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Analía Aquieri
Fibrilación auricular 1
Fibrilación auricular
Mecanismos fisiopatológicos
Causas; factores etiológicos predisponentes
Clasificación:
Aguda, crónica, paroxística, persistente, permanente, aislada
FA secundaria de causa reversible; por hipertonía vagal; por hipertonía simpática
Conducción del impulso auricular a los ventrículos
Consecuencias hemodinámicas
Tromboembolia
Factores que incrementan el riesgo de accidente isquémico o embolia sistémica en pacientes con FA no
valvular
Esquema CHADS2 para la estratificación del riesgo de accidente cerebrovascular
Número de eventos cerebrovasculares según el puntaje CHAD2
Presentación clínica
Diagnóstico; exámenes complementarios
Interacciones farmacológicas de los medicamentos de acción cardiovascular
Antiarrítmicos
Bibliografía completa
CASO CLÍNICO CENTRADO COMO PROBLEMA TERAPÉUTICO. LOS ACIERTOS Y LOS ERRORES EN
LAS INDICACIONES DEL TRATAMIENTO
Historia clínica 1
Fibrilación auricular 2
Fig. 1
No se observan ondas P, el intervalo RR es irregular y se identifican ondas de alta
frecuencia y amplitud variable que se denominan ondas f. Estas características definen
electrocardiográficamente a la fibrilación auricular (FA).
El médico tratante realiza el diagnóstico de FA sin solicitar otro estudio complementario, ya que las
características electrocardiográficas se observan en al menos dos derivaciones.
Además, interroga nuevamente a su paciente quien no refiere la presencia de síntomas previos como
angor, disnea, mareos, palpitaciones o síncope. Por esta razón resulta imposible determinar con exactitud
el inicio de la arritmia y, por lo tanto, la considera una FA crónica y agrega a la medicación habitual:
Atenolol 50 mg/día.
El acierto
La indicación de betabloqueantes adrenérgicos con el objetivo de controlar la frecuencia ventricular y al
mismo tiempo disminuir la tensión arterial. Con el mismo objetivo podrían haberse utilizado bloqueantes de
los canales del calcio.
Los errores
El tratamiento implementado fue insuficiente: el médico debería haber iniciado la anticoagulación oral en
una paciente con FA, factores de riesgo embolígeno (diabetes, hipertensión arterial y edad mayor de 65
años) y ausencia de contraindicaciones.
Fibrilación auricular 3
Respuesta
Debemos descartar la presencia de algunas causas cuya presencia predispone al desarrollo de FA, como
hipertiroidismo, enfermedades valvulares, enfermedades miocárdicas, uso de fármacos o drogas, entre
otras.
Mientras tanto, los objetivos son procurar una frecuencia ventricular adecuada y, al mismo tiempo, evitar la
ocurrencia de fenómenos embólicos. Una vez asegurado esto, se corregirá la causa si ello fuera factible y,
finalmente, se definirá la estrategia por seguir:
Por tratarse de una paciente con una fibrilación auricular cuyo tiempo de evolución es incierto, con varios
factores de riesgo para la ocurrencia de un evento embólico y en ausencia de contraindicaciones, se debe
indicar la anticoagulación oral.
La aspirina en comparación con el placebo sólo reduce la tasa de ACV un 22%. La reducción absoluta del
riesgo de padecerlo fue del 1,5% por año en los pacientes que no habían tenido un ACV y del 2,5% en
aquellos que lo habían padecido antes.
Además, salvo excepciones, no se la debe indicar cuando se utilizan anticoagulantes orales pues no agrega
beneficio alguno y aumenta significativamente la tasa de sangrado cerebral.
Fibrilación auricular 4
Respuesta
En este caso, y dado que la frecuencia ventricular en reposo es elevada, es conveniente agregar algún
fármaco que disminuya la conducción en el nódulo auriculoventricular. Para conseguir este propósito se
pueden utilizar betabloqueantes, algunos bloqueantes de los canales del calcio (diltiazem, verapamilo) o
digoxina, de acuerdo con las características de cada paciente.
Fibrilación auricular 5
Esquema para la terapéutica antitrombótica en la FA crónica
Factores de riesgo Sí No Sí No
¿Es necesario internar a la paciente para iniciar tratamiento antiarrítmico y/o anticoagulante?
Respuesta
No, no es necesario internar a todo paciente al que se le diagnostica una FA de comienzo incierto, siempre
y cuando se encuentre asintomático y hemodinámicamente estable.
En este caso el diagnóstico de la arritmia fue un hallazgo y, por lo tanto, se puede iniciar el tratamiento
anticoagulante junto con el destinado al control de la frecuencia ventricular en forma ambulatoria, realizando
controles semanales hasta lograr la dosis adecuada de cada fármaco.
Historia clínica 2
El paciente evoluciona con disnea, hipotensión arterial (70/40 mm Hg), tos seca y crepitantes
Fibrilación auricular 6
en ambas bases pulmonares.
Se realiza un ECG.
Fig. 2
¿Cuál es su diagnóstico?
Respuesta
Taquiarritmia irregular con complejos anchos.
En este momento se decide realizar cardioversión eléctrica previa sedación con propofol.
Luego de la cardioversión el paciente recupera el ritmo sinusal, la tensión arterial se normaliza (130/80 mm
Hg) y desaparecen la disnea, la tos y los estertores crepitantes.
