Nombre: Anthony Jiménez

Fecha: 02/07/2020

Carrera: Artes musicales

Semestre: 2do

Resumen páginas 1-8

El tema de la investigación en el campo de las artes llega a convertirse en un serio

debate acerca de lo que se considera investigación y las formas de lograrlo. En este caso,
el tema se centra en las definiciones así como las semejanzas de este campo con el resto
de disciplinas en las que normalmente se desarrolla actividades investigativas dentro de
los centros de estudios superiores (llámese grado, posgrado o doctorado). A partir de ello
se han despertado diversas discusiones sobre si debe “academizarse” la práctica
investigativa en las carreras artísticas de formación profesional, o si debe mantenerse el
trabajo como hasta ahora basado en la praxis de los artistas como corpus académico.

Sin embargo, el debate se centra principalmente en las artes plásticas y escénicas,

mientras que en el resto de disciplinas apenas si se ha abierto esta brecha, siendo la más
reciente en el campo musical con el fin de emprender estudios doctorales de tercer ciclo.
De todas maneras, los más acérrimos se encuentran en la posición de que las artes y su
práctica diaria ya corresponden a procesos de investigación, presentando así sus
productos finales como manuales que ayuden a los aprendices a emprender en este
ejercicio recientemente incorporado en las academias. De hecho, se resisten a adaptarse
a lo que se realiza en los centros universitarios con el argumento de no querer burocratizar
los métodos de trabajo de quienes incurren en artes, pues mancharía la praxis de las
academias para poder estar a la par del status social que culturalmente se confiere a la
academia.

A partir de dichas ideas, diversos países europeos han empezado a abrir un camino que
permita que estas dos partes confluyan de manera armónica. Es así que en Reino Unido,
después de otorgar a las escuelas politécnicas el status de universidades, las escuelas de
arte perciben financiación pública para realizar investigación. En Australia sucede algo
parecido, y en la región escandinava varios programas ahora reciben fondos públicos para
emprender trabajos académicos que permitan “legitimizar” su existencia. Después de
todo, durante las últimas dos décadas las dimensiones teóricas y filosóficas de las artes
han estado más relacionadas al a creación de políticas públicas que permitan acercarlas
más a la investigación en los ámbitos visuales y de diseño.