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DERECHO DE OBLIGACIONES

Tarea Académica 1

Trabajo que como parte del curso de Derecho de Obligaciones presentan los
discentes:

1. Alayo Alcántara, Mylian Florlila Cód. U21214790 (T-)


2. Aguilar Huaman, Christian Jair Cód. U21216758 (T-)
3. Muñoz Estrada, Ana Belen Cód. U21210091
4. Ruiz Sernaque, Dayna Antonella Cód. U21202310
5. Roman Godoy, Karla Mercedes Cód. U21226510

Docente: Cueva Ruesta, Wilmer Cesar Enrique

Chiclayo, 27 de septiembre de 2022


El enriquecimiento sin causa y su debida interpretación en la legislación peruana

El enriquecimiento sin causa, conforme a nuestra legislación a lo largo del tiempo ha


ido cambiando pues, en el CC de 1936 se le toma a modo de restitución en lugar de
indemnización, tal como se aprecia en nuestro CC vigente hasta la actualidad. Y es este
segundo, el cual tomamos como punto en el presente trabajo, ya que está regulado en el
artículo 1954° del Código Civil peruano, en donde se aprecia explícitamente que, aquel que
se enriquece indebidamente a expensas de alguien más, está obligado a indemnizar.

Una característica del enriquecimiento sin causa es que suele confundir a la


indemnización con el término de resarcimiento, pues este primero suele abarcar diferentes
terminologías. Por ende, en este aspecto, el tema que se analizará en este trabajo es El
enriquecimiento sin causa y su debida interpretación en la legislación peruana

Por ello, la investigación tiene como principal objetivo resaltar las posturas de dos
distintos escritores quienes brindan interesantes puntos de vista acerca de la pregunta de
investigación que nos trazamos: ¿Cuál es la figura jurídica adecuada para que el
empobrecido efectúe una debida recuperación de su patrimonio o bienes perdidos
según la casación N° 4758-2015 LIMA?. Para poder responder la interrogante planteada
primero se dará unos breves conceptos acerca del tema a tratar, es decir, se abordará
definiciones de indemnización y resarcimiento.

En primer lugar, es evidente que el término a definir en el trabajo es enriquecimiento


sin causa, la misma que vendría a definirse como la circunstancia en la que un sujeto gana a
expensas de otro sin que exista una causa subyacente que permita tal desequilibrio
patrimonial, dando lugar a la necesidad de devolver la riqueza adquirida. (Lopez, 2018)

Como se puede evidenciar, el enriquecimiento sin causa es típicamente una categoría


que ha sido aceptada por las normas peruanas. Como resultado, tenemos el artículo 1954°
del Código Civil, el cual instituye que “cualquiera que se enriquezca injustamente a costa de
otro, indemnizará a ese otro” (Lopez, 2018).

Al respecto, se estableció una institución legal llamada Ley de Enriquecimiento sin


Causa para abordar la propiedad dañada injustamente. Cualquier pérdida económica debe ir
acompañada del correspondiente aumento de riqueza en un sujeto diferente ya que no
representa la extinción de un fenómeno sino su transferencia (Cely, 2017).
Así tenemos que el enriquecimiento sin causa debe revisar los siguientes elementos,
a saber. Como primer elemento, encontramos al enriquecimiento de una de las partes
(Demandado) pues Lasarte (1996) nos dice que la idea de iluminación puede referirse a
cualquier acción o evento que aumente la riqueza del enriquecido (la entidad) o el valor de
sus activos.

Como segundo elemento, tenemos al empobrecimiento del acto perjudicado. Por ello,
Coca (2020) alega que el empobrecimiento es la pérdida de la procedencia de haber prestado
un servicio remunerado como resultado del enriquecimiento de otra persona.

Como tercer elemento, encontramos a la conexión perfecta o relación causal entre la


riqueza y la pobreza, al respecto Lopez (2018) nos comenta que, la causalidad debe
entenderse como la conexión o el vínculo entre riqueza y pobreza, es decir, la pobreza es el
resultado de las actividades de enriquecimiento de un individuo.

Como último elemento, tenemos a la falta de causa. Por ello, Lopez (2018) comenta
que se entiende por ausencia de causa la ausencia de cualquier conexión obligatoria o jurídica
que legitime el desequilibrio de bienes entre las partes intervinientes. Como ejemplo de esta
figura, tenemos a la donación .

La combinación de estos elementos da lugar a la categoría de "enriquecimiento sin


causa", que al mismo tiempo exige la devolución de todo lo que se ha enriquecido
injustamente.

