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AUXILIARES DEL COMERCIO Y DEL COMERCIANTE

Son auxiliares mercantiles las personas que ejercen una actividad con el
propósito de realizar negocios comerciales ajenos o facilitar su conclusión.
Podemos distinguir los auxiliares dependientes, o auxiliares del
comerciante, de los auxiliares independientes, o auxiliares del comercio. Los
primeros están subordinados a un comerciante, al cual prestan sus servicios
de modo exclusivo, al paso que los segundos no están supeditados a
ningún comerciante determinado y despliegan su actividad a favor de
cualquiera que la solicite, siendo así propiamente auxiliares del comercio en
general, y no de un comerciante en particular.

LOS AUXILIARES DEL COMERCIO SON: LOS CORREDORES, LOS


INTERMEDIARIOS LIBRES, LOS AGENTES DE COMERCIO, LOS
COMISIONISTAS Y LOS CONTADORES PÚBLICOS.

LOS AUXILIARES DEL COMERCIANTE SON: LOS FACTORES O


GERENTES, LOS CONTADORES PRIVADOS, LOS DEPENDIENTES O
MANCEBOS, LOS VIAJANTES, LOS AGENTES DE VENTAS Y LOS
DEMÁS TRABAJADORES DE UNA NEGOCIACIÓN.

Los auxiliares dependientes no adquieren status jurídico de comerciantes;


pues aunque muchos de ellos realizan actos de comercio, no los celebran
en nombre propio, y. conforme a las reglas de la representación, los efectos
del acto realizado se producen directamente respecto del representado, que
es así quien adquiere el carácter de comerciante.

LOS CORREDORES: la función primitiva del corredor es poner en mutua


relación a las personas interesadas en celebrar un contrato, o si se prefiere,
buscar la persona que, al concertar el correspondiente negocio jurídico,
pueda satisfacer las necesidades manifestadas por otra.

La intervención del corredor en el perfeccionamiento de los contratos tuvo


como lógica la consecuencia de que se emplearan sus servicios no solo
para concretarlos, sino para multitud de cuestiones que en ellas se
relacionaran.
El reglamento de corredores extiende demasiado las funciones de éstos, en
su aspecto pericial, pues los faculta para intervenir en la formación de
balances, tarea para la cual están mucho mejor capacitados otros auxiliares
de comercio como lo son los contadores públicos.

Los corredores formarán un archivo con las pólizas y actas de los contratos
en que intervengan, y asentarán, diariamente, por orden de fechas y bajo
numeración progresiva, un extracto de las pólizas en el libro que al efecto
están obligados a llevar.
Ya se indicó que los corredores tienen prohibido el ejercicio del comercio,
también se les prohíbe ser comisionistas, y ocupar puestos que los
supediten a un comerciante, como son los de factor o dependiente: tampoco
pueden tomar un interés directo o indirecto en los contratos en que
intervengan. Pero sí pueden formar parte de consejos de administración o
de los órganos de vigilancia de una compañía, pues en las reformas de
1970, desapareció la prohibición que al efecto existía. También tienen
prohibido los corredores el desempeño de cargos públicos, con excepción
de las actividades docentes. Las sanciones al corredor que viole las normas
que rigen sus actividades son las de multa, suspensión y destrucción, a más
de las ya mencionadas de calificar su quiebra como fraudulenta.

AGENTES DE BOLSA O AGENTES DE VALORES: la intermediación en el


mercado de valores únicamente podrá realizarse por personas físicas o
morales inscritas en el Registro Nacional de Valores e Intermediarios que
está a cargo de la Comisión Nacional de Valores, que habrán de comprobar
que satisface de los requisitos exigidos para obtener la inscripción. Sólo los
agentes de valores que sean socios de una bolsa pueden ostentarse como
agentes de bolsa; por otra parte, sólo tales agentes de valores pueden ser
accionistas de una bolsa.

