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RESUMEN 2º PARCIAL SUCESIONES

ESTADO DE INDIVISIÓN HEREDITARIA: A partir de la muerte del causante y hasta la partición de la


herencia se constituye la denominada comunidad hereditaria o indivisión hereditaria. La comunidad hereditaria
constituye una especie del género comunidad de derechos.

Para que ella se forme es necesario que existan:

 Más de un heredero que hubiere aceptado la herencia


 Que exista un contenido a transmitir, un activo o pasivo.

Durante el estado de indivisión hereditaria los coherederos tienen un derecho abstracto a un porcentaje ideal del mismo,
pues la herencia es considerada como una universalidad jurídica, sin consideración al contenido específico y concreto de
los bienes que lo integran.

Características:

 es forzosa, porque se constituye independientemente de la voluntad de los comuneros o coherederos.


 es transitorio, porque su duración se extiende hasta tanto se efectúe la partición.
 Durante la misma, los coherederos no tienen un derecho concreto sobre cada uno de los bienes que integran la
masa, sino que tienen una porción ideal, una cuota parte de la respectiva herencia.

Natuealeza jurídica:

La comunidad hereditaria

- no constituye una persona jurídica distinta a los coherederos.

- propia y específica, más allá de las similitudes y cercanías que pueda encontrarse con algunas figuras, como por ej.,
el condominio. El condominio recae sobre sobre cosas determinadas porque se trata de un derecho real. En cambio, la
comunidad hereditaria recae sobre una universalidad de bienes, independientemente de los bienes individuales que
integran el acervo hereditario.

- Origen: el condominio nace de una relación contractual; mientras que la comunidad hereditaria nace por la
muerte del causante.

- Decisión: en el condominio la decisión de la mayoría obliga a la minoría. Mientras que en la comunidad


hereditaria la mayoría no puede imponer el criterio a quienes constituyen la minoría, porque para los actos en general
debe haber unanimidad. A falta del mismo, debe resolver el juez.

Indivisión hereditaria y régimen patrimonial del matrimonio:

Al producirse el fallecimiento del causante, si la persona estaba casada—> se forma el estado de indivisión hereditaria y
se extingue de pleno derecho el régimen patrimonial del matrimonio. Asimismo, si tenían un régimen de comunidad,
la extinción del régimen patrimonial origina a la indivisión posrégimen, que se prolonga hasta la partición.

Por ello, el cónyuge supérstite va a la sucesión del causante en su doble condición: como heredero forzoso y como
socio para liquidar el régimen patrimonial del matrimonio. Entonces, si han estado en el régimen de comunidad, el
cónyuge supérstite va a la sucesión en busca de su ganancialidad, es decir, para recibir el cincuenta por ciento del valor
de los gananciales adquiridos por el fallecido; En cambio, estaban regidos por el régimen de separación de bienes, su
interés puede consistir en un derecho de recompensa por los créditos que le corresponden por haberlos pagados
durante el matrimonio.

Regímenes: En el régimen del código civil de Vélez, no se contemplaba expresamente todo lo atinente a las normas
aplicables a la liquidación y partición del régimen patrimonial, cuando se producía la muerte de uno de los cónyuges.
Todo ello, ante la coexistencia de la liquidación y partición del régimen patrimonial y del derecho hereditario. Asimismo,
se debatía acerca de la naturaleza jurídica de la indivisión postcomunitaria, para saber qué normas aplicarles.

En el régimen vigente, el ccycn. resuelve esta cuestión, cuando se legisla sobre el régimen de comunidad,
específicamente en la sección de "Indivisión postcomunitaria", el art. 481 ccycn "Extinguido el régimen por muerte de
uno de los cónyuges, o producido el fallecimiento, mientras subsiste la indivisión postcomunitaria se aplican las reglas de
la indivisión hereditaria. Si se extingue en vida de ambos cónyuges, la indivisión se rige por los artículos siguientes de
esta Sección".

De esta manera, se distingue, según el régimen patrimonial se extinga en vida de los cónyuges o por muerte de uno de
ellos—> Cuando se extingue en vida, se aplican las normas establecidas específicamente en el régimen de comunidad,
contempladas en el régimen patrimonial del matrimonio; mientras que, si se extingue por muerte de uno de los
cónyuges, la indivisión postcomunitaria se regirá por las normas del derecho sucesorio, es decir, la indivisión
hereditaria.

Por consiguiente—> la liquidación y partición de la comunidad postcomunitaria como así también la indivisión
hereditaria serán regidas por las normas del derecho sucesorio.

Asimismo, el cónyuge supérstite tiene derecho a que se descuenten y liquiden sus gananciales previo a efectuarse la
partición de la herencia. El proceso lógico sería—> previamente, se liquida y parten los bienes del régimen patrimonial
del matrimonio y luego, se liquidan y parten los bienes hereditarios, entre sus respectivos herederos.

Masas en el derecho sucesorio:

Se puede decir que en el derecho sucesorio existen cuatro masas, según los fines de la misma:

1. masa hereditaria → representada por el conjunto de derechos y obligaciones transmisibles por causa de muerte.
Sería el acervo hereditario dejado por el causante.

2. masa indivisa → se constituye cuando se forma el estado de indivisión hereditaria, consecuencia de la existencia de
más de un heredero en dicha sucesión. Cuando hay un solo heredero en la sucesión, no habría masa indivisa.

3. masa de legítima → aquella que se forma a los fines de determinar, en la sucesión, cuál es la porción indisponible
por parte del causante, habiendo herederos forzosos.

4. masa partible → art. 2376 Cód. Civ. y Com.: "La masa partible comprende los bienes del causante que existen al
tiempo de la partición o los que se han subrogado a ellos, y los acrecimientos de unos y otros . Se deducen las deudas y
se agregan los valores que deben ser colacionados y los bienes sujetos a reducción".

INDIVISIÓN FORZOSA TEMPORARIA:


La ley busca llegar a la partición de la herencia, a los fines de dar por finalizada la etapa o el estado de indivisión forzosa
temporaria que se prolonga desde el momento mismo de la muerte del causante hasta la partición de la herencia.

Sin embargo, existen casos determinados en los cuales la ley justifica y mantiene el estado de indivisión hereditaria,
temporalmente, sin que pueda realizarse la partición, ya fuere de un bien determinado, de parte de la herencia o de
todos los bienes integrantes del acervo hereditario. En tal contexto, como excepción, prolonga por un tiempo la
indivisión hereditaria de la herencia.

