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Resumen 3° parcial Historia Social Argentina

1- El populismo imposible y sus actores

Argentina vive un período de traspaso entre una sociedad civilizada y un


autoritarismo y violencia política. Inicia con la protesta social de 1969
definida como el Cordobazo, en contra del gobierno de Onganía y terminaría
en 1976 con el Golpe militar que desplaza al gobierno de Isabel Perón. Del 73 al
76, hay tensiones y contradicciones entre la sociedad y JD Perón, por la
imposibilidad de implementar con éxito, el modelo populista del “pacto social”.
Finalmente, el climax de ethos (costumbre y conductas) de las clases media y
trabajadora.
3 MOMENTOS: que llevan a la crisis y colapso del modelo populista.
• Presidencia de Héctor Cámpora (del 25 de mayo al 12 de julio de 1973),
momento de movilización y triunfo de las fuerzas sociales que asocian el
regreso de Perón con cambios; tiene como protagonistas a la juventud, al
sindicalismo combativo, y a intelectuales ligados a la modernización
desarrollista.
• Va desde el mandato provisional de Raúl Lastiri, una vez concretada la
renuncia de Cámpora (julio del 73), hasta la muerte de JD Perón (1ero de julio
del 74). En esta fase se confronta claramente a los diferentes actores con
contradicciones propias del populismo en el poder. Guerra interna: peronistas
vs peronistas. El “árbitro” de este período sería el propio Perón; imposibilidad
de implementar el modelo nacional-popular, tanto frente a lo político, como a
lo económico. Después de la muerte de Perón se cierran canales institucionales
a partir de donde se expresan actores sociales del período.
• Etapa de agonía y disolución del modelo populista, durante la gestión de
Isabel Perón, la imagen fuerte es la de un período de crisis plural, política,
social y económica. Los actores políticos y sociales centrales, en este contexto,
son: el militarismo de la guerrilla, el avance militar al poder, acompañado de
un relegitimización del combate contra la subversión.
Lo que las tres etapas tienen en común es la crisis y colapso del modelo
populista.
Primer momento:
El hecho que va a dar comienzo a la década del 70 es el Cordobazo, donde la
violencia popular tuvo su punto máximo y tuvo una respuesta muy represiva
del gobierno militar, dejando mas de 12 muertos y 1000 detenidos. Los jóvenes y
obreros, con luchas distintas, se reúnen en un mismo lugar, se hace una
rebelión popular que será fuertemente reprimida, pero pierden el miedo a la
dictadura y recuperan las calles logrando el debilitamiento de Ongania.
La estrategia política adoptada por Perón fue utilizar las organizaciones
armadas que sirvió para disuadir a las Fuerzas Armadas, no solo no las
condenó, sino que alentó su accionar. Las llamaba “formaciones especiales”.
Anunciaba tres vías para la lucha: la guerra revolucionaria, la insurrección y
la normalización institucional.
Ongania es reemplazado por levingston (1970), que por el viborazo se provocara
su caída y asumirá Lanusse (1971), se empieza a planear una salida electoral pero
impuso una “cláusula de residencia” que impedía postularse a quien no
estuviera en el país antes del 25/8/72, por lo que esta excluía a Perón.
En 1970 montoneros ingresa a la escena política con el secuestro y muerte de
Aramburu. en 1971 montoneros se convierte en la organización político-militar
hegemónica dentro de la guerrilla peronista (FAP, FAR y descamisados). La JP,
con una ideología en común, convirtió a “montoneros” en la organización de
masas más poderosa del continente. Se amplió el compromiso militante del
activismo estudiantil, pasando a barrios y a villas, en donde los mecanismos de
acción eran las manifestaciones populares, la violencia guerrillera, la guerra
de consignas, las pintadas, en contra posición a los “viejos” militantes
sindicales. En el 72 se forma la tendencia revolucionaria (jp, jup, movimiento de
villeros, agrupación evita de la rama femenina, entre otros). del 72 al 73 hay una
ampliación del Partido Justicialista.
