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Así mismo, se busca fortalecer las competencias prácticas de todo operador jurídico,
abogado defensor, investigador o parte dentro del proceso para que, con ayuda de los
insumos teóricos, pueda identificar las vicisitudes en el proceso penal cuando se trate de
comportamientos que atentan contra el medio ambiente. También, se identificará las
virtudes del principio de oportunidad para conducir la finalización del proceso a un escenario
alejado de la privación de la libertad, como regla general en materia penal, ya que por el
contrario se buscará un fin específico, la justicia restaurativa. Se plantearán preguntas
orientadoras para guiar en la identificación de escenarios procesales de interés. Con un
video se mostrará las complejidades procesales cuando se aborden contextos delictivos
organizados.
Objetivos del módulo
Diagrama de temas
La justicia restaurativa en el
marco del proceso penal El principio de
colombiano y su aplicación a los oportunidad
delitos contra el medio ambiente
y los recursos naturales
La prueba pericial en
Incidente de Medidas cautelares y materia procesal penal:
reparación integral- de protección en el entidades públicas,
restauración proceso penal organismos
ambiental especializados, peritos
del CTI, etc.
Tema 1
La justicia restaurativa en el marco del proceso penal colombiano y
su aplicación a los delitos contra el medio ambiente y los recursos
naturales
Síntesis
Actualmente, los fiscales y los jueces pueden remitir los conflictos penales de baja
lesividad que cumplan con los requisitos legales a los programas de justicia
restaurativa que se creen con fundamento en la regulación, evitando así que los
daños causados al medio ambiente queden sin resolver.
Profundización
Fuente: .freepik/76025090
Por su parte, la ley penal define a la justicia restaurativa como «todo proceso en el
que la víctima y el imputado, acusado o sentenciado participan conjuntamente de
forma activa en la resolución de cuestiones derivadas del delito en busca de un
resultado restaurativo, con o sin la participación de un facilitador» (Ley 906, 2004,
art. 518). Esta definición es consonante con los conceptos dados por el Consejo
Económico y Social de las Naciones Unidas y la Corte Constitucional en la materia.
“Una lectura más amplia del delito, contemplando las necesidades y los contextos
de cada uno de los sujetos del conflicto, esto es, tanto del autor como del Estado, la
víctima y la comunidad, para construir justicia a través del diálogo y el consenso
entre las partes. Así las cosas, comprender el vehículo que motivó al agresor a llevar
a cabo la conducta punible posibilita brindar respuestas de manera más certera y
efectiva, relacionando las necesidades de las partes en el proceso y la manera en
que ellas puedan servir de ayuda para resolver el conflicto en armonía y paz. Es así
como este modelo despoja un poco el papel que ejerce el Estado en el modelo de
justicia retributiva, en el cual se establece una relación entre el infractor y la sociedad
a través de los organismos del Estado que imponen una sanción, con la cual se
espera que el victimario cambie su comportamiento a partir de una experiencia de
reclusión”.2020)
Acepción de justicia ambiental
Figura 2
Fuente: freepik/25710148
Finalmente, los principios que guían las prácticas de justicia restaurativa, como las
definiciones relacionales del daño, la participación, la reparación de los daños y la
recuperación son principios esenciales en el proceso de creación de una justicia
medioambiental.
Tema 2
El principio de oportunidad
Profundización
Fuente: freepik/2806616
En este sentido, cada caso y cada delito debe ser analizado desde su componente
económico, social y ambiental para que el Estado logre «garantizar el equilibrio entre
el desarrollo económico y el uso razonable de la oferta ambiental» (Sala Plena,2016,
núm. 6.7.1.1), así como de las condiciones laborales de las personas, y de laefectiva
protección de los recursos naturales renovables y no renovables y de estaforma
«tomar medidas que mitiguen, compensen o corrijan los efectos generados, como
ocurre con los sistemas de planificación ambiental ideados en el ordenamiento
jurídico» (Sala Plena, 2016, núm. 6.7.1.1).
Causas de procedibilidad
Figura 4
Fuente: freepik/4351473
Causal séptima
Causal decimotercera
Esta causal en igual medida será analizada más adelante en profundidad, teniendo
en cuenta que en su enunciación el objeto de protección corresponde a los recursos
naturales y, por ende, a la temática central de la presente investigación.