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Fig. 3
Ritmo sinusal con PR corto y un enlentecimiento inicial del QRS (onda delta), especialmente visible en
DI y DII.
El paciente fue dado de alta con indicación de anticoagulación oral y atenolol 100 mg/día.
El acierto
Haber efectuado la cardioversión eléctrica ante la presencia de inestabilidad hemodinámica.
En este paciente junto con la reversión el tratamiento anticoagulante, inicialmente con heparina y
anticoagulantes orales y luego en forma crónica con estos últimos, es necesario ya que presenta varios
factores de riesgo embolígenos, como la hipertensión arterial, la diabetes y el accidente cerebrovascular
previo.
El error
Haber indicado un fármaco (atenolol) que bloquea la conducción en el nodo AV y que puede, ante la
recidiva de la arritmia, aumentar la respuesta ventricular, agravar los síntomas y la situación hemodinámica
y, eventualmente, precipitar la aparición de fibrilación ventricular.
Ante la presencia de una taquiarritmia irregular de complejos anchos, siempre se debe pensar en la
posibilidad de fibrilación auricular en un paciente con un síndrome de preexcitación.
FA con alta respuesta ventricular en un paciente con un bloqueo de rama derecha previo.
Alrededor de un 20% de los pacientes con síndrome de Wolff-Parkinson- White (WPW) presentan fibrilación
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auricular y en ellos esta arritmia tiene características especiales.
Para su reconocimiento es necesario tener en cuenta que los estímulos auriculares pueden llegar a los
ventrículos a través del nódulo AV produciendo complejos QRS normales, por un haz accesorio originando
complejos QRS anchos con onda delta y simultáneamente por ambas vías generando complejos de fusión.
Al mismo tiempo, la frecuencia ventricular suele ser muy elevada.
Si bien algunos pacientes ya tienen antecedentes o conocen la existencia del síndrome, en algunos casos
la FA preexcitada es la primera manifestación. Esto puede ocurrir en un amplio rango de edades que oscila
entre los 10 y los 72 años y es más frecuente en los varones (74% frente a 53%).?
Por lo tanto, se encuentran contraindicados todos aquellos fármacos que actúan a nivel del nodo AV, como
los betabloqueantes, los bloqueantes de los canales del calcio y la digoxina.
Por el contrario, si se encuentra muy sintomático o presenta inestabilidad hemodinámica, se deberá realizar
la cardioversión eléctrica bajo sedación en forma inmediata, como se hizo en este caso.
Fibrilación auricular 9
Consulte en este módulo:
Antiarrítmicos
Amiodarona
Acción terapéutica: antiarrítmico de clase III (influyen sobre los canales del potasio y prolongan la
repolarización).
Presentación
Reacciones adversas
Cardiovasculares: bradiarritmias, taquiarritmias secundarias a la prolongación del intervalo QT: taquicardia
ventricular en torsión de puntas. Por depresión miocárdica: hipotensión e insuficiencia cardíaca.
Respiratorias: neumonitis, bronquiolitis obliterante, broncoespasmo
1. ¿Cuáles son las características de la fibrosis pulmonar provocada por este fármaco?
Respuesta
La fibrosis pulmonar por amiodarona se observa con dosis superiores a 400 mg/día en tratamientos
prolongados. El curso puede ser rápidamente progresivo. Son factores de riesgo la patología pulmonar
previa; estudios espirométricos seriados pueden detectar toxicidad temprana.
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Factor de riesgo D.
Lactancia
No recomendado.
Dosis
Vía oral: 800 mg/día (a 1.600 mg/día) en 1 o 2 dosis durante 1 a 3 semanas, luego 600 a 800 mg/día
durante 1 mes, luego 400 mg/día.
Flecainida
Acción terapéutica: antiarrítmico de clase Ic (bloquean de manera poderosa los canales del sodio
retrasando en forma significativa la conducción y modificando levemente la repolarización).
Presentación
Reacciones adversas
Cardiovasculares: bradiarritmias por disfunción sinusal y bloqueo AV.
Síncope, palpitaciones y dolor torácico.
Respiratorias: neumonitis y broncoespasmo.
Gastrointestinales: anorexia, diarrea y estreñimiento.
Sistema nervioso: trastornos visuales, depósitos corneanos, mareos, cefalea, fatiga, ataxia, vértigo,
acúfenos, insomnio, neuropatía, discinesia tardía y retención urinaria.
Cutáneos: alopecia, exantema.
Hematológicas: granulocitopenia y trombocitopenia.
Otras: depresión, edema, fiebre, fotofobia.
Contraindicaciones
Hipersensibilidad al fármaco, bloqueos AV, shock cardiogénico, uso concurrente de ritonavir o amprenavir.
Precauciones
Se debe utilizar con cuidado en los pacientes con insuficiencia cardíaca, enfermedad del nódulo sinusal, o
insuficiencia renal o hepática.
Embarazo
Factor de riesgo C.
Lactancia
Compatible.
Dosis
Vía oral: 100 mg cada 12 horas, aumentando 50 a 100 mg por día cada 4 días hasta una dosis máxima
de 400 mg/día.
Propafenona
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Acción terapéutica: antiarrítmico de clase IC (bloquean de manera poderosa los canales del sodio
retrasando en forma significativa la conducción y modificando levemente la repolarización).
Presentación
Reacciones adversas
Cardiovasculares: arritmias, trastornos de la conducción, aumento de la duración del QRS, bradicardia.
