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Lesión Económica
Lesión Económica
En este sentido, debemos tener en cuenta lo que señala Díez-Picazo: "para analizar
cualquier institución o herramienta del derecho patrimonial, debemos referenciar el
orden o sistema económico que impera, lo que nosotros denominamos marco
económico de los actos jurídicos patrimoniales".
De allí, entonces, que consideró abstractamente que los dos sujetos del acto jurídico
poseían esa igualdad y libertad, generadoras del mismo poder de negociación; sublimó
así la autonomía de la voluntad.
Con esta base ideológica el CÓD. CIVIL marcaba tajante rechazo, pues afectaba la
seguridad jurídica.
Todas estas cuestiones fueron madurándose hasta que al inicio de la década de los
sesenta el III Congreso Nacional de Derecho Civil, celebrado en Córdoba, sentó las
bases para la futura reforma del Código Civil, especialmente en materia de lesión
subjetiva.
En 1968, la reformulación del Código Civil instauró un proyecto de vida contractual
distinta, la modificación e incorporación de unas pocas normas, dio un viraje total en la
filosofía del contrato, ahora tenía una teleología distinta; existía una razón social que
excedía a la meramente individual.
El art. 954, en su párr. 29 conocido como de la lesión subjetiva para unos, y para otros
como la subjetiva-objetiva, significó algo más importante, la introducción de dos
principios generales para el derecho argentino:
Lo que se trata de evitar es que tal desplazamiento conlleve una explotación, lo que no
ocurre cuando por una causa real -verbigracia donación- se justifica el desplazamiento.
si bien los actos jurídicos en la economía capitalista son por esencia una herramienta de
ventajas patrimoniales, ellas deben guardar una necesaria conexidad con los
sacrificios y la realidad económica circundante, que le sirve de marco y esto opera
como principio general. De allí que toda situación de desproporción -juzgada a la luz de
una evaluación económico-patrimonial-, permite señalar que dicho contrato no cumple
su función teleológica o razón social, para el cual ha sido dispuesto por la comunidad;
salvo una causación real en el iter volitivo.
ELEMENTO SUBJETIVO
Debe existir conexidad causal entre la situación de uno y otro contratante, lo que Cossio
denominaba "causalidad volitiva intersubjetiva”. Esta conexidad tiene una ligazón
muy profunda con otro elemento del contrato: causa motivo o motivo determinante.
Esta situación volitiva compleja implica en un sujeto del acto jurídico una
situación de necesidad (derivada de las más diversas causas: económicas,
culturales, etc.) o de ligereza (es decir, afectan la aptitud de razonar en concreto
o intención, implica un debilitamiento que no alcanza a la demencia, ni a la
inhabilitación; es concretamente un estado psicopático intermedio) y la
inexperiencia.
B. En el otro extremo, nos hallamos con el acto jurídico que advierte esta situación
y que produce un aprovechamiento pasivo. Lo concreto es que, debe existir esa
conexidad causal en el iter volitivo, que nos coloca frente a un sujeto explotador
y a un sujeto explotado.
ART.332:
¿Cuál es la finalidad?
Se presume, excepto prueba en contrario, que existe tal explotación en caso de notable
desproporción de las prestaciones.
La legitimación activa
El afectado tiene opción para demandar la nulidad o un reajuste equitativo del convenio,
pero la primera de estas acciones se debe transformar en acción de reajuste si éste es
ofrecido por el demandado al contestar la demanda. Sólo el lesionado o sus herederos
pueden ejercer la acción.
Sin embargo, pensamos que debe darse una interpretación más amplia; así, por ejemplo,
el curador o administrador están habilitados cuando la incapacidad o la inhabilitación
haya sido dictada dentro del plazo prescriptivo de la acción, pues se ejerce por el
representado.
Una mayor polémica se ha suscitado aun sobre la posibilidad de ejercicio por terceros,
especialmente los acreedores. Puede ser intentada cuando del acto devenga una
situación de insolvencia, e incluso nosotros vamos más allá, pues sostenemos que puede
ser intentada por, el síndico en la quiebra; su fundamento está en que la acción no es
personalísima sino, al contrario, un remedio para la recomposición del patrimonio del
insolvente y en esto coincide con la finalidad de la acción oblicua.
LEGITIMACIÓN PASIVA
Ella será ejercida contra el explotador, sus herederos y terceros cuando la ventaja
patrimonial obtenida se refleje en el patrimonio de este.
PRUEBA Y PRESUNCIONES
OBJETIVO/ FINALIDAD
1. la NULIDAD.
Operará en su efecto como situación similar a los vicios de la voluntad.
Sin embargo, la norma prevé que, aun cuando el legitimado activo plantee la
nulidad, si el demandado o tercero ofrece una mejora equitativa la acción se
convertirá en reajuste.
En este caso se aplica el principio de conservación de los actos.
El vicio es estructural y no genérico.
PRESCRIPCIÓN
La norma reduce la prescripción general de 5 (cinco) años para accionar (art. 2560,
CCyCN) y al ser una prescripción especial conforme al art. 2562, el pedido de
declaración de nulidad relativa y de revisión de actos jurídicos es de dos años.