Acné y (no estás solo)

Rosácea
Las más consultadas en Dermatología

Ivanna Avramovic
Dermatología Superior I
Actividad Evaluable 3
Mayo 2022
Universidad Kennedy
Ivanna Avramovic, Tec. en Dermatocosmiatría, nos acerca información sobre
dos de las patologías que más comúnmente nos afectan, la Rosácea y el Acné.
Para que puedas estar al tanto de todo aquello que tenes que saber,
recorremos con ella los porqués, los métodos de prevención y los tratamientos
posibles.

Cuando hay Rosácea o Acné, controlar los brotes, y cubrir la rojez o las
pústulas, pápulas, comedones y marcas, parece una batalla que nunca acaba.
La rosácea y el acné son mucho más comunes de lo que pensamos. Se estima
que la rosácea afecta a 1 de cada 10 personas. Para poder elegir el
tratamiento adecuado para tu rosácea o acné tenemos que comprender un
poco mejor de qué se tratan estos temas.

¿Qué causa la rosácea?

La causa exacta es desconocida, pero lo que sí sabemos es que hay varios factores que
pueden incrementar el riesgo de padecerla. Aquellos que tienen más tendencia a presentarla
son las mujeres de pieles muy claras, de entre los 20 y 50 años, pero la realidad es que a
todos puede afectarnos.

Los factores desencadenantes que uno

puede manejar son el control del
consumo de alcohol, comidas
picantes, radiaciones UV y niveles de
estrés.

Una barrera cutánea degradada es

uno de los principales
desencadenantes, ya que permitirá
ingresar agentes irritantes, y salir
agentes hidratantes, por lo cual
consecuentemente veríamos
irritación. Las anormalidades en la
circulación sanguínea a través de los
vasos sanguíneos faciales, provocarán
sonrojez persistente. También la
genética es un factor predisponente y
hasta se la ha relacionado con
determinadas bacterias a nivel
gástrico (Helicobacter Pylori) y
determinado tipo de ácaro en la piel
(Demodex Folliculorum). Otro factor
importante puede ser una baja
inmunidad.
¿Cómo saber si tengo Rosácea?
Quienes sufren Rosácea primero experimentan una “sonrojez”, que se refleja en sus mejillas
y se extiende a su nariz y barbilla, nunca la encontraremos en escote o espalda.

Uno pensaría que la persona se sonrojó por un momento, pero no, estos consultantes entran y
salen de este tipo de episodios casi en forma constante. Este estado puede durar meses y
mientras la condición avanza podemos ver dilataciones en los vasos de las mejillas y el
pliegue nasal, así como pústulas y pápulas, en estados más avanzados. Si no se trata,
podemos ver como resultado, una piel engrosada, dañada y una nariz de apariencia bulbosa.

Para definirlo formalmente es importante saber que la Rosácea es una condición inflamatoria
crónica, que se presenta en pieles hipersensibles, con mejillas enrojecidas, pequeños vasos
dilatados y a veces pústulas y pápulas.

Aunque la rosácea suele aparecer en personas de piel clara, no son tan extraños los casos en
personas de piel más oscura. La rojez puede pasar inadvertida en pieles más oscuras,
especialmente en aquellas que además sufren de hiperpigmentación. Es por ello que muchas
veces la Rosácea es mal diagnosticada.

Estas personas de piel más oscura deberán buscar otros signos como calor y sonrojez,
especialmente después de ciertos disparadores, pueden también sentir ardor al aplicar algún
cosmético en particular. La forma más fácil de diagnosticar esta condición en estos fototipos
es bajo la lupa del médico dermatólogo. Existen varios tipos de Rosácea y para poder
distinguirlos es importante consultar con el médico especialista.

¿Cómo manejar tu Rosácea?

Si bien no hay una cura para ella, se recomienda evitar cosméticos perfumados, o con bases
de alcohol y proteger la piel con factores altos de protección UV (+30) en todo momento. Sin
este tipo de recaudos la rosácea normalmente empeora. Por este motivo, como con todas las
patologías de la piel, el mejor tratamiento para ellas es la prevención, más que la cura.
Proteger la barrera cutánea es muy importante evitando limpiezas detersivas y utilizando
emulsiones de limpieza suaves y calmantes. Tampoco debemos utilizar productos de
exfoliación demasiado gruesa que irriten esta piel hipersensible. Es también muy importante
una alimentación que mantenga elevado nuestro sistema inmune y no contenga demasiado
picante, bebidas alcohólicas o alimentos que irriten nuestro sistema digestivo.

Si la rosácea comienza a tener un impacto en tu autoestima, lo más aconsejable es consultar

con tu médico para que recete un tratamiento mediante tópicos o inclusive antibióticos,
debido a sus propiedades antiinflamatorias (si esta patología comienza a afectar tus ojos o
nariz).

¿Qué es el Acné?
El acné es una patología inflamatoria, que afecta a todas las razas y a ambos sexos. Se dice
que tiene su máximo apogeo en la etapa de la adolescencia ya que los desequilibrios
hormonales y las emociones del día a día intensifican su aparición. No obstante, a medida que
abandonamos esa etapa, el Acné -aunque sea de manera más aislada- sigue estando presente,
más que nada en las mujeres. De hecho, esta afección es una de las primeras razones que
llevan a las personas a acudir al dermatólogo en busca de un tratamiento eficaz que frene su
aparición.

Los motivos de su aparición son diversos, desde cambios hormonales, hasta el uso de
cosméticos inapropiados para nuestro biotipo (tipo de piel). Este último detalle hace que
muchas veces, estos cosméticos, en vez de hacerlo desaparecer lo incentiven a mostrarse.