Dolor torácico, palpitaciones, hipotensión, síncope.
Respiratorias: neumonitis y broncoespasmo.
Gastrointestinales: anorexia, diarrea y estreñimiento.
Sistema nervioso: trastornos visuales, cefalea, mareos, insomnio, temblor, ataxia, confusión, neuropatía,
coma y convulsiones.
Cutáneos: alopecia, exantema.
Hematológicas: granulocitopenia.
Gastrointestinales: náuseas, vómitos, estreñimiento, diarrea, colestasis y hepatitis.
Renales: síndrome nefrótico, insuficiencia renal.
Otras: xerostomía, artralgias, diaforesis, lupus.
Contraindicaciones
Hipersensibilidad a los componentes, trastornos de la conducción, shock cardiogénico, insuficiencia
cardíaca descompensada, broncoespasmo, uso concomitante de ritonavir.
Precauciones
Puede prolongar el intervalo QT y producir arritmias. Debe utilizarse con cuidado en pacientes con
disfunción hepática.
Embarazo
Factor de riesgo C.
Lactancia
Pasa a la leche materna, utilizar con cuidado.
Dosis
150 mg cada 8 horas por vía oral que se puede aumentar en caso de necesidad hasta 300 mg cada 8
horas.
Quinidina
Acción terapéutica: antiarrítmico de clase IA (prolongan el período refractario y el intervalo QT).
Presentación
Reacciones adversas
Cardiovasculares: trastornos de conducción, prolongación del intervalo QT. Hipotensión, síncope y dolor
precordial.
Respiratorias: broncoespasmo, neumonitis y depresión respiratoria.
Gastrointestinales: diarrea, náuseas, vómitos, dolor abdominal, esofagitis, colestasis, hepatitis.
Sistema nervioso: cefalea, temblor, trastornos del sueño, debilidad muscular, aumento de la CPK,
trastornos visuales, acúfenos, ataxia, convulsiones, confusión, delirio y psicosis. El cinconismo es un
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síndrome caracterizado por la aparición de acúfenos, trastornos auditivos y visuales, cefalea, confusión y
eventualmente delirio que puede observarse luego de la utilización del fármaco.
Cutáneas: exantema, pigmentación, dermatitis, liquen plano, livedo reticularis, púrpura, urticaria.
Hematológicas: pancitopenia, agranulocitosis, anemia hemolítica, trombocitopenia.
Renales: neuropatía.
Otras: fiebre, linfadenopatía, artralgias, vasculitis, xerostomía, uveítis, angioedema, depresión.
Contraindicaciones
Hipersensibilidad a los componentes, trombocitopenia, miastenia, trastornos de conducción, uso simultáneo
de sustancias que prolongan el QT.
Precauciones
Controlar el QT, disminuir la dosis en pacientes con disfunción hepática, corregir la hipopotasemia, uso
concomitante de digital u otros antiarrítmicos.
Embarazo
Factor de riesgo C.
Lactancia
Compatible.
Dosis
Vía oral: sulfato 100 a 600 mg cada 4 a 6 horas (dosis máxima 3 a 4 gramos/ día).
Vía intravenosa: 200 a 400 mg diluidos a infundir a menos de 10 mg por minuto (no está disponible en
nuestro medio).
Sotalol
Acción terapéutica: betabloqueante, antiarrítmico de clase III.
Presentación
Comprimidos de 80 mg.
Reacciones adversas
Cardiovasculares: bradicardia, palpitaciones, hipotensión, síncope, edema pulmonar, dolor torácico y
disnea.
Respiratorias: bronquiolitis obliterante, asma.
Gastrointestinales: diarrea, náuseas, vómitos
Sistema nervioso: mareos, vértigo, fatiga, debilidad muscular, cefalea, confusión, trastornos del sueño,
depresión, trastornos visuales.
Cutáneas: alopecia, exantema.
Hematológicas: eosinofilia, plaquetopenia.
Otras: vasculitis, Raynaud, fibrosis retroperitoneal, edemas.
Contraindicaciones
Hipersensibilidad a los componentes, asma, trastornos de la conducción, prolongación del intervalo QT,
shock cardiogénico, insuficiencia cardíaca descompensada.
Precauciones
Se recomienda utilizarlo inicialmente en el paciente internado y con mucha precaución en la insuficiencia
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renal. Se debe controlar la duración del QT y no se debe utilizar en forma simultánea con otros fármacos
que prolonguen este intervalo.
Embarazo
Factor de riesgo B.
Lactancia
Compatible.
Dosis
Vía oral: 80 mg cada 12 horas que puede aumentarse en forma progresiva hasta 240 a 320 mg/día y, en
casos excepcionales, hasta 480 a 640 mg/día.
Antídotos
Isoproterenol, glucagón.
Verapamilo
Acción terapéutica: bloqueante de los canales del calcio, antiarrítmico de clase IV, indicado en arritmias
supraventriculares.
Presentación
Reacciones adversas
Cardiovasculares: bradicardia, trastornos de conducción, hipotensión y síncope. Taquicardia con
palpitaciones. Dolor torácico y disnea.
Respiratorias: broncoespasmo.
Gastrointestinales: náuseas, vómitos y estreñimiento.
Sistema nervioso: cefalea, mareos, somnolencia, confusión, calambres, psicosis, movimientos involuntarios,
nistagmo, vértigo.