Casos de indivisión forzosa:

Situaciones previstas por la ley:

• Régimen anterior. En el Cód. Civil originario el derecho de los herederos a pedir la partición de la herencia era
absoluto, en virtud de que no existían casos de indivisión forzosa temporaria. Vélez adoptó un criterio rígido en la
materia, pues cualquier heredero podía pedir en todo tiempo la partición, cualquiera sea el contenido de la herencia e
independientemente de quienes concurrieran a recibirla.

•Régimen actual: el ccycn, ha mantenido el criterio anterior, ya que se consagra como regla general el derecho de
cualquier heredero de pedir la partición en cualquier tiempo. A su vez, se contemplan distintas hipótesis en donde se
puede establecer una indivisión forzosa temporaria. Esto último, siempre con carácter excepcional.

a) Indivisión impuesta por el testador.

El propio autor de la sucesión podría imponer una indivisión forzosa temporaria → una persona en vida puede imponer
a sus propios herederos el correspondiente estado de indivisión de sus bienes ( plazo máximo de diez años, en la
hipótesis de que el testador hubiere impuesto un plazo mayor al máximo legal, se entenderá reducido a diez años).
Forma: debe hacerlo bajo la forma testamentaria. De manera que la indivisión forzosa puede ser impuesta por el
causante por vía testamentaria (conf. art. 2330 Cód. Civ. y Com.). Así las cosas, cualquier otra forma de manifestación
por parte del causante, aunque fuere su voluntad, no será admisible para la indivisión forzosa temporaria.

Alcance: La ley permite que el testador pueda imponer la indivisión de todos los bienes integrantes del acervo
hereditario (conf. art. 2330 Cód. Civ. y Com.). Consecuencia de ello, podría establecer una indivisión solamente sobre
una parte de dichos bienes, si así lo desea, o bien, sobre un bien determinado, bajo ciertas circunstancias.

Uso y goce: no existe impedimento alguno para que los propios coherederos acuerden el modo de uso y goce de tales
bienes, mientras permanezcan en estado de indivisión. Con ello, no se violenta ni altera la voluntad del testador, en
virtud de que siguen permaneciendo, como era su deseo, en dicho estado de indivisión hereditaria los bienes
sometidos al mismo

Partición anticipada: el art. 2330 Cód. Civ. y Com. indica: "El juez puede autorizar la división total o parcial antes de
vencer el plazo, a pedido de un coheredero, cuando concurren circunstancias graves o razones de manifiesta utilidad”—>
A pedido de uno de los coherederos, nunca de oficio, podría solicitarse que se haga la división de los bienes, total o
parcial. Se exige que el interesado alegue y pruebe circunstancias graves o razones de manifiesta utilidad, para hacer
lugar a la partición, para dejar sin efecto la voluntad del testador.

b) Indivisión pactada por los coherederos.

También pueden convenir la respectiva indivisión hereditaria los herederos, tanto los herederos llamados por ley
como los testamentarios. Asimismo, incluye tanto a los herederos universales como a los herederos de cuota, si los
hubiere.

El convenio o pacto debe ser efectuado por unanimidad de dichos herederos, pues ninguno de los herederos puede
imponer a otro u otros un estado de indivisión forzosa de la herencia. Por ello, basta que un heredero no esté de
acuerdo con la indivisión propuesta, para que los demás coherederos no puedan imponer dicho estado de indivisión.

Alcance. Los herederos pueden convenir el estado de indivisión sobre: todo los bienes integrantes del acervo
hereditario, una parte de la herencia o respecto de un bien determinado.

Plazo: El plazo máximo de la indivisión prevista por la ley es de diez años. En consecuencia, podría pactarse un plazo
menor. No obstante, la misma norma contempla la posibilidad de que una vez cumplido el plazo, los coherederos
puedan volver a pactar el estado de indivisión, todas las veces que ellos crean conveniente.

Partición anticipada: Se consagra expresamente la posibilidad de una partición anticipada, en los siguientes términos:
"Cualquiera de los coherederos puede pedir la división antes del vencimiento del plazo, siempre que medien causas
justificadas".

Facultad de hacer una partición provisional: Paralelamente a la posibilidad de pactar una indivisión forzosa temporaria
entre coherederos, la norma habilita a que los coherederos puedan convenir que durante el plazo que perdura la
indivisión, quiénes estarán en el uso y goce de dichos bienes indivisos.

c) Indivisión impuesta por el cónyuge supérstite.

La ley contempla dos hipótesis en las cuales el cónyuge supérstite pueda pedir la indivisión forzada de la herencia en la
sucesión de su cónyuge:

- sobre un establecimiento que constituye una unidad económica o respecto de acciones de una sociedad
- cuando se trata de la vivienda que ha sido sede del hogar, al momento de la muerte del causante. (Se busca
proteger la vivienda familiar, debe haber sido adquirida o construida, total o parcialmente, con fondos
gananciales)

Las hipótesis de indivisión no recaen sobre bienes indeterminados de la herencia, como puede ser la impuesta por el
testador o la convenida por los coherederos, sino de bienes o derechos concretos y específicos, que integran el acervo
hereditario.

Indivisión pedida por un coheredero. El art. 2333 Cód. Civ. y Com. establece: "En las mismas circunstancias que las
establecidas en el artículo 2332, un heredero puede oponerse a la inclusión en la partición del establecimiento que
constituye una unidad económica si, antes de la muerte del causante, ha participado activamente en la explotación de
la empresa".
La previsión legal, extiende el beneficio de pedir la indivisión forzosa temporaria a cualquier heredero, respecto del
establecimiento que constituya una económica.

