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CARRERA: DERECHO

ASIGNATURA: DERECHO PENAL 2

ACTIVIDAD: PRIMER PARCIAL

“LA HISTORIA, IMPORTANCIA Y TRASCENDENCIA DE LAS LEYES


PENALES PARA LA VIDA EN SOCIEDAD”

ALUMNO: MIGUEL ANGEL GARCIA CRUZ

MATRICULA

12 DE JUNIO DEL 2022


“LA HISTORIA, IMPORTANCIA Y TRASCENDENCIA DE LAS LEYES PENALES PARA LA
VIDA EN SOCIEDAD”

INTRODUCCION.

El ser humano es sociable por naturaleza, necesita la socialización para desarrollarse


íntegramente. Pero la socialización trae consigo diferencias y problemas de toda índole.
Por medio del Derecho se tutelan y salvaguardan los bienes del hombre, valorando por
encima del interés particular, el interés general, y así ́ es como se crea la norma, y en
particular, hablando de la comisión de delitos, surge el Derecho Penal.

El conocimiento del Derecho Penal en México nos referencia al estudio de los


antecedentes históricos que dan fundamento a la carta magna de 1917, como un
parteaguas en la elaboración del constructo histórico político y social de nuestro País y
como pilar estratégico en la elaboración de la cultura jurídica de México. (2)

El Derecho penal actual para nuestra sociedad mexicana es importante un


conocimiento general en los ciudadanos, en virtud de que este regula el
comportamiento del hombre en sociedad para controlar sus acciones y proteger al
grupo social en que se desenvuelve.

El Derecho Penal es una necesidad que debe de tener toda sociedad organizada para
regular sus conductas a través de su código penal, el cual se encarga de establecer las
conductas delictivas.

En sentido objetivo el Derecho Penal, es el conjunto de normas jurídicas que regulan el


ejercicio del poder punitivo del Estado, que determinan los delitos y penas.

Actualmente las olas de criminalidad y el crecimiento de violencia en los 32 estados de


la República Mexicana, ha causado un fenómeno de indiferencia en la sociedad
mexicana y sumando la desconfianza a las instituciones encargadas de prevenir,
perseguir y sancionar los hechos que constituyen un delito, mismos que sanciona el
Derecho Penal a través del proceso acusatorio adversarial mexicano.

Estos problemas delictivos se dan por el mismo ser humano; y Amuchetegui expresa que
“El crimen nace con el hombre; cuando aún no existía un orden jurídico, ni una sociedad
organizada, el delito ya se manifestaba en su forma más rudimentaria”.

El Derecho es “…la primera manifestación del desarrollo social y organización de los


pueblos, pues a través de éste, es como el ser humano sustituye la Ley del más fuerte
en su máxima concepción en su máxima concepción individualista, por la Ley de la
comunidad, en la cual tenía mayores posibilidades de sobrevivir y por tanto de
trascender. Finalidad que alcanzo a través de garantizar mecanismos fincados en el
orden, para así garantizar la convivencia entre los propios seres humanos. Es decir, el
Derecho es un producto del desarrollo del ser humano, el cual le permite organizarse y
convivir adecuadamente dentro de una determinada sociedad…”. (SALAS, 2010).
Es importante expresar que “Por pena se entiende la ejecución real y concreta de la
punición que el Estado impone a través del órgano jurisdiccional correspondiente (juez
penal), con fundamento a la ley, al sujeto del que se ha probado su responsabilidad
penal por la comisión de un delito.

