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EDGAR · ALLAN POE

EUREKA·, MARGINALIA,
, ,
LA FILOSOFIA DE LA COMPOSICION

EMECÉ EDITORES, S. A, I BUENOS AIRES


,,

2 50 EDGAR ALLAN POE .t -,':::::

La mejor oportunidad que se le brinda al hombre . .


insignificante de ser grande consiste en vilipendiar a
· ¡
-,,- '
LA F-ILOSOFIA
un···gran hombre. El- Cangrejo-nunca hubiera--podidrr·-~:--~,: '
ser una constelación si no huhiera tenido el c;oraje de t DE LA COMPOSICION
mordicar a Hércules en el Talón. ¡,
***
En China han descubierto que el abdomen es la sede
del alma; y la inteligencia vivaz de los griegos consi-
deró que era desperdiciar palabras emplear más de un
solo término, ~péysc;;, para designar la mente y el dia-
fragma.

***
"¿Qué aprende un hombre viajando?", preguntó el
doctor Johnson, un día, en un acceso de rabia. "¿Qué
aprendió Lord Charlemont en sus viajes, excepto el
hecho de que había una serpiente en una de las pirá-
mides de Egipto?" - Pero si el doctor Johnson hu-
biera vivido en los días de los "Silk Buckinghams",
hubiera visto que, lejos de pensar en encontrar una
serpiente en una pirán1ide, el viajero juraría en el acto 'í
haber encontrado una pirámide en una serpiente. 1

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1
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HACE ALGÚN tiempo hice un análisis del mecanismo


de la composición de "Barnaby Rudge", y Charles
Dickens, refiriéndose a este análisis en una nota que
ahora tengo ante mí, dice: "Entre paréntesis ¿se ha
dado usted cuenta de que Godwin escribió su Caleb
Williams al revés? Co1nenzó su obra creando una situa-
ción llena de dificultades a su héroe: este episodio forma
el segundo volumen; y luego, en el primero, inventa
algún modo de explicar lo que ha hecho".
No creo que éste haya sido exactamente el procedi--
miento empleado por Godwin, y, en verdad, lo que
él mismo reconoce no concuerda del todo con la idea
que sobre el particular se ha formado Mr. Dickens;
empero, el autor de Caleb Williams era un artista
en toda la acepción de la palabra, y, por lo tanto, no
podía dejar de notar las ventajas que tal sistema, aun-
que sólo fuese parecido, pudiera reportarle. Nada re-
sulta más claro que el hecho de que _todo a_i:g;¡~en~o
qu~-.:'.~~!-~r_e_ck~~-4.!'~_.1?!:'.1:.ea4?_.~~de
eTcomi.sr;~J:!.~_'!_desenlace,
antes de que nada sea
sometido a la pluma:-S~uando no perdemos de
254 EDGAR ALLAN POE , LA FILOSOFÍA DE LA COMPOSICIÓN 2 55