Cutáneas: alopecia, exantema, dermatitis.
Hematológicas: eosinofilia.
Otras: hiperplasia gingival, edema, artralgias, depresión, eosinofilia, galactorrea, ginecomastia, impotencia.
Contraindicaciones
Hipersensibilidad a los componentes, disfunción del VI, hipotensión, shock cardiogénico, enfermedad del
nódulo sinusal, trastornos de conducción, síndrome de WPW.
Embarazo: factor de riesgo C.
Lactancia: no recomendable.
Dosis
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Vía intravenosa: 2,5 a 5 mg (durante 2 minutos). A los 10 a 30 minutos se puede administrar una
segunda dosis de 5 a 10 mg si no hay respuesta.
Diltiazem
Acción terapéutica: bloqueante de los canales del calcio.
Dosis
Vía intravenosa: 0,25 mg/kg durante 2 a 3 minutos. Esta dosis puede repetirse a los 15-30 minutos.
Infusión continua por bomba comenzar con 10 mg/hora y no pasar de 15 mg/hora.
Presentación
Digoxina
Mecanismo de acción: inhibición potente y reversible de la subunidad alfa de la bomba de sodio-potasio
dependiente de la ATPasa. De esta manera incrementa la concentración intracelular de sodio impidiendo la
salida del calcio. Como consecuencia, el aumento de la disponibilidad de calcio citosólico favorece el
acoplamiento actina-miosina con aumento de la fuerza de contracción: efecto inotrópico positivo. A esta
acción se suma un efecto depresor de la conducción en el nódulo A-V, útil para reducir la frecuencia
cardíaca en los pacientes con fibrilación auricular.
Indicaciones
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supraventricular.
Su utilización en la FA se basa en mantener una respuesta ventricular adecuada sin resolver en forma
definitiva la arritmia.
Fármacos en la tromboprofilaxis
Anticoagulantes orales
Mecanismo de acción: interfieren en la síntesis de factores dependientes de K.
Indicaciones
Reacciones adversas
Hematológicas: las más importante es el riesgo de sangrado que puede llevar al shock hipovolémico.
Agranulocitosis, trombocitopenia, anemia y eosinofilia.
Dermatológicas: exantema, urticaria, necrosis dérmica.
Neurológicas: cefalea, ACV.
Otras: hepatitis, fiebre, mialgias, priapismo.
Contraindicaciones
Hipersensibilidad al fármaco, diátesis hemorrágicas, cirugía ocular o del SNC recientes, hemorragia activa,
hipertensión arterial no controlada, pericarditis, endocarditis, alcoholismo, preeclampsia-eclampsia.
Precauciones
Utilizar con precaución luego de un traumatismo, en el paciente con fiebre, o con insuficiencia renal,
diabetes, vasculitis, enfermedades tiroideas o ancianos.
Embarazo
Factor de riesgo D-X.
Lactancia
2. En casos de sobredosis con riesgo de sangrado ¿cuáles son los antídotos que pueden utilizarse para
contrarrestar los efectos de los dicumarínicos?
Respuesta
Para neutralizar los efectos de los dicumarínicos se indica:
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plasma fresco o concentrado de factores o
Dosis
Acenocumarol: se recomienda iniciar con 8 a 12 mg el primer día, 4 a 8 mg el segundo día y luego según
la RIN. La dosis usual de mantenimiento oscila entre 1 y 4 mg, pero depende de múltiples factores y debe
ser personalizada.
Warfarina: se recomienda comenzar con 2 a 5 mg/día durante 2 días y luego según la RIN. La dosis
usual de mantenimiento oscila entre 2 y 10 mg/día.
TERAPÉUTICA CLÍNICA
Aumentar la supervivencia.
Estabilizar la arritmia, ya sea intentando la reversión al ritmo sinusal o bien controlando la frecuencia
ventricular.
Fibrilación auricular 17
Fig. 4
Por lo tanto, el accionar del médico no debe limitarse a resolver los síntomas y controlar las alteraciones
hemodinámicas que la arritmia causa, sino que al mismo tiempo debe evitar la ocurrencia de fenómenos
embólicos.
la antigedad de la arritmia
En consecuencia, frente al diagnóstico de FA y analizadas las variables nombradas, las conductas pueden
ser dos:
Reversión y mantenimiento del ritmo sinusal: con lo cual al mismo tiempo se controla la frecuencia.
Control de la frecuencia: para mantener una respuesta ventricular adecuada sin resolver en forma
definitiva la arritmia.
Si elegida inicialmente la reversión esta fracasa, se puede optar por la estrategia alternativa, sin olvidar que
en todos los casos es necesario prevenir la ocurrencia de eventos tromboembólicos.
Fibrilación auricular 18
se produzca la reversión en forma espontánea en hasta un 50% de los pacientes y con fármacos o
tratamiento eléctrico en más del 90% de ellos.
Por lo tanto, si el paciente se encuentra sintomático, lo cual es frecuente, se debe planificar la reversión a
ritmo sinusal, iniciando al mismo tiempo la anticoagulación con heparina por vía intravenosa.
Si el paciente presenta síntomas leves puede optarse por la reversión farmacológica y, en el caso de que
esta fracase, por la reversión eléctrica.