Oponibilidad frente a terceros:

Una vez que la indivisión forzosa tenga lugar, se requiere el cumplimiento de ciertos requisitos para ser oponible a
terceros.

i) Registración. El párr. 1 del art. 2334 Cód. Civ. y Com. dice: "Para ser oponible a terceros, la indivisión autorizada por
los artículos 2330 a 2333 que incluye bienes registrables debe ser inscripta en los registros respectivos". La seguridad
jurídica impone que para hacer oponible a terceros la indivisión forzosa temporaria requiere que se encuentre
debidamente inscripta, en el registro correspondiente. A partir de ese momento, podrá efectivizarse hacia los terceros
que pretendan alegar derechos sobre el mismo.

ii) Derecho de los acreedores. La inoponibilidad a los terceros, en las condiciones antes señaladas, conlleva la
imposibilidad de ejecutar el bien indiviso, tanto en su totalidad como una parte del mismo. En cambio, dicha indivisión
no obsta a que los terceros puedan cobrar sus respectivos créditos con las utilidades que pueda generar la explotación
de dichos bienes.

iii) Cobro del crédito. De acuerdo con el párr. 3 del art. 2334 Cód. Civ. y Com.: "Las indivisiones no impiden el derecho
de los acreedores del causante al cobro de sus créditos sobre los bienes indivisos". De esta manera, los acreedores del
causante podrán hacer efectivo el cobro de sus créditos sobre los bienes que se hallan en estado de indivisión.

SITUACIONES NO PREVISTAS EN EL DERECHO INTERNO:

el ccycn, no contempló otras hipótesis específicas de indivisión forzosa temporaria que, con un criterio de actualidad,
deberían estar previstas en el derecho interno, como hipótesis de indivisión forzosa temporaria.

1. heredero menor de edad: Desde una perspectiva moderna, el derecho sucesorio no puede dejar de contemplar
expresamente en el orden interno situaciones de protección específica durante el estado de indivisión para las personas
que se encuentran en situación de vulnerabilidad, por ser menores de edad. Así las cosas, en caso de existir un único
bien en el acervo hereditario en donde habita un menor—> no puede venderse.

2. heredero discapacitado: otro de los aspectos omitidos por el legislador del código de fondo es un régimen de
protección de la vivienda durante el estado de indivisión para el heredero que tenga alguna discapacidad.

3. heredero adulto mayor: era conveniente que un código de fondo, moderno y actual, contenga expresas
disposiciones, durante el estado de indivisión hereditaria, para los herederos que sean adultos mayores. Ante la ausencia
de previsión específica, es conveniente invocar y plantear las convenciones internacionales, a fin de que pueda
extenderse esta protección a dichas personas.

DERECHO REAL DE HABITACIÓN:


El art. 2158 del ccycn conceptualiza el derecho real de habitación, en los siguientes términos: "La habitación es el
derecho real que consiste morar en un inmueble ajeno construido, o en parte material de él, sin alterar su sustancia".
La ley contempla dos hipótesis de derecho real de habitación: la del cónyuge supérstite y la del conviviente supérstite.
En efecto, el derecho real de habitación del cónyuge supérstite es contemplado en el libro de las Sucesiones, al tratar la
partición de la herencia; mientras que el derecho real de habitación del conviviente supérstite es legislado en el libro
de Familia, en el título de las Uniones Convivenciales. Más allá de las diferencias existentes entre ambas, puede
señalarse que se trata de situaciones en donde se busca la protección de la vivienda familiar después de la muerte.

1. DERECHO REAL DE HABITACIÓN DEL CÓNYUGE SUPÉRSTITE

a) régimen anterior: en el cód. civil originario no se encontraba contemplada la figura del derecho real de habitación del
cónyuge supérstite. Recién se incorpora al derecho argentino, mediante la ley 20.798 del año 1974, al incorporarse el
art. 3573 bis al derogado cód. civil: "si a la muerte del causante éste dejare un solo inmueble habitable como integrante
del haber hereditario y que hubiera constituido el hogar conyugal, cuya estimación no sobrepasare el indicado como
límite máximo a las viviendas para ser declaradas bien de familia, y concurrieran otras personas con vocación hereditaria
o como legatarios, el cónyuge supérstite tendrá derecho real de habitación en forma vitalicia y gratuita. este derecho se
perderá si el cónyuge supérstite contrajere nuevas nupcias".
b) régimen actual: el ccycn mantiene, con algunas modificaciones, la figura del derecho real de habitación del cónyuge
supérstite. En efecto, el art. 2383 del ccycn dice que “el cónyuge supérstite tiene derecho real de habitación vitalicio y
gratuito de pleno derecho sobre el inmueble de propiedad del causante, que constituyó el último hogar conyugal, y
que a la apertura de la sucesión no se encontraba en condominio con otras personas. este derecho es inoponible a los
acreedores del causante". De ello surge que el llamamiento a su condición de heredero es independiente del derecho
real, por lo que aun cuando el cónyuge supérstite vaya a la sucesión en su condición de heredero, el derecho real de
referencia es autónomo de aquella condición.

REQUISITOS PARA QUE SE CUMPLA EL ART. 2383:

1. fallecimiento del causante. se debe producir el fallecimiento de uno de los integrantes del matrimonio, dado que
estamos en presencia de un derecho surgido como consecuencia del mismo. De ahí que el legitimado será el cónyuge
supérstite.

2. inmuebles. debe recaer sobre bienes inmuebles para que la sede del hogar conyugal sea protegida, puede ser rural
o urbano y habitable, para cumplir con la finalidad del legislador, en el sentido de que sirva para la vivienda.

Se ha criticado la previsión legal pues ateniéndose exclusivamente al texto de la norma, no sería posible invocar el
derecho de habitación sobre una embarcación, por ejemplo, tal como lo es en algunos países europeos, y son
cuestiones que se dan más seguido en nuestra sociedad (arts. 2073, 2074 y sgtes. Ccycn). Por ello, entiende el autor que
este vacío legal en un futuro debería ser objeto de tratamiento legislativo si es que se pretende contar con código
moderno, ya que el derecho de habitación no debería comprender exclusivamente a los inmuebles, sino posibilitarse
sobre otros bienes, tales como las embarcaciones y las casas móviles “casas rodantes”

3. pueden existir otros inmuebles en el acervo hereditario.

- En el régimen anterior se establecía que el derecho correspondía cuando el causante hubiera dejado solamente
un inmueble habitable como integrante del acervo hereditario. No obstante, la jurisprudencia había flexibilizado dicha
disposición, haciendo lugar al derecho, en determinadas circunstancias, cuando había otros bienes en el acervo, si
resultaban insuficientes para satisfacer las necesidades del cónyuge supérstite.

- En el régimen actual, el derecho del cónyuge supérstite no exige que haya un solo inmueble integrante del haber
hereditario, pudiendo existir otros bienes inmuebles habitables en el sucesorio.

4. indiferencia de que haya hijos. el derecho real de habitación importa una protección al cónyuge supérstite, en la
sucesión del causante. De ahí que resulta indiferente que haya hijos menores o incapaces en el inmueble.