vista el desenlace, podemos dar al argumento la sem- tono. Después de lo cual echaré una mirada alrededor
blanza indispensable de consecuencia o causalidad, ha- de mí (o más bien dentro de mí) a fin de lograr aque-
ciendo que los incidentes, y especialmente el tono, con- llas combinaciones de sucesos y de tono que resulten
fribuyan en fodo momentó al desárrollo de la fütenéion:- . más eficaces para la obtención del efecto.
A mi parecer, cuando se "construye" un relato, ate- A menudo me he puesto a pensar que cnalquier autor
niéndose al procedimiento corriente, se comete un error podría escribir un artículo muy interesante para una
garrafal. O bien la historia proporciona una tesis, o ésta revista si quisiera o pudiera detallar, paso a paso, los
es sugerida por un incidente ocurrido en la actualidad, procesos que pel-mitierori- completar sus composiciones.
o, en el mejor de los casos, el autor trata de combinar No puedo explicarme por qué no ha aparecido aún ese
los sucesos más conspicuos a fin de que constituyan la articulo, pero no sería de extrañar que la vanidad del
base de su narración, llenando generahnente con des- autor fuese la causa principal de la omisión. La 1nayoría
cripciones, diálogos o comentarios cualquier grieta o de los escritores -los poetas en particular- prefieren
vacío que, tanto en los hechos con10 en la acción, puede hacer creer que el éxtasis intuitivo, o algo así como un
presentarse al correr de las páginas. delicado frenesí, es el estado en que se encuentran
Prefiero co1nenzar con una consideración concernien- cuando realizan sus composiciones, )r se estremecerían
te al efecto. Sin perder de vista por un momento la de pies a cabeza si dejaran que el público echase una
originalidad -pues se engaña a sí mismo quien se mirada tras los bastidores y presenciase las escenas de
aventura a pasar por alto una fuente de interés tan la elaboración y las vacilaciones del pensamiento que
fácil de alcanzar-, me digo a 1ní mismo, en primer tienen lugar en el proceso de la creación, qlle notase
lugar: "De los innumerables efectos a los cuales el cora- los verdaderos propósitos, captados sólo a último mo-
zón, el intelecto, o (considerado de una manera más mento, los innumerables vislumbres de la idea que no
general) el alma, son más sensiblesj ¿cuál elegiría yo llegó a madurar plenamente, las fantasías rechazadas
en la ocasión presente?" Habiendo elegido en primer por rebeldes, las cautelosas selecciones y exclusiones, las
lugar una novela y, luego, un efecto intenso, entro a dolorosas raspaduras e interpolaciones, en pocas palabras,
considerar si este últin10 podrá lograrse mejor n1ediante las ruedas y los piñones, los aparejos para cambiar las
la acción o el tono, o dicho con otras palabras si será escenas, que en noventa y nueve de cien casos cons~
más fácil lograrlo recurriendo a incidentes corrientes o tituyen las cualidades del histrión literario.
mediante un tono particular o a la inversa, o bien Bien me doy cuenta, por otra parte, que de ninguna
gracias a la particularidad tanto del incidente como del manera es frecuente el caso de -que un autor esté en

(','

1
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condiciones de desandar el camino que le ha permitido siado largo para que pueda ser leído de una sola vez,
llegar a sus conclusiones. En general, dado que las su- debemos resignarnos a no aprovechar el efecto impor-
gestiones han surgido caprichosamente, se las cultiva tantfsimo que deriva éle la unidad de la impresión;
y sé las 'olvida de una manera similar; pues si es necesario leerlo en dos ocasiones, los asuntos
l)or mi parte, no siento ninguna simpatía por esas del mundo intervienen en el Ínterin, y, como conse-
reservas de los escritores, ni tengo tampoco inconve- cuencia, se pierde ·todo aquello que se asemeja a una
niente alguno en mostrar las fases progresivas de cua- impresión total. Pero daq,o que, ceteris paribus, ningún
lesquiera de mis composiciones; y, dado que el interés poeta puede renunciar a nada que secunde su propó-
de un análisis, o de una reconstrucción, que he consi- sito, sólo queda por verse si la extensión implica alguna
derado como un desideratum, es cdmpletamente inde- ventaja que compense la pérdida de la unidad. Por mi
pendiente de cualquier interés real o imaginado que parte contesto categóricamente que no. Lo que llama-
pueda inspirar la cosa analizada, no deberá considerarse mos un poema largo no es otra cosa que una sucesión
como una falta de decoro el que yo muestre el modus de poemas cortos -esto es, de efectos poéticos breves-.
operandi que me permitió componer uno de mis poe- Resulta inútil demostrar que un poema sólo es tal cuan-
mas. Elijo a The Raven (El Cuervo) precisamente do, al elevar el alma, determina cierto grado de exalta-
porque es el más conocido. 11e propongo, desde ya, ción; y que todas las exaltaciones intensas son, por
manifestar claramente que en ningún momento esta necesidad física, breves. Por esta razón, cuando menos
composición se debe, ya al azar, ya a la intuición: I_a una mitad del "Paraíso Perdido" es esencialmente pro-
obra fué adquiriendo forma gradualmente con la preci- sa -una sucesión de exaltaciones poéticas entremezcla-
sión y la consecuencia rígida de un problema ma- das, inevitablemente, con depresiones correspondientes-
ten1ático. y, en consecuencia, la obra, debido a su extensión exa-
Descartemos, por ser ajeno al poe1na, per se, la cir- gerada, ha perdido ese elemento artÍstico de importan-
cunstancia -o mejor dicho la necesidad- que, en pri- cia primordial, la integridad, o sea la unidad del efecto.
1ner término, dió lugar a la intención de con1poner un Parece, por lo tanto, evidente que, en todas las obras
! 1
poema capaz de satisfacer, a la vez, el gusto del público de arte, existe un límite en lo que atañe a la extensión
y el del crítico. -el límite correspondiente a la circunstancia de poder-
Por lo tanto, empecemos por considerar esa intención. las leer de un tirón- y que, aun cuando en ciertas
1 1

