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3. La Coronación de Espinas
Jesús con sus manos encadenadas fue burlado con una corona de espinas. Cada espina rasgaba su piel y la
sangre derramada le impedía ver y aun así continuaba su camino a la Cruz. ¿He sentido alguna vez una corona
de espinas en mi cabeza? ¿Me he sentido burlado, rechazado o excluido de mi trabajo, de mi familia, de mis
amigos o de mi propia comunidad de la Iglesia…y yo que hago? Rompo las cadenas que me atan a Jesús y los
envisto a todos con rabia, la misma que sintieron quienes clavaron las espinas a Jesús, que somos nosotros
mismos cada vez que actuamos con ira, con soberbia y con rencor. ¿O más bien me ato a las cadenas de
Jesús, y dejo que su sangre se derrame sobre mis ojos para ver con caridad las ofensas de mis hermanos y así
pueda continuar mi camino de la mano de Jesús?
Señor Jesús, que yo sea capaz de comprender a todos mis hermanos y que mis acciones se aten a tu amor
misericordioso. Ayúdame a entender que tu Reino no es reinado de este mundo pasajero. Que yo pueda aspirar
a la corona que no se marchita, apartando mi corazón de las cosas materiales y superficiales.
AMEN
4. Jesús lleva la Cruz a cuestas
Jesús caminaba con el gran peso de la Cruz que portaba todos nuestros pecados y su gran amor por nosotros
fortalecía cada uno de sus pasos. ¿Cuándo porto mi cruz, la llevo con amor? ¿O me quejo, me amargo, me
entristezco? ¿Qué hago me detengo y no continuo? ¿Me entrego y no lucho por llevarla con el mismo amor que
Jesús la llevo por mí? ¿Cuándo el peso de mi cruz me hace caer… volteo a buscar el consuelo de mi madre del
Cielo, así como lo hizo Jesús con María? ¿Dejo caer mi cabeza exhausta en los brazos de mi Madre Santa,
así como lo hizo Jesús con María, ¿Me levanto después de cada caída y continúo aceptando en cada paso la
Divina voluntad?
Señor Jesús, que seamos humildes al portar nuestra cruz y que cuando desfallezcamos acudamos al consuelo
de nuestra Madre del Cielo la Santa Virgen María, para convertirnos en hombres nuevos, amando sin fronteras,
viviendo en comunidad y pendientes de aquellos más necesitados.
AMEN