5. es vitalicio. la característica principal de este derecho es que el beneficio se extiende hasta el momento de la
muerte del beneficiario.

6. es gratuito. no puede exigirse una contraprestación por el uso del mismo. Por eso, el cónyuge supérstite no
deberá pagar un canon por el uso y goce del mismo. Pero deberá hacerse cargo de los impuestos y cargas del
inmueble, así como las reparaciones que sean necesarias (por aplicación de los arts. 2148 y 2161 ccycn).

respecto de las expensas comunes extraordinarias, se entendió que habría que distinguir si son previsibles, por
ejemplo, cambiar el motor de un ascensor, o si se beneficia el bien raíz derechamente y para siempre, como, por
ejemplo, si se construye una pileta de natación en la azotea o en parque que circunda el edificio. SOLAMENTE EN ESTE
CASO los propietarios contribuirán conforme a su alícuota.

7. lo tiene de pleno derecho. no es necesario que el cónyuge supérstite lo peticione expresamente en el proceso
sucesorio, como debía hacerlo en el régimen anterior. De todas formas, nada impide que el beneficiario renuncie a tal
beneficio, presentándose en el sucesorio a manifestar tal voluntad, y su renuncia no implica una tal a su condición de
heredero, porque el derecho real de habitación y su llamamiento hereditario son independientes. La renuncia podrá ser
realizada a partir de la muerte del causante, pues previamente al fallecimiento, ninguno de los cónyuges, ni
unilateralmente ni de común acuerdo, podría renunciar al derecho real de habitación contemplado en la ley.

8. inmueble de propiedad del causante. el inmueble objeto del beneficio debe ser de titularidad exclusiva del
causante.

9. muebles indispensables. aun cuando la ley refiere solamente al inmueble, entendemos que deben quedar
comprendidos los muebles indispensables del mismo, ya que se pretende garantizar la vivienda del cónyuge supérstite,
por lo que el mismo debe tener los muebles necesarios para ello.
10. sede del último domicilio conyugal. el inmueble debe haber sido sede del hogar conyugal, al momento de la
muerte del causante; si los cónyuges habitan en el mismo domicilio, ese será el inmueble objeto del derecho real de
habitación.

ahora bien, en virtud de que en el régimen actual no hay obligación legal de que los esposos vivan en el mismo domicilio,
pudiendo tener residencias separadas, entendemos que, en tales casos, cualquiera de ambos inmuebles quedaría
comprendidos en la previsión legal.

11. inexistencia de topes máximos. no importa el monto del bien inmueble en cuestión.

12. no se trate de un condominio. se requiere que el titular ostente la titularidad exclusiva del bien, es decir, que
haya un derecho real de dominio del causante. Por lo tanto, si hay un tercero que tiene la titularidad del mismo, ya sea
en forma exclusiva, o bien en condominio, el derecho real de habitación del cónyuge supérstite no será viable.

la duda que puede plantearse es si el condómino es el cónyuge supérstite, pero, haciendo una interpretación literal de
la norma, pareciera que, habiendo un condominio, cualquiera fuera el tercero, aún el cónyuge supérstite, el derecho real
de habitación no sería aplicable. Sin embargo, debe prevalecer una interpretación integral y armónica del mismo, pues
si está en condominio con el eventual beneficiario, cónyuge supérstite, no sería lógico que el derecho le sea negado.

Esta limitación no opera en el caso de que el inmueble estuviera en condominio con el cónyuge supérstite, como así
tampoco cuando se trate de un bien ganancial de propiedad exclusiva de este último en ambos casos el cónyuge
supérstite será beneficiario de una parte indivisa del bien y la restricción se extendería sobre la parte restante, siendo
en este caso procedente toda vez que también lo será cuando no tiene participación alguna en él, por aplicación del
principio general del derecho: quien puede lo más, puede lo menos.

13. intransmisibilidad. el derecho real de habitación del cónyuge supérstite es intransmisible por parte de su
beneficiario, ni por acto entre vivos ni por causa de muerte. como consecuencia de ello, no está permitido que realice
una cesión o locación sobre dicho inmueble.

14. existencia de otros herederos. aunque no surja expresamente de dicha disposición, requiere que existan otros
herederos en la sucesión del causante, pues si el cónyuge supérstite se presenta solo a recibir la herencia, ningún sentido
tendría la figura bajo análisis.

15.hipótesis de cónyuges separados de hecho. ninguna duda hay de que la separación de hecho de los cónyuges es
una causal de exclusión de la vocación sucesoria entre cónyuges: de acuerdo con un criterio interpretativo, se consideró
que no corresponde reconocer este derecho al cónyuge si, al momento de la muerte de su consorte, se encuentran
separados de hecho, dado que carece de vocación hereditaria. Por el contrario, nosotros creemos que el cónyuge
separado de hecho sin voluntad de unirse debe conservar el derecho real de habitación, sin perjuicio de su exclusión
hereditariaporque al resultar independientes ambas situaciones debe prevalecer el derecho a la vivienda familiar para
quien, jurídicamente, ostenta el vínculo matrimonial al momento de producirse el fallecimiento del causante.

16. Resulta inoponible a los acreedores del causante.

17.no tiene causales de pérdida o cesación. no está sujeto a causales de pérdida o cesación del derecho, como si lo
estaba en el régimen anterior. Por aplicación de ello, si el cónyuge supérstite contrae nuevas nupcias o constituye una
unión convivencial, mantendrá el derecho de referencia. Sin perjuicio de la aplicación de las disposiciones generales
establecidas en el derecho real de uso, habitación y usufructo (arts. 2152, 2155 y 2159 cód. civ. y com.) serían causales
de extinción del beneficio: a) la muerte del usufructuario; b) el no uso por el término de diez años, por cualquier
razón; c) el uso abusivo y la alteración de la sustancia comprobada judicialmente (conf. art. 2152 cód. civ. y com.).