Como pudiera parecer obvio, el principio de equidad es lo que mueve esta categoría
y le da contenido. (Lopez, 2018)

Dicho de otro modo, para evitar el enriquecimiento injusto, la atribución patrimonial


debe tener una razón o justificación. Y como todos sabemos, dado que el objetivo de la ley
es defender la justicia, el enriquecimiento injusto se interpone en el camino de este objetivo,
entonces la ley debe proporcionar alguna acción o remedio para poner fin a esta injusticia.
(Coca, 2020)

Asimismo, otro término fundamental a definir para el desarrollo de este trabajo académico
es el de indemnización, pues se define como aquella compensación económica predestinada
a reparar, asegurando la indemnización del afectado (expropiación) de un bien o un derecho,
por un perjuicio provocado por un tercero o por un gesto que ha incurrido por razón ajena a
su voluntad. (Diccionario Panhispánico del Español Jurídico, s.f., definición 1)

Por último,nos corresponde tener en cuenta el concepto sobre resarcimiento, pues


esta se define como la acción que asume una persona con el fin de compensar. Por ende, esta
persona se encuentra en desventaja, puesto que anteriormente ocasionó un daño, siempre y
cuando se demuestre la presencia de todos los elementos de la responsabilidad civil (Beltran,
2010).

Como ha quedado demostrado, el enriquecimiento sin causa involucra diferentes


términos, tales como la indemnización y el resarcimiento, y esto es, debido a la evolución
que ha tenido a lo largo de la historia jurídica. Tal es así, que, en el Perú, para poder referirnos
propiamente al enriquecimiento sin causa es necesario mencionar específicamente. En
primer lugar, el Código Civil Peruano de 1936, es decir, el predecesor al actual, se estipulaba
la acción del enriquecimiento sin causa en el artículo 1149, del enriquecimiento sin causa en
el artículo 1149, en el cual se menciona: Aquel que se enriquece de forma indebida a
expensas de otro, este encontrará obligado restituir.

Como podemos ver la normativa no cambió mucho, y en ese poco porcentaje


que cambió encontramos a la indemnización tal y como la conocemos ahora como
consecuencia al supuesto señalado. Además, el enriquecimiento sin causa establecido en el
artículo 1954 conforme al Código Civil de 1984, presenta una característica primordial, esta
es el principio tuitivo de equidad en la que se desarrolla. Por ello, el Proyecto de la Comisión
Revisora para el Código vigente estableció el antecedente del precepto estipulado en el
artículo 1954 como hoy lo observamos, pero, esto no sucedió con el Proyecto presentado por
la Comisión Reformadora de 1981, que planteó la siguiente propuesta normativa para efectos
del enriquecimiento sin causa:

Cuando en una persona recae un provecho económicamente evaluable sin causa


legítima, en perjuicio de otra persona, la última tiene derecho a una acción contra la primera,
para la indemnización correspondiente. Se requiere que entre los respectivos provecho y
perjuicio haya una conexión originaria

Al respecto, Quispe (2018) nos comenta que en el proyecto de 1981 se identifica a la


indemnización como resultado del enriquecimiento injustificado, se debe observar que esta
redacción señala taxativamente que dicho enriquecimiento sin causa legítima es en perjuicio
de una determinado sujeto, planteando así el juicio de imputabilidad y responsabilidad a una
determinada persona, empero, el resultado sería contradictoria, porque recaería en sí en otro
tipo de tutela [resarcitoria] que no es la indemnizatoria. Es por esto que el proyecto de la
Comisión Reformadora de 1981. No fue establecido (p. 29).

Esta investigación se justifica totalmente, y en la actualidad, goza de gran relevancia,


ya que, día a día, en las relaciones entre las personas, se evidencia que son sujetos de
desempeñar varias actividades. Es por esto que cualquier relación económica o social,
posee como fuente principal la satisfacción de las necesidades. Sin embargo, estas no se
pueden satisfacer inmediatamente y directamente por lo preestablecido en un ordenamiento
jurídico, por ello, es en estos supuestos donde da comienzo a una obligación de devolución,
aparece el enriquecimiento sin causa. Asimismo, nuestra problemática se centra en que el
sistema peruano debiera iniciar una diferenciación clara y precisa entre indemnización y
resarcimiento, pues son conceptos con alcances totalmente diferentes.