En el Derecho Penal el Estado juega un papel muy importante ya que es el que se justifica
a partir de garantizar a sus gobernados certeza y seguridad jurídica, la cual se traduce
en su forma más primigenia, como Seguridad Pública. (1)

DESARROLLO

HISTORIA

Desde que la sociedad existe como tal, desde las primeras agrupaciones humanas, el
hombre conoce el fenómeno de la criminalidad. Ésta se manifiesta en todas las
sociedades constituye uno de los aspectos constantes de la vida social, hasta el punto
de que hoy no se considera la criminalidad como un fenómeno anormal del grupo social,
sino como algo connatural a toda sociedad organizada, siendo sólo lo anormal los rusos
crecimiento o decrecimiento de las tasas de delito. Con base a ello, se han señalado
como características de fenómeno criminal su permanencia y su actualidad. (3)

Referente a un trabajo que escribió el doctor Ricardo Franco Guzmán, sobre la evolución
de la legislación penal mexicana, dictó lo siguiente: (4)

“Las leyes penales de los pueblos indígenas (aztecas, mayas, etc.), no influyeron en
absoluto en las disposiciones de la época colonial y del México independiente. Durante
el virreinato, rigieron las leyes penales de la metrópoli, aun cuando se dictaron también
ordenamientos propios para la nueva España.
El 15/09/1810 este el movimiento de independencia que se consume en 1821. A partir
de entonces, como es lógico, la principal preocupación de los legisladores consistió en
elaborar las bases constitucionales, para estructurar el estado adecuadamente.”

La legislación penal estaba satisfecha con los viejos ordenamientos, de que el problema
de los forjadores de la independencia de México estaba centrado en la visión del nuevo
estado y su conformación política. Había quienes sólo querían matizar el acto histórico
que duró 300 años coma así también estaba la discusión abierta si México fuera un país
centralista o con carácter federal. Sin un derrotero común como la historia de México
transitaría por muchas guerras. el tiempo para legislar era poco y las leyes podían durar
menos punto sobre este momento histórico Francisco De la Vega señala:

“A la consumación de la independencia entre México y España (inició el 16/09/1810, y


se consuma el 21/09/1821), era natural que el nuevo estado conservará en vigor la
legislación heredera de la colonia y que no era otra que la misma de España, con
aceptaciones propias del coloniaje. España amplió con sus colonias inclusive la nueva
España como un régimen asimilador, las considero como parte integrante del territorio
nacional; pero al mismo tiempo permitió ir dibujando su esposo de personalidad
particular en cada uno de sus virreinatos coma lo que dio por resultado del nacimiento
de normas jurídicas propias de cada uno coma de acuerdo con sus particulares
problemas.

Fue así como en el México independiente continuaron en vigor las principales leyes de
uso en España, como la novísima recopilación (1805) y las 7 partidas paréntesis apertura
1265), cuerpos legales que prácticamente eran utilizados para decidir la mayor parte de
los conflictos jurídicos, por lo que su autoridad resultó mayor que la que la misma ley
escrita les asignaba. Igualmente estaba en vigor el fuero juzgo, si bien su aplicación
práctica era nula. En cuanto a las ordenanzas de Bilbao (1737), puede decirse que era
de tan importancia que normaban toda la materia Mercantil.
En cuanto a la legislación en particular mexicana, además de la recopilación de indias
(1680), que aunque reunió normas de aplicación general a toda la América española,
contenido No obstante, prevenciones especialmente aplicables a la nueva España; y de
los autos acordados que las complementan por ser disposiciones dictadas por el Consejo
real y a las que se les concedió fuerza de ley, allí avance en vigor, como leyes especiales
de la nueva España, las ordenanzas de minería (1783) y las de intendentes (1786).

Desgraciadamente la decadencia jurídica de España se tradujo en México coma en un


grave retardo del en la labor codificadora como por lo que las leyes citadas estuvieron
en vigor prácticamente hasta el segundo tercio del siglo 19. En vano se había iniciado
vigorosamente rebosante jurídico de España y sus colonias con espléndida obra
legislativa coma el tiempo netamente liberal, De las Cortes de Cádiz (1812) y con sus
decretos subsecuentes. A pesar de ello el estancamiento de las instituciones jurídicas
fue tal que logró retrasar considerablemente, como se ha dicho, le evolución del
derecho patrio mexicano.”
El derecho penal en México para su estudio podemos dividirlo en :