2. DERECHO REAL DE HABITACIÓN DEL CONVIVIENTE SUPÉRSTITE

A) régimen anterior. en el régimen del cód. civil originario y las leyes que en su consecuencia de dictaron reformando
el texto velezano, no contemplaba ninguna disposición por la cual los convivientes tenían un derecho real de
habitación, luego de la muerte de su compañero o compañera.

b) régimen actual. En el nuevo ccycn se contempló un régimen específico derivado de las uniones convivenciales, en las
relaciones de familia. En ese sentido, incluyó el derecho real de habitación del conviviente supérstite, en el art. 527: "el
conviviente supérstite que carece de vivienda propia habitable o de bienes suficientes que aseguren el acceso a ésta,
puede invocar el derecho real de habitación gratuito por un plazo máximo de dos años sobre el inmueble de
propiedad del causante que constituyó el último hogar familiar y que a la apertura de la sucesión no se encontraba en
condominio con otras personas. Es inoponible a los acreedores del causante; y se extingue si: el conviviente supérstite
constituye una nueva unión convivencial, contrae matrimonio, o adquiere una vivienda propia habitable o bienes
suficientes para acceder a ésta".

Desde el punto de vista metodológico, la ubicación es incorrecta, pues la disposición ha sido colocada en las normas del
título de las uniones convivenciales, y no en la parte del derecho sucesorio, que es donde debió estar ubicado.

el conviviente supérstite lo tiene de iure propio en la sucesión del causante, que se independiza del llamamiento
hereditario, pues, en el sistema de transmisión sucesoria del derecho argentino no ha sido contemplado como
heredero, sino como un extraño en la sucesión del causante.

CONDICIONES Y REQUISITOS:

1. muerte del conviviente. Debe fallecer su conviviente, para que conviviente supérstite tenga el respectivo derecho a
solicitar la vivienda, en las condiciones de la norma.

2. petición de parte interesada. no opera de pleno derecho, sino que requiere petición de parte interesada.

3. impedimento de ligamen. los miembros de la pareja no tengan impedimento de ligamen, porque en caso
contrario, ninguno de ellos podrá acceder al referido derecho. SOLARI entiende que este requisito puede ser
cuestionado desde el punto de vista constitucional y convencional, pues el reconocimiento de la vivienda familiar
corresponde a las distintas formas de familia, no pudiendo quedar excluida de la protección de la vivienda familiar
aquellas uniones en las que uno o ambos integrantes de la unión tengan impedimento de ligamen.

4. No tenga vivienda habitable o bienes suficientes para adquirirla. se requiere que el peticionante al momento de la
muerte de su conviviente, carezca de vivienda propia habitable o, en su defecto, de bienes suficientes que aseguren el
acceso a esta.

5. inmueble de propiedad del causante. el inmueble debe ser propiedad del conviviente prefallecido. Si el derecho de
propiedad pertenece a un tercero no es aplicable la norma.

6. ausencia de condominio. tampoco corresponderá el derecho real de habitación si el conviviente prefallecido


tuviere el derecho de propiedad en condominio con otra u otras personas.

7. sede del hogar común. se requiere que el bien inmueble haya sido sede del hogar común al momento de la
muerte del causante.

8. gratuidad. la característica principal del derecho real de habitación consiste en que cualquiera fuere el valor del bien
inmueble, en las condiciones de la norma, el uso y goce siempre será gratuito.

9. plazo máximo. en principio, el tiempo de la atribución será fijado por el juez de la causa, teniendo en cuenta las
circunstancias y particularidades del caso. sin embargo, se fija un plazo máximo para el beneficio, consistente en dos
años, desde la muerte del causante, por más que se haya sostenido que el plazo de dos años comienza a contarse desde
que se lo ejerce y no desde la muerte, lo cierto es que resulta forzado entenderlo de esta manera. Más allá de la
injusticia que puede criticarse, el plazo debe contarse desde el momento del fallecimiento del causante, que es cuando
nació su correlativo derecho.

Solari entiende que el plazo máximo fijado por la ley debe ser cuestionado constitucional y convencionalmente, debido a
que se establece un límite temporal muy breve.

10. inoponibilidad a terceros. el derecho real de habitación del conviviente supérstite es inoponible a los acreedores
del causante.

11. extinción. se contemplan casos de extinción del derecho, antes del cumplimiento del plazo:

 Si el conviviente inicia una nueva unión convivencial.

 Si el conviviente contrae matrimonio durante el período en que se está ejerciendo el derecho real de habitación.

 Si el conviviente supérstite adquiere una vivienda propia habitable.


 Si el conviviente, aun sin tener una vivienda propia habitable, se demuestra que adquirió bienes suficientes para
acceder a ella.

DIFERENCIAS ENTRE EL MATRIMONIO Y LA UNIÓN CONVIVENCIAL EN APLICACIÓN DEL DERECHO REAL DE


HABITACIÓN: El derecho real de habitación del cónyuge supérstite y del conviviente supérstite contienen
indudablemente un contenido y alcance muy diferente:

 En el matrimonio opera de pleno derecho, desde la muerte del causante; mientras que, en la unión convivencial,
el derecho debe ser peticionado por el conviviente supérstite.

 al cónyuge se le otorga el derecho para mantenerse en el inmueble que constituyó la sede del hogar conyugal, sin
perjuicio de la existencia de otros inmuebles o de la capacidad económica que pudiera tener para adquirir una
vivienda. En cambio, el conviviente supérstite para acceder al beneficio debe carecer de vivienda propia habitable o de
bienes suficientes que aseguren el acceso a ella.

 El cónyuge supérstite goza de tal derecho en forma vitalicia. A diferencia del conviviente supérstite que tiene
fijado un plazo máximo de dos años.

 El cónyuge supérstite no tiene causales de extinción. Inversamente, para el conviviente supérstite se establecen
causales de extinción (constitución de una unión convivencial, contraer matrimonio, adquirir una vivienda propia
habitable o tener bienes suficientes para acceder a ella).

 El derecho real de habitación del cónyuge supérstite no puede renunciarse, mediante un pacto previo de los
cónyuges. En cambio, entre convivientes, se contempla la posibilidad de que el derecho real de habitación pueda ser
objeto de exclusión, en el respectivo pacto de convivencia.

ADMINISTRACIÓN DE LA HERENCIA:
CARACTERIZACIÓN: A partir de la muerte del causante se produce la transmisión de la herencia a los respectivos
sucesores universales. Como consecuencia del mismo, y hasta la partición, se realizan actos pertenecientes a los
bienes del sucesorio y acciones derivadas de ella.

La administración del acervo hereditario, durante el estado de indivisión hereditaria, tiende a preservar los bienes que
integran la masa a dividir entre los coherederos al momento de la partición.

