadas, fuera del
establecimiento comercial o industrial.
La función de estos dos agentes se cumple siempre fuera del
D
I. Mecanismo de actuación
II. Registro
M
III. Contrato entre comerciante y viajantes o vendedores de plaza
M
II. Derechos
CO
A los viajantes y vendedores de plaza se les reconoce el derecho a la
remuneración, derecho al reintegro de los gastos realizados y el derecho a una
indemnización por despido especial.
A. Derecho a la remuneración
D.
La remuneración puede asumir distintas formas. Puede ser un sueldo fijo o
un sueldo fijo más una comisión o comisiones solamente.
M
Subsección Primera: Corretaje
CO
El Código de Comercio se refiere al corretaje, para calificarlo como acto de
comercio (art. 7). No lo define.
El corretaje es una actividad de mediación en la circulación de bienes o
servicios. Quien participa como mediador es el corredor. El corredor busca a
los interesados en realizar un negocio y los conecta. Luego, tales interesados
D.
celebran directamente el negocio.
D
Modalidades
La segunda persona cuando recibe noticias sobre el negocio, puede acceder
a que el corredor actúe como mediador o puede designar a un tercero, también
corredor, para que negocie las condiciones del contrato definitivo. En el primer
caso habrá un corredor único actuando para acercar a las dos partes; en el
segundo, habrá dos corredores.
Si el corredor logra que se celebre el contrato, cobrará una comisión a quien
se lo encargó o a ambas partes, según el caso.
II. Naturaleza del corretaje
Teorías que le atribuyen naturaleza contractual
La mayoría de la doctrina sostiene que existe un contrato de corretaje.
Por el contrato de corretaje una persona encomienda a un corredor que
busque un interesado en un negocio que desea celebrar y se obliga a pagar
una comisión por la mediación, si obtiene un resultado.
El contrato de corretaje es un contrato autónomo y existe, aunque el
definitivo no se celebre.
1. El corretaje no es un mandato
M
que se interponga en un negocio, que busque a otro contratante y que trate con
él.
4. Nuestra posición
M
A. El corredor como mediador
“El corredor es un mediador...”. En la mediación, el mediador se limita a
poner en contacto a dos contratantes: ofertante y demandante que luego
CO
celebran entre sí, directamente, el contrato que fue objeto de la mediación.
1. El corredor no es comerciante
2. El corredor es un comerciante
M
El ejercicio del corretaje es libre, pero el Código exige una serie de requisitos
para que pueda desempeñarse.
CO
A. Condiciones exigidas para ser corredor
Los artículos 89 y 90 contienen las condiciones para ser corredor.
1. Edad
D.
Para ser corredor no basta con la capacidad para ejercer el comercio. Se
requiere una edad especial: 21 años (art. 89). Se trata de un régimen más
severo que para el comerciante en general, pues puede ser comerciante quien
tenga capacidad y ésta se adquiere a los 18 años.
D
2. Condiciones de idoneidad
LA
3. Domicilio
M
a. Sobre la vigencia de la inscripción registral El
sistema registral fue reformado por la Ley 16.871.
CO
El Registro se lleva por el Registro Nacional de comercio.
El sistema registral vigente se organiza sobre la base de fichas personales
en las cuales se registran los datos personales de las personas físicas o los
datos relacionados con las sociedades comerciales.
La persona que es corredor debe inscribirse en la ficha registral, sucedánea
de la matrícula.
D.
En el trámite previsto en el Código de Comercio debe solicitarse la
inscripción judicialmente, por escrito, acreditándose las condiciones de
capacidad e idoneidad requeridas. El Juez ordenará la inscripción registral,
D
6. Juramento
1. Inscripción registral
M
Se impone un gran detalle en los asientos.
* Libro registro
El libro registro se debe llevar con requisitos similares a los libros del
LA
M
Se plantea qué libro tiene mayor eficacia. Alguna doctrina señala que debe
preferirse el manual porque sus asientos se extienden en el momento mismo
del negocio y refleja auténticamente su contenido. Además, se agrega que
pudo haber sido mal trascripto en el registro. Otros autores sostienen que tiene
CO
más eficacia el Registro porque se rodea de formalidades. Por otra parte, a él
se refiere el artículo 94, inciso 3.
Las partes de un negocio celebrado por intermedio de un corredor podrán
solicitar una exhibición parcial, esto es, de los asientos vinculados con la
negociación que da origen a la controversia judicial.
D.