AGENTES DE COMERCIO: es la persona física o moral, que de modo


independiente, se encarga de fomentar los negocios de uno o varios
comerciantes. Ni nuestra legislación ni nuestra jurisprudencia han sabido
captar con precisión la figura del agente de comercio. Bien es verdad que
bajo tal nombre se encubre una variedad tal de situaciones y de actividades
que hacen la figura en cuestión algo proteica y escurridiza. Las leyes
mercantiles no sólo no regulan la situación jurídica del agente de comercio,
sino que parecen ignorar su existencia; es en las leyes fiscales donde se
encuentran algunos preceptos referentes a ellos.

COMISIONISTAS: la comisión mercantil, es el mandato aplicado a actos


concretos de comercio. El comitente es el que confiere una comisión
mercantil y comisionista el que la desempeña. El comisionista es la persona
que desempeña una comisión, justamente para diferenciarlo de otro
concepto el comisionista es la persona que ofrece al público encargarse de
las comisiones que se les confieran y que, por lo tanto, las desempeña
habitual mente.

Es indudable que el comisionista profesional, como lo califica de modo


incidental Benito, es un auxiliar del comercio, en cuanto facilita la realización
de los actos de comercio que se le encomiendan, y un auxiliar
independiente, puesto que presta sus servicios a los comerciantes en
general y no a uno concretamente determinado, con exclusión de los
demás.

SON AGENTES ADUANALES: a quienes la Secretaría de Hacienda


autoriza, mediante la patente respectiva, para ocuparse, por cuenta ajena,
en los trámites aduanales necesarios para la importación o exportación de
mercancías, y en la celebración de los contratos necesarios para hacerlas
llegar a su lugar de destino. La Constitución de la República exige la
nacionalidad Mexicana por nacimiento como requisito para ser agente
aduanal.

El carácter de los agentes aduanales es muy similar al de los comisionistas,


en cuanto se dedican a realizar los mandatos especiales que el público les
confiere; sin embargo, en cuanto las gestiones ante las aduanas no son
actos de comercio, no quedan incluidos en el concepto de comisionista. Por
el contrario, si quedan dentro de la denotación de tal concepto, en cuanto
contratan, como es frecuente, el transporte, el seguro, etc.; de tales
mercancías importadas o exportadas. Los agentes aduanales no pueden
ejercer el comercio por cuenta propia.

Los agentes aduanales no son trabajadores, sino funcionarios públicos: sin


embargo, la patente que se les otorga no puede considerarse como una
concesión en el sentido estricto que tiene el derecho administrativo. Entre
sus funciones no se incluye la contratación de la estiba y desestiba, carga y
descarga de los buques: responden administrativamente de las infracciones
o delitos cometidos por sus dependientes, y frente al fisco, si es
consignatario de mercancías, con exclusión de quien pueda resultar dueño
de ellas.

CONTADORES PÚBLICOS: Numerosos preceptos legales se refieren a los


contadores públicos, bien para exigir su intervención en determinados actos
legalmente obligatorios o necesarios para la validez de ciertos negocios
jurídicos, señalando tal carácter como requisito para desempeñar ciertos
cargos. No obstante, ninguna ley fija sistemáticamente las normas del
ejercicio de esta profesión, una de cuyas funciones principales es el examen
de la situación de un negocio y de la fiel concordancia de los balances con
los datos de la contabilidad respectiva.

La diferencia entre contador público y contador privado no debe realizarse


basándose simplemente en el título académico, que si es necesario para el
ejercicio de las funciones de contador público, no basta para caracterizar a
éste, pues con frecuencia ocurre que personas con título académico de
contador público, ejercen como contadores privados, en cuanto emplean
sus conocimientos en organizar y dirigir la contabilidad de un comerciante
de) cual dependen, mientras que el contador público, en sentido estricto, es
un auxiliar independiente que no puede estar supeditado a ningún
comerciante, pues justamente la ley le confiere determinadas funciones en
atención a su independencia, y no sólo a sus conocimientos técnicos.