EXTENSIÓN: se extiende desde el momento mismo de la muerte del causante hasta la realización de la partición
hereditaria.

REGIMEN LEGAL:

En el Código anterior, la regulación del régimen de administración de la sucesión era deficiente, no existían
disposiciones específicas al respecto, sino que solo normas sobre derecho sucesorio  porque Vélez entendía que el
estado de indivisión era una situación accidental y pasajera, que la ley en modo alguno fomentaba.

Sin embargo, la práctica demuestra que el período de indivisión hereditaria resulta ser más prolongado que lo deseado,
por lo que la regulación de este período deviene necesaria.

En efecto, el nuevo ccycn sí dispone de una regulación concreta tanto de la administración extrajudicial como de la
judicial.

NATURALEZA JURIDICA:

El administrador es un representante de los herederos. En principio, sus poderes deben ser los generales que se
definen por delimitación de la zona dentro de la cual solo se puede obrar cuando se han recibido facultades
especiales.

Sin embargo, si se lo considerara un representante de los herederos se vulneraría el axioma de que la administración
corresponde en conjunto a todos ellos. Lo que significa que los herederos no puedan conferir mandato o autorización
judicial o extrajudicial al administrador para la realización de los actos durante el estado de comunidad hereditaria.
Pero en este caso, la representación no emana de la circunstancia de que el mandatario sea el administrador, sino en
virtud de haber sido autorizado expresamente por los herederos. Con lo cual el administrador no confiere poderes o
facultades que en su conjunto continúa perteneciendo al heredero, y, por ello, tampoco la calidad de administrador
obliga por la realización de los actos de administración o disposición ejecutados sin su consentimiento.
Puede decirse que el administrador del sucesorio solamente conlleva la unificación procesal, a los fines de centralizar
en cabeza de alguien los actos de administración ello NO IMPLICA que sea representante de los mismos, en el
sentido de que pueda realizar actos por su propia voluntad. Los coherederos siguen manteniendo su decisión,
pudiendo realizar los actos que involucre los bienes y los derechos del sucesorio.

DECISIONES:

a. Régimen anterior. En el Cód. Civil derogado había una norma expresa, mediante la cual se establecía que los actos
que se realizaban debían contar con la unanimidad de los coherederos, pues no regía el sistema de mayorías . Se trata
de un aspecto negativo de la voluntad, en el sentido de que cada coheredero puede oponerse a la realización de ciertos
actos por parte de otros coherederos, con lo cual, en lugar de exigir el consentimiento unánime para la realización de los
actos, se establece la posibilidad de que puedan oponerse a ello. El codificador entendió que se debía otorgar la
igualdad a cada uno de los coherederos, concediéndole la facultad de prohibir la realización de algún acto de
administración. Bastaba que uno de los coherederos no esté de acuerdo en el acto, para que el mismo no se lleve a
cabo, y debía, en todo caso, resolver el juez si así era solicitado.

b. Régimen actual: el ccycn, en materia de administración de herencia ha avanzado hacia un sistema de mayorías,
como en el condominio. Sin perjuicio de ello, cada uno de los coherederos mantiene su derecho a recurrir judicialmente
frente a cualquier situación en donde considere que las mayorías han resuelto en forma inconveniente alguna cuestión,
debido a que durante el estado de indivisión cada uno mantiene su derecho ideal y abstracto y, por lo tanto, tienen los
mismos derechos respecto del acervo hereditario hasta la efectiva partición.

CLASIFICACION:

Existen 2 hipótesis posibles: a) cuando estamos en presencia de una administración por parte de alguna persona que no
se encuentra designada judicialmente (administración extrajudicial). b) aquella otra en donde la sucesión se encuentra
administrado por alguien designado judicialmente (administración judicial).

1. ADMINISTRACIÓN EXTRAJUDICIAL

¿Cuándo se aplica?  El art. 2323 dice que "Las disposiciones de este título se aplican en toda sucesión en la que hay
más de un heredero, desde la muerte del causante hasta la partición, si no hay administrador designado".

ACTOS DE ADMINISTRACION: pueden presentarse situaciones en los que hay que realizar determinados actos de los
bienes integrantes del acervo hereditario, previstos en los arts. 2324 al 2327 del ccycn.

Se distinguen dos tipos de actos de administración: ordinaria y extraordinaria:

i) Actos de administración ordinaria:

- Actos conservatorios y medidas urgentes . Respecto de estos, el art. 2324 concede facultades a cualquier de los
herederos para su realización, dado que es lógico que cualquiera de ellos pueda llevar válidamente adelante el acto
para conservarlo por su naturalidad. Asimismo, si es necesario para su realización, puede utilice fondos del sucesorio
que se encuentran en su poder. En caso de necesitar fondos para realizarlo y no existan estos en la masa indivisa, el
heredero podría exigir a los demás coherederos que contribuyan al pago de los gastos que resulten necesario, esto
supone un acuerdo al menos tácito para la realización del acto, salvo para el gasto de conservación urgente ya
realizado.

ii) Actos de administración extraordinaria.

- Actos de administración que exceden de la mera conservación y los actos de disposición : En tal sentido, el art.
2325 ccycn indica que los actos de administración y de disposición requieren el consentimiento de todos los
coherederos, quienes pueden dar a uno o varios de ellos, o bien a terceros un mandato general de administración, se
exige la unanimidad. Basta con que alguno se niegue para que dicho acto no pueda realizarse.

Se juzgó que la venta del 50% indiviso de un inmueble ganancial efectuada por el cónyuge supérstite con anterioridad
a la apertura de la sucesión de su esposa es nula, si no contó con el asentimiento de los restantes herederos de la
causante.

Por otra parte, se juzgó que, si bien la oposición de uno de los herederos a la venta del bien resulta suficiente para
obstar a la petición, la jurisprudencia ha indicado que esa oposición debe ser expuesta de manera expresa y clara en el
marco del proceso, dando las razones, sean económicas o afectivas, por las cuales se asume la posición, para permitir
al judicante ponderar su razonabilidad.

NECESIDAD DE FACULTADES EXPRESAS

El 2° párrafo del art. 2325 ccycn establece que son necesarias facultades expresas para todo acto que excede la
explotación normal de los bienes indivisos y para la contratación y renovación de locaciones no basta con un
mandato general, sino que se requieren facultades expresas.

Ante la duda, quien pretende realizarlo tendrá que acudir a la vía judicial, evitando que, con posterioridad, sea
cuestionado su accionar.