Por lo tanto, desde el punto de vista académico, este tema ha captado nuestro
completo interés debido a que nuestra jurisprudencia se confunde a la indemnización y al
resarcimiento bajo conceptos equivocados que sacan de su naturaleza a las instituciones
jurídicas. También, porque mediante el estudio de este tema podremos por fin aclarar esta
controversia de la mano con juristas expertos en la materia.

Para dilucidar la interrogante del tema, se ha consultado a dos autores diferentes. En


primer lugar a Gastón Fernandez Cruz quien es Abogado graduado en la Facultad de
Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (1985). Magister en Derecho Civil
con estudios en la Escuela de Graduados de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Presidente del Grupo de Trabajo encargado de la revisión y mejora del Código Civil peruano,
según nombramiento efectuado por Resolución Ministerial N° 0300-2016-JUS. En segundo
lugar , Hector Campos abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Magíster en
Derecho con mención en Derecho Civil y Comercial por la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos. Además, ha sido Secretario Técnico del Grupo de Trabajo encargado de revisar
y formular mejoras al Código Civil, nombrado por el Ministerio de Justicia. Integrante de la
delegación peruana en el Grupo para la Armonización del Derecho en América Latina
(Gadal).
La primera postura que encontramos conforme a la doctrina, se entiende que al
concepto de indemnización y resarcimiento deben ser tratados de igual manera, puesto que
se consideran idénticos, ya que los artículos 1970, 1321, 1969, etc) no establecen distinción
alguna entre esos términos, es decir, no menciona en que supuestos operan cada uno de
ellos.

Por ello, Gastón Fernández, nos comenta que la indemnización en la legislación


peruana se considera sinónimo de resarcimiento. Pero esto vendría a ser lo contrario, ya que
tomando en cuenta los datos actuales del Código Civil Peruano de 1984, se considera que la
indemnización posee carácter general y varios significados. Asimismo el autor permite ir
más allá de los conceptos legislados a los largo del tiempo, este sería el caso del
enriquecimiento sin causa, donde el mismo Código civil no distingue la incorrecta utilización
que se le da a la indemnización en la tutela restitutoria. Es así como solamente confiar en los
conceptos legislativos apoyados en la costumbre produce confusión, yendo en contra de las
instituciones jurídicas (2015, pp. 402-403)

La segunda postura, recae en Héctor Campos, que nos comparte las diferencias entre
el resarcimiento y la indemnización. Por ello, para este autor las diferencias son:

- Estándar funcional: La indemnización actúa como "reequilibradora o reintegradora" del


patrimonio al impedir o reducir el crecimiento injustificado de un patrimonio con
respecto a otro, sin otro fin que el de la compensación general. Mientras que la
compensación tiene un doble propósito. El primero tiene por objeto reconstituir (o
restituir) el patrimonio del lesionado desde el punto de vista del agente generador del
daño. La segunda es desde el punto de vista del perjudicado, en términos generales, el
restablecimiento de una situación dañada, por equivalente o en forma particular, esto es,
volver al estado anterior que existía antes del daño, o cumplir una función compensatoria
( Campos, 2019 )

- Criterio estructural: La indemnización se otorga con base únicamente en el hecho de


que se anotó específicamente en el instrumento legal que rige. Como resultado, no se
presta atención a los componentes de la responsabilidad civil porque, incluso sin ellos,
la responsabilidad seguirá asignándose de manera idéntica sin el uso de ningún tipo de
juicio de responsabilidad. Por otra parte, el resarcimiento emplea diferentes
razonamientos para su curso de acción, los mismos que se consideran en el juicio de
responsabilidad (Campos, 2019, p.3).

-Criterio consecuencial: La indemnización siempre se brinda en forma de compensación


monetaria, mientras que la restitución puede hacerse en forma de equivalentes o de
manera específica dependiendo de la materialidad del caso específico y la utilidad
comprometida. Además, para el cálculo de la indemnización se renuncia a la necesidad
del carácter abusivo del perjuicio y de los criterios utilizados para determinar su cuantía.
De esta forma, la indemnización no tiene en cuenta la magnitud del daño, que
generalmente sería menor si se produjera este último. En cambio, el monto de la
respuesta debe reflejar la verdadera magnitud del daño indebido, que puede ser de
carácter patrimonial o no patrimonial. Aquí demostramos la función de semejanza de la
responsabilidad civil, que exige que el daño causado sea igual al total de la restitución
(Campos, 2019).