EPOCA PRECORTESIANA

EPOCA COLONIAL

EPOCA INDEPENDIENTE

HISTORIA CODIGO PENAL EN EL ESTADO DE VERACRUZ 1835

DERECHO PENAL
CODIGO PENAL DE 1871

CODIGO PENAL DE 1929

CODIGO PENAL DE 1931

EPOCA PRECORTESIANA.
La época precortesiana rigió hasta antes de la llegada de Hernán Cortés como gran varias
naciones o pueblos, no existe un derecho unificado, cada pueblo instituye sus propias
reglas. El común denominador de Derecho Penal precortesiano es la severidad de las
penas coma con la constante aplicación de la pena de muerte.
El rey o cacique tener el control del derecho, era la autoridad Suprema e inapelable.
Diversos autores afirman que el derecho penal precortesiano ha sido de nula influencia
en el colonial y en el vigente. Su estudio pertenece a la ecología criminal.

DERECHO PENAL AZTECA


Los aztecas conocieron la distinción entre delitos dolosos y culposos coma las
circunstancias atenuantes y agravantes de la pena, las excluyentes de responsabilidad,
la acumulación de sanciones, la reincidencia, el indulto y la amnistía.
Las penas serán las siguientes: destierro, a penas infamantes, pérdida de la nobleza,
suspensión y destitución del empleo, esclavitud, arresto, prisión, demolición de la casa
del infractor, corporales, pecuniarias y la de muerte, siendo esta última aplicada como
incineración en vida, decapitación, estrangulación, descuartizamiento, empalamiento,
lapidación, garrote y machacamiento de la cabeza.

DERECHO PENAL MAYA


Los batas o caciques tenían a su cargo la función de juzgar y aplicaban como a penas
principales la muerte y de esclavitud; la primera se reservaba para los adúlteros,
homicidas, incendiarios, raptores y corruptores de doncellas; la segunda para los
ladrones. Si el autor del robo era un señor principal, se le lava el rostro, desde la barba
hasta la frente.
Tenemos las siguientes principales características:
• la distinción entre delitos dolosos y delitos culposos.
• el procedimiento público
• El perdón del ofendido
• La existencia de la reparación del daño
• Procedimiento sumario
• Existencia del árbitro judicial
• Inexistencia de un recurso de impugnación de las sentencias y de las resoluciones
de los jueces
• La utilización de abogados o medianeros para la resolución del conflicto.

DERECHO PENAL TARASCO


no se sabe mucho de las leyes penales de la cultura tarasca, pero se sabe de la crueldad
que tenía las penas impuestas. El adulterio ha habido con alguna mujer del soberano o
Calzontzi se castigaba no sólo con la muerte del adúltero, si no trascendía a toda su
familia; los bienes del culpable eran confiscados. Cuando un familiar del monarca llevaba
una vida escandalosa, se le mataba en Unión de su servidumbre y se le confiscaban los
bienes.

EPOCA COLONIAL
Inicia con la conquista (1521) y concluye con la guerra de independencia (1810).
Se impusieron las instituciones jurídicas españolas como las leyes de indias, las leyes de
toro, y las reformas borbónicas de finales del siglo 18, con las que se permite el
comercio.
la recopilación de las leyes de los reinos de las Indias, constituyó el cuerpo principal de
las leyes de la colonia, completado con los autos acordados, hasta Carlos tercero (1759);
a partir de este monarca, comenzó una legislación especial más sistematizada, que dio
origen a las ordenanzas de intendentes y a las de minería.
Como complemento de las leyes de indias deben ser tenidos los sumarios de las cédulas,
órdenes y provisiones reales como que se han despachado por su majestad para la
nueva España y otras partes, especialmente desde el año 1628 hasta el año de 1677.

