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Ciro II el Grande

Ciro II
Rey de Persia, Anshan, Media y Babilonia

Reinado
559 a. C.-530 a. C.
Predecesor Cambises I
Sucesor Cambises II
Información personal
circa 600 a. C.
Nacimiento
Anshan, Persis
4 de diciembre del 530 a. C.1
Fallecimiento
A orillas del Sir Daria
Sepultura Pasargada
Familia
Dinastía Aqueménida
Padre Cambises de Persia
Madre Mandana de Media
Consorte Casandana de Persia
Cambises
Esmerdis
Hijos Artistona
Atossa
Desconocido

Ciro II el Grande (circa 600/575 – 530 a. C.) fue un rey aqueménida de Persia (circa 559-
530 a. C.) y el fundador del Imperio aqueménida (en persa antiguo: Haxāmanišiya), primer
Imperio persa, luego de vencer a Astiages, último rey medo (550 a. C.) y extendió su
dominio por la meseta central de Irán y gran parte de Mesopotamia. Sus conquistas se
extendieron sobre Media, Lidia y Babilonia, desde el mar Mediterráneo hasta la cordillera
del Hindu Kush, con lo que creó el mayor imperio conocido hasta ese momento. Este duró
más de doscientos años, hasta su conquista final por Alejandro Magno (332 a. C.).
Ciro el Grande respetaba las costumbres y religiones de las tierras que conquistaba, 2 lo que
se convirtió en un modelo muy exitoso de administración centralizada y de establecimiento
de un gobierno que funcionara en beneficio y provecho de sus súbditos.3 La administración
del imperio a través de sátrapas y el principio vital de formar un gobierno en Pasargadae
fueron obras de Ciro.4 Lo que a veces se denomina el Edicto de Restauración (en realidad
1
dos edictos) descrito en la Biblia como realizado por Ciro el Grande dejó un legado
duradero en la religión judía. Según Isaías 45:1 de la Biblia hebrea, 5 Dios ungió a Ciro para
esta tarea, incluso refiriéndose a él como un mesías (lit. 'ungido') y es la única figura no
judía en la Biblia que es llamada así. 6
Ciro el Grande también es reconocido por sus logros en materia de derechos humanos,
política y estrategia militar, así como por su influencia en las civilizaciones de Oriente y
Occidente. Originario de Persis, que corresponde aproximadamente a la actual provincia
iraní de Fars, Ciro desempeñó un papel crucial en la definición de la identidad nacional del
Irán moderno.789 La influencia aqueménida en el mundo antiguo se extendería finalmente
hasta Atenas, donde los atenienses de clase alta adoptaron como propios aspectos de la
cultura de la clase dirigente de la Persia aqueménida. 10
Ciro es una figura de culto entre los iraníes modernos, y su tumba sirve de lugar de
veneración para millones de personas. 11 En la década de 1970, el último Sha de Irán,
Mohammad Reza Pahlavi, identificó su famosa proclama inscrita en el Cilindro de Ciro
como la declaración de derechos humanos más antigua que se conoce, 12 y el Cilindro se ha
popularizado desde entonces como tal.131415 Esta opinión ha sido criticada por algunos
historiadores occidentales16 por considerar que se ha malinterpretado 17 el carácter genérico
del Cilindro como una declaración tradicional que los nuevos monarcas hacen al comienzo
de su reinado.17141518
Nombre
Ciro es la forma latinizada e hispanizada del griego Κῦρος (Küros), que a su vez deriva del
persa antiguo Kūruš. En persa moderno se llama ‫ کوروش‬Kurosh.
Sobre su etimología, los autores clásicos Ctesias y Plutarco lo relacionaban con la palabra
‘agua’, aunque los autores modernos por lo general prefieren ‘joven’ o ‘el que humilla a su
enemigo en una disputa verbal’. El epíteto «el Grande» es utilizado por las fuentes griegas,
que también lo llaman «el Viejo» (o «el Mayor»), en contraposición al posterior Ciro el
Joven.
Orígenes
Ciro II era hijo de Cambises I de Anshan, de la dinastía aqueménida, y, según Heródoto, de
Mandana, hija del rey medo Astiages y de Aryenis, princesa del reino de Lidia. Esto le
proporciona cierta legitimidad sobre los tronos de Media y Lidia, por lo que se puede tomar
como un invento de la propaganda oficial. No obstante, las alianzas dinásticas eran usuales.
Los antecesores de Ciro lideraban los grupos persas establecidos en la zona montañosa del
este del antiguo reino de Elam (sudoeste del actual Irán) desde principios del siglo
VII a. C., bajo Aquemenes, legendario fundador de la dinastía aqueménida. Ostentaban el
título de «rey de Anshan», ciudad de fuerte tradición elamita, y desde el siglo VI a. C. eran
vasallos del reino de Media. La residencia real de Ciro se situaba en Pasargada, cerca de
Anshan. Pero es probable que ya se utilizase Susa, otro antiguo centro urbano de Elam,
como capital alternativa.