AUXILIARES DEL COMERCIANTE

LOS FACTORES: Factor es la persona que dirige una negociación o un


establecimiento mercantil por cuenta de su propietario, o que representa a
éste en todos los asuntos concernientes a la negociación o establecimientos
respectivos. En la práctica el factor recibe el nombre de gerente o
administrador. Puede estar encargado de dirigir toda la negociación
(gerente general), o solo uno de sus establecimientos (gerente de una
sucursal, administrador de una fábrica).

El artículo 310 parece exigir la forma escrita para el apoderamiento del


factor. Sin embargo. Roberto L. Mantilla Molina, considera que, de acuerdo
con Moreno Cora y con el Código de Comercio, que la omisión de tal forma
no es oponible a los terceros de buena fe, y entiendo que la exigencia sólo
rige las relaciones entre principal y factor, en efecto:

a) El artículo 309 considera factor tanto al que está autorizado para


contratar como el que tiene la dirección de una empresa: luego basta el
poder tácito que resulta del hecho de dirigir la negociación;

b) El artículo 315 pone a cargo del principal los actos del factor, aunque
haya transgredido sus facultades, siempre que estén comprendidos en el
giro de que están encargados: luego es el hecho objetivo de la referencia de
la negociación lo que, frente a terceros, funda el poder del factor, y no la
autorización escrita que la haya podido otorgar el principal, ya que. de ser
así, tal autorización sería la medida de sus facultades;

c) Quien da a otra la dirección de su negocio, aun sin autorización escrita,


realiza un hecho positivo que da lugar a que se crea que dicha persona está
facultada para suscribir títulos- valor, y. en consecuencia, así como también
no puede oponerse a terceros de buena fe la falta de poder del aparente
representante (factor): por mayoría de razón serán válidas las obligaciones
contraídas por el factor, aunque no tenga poder escrito, si no tiene el rigor
de las cambiarías

Por lo demás, es notorio que la solución que se propugna protege los


intereses del tráfico comercial de buena fe, y concuerda con las modernas
tendencias de dar efectos, respecto de terceros, a la apariencia jurídica.
Puede obrar el factor en nombre propio o en el de su principal: en el primer
caso queda personalmente obligado; no así en el segundo. Las obligaciones
contraídas por el factor en el ámbito del negocio que dirige son exigibles en
el patrimonio de su principal, cualquiera que sea su frente. Una
interpretación extensiva de los textos legales, que hablan de contratos, sirve
de fundamento a la solución propuesta en lo que mira a los negocios
jurídicos. En cuanto a los actos ilícitos, la responsabilidad del principal
resulta del artículo 317 del Código de Comercio., que manda que se hagan,
efectivos, en bienes del principal las multas en que incurra el factor: por
mayoría de razón será responsable aquél de las obligaciones puramente
civiles nacidas de los actos ilícitos de éste.

Las funciones del factor terminan cuando el principal le revoca sus poderes
o enajena la negociación, por lo cual el factor deberá abstenerse del actuar
tan pronto como llegue a su conocimiento la revocación o la enajenación.
Sin embargo, respecto de terceros subsistirán las facultades de
representación del factor, mientras no se haya inscrito en el Registro de
Comercio, y se haya publicado por medio de circulares, la enajenación o
revocación.

LOS DEPENDIENTES: son las personas que desempeñan constantemente


alguna o algunas gestiones propias del itálico del comerciante, en nombre y
por cuenta de éste. Así. la nota característica de los dependientes, que los
diferencia de los demás empleados lato sens, es la de que tienen la
representación del comerciante frente a terceros, si bien dentro de la esfera
especial que resulta de su nombramiento, o de las funciones que de hecho
desempeñen.

LOS VIAJEROS Y AGENTES DE VENTAS: no siempre puede el


comerciante esperar a que llegue a su establecimiento el comprador, sino
que en muchas ocasiones tiene que ir en busca y provocar la demanda.
Esta función la desempeñan los agentes viajeros o viajantes y los agentes
de ventas, que se distinguen de aquellos por tener su misión circunscrita a
determinada ciudad, al paso que los primeros, como su nombre lo indica,
recorren una zona más o menos amplia, c incluso todo el país.