Ahora bien, hemos creído conveniente rescatar una jurisprudencia acorde con el tema
que viene siendo abordado en el presente estudio: CASACIÓN N° 4758-2015 LIMA, antes
de entrar a su análisis, tenemos que rescatar brevemente el hecho principal: recurso de
casación que fue interpuesto por la demandante María Rosa Boulangger Pacherres de
Arrieta, se demanda indemnización a fin que el órgano jurisdiccional disponga que la
demandada Leny del Águila Macedo cumpla con efectuar el pago de cincuenta y siete mil
quinientos cuarenta y nueve dólares americanos a favor de la demandante, más intereses
legales, costas y costos; siendo los fundamentos de la demanda lo siguiente: Con fecha
veinticuatro de marzo de mil novecientos setenta y tres se unió en matrimonio con Luis
Ricardo Arrieta Adrianzen, situándose así dentro del régimen de la sociedad de gananciales
pues no hubo disolución del vínculo matrimonial, menos liquidación de la sociedad de
gananciales. Por lo tanto, todos los bienes adquiridos dentro del matrimonio le corresponden
a la sociedad conyugal. Además, se precisa que durante los años mil novecientos noventa y
nueve, dos mil y dos mil uno su esposo “alquila el inmueble ubicado la avenida Cesar
Canevaro N° 1318 del distrito de Lince, pagando una merced conductiva mensual de US$
250.00 dólares americanos el mismo que se encuentra plenamente acreditado con diecinueve
recibos originales (…) que ascienden a la suma de US$ 7,250.00 por alquiler, el mismo que
genera gastos para mi esposo como: pago de Luz del Sur, telefonía fija, agua, cable mágico
y CMR-Falabella, ocasionando un gasto total de US$ 5,767.66 Dólares Americanos”. Por
otro lado, su cónyuge desde hace años mantuvo una conducta evasiva al cumplimiento de
los gastos propios del hogar a tal punto que sus hijos dejaron la Universidad porque su
cónyuge había contraído deudas, para finalmente, perder su trabajo en el Banco Continental.

Asimismo, es evidente que existe un enriquecimiento sin causa agregando que todos
los gastos fueron de solvencia por parte del esposo con dinero de la sociedad conyugal,
proveniente de las remuneraciones que este percibía del Banco Continental. El Juez por los
fundamentos presentados de la demandante emite sentencia declarando FUNDADA en parte
la demanda interpuesta por María Boulangger Pacherres de Arrieta, sobre enriquecimiento
sin causa en contra de Leny del Águila Macedo. En segundo lugar, la pareja tenía una
sociedad de gananciales, sin embargo, la demandada se enriquece indebidamente de un
patrimonio que no le correspondía si no a ambos cónyuges, en estos casos según art.1954
del Código Civil corresponde una indemnización o como es mencionado en la sentencia una
restitución.

A partir de lo desarrollado en los párrafos anteriores, más allá de diferentes posturas


por parte de juristas expertos en la materia, nos acogemos a la postura del Dr Héctor Campos
Garcia que de manera clara y concisa establece las principales características que
diferencian a la indemnización del resarcimiento, es por ello que respondiendo a nuestra
pregunta de investigación con respecto a la figura jurídica adecuada que se utiliza es la
indemnización, y teniendo como ejemplo la jurisprudencia presentada se hace evidencia de
esto, puesto que la demandada hace el petitum de una compensación económica por el
patrimonio perteneciente a la sociedad de gananciales vulnerada., mientras que el
resarcimiento es una figura legal en la cual se restituye un bien equivalente o en específico.
Sin embargo, creemos conveniente que debería existir una mayor diferenciación o análisis
en lo que respecta estas dos figuras que comúnmente se utilizan de una manera errónea, ya
que, se considera que estas dos figuras son sinónimas, es así pues que aún no existe a nivel
doctrinario una correcta aplicación entre ambas figuras jurídicas.

En síntesis, el enriquecimiento sin causa en la legislación peruana viene siendo una


institución con una gran trascendencia jurídica, sin embargo esta no ha tenido a lo largo de
la historia una adecuada interpretación pues como sabemos cuando estamos frente una
situación de enriquecimiento sin causa como consecuencia se hace presente la figura de
indemnización que muchas veces los juristas la toman como sinónimo de resarcimiento es
por ello que hemos creído conveniente dar a conocer más sobre las diferencias que existen
entre ambas llegando a la conclusión que si se debería hacer una correcta distinción e
interpretación entre ambos conceptos.
REFERENCIAS

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Perú: LEX Y IURIS.

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