Expansión
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Conquistas de Ciro.
Conquista de Media
Hacia el 559 a. C., Ciro II sucedió a su padre Cambises I. Según Heródoto, Ciro se rebeló
contra el soberano medo Astiages, a quien logró deponer luego de recibir el apoyo de
Harpago, comandante del ejército medo. Fuentes contemporáneas confirman que en
550 a. C. (Crónica de Nabonido, o Crónica de Babilonia N.º 7),19 o 553 a. C. (Cilindro de
Sippar), Astiages atacó a Ciro, pero fue entregado al rey persa por sus propias tropas. Ciro
tomó entonces Ecbatana, la capital de Media, y trasladó su tesoro a Persia.
Heródoto menciona varias veces a generales de origen medo en las campañas de Ciro, entre
ellos Harpago. Ecbatana se transformaría en residencia de verano de los soberanos persas.
No obstante, se pueden encontrar reseñas antipersas en las tradiciones, probablemente de
origen medo, recogidas por el historiador griego Ctesias. También, en la inscripción de
Behistún, que describe rebeliones en Media hacia 521 a. C., unos ocho años después de la
muerte de Ciro.
Conquista de Lidia

Solo la frontera occidental del área de influencia meda era el río Halis (Anatolia, actual
Turquía), que lo separaba del reino de Lidia. Creso, rey de Lidia, era cuñado del depuesto
Astiages, por lo que existía una alianza matrimonial entre ambos reinos. Según Heródoto,
consultó al oráculo de Delfos sobre la conveniencia de atacar a los persas. Este le respondió
que si lo hacía, destruiría un gran imperio. Entonces, Creso cruzó el río Halys y se enfrentó
con Ciro en Pteria. Pero ninguno de los dos bandos ganó.
Según Heródoto, Creso se retiró para pasar las estaciones frías y esperar refuerzos de su
aliado Amasis II de Egipto y de la ciudad griega de Esparta. Pero fue perseguido por los
persas hasta su capital, Sardes, y sitiado. Sardes cayó. A punto de ser quemado en la
hoguera, Ciro le perdonó la vida. El gran imperio destruido terminaba siendo, entonces, el
suyo propio.
La Crónica de Nabonido nos informa que en el verano del 547 a. C., Ciro «conquistó el
país de Li[...]» y mató a su rey. Los símbolos cuneiformes que representan el reino
conquistado parecen poder interpretarse como «Lidia». Esta contradice a Heródoto en la
estación de la conquista de Sardes y en la muerte de Creso.20
Los primeros años de la conquista persa de Lidia fueron tumultuosos. Pacties, lidio
encargado del tesoro de Sardes, lideró una rebelión que asedió Sardes. Esta fue reprimida
por el sátrapa Mazares, quien murió poco después. Su sucesor, Harpago, dirigió la
conquista de las ciudades griegas de Asia Menor.
Conquista de Babilonia
Artículo principal: Caída de Babilonia
El rey de Babilonia era Nabonido, que había pasado una gran parte de su reinado en el oasis
árabe de Tema, pero había regresado a Babilonia probablemente a raíz de la amenaza de
Ciro. Las campañas contra Babilonia parecen haber comenzado a finales de la década de
540 a. C. El primer hecho preciso del que se tiene noticia es la victoria de Ciro sobre los
babilonios en la batalla de Opis, en el otoño de 539 a. C. Sippar se rindió, y Gobrias,
gobernador persa de Gutium, entró sin batalla21 en Babilonia el 12 de octubre del 539 a. C.
Ciro llegó varios días más tarde.

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Para la conquista de Babilonia, Ciro tuvo el sustancial apoyo del sacerdocio babilonio, que
estaba enfrentado con Nabonido a causa de sus reformas religiosas. A su vez, la llegada de
Ciro es celebrada por la comunidad judía de Babilonia (Isaías 41:27).
Las provincias orientales
Existe un problema sobre cuándo fueron conquistadas las provincias orientales del Imperio,
en Asia central, que corresponden a los actuales Afganistán, Tayikistán, Uzbekistán y
Turkmenistán. Eran habitadas por sogdianos, bactrianos y arios, pueblos de origen iranio
indoeuropeo y emparentados estrechamente con medos y persas.
Son mencionadas como satrapías (provincias) persas en 521 a. C. (inscripción de Behistún),
por lo que necesariamente formaban parte del Imperio de Ciro (su sucesor Cambises II no
pudo haberlas conquistado ya que sus campañas se concentraron en Egipto). Ciro pudo
haberlas heredado del reino medo, o conquistado tras la anexión de Lidia, según se puede
suponer de los textos de Heródoto y Ctesias.
Siria y Judea
La región de Siria-Judea, que formaba parte del Imperio neobabilónico, fue subyugada
pacíficamente. Ciro permitió el regreso a Jerusalén de las comunidades judías deportadas
en Babilonia (Esdras). Según datos arqueológicos, también regresaron grupos de arameos
deportados a su tierra de origen en Siria. Las ciudades fenicias no ofrecieron resistencia, y
se estableció una especie de protectorado.