En la mayoría de los casos, el agente de ventas, e incluso el viajante, no


tiene la facultad de representar al principal; su misión se limita a dar a
conocer los productos o servicios que constituyen su tráfico, y provocar
pedidos (jurídicamente, ofertas de contrato) que trasmite a su casa matriz,
sin que, por regla general, esté el propio agente facultado para aceptar el
contrato propuesto al principal.
Se dice que en contraposición con la del que llame agente de comercio, la
del agente de ventas, y la del viajante es una actividad subordinada, y que
por lo mismo, normalmente no se presta sino a un solo comerciante, a
cuyas órdenes está sometido el agente, que tiene la obligación de visitar las
plazas y clientes que le indique el principal, rendir determinados informes,
obtener un volumen mínimo de pedidos, dar instrucciones y prestar
servicios a los clientes, etc.

EMPLEADOS: además de los auxiliares cuya función se ha caracterizado


en los párrafos precedentes, el comerciante suele velarse de un conjunto
más o menos numeroso de colaboradores que le prestan servicios de
carácter material: correspondencia, publicidad, estadística, etc. La situación
de estos empleados y sus relaciones con el principal, regidas por el derecho
del trabajo, son, en rigor, ajenas al mercantil por no intervenir en la
constitución o cumplimiento en las obligaciones reguladas por esta rama del
derecho, como intervienen los auxiliares antes estudiados.

Son llamados auxiliares del comerciante aquellas personas que, además de


prestar su actividad material o intelectual, colaboran jurídicamente con el
comerciante, actuando, en menor o mayor grado, en su representación. La
característica de los auxiliares del comerciante es tener la facultad de
representación.

Los auxiliares dependientes o auxiliares del comerciante se concentran en


una posición subordinada respecto al comerciante y forman parte de su
organización, a la que prestan (normalmente) en forma permanente sus
servicios en virtud de una relación contractual determinada (mandato,
contrato de prestación de servicios profesionales o trabajo).
LA NEGOCIACIÓN MERCANTIL

ELEMENTOS DE LA NEGOCIACIÓN MERCANTIL

CLIENTELA Y AVÍO

La negociación mercantil es el conjunto de cosas y derechos combinados


para obtener u ofrecer al público bienes o servicios sistematizados y con
propósito de lucro.

Clientela y avío son, a nuestro entender, cualidades y no elementos de la


negociación. Aquéllos no pueden existir ni ser concebidos sin ésta. Es
cierto que lo que da valor a una negociación es su aviamiento y su clientela;
pero esto no es suficiente para darles el carácter de elementos constitutivos
de la negociación. La belleza de un cuadro es lo que hace estimable, pero
no por ello vamos a decir que es un elemento de él, como lo son la tela, el
marco y los colores.

Negar que la clientela y el avío son elementos de la negociación implica


negar que son objetos de derechos; y en efecto, ni el uno ni la otra son
susceptibles de una especial protección jurídica, sino que su protección ha
de derivar de la que reciba la negociación en su conjunto, o, a lo menos,
algunos de sus verdaderos elementos constitutivos.

DERECHO AL ARRENDAMENTO

Normalmente una negociación no puede existir sin uno o varios locales


(establecimiento o establecimientos), en donde encuentran cabida los
elementos corporales que la constituyen y en donde se desarrollan las
actividades que le son propias. Cuando la propiedad del local corresponde
a quien también tiene el dominio sobre la negociación, suele omitirse incluir
entre los objetos que la forman el inmueble que la contiene, ya que su
régimen jurídico no presta ninguna peculiaridad.