Todos reclamaban en regreso de perón, porque consideraban que era el único
capaz de hacer posible la pacificación social.
En las elecciones del 73 se presenta la alianza política frejuli, con la formula
Cámpora-solano lima con la consigna “Cámpora al gobierno, perón al poder”,
Cámpora era apodado el tío, el hermano de papá. Esta formula gana y asume en
mayoEn mayo del 73 Cámpora asume luego de ganar las elecciones
presidenciales. (entonaron la marcha peronista, en lugar del Himno Nacional).
El breve gobierno de Cámpora se caracteriza por el recrudecimiento de la
violencia. Lo que multiplicaba las escenas de conflicto era la demanda de
institucionalización que atravesaba tres escenas:
• 1era gran escena: En el aspecto social: estaba la posibilidad de aplicar el
modelo populista a través de la concertación social (práctica de la política
económica y social). El Modelo Nacional Popular implicaba la intervención del
Estado como regulador de los mecanismos de la redistribución de los ingresos
nacionales entre los trabajadores, representados por los sindicatos, y los
sectores empresariales. Esto aludía a una alianza de clases, dentro de un pacto
social (modelo implementado por Perón en los dos primeros mandatos) que se
dio entre la CGT, la CGE y el gobierno establecían el congelamiento de precios,
suspender las negociaciones colectivas durante dos años, el reajuste de
tarifas públicas y sólo 20% de aumento en los salarios. Este incremento en el
salario defraudo a la clase trabajadora, que mayormente era peronista. El
aumento de la conflictividad y el recrudecimiento de la violencia, sellarían el
fracaso del pacto populista.
• 2da escena: La normalización institucional, se complejiza la relación entre
las organizaciones armadas peronistas (FFAA – Montoneros) y Perón.
Cámpora se reúne con la FFAA peronistas, donde exige acatamiento del nuevo
orden y la aceptación del pacto social (implementación del gobierno
populista), obligándolas a ajustarse a los modelos que disponía el gobierno.
• 3era escena: La cuestión de la “normalización institucional” afrontó un
conflicto social: movilizaciones y tomas, ocupación de hospitales, escuelas,
universidades, varias comunidades del interior, diarios, canales de televisión,
organismos oficiales, fábricas, inquilinatos, etc. Estas acciones incluían
actores variados, individuos desarraigados hasta funcionarios del gobierno,
activistas y simpatizantes de la izquierda hasta militantes de la derecha
peronista. Estas tomas marcaron un primer punto de conflicto y separación
entre el peronismo en el poder y la sociedad movilizada. Mientras tanto el
gobierno tenía como objetivo fundamental el pacto social. Finalmente, la
movilización fue desactivada. Se logra separar la relación entre un sistema
político en recomposición y la sociedad civil movilizada.
El retorno de Perón:
Los preparativos hicieron evidente la influencia del secretario del líder, López
Rega (Ministro de Bienestar).
La JP y las agrupaciones armadas peronistas, estaban por fuera de la
organización del acto de recibimiento en Ezeiza, sin embargo, Montoneros se
movilizan marchando hacia allá. Se convierte en una masacre porque grupos
de extrema derecha disparan contra la multitud. Esta tragedia deja 13
muertos y más de 300 heridos; algunos fueron atrapados y torturados por
grupos que anticipaban la aparición de la Triple A.
El discurso de Perón: el Movimiento Nacional Justicialista era
contradictorio; con el correr de los años el discurso fue transformándose.
Usaba palabras favorables tanto para la izquierda como para la derecha.
Después de la tragedia de Ezeiza dejó este tipo de discursos de lado. Renunció
Cámpora y fue reemplazado por López Rega, transición necesaria para la
inminente vuelta a la presidencia de Perón con la formula peron-peron.