El acné también puede aparecer y

activarse como la rosácea, en
momentos de estrés o ansiedad.
Cuando pasamos por estos
momentos, una hormona llamada
cortisol se dispara y con ella
aumentan los niveles de glucosa en
sangre. Estos desajustes en la
glucosa sanguínea estimularán por
ejemplo, la reparación de tejidos,
pero en grandes cantidades,
nuestro organismo se manifestará
con brotes acneicos.

El acné es lisa y llanamente la

excesiva producción de sebo por
parte de nuestras glándulas
sebáceas que se ven estimuladas
por andrógenos. Este aumento de
sebo que intenta vertirse sobre la
capa más externa de nuestra piel
para contribuir en la barrera de
protección, se ve limitado por la descamación celular. Es así como se obstruyen los orificios
de salida (poros) generando microcomedones. El sebo ve impedida su salida natural y queda
atrapado allí. Mientras, continúa llenándose de material orgánico hasta que una bacteria
transforma el sebo en ácidos grasos libres. Esto da lugar a comedones, pústulas y pápulas. Si
no se lo trata puede originar hasta quistes y nódulos sebáceos.

¿Cómo lo diferenciamos?
Muchas veces, como ya mencionamos, el Acné acompaña a la rosácea. Pero a diferencia de la
Rosácea, el Acné puede encontrarse no solo en el rostro (más que nada en la llamada ZONA
T), sino también en otras partes del cuerpo como en el escote, la espalda y los hombros.
Aunque no es una enfermedad para nada infecciosa, en las lesiones (las más comunes son los
comedones), podemos distinguir bacterias, como ya mencionamos, muy específicas como
Cutibacterium Acnes y Staphylococcus epidermidis.

Si esta patología se vuelve

inflamatoria, presentando
pústulas por ejemplo, es más
común que deje cicatrices y
manchas que pueden persistir en
el tiempo.

Existen, como en la Rosácea,

varios factores que son agravantes
de esta condición, como el llevar
el cabello en la cara de forma
constante, el uso de cascos, cierto
tipo de anticonceptivos, estrés, o
cosméticos aceitosos que no sean
apropiados para nuestro tipo de
piel.

Se divide en 3 grados distintos y

estos surgirán según el tipo de
lesiones que presentemos. Es
esencial asistir al médico
dermatólogo para que pueda
diagnosticar el grado y un
tratamiento adecuado. Este es el
primer paso a seguir para que no
evolucione en mayores grados y el
médico especialista pueda recetar
antibióticos, tópicos con ácido
salicílico, ácido glicólico,
retinoides o cremas locales con peróxido de benzoilo, las cuales harán que se controle la
producción de sebo y haya una descamación más veloz y en consecuencia renovación celular.
¿Cómo lidiar con tu Acné?
Una vez controlado, podrás comenzar un tratamiento con un Cosmiatra, realizando limpiezas,
peelings suaves para acelerar la descamación y la renovación celular. Este tratamiento
cosmiatrico mantendrá la producción de sebo bajo control y el nivel de descamación indicada
de la capa más externa de la piel, para impedir que el folículo piloso vuelva a obstruirse. En
el gabinete tambien podrán realizarse extracciones de comedones cerrados y abiertos (puntos
negros), pudiéndose también tratar las secuelas como manchas o marcas cicatrizales. En el
gabinete cosmético el consultante podrá ser aconsejado acerca de los cosméticos indicados
para su rutina de limpieza, tanto diurna como nocturna, según su biotipo. Si se utiliza
maquillaje es importante retirarlo siempre con productos que no sean a base de aceites, para
que no se obstruyan los poros y luego realizar una limpieza.

Conclusiones para Una piel sana y luminosa

Siempre debemos recordar, que utilizar productos adecuados para nuestro tipo de piel, puede
ser el comienzo de la solución a estas patologías comunes. Manejar nuestros niveles de
estrés, tener rutinas de limpieza acertadas y aconsejadas por un profesional en estética de la
piel, llevar una buena alimentación y utilizar fotoprotección, son todos temas claves para
poder lucir una piel saludable. Si no sabemos por dónde comenzar, el médico dermatólogo es
el profesional indicado para orientarnos.

Ivanna Avramovic-

Ténica Universitaria en Cosmeteología, Estética y Cosmiatría

Referencias Bibliográficas:

IMAGENES FUENTES (RECUPERADO 2022):

https://thumbs.dreamstime.com/b/proceso-de-la-formaci%C3%B3n-del-acn%C3%A9-68322579.jpg

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https://www.topdoctors.es/articulos-medicos/si-tu-hijo-tiene-acne-no-te-lo-pierdas

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https://images.squarespace-cdn.com/content/v1/5c4f6ba1e2ccd1ee6075495d/1606177698821-WIPC6IS3ZO2Q68
4DN224/Rosacea+treatment+in+Naples%2C+FL

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https://assets-global.website-files.com/60aac6f6dd71db0cdb8002fc/61374b70d84d62798ab1698a_Rosacea-Vs-Ac
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Recuperado 2022 - https://www.univision.com/temas/tratamientos-para-el-acne

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Recuperado 2022: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/rosacea/symptoms-causes/syc-20353815

Fernández Bussy,R., Gatti,C.F., & Porta Guardia,C. (2010). Fundamentos en Dermatología Clínica. Ediciones Journal.

Woscoff, A., Kaminsky, A., Marini, M., & Allevato, M. (2010). Dermatología en medicina interna. Alfaomega Grupo
editor Argentino