La primera condición que tuve en cuenta era la que composiciones de prosa, como ser "RobinSon Crusoe"
se refería a la extensión. Si_ un trabajo literario es dema- (que no exige unidad), quizá resulte conveniente pa-
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sar por alto dicho límite, ese procedimiento de ninguna a tergiversar el significado de lo que antecede, diré
manera puede aplicarse al poema. Dentro de este límite' alguna1 palabras para. aclarar este punto. El placer que
la extensión del poema p11ede guardar una relación. a la vez es el n1ás intenso, el más elevado y el más
matemática con su mérito, o sea con su grado de exal- puro, se encuentra, según creo, en la contemplación
tación o elevación, o, expresado de otro modo, con d de lo bello. Cuando los hombres hablan de Belleza
grado del efecto poético auténtico que sea capaz de quieren significar no precisamente una cualidad, como
transmitir; pues resulta claro que la brevedad debe es- en gener~l se cree, sino un efecto. Para expresarlo en
tar en relación directa con la intensidad del efecto pocas palabras, se refieren a la elevación intensa y pura
buscado, aun cuando con una condición: y es que del alma -no a la del intelecto o a la del corazón-
cierto grado de duración se req,uiere para la producción que ya he comentado y que se experimenta como con-
de cualquier clase de efecto. secuencia de la contemplación de lo "bello". Ahora
Teniendo en cuenta estas consideraciones, así como bien, designo a la Belleza como provincia del poema
el grado de exaltación que decidí no debía rebasar la simplemente porque es una regla evidente del arte que
capacidad del lector corriente, aun cuando debía dejar los efectos deben surgir de causas directas; que el objeto
satisfecho al crítico, llegué de inmediato a concebir la debe alcanzarse recurriendo a los medios mejor ad.ip-
extensión conveniente para n1i poen1a proyectado: una tados para su consecución; y nadie ha sido todavía lo
extensión de cien· líneas más o menos. En realidad, el suficientemente débil como para negar que la elevación
poema tiene ciento ocho. particular aludida se logra más fácilmente en el poema.
Después mi pensamiento se concentró en la elección Ahora bien, el objeto Verdad, o la satisfacción del inte-
de la impresión, o sea del efecto que debía comuni- lecto, y el objeto Pasión, o la exaltación del corazón,
carse al lector; y aquí cabe observar que en todo el pueden ser alcanzados, hasta cierto punto, mucho más
proceso de la construcción no perdí de vista el propó- fácilmente en el dominio de la poesía que en el de la
sito de que mi obra pudiese ser universalmente apre- prosa. De hecho la Verdad exige cierta precisión, y la
ci~.ª· Si tratara de demostrar un punto sobre el cual pasión cierta· sencillez (los verdaderos apasionados me
he insistido en diversas ocasiones, y que, dentro de lo comprenderán), que son absolutamente· antagónicas a
poético, no necesita ser demostrado de ninguna manera, esa Belleza que, lo sostengo, es la exaltación o la ele-
esto es, que la Belleza es la única provincia legítima vación gozosa del alma. De ninguna manera ha de
del poema,· ello me apartaría de mi tema inmediato. inferirse, partiendo de lo que acabo de decir, que la
Empero, dado que algunos de mis amigos se inclinan ¡,
pasión, o aun la verdad, puedan no ser introducidas
;:.,