Segundo momento: peronistas vs peronistas
Perón recompone el vínculo con el sector sindical (que había tenido sus idas y
venidas por sus negociaciones a las espaldas de Perón que estaba en el exilio).
Perón había instigado el asesinato de Vandor a manos de montoneros.
Perón comenzó un período de reconocimiento simbólico a los “viejos
peronistas”, con una serie de elogios, y a la clase trabajadora, definiéndola
como la columna vertebral del movimiento, en desmedro de las organizaciones
armadas y juveniles. Se de al giro a la derecha de Perón.
La burocracia sindical peronista estaba teniendo conflictos con el
sindicalismo combativo. Perón no acoraba con la tolerancia de Cámpora, y
apoyó a la ortodoxia sindical, mediante una política de control y represión de
los conflictos intrasindicales.(ortodoxia=derecha) Perón aprobó una nueva
Ley de Asociaciones profesionales, que aseguraba el monopolio de la
representación a las estructuras de mayor agregación, en detrimento de los
sindicatos descentralizados e independientes de la CGT.
En el 74’ por la crisis del petróleo, los empresarios renuncian a absorber la
inflación externa, rompiendo el Pacto Social. Consiguientemente, los sindicatos
exigen un aumento del salario los aumentos de precios. Por ello Perón lanza
una Gran Paritaria en marzo de 74’, intentando mediar entre sindicatos y
empresarios, otorgando un aumento del 13% . Pero los empresarios trasladan el
aumento salarial a los precios, desafiando las órdenes del ministerio. La
economía estaba asolada por Inflación, desabastecimiento de productos
básicos y crecimiento del mercado negro. A mediado del 74’ Perón ya acusa al
sindicalismo de minorías irresponsables saboteadoras por no respetar el
pacto y exigir aumentos, y los exhorta a no romperlo, y promete un aguinaldo
completo para Junio.
Perón da un giro radical en su relación con los representantes de la
Tendencia, buscando la institucionalización contra esa ala rebelde. Por
primera vez Perón apuntó a la exclusión de colectivos del Movimiento. El
desencuentro de Perón con esta parte del movimiento se puede observar
claramente en sus discursos, donde parte desde la advertencia, pasa la
descalificación y al final a la ruptura. En el primer discurso después de la
Masacre de Ezeiza califica a la izquierda como enemigos embozados. Después de
la masacre de Ezeiza la JP marcha a la residencia donde estaba Perón para
presionarlo y recuperar su posición de fuerza frente al resto, Perón los
recibe bien, aunque los desaira, menosprecia, y termina nombrando a un
interlocutor entre la JP y él (López Rega). Como último intento de permanecer
leales, las organizaciones de la Tendencia afirman su carácter peronista y
Montoneros busca posicionarse como el representante del Pueblo. Perón gana
las elecciones el 23 de septiembre con el 62% de los votos. Dos días después
Montoneros asesina a Rucci, el secretario general de la CGT, lo que es un golpe
para el propio Perón.
El viraje de Perón a la derecha implicó una purga ideológica contra la
Tendencia en varios frentes. El 11 de mayo Montoneros declara la traición del
gobierno tanto en el plano político (remoción de gobernadores afines) como
económico (el pacto social). Así, convocó a un último intento, con la militancia
en el acto del 1º de mayo para decir al general lo que pensaban. La figura del
diálogo directo entre el líder y las masas era central en el imaginario
peronista, el primero de mayo del 74’ se da el encuentro de la JP y Montoneros
con Perón, acompañado por Isabel y López Rega. Las organizaciones cantaban
y se expresaban repudiando a su esposa y López. Un Perón enojado y
desencajado los trata de imberbes y estúpidos, y la JP abandona la plaza. Acá
se consuma el desencuentro, la ruptura. “El Pueblo se va”. A partir de allí,
Montoneros sufre importantes desprendimientos, de donde se forma la JP
Lealtad, que aceptaba el acatamiento al líder. De todas formas, Perón disolvió
la rama juvenil del PJ.
