La Cornada​ ​Galia Mayer Guadarrama

La obra “Un Judío común y corriente” llega a México con su propia interpretación después de su exitosa
adaptación en argentina.

Llega a México: Un Judío Común y Corriente

Adaptada como monólogo, basada en la película alemana “Ein ganz gewöhnlicher Jude”
dirigida por Oliver Hirschbiegel:
Tratando temas de identidad y tradición, esta obra pone sobre la mesa temas que nos
cuestionamos todos los Judíos no-ortodoxos (Judíos Ateos) muy seguido, siéndolo en un
lugar como México, preguntando qué implica cada una de esas circunstancias, y cómo se
siente pasar por ese dilema cotidianamente.

Ciudad de México 28/10/19

Esta puesta en escena, dirigida por los mismos

actores, Alberto Lomnitz y Enrique Singer
(alternando funciones como actor y director),
basada en la película alemana “Ein ganz
gewöhnlicher Jude”, escrita y también adaptada
al teatro por el alemán Charles Lewinsky, trata
de un actor retirado Judío que recibe una carta
que anuncia que su buen amigo Emanuel
Goldfarb ha fallecido de un cáncer de páncreas,
pero no sin antes haber dejado una obra completa
escrita por Emanuel al enterarse de su condición,
hecha solo para que nuestro personaje actuara en
ella.
Cartel de "Un Judío común y corriente", actualmente
presentándose en el Foro Lucerna.

Traducida al español por ​Lázaro Droznes, “Mexicanizada” por Daniel Goldin y

por el mismo Alberto Lomnitz, la obra continúa con nuestro personaje leyendo la obra
adjunta con la carta que se le había entregado; la obra titulada “Un Judío común y corriente
en Alemania, hoy”. Dentro de esa obra, nuestro personaje principal (el mismo Emanuel
Goldfarb) recibe una carta de un profesor de secundaria, ahí en Alemania; él le pide a
Emanuel que vaya a dar una conferencia a su clase, ya que quería que un “miembro actual de
la comunidad Judía” hablara sobre lo que era ser Judío en la actualidad Alemana.

Emanuel entonces entra en un conflicto sobre si ir o no a dar la conferencia,

abriendo temas como que un Judío nunca podrá separarse de sus raíces, el trato de la sociedad
actual hacia los Judíos, como lo viven diferentes “tipos” de Judíos y como siempre seremos
diferentes a pesar de ser tan iguales, o viceversa, siempre seremos tan iguales a pesar de ser
tan diferentes.

1
 ​Galia Mayer Guadarrama

Es una mezcla entre la obra dentro de la obra, y de cómo nuestro personaje actúa a
Emanuel y nos da su opinión sobre cosas que vienen en la misma, especialmente cosas que le
resuenan a él mismo sobre cómo se siente identificado con el personaje que esta actuando,
siendo el un Judío ateo mexicano. Menciona mucho el contraste de la intersección que
implica serlo y de qué significa identificarse y autonombrarse como uno.

Tiene una temática muy consistente

sobre cómo los sucesos históricos que han
afectado a la gente Judía han influído como un
factor innegable en el estar tan apegados a nuestra
sangre Judía, o al menos en no poder dejar de
estarlo. En sí el ser Judíos hace que nos sintamos
realmente parte de una comunidad o si más bien
hace que nos sintamos ajenos a cualquier
comunidad, o incluso ambas al mismo tiempo.

Alberto Lomnitz en escena, presentando “Un Judío

común y corriente” en el Foro Lucerna.

La puesta en escena es muy íntima, ya que al ser un monólogo, hay solo un

personaje en el cual enfocarse en el escenario: además el mismo público está internado en el
escenario, ya que la forma de las sillas del público está en herradura, lo que significa que hay
tres frentes, por lo tanto tres perspectivas desde dónde ver las cosas sucediendo en escena.
Hay un momento en el que incluso se utiliza el recurso de romper la cuarta pared y hablar con
algunas personas en el público.

Es muy interesante darse cuenta de lo universal que esta obra y este tema pueden
llegar a ser. Son temas que no son abordados muy seguido, especialmente en un lugar como
México, ya que la comunidad Judía no es muy extensa, y se reduce mucho más si no
contamos a los Judíos no-religiosos. Se puede llegar a la conclusión de que ser Judío es más
que una religión: Es una identidad, una manera de pensar y de abordar las cosas, una especie
de forma de ser y existir (incluso de resistir). De cómo el “ser Judío” no es lo único que nos
define, pero que ciertamente nunca dejará de formar parte de nuestra propia definición de
nosotros mismos y nosotras mismas.

Ser Judío es cuestionarse su propia existencia, y el terminar apropiándose de sus propias

raíces, hacer el “Ser Judío” algo suyo.
“¿Podemos realmente escapar de nuestras raíces?”

2
 ​Galia Mayer Guadarrama