Principios básicos para la interpretación del principio de
oportunidad
Según Rodríguez Valenzuela los principios básicos para la interpretación y
orientación al aplicar el principio de oportunidad son los siguientes: “(…
• Causales: son los supuestos de hecho con base en los cuales se aplica el
principio de oportunidad y corresponde a los estrictamente señalados en el
artículo 324 de la Ley 906 de 2004 y sus modificaciones, conforme a lo previsto
a su vez en el artículo 3 de la Resolución 0-4155 de 2016. …)
Escenarios de aplicación
En atención a lo anteriormente expuesto, el principio de oportunidad en materia de
delitos contra el ambiente podría ser invocado:
Características
Las características generales del principio de oportunidad, de acuerdo con la
Sentencia C-387 de 2014 (p. 5), de la Corte Constitucional, corresponden a:
Fuente: freepik/26321330
Para ver la aplicación del principio se recomienda el estudio del caso Lizama, donde
la FGN logró un acuerdo sin precedentes en defensa de los recursos naturales y el
medio ambiente. La aplicación del principio permitió un trabajo de tres años, donde
se realizó: limpieza, tratamiento y monitoreo de los cuerpos de agua; obras de
protección y defensa de los ecosistemas; adecuación del área donde se registró́ el
afloramiento de hidrocarburos; rehabilitación de la vegetación y las llanuras de las
zonas ribereñas; creación de viveros con plantas nativas; reincorporación de fauna
silvestre y microorganismos necesarios para la conservación de los ecosistemas, y
capacitaciones a la comunidad, entre otras actividades, entre otros.
Tema 3
Incidente de reparación integral- restauración ambiental
Profundización
Figura 6
Fuente: freepik/12976397
Según Delgado & Zapata a diferencia del principio de oportunidad y de los preacuerdos que
se pueden suscribir con la fiscalía General de la Nación y que requieren la voluntad del
procesado, en el incidente de reparación integral el juez penal ordena, mediante sentencia
judicial, los términos de la reparación integral que debe realizar el condenado. Al ser el
concepto expreso de este incidente la reparación integral, se cobijan tanto la figura de la
compensación como la de la indemnización.
Esta etapa procesal se inicia por solicitud expresa de la víctima o las víctimas
constituidas al interior del proceso, las cuales presentan la forma en que consideran
que deben ser reparadas, fórmula que es evaluada por el juez penal y fundamenta
la decisión final asumida en sentencia judicial.
Profundización
Fuente: freepik/8760912
Para el profesor Devis Echandía (1974, p. 142) la medida cautelar ''es el derecho a
iniciar un procedimiento para que se adopten las medidas judiciales necesarias para
el aseguramiento de la satisfacción de un derecho material, o para su defensa; es
decir, para que se realice un proceso cautelar''.
Por su parte, López Blanco (2004, p. 81) considera que las medidas cautelares son
''providencias que, ya de oficio, o a petición de parte, puede adoptar el juez respecto de
personas, pruebas o bienes que resulten afectados por la demora y tendentes a asegurar
el cabal cumplimiento de las determinaciones que se adopten por el juez y, especialmente,
de la sentencia una vez ejecutoriada''.
Finalmente, Azula Camacho (2000, p.61) las define como ''el conjunto de actuaciones que
tienden a garantizar los resultados que se persiguen en otro. En términos más sencillos,
evita que los resultados perseguidos en un proceso sean ilusorios o ineficaces''.
Se observa entonces que las medidas cautelares se definen de acuerdo con la finalidad
que cumplen, que no es otra que garantizar la efectividad de las decisiones judiciales.
Características
Arcila Salazar enuncian varias características de las medidas cautelares, las cuales son:
(“…
Lo que se quiere indicar es que por más que haya certeza de la existencia del derecho y
que sea evidente el peligro que corre el mismo por el transcurso del tiempo, no les está
permitido a los particulares que bajo el modelo de un Estado de derecho actúen por su
propia mano y realicen directamente los actos conducentes a garantizar la sentencia.
