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Cuestionario Wittgenstein –Alejandro Mardones

Considere la siguiente proposición del Tractatus: “3.144: Pueden describirse


estados de cosas, no nombrarse. (Los nombres semejan puntos; las proposiciones
flechas, tienen sentido)”. ¿Qué quiere decir Wittgenstein con esta proposición?
¿Qué quiere decir que las proposiciones sean flechas mientras que los nombres
sean puntos? ¿Qué tiene que ver eso con la distinción entre describir y nombrar?

Wittgenstein entiende que existen dos tipos de signos distintos: nombres y


proposiciones. Las proposiciones serían aquellas que pudieran describir estados de
cosas verdadera o falsamente (dependiendo de su correspondencia con el mundo). Por
otro lado, tenemos los nombres, que no serían otra cosa más que signos simples usados
en las proposiciones y que representan a los objetos.

El nombre no puede descomponerse más por definición alguna. Recogiendo el ejemplo


de Bucéfalo, este nombre no puede describir, tan solo nombrar el nombre al que apunta,
porque no puede descomponerse, porque no predica un estado de cosas, porque
simplemente apunta a uno de esos objetos del mundo, no la relación entre ese y otro(s).
Nombres y proposiciones significan diferente. La distinción se ve más claramente con la
analogía de los puntos y las flechas. Los nombres semejan puntos, mientras que las
proposiciones semejan flechas: son las flechas, las proposiciones, las que unen esos
puntos que indican los nombres al describir los estados de cosas 1. Las proposiciones
tienen sentido porque son figuras de la realidad, porque son hechos que representan
cómo están (o cómo estarían) dispuestos los objetos en el mundo, mientras que los
nombres tan solo pueden señalar un objeto concreto, el que nombran.

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Esta analogía remite a ese principio de composicionalidad que defendían tanto Frege como Russell y
que Wittgenstein también respeta: la proposición como función de las expresiones contenidas en ella.
Considere la siguiente proposición del Tractatus: “2.03: En el estado de cosas los
objetos están unidos entre sí como los eslabones de una cadena”. ¿Qué quiere decir
Wittgenstein al comparar los objetos en un estado de cosas con los eslabones de
una cadena?

Wittgenstein alude con esta metáfora de los eslabones de una cadena a esa relación
interna que se da entre los elementos que componen una proposición. Un estado de
cosas, aquello a lo que remite una proposición, se ve formado por una serie de objetos
en base a unos vínculos determinados que conectan unos con otros. El propio estado de
cosas depende directamente de cómo estén colocados estos objetos, de cómo se
configuren en el espacio, de la interrelación entre unos y otros.

Abordando directamente la metáfora: ¿qué da lugar a una cadena? Sus propios


eslabones. ¿Acaso existe algo adicional a la propia posición de los eslabones que
consiga mantenerlos unidos y den lugar a una cadena? En absoluto, la cadena es como
es precisamente por la disposición concreta de los eslabones y su relación determinada
entre ellos, interna a la propia cadena. La cadena es cadena gracias al ensamblaje de
unos eslabones con otros. Se da una interrelación de los objetos entre sí, pero no
interviene nada externo; los eslabones están unidos por ellos mismos, por la forma en
que se combinan, no por un elemento exterior, metafísico. La cadena encuentra su razón
de ser dentro de ella misma, en sus partes, en el estado de sus partes.

Como comentábamos en la anterior pregunta, el principio de composicionalidad


trabajado por Frege y Russell tiene mucha influencia en los razonamientos de
Wittgenstein, pues él también lo respeta: la proposición es la función de las expresiones
que contiene dentro de ella.

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