Está en la página 1de 4

El suicidio; un problema en los jóvenes y adultos jóvenes.

Danny Huerta, MSW, LCSW, LSSW

El suicidio es un problema que se presenta en la


población joven y adultos jóvenes. Pero hay
esperanza para la restauración cuando los padres y
otras personas son intencionales proporcionando
ayuda.

¿Qué es Suicidio?
El acto de causarse intencionalmente la muerte,
conocido como suicidio, es un problema que resulta
ser la segunda principal causa de muerte entre las
personas de 10 y 34 años. Es un evento trágico que
no solo se lleva la preciosa vida de un individuo, sino
que también deja a sus amigos, familiares y
miembros de la comunidad afligidos, confundidos y
devastados. Afortunadamente, hay esperanza para la restauración cuando los padres y otras personas toman acciones intencionales
para ayudar.

El problema

Aunque pueda parecerlo, el suicidio no es algo que sucede inesperadamente. En realidad, muchos factores contribuyen a que una
persona decida terminar con su vida. Sin embargo, durante la adolescencia, los expertos observan un nivel más alto de pensamientos
suicidas.

Los estudios indican que el 90% de los adolescentes que intentan suicidarse tienen algún problema de salud mental. Depresión,
ansiedad, desorden bipolar y esquizofrenia están todos correlacionados con pensamientos y acciones suicidas. Pero también otra serie
de problemas pueden hacer que la juventud y los jóvenes adultos sean más propensos a los pensamientos suicidas. Bullying, traumas,
sentimientos de vacío, soledad, rechazo de compañeros o el abuso son todos problemas que pueden contribuir a que alguien se haga
daño.

El suicidio es un problema que puede ser contagioso. Si un adolescente escucha sobre un suicidio, puede verlo como una solución para
sus propios problemas. Miembros de la familia, amigos o celebridades que intentan suicidarse pueden dejar una sensación de
autorización en alguien que está considerando el suicidio. Pero hay esperanza de recuperación cuando se establece comunicación
abierta y se reduce al mínimo la exposición a los medios de comunicación.

El entretenimiento y las redes sociales brindan mensajes o percepciones acerca del suicidio que pueden ser positivas, pero en muchos
casos son muy destructivas. Estos medios impactan en las emociones, dejando a los chicos vulnerables a sus influencias. Los
adolescentes están altamente influenciados por sus emociones, lo que hace que reaccionen a las situaciones difíciles antes de que sus
cerebros hayan llegado a pensar claramente.

¡Sea Proactivo!
Ningún problema por sí solo hará que su hijo se quite la vida, pero hay varias influencias que pueden contribuir al riesgo de suicidio.
Condiciones de salud mental y eventos de vida estresantes, tales como el abuso o las enfermedades graves, son potenciales factores
de riesgo.

Tener uno de estos factores de riesgo no significa que su hijo esté pensando en quitarse la vida, pero significa que usted debería estar
atento identificando varias señales de alerta. Algunas de ellas incluyen ansiedad, desesperanza, vacío, retraimiento, enojo y cambios
significativos de humor o comportamiento. El suicidio es un problema que requiere proactividad. Aunque usted no vea alertas rojas, hay
medidas preventivas que puede tomar para reducir el riesgo de su hijo.

Sea la casa “cool” – Haga de su hogar el lugar donde su adolescente y sus amigos pasen el rato. Eso podría significar que usted compre
pizza y organice una noche de película. Usted tendrá regueros y costos extra, pero esto le permitirá estar al tanto de la vida de su
adolescente, y además, podrá conocer a las familias con las que sus hijos eligen pasar el rato.

Rendición de cuentas – Establezca un acuerdo claro por escrito que aborde aspectos de apertura y transparencia. En ese documento,
establezca las expectativas de cómo la tecnología, las redes sociales y los mensajes de texto serán usados en su casa. Supervise
activamente los tiempos en los que ven pantallas para que pueda identificar actividades potencialmente problemáticas.

Comunicación y Conexión – Tenga una cita semanal, bisemanal o mensual o un tiempo uno a uno con su hijo. Haga preguntas
como: ¿Cómo se siente ser un hijo de X años en nuestra casa ? ¿Me puedes decir qué cosas van bien? ¿Hay algo que no esté yendo
bien?

 Asegúrese de estar escuchando y evite dar sermones. Déjeles saber que los ama, que ellos son lo suficientemente buenos,
mientras continúan creciendo. Dígales que ellos pueden superar experiencias y emociones difíciles que son parte de la vida.
Hay esperanza para la restauración cuando los padres y sus hijos se comprometen en una comunicación amorosa y honesta.

Abordando otros Problemas


Mentes saludables – Si su adolescente lucha con la depresión, la ansiedad, las tendencias perfeccionistas o una enfermedad mental,
trate con estos problemas de manera diligente. La investigación demuestra que ver a un consejero hace una diferencia significativa a la
hora de ayudar a los hijos a afrontar y gestionar una enfermedad mental. El ejercicio, una buena dieta, el descanso, el apoyo positivo y
una relación con Dios, todo esto contribuye a que tengamos una mente saludable.

Problemas de aprendizaje – Aborde las discapacidades de aprendizaje buscando ayuda profesional si es necesario. Estas pueden influir
en cómo su hijo determina su propio valor y cómo otros le traten. Ayude a su hijo a encontrar sus fortalezas.

Ayuda a través de la neblina


¿Usted alguna vez ha estado rodeado de niebla espesa? Posiblemente se sienta desorientado. La depresión se puede sentir como esto.
Usted puede perder de vista el resto de la realidad porque no la puede ver. Para atravesar la niebla:

 Es bueno encontrar a alguien que conozca el terreno para que le guíe a través de la niebla.
 Tan solo esperar a que la niebla pase puede ayudar (porque eventualmente lo hace).

