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En la presente exposición vamos a describir como transcurrió la economía peruana antes del
inicio de la gran crisis mundial que empezó con el crack de la bolsa de los Estados Unidos en el
año 1929 el cual será nuestro marco de referencia.
La economía hegemónica para 1929 eran los Estados Unidos que habían salido fortalecidos luego
de la Primera Guerra mundial y económicamente habían reemplazado a potencias como
Inglaterra o Francia aplicando un modelo donde la producción era el fin del sistema capitalista
hasta tal punto que saturó todo el mercado y lo terminó colapsando al no poder tener más
capacidad de compra. Esta crisis arrastró a toda la economía mundial y el Perú no fue ajeno a ello
porque, para ese entonces, teníamos a Estados Unidos como principal destino de nuestras
exportaciones y eran nuestra fuente principal de endeudamiento financiero.
La economía peruana venía del desastre económico y social de su derrota en la Guerra del Pacífico y de la guerra del
Salitre, además que por mucho tiempo no era sujeto de créditos internacionales por los impagos de prestamos del
Contrato Dreyfus. hacia finales de la década de 1880, las exportaciones peruanas eran la mitad de las del año 1870 y
el nivel de los ingresos del Estado había caído más o menos a una sexta parte. Los nuevos niveles eran apenas un
poco superiores a los de los años siguientes a la Independencia. La crisis había implicado así un retroceso de más de
cincuenta años. Para resolver la deuda externa impaga, en 1889 el Estado debió ceder a los acreedores (Contrato
Grace), los ferrocarriles y grandes lotes de tierra agrícola.
A inicios de 1890 la economía comenzaba a recuperarse sobre la base de nuevas exportaciones que, aunque de un
carácter primario, estaban al menos diversificadas (ya no solo el Salitre). A inicios de la década de 1890 las
exportaciones (que aún no habían recuperado el nivel de antes de la guerra) estaban dominadas principalmente por
el azúcar y la plata, siguiendo en importancia las lanas, el caucho y el algodón. Todos estos productos, menos el
caucho, sufrieron severas caídas de precio a partir de 1893 originándose una recesión económica. La caída de las
exportaciones, así como el descenso del precio internacional de la plata, que era el soporte monetario de la nueva
masa circulante en el país después de la guerra del salitre, llevaron a la devaluación de la moneda: de un tipo de
cambio de seis soles y medio por libra esterlina en los inicios de los años noventa, se paso a uno de diez soles a partir
de 1895.
La crisis llevó a la introducción de los impuestos al consumo sobre los bienes de uso masivo, de rendimiento más
estable que los basados en el comercio exterior, al tiempo que disuadió por largo tiempo la idea de gravar a los
exportadores. Ellos salieron fortalecidos de la crisis, ya que además de conseguir una prolongada exención fiscal, se
beneficiaron con la devaluación del sol. Por último, la retracción de las importaciones, junto con la devaluación,
estimularon un proceso de industrialización en las principales ciudades del país.
La economía Peruana de 1900 hasta el fin de la Primera Guerra Mundial
Desde la independencia de España, Gran Bretaña ejerció la hegemonía en la economía peruana, tan así
que las exportaciones y comercio se medían en Libras Esterlinas, sin embargo eso no posibilitó
un desarrollo significativo a partir de 1900 de las inversiones directas norteamericanos en el
Perú. Poco a poco la influenza inglesa fue siendo reemplazada por la Norteamericana y la Primera Guerra
Mundial consolidó a Estados Unidos como potencia dominante siendo a partir de ahí el Perú dependiente
en mayor parte de sus exportaciones hacia este país. A continuación mostramos un cuadro comparativo
de las exportaciones de las principales materias primas donde se ve año a año esta sustitución:
La economía Peruana en los años 20 antes de la crisis
Luego de un estancamiento finalizada la Primera Guerra Mundial, y ya en los años 20
las exportaciones peruanas se restablecen nuevamente, por una creciente función de capitales
norteamericanos ligados al comercio exterior y por altos precios de ventas delazúcar. Fue una
expansión además atravesada por cortas recesiones como las de 1923, 1925 y 1926, las que
debieron a crisis estacionales.
En esos años el algodón, el cobre, el azúcar y en grado creciente el petróleo constituyeron las
principales mercancías exportadas desde el Perú.
Como se puede apreciar el mercado norteamericano era ya el más importante para la colocación
de las materias primas peruanas. Los bienes de capital y alimentos y bebidas, por otra parte,
constituían los principales rubros importados por el Perú desde los Estados Unidos.
Para ese entonces el Perú se encontraba bajo el gobierno de Augusto B. Leguía (1919 –
1930), quien con la finalidad de desarrollar una impresionante política de construcción de obras
públicas, asociada a una no menos impresionante política de corrupción pública, en la búsqueda
de consolidación de su clientela política, las inversiones norteamericanas, finalmente centraron
en el sector público otra área importante para su colocación, sobre todo a través de diversos
préstamos.
Cuadro Nº 3 Financiamientos de
EEUU a favor de Perú, durante el gobierno de
Augusto B. Leguía
Podemos concluir que según los enfoques de ciclos económicos de la Escuela Austriaca que el Perú, especialmente
desde 1920 fue arrastrado por la burbuja monetaria y crediticia de los Estados Unidos, país del cual el Perú se volvió
ampliamente dependiente. Esto lo podemos ver por el nivel altísimo de prestamos financieros del gobierno de
Leguía señal que los excedentes monetarios del gobierno de Estados buscaba colocar por todas partes.
La Escuela Austriaca culpa al sistema bancario —bajo la dirección y tutela de los bancos centrales— de crear
burbujas monetarias y crediticias que conducen a la formación de ciclos económicos expansivo-recesivos que se
autoperpetúan. Los economistas austriacos sostienen que la expansión del crédito sin respaldo previo de ahorro real
sitúa al tipo de interés del mercado de crédito a corto plazo por debajo de su tasa natural, que es aquella consistente
con la tasa de rentabilidad real a largo plazo de las empresas productoras.
El Perú creó pues su propia burbuja crediticia para financiar obras y construcciones sin respaldo del ahorro nacional
y para aumentar la producción para exportaciones. Luego del Crack de 1929 no hubo demanda para estas
exportaciones peruanas y hubo quiebra financiera lo que derivó en el Perú desempleo, recesión profundo,
convulsión social y la caída del gobierno de Leguía.