Por el contrario, si el paciente se encuentra estable y sin síntomas, se inicia el tratamiento anticoagulante
con heparina por vía intravenosa y se controla la frecuencia ventricular con betabloqueantes, diltiazem o
verapamilo. Al mismo tiempo deben analizarse y corregirse las posibles causas desencadenantes.
Posteriormente, si no se produce la reversión a ritmo sinusal, se plantea la cardioversión eléctrica o
farmacológica de acuerdo con las características del paciente.
Reversión eléctrica
Según las guías norteamericanas y europeas (AHA-ACC-ESC), la cardioversión eléctrica es una indicación
de clase I, nivel de evidencia C, en los pacientes que presentan isquemia miocárdica, hipotensión, angina
de pecho o insuficiencia cardíaca. El procedimiento se efectúa con corriente continua, con cargas
crecientes de 100, 200, 300 y 360 joules, luego de una premedicación con propofol en dosis de 2 a 2,5
mg/kg por vía intravenosa. Es eficaz en más del 90% de los casos.
Reversión farmacológica
Puede intentarse con amiodarona o flecainida por vía intravenosa o bien con quinidina, flecainida o
propafenona por vía oral. En diferentes estudios controlados, con estos fármacos se consiguió la reversión
de la FA reciente en el 80% a 90% de las oportunidades. La quinidina, por su efecto vagolítico, puede
aumentar inicialmente la frecuencia ventricular mientras no se resuelve la arritmia. En consecuencia,
cuando se la utiliza, es necesario administrar antes algún fármaco que disminuya la conducción a través del
nodo AV (digital, betabloqueantes, bloqueantes de los canales del calcio).
Fibrilación auricular 19
Fármacos utilizados en la cardioversión
Flecainida 1,5-3 mg/kg por vía intravenosa durante10 Debe utilizarse con precaución en
a 20 minutos o de 300 mg por vía oral los pacientes con cardiopatía
estructural por su efecto
proarrítmico
Propafenona 1,5-2 mg/kg por vía intravenosa a infundir Debe utilizarse con precaución en
en 10 a 20 minutos o 450 a 600 mg por pacientes con cardiopatía
vía oral estructural. Presenta un ligero
efecto betabloqueante
Quinidina Vía oral en dosis de 200 mg cada hora, Se utilizó durante mucho tiempo
hasta que se produzca la reversión, se asociada con la digital.
ensanche el QRS más de un 25% o se
En los últimos años ha caído en
alcance una dosis máxima de 1.000 a
desuso*
1.200 mg
*Tiene una menor tasa de reversión y mayor efecto proarrítmico específicamente taquicardia ventricular polimorfa (torsión de
puntas). Se administra luego de la digital o de otra sustancia que bloquee la conducción auriculoventricular como los
betabloqueantes, el verapamilo o el diltiazem.
En los diferentes estudios aleatorizados, la amiodarona fue superior al sotalol y a los fármacos del grupo I
(propafenona, quinidina). Estos últimos son útiles para evitar las recurrencias cuando no puede utilizarse
amiodarona o esta ocasiona efectos colaterales.
Fibrilación auricular 20
La flecainida en forma crónica sólo se puede utilizar en los pacientes que no tienen cardiopatía estructural,
pues puede incrementar el riesgo de muerte súbita. No se recomienda tampoco el uso crónico de quinidina
por su efecto proarrítmico.
2. ¿Por qué razón debe mantenerse la anticoagulación durante este período pese a la recuperación del
ritmo sinusal?
Respuesta
Luego de la cardioversión, ya sea esta eléctrica o farmacológica, suele aparecer un estado de atontamiento
del miocardio auricular durante el cual no hay actividad contráctil efectiva, se prolonga la ectasia de sangre
y pueden producirse trombos con embolia posterior.
Algoritmo de síntesis
Fibrilación auricular 21
Fig. 5
Cuando el paciente presenta síntomas, el control de la frecuencia cardíaca debe procurarse en forma
rápida y si estos no mejoran, la reversión a ritmo sinusal se convierte en el objetivo más claro a mediano
Fibrilación auricular 22
plazo.
Por el contrario, en los pacientes mayores y cuando el control de la frecuencia cardíaca permite neutralizar
en forma adecuada los síntomas, se puede desistir del objetivo de restauración del ritmo sinusal y optar por
la estrategia de control de la frecuencia ventricular manteniendo al paciente adecuadamente anticoagulado.
En el estudio RACE (Rate Control versus Electrical cardioversion for Persistent Atrial Fibrillation), se
demostró que tanto el control de la frecuencia cardíaca como la reversión a ritmo sinusal brindan resultados
similares respecto de la morbimortalidad, especialmente en los pacientes con alto riesgo de recurrencia de
la arritmia.
Resultados similares mostraron los estudios STAF (Strategies of Treatment of Atrial Fibrillation) y PIAF que,
al comparar ambas estrategias, no hallaron diferencias significativas en el punto final combinado de muerte,
reanimación, ACV y embolia sistémica para el primero y en la mortalidad para el segundo.
En otro estudio que incluyó a pacientes con FA persistente, el HOT CAFÉ (How to Treat Chronic Atrial
Fibrillation), tampoco se observaron diferencias significativas de muerte, accidentes tromboembólicos o
sangrado mayor. Pero al igual que el previo (PIAF), mostró una mejor tolerancia al ejercicio con la
estrategia de reversión a ritmo sinusal, sin que esto se tradujera en una mejoría clara en la calidad de vida.