Puede decretarse de oficio (art. 94, inc. 3). Para el caso de que el corredor
se negare a efectuar la exhibición, no hay sanción especial. Se aplicaría el
artículo 111 que prevé la posibilidad de su destitución.
D
a. Primera obligación
La primera obligación del corredor es proponer los negocios con exactitud y
FI
b. Segunda obligación
El corredor debe controlar la identidad y capacidad de los contratantes a
quienes ha acercado. El artículo 97, inciso 1, establece: “Los corredores deben
asegurarse, ante todas cosas, de la identidad de las personas, entre quienes
se tratan los negocios en que intervienen, y de su capacidad legal para
celebrarlos”. De este modo se facilita la contratación; las partes no deben hacer
averiguaciones, pues confían en el corredor y en el cumplimiento de este
deber.
El inciso 2 del artículo 97 establece la responsabilidad del corredor: “Si a
sabiendas intervinieren en un contrato hecho por persona que según la Ley no
M
podía hacerlo, responderán de los perjuicios que se sigan por efecto directo e
inmediato de la incapacidad del contratante”.
CO
c. Tercera obligación
El corredor debe asistir a la entrega de los efectos vendidos.
El artículo 102 establece:
“En las ventas hechas con su intervención, tienen obligación de asistir a la
entrega de los efectos vendidos, si los interesados o alguno de ellos lo
D.
exigiere.
Están igualmente obligados, a no ser que los contratantes expresamente
los exoneren de esta obligación, a conservar las muestras de todas las
mercancías que se vendan con su intervención, hasta el momento de la
D
d. Cuarta obligación
El corredor debe estar presente en la firma del contrato. El artículo 104
dispone: “En los negocios, en que por convenio de las partes, o por disposición
de la ley haya de extenderse contrata escrita, tiene el corredor la obligación de
FI
e. Quinta obligación
El corredor debe entregar una minuta. El artículo 103 establece:
“Dentro de las veinticuatro horas siguientes a la conclusión de un
contrato, deben los corredores entregar a cada uno de los contratantes,
una minuta del asiento hecho en su registro, sobre el negocio concluido.
Esta minuta será referente al registro y no al cuaderno manual.
Si el corredor no la entrega dentro de las veinticuatro horas, perderá el
derecho que hubiese adquirido a su comisión, y quedará sometido a la
indemnización de daños y perjuicios”.
La minuta es un extracto del asiento efectuado en el libro registro. La minuta
sirve como prueba para el caso de dificultad o controversia (art. 192, inc. 2).
Viene a ser una rendición de cuentas.
f. Sexta obligación
Las partes que celebraron un contrato con la mediación de un corredor,
pueden requerirle un certificado.
El artículo 95, inciso 1, establece: “Ningún corredor podrá dar certificado,
sino de lo que conste de su registro y con referencia a él”. El artículo 96 agrega:
“El corredor que diere certificación contra lo que constare de sus libros, será
destituido, e incurrirá en las penas del delito de falsedad”.
El certificado debe hacer referencia al Registro, esto es, a la página en que
M
figura el asiento y número de orden. Si lo dieran a terceros se violaría la
obligación de guardar secreto, que luego analizaremos. La importancia de los
certificados radica en que constituyen medios de prueba (art. 192, inc. 2).
CO
g. Séptima obligación
El corredor tiene obligación de guardar secreto. El artículo 101 dispone:
“Guardarán secreto riguroso de todo lo que concierna a las negociaciones que
se les encargan, bajo la más estrecha responsabilidad de los perjuicios que se
siguieren por no hacerlo así”. El artículo 95, inciso 2, establece: “Sólo en virtud
D.
partes litiguen.
Se aplica, también, al corredor el artículo 302 del Código Penal que dispone:
“El que, sin justa causa, revelare secretos que hubieran llegado a su
LA
4. Prohibiciones
M
Con esta norma se busca impedir que los corredores ejerzan el comercio
bajo cualquier forma que sea. La prohibición se dicta para tutela de terceros y
para evitar una competencia desleal.
CO
Recordamos que el art. 107 antes transcripto admite que puede adquirir
acciones de una sociedad anónima con la salvedad de que no pueden ser sus
administradores o directores.
En doctrina, hay discrepancias en cuanto al alcance de la norma en lo que
respecta a las sociedades formadas por corredores, para ejercer el corretaje.
D.
El artículo 106 inciso 3 dice así: “3º Adquirir para sí, o para persona de su
familia inmediata, las cosas cuya venta les haya sido encargada, ni las que se
dieren a vender a otro corredor, aun cuando protesten que compran unas u
otras para su consumo particular, so pena de suspensión o perdimiento de
oficio a arbitrio del Juez competente, según la gravedad del caso”. ¿Cuál es el
alcance de la expresión “familia inmediata”?
