Está en la página 1de 1

Adoración de la Cruz:

La cruz de Jesús nos da el perdón, la entrega de Jesús en la cruz hace que las cosas que
esclavizan nuestro corazón no ganen: la cruz de Jesús nos libera.
Hoy acompañamos a Jesús en su entrega amorosa por nosotros.
Este es nuestro momento de encuentro con Jesús; es un momento de total intimidad con este
Jesús que nos conoce y nos ama tanto que dio su vida por nosotros.

Vamos a adherir nuestra cruz a la suya. Somos parte de su entrega con la nuestra. Nuestros
dolores completan su obra de salvación. Vamos a adorar a Jesús entregado por nosotros. Y a
acompañar su entrega adhiriendo con nuestros maderos a su madero. Poniendo nuestra corteza
vieja y sucia en su cruz redentora. Para que nos redima, nos abrace y nos libere.

Te invitamos a que hagas propia esta oración: Jesús, vos que conocés nuestros corazones y nos
soñás plenos y libres, te pedimos que tomes:
 Los temores que entristecen nuestros corazones:
- miedo a no ser feliz
- miedo a quedarme sólo
- miedo a no ser querido
- miedo a no ser perdonado
- miedo a la muerte, mía o de algún ser querido
 Las situaciones de:
- violencia o abuso familiar
- abandono de mi esposo/a, hijos o amigos
- en las que soy dejado de lado o maltratado
- en las que necesito a alguien y estoy solo

 El dolor por:
- la muerte de algún familiar o amigo
- por la falta de trabajo
- enfermedades de mis seres queridos
 Situaciones de esclavitud:
- adicciones: drogas, alcohol
- maltrato de mi cuerpo
- vivir escapándole a todo, vivir en la evasión,
- vivir preso de mi imagen
- vivir en la amargura, desesperanza
- vivir tomado por la preocupación
- complejos que me paralizan, inseguridades, fobias
- rencores, odio y deseos de venganza
- cuando maltrato, critico o soy mala influencia para los demás.
- pecados que me pesan mucho y que yo mismo no me puedo perdonar
- situaciones de mi historia que no le puedo perdonar a otros
- Si tengo el corazón cerrado y triste y no puedo creerte y confiar en vos.
 Estuvimos orando por nuestro corazón, cada uno hizo que el Señor pasara por las situaciones
de peso de su historia, para que Él pasara su cruz por nuestra propia cruz.
 Y ahora vamos a pasar a los pies de la cruz del Señor a Adorar al Señor que se entregó por
cada uno de nosotros. No recorrimos nuestra historia, identificando los momentos difíciles para
entristecernos o conmovernos, sino para reconocer nuestra propia cruz y dejarla a los pies de
Jesús entregado, para hacernos uno con Él, para que Él nos reciba.

También podría gustarte