EPOCA INDEPENDIENTE.
La guerra de la independencia trae consigo el surgimiento de una nueva nación.
En esta nueva nación fue necesario el trabajo legislativo mismo que se enfoca
primordialmente a la materialización de los sueños de la independencia, cristalizándose
en derecho constitucional y administrativo.
Fueron los constituyentes de 1857 y coma con los legisladores de diciembre cuatro de
1860 y diciembre 14 de 1864 como a los que sentaron las bases de nuestro derecho
penal propio.
El estado de Veracruz es el primero en promulgar un Código Penal como esto en abril de
1835, ordenamiento inspirado en el Código Penal español de 1822.
En esta etapa siguen vigentes en México las leyes penales españolas.

CODIGO PENAL EN EL ESTADO DE VERACRUZ.


Sigue el modelo del Código Penal español de 1822 y se instaura bajo el rendimiento de
la necesidad de que el Estado ejerza en contra de los ciudadanos que ejecuten hechos
punibles con la finalidad de mantener la armonía y el orden. Entró en vigor por decreto
con fecha 28/04/1835 y comprende:
• Aspectos jurídicos: ordena la administración de Justicia a través de los jueces de
letras jueces de primera instancia.
• aspectos ideológicos: considera un reglamento para la aplicación de exámenes
abogados y escribanos.
• Aspectos legislativos: en razón al trabajo realizado por la comisión que formuló
el proyecto del Código Penal.

CODIGO PENAL DE 1871


Este ordenamiento costo de 1152 artículos, además de los transitorios, ordenados en
cuatro libros denominados: el primero; de los delitos, faltas, delincuentes y penas; el
segundo, responsabilidad civil en materia criminal; el tercero, de los delitos en
particular; y el cuarto, de las faltas.
tiene marcada influencia del Código Penal español de 1870, inspirado en las corrientes
doctrinales de su época es innovador en cuanto a las medidas de seguridad, y la
institución de la libertad preparatoria tomando forma fundamentalmente, para la
determinación de las penas, la proporcionalidad cualitativa y cuantitativa entre las
mismas y el daño causado por el delito.
Acogió el sistema de clasificación de delitos graves y leves, señaló las penas a unos y
otros, y otorgó al juzgador un arbitrio limitado con un sistema de agravantes Y
atenuantes.

CODIGO PENAL DE 1929.


Consta de 1228 artículos coma sin contar con transitorios, que se agrupan en 3 libros:
principios generales; reglas sobre responsabilidades y sanciones; de la reparación del
daño, y de los tipos legales de los delitos.
Como novedades aportó la responsabilidad social muy restringida (artículo 151, 171,
194 y 195), previsión con sistema celular (artículo 106 y 195), supresión de la pena de
muerte, multa tasada en el sistema de utilidad diaria reparación del daño exigible de
oficio por el Ministerio público
Este código fue un notorio fracaso y se integró una comisión que redactó un nuevo
código que vio la luz el 13/08/1931 al ser publicado en el Diario Oficial por el presidente
Pascual Ortiz Rubio.
CODIGO PENAL DE 1931
Contiene sólo 400 artículos, en los qué se recogieron algunas instituciones jurídicas
importantes de corte positivista como la reincidencia y la habitualidad, acudiendo al
criterio de la peligrosidad para individualizar la pena.
El código de 1931 ha sufrido, a través de los años múltiples modificaciones debido a
reformas que trataron de mejorar sus textos adaptándolos a las nuevas tendencias de
la materia, reformas entre las cuales destacan las de 1984, 1985, 1994.
La tendencia de modernización de los textos penales de nacimiento, apoyado en
corrientes políticas al Código Penal del Distrito Federal, promulgado y posteriormente
publicado en la Gaceta Oficial del 16 de julio del año 2002, con vigencia a los 120 días
de su publicación, según lo dispuesto en el artículo primero transitorio del decreto
respectivo. (5)

IMPORTANCIA Y TRASCENDENCIA.