El viraje a la derecha del gobierno se dio en todos lo niveles. En Mayo del 74’
López Rega obtiene el grado máximo en la policía, saltando 12 grados desde
cabo. López Rega comenzó a instaurar procedimientos autoritarios, cierre de
publicaciones, censura de medios de comunicación y listas negras de artistas.
La disyuntiva era entre el binomio patria peronista/patria socialista era una
disyunción (“o”), o podían ir acompañados (“y”). López Rega en enero ordena el
secuestro de libros y la detención de libreros sin orden judicial, desde la
“Sección de Moralidad” de la policía Federal. Censuró además a la obra
Jesucristo Superstar.
El tercer momento: La disolución Isabelina:
Perón muere el 1 de julio de 1974, asume su vice M.E. Martínez de Perón, siendo
la primera mujer en, constitucionalmente, convertirse en presidente.
Aunque Perón viró a la derecha, y rompió con la izquierda, nombró como su
único heredero a su Pueblo. A partir de su muerte se desata una lucha por
apropiarse del poder y de la representación del Pueblo.
Asume Isabel, con varios pendientes del gobierno, como el pacto social
tambaleante y el clima de conflictividad y violencia. El gobierno de Isabel tuvo
dos objetivos: Una Política de exterminio total de la izquierda, pero además, la
disolución del modelo nacional y popular mediante la subordinación del
sindicalismo.
Durante el gobierno de Isabel, López Rega ocupó un lugar de virtual primer
ministro y se encargó de aplicar metodologías de Terrorismo de Estado. Fue el
creador y sostenedor de la triple A, una organización clandestina de
elementos policiales y parapoliciales cuyo objetivo era la eliminación física del
adversario mediante el asesinato. Las víctimas del triple A fueron militantes,
políticos, intelectuales, artistas, sindicalistas, periodistas, sacerdotes, etc.
Según la Conadep, en el 73’ asesinaron a 19 personas, en el 74’ a 50 y el 75’ a 359.
(asesinatos masivos o selectivos, colocación de bombas a locales partidarios,
amenazas públicas de muerte a través de publicación de listas.)
Este fue el período del golpe de gracia para la izquierda. La Tendencia tuvo un
último intento de integrarse mediante la formación del Partido Auténtico,
pero este partido fue expulsado del movimiento justicialista.
En el sindicalismo también se aplicó represión. Mediante la intervención de las
fuerzas policiales en 1975 en protestas obreras se reprimió y encarceló a
dirigentes sindicales. La depuración ideológica también llegó a los claustros
académicos. Se nombró interventor de la UBA a un admirador de Hitler que
quería hacer una “cruzada contra el marxismo”. Sin embargo, a esta altura el
principal adversario del gobierno no era la Izquierda, ya volcada al repliegue
o a la lucha armada, sino el sindicalismo peronista.
Los sindicalistas duros, de las 62 organizaciones, vieron su poder confirmado,
por la exclusión del sindicalismo antiburocrático y de izquierda, y por el
desplazamiento de los gobernadores ligados a la Tendencia. En esta posición,
luego de la muerte de Perón, el sindicalismo arremetió contra Gelbard, intentó
aprobar una ley para el incremento de la productividad del campo, que
implicaba la pérdida de dominio de tierras incultas o improductivas. Este
proyecto se filtró antes, y obtuvo el fuerte rechazo de la Sociedad Rural y la
CGT. Así es que Gelbard terminar renunciando. Así, entra al ministerio de
Economía Morales, quien ofrece un aumento del 38% que no aceptado por la CGT.
Termina renunciando.
El último conflicto es el que se dan entro los gremialistas contra López Rega.