La razón de la prohibición es impedir que el corredor pueda beneficiarse él o
sus familiares, en perjuicio de quien le encargó el negocio. La prohibición de
adquirir cosas cuya venta ha sido encargada a otro corredor tiende a evitar
que, por razones de consideración entre corredores, éstos se entiendan entre
sí, en perjuicio de los comerciantes que le encomiendan negocios.
pagos por cuenta ajena, so pena de perdimiento de oficio”. Para esta hipótesis
se establece expresamente la sanción de pérdida del oficio.
La razón de la prohibición es que tales actos son ajenos a la naturaleza del
LA
corretaje.
5. Sanciones
a. Nulidades
La sanción común a las prohibiciones de realizar un negocio a nombre
propio, formar sociedad y tomar parte de buques o cargas y otorgar garantías,
es la nulidad del acto celebrado.
e. Pérdida de la comisión
D.
f. Sanción penal
Se tipifica el delito de falsedad, cuando se expide certificación contraria a
libros (art. 96).
LA
M
fuera de su profesión o modo de vivir honesto. Si no fuera de su profesión,
puede demandar el precio si no se puede presumir intención de beneficiar a
quien prestó el servicio.
CO
No estamos de acuerdo con esa posición. El corredor está sujeto a un
estatuto legal. Ese estatuto se le impone para garantía de terceros. Si no lo
cumple, una de las sanciones es la pérdida de la comisión.
D D.
LA
rematador.
Las ofertas van aumentando hasta llegar a un límite en que nadie mejora la
puja. El rematador adjudica los bienes en remate al mejor y último postor. El
D
precio se fija, por lo tanto, en la mayor oferta que se realice en el acto del
remate. El rematador, antes de realizar la adjudicación, debe anunciar que se
ha realizado una última oferta y quien la ha formulado, dando una última
LA
oportunidad para mejorarla. Si, efectuada la advertencia, nadie hace una nueva
postura, el martillero declara la adjudicación, bajando su martillo.
Si el remate es de cosa mueble, el contrato de compraventa se perfecciona
con la aceptación de la mejor oferta por el rematador. Luego, el contrato deberá
cumplirse con las prestaciones consiguientes: pago del precio y entrega del
FI
B. Falta de postores
El remate fracasa por falta de postores. En este caso, el rematador no puede
pretender compensación alguna por el trabajo realizado, pues debe entenderse
que la remuneración le corresponde sólo si la venta se efectúa y sobre el
M
producido de ésta.
CO
A. Primera clasificación
D.
bienes. Por ejemplo, el caso del integrante de un condominio que, a los efectos
de hacerlo cesar, solicita realizar un remate judicial. Será forzoso el remate
judicial cuando la venta por remate es impuesta al dueño de los bienes a
subastar, en el caso de la vía de apremio en los juicios ejecutivos.
FI
Interesa la distinción entre remates judiciales y privados, por cuanto los
primeros tienen una serie de formalidades especiales establecidas por el
Derecho Procesal (art. 387 C.G.P.).
En el remate judicial, la diligencia es presidida por el Juez, el actuario,
secretario o alguacil del juzgado. Se dispone que se labra un acta, en que se
dejará constancia del resultado del remate, de la entrega de la seña y del
nombre y domicilio del mejor postor, dentro del radio del tribunal.
B. Segunda clasificación
Los remates pueden ser con base o sin base. Los remates con base son
aquellos en los cuales, con anterioridad al remate, el dueño de los bienes o la
autoridad que dispone el remate fija una cifra que se anuncia con anticipación.
Las ofertas deben ser superiores a esa cifra; el rematador no puede aceptar
ofertas inferiores a la base. En el remate sin base, los ofertantes pueden hacer
las posturas que se les ocurran y queda librado al criterio del rematador
determinar cuándo los precios ofrecidos son ventajosos para el dueño (art. 2
Dec. Ley 15.508).
Cuando el remate es judicial, el juez ordena el remate sobre la base de las
dos terceras partes de la tasación o al mejor postor si así se hubiera acordado
(art. 387 CGP). A los efectos de la tasación se estará a lo establecido en los
artículos 383 y 384 del Código General del Proceso.
Artículo 383 del Código General del Proceso: “Trabado el embargo, se
procederá a la tasación de los bienes, salvo que en el título se hubiere
establecido la venta de los mismos al mejor postor o que así lo pidieren las
partes, de común acuerdo”.