"
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ventajosamente en un poema, ya que suelen servir para pende, en lo que atañe a la intensidad de la monotonía,
la elucidación o bien ayudan al efecto general, tal como tanto del sonido corho del pensamiento. El placer se
las ·discordancias en· la música: por :contraste. Pero el deriva solamente del sentido de la identidad y de la
verdadero artista tratará siempre de subordinarlas, en repetición. Resolví, .por lo tanto, diversificarlo y realzar
primer lugar, al fin predominante, y, en segundo lugar, el efecto, ateniéndome en general a la monotonía del
de rodearlas, en todo lo posible; de esa Belleza que es sonido, en tanto que variaría constantemente el signi-
la atmósfera y la esencia del poema. ficado; es decir, que' me propuse producir continua-
Considerando, por lo tanto, a la Belleza corno a mi mente efectos nuevos mediante la variación en la apli-
provincia, el problema siguiente se refería al tono de caci6n del estribillo, aun cuando el estribillo mismo no
su manifestación más alta, y toda la experiencia ha cambiase nunca.
demostrado que ese tono es el de la tristeza. Toda for- Habiendo resuelto estos puntos, me aboqué a la tarea
ma de Belleza en su desarrollo supremo, invariablemen- de determinar la naturaleza del estribillo. Dado que su
te, hace derramar lágrimas al alma sensible. Por lo tanto aplicación debía variar en repetidas ocasiones, resultaba
la melancolía es el más auténtico de los tonos poéticos. claro que el estribillo debía ser breve, pues la aplicación
Habiendo, de esta suerte, determinado la extensión, frecuente de la variación en cualquier oración larga hu-
la provincia y el tono, rec1:1rrí a la inducción corriente biera presentado dificultades insalvables. La facilidad
con el propósito de lograr cierta acrimonia artística ~e de la variación debería estar en relación con la brevedad
pudiera servir de base a la construcción del poema; un de la oración. En consecuencia, para lo que yo me pro-
eje sobre el cual la estructura pudiera dar vueltas. Al ponfa el mejor estribillo seria aquel qne estuviese con-
examinar detenida1nente todos los efectos artísticos co- tenido en una sola palabra.
rrientes, no dejé de percibir inmediatamente que nin- Y ahora se preser:itó la cuestión que consistÍa en de-
guno de ellos gozaba de tanta aceptación universal terminar el carácter de esa palabra. Habiendo aceptado
corno el del estribillo. La universalidad de su aplicación la idea del estribillo, ello me obligaba, por lo tanto, a
bastó para convencerme de su valor intrínseco y me dividir el poema en estrofas: el estribillo constituida el
ahorró la necesidad de someterlo a un análisis. Empero, final de cada estrofa. Si deseaba que la palabra final
consideré la posibilidad de mejorarlo y pronto me di tuviese vigor y énfasis prolongado era menester que
cuenta de que se encontraba en un estado primitivo. fuera sonora; y esas consideraciones inevitablemente me
Tal como se le emplea corrientemente, el estribillo no llevaron a la o larga corno la vocal más sonora en rela-
sólo está limitado al verso lírico, sino que también de- ción con la r como la consonante de mas efecto.
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Habiendo de esta suerte determinado el sonido del forma monótona la palabra "Nevermoreu al terminar
estribillo, fué necesario elegir una palabra que iucor- cada !"strofa en un . poema de tono melancólico y de
_p.o.t.ara__ese _ sentido y al mismo_ tiempo ___evocara __ con_ Ja '- unas cien líneas de extensión. Ahora, sin perder de
mayor inteusidad p'ósible el sentimiento de melancolía vista el objeto, la perfección en todo momento, me
que, tal como yo lo había predeterminado, debía ser pregunté a mí .mismo: "De todos lps temas melancó-
el tono del poema. En esa búsqueda no hubiese sido licos ¿cuál es, según el entender hum.ano, el más me-
posible pasar por alto la palabra "Nevermore" 1 • En lancólico? La muerte, fué la respuesta inevitable. Y
verdad, fué la primera palabra que acudió a mi llamado. ¿cu·ándo, me pregunté,· es éste, el más melancólico de
Lo que se necesitaba después era un pretexto para los temas, asimismo el más poético? Por lo que ya he
poder usar continuamente la palabra "nevermore". Al explicado detalladamente, la respuesta en este caso tam-
notar las dificultades que de inmediato encontré al in- bién es inevitable: "Cuando más se asemeja a la Belle-
ventar una razón que me permitiera repetirla una y za: por lo tanto la muerte de una mujer bella es indu-
otra vez, no dejé de percibir que esa dificultad se debía dablemente el tema más poético del mundo, y asimismo
únicamente al hecho de suponer que la palabra debía tampoco cabe dudar de que los labios mejor adaptados
ser continuamente repetida, y en forma monótona, por para expresar ese tema son los de un amante desolado".
un ser humano; no dejé de percatarme que la dificultad Era necesario ahora combinar dos ideas; la de un
estribaba en la conciliación de la monotonía con el enamorado que llora la muerte de su amada y la de
ejercicio de la razón por parte de la criatura que repetÍa un Cuervo que repite continuamente la palabra "Ne-
la palabra. Este reconocimiento de inmediato dió lugar vermore". Debía combinar esas ideas, teniendo en cuenta
a la idea de una criatura no razonable capaz de hablar, mi propósito de variar en toda ocasión la aplicación de
y, como es natural, ló primero que evoqué fué un la palabra repetida, pero el único modo inteligible de
loro, pero de inmediato lo reemplacé por un Cuervo, llevar a cabo esa combinación consistía en imaginar que
ya que éste asin1ismo es capaz de pronunciar palabras el Cuervo pronunciara la palabra mencionada al con-
sin contar que se adapta infinitamente mejor al tono testar las preguntas del enamorado. Y aquf vi la opor-
que me habfa propuesto adoptar. tunidad que me brindaba el efecto del cual yo dependía,
Y a habfa llegado, por lo tanto, a la concepción de es decir el efecto de la variación de la aplicación. Me
un Cuervo, pájaro, de mal agüero, el cual repetiría en di cuenta de que podía convertir la primera pregunta
1
formulada por .el enamorado -la primera pregunta a
"Nunca más" (en inglés). Se pronuncia nevermoor.