Un metanálisis efectuado a partir de los estudios mencionados que incluyó un total de 5.239 pacientes no
demostró una reducción significativa de la mortalidad, en tanto que la incidencia de embolias fue baja en
ambos grupos.
Por lo tanto, no existen datos contundentes que indiquen que una estrategia es definitivamente superior a la
otra. Por esta razón, el tratamiento debe definirse en forma individual teniendo en cuenta las características
de cada paciente, la frecuencia de los episodios, la naturaleza e intensidad de los síntomas, las
morbilidades y la respuesta al tratamiento.
Fármacos: betabloqueantes, algunos bloqueantes de los canales del calcio y digoxina, solos o asociados.
Fibrilación auricular 23
Control farmacológico de la frecuencia ventricular.
Fibrilación auricular 24
Fármacos para el control de la frecuencia ventricular
Bloqueantes de los canales Diltiazem: 180 a 360 mg por día en 2 tomas por vía oral para la
del calcio preparación de liberación prolongada o en 3 tomas si se utiliza una
preparación de liberación común
Digoxina 0,125 a 0,375 mg por día por vía oral en una sola toma
Sin embargo, en algunas ocasiones es imposible mantener una respuesta ventricular adecuada con el uso
de fármacos y en otras, estos agentes producen efectos indeseables que impiden su utilización. En estas
circunstancias otros recursos son:
Esta modalidad está indicada en quienes los demás métodos han fallado o son inaceptables. La tasa de
éxitos es superior al 95%. El control adecuado de la frecuencia cardíaca permite mejorar la función
ventricular, disminuir los síntomas, aumentar la capacidad funcional y mejorar la calidad de vida.
En los pacientes con insuficiencia cardíaca la estimulación desde el ventrículo derecho causa una
asincronía entre las contracciones ventriculares derecha e izquierda y puede agravar los síntomas. Para
Fibrilación auricular 25
modificar esta situación puede ser necesaria la colocación de dos catéteres: uno que estimule al VD y otro
al VI desde el seno coronario. Este procedimiento se denomina resincronización ventricular. Como
alternativa, pero aún en forma experimental, se está estudiando la posibilidad de estimular ambos
ventrículos con un catéter ubicado en las proximidades del haz de His. De esta manera la estimulación
ventricular se realizaría en forma fisiológica eliminándose así la disincronía.
Otro recurso muy interesante es el aislamiento auricular bajo. Este procedimiento consiste en aislar una
porción de la aurícula y el nodo AV del resto del miocardio auricular por medio de ablaciones efectuadas en
la porción baja de la aurícula derecha. Una vez conseguido dicho aislamiento es posible proceder a la
estimulación definitiva del nodo AV mediante un marcapasos cuyo catéter está colocado en la porción
auricular aislada. La estimulación ventricular se realiza así desde el nodo AV y se conduce en forma normal
por el haz de His y sus ramas evitando la disincronía.
En términos generales, los pacientes que más se benefician con los procedimientos de ablación son
aquellos en quienes la frecuencia ventricular no puede ser controlada con fármacos o son intolerantes a
ellos, o que continúan con síntomas o tienen una miocardiopatía mediada por la taquicardia.
Aunque los beneficios de la ablación del nodo AV en relación con el alivio de los síntomas son claros, las
limitaciones incluyen la necesidad de anticoagulación continua, la pérdida de la sincronía auriculoventricular
y la dependencia del marcapasos para toda la vida.
Podría ser una opción para los pacientes que presentan variabilidad muy marcada de la frecuencia
ventricular o para los que desarrollan bradicardia en reposo al ser tratados con fármacos. Sin embargo, es
menos eficaz para controlar la frecuencia durante el ejercicio.
Terapia génica
En forma experimental, mediante la utilización de adenovirus, se ha conseguido modificar la respuesta
adrenérgica disminuyendo así la conducción AV.
Para realizar la cardioversión es necesario anticoagular al paciente durante por lo menos 3 semanas con
tiempos útiles (RIN entre 2 y 3) y luego, si es exitosa, durante por lo menos 4 semanas más. Esta conducta
se basa en que el riesgo de embolia durante la cardioversión es de alrededor del 5% al 7% en los pacientes
que no reciben anticoagulantes, en relación con el 1,1% en aquellos que están adecuadamente
anticoagulados.
La cardioversión inmediata podría llegar a ser necesaria en los pacientes con inestabilidad hemodinámica,
hipotensión, angina de pecho o insuficiencia cardíaca. Por lo general, se trata de fibrilaciones auriculares de
Fibrilación auricular 26
muy corta duración y el tratamiento anticoagulante previo no es necesario. En caso contrario, puede
realizarse un eco transesofágico y si no se observan trombos, la cardioversión a continuación no plantea
mayores riesgos.
Para restaurar el ritmo sinusal existen diferentes alternativas que deben seleccionarse de acuerdo con las
características del paciente:
Cardioversión farmacológica
Es el procedimiento más sencillo. El riesgo mayor se encuentra asociado con los efectos tóxicos
provocados por los antiarrítmicos. La cardioversión farmacológica es más eficaz cuando se realiza durante
los primeros días. Los fármacos utilizados con mayor frecuencia son quinidina, procainamida, disopiramida
(fármacos de clase Ia), amiodarona, sotalol, ibutilida y dofetilida (fármacos de clase III).