 Caminar lentamente e ir buscando lugares conocidos le puede llevar a un lugar seguro.


 Ir a un terreno más alto le puede ayudar a salir de la neblina.

El suicidio es un problema que existe cuando las personas tienen pánico en medio de la niebla espesa. Existen otras opciones mucho
mejores para escapar de la niebla. Dios está en cada detalle de nuestras vidas, incluso cuando la vida se vuelve espesa con neblina.

Respondiendo a las señales de alerta


Si usted ve señales de alerta de suicidio en su hijo, hable con él o ella. Pregúntele qué está pensando y sintiendo, y use la palabra
suicidio. Algunos padres temen que al usar esa palabra planten una semilla, pero eso no es verdad. En cambio, su hijo tendrá una
mayor sensación de que usted se preocupa por él y quiere protegerle. Por regla general: Si su adolescente está hablando acerca del
suicidio con conciencia y respeto, entonces está más seguro que aquellos que no están hablando al respecto. El suicidio es un problema
que dirige al aislamiento, así que hablar sobre él más bien le permitirá atravesarlo.

Ayudando a su hijo
¿Qué debería hacer si su hijo le dice que ha estado pensando acerca del suicidio? Los siguientes criterios le pueden ayudar a evaluar el
nivel de peligro:

La especificidad del plan. ¿Su adolescente está considerando un curso de acción específico para quitarse su propia vida? Entre más
específicamente alguien habla acerca del suicidio y entre más detalles brinda, mayor es el riesgo.

La letalidad del plan. ¿Este plan específico es verdaderamente mortal? Si lo es, ahora está corriendo un riesgo del 50%.

La posibilidad del plan. ¿Es un plan que tiene altas posibilidades de ser concretado? ¿Él o ella tienen acceso a los medios y/o los
materiales necesarios para llevar a cabo sus intenciones? Si es así, está en peligro considerable: Remueva los medios y tome acción
inmediata.

La ayuda cercana. ¿Hay personas lo suficientemente cercanas como para evitar que siga adelante con su plan? Probablemente, no
intentará nada mientras los amigos, la familia u otras personas a quienes respete estén cerca. Si usted no puede poner a un
adolescente bajo supervisión familiar, llame al 911 o llévelo directamente a una sala de emergencias local.

Si el nivel de riesgo de su hijo es tan bajo que el suicidio no parece inminente, usted aún necesita abordar los problemas. Puede
considerar que a su adolescente lo evalúe un profesional con licencia en salud mental. Si se sugieren medicamentos, intente consultar
con un siquiatra. Problemas como la depresión clínica son el resultado de un desequilibrio químico en el cerebro. A menos que la
química cerebral de su hijo se vuelva a equilibrar, es posible que su depresión no mejore. Los siquiatras tienen un mejor entendimiento
de los beneficios y riesgos de varios medicamentos y son los mejores por su capacidad de monitorearlos y ajustarlos según sea
necesario. Pero recuerde, la medicación por sí sola no brinda el apoyo suficiente para los chicos que están luchando con una
enfermedad mental. Hay esperanza de recuperarse a través de la terapia con profesionales calificados y con licencia en salud mental.

Alcanzando
Si su hijo tiene un amigo que habla de quitarse su propia vida, aquí hay algunas cosas que él o ella pueden hacer para ayudar:

 Decirle a alguien. Salvarle la vida a un amigo es más importante que mantener secretos.

 Decirle a su amigo que necesita hablar con un papá, mamá u otra persona adulta que se interese por él o ella y sea digna de
confianza. Si es posible, debería acompañarle y no irse hasta estar seguro de que queda en buenas manos.
 Contacte a su amigo con las líneas gratuitas de su ciudad. En Bolivia: Defensoría de la familia, Policía Nacional Telf.: 110,
Centros de apoyo a la familia, y otros.

Entienda que su adolescente puede tener una variedad de emociones en torno a los problemas de su amigo. Puede estar preocupado o
preguntándose si los problemas de su amigo son su culpa de alguna manera. O incluso podría sentir que de algún modo depende de él
o ella salvar la vida de su amigo. Brinde a su adolescente un espacio seguro para descargar sus emociones. Ore con él o ella por su
amigo y recuérdele que no puede controlar los pensamientos o las acciones de su amigo. Dígale que hay esperanza de que se
recupere, y que haber llegado hasta ahí es un primer paso importante. Su adolescente necesita dirigir a su amigo a personas adultas y
profesionales que le puedan ayudar. Necesita estar libre de responsabilidades infundadas y de culpa. Solo puede hacer lo mejor que
pueda para dirigir a su amigo en la dirección correcta, y entonces dejarle en las manos de Dios.

El suicidio es un problema que merece atención


Hable al respecto. Comience la conversación con estas preguntas.

Sea un observador

 ¿Alguien te ha dicho que se quiere matar? ¿En algún momento has tenido esos pensamientos? 
 ¿Por qué crees que las personas incluso consideran el suicidio?

Sea un constructor
 ¿Qué piensas que se ha perdido en la vida de una persona como para querer saltar al game over? ¿Cómo puedes ayudar a
alguien a tener sentido de propósito?
 ¿Se te ocurren formas de acercarte a chicos que se nota que están aislados?
 ¿De qué forma te hacemos sentir que cuidamos de ti en nuestra casa? ¿Cuándo te sientes amado en nuestra casa?

Sea un conector 

 ¿Con quién te sientes seguro para compartir tus experiencias y sentimientos? ¿Por qué sientes que ellos son las personas
que mejor podrían comprenderte?
 ¿Qué puedes hacer si un amigo comienza a hablar acerca de suicidio? ¿Confías en que tus maestros, orientador o director de
la escuela manejen bien este tema?

También podría gustarte