Todo se mueve en el universo. No hay persona o cosa que permanezca un solo instante
en reposo. Así, como es arriba es abajo, la sociedad está en constante cambio y fluye
con el correr del tiempo. Este movimiento, esta acción vista de modo ontológico,
además de implicar cierta actividad o inactividad, particularmente al referirse a un ser
humano, alude también a la voluntariedad o finalidad de dicho sujeto con tal capacidad
(capacidad de acción o capacidad de voluntad). “Es común advertir pues, que la acción,
en sentido ontológico, viene previamente dada, es decir, previamente configurada; el
concepto de acción, así entendida, es previo a su regulación legislativa; la regulación
legislativa, a propósito, se limita a describir la acción(efecto)”; luego entonces, podemos
decir que la actividad del hombre como persona tiene un fin último, “comentando el
pensamiento de Jacques Meritan cuando decimos que el hombre es persona, con esto
significamos que no es solamente un pedazo de materia, un elemento individual en la
naturaleza, como un átomo, una espiga de trigo, una mosca o un elefante. Cierto que el
hombre es un animal y un individuo; pero no como los demás. El hombre es un individuo
que se caracteriza por la inteligencia y la voluntad. No existe solo de un modo biológico,
antes bien, hay en él una existencia más rica y elevada; superexiste igualmente en
conocimiento y en amor”. Así pues, ese fin último del hombre es la felicidad, y para
lograr dicho propósito requiere de libertad como condición mínima indispensable para
la realización y desenvolvimiento de su personalidad y él logró de sus intereses,
aspiraciones y objetivos personales. (7)

Si el hombre es voluntad enfocada a la felicidad, “es evidente que constituye, como lo


concibe Kant, un ente auto teleológico (persona). Por consiguiente, en función de la auto
teleología, el hombre es naturalmente libre para concebir sus propios fines vitales y para
seleccionar y poner en práctica los medios tendientes a su realización. De ahí que,
filosóficamente, la libertad sea un atributo consubstancial de la naturaleza humana, es
decir, que el hombre, en su íntima esencia, es libre por necesidad ineludible de su
personalidad, o sea de su auto teleología, como elemento substancial de su ser.”

Entendemos claramente por lo expuesto, que el hombre es esencialmente libre, sin


embargo no podemos dejar de considerar también que esa libertad no implica soledad,
el ser humano también es un ser social por naturaleza, como dijera Aristóteles un Zoon
politikon, y es en esa socialización con sus semejantes se hace evidente la necesidad de
generar consensos que regulen, encausen y dirijan abajo, de manera primaria
(matrimonio/familia), y arriba, de una forma más elaborada (estado nación) la vida en
común del hombre; en este orden de ideas, sin pretender extendernos filosóficamente
más allá de los límites permitidos por la motivación de este apunte, es importante
mencionar que en un principio los intereses, aspiraciones y objetivos de los seres
humanos estaban ordenados en el sentido de las leyes de la naturaleza, sin embargo, en
este principio, una vez que las primitivas formas de organización social que
sistémicamente existieron pudieron estabilizar y proteger la realidad en que vivían,
evolucionaron, se transformaron, cambiaron; motivados por la voluntad auto
teleológica natural del hombre creando así una nueva realidad en la que otra vez se hizo
evidente la creación de un nuevo orden que permitiera estabilizar y proteger esa
realidad nueva, que desde luego reflejaba los intereses, aspiraciones y objetivos de los
miembros de ese conglomerado social.

Ahora bien, para que la vida en común sea posible y pueda desarrollarse por un sendero
de orden, para evitar el caos en la sociedad, es indispensable que exista un equilibrio
(justicia) de los factores que integran la realidad social primero arriba, en la
voluntariedad y el fin como ya se dijo, y abajo materialmente (ley) en la regulación que
encauce y dirija la vida en común de la realidad, en una palabra, como lo refiere Ignacio
Burgoa en su obra Garantías Individuales, es menester que exista un derecho. (7)

En este orden de ideas, todo sistema de derecho es un producto cultural, el cual está
determinado, arriba, por las condiciones histórico – políticas que imperan en una
realidad social determinada y que se enriquece, abajo, de los intereses, aspiraciones y
objetivos individuales del conglomerado social, mismo conglomerado social que le da
vida a la realidad a la cual va dirigido el sistema de derecho con el fin de estabilizar y
proteger valga la redundancia la propia realidad que lo creó como ya se dijo.

