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LA SANTISIMA TRINIDAD EN LA BIBLIA

La Santísima Trinidad. Celebramos hoy su solemnidad en el domingo


después de Pentecostés. Si echásemos un vistazo a las Escrituras, nos
encontraríamos que… ¡No están las palabras Santísima Trinidad en la
Biblia! Sin embargo, a lo largo de los libros sagrados hay varias
referencias a este misterio central del cristianismo. Te dejamos nueve
pasajes (no son los únicos), tanto del Antiguo como del Nuevo
Testamento, en los que puedes hallar alusiones a la Trinidad (Padre, Hijo
y Espíritu Santo).

La Santísima Trinidad en el Antiguo Testamento 


1. La Creación. Cuando la Biblia narra la creación del hombre, recoge las
siguientes palabras de Dios: Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como
semejanza nuestra (Gn 1, 26). Aunque no apunte explícitamente a tres
Personas, el Génesis nos habla de una pluralidad en Dios.
2. La Teofanía de Mambré. En esta ocasión es más evidente la Trinidad. Dios
se aparece a Abraham en la encina de Mambré bajo la figura de tres individuos
(Gn 18). Además, cuando Abraham los recibe los trata como si de uno solo se
tratara: Señor mío, si te he caído en gracia, no pases de largo cerca de tu
servidor (Gn 18, 3); reflejando así la Unidad en la Trinidad.
3. Isaías. En el capítulo 6 del Libro de Isaías se narra la visión que este profeta
tuvo acerca de su vocación. Hay dos alusiones a la Santísima Trinidad.
Primero, cuando los serafines se decían entre sí: Santo, Santo, Santo, el Señor
de los Ejércitos (Is 6, 3). Y segundo, cuando Dios dice: ¿A quién enviaré? ¿Y
quién irá de parte nuestra? (Is 6, 8).
La Santísima Trinidad en el Nuevo Testamento 

Evangelios
4. La Encarnación. En la narración de la Encarnación que hace san Lucas (Lc
1, 26-38), aparecen las Tres Personas de la Santísima Trinidad. El Padre,
representado en la voz del Ángel que anuncia a María que será la Madre del
Señor; el Hijo, que se hace carne en las entrañas de la Virgen; y el Espíritu
Santo, que cubre con su sombra a la joven de Nazaret.
5. El Bautismo de Jesús. Nuevamente reaparece la Santísima Trinidad
cuando Jesús inicia su vida pública. San Marcos (Mc 1, 9-11) nos cuenta como
en el Bautismo de Jesús en el Jordán el Padre habla al Hijo (Tú eres mi Hijo
amado, en ti me complazco), mientras que el Espíritu, en forma de paloma,
baja sobre Él.
6. La Transfiguración. Antes de entrar en Jerusalén para padecer, Jesús se
transfigura ante Pedro, Santiago y Juan (Mt 17, 1-8). Aparece otra vez la
Santísima Trinidad: el Padre que da testimonio del Hijo (Este es mi Hijo
Amado, en quien me complazco; escuchadle), mientras que este muestra su
esplendor transfigurado. El Espíritu Santo está representado en la nube que
cubre tanto a Jesús, Moisés y Elías, como a los tres apóstoles.
7. La Ascensión. Justo antes de subir al Cielo, Jesús dio este mandato a los
apóstoles: Id, pues, y hace discípulos a todas las gentes bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Mt 28, 19). Ya antes de
padecer, en la Última Cena, se aprecia cómo Jesús hace referencias a las
distintas Personas de la Santísima Trinidad (Jn 13-17).
Otros libros del Nuevo Testamento
8. Despedida de San Pablo. Las palabras que san Pablo utiliza para
despedirse en su Segunda Carta a los Corintios (2 Co 13, 13), que a veces se
repiten al principio de la Misa, hablan explícitamente de la Santísima
Trinidad. La gracia del Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del
Espíritu Santo sean con todos vosotros. 
9. Apocalipsis. En el último libro de la Biblia también hay referencias a la
Santísima Trinidad, a través de la mención del Dios tres veces santo. En una
de las visiones, san Juan contempla a «cuatro Vivientes» que repiten sin
descanso noche y día: Santo, Santo, Santo, Señor, Dios Todopoderoso (Ap 4,
8).

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