N. del T. la cual _-el Cuervo contestaría "Nevétmore"- en una
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pregunta común, la segunda lo seria algo menos, la fué a esta altura de mis pre-consideraciones que me
tercera menos aún, y así sucesivamente, hasta que, a la: puse, a componer c:;sta estrofa:
larga, el enamorado, "sorprendido por el carácter melan-
'~Prophet!" said !, "tbing of evil! prophet still if bird or devil!
colieo de la palabra, por su repetidón frecuente )' recor-
dando la repntación agorera del pájaro que la pronun- By that Heaven that bends above us - by that God we
both adore,
ciaba, se sentiría invadido por un sentimiento supers-
ticioso y formularía preguntas de un carácter muy dis- Tell this soul wit sorrow laden, if within the distant Aidenn;
tinto, preguntas cuya solución lo conmoverían en lo lt . shall clasp a saint~~ maiden whom the angels name
Lenore -
más profundo de su ser; formularía esas preguntas mo-
vido, en parte, por la superstición, y en parte por esa \ Clasp a rare and radiant maiden whom the angels name
Lenore".
forma de desesperación que se deleita torturando a la
criatura desesperada, que se interroga de esa suerte no Quoth the Raven - "Nevermore".
porque esté convencido del carácter profético o demo- Cornpuse esta estrofa, en prirner lugar con el propó-
níaco del pájaro (pues la razón le dice que éste repite sito de establecer el momento de mayor intensidad, lo
una lección aprendida de memoria), sino porque expe- cual file permitiría variar y graduar, en lo que atañe
rimenta verdadera fruición al formular preguntas que a la seriedad y la importancia, las preguntas subsi-
reciben como respuesta el esperado "Nevermore", tanto guientes del enamorado, y segundo, a fin de poder
más delicioso por lo mismo que constiruye la más into- establecer el ritmo, el metro, la extensión y la dispo-
lerable de las penas. Percibiendo la oportunidad que sición general de la estrofa, así como graduar las estrofas
se me presentaba o, para hablar con más exactitud, que que vendrían después de manera que ninguna de ellas
me era impuesta en el desarrollo de la composición, pudiera sobrepasar a la primera en lo que al efecto rít-
comencé por establecer en mi mente la pregunta final mico se refiere. Suponiendo que en la composición sub-
-esa pregunta a 1a cu al "Nevermore" pudº1era ser en siguiente hubiese sido capaz de haber construído estrofas
último término una respuesta-, esa pregunta en res más vigorosas, no hubiera tenido escrúpulos en debili-
puesta a la cual la palabra "Nevermore" implicara la tarlas, con toda intención) a fin de que no afectaran
pena y la desesperación más agudas concebibles. el efecto climático.
Puede, por lo tanto, decirse que éste es el momento Y aquí no está de más que diga algunas palabras sobre
en que comienza el poema; es decir, con el final, allí el arte de versificar. Lo prirnero que tuve en cuenta
donde deberían comenzar todas las obras de arte, pues (como de costumbre) al construir mi poema fué la
.1
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originalidad. Hasta qué punto esta cualidad ha sido ponderle a "El Cuervo" reside en su com binaci6n en
descuidada en la versific<Yción es una de las cosas más estrofas. Nunca se lia intentado nada que remotamente
·inexplicables de este mundo, Admitiendo que existan se asemeje a esa combinación. El efecto de esta origi-
pocas posibilidades de introducir variedad en el ritmo, nalidad de combinación está realzado por algunos efec-
resulta empero claro que las variedades posibles del tos poco conocidos y por otros totalmente nuevos que
metro y de la estrofa son absolutamente infinitas, y, se deben· a la extensign de la aplicación de los princi-
no obstante, durante siglos, ningún hombre, en los do- pios del ritmo y de la. aliteración.
minios del verso, ha logrado hacer, o parece haber inten- A renglón seguido había que resolver cuál era la
tado hacer, una cosa or{ginal. El hecho es que la origi- manera más adecuada de reunir al enamorado y al
nalidad (a menos de tratarse de inteligencias excepcio- Cuervo, y la primera consideración que se imponía era
nalmente vigorosas) no es de ninguna manera un asun~ la del ambiente local. Todo sugería que éste fuese una
to, como muchos se inclinan a creerlo, de impulso o de selva o el campo -pero siempre me ha párecido que
intuición. En general, para encontrarla, hay que bus- un espacio reducido y circunscrito es absolutamente ne~
carla afanosamente, y aun cuando se trata de un mérito cesario para el efecto del incidente aislado; es lo mismo
positivo del orden más alto, se requiere, para lograrlo, que el marco para el cuadro. Tiene un poder moral
menos inventiva que negación. indiscutible por el hecho de mantener la atención con-
Desde luego, no pretendo que el ritmo o el metro de centrada, lo cual, desde luego, no debe confundirse con
"El Cuervo" sean originales. El primero es troc.aico y la mera unidad del lugar.
el segundo es el octametro acataléctico alternado con el Determiné, por lo tanto, situar al amante en su cuar~
heptametro cataléctico repetido en el estribillo del quin- to; en un cuarto sagrado para él porque su amada había
to verso, que termina con el tetrametro cataléctico. estado a!H muchas veces. El cuarto, según mi descrip-
Expresado en forma menos pedante, los pies empleados ción, está ricamente amueblado. De esta manera soy
(troqueos) consisten de una sílaba larga seguida de consecuente con la idea que ya he explicado, de la
otra corta; la primer lfnea de la estrofa tiene ocho de Belleza considerada como la única tesis poética auténtica.
esos pies, la segunda, siete y medio (en cuanto al efecto Habiendo, pues, determinado el ambiente local, sólo
dos tercios), la tercera, ocho; la cuarta, siete y medio; me faltaba introducir el pájaro; y la idea de introdu-
la quinta, lo mismo, y la sexta, tres y medio. Ahora cirlo por la ventana era inevitable. La idea de que, en
bien, cada una de esas lfneas tomadas por separado ha primer lugar, el amante confundiera el batir de las alas
sido empleada antes, y la originalidad que puede corres- del pájaro contra la persiana con pequeños golpes dados
268 EDGAR ALLAN POE LA FILOSOFÍA DE LA COMPOSICIÓN 269

