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CURSO DE MEMBRESÍA

Instituto Bíblico Horeb


Por el pastor Gilberto Gutiérrez Lucero

LECCIÓN 7
LA PROVISIÓN DE DIOS PARA EL HOMBRE
EL MINISTERIO DE ADMINISTRACIÓN (SERVICIO)
DE NUESTRA IGLESIA

Base bíblica: Juan 6:1-15.


La Iglesia es la única agencia cuya preocupación más grande está en la gente que no es
parte de ella. Una Iglesia no se preocupa por mantenerse cómoda a sí misma (sus
miembros) sino por alcanzar a aquellos que están afuera de la misma. En el milagro o
señal que leemos en el texto de hoy, nuestro Señor Jesucristo desafía a sus discípulos a
saciar las necesidades de la gente que les rodeaba. La Iglesia de Cristo tiene una misión
que cumplir con respecto a todos los seres humanos.

EN EL MUNDO HAY UNA GRAN NECESIDAD QUÉ SACIAR. Cuando alzó Jesús los ojos, y vio
que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para
que coman éstos? Juan 6:5.
La necesidad era física, sin embargo, representaba una necesidad espiritual
también. El Señor permite que sus discípulos se den cuenta de esta necesidad y puedan
experimentar la urgencia de saciarla. Una iglesia que se precia de ser la Iglesia de
Jesucristo que no percibe la necesidad del mundo, debe reflexionar seriamente respecto a
su identidad.
La Iglesia existe por causa de las necesidades de la humanidad. Todo ser humano
tiene necesidades, pero, como ya vimos en otra de las lecciones, la necesidad más grande
que tenemos todos es la necesidad espiritual. Esta necesidad se expresa de muy diversas
formas: necesidad de conocer a Dios, necesidad de tener una razón para vivir, necesidad
de perdón, necesidad de esperanza, necesidad de amor, necesidad de saber a dónde
vamos al morir. Solo Cristo puede saciar estas necesidades básicas.

DIOS USA A PERSONAS PARA SACIAR NECESIDADES. 8 Uno de sus discípulos, Andrés,
hermano de Simón Pedro, le dijo: 9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de
cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Juan 6:8-9.
No sabemos quién era este muchacho, pero una cosa sí sabemos: su pequeña
cantidad de alimento sirvió para alimentar a una gran multitud. Si hacemos cuentas, su
“lonche” se multiplicó por lo menos 20 mil veces.
Tal vez se trataba del alimento que tradicionalmente todo mundo traía consigo en
una canasta personal durante sus viajes, tal vez era su manera de ganarse la vida, tal vez
llevaba esa comida a otras personas, no lo sabemos; lo que sí sabemos es que la puso en
las manos de Jesús y un milagro se operó. Dios ha dotado a todos los seres humanos de
capacidades y bendiciones abundantes, también quiere usar eso que nos ha dado para
bendición de otros.

DIOS HA COMISIONADO A SU IGLESIA PARA HACER MILAGROS DE SERVICIO. Entonces


Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron
como en número de cinco mil varones. Juan 6:10.
Hizo falta alguien que pusiera su todo, pero también hizo falta un grupo de
personas que organizaran a todos. Los discípulos del Señor son en este momento la Iglesia
que es usada para distribuir la bendición.
Las doce cestas que se mencionan son, posiblemente, las tradicionales “mochilas”
que todo viajero cargaba con el alimento pertinente. Pero, el número doce representa, en
la simbología judía, “el pueblo de Dios”. Por eso se habla de doce tribus, doce apóstoles,
etc.; de cualquier modo, es la Iglesia del Señor la comisionada para percibir la necesidad,
encontrar el potencial y distribuir la bendición.

EN MEDIO DEL PUEBLO DE DIOS LA BENDICIÓN SOBREABUNDA. 11 Y tomó Jesús aquellos


panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre
los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. 12 Y cuando se
hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no
se pierda nada. 13Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco
panes de cebada sobraron a los que habían comido. Juan 6:11-13.
La situación original era de hambre y cansancio, después de la intervención del
Señor por medio de su Iglesia solo se notaba bendición física y espiritual.
El pueblo de Dios ha recibido bendición de gracia, y de gracia debe compartirla.
Dios no está obligado a responder positivamente a todas nuestras oraciones; sin embargo,
muchas veces nos sana, nos transforma, cambia circunstancias en forma milagrosa y nos
bendice más allá de lo que solicitamos.
Podemos decir que Él no siempre nos da lo que pedimos, pero siempre nos da lo
que necesitamos. Por esta razón, su Iglesia es un pueblo en donde los testimonios de ricas
bendiciones son cotidianos. Él sigue haciendo milagros entre nosotros como los hacía en la
época bíblica.

Reflexionemos:

1. ¿Te ha bendecido Dios con algo que puedes compartir? _____Explica: ______________
_______________________________________________________________________

2. ¿Qué oportunidades tienes a tu rededor para servir a Dios?


_______________________________________________________________________
3. ¿Estás dispuesto a poner tu vida en las manos de Dios para que Él bendiga a muchas
otras personas? _______Explica cómo: _______________________________________

En esta iglesia tenemos cinco ministerios básicos, como dijimos en las lecciones
anteriores. La ADMINISTRACIÓN O SERVICIO es otro de ellos. Este ministerio se
encuentra declarado en nuestra Misión:
Servir al prójimo.
Está relacionado con el desafío que Dios les dio a sus discípulos. La Iglesia debe
cumplir su misión en el mundo.

Este ministerio está íntimamente relacionado con lo que Jesús hace por medio de
este milagro: Él quiere que vayamos por todo el mundo reconociendo las necesidades de
la gente y haciendo algo al respecto. Una persona que se une a nuestra iglesia se une a
una comunidad que se preocupa por las personas, especialmente por las menos
afortunadas. En Horeb tenemos un ideal que se expresa de la siguiente manera:
 Que todos los hombres y mujeres del mundo tengan la oportunidad de saciar sus
necesidades básicas espirituales y físicas. Y si para ello hay que poner la vida, que
así sea.
Por eso desarrollamos programas de acción social que provean a la sociedad de
mejores posibilidades para elevar su nivel de vida, como es el comedor para niños de
bajos recursos en la Loba.
En algún momento tuvimos programas de apoyo a personas privadas de su libertad,
centros de predicación para homosexuales y una casa hogar para niños.
Y soñamos con abrir centros de rehabilitación para alcohólicos, drogadictos, mujeres
dedicadas a la prostitución, mujeres maltratadas, menores infractores, centros de apoyo a
víctimas de violencia familiar y muchas cosas más, que nuestra iglesia podrá realizar
mientras más fuerte y grande sea.
La pregunta importante es esta:

¿QUIERES SER PARTE DE ESTA COMUNIDAD DE FE?

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