Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Evangelios
4. La Encarnación. En la narración de la Encarnación que hace san Lucas (Lc
1, 26-38), aparecen las Tres Personas de la Santísima Trinidad. El Padre,
representado en la voz del Ángel que anuncia a María que será la Madre del
Señor; el Hijo, que se hace carne en las entrañas de la Virgen; y el Espíritu
Santo, que cubre con su sombra a la joven de Nazaret.
5. El Bautismo de Jesús. Nuevamente reaparece la Santísima Trinidad
cuando Jesús inicia su vida pública. San Marcos (Mc 1, 9-11) nos cuenta como
en el Bautismo de Jesús en el Jordán el Padre habla al Hijo (Tú eres mi Hijo
amado, en ti me complazco), mientras que el Espíritu, en forma de paloma,
baja sobre Él.
6. La Transfiguración. Antes de entrar en Jerusalén para padecer, Jesús se
transfigura ante Pedro, Santiago y Juan (Mt 17, 1-8). Aparece otra vez la
Santísima Trinidad: el Padre que da testimonio del Hijo (Este es mi Hijo
Amado, en quien me complazco; escuchadle), mientras que este muestra su
esplendor transfigurado. El Espíritu Santo está representado en la nube que
cubre tanto a Jesús, Moisés y Elías, como a los tres apóstoles.
7. La Ascensión. Justo antes de subir al Cielo, Jesús dio este mandato a los
apóstoles: Id, pues, y hace discípulos a todas las gentes bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Mt 28, 19). Ya antes de
padecer, en la Última Cena, se aprecia cómo Jesús hace referencias a las
distintas Personas de la Santísima Trinidad (Jn 13-17).
Otros libros del Nuevo Testamento
8. Despedida de San Pablo. Las palabras que san Pablo utiliza para
despedirse en su Segunda Carta a los Corintios (2 Co 13, 13), que a veces se
repiten al principio de la Misa, hablan explícitamente de la Santísima
Trinidad. La gracia del Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del
Espíritu Santo sean con todos vosotros.
9. Apocalipsis. En el último libro de la Biblia también hay referencias a la
Santísima Trinidad, a través de la mención del Dios tres veces santo. En una
de las visiones, san Juan contempla a «cuatro Vivientes» que repiten sin
descanso noche y día: Santo, Santo, Santo, Señor, Dios Todopoderoso (Ap 4,
8).