El decreto de Ciro en Esd. 1.1-4 recoge así:


22 Mas al primer año de Ciro rey de los persas, para que se cumpliese la palabra de Jehová
por boca de Jeremías, Yahveh despertó el espíritu de Ciro rey de los persas, el cual hizo
pregonar de palabra y también por escrito, por todo su reino, diciendo: 23 Así dice Ciro, rey
de los persas: Yahveh, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra; y él
me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya entre
vosotros de todo su pueblo, sea Yahveh su Dios con él, y suba.
Campañas posteriores y muerte
Hacia 530 a. C., Ciro emprendió una campaña contra los nómadas escitas del nordeste del
imperio, concretamente la tribu de los masagetas, dejando a su hijo Cambises como
heredero con el título de rey de Babilonia.
Según informes posteriores, como Anábasis de Alejandro Magno de Flavio Arriano, fundó
una ciudad cerca del Sir Daria. La llamó Cirópolis o *Kurushkatha. En un movimiento
estratégico, llevó como invitados de honor al esposo e hijo de la reina Tomiris a Babilonia,
donde los ejecutó de forma traicionera. Después intentó tomar el control del nordeste del
imperio. Fue vencido y muerto por los masagetas en minoría de luchadores y menor
capacidad de armamento, acaudillados por la reina heroína Tomiris. La reina todavía es
recordada por su inteligencia y gran capacidad de pelea al poder derrotar al ejército más
fuerte de ese momento.

Familia real
Según una de las versiones presentadas por Heródoto, la esposa principal de Ciro era
Casandana, hija de Farnaspes, un miembro de la familia real Aqueménida. El dato es con
toda probabilidad correcto, ya que se ve en parte corroborado por la Crónica de Nabonido,
a pesar de que esta no menciona explícitamente a Casandana.

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La segunda versión, que afirma que la madre de Cambises era una hija del rey egipcio
Amasis, debe ser considerada como un intento de legitimación de la conquista de Egipto
por parte de Cambises (527 a. C.). Del mismo modo, es descartada la versión de Ctesias,
según la cual la reina de Ciro era Amitis, hija del rey medo Astiages.
Casandana dio a luz a al menos dos hijos, Cambises y Esmerdis, y una hija, Atosa. Otras
dos hijas, Artistona y una anónima, aparecen también en el relato de Heródoto, aunque no
se conoce la identidad de su madre. Tanto Atosa como Artistona fueron sucesivamente
consortes de su hermano Cambises II, del usurpador Gaumata y de Darío I; de este último
también lo fue Parmis, la única hija de Esmerdis. Roxane, una consorte de Cambises
mencionada por Ctesias, podría así mismo tratarse de una hija de Ciro.
El Imperio
Ideología y propaganda imperial

El Cilindro de Ciro.
El persa es un imperio universalista. Además de «rey de Anshan» (muy usual) y «rey de
Persia», Ciro asume los títulos de «rey del Mundo» y de «rey de los cuatro extremos de la
Tierra», ambos de origen babilonio, así como «rey de Babilonia» y el arcaizante «rey de
Súmer y Acad».
Los enemigos de Ciro son vituperados en el marco de una campaña propagandística de
legitimación. Astiages de Media es descrito en Heródoto como un rey cruel y despótico.
Según la misma fuente, Creso fue quien cruzó el río Halys y atacó a Ciro, quien solo se
habría defendido. En cuanto a Babilonia, en el Cilindro de Ciro y otras fuentes sacerdotales,
se ridiculiza a Nabonido y a su política religiosa. Aun así, las tradiciones recogidas por
Heródoto y Beroso hablan de que Ciro otorgó altos cargos políticos tanto a Creso como a
Nabonido.
Ciro destaca por su política de concesiones hacia los pueblos sometidos, que en muchos
casos lo hacen de buen grado, y a los que no se exige más que tributo, reclutamiento y
aceptación de una guarnición permanente. Rechaza la deportación masiva practicada por
sus antecesores asirios y babilonios, y ocasionalmente por sus sucesores persas. Con Ciro el
movimiento es a la inversa. A las comunidades deportadas, como los judíos, se les permite
regresar a su tierra.
Administración