Ya había habido rispideces previas por el tema de que López quería repatriar
los restos de Evita, y además quería quitarles las obras sociales a los
sindicatos. Luego de Morales, L. Rega designa a Celestino Rodríguez, que marca
un punto de inflexión en la política económica: Aplica una devaluación del 100%,
un ajuste, un aumento brutal de las tarifas de servicios públicos. Esto fue el
Rodrigazo. Marcó el fin de la política económica nacionalista y reformista
dando paso a la política de estabilización y ajuste. El sindicalismo se manifestó
en contra de estas medidas, y exigió un aumento del 100%. La CGT realizaría una
marcha en agradecimiento por la aceptación del reclamo pero que tenía como
verdadero fin presionar para la homologación de la paritaria. El 27 de junio
convoca la CGT una marcha contra el ajuste, pero las bases desbordan a la
dirigencia, y declaran el 7 y 8 de julio paro general. Era la primera vez que la
CGT le realizaba un paro a un gobierno peronista. En la protesta, la multitud
pedía la cabeza de Rodrigo y López Rega, que se ve obligado a dimitir y a ser
enviado a afuera del país. El sindicalismo mantuvo el intento de ser leal y
eludir la confrontación con el gobierno de Isabel, reflotando nuevas teorías
del cerco, sobre que ella estaba mal asesorada.
Luego de la salida de L. Rega, Isabel intenta apoyarse en el sindicalismo y los
políticos peronistas. Sin embargo, la situación económica era muy mala y la
escalada de violencia iba en aumento. El modelo Nacional y Popular había
fracasado por las luchas internas del peronismo. Así hubo ausencia de
liderazgo, un vacío de poder.
El país estaba en una pendiente incontrolable de violencia, y los responsables
eran tanto los grupos de extrema derecha como las agrupaciones armadas de
izquierda. Las organizaciones armadas en esta etapa se militarizan, lo termina
ofreciendo una oportunidad para las FFAA se legitimen frente a la sociedad.
Montoneros incrementó hacia el final sus acciones armadas: Secuestros
extorsivos y la eliminación de enemigos. En septiembre del 75 la cúpula de
Montoneros decide su auto proscripción y su pase a la clandestinidad.
Por otro lado, el ERP, pretendía realizar una guerra social revolucionaria en
dos frentes, el primero eran acciones contra el ejército y el otro objetivo era
mostrar la naturaleza represiva del régimen peronista. En el 74’ se abre un
frente de guerrilla rural en Tucumán, donde termina interviniendo el ejército
para neutralizar y aniquilar, brindó la posibilidad para el ejército de
mostrarse como el salvador, de legitimarse. Aquí ya comienzan con la represión
clandestina y la desaparición y tortura como eje de su accionar. El 24 de
marzo de 1976 se consuma el golpe de Estado.
El ethos de lo setenta
Durante los setenta la violencia tuvo una eficacia mayor, no ya eventual, sino
el eje de una práctica organizada y sistemática. La violencia estaba legitimada
por el autoritarismo y represión del régimen. Se planteaba la violencia desde
abajo frente a la violencia del Estado. La posibilidad del cambio
revolucionario era parte del Sentido Común en esa época.
El ethos de los setenta es el compromiso revolucionario, la desconfianza en la
vía reformista y el sistema de partidos. Este ethos tuvo dos inflexiones:
El primero, movimientista, bautizado con el nombre de Tendencia, conducido
por Montoneros, frente que desbordaba el marco del sistema, a democrático-
populista y amenazaba la estabilidad del régimen. Ej: las tomas, coincidían el
máximo grado de movilización con la máxima aspiración al cambio. La segunda,
“militarista”
La segunda, militarista, cuando la lucha se vuelve violenta. En los hechos, al
profundizarse la exclusión de la Tendencia por Perón, llevó al aumento de la
violencia. El paso del movimientismo al militarismo tuvo como causa las purgas
internas, el incremento de la violencia, y la represión desmedida, el caos
económico, y la fase isabelina que anticipaba el terror militar. No es válido
afirmar que la época estuvo marcada por un déficit político democrático, sino
que estuvo más bien marcada por la creencia en el cambio y la afirmación de la
violencia como herramienta de lucha y transformación social.

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