Para la consecución de los intereses, aspiraciones y objetivos nacionales, desde luego


que es necesario materializar la acción nacional lo cual se logra con la creación de un
derecho constitucional, en este orden de ideas, el sistema de derecho penal, que tiene
como génesis el sistema de derecho constitucional, cumple una importantísima función
en la orientación de la realidad que da vida al derecho constitucional y al derecho penal
mismo, este último como medio de protección y de estabilización del propio sistema
que creó la realidad del cual emanan tanto el derecho constitucional como el derecho
penal, este último compuesto de un derecho sustantiva o material y de un derecho
adjetivo. Así, el derecho penal material o sustantivo, es la energía potencial que necesita
para poder materializarse al derecho procesal penal que es el medio con que esta
energía puede concretamente ponerse en acción. (7)

Luego entonces, así como el sistema de derecho constitucional es reflejo de una realidad
político social, también el sistema de derecho penal, como medio de estabilización y
protección de la sociedad constituye un tema de enorme importancia para la
concepción, preparación y conducción de toda actividad política, que tiene como fin,
crear primero, para después estructurar organizar y ordenar la vida interior de la Nación
y del Estado.

El sistema de derecho penal pues, contiene una parte sustantiva y una parte adjetiva, la
parte sustantiva es el espíritu, si se nos permite la expresión, el cual acciona y también
se manifiesta por medio de los intereses, aspiraciones y objetivos nacionales, y la parte
adjetiva es la materialización de ese espíritu penal en la realidad, que tiene como
contenido y fin la aplicación de la ley y la materialización de la justicia, lo que desde
luego debe cumplir con los intereses, aspiraciones y objetivos nacionales para la
estabilización y protección del sistema de estado nación.

Ahora bien, como se mencionó el sistema de derecho penal materializa lo que en el


sistema político social de la nación debe ser y lo que no debe ser, esta concreción
sustantiva reiteramos estabiliza el sistema, garantiza su viabilidad y desde luego
garantiza su seguridad en el dicho y con el derecho procedimental lo confirma en el
hecho. (7)

El derecho penal nace para la defensa de la sociedad y de su fórmula de organización;


por ello, la comisión delictiva sería de interés público y no del interés de la víctima en
particular, razón por la que ni la víctima ni sus derechos interesarían, ni siquiera el de
reparación —al menos no desde el ámbito penal—. Si un delincuente reparaba a la
víctima, ello no evitaría la sanción, porque lo que se protegía era el interés público, y no
el particular. La influencia del iluminismo, en el para entonces naciente derecho penal,
daría lugar a dos grandes corrientes: una de ellas haría énfasis en el racionalismo como
un absoluto y en la tendencia a la deducción, lo que resultaría en el estudio del derecho
penal como una disciplina autónoma, que tiene sus orígenes en lo que se reconoce como
la escuela clásica del derecho penal, y que a la postre se englobaría como el análisis
dogmático del delito; esto es, la dogmática penal; la otra corriente retomaría del
iluminismo el utilitarismo y pragmatismo, siendo para entonces Becaria el máximo
exponente, corriente que después daría origen a la criminología y, por ende, al análisis
criminológico del delito. Ambas corrientes teorizarían, desde su particular enfoque
epistémico, respecto al delito, e influirían —también desde sus perspectivas— en la
construcción de políticas públicas en la materia, y a la par de la sociedad misma
evolucionarían en sus tendencias hacia la construcción de variables más democráticas
para la justicia penal.