en la puerta, tuvo su origen en un deseo de aumentar But with mien of lord or lady, perched above my cbamber
-mediante la prolongaeión de la expectativa- la cu- door.
tiósídad del lector y ta".jbifo el deseó de prodüeir un En las dos estrofas que siguen, la intención se lleva
efecto cuando el enamorado al abrir la puerta se encuen- a cabo en forma más clara:
tra con la oscuridad y cae a medias en la fantasía de
Then this _ebony bird, beguiling my sad fancy into smiling
creer que era el espíritu de su arnada quien lo habla
By the grave and stcrn 'decorum of the countenance it wore
llamado.
"Though thy crest be shOrn and shaven, thou, "] said" art
Imaginé una noche tempestuosa, en primer lugar,
sure no craven
para explicar que el Cuervo trataba de encontrar un
Ghastly grim and ancient &ven wandering from the Nightly
refugio y, luego, por el efecto del contraste con la
shore -
serenidad (física) que -reinaba en el cuarto.
Tell me what thy lord/y name is on the Night's Plutonian
Hice, asimismo, que el pájaro se posara en el busto
shore?"
de Palas buscando el efecto del contraste entre la blan-
Quoth the &ven - "Nevermore".
cura del mármol y las plumas negras del Cuervo, de-
biendo entenderse que el busto era absolutamente su ge- lVluch l marvelled this ungainly fowl to hear discourse so
rido por el pájaro. El busto de Palas fué elegido, en plainly
:1
1