Fibrilación auricular 27
Fármacos utilizados por vía oral para la cardioversión
FÁRMACO DOSIS
Dofetilida 500 a 1.000 mcg por día por vía oral. No se comercializa aún en nuestro medio
Siempre se debe tener presente que todo antiarrítmico conlleva un riesgo proarrítmico, el cual debe ser
considerado a la hora de elegirlo. Este riesgo, a su vez, depende del fármaco y de la presencia o no de
cardiopatía estructural.
Cardioversión eléctrica
Puede efectuarse mediante la aplicación de choques eléctricos utilizando corriente continua o bien
dispositivos cardiodesfibriladores implantables.
La cardioversión con corriente continua es el procedimiento de uso habitual por ser el más sencillo y eficaz.
Permite revertir la arritmia en más del 90% de las oportunidades y el factor predictivo de éxito más potente
es la antigedad de esta. Otro factor importante es el peso del paciente, puesto que a mayor peso mayor es
la impedancia eléctrica y menor la eficacia. Para superar este problema, se ha utilizado la ubicación
anteroposterior de las paletas, con lo que se logró mejorar el umbral eléctrico para la reversión o bien la
reversión interna.
Se realiza con corriente continua, con cargas de 100, 200, 300 y 360 joules en forma progresiva y bajo
premedicación con propofol en dosis de 2 a 2,5 mg/kg mg por vía intravenosa.
Fibrilación auricular 28
mejoría en la calidad de vida y prevención efectiva de la FA crónica. Sin embargo, dados la imposibilidad
del dispositivo para resolver el mecanismo desencadenante, la incomodidad generada por las descargas en
los pacientes con arritmias recurrentes y el surgimiento de la ablación como tratamiento eficaz, se han
limitado sus indicaciones.
En los pacientes con disfunción del nódulo sinusal y conducción auriculoventricular conservada, la
utilización de un marcapasos auricular o bicameral se asoció con una disminución en la incidencia de FA.
Estos dispositivos mantienen la sincronía AV, y previenen la conducción ventriculoauricular retrógrada, la
regurgitación valvular y los cambios electrofisiológicos generados por el estiramiento auricular.
Reversión combinada
Luego del intento de reversión farmacológica, si esta es ineficaz, puede intentarse la reversión eléctrica. El
resultado del tratamiento combinado tiene efectos aditivos y aumenta el número de remisiones.
Algunos estudios demostraron que el agregado de IECA, bloqueantes de los receptores de angiotensina y,
en algunos casos, corticoides asociados con la amiodarona, permitió aumentar el tiempo sin recurrencias.
La restauración del ritmo sinusal luego de la ablación con catéter mejoró significativamente la función del
ventrículo izquierdo, la capacidad de efectuar ejercicio, los síntomas y la calidad de vida, incluso en los
pacientes que tenían una cardiopatía. A pesar de estos avances, la eficacia a largo plazo aún debe ser
mejorada.
Entre las complicaciones se encuentran aquellas asociadas con cualquier procedimiento de cateterización,
las cuales pueden ser graves en hasta un 6% de los casos e incluyen la estenosis posablación de las venas
pulmonares, los episodios tromboembólicos, las arritmias recurrentes y, más rara vez, la fístula
auriculoesofágica.
Fibrilación auricular 29
Algoritmo de síntesis
Fig. 6
Tratamiento quirúrgico
En la actualidad existen diferentes procedimientos quirúrgicos que permiten conseguir la reversión y el
Fibrilación auricular 30
mantenimiento del ritmo sinusal durante períodos prolongados. Las diferentes técnicas se diseñaron
basadas en la hipótesis de que el mecanismo determinante de la generación y la persistencia de la arritmia
era la reentrada. Por lo tanto, si se realizan incisiones auriculares en determinados puntos críticos se crean
barreras para la conducción y reentrada del estímulo previniendo así la ocurrencia y el mantenimiento de la
arritmia.
Además, se evita el riesgo de embolias y el asociado con el uso de fármacos. Este tipo de tratamiento está
especialmente indicado en los pacientes que deben ser sometidos a otro procedimiento de cirugía cardíaca,
ya sea coronaria, de reemplazo valvular o de cardiopatía congénita. Durante el mismo procedimiento puede
realizarse la resección de la orejuela auricular izquierda con el objetivo de disminuir la tasa de eventos
tromboembólicos.
Entre los riesgos se encuentran: la muerte en menos del 1% de los pacientes, la necesidad de marcapasos
definitivos por lesiones en el sistema de conducción, el sangrado que requiere reoperación, la alteración de
la función auricular y las arritmias auriculares tardías, en especial, el aleteo auricular.
Fibrilación auricular 31
Técnicas quirúrgicas
Aislamiento de las Esta alternativa fue planteada a partir de la observación de que muchos
venas pulmonares episodios de FA se originan en estímulos que nacen en la vecindad de las
venas pulmonares. El hallazgo a este nivel de células automáticas
capaces de generar estos estímulos ha dado bases más sólidas para su
utilización
Las incisiones durante la cirugía se pueden efectuar ahora utilizando energía de radiofrecuencia o frío. Este
procedimiento se denomina laberinto por radiofrecuencia, es más sencillo y requiere menos tiempo que la
intervención de laberinto clásica y los resultados aparentemente son similares.
Tratamiento anticoagulante
La complicación más frecuente y grave de la FA es la embolia sistémica, más aún cuando afecta el SNC,
dado que en este caso puede causar invalidez permanente o la muerte.