• Son instrumentales, toda vez que la medida cautelar no constituyen un fin en sí misma,
sino que está al servicio del proceso, y en especial de la sentencia, ya que buscan garantizar
anticipadamente sus efectos.
• Son provisionales, ya que se justifican, siempre y cuando subsistan las razones que
dieron lugar a su decreto y perdurarán cuando más hasta el momento en que se dicte la
sentencia.
• No requiere la vinculación previa del demandado, tal como lo señala el profesor Alsina
(2001, p. 505), ''la providencia precautoria se dicta inaudita parte, pero ello no implica violar
el principio de bilateralidad, pues permite a la parte adversa, una vez cumplida, discutir su
procedencia y extensión.''
• Son taxativas, es decir, que solo se podrán decretar medidas cautelares en aquellos
eventos en que expresamente lo autorice la ley. Esta nota distintiva se justifica en la medida
que la cautela lesiona o, por lo menos, limita significativamente los derechos de la parte
demandada y por ello debe el legislador autorizar previamente su decreto.
En este punto es importante hacer la distinción que hace el profesor López Blanco (2004,
p. 848) entre la taxatividad y la innominatividad, ya que en varias obras se suelen confundir
estos dos elementos. Tal como se expuso, cuando se dice que las medidas cautelares son
taxativas, se está indicando que las mismas requieren de una norma que las contemple de
antemano, pero cuando la norma no solo autoriza que se decrete la medida cautelar, sino
que, además, señala el proceso y regula la medida que se debe practicar, la misma
adquiere el carácter de nominativa, como ocurre, por ejemplo, con el embargo en los
procesos ejecutivos o la inscripción de la demanda en algunos procesos de conocimiento.
Pero existen otros procesos donde se autoriza al juez para ordenar la cautela que estime
pertinente; en este caso, se cumple con el requisito de taxatividad, pero la medida cautelar
será innominada, pues el legislador dejó al criterio del juez la elección del medio idóneo
para garantizar la efectividad de la sentencia; es lo que sucede en las acciones populares,
como se profundizará más adelante.
Es necesario que el peticionario presente pruebas de las que resulten la posible existencia
de un derecho en el demandante, que prima facie lleve a la conclusión al juez, que de no
discutirse esa apariencia inicial el demandante tiene la razón y así deberá manifestarlo en
su decisión final, pero ese primer estudio tiene algo de duda que corresponde al demandado
hacer efectiva (Serra & Ramos, 1974, p. 37).
• Pueden ser conservatorias o innovatorias. Aunque se puede pensar que las medidas
cautelares siempre están dirigidas a mantener el statu quo y, por ende, solo pueden estar
encaminadas a conservar las cosas o las personas en el estado en que se encuentran al
momento de iniciar el proceso.
Tal afirmación se cae por su propio peso, si se tiene presente que la finalidad de la medida
cautelar es garantizar la efectividad de la sentencia, y para hacer efectiva la decisión judicial
en ocasiones se requiere conservar las cosas en su estado inicial, pero hay eventos en los
que se necesita alterar ese statu quo para poder hacer prevalecer el derecho sustancial
protegido.
Por esta razón, el profesor Azula Camacho señala que, de acuerdo con los efectos que
produzca la medida o el proceso cautelar, el mismo admite una clasificación en innovatorio
o conservatorio:
Las dos normas que plasman el espíritu del ordenamiento ambiental y garantizan la
efectiva protección de los bienes que tienen bajo su tutela son el capítulo VI de la
Ley 472 de 1998, que regula la coadyuvancia y las medidas cautelares en las
acciones populares.
Por una parte, encontramos el artículo 2 de la Ley 472 de 1998 que otorgó a los
jueces la facultad de actuar, aunque no se haya verificado la existencia de un daño,
al indicar que «las acciones populares se ejercen para evitar el daño contingente,
hacer cesar el peligro, la amenaza, la vulneración o agravio sobre los derechos e
intereses colectivos, o restituir las cosas a su estado anterior cuando fuere posible».
Antes de ser notificada la demanda y en cualquier estado del proceso podrá el juez, de
oficio o a petición de parte, decretar, debidamente motivadas, las medidas previas que
estime pertinentes para prevenir un daño inminente o para hacer cesar el que se hubiere
causado (Ley 472, 1998).