primer lugar, porque estaba de acuerdo con la erudi- Though its answer little meaning - little revelancy bore,·
eión del enamorado y, luego, por la sonoridad de la For we cannot help agreeing tbat no living human being
palabra Palas. Ever yet was blessed with seeing bird above his chamber
Más o menos al llegar a la mitad del poema recurrí door -
nuevamente a la fuerza del contraste con el propósito Bird or beast upon the sculptured bust above his chamber
de dar mayor intensidad a la impresión final. Por ejem- door,
plo, planteé una sensación fantástica -casi ridícula hasta With such a name as "Nevermore".
donde era posible-, cuando el Cuervo hace su apari- Habiendo así obtenido el efecto requerido para el
ción en el cuarto. Entra "with many a flirt and flutter". desenlace, substituí inmediatamente el tono fantástico
(Con bastantes revoloteos y coqueteos). por otro profundamente serio. Este tono comienza en
N ot the least obeisance made he - not a moment stopped la estrofa que sigue a la que vengo de citar, con es-
or stayed he, ta línea:
q'

¡ 1
270 EDGAR ALLAN POE
• LA FILOSOFÍA DE LA COMPOSICIÓN 271

llut the R.aven, sitting lonely on that placid bust, spoke only, desaparecida. El estudiante, al ofr el ruido que hace
etc. el pájaro, abre la ventana; éste penetra eu la habitación
Desde ese momento el enamorado ya no bromea y y se posa en el punto más conveniente, fuera del alcance
ni siquiera se da cuenta de que la conducta del cuervo del estudiante, el cual, divertido por el incidente y por
es harto insólita. Se refiere a él diciendo que es un la insólita conducta del visitante, le pregunta, en bro-
"pájaro desgarbado, horrible, flaco y siniestro de los ma, y sin esperar respuesta alguna, cómo se llama. El
tiempos remotos", y siente que sus "ojos de fuego" cu~rvo contesta con l.i única palabra que conoce: "Ne-
arden en "lo más profundo de su pecho". Esta revo- ver1nore", palabra esta que encuentra de inmediato un
lución o fantasía del pensamiento por parte del enamo- eco en el corazón melancólico del estudiante, el cual,
rado tiene por objeto suscitar otra parecida en la mente expresando en voz alta ciertos pensamientos sugeridos
del lector; es decir, colocar la mente en el marco apro- por la ocasión, se siente sobrecogido por la repetición
piado para el desenlace, que ahora va a tener lugar constante de la palabra facidica .. El estudiante, ahora,
directamente y lo más pronto posible. hace conjeturas sobre el extraño episodio, pero se siente
Con el desenlace propiamente dicho, con la respuesta impelido, como ya lo he explicado antes, por la sed '