Existen numerosas evidencias de la existencia de sátrapas o gobernadores provinciales


durante el reinado de Ciro, a pesar de que un pasaje de la obra de Heródoto podría llevar a
pensar que estos fueron posteriormente introducidos por Darío I. Durante el reinado de Ciro
los sátrapas de los que se tiene noticia son exclusivamente de origen persa, aunque hay un
número considerable de medos con posiciones de alto rango, entre los cuales Harpago
parece poseer un lugar destacado.
Si bien elementos tales como los sátrapas expresan las innovaciones del nuevo dominio
persa, es posible observar así mismo un alto grado de continuidad en muchos aspectos de
las sociedades conquistadas, entre ellos el administrativo. Tal es así que, por ejemplo,
numerosos funcionarios babilonios que iniciaron su carrera durante el reinado de Nabonido
continuaron desarrollándola ininterrumpidamente durante el de Ciro.
Ciertas regiones como Cilicia, Licia o las ciudades griegas y fenicias parecen haber poseído
un elevado grado de autonomía a nivel local.22

5
Religión
Asimismo, es muy notable la tolerancia religiosa aplicada por Ciro y sus sucesores. Ciro no
se entrometió en la religión de los pueblos conquistados debido a que el mazdeísmo
(religión oficial persa desde Darío I) promovía la tolerancia y el respeto a otros credos sin
imposición de creencias de ningún tipo (Yasna 31,11). En Babilonia (el Cilindro de Ciro y
una fuente sacerdotal sobre Nabonido) es considerado por el sacerdocio como un enviado
de Marduk para restablecer el orden tras las reformas religiosas de Nabonido.
Fuentes
Fuentes primarias

 Textos cuneiformes de origen babilonio: Son sin duda las fuentes más fiables, por
ser contemporáneas. Entre ellos destacan la Crónica de Nabonido,23 el Cilindro de
Ciro2425 y el Cilindro de Sippar.26 Los dos primeros están escritos desde el punto de
vista de la clase sacerdotal de Babilonia, favorable a Ciro. A esto hay que agregarle
el bagaje de documentos legales, religiosos, económicos, etc., fechados en el
reinado de Ciro, que adquieren importancia central al no ser propagandísticos.
 Las inscripciones reales de Ciro halladas en Pasargada, junto a su tumba.
Probablemente son obra en realidad del futuro rey Darío I. En un bajorrelieve
(imagen a la derecha) Ciro es representado con elementos simbólicos elamitas,
asirios y egipcios, cuando Egipto fue conquistado por el sucesor de Ciro, Cambises
II.[cita requerida]
Autores clásicos
 Heródoto (Historias): Es con diferencia la fuente griega más útil sobre Ciro. 27
 Ctesias (Pérsica): Da una versión alternativa a Heródoto, la que se contradice
constantemente con las fuentes primarias. Solo se conservan fragmentos y
resúmenes de Focio2829 y Nicolás de Damasco, entre otros.
 Jenofonte (Ciropedia): Aquí solo se usa al personaje de Ciro para dar marco a
reflexiones morales y filosóficas. Presenta a Ciro como el monarca ideal. 30
Otras breves referencias a Ciro se pueden encontrar en autores como:
 Arriano (Anábasis de Alejandro Magno)
 Beroso (Historia de Babilonia), conservado solo en fragmentos y citas de varios
autores.
 Cicerón (De Divinatione)
 Diodoro Sículo (Biblioteca histórica)31
 Dinón, conservado en citas de Ateneo de Náucratis.
 Estrabón (Geografía)32
 Flavio Josefo (Antigüedades de los judíos)33
 Jenofonte (Anábasis)
 Platón (Leyes)
 Plinio (Historia Natural)
 Plutarco (Vidas Paralelas) [cita requerida]
 Pompeyo Trogo (Historias Filípicas), conservado en resúmenes de Marco Juniano
Justino34
La Biblia
Artículo principal: Ciro el Grande en la Biblia

6
 En el Libro de Isaías (capítulos 40-56) se profetiza y celebra la victoria de Ciro el
Grande, enviado, amado y ungido por Dios.
 En el Libro de Esdras (capítulo 1, 2-4) se presenta la versión larga del edicto de
Ciro que pone fin el exilio judío en Babilonia. El mismo libro (capítulo 6, 3-12)
hace una descripción de las memorias del Rey Ciro donde ordena realizar aportes
económicos y logísticos al pueblo de Israel y brindar todo tipo de colaboración en la
reconstrucción del templo, de los impuestos recaudados en su imperio. De igual
forma, ordena honrar al Dios Todopoderoso de Israel y orar por el rey y su familia,
y un terrible castigo para quien se atreva a alterar dicho decreto o atentar contra la
casa de Dios.
 El Libro de Daniel posee varias referencias a Ciro.
 El Segundo libro de las Crónicas (36, 22-23) presenta otra versión recortada del
edicto de Ciro.

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