MANDATO TÁCTICO: estaremos en presencia de un mandato tácito cuando un heredero ejerza el cargo de
administrador sin haber sido designado formalmente por los demás coherederos, actuando con el conocimiento por
parte de estos, sin recibir oposición alguna. Así lo establece el último párrafo del art. 2325 ccycn "Si uno de los
coherederos toma a su cargo la administración con conocimiento de los otros y sin oposición de ellos, se considera que
hay un mandato tácito para los actos de administración que no requieren facultades expresas en los términos del párrafo
anterior".

Se dijo que la pretensión de designar administrador provisional de una sucesión en la cual los herederos son mayores,
capaces y no se denuncian conflictos entre ellos debe rechazarse si bien existiría la necesidad de tramitar pedidos de
regulación de honorarios en expedientes en los que el causante había prestado servicios profesionales, para ello los
peticionarios pueden actuar de modo conjunto u otorgar mandato a uno de ellos o a un tercero.

AUSENCIA O IMPEDIMENTO DEL HEREDERO

Conforme el art. 2326 ccycn, los actos otorgados por un coheredero en representación de otro que está ausente, o
impedido transitoriamente, se rigen por las normas de la gestión de negocios, los realizará como gestor.

Tratándose de un "ausente", comprende tanto a la ausencia simple, como a la presunción de fallecimiento. En caso de
haberse designado un curador a los bienes (arts. 79 y 88 Cód. Civ. y Com.) habrá de ser este quien asuma la
administración de los que correspondan a su curador ausente.

El término "impedido transitoriamente" deja abierta a situaciones concretas, que deberá analizar y valorar el juzgador;
y se regirá por la gestión de negocios. Según el art. 1781 ccycn, habrá gestión de negocios cuando una persona asume
la gestión de un negocio ajeno por un motivo razonable. En cambio, el art. 2326, que estamos tratando, solamente
contempla las hipótesis de ausencia o impedimento transitorio. La pregunta es con respecto a que si en otras
circunstancias sería aplicable dicha gestión en materia de administración sucesoria.

SOLARI dice que coincidimos con aquella doctrina que admite que la gestión de negocios quedará subsumida, siempre
que haya motivos razonables y no solamente por ausencia o impedimento.

MEDIDAS URGENTES:

El 1° párrafo del art. 2327 ccycn expresa que aún antes de la apertura del proceso judicial sucesorio, a pedido de un
coheredero, el juez puede ordenar todas las medidas urgentes que requiere el interés común, entre ellas, autorizar el
ejercicio de derechos derivados de títulos valores, acciones o cuotas societarias, la percepción de fondos indivisos, o el
otorgamiento de actos para los cuales es necesario el consentimiento de los demás sucesores, si la negativa de estos
pone en peligro el interés común.

Sabemos que desde el momento de la muerte del causante, se produce la transmisión sucesoria. Por lo tanto, aquellos
que tienen un llamamiento hecho por ley o por testamento, a dicha sucesión, adquieren el derecho a la transmisión a
partir del fallecimiento del causante. Por eso, podrán ejercer los derechos y acciones que estime pertinente en
protección de los bienes y derechos hereditarios. De ahí surge que, aun antes de abrirse el proceso sucesorio,
cualquier heredero podrá ejercer medidas cautelares relacionadas con el contenido de la sucesión que se le ha
deferido.

En ese sentido, a pedido de parte, el juez deberá evaluar y hacer lugar, si corresponde, de las medidas urgentes que
resulten pertinentes en el caso concreto.

FACULTADES DEL JUEZ:

El 2° del art. 2327 ccycn dice que, asimismo, puede designar un administrador provisorio, prohibir el desplazamiento
de cosas muebles, y atribuir a uno u otro de los coherederos el uso personal de estas. Se puede designar un
administrador provisorio de inmediato, sin perjuicio de que luego sea designado el administrador de la herencia en
cumplimiento de las formas y requisitos legales. Se contempla, asimismo, la posibilidad de que el juez pueda prohibir el
desplazamiento de cosas muebles, dado que durante el estado de indivisión algún heredero podría solicitar dicha
medida para garantizar la seguridad y protección del mismo.

Finalmente, se enuncia como medida urgente que el juez, a pedido de las partes por no existir acuerdo entre ellos,
atribuya el uso de bienes integrantes del acervo hereditario a algún coheredero, durante el estado de indivisión
hereditaria. Se produce, de hecho, cuando los herederos no se ponen de acuerdo y se plantea judicialmente dicha
petición, lo que presupone un conflicto en tal sentido.

USO Y GOCE DE LOS BIENES:

i) Uso de un bien por algún coheredero . El 1° párrafo del art. 2328 ccycn dice que el heredero puede usar y
disfrutar de la cosa indivisa conforme a su destino, en la medida compatible con el derecho de los otros copartícipes.
Si no hay acuerdo entre los interesados, el ejercicio de este derecho debe ser regulado, de manera provisional, por el
juez"

ii) Derecho a solicitar una contraprestación por el uso . Cualquier coheredero tiene derecho a exigir una
contraprestación por el uso y goce de un bien efectuado por otro coheredero, durante el estado de indivisión
hereditaria—> Cada comunero es titular de una porción ideal de la masa indivisa y no de un bien hereditario en
particular (lo será luego de la partición). De ahí que cada bien sea "parcialmente ajeno" y que por lo tanto su
utilización exclusiva, sin pagar canon alguno, implicaría un enriquecimiento sin causa.

a. Régimen anterior. En el sistema del Cód. Civil originario no existía una previsión específica en el derecho sucesorio,
acerca de si el coheredero que estaba usando y gozando de un bien integrante del acervo hereditario, debía pagar o
no una contraprestación a los demás coherederos, por dicho uso y goce exclusivo. Por ello, a falta de previsión expresa,
la jurisprudencia reconoció el derecho a los demás coherederos para solicitar la fijación de un canon locativo respecto
del coheredero que estaba en el uso y goce del mismo. El derecho de los coherederos a solicitar una contraprestación
era pacífico y no admitía discusión, desde el punto de vista jurisprudencial.

A su vez, la jurisprudencia había establecido que mientras ningún coheredero solicitara dicha contraprestación, debía
presumirse la gratuidad del uso y goce del bien por parte del heredero que estaba en el mismo. Esta presunción de
gratuidad cesaba a partir de que un coheredero pedía expresamente una contraprestación.