Al vencimiento del contrato, el dueño de la negociación mercantil tiene


derecho a la prórroga de un año. que le concede el artículo 2485 del Código
de Comercio; sin que parezca oportuno distinguir aquí los diversos
problemas que este precepto plantea, ya que su solución corresponde al
derecho civil, limitándome a hacer notar que únicamente exceptúa de la
obligación de prorrogar a los propietarios que quieren habitar la casa o
cultivar la finca cuyo arrendamiento ha vencido, y que esta excepción, por
su mismo carácter de tal, no es susceptible de interpretación extensiva,
para aplicarla a quienes pretendieran establecer una negociación propia en
el local arrendado.

PROPIEDAD INDUSTRIAL

La Propiedad Industrial es el conjunto de derechos conocidos con el


nombre, más o menos técnicamente apropiado, de propiedad industrial,
cabe distinguir el grupo de los que tienen la función de proteger la
negociación misma, de aquel otro cuyo contenido es un monopolio temporal
de explotación.

El primer grupo lo forman el nombre comercial, la muestra y las marcas; el


segundo, las diversas clases de patentes y los avisos comerciales.
Se puede concluir que la Propiedad Industrial busca proteger los derechos
de invención y comercial, como garantía a la patentes y marcas, de índole
industrial y comercial.

La propiedad industrial trae como consecuencia inmediata el derecho


exclusivo sobre la invención; es decir la facultad de poder explotar su
patente el titular de la misma, impidiendo de esta forma que terceros no
autorizados para ello puedan ejercerlo, y ejercer las acciones a que haya
lugar, siempre y cuando se tenga la adquisición por el registro de la
respectiva oficina competente. Este requisito es indispensable para efectos
tanto de patentes, como de marcas comerciales, diseños industriales, y
también con respecto a la cesión de patentes y marcas
NOMBRE COMERCIAL

Se entiende por nombre comercial el signo o denominación que sirve para


identificar a una persona física o jurídica en el ejercicio de su actividad
empresarial y que distinguen tal desenvolvimiento de las otras idénticas o
similares.

Podrán constituir un nombre comercial: los nombres patronímicos, las


razones sociales, las denominaciones de las personas jurídicas, las
denominaciones de fantasía, las denominaciones alusivas al objeto de la
actividad empresarial, los anagramas y cualquier combinaciones de los
signos antes mencionados.

El uso del nombre comercial debe ser efectivo y no simplemente potencial.


El o los posibles usos que bien podrían dársele al nombre son irrelevantes.
La función del nombre comercial consiste en su aptitud para individualizar a
un establecimiento, empresa o razón social, en su actividad económica, de
manera que pueda distinguirse adecuadamente de cualquier otro que
explote similares actividades

La designación comercial constituye una propiedad, y da derecho a su titular


a oponerse a que otra sociedad opere en las mismas actividades con
nombre igual o semejante, pero limitando ese derecho al ramo
efectivamente explotado y distinguido con ese nombre cualquiera sea la
amplitud de los objetivos sociales de ambas partes, pues es el uso el que
confiere derecho al nombre.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación sí ha distinguido entre el nombre


del propietario de un establecimiento mercantil y el nombre de este.

El derecho al nombre comercial se adquiere por el simple uso dentro de una


zona geográfica que abarca la clientela efectiva de la empresa o
establecimiento industrial o comercial a que se aplica y tomando en cuenta
la difusión del nombre y la posibilidad de que su uso por un tercero induzca
a error a los consumidores; el titular del nombre comercial tiene acción para
obtener de quienes lo imiten o usurpen.

No parece posible sostener que el nombre comercial, o como preferimos


decir, el nombre de la negociación, esté formado de otro modo que por
palabras. Sin embargo, no solamente con palabras se identifica una
negociación, sino también por medio de signos, dibujos o esculturas, que
constituyen la muestra o emblema.

NOMBRE Y EMBLEMAS DE EDITORIALES Y CASAS TIPOGRÁFICAS

Es obligatoria la inscripción en el Registro de Derechos del Autor de los


emblemas o sellos distintivos de las editoriales, así como las razones
sociales o nombres y domicilios de las empresas o personas dedicadas a
actividades editoriales o de impresión.