Luego, el hilo conductor de la evolución de la justicia penal moderna es sin duda, los
derechos fundamentales, en tanto su consolidación motiva una justicia penal más
democrática.

El proceso evolutivo que la justicia penal moderna, aún a pasos muy lentos, muestra
hacia variables democráticas, y que no se puede negar. Esta ambivalencia, de sí
contradictoria, es reflejo del contrapuesto derrotero que la propia justicia penal ha
sufrido en el devenir histórico del derecho penal y de las políticas de la criminalidad que
le operan; ello resulta muy evidente en el contexto nacional también. Así, es indudable
el incremento de tipos penales y el crecimiento significativo de las sanciones penales,
reflejado principalmente en la extensión del número de años de privación de libertad en
los presupuestos sancionatorios de cada tipo penal, así como el aumento de las
modalidades comisivas, siempre creadas como agravantes a las sanciones base. Todo lo
cual es muestra indiscutible de la tendencia represiva que el sistema de justicia penal
sigue sufriendo, y que en la lógica de lo argumentado se traduce en restricciones de los
derechos de los involucrados, para el caso, los imputados de delito y los sentenciados
condenatoriamente. Por otro lado, sin embargo, hay muestras de tendencias
democráticas para la justicia penal, cuando se han incrementado los derechos de los
imputados, y que se engloban en el debido proceso penal y en la incorporación de
derechos para las víctimas de los delitos, tendencias que sin duda amplían las libertades
y derechos de los involucrados en detrimento —inversamente proporcional— de las
potestades punitivas del Estado, que para el caso se muestran más restringidas.

Un ejemplo claro de esta ambivalencia es sin duda la reforma en materia judicial de


2008, que al transformar el modelo procesal hacia variables acusatorias dio un gran paso
hacia formas más democráticas para la justicia penal, en tanto el modelo procesal
acusatorio en cuanto tal supone restricciones mayores a las potestades punitivas del
Estado y aumenta los derechos de los involucrados, principalmente imputados de delito
y víctimas, frente a la justicia penal. Sin embargo, la reforma implicó también preservar
bastas potestades punitivas en materia de delincuencia organizada, lo cual sin duda no
se corresponde con las expectativas democráticas de la justicia penal mexicana,
fórmulas como el arraigo son un claro ejemplo de ello.
La transformación procesal del derecho penal hacia variables acusatorias, en México,
será sin duda un avance importante en términos de derechos fundamentales, pues a
diferencia de los procesos de corte inquisitivo, aun con todas sus mixturas, los procesos
de naturaleza acusatoria no buscan el delito en el delincuente, centrando sus esfuerzos
en lograr una justicia equitativa, en el que se logre el esclarecimiento de los hechos, que
el culpable no quede impune, que se garantice la absolución para el inocente y la
reparación para las víctimas, como lo prevé la Constitución federal en su artículo 20.

La reforma en materia de derechos humanos de 2011 es sin duda otra muestra que
evidencia esta evolución hacia variables más democráticas del Estado mexicano, y que
también impacta en las variables de la justicia penal, principalmente por la
incorporación en el artículo primero del principio de interpretación conforme y el pro
persona, por lo que el abanico de protección de los derechos humanos de las personas,
donde el ámbito de la justicia penal no es la excepción, se ha ampliado
considerablemente.

La justicia penal mexicana enfrenta sin embargo, como muchos países, problemas de
pobreza y marginación social y económica; la desigualdad social es un detonante de la
conflictividad social, y sin duda, las políticas públicas en materia de criminalidad, como
ya se afirmó, no son la mejor vía para solventarlos; luego, el reto no estriba sólo en
mejorar la justicia penal, expandiendo los derechos de los involucrados y restringiendo
las potestades punitivas del Estado, sino que es necesario atender estas desigualdades
sociales, mejorar el acceso a bienes y servicios y a satisfactores esenciales de vida; esto
es, lograr un desarrollo democrático integral, donde las instituciones de tal cualidad
contribuyan a la paz y al bienestar social. Para Niels Christie, la idea es simple:
Las sociedades occidentales enfrentan dos problemas principales: la distribución
desigual de la riqueza y la distribución desigual del acceso al trabajo remunerado. Ambos
problemas pueden dar lugar a disturbios. La industria del control del delito está
preparada para enfrentarlos: provee ganancias y trabajo al mismo tiempo que produce
control sobre quienes de otra manera perturbarían el proceso social.