Artículo 384 del Código General del Proceso:
“La tasación de los inmuebles se hará por la Dirección Nacional de
Catastro y Administración de Bienes del Estado, la que establecerá el
M
valor real; en caso de impugnación de esa tasación, el tribunal designará
perito único para que la efectúe.
Tratándose de bienes muebles, la tasación se hará también en base a los
CO
B. El rematador es comerciante
Aplicando el artículo 1 del Código de Comercio, el rematador es un
comerciante, pues ejerce actos de comercio (art. 7), haciendo de ello su
profesión habitual.
La actividad de remate, la realiza por cuenta propia, percibiendo luego
comisiones del vendedor y del comprador. Sólo en las relaciones que se
conciertan con el comprador para vincularlo con el vendedor, el rematador
actúa por cuenta ajena.
1. Matrícula y registro
Rematadores.
2. Sociedades civiles
CO
C. Obligaciones
No existe ninguna norma legal que disponga los libros que debe llevar el
rematador. Sin embargo, el artículo 14 del Decreto 495/984 exige llevar libro de
entradas y libros de remates y comisiones, con las formalidades del Código de
Comercio. Se trata de libros equiparables al Diario de los comerciantes (art. 33
C.Com.).
el lugar. Naturalmente que a las dos partes interesa hacer publicidad: al dueño
de los bienes, para atraer interesados porque, cuanto más hayan, más
posibilidades existen de que suban las ofertas; al rematador, por cuanto su
comisión depende del éxito del acto del remate y por su propio crédito.
IL
Respecto de los remates judiciales, el artículo 387 del Código General del
Proceso establece especiales condiciones de publicidad: una a cinco
publicaciones en el Diario Oficial, a criterio del Tribunal.
c. Obligación de verdad
Durante el remate, el rematador debe explicar en voz clara y alta y en idioma
español, las características y condiciones legales del bien (art. 12 de la ley
15.508). Debe entenderse que el rematador tiene que explicar todas las
características de las cosas que rematará a los efectos de que los interesados
conozcan bien las cosas que se subastan.
Durante el remate no se puede admitir postura por signo. El postor debe
expresar su postura con voz clara e inteligible (art. 9, lit. d).
d. Respetar la base
Tal como señalamos, si se fija base, el rematador no puede aceptar posturas
por debajo de ella.
Remate Privado
M
El rematador mandatario o comisionista, como tal, debe rendir cuentas
dentro del plazo de ocho días hábiles desde la fecha del remate (art. 8, lit. c,
Dec. Ley 15.508).
CO
Debe pagar el saldo líquido que resulte del remate en un plazo de ocho días
contados desde el remate. Pueden pactarse condiciones y plazos distintos para
esta obligación (art. 8, lit. c), ley 15.508).
El Decreto Ley establece que el comitente puede promover juicio ejecutivo
contra el rematador, previa intimación practicada por telegrama colacionado
D.
con plazo de tres días. También, dispone que, en tal caso, el rematador pierde
derecho a la comisión.
No dice el Decreto Ley cuál es el título ejecutivo. Si rindió cuenta, la cuenta
en poder del dueño será el título ejecutivo.
AD
Remate judicial
En el caso de remate judicial, el rematador debe rendir cuentas de lo
actuado, dentro de los diez días siguientes al del remate (art. 387.7 C.G.P.),
acompañando comprobantes de gastos efectuados y el certificado del depósito
de la seña, de la cual puede descontar los gastos y la comisión. La seña se
deposita en el Banco Hipotecario, a la orden del Tribunal.
El saldo del precio lo debe depositar el oferente en el Banco Hipotecario del
Uruguay, en una cuenta abierta a la orden del Juzgado (arts. 387.5 y 387.6,
C.G.P.). El ofertante tiene plazo para la entrega del precio que será fijado por el
Tribunal (art. 388 C.G.P.). Si en ese plazo no se paga, el Tribunal establece un
segundo plazo y si transcurre el mismo y el ofertante no cumple, el tribunal
anulará el remate y dispondrá que se realice de nuevo. Son de cargo del mejor
postor los gastos del remate anulado y los daños y perjuicios que se hubieren
causado.
Cumplido el pago, el bien se entrega al comprador, si se trata de un bien
mueble, labrándose acta. Si se trata de remate de inmueble u otro bien que requiera
escritura pública, se otorga por el Escribano que designe el mejor postor, en el plazo que
fije el Tribunal. Este plazo puede ser prorrogable (art. 389). Si el oferente se niega a
escriturar, el Tribunal declarará nulo el remate
4 . Prohibiciones
5 . Sanciones
OM
adjudicarlos a sus socios, empleados o familiares dentro del segundo grado.