Tema 5
La prueba pericial en materia procesal penal: entidades
públicas, organismos especializados, peritos del CTI, etc.
Síntesis
A pesar de la adaptación de las reglas del sistema tradicional de responsabilidad
civil, la principal limitante para aplicar dicha responsabilidad a los daños ambientales
es el requerimiento de probar el daño, ya que este tiene características específicas
que no facilitan probar su suceso. Se requiere para esto una estrategia diferente
para la imputación de la responsabilidad, basada en la idea del riesgo generado por
ciertas actividades, como base para asignarles la responsabilidad cuando el daño
no haya sucedido. Es necesario entonces, construir un nuevo sistema de
responsabilidad por daños ambientales que no dependa del sistema de
responsabilidad civil. El sistema de responsabilidad propuesto debe ser
estructurado para extender la responsabilidad por daños ambientales a quien pueda
generarlos por el riesgo latente del desarrollo de ciertas actividades.
Profundización
Figura 8
Fuente: https://bit.ly/3FTwyFI
En un juicio por daño ambiental, el juez, al momento de valorar las pruebas, debe
tener en cuenta el principio actori incumbit probatio, que exige al juez que la falta, el
daño y el perjuicio sean establecidos con certeza, pues no puede contentarse con
indicios; no se puede aceptar comprometer la responsabilidad del indicado sino
cuando la prueba lo acredite. Mediante esta prueba, cuyo contenido es técnico, se
aporta información relevante y concisa para determinar si se generó o no un daño
ambiental, al tiempo que pueden mostrarse planteamientos, conclusiones y
resultados que, según la apreciación del juzgador, se consideren como hechos
ciertos.
Fuente: freepik/27330344
El problema lo constituye la caracterización del daño ambiental cuyas
consecuencias no solo abarcan a los bienes de naturaleza pública, como sería el
equilibrio de los ecosistemas y la biodiversidad, sino que incluye los perjuicios a
derechos e intereses legítimos de terceros, lo que ha llevado a pronunciaciones en
este sentido, pero ciñendo la reparación a meras subsanaciones de daños sobre el
bien concreto, sin contemplar, por no ser mensurable, la repercusión sobre las
funciones y estructura de los ecosistemas dañados.
Existen diferentes orientaciones doctrinales para calificar los daños sobre el medio
ambiente; unas lo hacen desde la perspectiva de su temporalidad, otras de la
magnitud, de la acumulación o sinergia asimilables, de la toxicidad o peligrosidad,
de la persistencia de sus efectos, del riesgo que comportan o de su relación con
otros bienes, como los de carácter patrimonial. Esta delimitación no siempre casa
bien con los elementos básicos del llamado derecho de daños, según el cual el daño
debe ser siempre cierto, efectivo, determinable, evaluable, individualizable y no
puramente eventual o hipotético. Esto es así porque, en el caso ambiental, es
incluso posible valorar la mera existencia de peligro o no se condena por el hecho
de que los vertidos realizados provocaran un daño al medio ambiente, sino por el
hecho de lo que los vertidos supondrían para los bienes jurídicos protegidos y es
ese riesgo generado el que es susceptible de ser indemnizado.
Dictamen pericial
Figura 8
Fuente: freepik/34986233
Conclusiones
La determinación del valor monetario del daño generado sobre el medio ambiente,
de su coste de reposición y del riesgo que ocasione un delito sobre el medio no
puede resolverse por los métodos de valoración existentes, pues todos ellos, aun a
pesar de su bondad técnica y su eficacia probada, solo resuelven el problema de
manera parcial. En general, se trata de metodologías diseñadas con una finalidad
muy concreta, abordando tan solo una de las múltiples manifestaciones de los daños
ambientales o uno solo o muy pocos de los aspectos que forman parte del coste de
reposición. Al acudir a estos métodos en la valoración pericial, se incorporan sesgos
y arbitrariedades que no deben ser asumidos por lo inapropiadodesde el punto de
vista técnico y por no ser equitativo desde el punto de vista jurídico. (Salas Alvarado,
2015)
Abbad, T. y Gutiérrez, G. (2015). La valoración del bien ambiental como elemento del
dictamen pericial en el delito contra el medio ambiente y la ordenación del territorio.
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