Hemos distinguido el nombre del comerciante del nombre de la negociación,


o nombre mercantil en sentido estricto. Los autores que, por lo contrario,
consideran que el nombre comercial es el nombre del comerciante suelen
identificar el nombre de la negociación con el rótulo o emblema del
establecimiento.

En efecto, el nombre es, por esencia, una palabra o conjunto de palabras


con el cual se designa a la negociación o al local al que está establecida
(establecimiento). El emblema es la representación plástica de la
negociación cuya manifestación tangible en el exterior del establecimiento
constituye la muestra.

MUESTRAS, MARCAS, PATENTES, CERTIFICADOS DE


INTERVENCIÓN

Las marcas son los signos visibles que distinguen productos o servicios de
otros de su misma clase o especie en el mercado. Podrá ser usada por
industriales, comerciantes o prestadores de servicios y el derecho a su uso
exclusivo se obtiene mediante registro ante la Secretaría de Comercio y
Fomento Industrial, la que expedirá un título por cada marca como
constancia.

O sea que las marcas son una identificación de la mercancía para poder
distinguirlos de los demás productos y así fomentas el incremento sobre la
demanda del producto. Y pueden consistir en el mismo nombre del
comerciante, cualquier designación de fantasía, un emblema, símbolo o
dibujo, con combinación de colores y que exteriorizado constituye la
muestra que guía al público al establecimiento.

Las marcas se dividen en dos clases: Las industriales (empleadas por el


productor de las mercancías); Las comerciales; (empleadas por el que
vende las mercancías, que puede añadir su propia marca a la del
productor).

Por lo general se emplea una marca industrial en la cual se engloban las


dos clases.

Los efectos del registro de una marca duraran diez años y podrá renovarse
por períodos de la misma duración: si una marca no es usada durante tres
años consecutivos, procederá la caducidad de su registro, salvo causa
justificada.

Una marca puede ser constituida por los signos siguientes:

Denominaciones y figuras visibles, suficientemente distintivas, susceptibles


de identificar productos o servicios a que se apliquen, frente a los de su
misma clase o especie; las formas tridimensionales; Nombres comerciales y
denominaciones o razones sociales; y El nombre propio de una persona
Física, siempre que no exista un homónimo registrado ya como marca.

Se llama patente tanto al derecho de aprovechar con excusión de cualquier


otra persona, bien un invento o sus mejoras, bien el modelo industrial, como
el documento que expide el estado para acreditar tal derecho, al privilegio
de explotar en forma exclusiva o bien también puede ser el documento
expedido por el Estado, en el que se reconoce y confiere tal derecho de
exclusividad.

Puede ser de tres clases: de invención. De mejoras y De modelo o de dibujo


industrial.

La invención se define como toda creación humana que permita transformar


la materia o la energía que existe en la naturaleza, para su
aprovechamiento por el hombre, a través de la satisfacción inmediata de
una necesidad concreta. En esta definición quedan comprendidos los
procesos o productos de aplicación industrial.

Las patentes confieren los derechos siguientes: el derecho exclusivo de su


explotación o provecho.

AVISOS COMERCIALES
Los avisos comerciales.- cuando tienen alguna originalidad, algo
característico, reciben la protección dada a la propiedad industrial. El
derecho exclusivo para, ser usados se obtendrá mediante registro ante la
Secretaria de Comercio y Fomento Industrial.

La ley distingue entre avisos comerciales cuyo objeto sea anunciar


productos o servidos, y aquéllos cuyo objeto sea anunciar cualquier
establecimiento o negociación. Para los primeros, deberá citarse con
claridad en la solicitud de registro de qué productos o servicios se trata. El
registro de un aviso comercial tendrá vigencia de diez años a partir de la
fecha de presentación de solicitud y podrá renovarse por periodos de la
misma duración

DERECHOS DE AUTOR

La ley federal sobre el Derecho de autor, regula el derecho que se tiene


sobre una obra literaria, didáctica, escolar, científica o artística para usarla y
autorizar su uso y explotarla.