En los pacientes con enfermedades reumáticas o prótesis valvulares el riesgo es muy alto y llega al 17%
por año en los pacientes con FA y estenosis mitral reumática.
En los pacientes con fibrilación auricular de causa no valvular el riesgo es de alrededor del 4% al 5% por
año en promedio, según la presencia de otras condiciones, como la edad avanzada, la coexistencia de
diabetes o de hipertensión arterial, o el antecedente de un episodio embólico.
De acuerdo con diferentes estudios, el riesgo es similar en las FA paroxísticas, persistentes o permanentes
y para disminuirlo se evaluaron diferentes conductas terapéuticas.
Alrededor de 20% de los pacientes tienen contraindicaciones absolutas o relativas para el uso de
anticoagulantes orales. Frente a esta situación debe ponderarse con cuidado la relación riesgo-beneficio.
En términos generales, en los pacientes con FA de causa valvular o reumática debe plantearse siempre el
tratamiento con anticoagulantes orales en dosis suficientes para mantener una RIN entre 2 y 3. En los
pacientes con FA de causa no valvular y de alto riesgo debe plantearse también el tratamiento con
anticoagulantes orales. En los pacientes de riesgo intermedio la decisión debe ser personalizada y en los
Fibrilación auricular 32
pacientes de bajo riesgo el uso de antiplaquetarios puede ser suficiente.
Sin embargo, la decisión final debe ser siempre analizada en forma individual evaluando con cuidado la
relación riesgo-beneficio. Uno de los esquemas más propuestos se basa en la utilización del puntaje
CHADS2 de la siguiente manera:
Fibrilación auricular 33
Puntaje CHADS2 Bajo riesgo (1,9% de Pueden ser tratados con aspirina. Los menores de
de 0 eventos por año) 60 años con FA aislada tienen un riesgo aún
menor (1,2% por año). No requieren tratamiento
Puntaje CHADS2 Riesgo intermedio En este caso la decisión es más difícil y debe
entre 1 y 2 (2,8% a 4% de evaluarse en forma individual
eventos por año)
Si existen contraindicaciones para los
anticoagulantes orales la asociación clopidogrel-
aspirina puede ser de utilidad
Puntaje CHADS2 Alto riesgo (4,5% o Deben ser tratados con anticoagulantes orales en
igual o mayor de más eventos por año) ausencia de contraindicaciones absolutas
3
En los pacientes con hipertiroidismo el riesgo embolígeno no está bien definido, pero se recomienda la
anticoagulación oral.
El riesgo de sangrado depende de la RIN, del uso concomitante de aspirina y de la edad del paciente. Ese
riesgo aumenta en forma notable cuando la RIN es mayor de 5 y debe evitarse el agregado de aspirina
pues carece de efecto aditivo y aumenta hasta 3 veces el riesgo de sangrado cerebral. Según los
resultados de los estudios AFFIRM y RACE, la ocurrencia de ACV es similar, tanto en los pacientes
asignados a reversión y control del ritmo como en los que sólo se controla la frecuencia. Por lo tanto, aún
con ritmo sinusal en aquellos de alto riesgo se debe continuar con el tratamiento anticoagulante.
Cuando el paciente anticoagulado debe ser sometido a un procedimiento quirúrgico hay que suspender el
anticoagulante desde 3 días antes y reiniciarla después de la intervención. Esta conducta es segura y eficaz
en la mayoría de los casos.
Situaciones especiales
Por otra parte, la insuficiencia cardíaca favorece la instalación de la FA por diferentes mecanismos y, al
mismo tiempo, la fibrilación auricular agrava la situación hemodinámica y la clase funcional de los
Fibrilación auricular 34
pacientes, dado que:
Por lo tanto, podría especularse que la restauración y el mantenimiento del ritmo sinusal modificarían en
forma favorable la evolución de la insuficiencia cardíaca. Sin embargo, las evidencias al respecto son
conflictivas y el análisis de los datos provenientes de los estudios AFFIRM, RACE y DIAMOND no confirma
esta presunción.
Por consiguiente, las evidencias no prueban que la estrategia elegida para el tratamiento de la FA en el
paciente con insuficiencia cardíaca modifique la supervivencia. Por esta razón, el tratamiento debe dirigirse
al control de los síntomas, ya sea mediante la restauración y el mantenimiento del ritmo sinusal o el control
de la frecuencia ventricular.
La restauración y el mantenimiento del ritmo pueden hacerse con fármacos y/o cardioversión eléctrica o
mediante aislamiento de las venas pulmonares. En nuestro medio, la amiodarona es el fármaco de elección
El agregado de IECA o antagonistas ATII puede prevenir las recurrencias e incrementar el tiempo de
permanencia en ritmo sinusal.
El control de la frecuencia puede hacerse con betabloqueantes que prolongan la supervivencia o con digital.
Si con esto no es suficiente pueden utilizarse, bajo estrecha vigilancia, bloqueantes de los canales del
calcio (verapamilo, diltiazem). En ausencia de respuesta puede recurrirse al aislamiento de la porción
auricular baja, con marcapaseo auricular o a la ablación del nodo AV con resincronización, o bien al
marcapaseo parahisiano.
Fibrilación auricular 35
CICLO FASCÍCULO AÑO TEMA
1 2 1996
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7 2 2002
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10 1 2005
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13 4 2008
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