¿De qué manera debía hacerse el pedido de la contraprestación para que cesara la presunción de gratuidad y comience a
tener el derecho a un canon locativo por el uso del inmueble?

- Un primer criterio, entendía que el pedido debía hacerse necesariamente por vía judicial.
- Otra postura, se había pronunciado a partir del momento en que se cerró la mediación previa obligatoria.
- Para nosotros, no era necesario recurrir al pedido judicial, bastando cualquier medio extrajudicial, siempre que
fuere fehaciente.

b. Régimen actual. El nuevo ccycn. contempla el derecho a pedir una contraprestación por el uso y goce exclusivo
por parte de uno de los coherederos.

En efecto, el 2° párrafo del art. 2328 ccycn establece que el copartícipe que usa privativamente de la cosa indivisa está
obligado, excepto pacto en contrario, a satisfacer una indemnización, desde que le es requerida.

Si los herederos no hubieren convenido o acordado al respecto, en principio, el uso y goce de un bien integrante del
acervo hereditario se presume gratuito, interpretando la ley que los demás coherederos consienten en el respectivo
uso y goce del bien.

Ahora bien, a partir del momento de la muerte del causante, cualquier heredero podría exigir el pago de un canon
locativo por el uso exclusivo del bien por uno de los coherederos, debiendo manifestarlo expresamente en tal sentido .
A partir de dicho momento, comienza a correr el derecho a recibir una contraprestación, una "indemnización”.

La contraprestación lo será en la medida y proporción de cada uno de los coherederos, descontándose la parte que el
ocupante del bien tiene en su respectiva porción indivisa.

La solicitud puede ser judicial o extrajudicialmente puesto a que la ley no establece una forma determinada para
manifestar dicha voluntad, con lo que puede serlo de cualquier forma, bastando que la misma sea fehaciente.

POSIBILIDAD DE PACTAR EL USO Y GOCE


Tal como se consigna en el 2° párrafo del art. 2328 ccycn, existe la posibilidad de que los coherederos pacten el uso y
goce de los bienes integrantes del acervo hereditario ninguna duda habría de que rige el pacto entre los coherederos,
no presentándose las cuestiones de presunción de gratuidad y onerosidad antes descripta.

En el ámbito del ejercicio de la voluntad de los coherederos, quedan comprendidas tanto la cuestión de pactar la
gratuidad como la onerosidad por el uso y goce del bien por uno de ellos. Dicho pacto debe celebrarse por
unanimidad, pues habiendo algún heredero que no acepte las condiciones y términos del convenio, no sería aplicable el
pacto en este sentido.

PAUTAS:

Con respecto a las pautas, dependerá de las particulares circunstancias del caso.

En tal sentido, se resolvió que, a los fines de determinar el monto fijado como canon locativo por el uso de un
inmueble del acervo hereditario, se deben seguir las pautas para determinar la aptitud locativa de haber podido
disponer la vivienda los restantes herederos. Dentro de dichas pautas el juez tiene amplia libertad para ponderar el
dictamen que hubieran elaborado los peritos sobre el valor locativo del inmueble, ya que no tiene fuerza vinculante,
teniendo en cuenta, asimismo, las vicisitudes del mercado y el tiempo transcurrido, entre otras circunstancias.

Respecto del valor del bien, se ha determinado que era improcedente la pretensión de los accionantes de que se tome
en cuenta el valor otorgado a tal bien en el juicio sucesorio y no el que fuera fijado en el dictamen del perito tasador,
en tanto este último se encuentra fundado razonablemente en principios y procedimientos técnicos, y resulta
congruente con el resto de la prueba rendida. Por lo que, en lo atinente al valor fijado, quedará librado a la apreciación
judicial, según las particularidades de cada caso.

DESEMBOLSOS POR GASTOS DE CONSERVACIÓN Y MEJORAS REALIZADAS

El heredero que reclamó el pago de conservación del bien, no ha logrado acreditar debidamente la realización de
desembolsos en concepto de reparaciones, pues, toda la documental aportada fue desconocida por la contraparte y en
apoyo de esas constancias no se impulsaron medios probatorios hábiles para acreditar los gastos alegados, por lo que,
sin negar el derecho al reembolso, en la especie, se entendió que la misma no había sido probada.

Desde otra perspectiva, se ha decidido que si bien es compartible la presunción de que quien ocupa un bien lo hace en
forma gratuita hasta que su coheredero reclama el pago, sin embargo, parece menos justificable que esa gratuidad se
extienda a considerar que los gastos ordinarios de impuestos, tasas y reparaciones tengan derecho a ser reclamados
por quien se aprovechó del uso gratuito que su coheredero le consintió. Parece violar elementales normas de sentido
común que el hermano que ocupó el bien gratuitamente frente al silencio de su hermano pueda reclamarle luego el
pago de diez años de expensas comunes, impuestos y tasas del bien que ocupó, y, como la ley dice que la
indemnización se debe desde que se reclama, pero nada dice respecto de los gastos ordinarios de manutención de la
cosa común, no debiera permitirse dicho reclamo y quien usó en forma exclusiva de la cosa común debe soportar los
gastos de manutención de ella, salvo reparaciones extraordinarias.

FRUTOS:

 Principio general: los frutos acrecen para todos los herederos, de conformidad a la proporción que cada uno de
ellos tuviere en su respectivo llamamiento.

 Excepción: si existe una partición provisional, entonces, los frutos ya no serán proporcionales, sino que
corresponderá a quien se hubiere otorgado dicha partición provisional.

En ese sentido, el art. 2329 ccycn expresa que los frutos de los bienes indivisos acrecen a la indivisión, excepto que
medie partición provisional. Cada uno de los herederos tiene derecho a los beneficios y soporta las pérdidas
proporcionalmente a su parte en la indivisión.

Cabe aquí la pregunta si para que opere la excepción, se requiere la partición provisional de los bienes de la herencia,
es decir, convenir sobre el uso y goce de los mismos, o si se trata de la partición provisional de los frutos, en particular.
Estimamos que la disposición refiere a la primera de las cuestiones enunciadas.

Sin embargo, los coherederos, al hacer la partición provisional del uso y goce, podrían pactar expresamente que los
frutos pertenezcan a todos los herederos, o a determinados herederos, siendo perfectamente válida tal posibilidad.

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