Asimismo, se le prohíbe disponer de las señas o del producto del remate
5 . Sanciones
.C
sancionado con: multas, suspensión y cancelación de la matrícula.
Para algunas hipótesis, se establece una doble sanción. Por ejemplo, si el
rematador retiene la seña o el saldo líquido del remate, hay pérdida de
DD
comisión y acción ejecutiva y, eventualmente, sanción penal, pues se
configuraría el delito de apropiación indebida.
LA
FI
(art. 390).
SECCIÓN TERCERA: BARRAQUEROS Y ADMINISTRADORES DE
CASAS DE DEPÓSITOS
El capítulo III del título III del libro I del Código de Comercio se refiere a
barraqueros y a los administradores de casas de depósito. Casa de depósito es
el género y barraca la especie. Casa de depósito es un local donde se reciben
bienes en custodia, en virtud de un contrato de depósito. Barraca es aquella
casa de depósito que recibe frutos del país (lanas, cueros, etc.).
El barraquero es el titular de la barraca. Cuando el artículo 124 menciona a
los administradores de casas de depósito, se quiso referir, sin duda, a su
dueño. Surge del contexto.
Las distinciones referidas que hacen los textos legales entre barraquero y
administrador de casas de depósito, no tienen trascendencia en la regulación
legal, por cuanto el régimen previsto es común. No existen normas especiales
M
para alguna de estas figuras.
Depósito
CO
Subsección Primera: Estatuto del Barraquero o Empresario de Casa de
profesional.
3. El artículo 2.239 del Código Civil define el depósito: “El depósito en
general, es un acto por el cual alguno recibe una cosa ajena con la
obligación de guardarla y de restituirla en especie”. El artículo 721 del
Código de Comercio, establece cuándo el depósito es comercial: “Para
que el depósito sea considerado mercantil, es necesario: 1. Que sean
comerciantes ambos contrayentes. 2. Que las cosas depositadas sean
objetos del comercio. 3. Que se haga el depósito a consecuencia de una
operación mercantil”.
En una postura, la determinación de la comercialidad de la empresa de
depósito dependerá de la verificación de los supuestos contenidos en el
artículo 721. Los barraqueros y administradores, a los cuales se refiere el
artículo 124, son aquellos que realizan depósitos calificados como comerciales
en el régimen del Código de Comercio.
M
CO
D D.
LA
FI
A. Obligaciones
M
El artículo 124 enumera las obligaciones que, en general, están vinculadas
con las emergentes de los contratos de depósito que celebra.
CO
1. Obligación de recibir la mercadería
C. Responsabilidad
M
1. Normas generales sobre depósito
C.Com. dispone:
“Los barraqueros o administradores de depósito responden por los hurtos
acaecidos dentro de sus barracas o almacenes, a no ser que sean
cometidos por fuerza mayor, la que deberá justificarse, inmediatamente
después del suceso, con citación de los interesados o de quienes los
representen”.
b) El artículo 128 del Código de Comercio establece
“Son igualmente responsables a los interesados por las malversaciones
u omisiones de sus factores, encargados o dependientes, así como por
1 La norma es igual al art. 2257 del C.C. El C.C. no tiene norma similar al art. 727 del C.Com.
los perjuicios que les resultasen de su falta de diligencia en el
cumplimiento de lo que dispone el artículo 124, núm. 4”.
De manera que los barraqueros y depositarios responden por los hechos
ilícitos de sus factores o dependientes.
También responden por los perjuicios causados, cuando han incumplido la
obligación impuesta por el artículo 124, numeral 4, de conservar y cuidar los
bienes depositados.
c) La tasación sobre efectos que falten u otros perjuicios se debe hacer por
peritos arbitradores (art. 129).
M
El artículo 131 del Código de Comercio concedía privilegio y derecho de
retención para el caso de quiebra del comerciante, propietario de los bienes
depositados. CO
“Los barraqueros y administradores de depósito tienen privilegio y
derecho de retención en los efectos existentes en sus barracas o
almacenes, al tiempo de la quiebra del comerciante propietario de los
efectos, para ser pagados de los salarios y de los gastos hechos en su
conservación, con la preferencia establecida en el título – De la
graduación de acreedores”.
D.
El artículo 131 fue derogado por el artículo 256 de la Ley 18.387. En
consecuencia, el barraquero o administrador de depósito ya no tiene privilegio
ni derecho de retención.
D
LA
FI