humana de torturarse a sí mismp y en parte también 'I


del Cuervo, "Nevermore", a la pregunta final del ena-
morado que quiere saber si podrá encontrar a sn amada por la superstición, a formular preguntas al pájaro, pre-
guntas que le proporcionarán todos los matices del do-
en otro mundo, puede decirse que el poema ha sido
lor mediante la respuesta anticipada, "Nevermore". Con
completado. Hasta entonces todo está dentro de los
la descripción, llevada al extremo, de la tortura de sí
lfmites de lo que puede ser explicado; es decir, de lo
mismo, la narración de lo que he denominado su fase
real. Un cuervo que ha aprendido de memoria una
primera o evidente, termina con naturalidad y no tras-
sola palabra, "Nevermore", escapa a la custodia de su
pasa hasta entonces los lfmites de lo real.
dueño, pero es sorprendido por una tormenta y llevado
Pero en los temas así tratados, aun cuando lo sean
lejos del lugar donde estaba confinado. A medianoche
con habilidad o con un despliegue vistoso de episodios,
alcanza a ver una ventana iluminada y trata de que
se nota siempre cierta dureza que desagrada a la sensi-
le abran, golpeando con sus alas los vidrios, a fin de
bilidad del artista. Invariablemente se necesitan dos co-
encontrar un refugio seguro. Es la ventana del cuarto
sas; en primer lugar cierto grado de complejidad o,
de un estudiante entregado a medias a la lectura de mejor dicho, de adaptación; y segundo, cierto grado
un libro y a medias perdido en el recuerdo de su amada de sugestión, algo así como una corriente profunda 1

l
272 EDGAR ALLAN POE
- LA FILOSOFÍA DE LA COMPOSICIÓN 273

aun cuando indefinida, !?e significado. Es este último And the l?dven, never flitting, still is sitting, still, is sitting
en particular lo que imparte a la obra de arte esa rique- On the pallid bust of. Pallas just above my chamber door;
za.. (sihemos de tomar. del .coloqufo un tétmino .eficaz) And bis eyes bave ali the seeming of a Demon that is dreaming
que nos sentimos demasiado inclinados a confundir con And the lamplight o'er him streaming throws bis shadow on
el ideal. El exceso del significado sugerido, el confundir the floor;
la corriente superficial del tema con la profunda, es lo And my sou/ from out that shadow that lies floatin g on
que conviette en prosa (y por cierto del género más the floor
chato) a la así llamada poesía de los así lla¡nados tras- Shall be Ufted - nevermore.
cendentalistas.
Dado que mantengo esas opiniones, agregué las dos
estrofas finales del poema. Lo que sugieren, pot lo
tanto, ejerce influencia sobre todo lo que se ha dicho
antes. La corriente profunda del significado se mani-
fiesta en esta línea:

"Take thy beak from out my heart, and take thy form fro.m
,¡¡
off my door!" ·1
Quoth the Raven "Nevermore!" 1

Podrá obsetvarse que las palabras "fuera de mi cora-


zón" contienen la primera expresión metafórica del poe-
ma. Estas palabras, junto con la respuesta "Nevermo-
re", ponen a la mente en disposición favorable para
buscar. un significado a lo que se ha narrado previa-
mente. El lector comienza ahora a considerar al Cuervo
como un símbolo. Empero, sólo en la última línea de
la última estrofa puede apreciarse distintamente la in-
tención de hacer de ese pájaro el símbolo del Recuerdo,
triste e imperecedero:

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