La protección que otorga dicha ley se obtiene por la simple creación de la


obra, sin que sea necesario depósito o registro previo, salvo algunos casos
de excepción.

El derecho de autor, dice el artículo. 18 de la ley citada, no ampara el


aprovechamiento industrial de ideas contenidas en obras, científicas.

La protección del derecho del autor, por regla general, se, confiere por la
simple creación de la obra, sin que sea necesario depósito o registro previos
para su tutela (art. 81 de la ley citada).

El derecho de autor durará la vida del autor y setenta y cinco años después
de su muerte; pasados los cuales, o cuando el titular del derecha muera sin
herederos, la facultad de usar y explotar I a obra pasará al dominio público,
pero serán respetados los derechos adquiridos por terceros con
anterioridad, (art. 23; frac. I, ley citada).

La violación de los Derechos de Autor acarrea a quien la comete sanción


pecuniaria y corporal sin perjuicio de la indemnización que corresponda al
titular.
CARÁCTER JURÍDICO DE LA NEGOCIACIÓN

Las teorías que se han formulado sobre la negociación mercantil son


variadísimas: unas veces se piensa que es una persona, otras que un
patrimonio y otras más que es a la vez persona y patrimonio; en ocasiones
se le considera como una organización, en ocasiones como idea
organizadora; unos los consideran como negocio jurídico; otros como un
derecho, otros como un régimen legal; la idea más difundida es la de
considerarla como una universalidad.

Personificación de la Negociación. Partiendo de la indudable unidad


económica y contable de la negociación mercantil, un grupo de tratadistas
sostiene que tiene una personalidad jurídica distinta del comerciante, que no
es sino el primero de sus empleados.

La negociación, como las otras personas, tiene un nombre, un patrimonio,


un domicilio y una nacionalidad. Subsiste, aun cuando cambien sus
titulares, y por ello, tal circunstancia no extingue ni los contratos de trabajo
ni los de mandato; el adquirente.

Negociación como Patrimonio. Sin llegar a personificar la negociación,


algunos autores la consideran como un patrimonio autónomo, del que es
titular el comerciante, quien tiene también un patrimonio civil.

La Negociación como Persona y como Patrimonio. Algunos autores


consideran que en la negociación debe distinguirse: un grupo de personas
(el titular y sus auxiliares) y un grupo de bienes y obligaciones. El primero
constituye la casa de comercio; dotado de personalidad, y cuyo patrimonio
lo forma el segundo grupo, que constituye en sentido estricto la negociación.

Negociación como Negocio Jurídico. Hay autores que encuentran la


esencia de la negociación en ser una combinación de personas que
persiguen un mismo fin, lo cual no puede lograrse sino mediante un negocio
jurídico.

Negociación como Derecho. Hacia el exterior, el negocio se manifiesta


como el derecho del empresario derivado de las relaciones establecidas con
los factores de la producción.

Negociación como Pluralidad de Cosas. Una fuerte corriente de opinión


se niega a ver en la negociación una unidad jurídica de cualquier clase, y la
considera como un simple nombre, con el cual se señala un acervo
integrado por elementos heterogéneos, y sin nexo jurídico alguno, cada uno
de los cuales está sometido a su propio régimen jurídico. Cuando un acto
jurídico tiene como objeto aparente una negociación, debe interpretarse
como un grupo de actos cuyos objetos son, en realidad, los diversos
elementos de ella, siendo distinta, respecto de cada uno, la clasificación
jurídica que ha de darse al correspondiente negocio.

Negociación como una Universalidad de Hecho. La negociación es una


universalidad de hecho, ya que las diversas partes que la componen, por
obra del comerciante cuya es, se integran en la unidad de un todo, de una
cosa compuesta, que, sin embargo, en cuanto carece de un pasivo propio y
no está formada, aunque sí reconocida, por la ley, no puede ser
considerada como una universalidad de hecho.

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