Son estas variables las que permitirán evaluar a futuro, corto, mediano y largo plazo, el
desarrollo evolutivo de la justicia penal, en la expectativa de que su crecimiento y
consolidación democrática redunde en una justicia más justa y más correspondidas con
los anhelos de la actualidad. (6)

COMENTARIO

Desde la aparición del hombre, con el surgimiento de su actividad y su naturaleza social


desde lo primitivo como en el hombre Prehistórico se tuvo la necesidad de regular su
conducta, con el nace la necesidad de regular su actuar para poderse permitir su sana
convivencia en la sociedad. Es así como a través del paso de las diferentes épocas
evolutivas del hombre se inicia la regulación de su comportamiento con las normas de
conducta y posteriormente formar un sistema de justicia y de derecho, y así en el caso
de llegar a conductas fuera de las reglas que imponían las sociedades y conformarse lo
que llamamos delito nace el derecho penal, enmarcando y conformando estas
conductas aberrantes en delitos y por ende controlar por medio del derecho punitivo su
actuar. Podemos decir que el derecho penal es par a la evolución de las sociedades e
imposible de no existir, al existir el hombre en sociedad.

la importancia del derecho penal radica en que el derecho penal construye


normativamente hablando tipos penales (delitos) que cumplen una función motivadora,
seleccionadora y de garantía del sistema de derecho, Constitucional primero y del propio
sistema penal después, aunado a que protege los bienes que consideramos importantes
de acuerdo a nuestros intereses, aspiraciones y objetivos nacionales, lo que da
permanencia y confirmación al propio sistema constitucional desde abajo hasta arriba,
lo que genera orden y estabilidad económica, política y social.

Hoy en día, el código penal remite por lo tanto a todo lo relativo al esclarecimiento de
un crimen y el posterior establecimiento de una pena. Esta perspectiva incluye todo lo
relativo al procedimiento que debe llevarse a cabo para probar un delito, garantizando
en el mismo salvaguardar los derechos del imputado. Así, vemos como existe un gran
desarrollo en lo que concierne a la protección de la sociedad: ya no será la mera
venganza o el hecho de causar el mal el derivado de un delito sino ante todo un proceso
que garantiza seguridad a los inocentes y reconoce derechos a los culpables.

A través de esto observamos que la importancia del derecho reside entonces en


imponer cierto orden y control sobre sociedades que, de otra manera, actuarían de
modo caótico y desordenado. El derecho tiene como objetivo principal actuar como un
conjunto de leyes máximas y supremas que deben ser respetadas por todos los
miembros de la sociedad por el bien de la misma sociedad. Es aquí entonces cuando
aparece la idea de bien común y pierde lugar la idea de bien individual que sería aquel
que permitiría a los individuos actuar como quisieran sin tener en cuenta el perjuicio o
daño que se puede causar a otros.

BIBLIOGRAFIA.

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https://repository.uaeh.edu.mx/bitstream/bitstream/handle/12345678
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Virtual UNAM Sitio web:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4036/27.pdf
7.- Lopez Valdez. (2017). La importancia del derecho Penal en la
Sociedad. 2022, de lopez Valdez abogados Sitio web:
https://lopezvaldezabogados.com/opiniones-sobre-derecho-penal-del-
maestro-marco-antonio-lopez-valdez/porque-es-importante-el-derecho-
penal-para-la-sociedad.html

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